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Religión y sociedad moderna

Contesta a las siguientes preguntas:


1. Frente a las sociedades de la antigüedad y medievales, ¿qué es lo característico de la
sociedad moderna?
La sociedad antigua y medieval estaba construida sobre la primacía de la tradición,
estructurada por un eje-centro que era la religión, en cuanto aportaba cohesión; sin
embargo, la sociedad moderna carece de un carácter jerárquico, por tener muchos ejes o
centros que se consideran autónomas, diferenciados de la religión y entre sí. Así da
surgimiento a la política secular, la economía capitalista que actúan independientemente
de la religión.
2. La sociología explica el surgimiento de la sociedad moderna como fruto de un proceso
o conjunto de procesos de diferenciación social. ¿Cuáles son los cuatro grandes
factores de diferenciación social que suelen mencionarse?
a) Reforma protestante: ocasiona la ruptura de la unidad religiosa de Europa.
b) Ascenso de los estados modernos: donde lo secular tiene la primacía y toma
protagonismo en la enseñanza, salud, etc., sin necesitar de la religión.
c) Surgimiento de mercados capitalistas: son autónomos y se distancian de las
exigencias morales de la Iglesia.
d) Surgimiento de ciencias empíricas: se presentó como reemplazo de la religión,
en cuanto que ofrecía explicaciones primarias de la realidad.

3. ¿En qué consiste, en esencia, la vieja teoría sociológica de la secularización?


Que la sociedad moderna es autónoma y no nenecita de la religión. Niega la importancia
social de la religión. Por tanto, la religión solo tiene un carácter funcionalista, que
contribuye, pero que, una vez alcanzada su objetivo, la religión resulta superflua, no vale.
4. ¿Cuáles son las objeciones principales que han señalado sus críticos?
a) La asimetría de la evolución de la religión en distintas áreas geográficas: para el
desarrollo de una nación-estado no es necesario quitar-alejar la religión de la
sociedad.
b) La secularización: según José Casanova, la secularización se entiende de tres
formas:
1º. Como diferenciación o emancipación de esferas seculares (política,
economía, ciencia) respecto a las instituciones religiosas.
2º. Referencia al declive de creencias y prácticas religiosas por parte de los
ciudadanos = decadencia de la religión.
3º. Como privatización de la religión. Que, aunque las personas vivencien la
fe, la religión no tiene relevancia pública; por tanto, se debe apartar de lo
social.
Ahora bien, según el mismo autor, cada vez resulta más difícil hacer política
sin tomar en cuenta la religión.
c) Las modernidades múltiples: en cuanto afirma que, las adaptaciones no son
idénticas para todas las civilizaciones.
5. ¿Tiene actualmente la religión presencia pública en las sociedades modernas?
¿Constituye esa presencia necesariamente un atentado contra la democracia?
1º. Sí se encuentra presente en las sociedades modernas. Marginar la religión hace más
difícil la comprensión social y determinar las praxis políticas adecuadas.
2º. No. Porque la religión no establece normas que ya se seguirán de hecho, sino que
ayuda a tomar decisiones, presenta unos valores humanos y principios éticos para
responder a exigencias prácticas del aquí y ahora, como puede ser: exigencias de
justicia, la solidaridad como fundamento de la convivencia, el valor y dignidad del
varón y la mujer, la preocupación por el medio ambiente, etc. Por tanto, excluir de
entrada la religión, solo puede deberse a una visión unilateral de la religión como
“problema”, sin embargo, la religión da contribuciones positivas a la sociedad.

6. Se ha hablado de la necesidad de redefinir la laicidad, ¿qué aspectos han de ser tenidos


en cuenta?
Para redefinir la laicidad, hay tener en cuenta lo siguiente:
 No negar la religión.
 Recuperar la tolerancia sobre los valores.
 Diálogo y tolerancia activa entre la fe y la razón.
Lee el siguiente texto (CV. 56) y haz un comentario personal utilizando los contenidos
aprendidos:
Benedicto XVI, en su carta encíclica “Caritas in veritate”, numeral 56, nos muestra
claramente que: la religión juega un papel importante en el ámbito social-pública.
Además, es su identidad el involucrarse en la esfera pública, puesto que, los problemas
que afectan al hombre de todos los tiempos, también le interesa a la religión. Es cierto
que, la religión, no puede solucionar todos los problemas, pero sí puede dar algunas pautas
para resolver dichos problemas. Si se busca el desarrollo integral de la persona, no se
debe separar la religión de lo secular, sino que más bien deben actuar conjuntamente por
el bien del hombre. Por tanto, debe haber un “DIÁLOGO” entre el ámbito público
(cultura, economía, política) y la religión. Deben saber convivir. No debe haber una
separación o autonomía total. La religión puede iluminar a la razón, para que pueda actuar
correctamente, dar propuestas para la solución de problemas que aquejan al hombre de
hoy, por tanto, la política no debe actuar al margen de la religión, al margen de Dios. La
política no es omnipotente, que lo puede todo por sí misma y sin necesidad de otros. Por
otro lado, tampoco la religión puede actuar al margen de la razón, pues la razón puede
ayudar y de hecho ayuda a que la religión tenga un rostro humano. Que no sea hipócrita.
Que no actúe como si no le interesase los problemas del hermano, viviendo siempre
ensimismado o retraído en lo trascendente. Que, al ver una circunstancia concreta, sienta
compasión del otro y actúe.
Por tanto, la religión (fe) y la vida pública (razón) deben tener un diálogo constante,
activo y cada vez más creciente, para brindar un desarrollo auténtico al hombre.

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