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GREGORI
2015
PROPORCIONALISMO O CAOS.
NO HAY INOCENTES
© Waldemar De Gregori
2015
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN-PROBLEMA ....................................................................................... 2
CONCEPTOS ................................................................................................................. 3
Juego Triádico ............................................................................................................. 3
Cerebro Tri-uno. .......................................................................................................... 4
Proporcionalismo ......................................................................................................... 5
CAMPOS DE JUEGO. Un nuevo modelo de organización social ................................... 9
Números y principios del proporcionalismo por las dinámicas .................................. 11
La proporcionalidad en los 14 subsistemas y la educación para ser un
proporcionalista voluntario ......................................................................................... 19
PROPORCIONALISMO O CAOS. NO HAY INOCENTES
Porcentajes y Co-responsabilidad proporcional de los 3 cerebros y los 3 subgrupos,
tetra nivelados para la paz.
De Gregori
INTRODUCCIÓN-PROBLEMA
- ¿Lenta en aprender qué, Dr. Toynbee?
- En aprender lecciones de la Historia sobre límites, mesura, justa medida, equi-
dad, ética, valores, escalas, proporcionalidad. Y aún más lenta para aprender un míni-
mo de control de su egocentrismo, narcisismo, individualismo, particularismo en favor
de concesiones mínimas al otro, a lo colectivo, al ecosistema y a la paz.
El psicoanalista belga Paul Verhaeghe (2014) afirma que el sistema económico
capitalista hace una presión implacable por lograr conquistas por encima de todo y que
eso nos obliga a revelar lo peor de nosotros.
Hay una evidencia universal de cómo se rompieron todas las reglas, se perdieron
los valores, se desbordó el comportamiento humano, porque estamos regresando a la
barbarie, donde solo se cumple una ley: la ley de la selva.
Juego Triádico
La energía, el átomo y la naturaleza tienen tres lados, tres fuerzas que mueven
todo. En la lucha animal, suelen estar correlacionados o agrupados el predador dueño
de la situación, su rival retador y la presa disputada por ambos para satisfacer sus ne-
cesidades. En la sociedad humana se da un juego similar entre el gobierno, su oposi-
ción y el centro; o la derecha, la izquierda y el centro; o el productor/vendedor más fuer-
te, su competidor y los clientes.
Para simplificar y ver más claramente todos los juegos triádicos, se usan solo tres
nombres para cada lado:
- SUBGRUPO OFICIAL, nombre para todas las derechas, las autoridades, los je-
fes, los poderosos, los señores, etc.;
- SUBGRUPO ANTIOFICIAL, nombre para todas las izquierdas, las oposiciones,
los rivales, los rebeldes, los herejes, los anarquistas, los “malos”, etc.;
- SUBGRUPO OSCILANTE, nombre general para la plebe, el pueblo, los pobres,
los empleados, el proletariado, las masas o las presas a disposición del subgrupo ofi-
cial o antioficial.
- Todos queremos ser oficiales, pero en realidad vamos rotando por los tres sub-
grupos, según el lugar (en la casa, la empresa, el club, etc.) y el momento de la vida o
del día.
- ¿Por qué ser oficiales?
- Porque el subgrupo oficial es el más poderoso. Es el que pone las normas o le-
yes a su favor. Es el único que tiene cómo obligar a los demás a que se dejen esquil-
mar, forzándoles, además, a que pongan cara de agradecidos y felices… Pero, ¡muy
mal le va al que se rebele! Por eso todos queremos ser oficiales.
El oficialismo se ha manifestado en tres formas de poder:
- Teocracia, cuando el poder máximo lo tiene el clero de cualquier religión;
- Democracia, cuando el poder máximo lo tiene el pueblo (sus representantes).
- Econocracia, cuando el poder máximo lo tienen los dueños de las finanzas.
En el oficialismo maximocrático está la raíz primordial, el origen superior de la in-
justicia, de la perversión de la convivencia, o sea, de la desproporcionalidad.
- ¿Y por qué tan pocas personas llegan al subgrupo oficial más encumbrado?
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Cerebro Tri-uno.
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- ¿A qué se debe que la gente se ubique y actúe mejor en un subgrupo que en
otro?
- Nada que ver con la genética o el destino. Es el direccionamiento dado a uno
desde el útero, por el juego triádico familiar, principalmente por la mamá y sus auxilia-
res. Esta orientación resulta de la programación de los tres cerebros, debida al orden
de nacimiento, el tipo de vinculación con la madre, el padre y otros miembros de la
constelación familiar; o sea, del juego triádico que se da en la familia por la disputa de
satisfactores tricerebrales (afecto, información, seguridad). Eso se conoce como fami-
liograma. Este fogueo inicial lo va moldeando a uno en una determinada jerarquía trice-
rebral (cerebro predominante, subdominante y el último) y con la correspondiente ubi-
cación subgrupal en el juego triádico de la vida y las correspondientes normas para
jugarlo. Con el tiempo y la experiencia, eso puede cambiar, aunque no tanto.
Quien resultó moldeado para el nivel de ejecución y el cerebro derecho, no tiene
aptitudes corruptas o de explotar a otros, porque no tiene a nadie por debajo y porque
cree en todos y ama a todos. Los privilegios del capitalismo atraen, más bien, a los
moldeados como cerebro central y el nivel de supervisión. Ellos son elevados más rá-
pido a las glorias del nivel de alta gerencia cuanto menos cerebro derecho-moral y ra-
cionalidad del izquierdo demuestren. Esta aseveración vale para los tres poderes: el
político y sus excelencias, el sacro y sus reverendísimos y, sobre todo, para el poder
económico o el mercado y los cautivados por el becerro de oro.
Esa filosofía del libre atraco para conquistar niveles cada vez más altos de maxi-
mocracia produce elegantes ladrones de guantes, psicópatas anti-sociales, monstruos
cubiertos con mantos sagrados, y conduce, obviamente, a un caos creciente hasta que
nos matemos todos.
Proporcionalismo.
Este concepto incluye y acepta el tener del cerebro central oficialista, el informar del
cerebro izquierdo anti-oficialista y el servir del cerebro derecho oscilante. Acepta pará-
metros, límites, medidas, porcentajes, corresponsabilidades y justa medida de valora-
ción para cada uno de los tres subgrupos en la dimensión horizontal, en la vertical y en
las alianzas transversales. Esto quiere decir que, si los cerebros individuales y colecti-
vos guardan la proporcionalidad, reina asimismo la proporcionalidad entre los tres sub-
grupos.
-¿Y dónde queda la ética?
- Desde esta perspectiva, eso es simple cantinflismo filosófico, palabrería inocua.
¡Defendemos la proporcionalidad, no la ética vacía!
- ¿Por qué?
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- Porque hay que salir del milenario discurso moralista del zorro para las gallinas,
con el fin de pasar a aplicar soluciones cuantificadas, establecer medidas matemáticas
que cualquiera pueda entender y hacer respetar.
- ¿Cuáles son esas medidas?
- La matemática permite expresar sin ambigüedades la proporcionalidad, el orden,
la distribución justa, la equidad, la armonía y la belleza de los tres cerebros, los tres
subgrupos, la familia, la empresa, la política, la economía, etc. Son los mismos núme-
ros usados por Pitágoras, Fibonacci, Carl Gauss y John Nash, entre otros.
- ¿Qué tiene que ver eso con la justicia, la equidad y la convivencia armónica?
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- Dice varias cosas. Primero, que no hay igualdad: por la fantasía de igualdad se
hundió el comunismo y mueren algunas personas todavía. Segundo, que tampoco
puede haber extralimitación: por esa fantasía de la omnipotencia se hunde el capitalis-
mo, que de paso arrasa el ecosistema. Ello es así, porque la naturaleza está estructu-
rada por módulos proporcionales, cuyas medidas son la media y extrema razón, tanto
en la elipsis de los astros, en la música, en la pintura-escultura-arquitectura como en el
propio cuerpo humano.
- Eso fue lo que explicó también el matemático Carl Gauss, en su ley de las distri-
buciones, con representación en forma de campana:
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Vitrubio y Leonardo Da Vinci aplicaron esos mismos números para establecer el
canon del arte:
Esta base científica nos obliga a denunciar el discursito ético hipócrita de hace mi-
lenios y substituirlo por una ética de la proporcionalidad cuantificada, que ofrece pará-
metros numéricos sobre los cuales la gente puede exigir la justicia, la belleza y el bie-
nestar.
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CAMPOS DE JUEGO. Un nuevo modelo de organización social
En la base del gráfico está simbolizada la matergía tri-una que se complejiza for-
mando sistemas tri-unos, hasta llegar a su mejor resultado (¿será?): el cerebro hu-
mano. Este, a su vez, continúa la compleji-evolución, organizándose en tres poderes
generales máximos (político, económico y sacral) en la parte de arriba, y la superviven-
cia-reproducción en los 14 subsistemas enumerados de S01 a S14. Cada subsistema
tiene, como engranajes y cánones de funcionamiento, los 4 factores operacionales, a la
izquierda del gráfico (Espacio, Cronología, Personajes, y Procedimientos) que son los
modos de ser y actuar de cada uno de ellos. Y cada subsistema operacionalizado va a
expresarse en diversas áreas o esferas del dinamismo de la vida, denominadas por eso
dinámicas.
El nuevo concepto de realidad y de mundo es unificado por el concepto de SETU, sin división
entre mundos natural y sobrenatural, materia y espíritu y otras divisiones entre los diferentes
niveles de vibración de la matergía tri-una. El SETU se expande por co-evolución tri-una, tejien-
do una sola red de sistemas, tridimensional cósmica:
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3. DINÁMICA MENTAL TRI-TETRACEREBRAL (Neurociencias):
La mente es el conjunto de funciones u operaciones del cerebro tri-uno. Esas funciones, orde-
nadas secuencialmente en el acto de aprender-crear-hacer, forman el ciclo mental o Ciclo Ci-
bernético de Feedback. Las funciones en azul cubren lo que reconocemos como racionalidad
(tema, datos, procesamiento, diagnóstico); las funciones en verde cubren la denominada intui-
ción, feeling, percepción extrasensorial o en ciclaje reducido (futurología, creatividad, decisio-
nes); las funciones en rojo cubren la práctica, experiencia o gestión (planificación, gestión,
supervisión, feedback).
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El cerebro puede funcionar en diferentes frecuen-
cias electromagnético-químicas u ondas cerebrales. El
electroencefalograma muestra ciclos desde un mínimo
(reposo profundo) hasta un máximo (alta excitación) con
manifestación de funciones mentales diferenciadas.
Principios: No hay separación entre cuerpo y mente, porque la corporeidad es extensión del
cerebro central; ni entre cuerpo y espíritu porque las funciones del “espíritu” pueden ser consi-
deradas las de los niveles superiores, o las del cerebro derecho en sus 4 niveles, en frecuen-
cias más bajas (meditación). Se necesita corregir la expresión que el amor está en el corazón,
porque en realidad está en el cerebro derecho. En lugar de decir que la rabia, el odio, el coraje
están en la bilis, en el hígado o en los riñones, es más correcto decir que se ubican en el cere-
bro central. La educación consiste en organizar redes neuronales para cada cerebro y sus nive-
les, que son programas (software), para percibir/pensar, sentir/crear, y planificar/concretar, me-
diante el uso de los tres principales ciclajes o frecuencias cerebrales. El cerebro subdesarrolla-
do (estancado en el nivel 1) es víctima de todo tipo de fragmentación y supersticiones, de ena-
jenación y manipulación. El desarrollo en niveles superiores de los tres cerebros lleva a más
integración, concientización, visión más amplia y ágil, y puede llegar a la transconciencia (“ver-
se” a uno mismo “desde arriba”, como desde un observatorio extraterrestre). La maximocracia
anula la racionalidad, el sentido común y la ética, dando alas y libertad máxima a la ambición
violenta y acaparadora del cerebro central.
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4. DINÁMICA INDIVIDUAL-FAMILIAR-ESCOLAR (Antropología, pedagogía, sicología)
Principios: Es 60% más barato invertir en la educación precoz (programación tricerebral) que
tratar de remediar sus fallas 15 años después (Heckman, 2010). El proporcionalismo supone
corresponsabilidad en todas las dinámicas: por eso es esencial que se establezca un principio
de corresponsabilidad familiar, basado en el concepto de justicia triádica (Batista, 2004):
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5. DINÁMICA PRESTUSUARIA (Economía, corporaciones, trabajo, mercado, dinero, o la base
material de la vida):
Aquí se trata del juego sistémico triádico de extracción, transformación, venta-
distribución de bienes satisfactores con sus niveles de agendonomía (trabajo) y de vivencia,
con los insumos y las tecnologías correspondientes. Lo realizan las empresas o prestusuarias
públicas, mixtas, privadas, cooperativas, solidarias, etc., y la relación simbiótica entre due-
ños/oficialistas, sindicatos, y empleados/desempleados. El mercado es el intercambio interno y
externo, con aduanas, cuentas internas/externas, sistema financiero nacional e internacional
(bancos y bolsas), agencias de cálculo de riesgo y guerra del dinero. Ahí hay de todo: dispu-
ta/atraco, compra/venta con equidad y, aun, favores/altruismo. La mayoría se orienta por las
ventajas egoístas y no por los principios proporcionales, solidarios o de justicia social.
Principios: El emprendimiento, el mercado y el dinero son necesarios, libres y beneficiosos si
obedecen al proporcionalismo. Como el poder económico domina los demás poderes y leyes
morales-legales, el ecosistema y la mayoría de los países y ciudadanos estamos a merced de
los caprichos de ese monstro que produce bienes y ganancias, pero principalmente para sí
mismo, generando desproporcionalidad (Piketty, 2014):
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No habrá paz, mientras perdure una desproporcionalidad tan crasa, facilitada por un
modelo y las ideologías acompañantes que justifican la acumulación ilimitada de riqueza en
unas pocas familias, corporaciones, países y bloques económicos. Es preciso combatirla hasta
alcanzar una organización económica razonable, ética y sustentable, con base en la serie de
Fibonacci o cualquier otro algoritmo:
Cualquier persona, corporación o nación que pase este techo debe ser detenida por to-
dos los medios y eliminada, porque es nociva para la propia economía, para el ecosistema y
para otras personas.
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Cuando la co-evolución por ciclos históricos
desborda demasiado los límites de la proporcionali-
dad entre subgrupos, clases, países y bloques, ocu-
rren la inestabilidad, las huelgas, las protestas, la
insurgencia, las revoluciones y las guerras.
Algunos autores y personajes han previsto límites para el juego triádico. Educar para li-
mitar el deseo fueron propuestas de Buda, Confucio, Jesucristo y otros grandes maestros; la
desobediencia civil fue defendida por Thoreau, Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela,
entre otros. El tiranicidio (político, religioso y económico) fue invocado por Tomás de Aquino y
John Locke, y las revoluciones fueron apoyadas por Lutero, Oliver Cromwell, los iluministas
franceses, Marx/Engels y varios más. Sin embargo, todavía hoy al interior de los países reina la
desproporción y, en las guerras, “los de abajo” siguen sacrificando sus vidas para salvar la gran
vida de “los de arriba”. Los videojuegos siguen la lógica ilógica de la guerra, donde se puede
herir, derrotar, saquear y matar adversarios sin cualquier principio de ética-moral y por cualquier
medio. Faltan autores y autoridades para frenar este entrenamiento hacia la barbarie solo para
vender y producir lucro y monstros desde la infancia.
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Principios: El término cultura se debe reservar para significar lo más valioso para la humani-
dad, lo más “civilizado”. No debe prestarse para prejuicios o estereotipos, ni ser reducido a las
“tradiciones” de cualquier lado del cerebro, porque hay tradiciones bárbaras o de pura ignoran-
cia, que no se deben respetar ni tolerar tan solo porque sean “diferentes”. Es preciso trabajar
mucho más en favor de la interdisciplinaridad y la interculturalidad. Para la comprensión entre
las partes del juego triádico es necesario aprender a relativizar; es decir, a poner cada cosa o
evento frente a cada lado del cerebro y apreciar sus tres caras o lados. Solo así es posible de-
tectar las tres interpretaciones y tres valores, ya que cada subgrupo ve la misma cosa o el
mismo evento desde su lado, creyendo ser el único (como ahora los fanáticos del dinero y del
mercado que destruyen otros valores del cerebro derecho e izquierdo; antes eran los fanáticos
religiosos del cerebro derecho). La relativización es indispensable para justificar la proporciona-
lidad, la justicia triádica y el rol de mediador y de poder arbitrador que deben ejercer las perso-
nas y las instituciones.
Principios: Es mejor vivir con optimismo, aunque eso sea iluso, que con pesimismo aunque
racionalmente justificado. La incertidumbre individual y la angustia del futuro se calman con el
desapego de todo y la aceptación de lo que venga del SETU, creyendo poder transformar el
mal en bien, así como del limón hacer limonada. La evolución mental para pasar de dioses re-
presentantes de padres y monarcas al concepto de SETU (Sistema Efectuador Tri-uno Univer-
sal) brinda un rápido sentimiento de integración universal, superando la sensación de aban-
dono y soledad en el vasto universo. Para eso hay que dedicarse a la práctica de la meditación
como hábito diario, aunque sea solo por unos minutos. Los mentores de las tres culturas son
proporcionalmente responsables de un futuro menos incierto y menos amenazante. Basta re-
ducir un poco el narcisismo y el orgullo que entronizó al humano como rey de la creación: él es
tan solo un eslabón en la red universal y…, por cierto, dispensable.
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La proporcionalidad en los 14 subsistemas y la educación para ser un proporcio-
nalista voluntario
“Todo está dominado por el culto a la eficiencia y al éxito, debido al deterioro moral
determinado por una implacable (maximocrática) lucha económica” (Einstein).
El problema reside en quién decide las normas morales, sociales, legales, a quiénes van
dirigidas y a quiénes se aplican. El paradigma monádico-oficialista, por ejemplo, las resume así:
“¡Para mí y mis amigos todo; para mis enemigos la ley”!
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Lawrence Kohlberg (1927-1987), un psicólogo piagetiano norte-americano, se dedicó a
estudiar el desarrollo moral-ético humano desde la cuna a la tumba. Concluyó que hay un gra-
diente en 6 etapas.
En la etapa 1, donde todo es instintivo, el comportamiento no es moral; es obediencia por
miedo al castigo, por acondicionamiento.
En la etapa 2, empieza a nacer el yo, prevalece el egocentrismo, y cada cual lucha por lo
suyo desconociendo el otro.
En la etapa 3, se admite al otro que sea “amigo” y con quien hay que compartir de acuer-
do con algunas normas familiares y sociales, o sea, moral incipiente.
En la etapa 4, el círculo se amplifica y aparece el interés de cumplir con los códigos so-
ciales y legales de la sociedad; o sea, alcanza una moral cívica.
En la etapa 5, se desarrolla la conciencia crítica sobre los valores y la moral de una so-
ciedad nacional; se descubre que no son más que un pacto social o un acuerdo entre podero-
sos; y ahí nace la sospecha moral y jurídica.
En la etapa 6, se buscan y proponen fundamentos para la regulación universal y la pro-
pagación de la paz y el buen vivir, proponiendo los medios para lograrlo.
Podemos comparar las 6 etapas de desarrollo moral de Kohlberg con las 8 esferas diná-
micas presentadas antes. En la dinámica matergística y ambiental, que es hereditaria, empieza
la diferencia: la naturaleza/realidad es tri-una y no monádica. En las demás dinámicas, la dife-
rencia es que Kohlberg, por ser piagetiano, sigue la idea de evolución mental del ser humano
por ciclos monádicos, de un solo cerebro en cada ciclo (primero el concreto-central; después el
imaginativo-derecho; por fin el abstracto-izquierdo); en el Proporcionalismo, los tres cerebros
co-evolucionan simultáneamente, aunque en proporciones que van cambiando. Según eso, se
va dando el desarrollo moral-ético tricerebral que puede llegar a la etapa 6 de Kohlberg, típica
de los santos y de los grandes. Tenemos muy pocas personas verdaderamente humanistas
proporcionales; la mayoría anda en las etapas 1, 2 y 3.
El problema mayor de Kohlberg es que, por falta de paradigma triádico, de la teoría de los
tres cerebros y del referencial de las dinámicas y de los 14 subsistemas, él no sabe cómo la
educación familiar-escolar-social puede desarrollar la moralidad y evitar la decadencia moral.
(La propuesta del proporcionalismo está en el libro Neuroeducación para el Éxito, que antes se
titulaba Construcción Familiar-Escolar de los Tres Cerebros. Aparece también en el Manifiesto
de la Proporcionalidad con Democracia Directa.)
Después de entender y priorizar el proporcionalismo en números, entonces sí se podrá
hacer valer los aforismas del discurso ético-moral tradicional, las declaraciones de derechos
humanos, las leyes de los países, etc.
Vale el código de Hammurabi, del siglo XVIII a.C.
Valen los 10 mandamientos de Moisés y el Pentateuco.
Vale la Constitución de Solón en Atenas, de 638-558 a.C.
Valen las virtudes de Confucio (571 a.C.) rén (仁) benevolencia, altruismo; iì (義) recti-
tud, justicia; zhì (智) sabiduría; je (和) armonía.
Los cristianos repiten “no hagas a los demás lo que no quieres para ti”, como si fue-
ra suya, pero es un principio confuciano. Confucio creía mucho en la educación para
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formar los cuatro niveles de ciudadanos (caballeros), e insistía que solo los más virtuo-
sos deberían gobernar: “Si el rey es honesto, quien más osaría ser deshonesto”.
Vale todo lo de Lao Tsé en el Tao Te King.
Vale la doctrina de Buda de los ocho caminos.
Vale Aristóteles en su Ética a Nicómaco y en Política.
Vale la Biblia, con sus Evangelios.
Vale el Corán.
Vale la Ética del filósofo Baruch Spinoza
Principios: Valorar y respetar todas las personas de diferentes edades, género, etnia y
preferencias sexuales. Sexualidad sin tabúes y con su valor mucho pero muchísimo más redu-
cido, y no como valor máximo de la relación afectiva. Sexualidad responsable y consentida en-
tre las partes. Que el violador tenga cárcel perpetua o castración. Valorar la vida familiar como
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núcleo afectivo, comprender los subgrupos, su juego triádico con niveles y la proporcionalidad.
El matrimonio requiere un contrato entre las partes con derechos y obligaciones por los 14 sub-
sistemas. La procreación responsable debe limitarse a tres maternidades y tres paternidades. A
partir de los 10 años, los hijos tienen que saber sobre el familiograma y el Flujograma de la
Vida. Alrededor de los 18, los hijos tendrán que estar emancipados de padre, madre y familia, y
ejercer la auto-conducción tricerebral responsable, que no significa abandono por los padres y
tampoco de los padres. Matrimonio no significa pérdida de la libertad, sino auto-conducción de
la mujer o del hombre. Por las infracciones de un miembro de la familia, responden solidaria-
mente todos, según lo expuesto en la dinámica individual. Los códigos de protección contra la
violencia doméstica deben incluir los tres tipos de violencia: la físico-económica, la ideológica-
discutidora y la emocional-moral. Los códigos de protección de la infancia y juventud deben
poner límites también a los abusos del poder económico y religioso, no solo a abusos físicos de
padres y maestros.
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Principios: Amistades, amor, confianza, solidaridad y altruismo como valores máximos
entre las personas y entre los países. El juego triádico tiene que tratar las partes como adversa-
rios de cualquier deporte, y no como enemigos a someter o destruir. Estar enamorado no signi-
fica volverse propietario de la persona amada; es un acuerdo de corresponsabilidad pero en
gratuidad, y no como obligación. Las relaciones por redes sociales tienen altos riesgos de ex-
posición, engaño y piratería, así que ¡moderación y cuidado!
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La jerarquización de los tres procesos mentales en un test de CT (Cociente Tricerebral)
debe guardar diferencias entre 2 y 8 puntos entre ellos: 2, 3, 5, 8, que son números de la se-
cuencia Fibonacci. La organización del currículo, de cada asignatura y su evaluación tendrá
que tomar en cuenta el paradigma tricerebral. El monádico y unilateral exagera el hemisferio
izquierdo teórico en un 80% y deja al derecho y central raquíticos. Eso es un aprendizaje des-
proporcional. El idioma y las matemáticas también se encuentran demasiado atados al cerebro
izquierdo, por lo que deben ser triadizados proporcionalmente. La educación física exagera el
uso del cerebro central, y tiene que ser triadizada. La educación artística dramatiza el cerebro
derecho, y tiene que ser triadizada proporcionalmente. Un genio, casi siempre, es un ser raro
porque tiene demasiado desarrollado un solo lado del cerebro tri-uno. ¡Es desproporcionado!
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George Orwell, el de la Rebelión en la Granja y de la utopía negativa 1984 (la del Big
Brother), después de observar y participar en la vida de la clase obrera en Londres y Paris, pro-
puso que las ganancias de los mejores pagados serían un máximo de 10 veces las ganancias
del sueldo mínimo, aunque “reconociendo que sería imposible limitar las ganancias tan rígida-
mente”.
Peter Drucker, el famoso creador de la administración moderna y de la gestión del cono-
cimiento, creía que las diferencias justas y sanas entre ganancias máximas y mínimas serían de
20 a 1: “He advertido a los gerentes que una diferencia de 20 para 1 entre sueldos es el límite,
más allá del cual no pueden arriesgarse, si no quieren ver sus empresas erosionadas por el
resentimiento y un bajo clima de compromiso organizacional”. Más tarde, llegó a aceptar que la
diferencia fuera de 25 para 1. ¡No más!
Principios: El dinero y la propiedad son un derecho y una necesidad; y se adquieren
por agendonomía (trabajo) prestante y no por corrupción, robo, juego, especulación y otros
vicios. Los niveles de vivencia e ingresos más altos son opción de cada cual, pero la felicidad
personal y la solidaridad social son el ideal y sentido mayor de la vida, y no la acumulación ili-
mitada de dinero o riqueza. El dinero mínimo para tener una vida digna es un derecho para
todos y corresponsabilidad de todos. No hay que dejarse tratar como “consumidor” o súbdito
del poder económico del mercado, y sí como persona o ciudadano. Como el dinero se ha vuelto
el vicio o adicción mayor y fábrica de psicópatas, hay que tenerlo como siervo auxiliar y no co-
mo amo de la vida y de la felicidad. Tampoco hay que aceptar las instituciones y personas due-
ñas del capital financiero sean tratadas como dioses intocables y tengan el gobierno mundial.
Los asuntos más álgidos de la política y del poder (imperialismo y colonialismo, centra-
lismo y descentralización; estatización y privatización; votación por el principio de la mayoría
general o proporcional por subgrupos culturales o económicos) tendrán que encontrar su ca-
mino para la democracia triádica proporcionalista, que se acerca al 62% por 38%, rotativamen-
te.
Principios: La corresponsabilidad ciudadana/cívica es parte del desarrollo moral, por el
principio de co-propiedad colectiva de todo y todos, en lo local, nacional e internacional. La so-
lución del caos social no está en la izquierda, la derecha o el centro, sino en la proporcionali-
dad. Los gobiernos y funcionarios públicos deben ser tratados como empleados de uno y de la
sociedad y no como dueños de Estado. Como el oficialismo económico y sus cómplices del
oficialismo político lograron el monopolio del dinero, de la verdad, de la ley, de la fuerza, de las
comunicaciones y hasta de la salvación, sus miembros deben ser considerados asaltantes le-
galizados, de los quienes hay que defenderse por el derecho irrenunciable a preservar un mí-
nimo de libertad. La democracia directa es el remedio para la corrupción y la opresión política y
económica. En las elecciones, un candidato tiene que presentarse con su personalidad e inten-
ciones y no como muñeco teatral de marqueteros. Estos últimos deben ser excluidos de las
campañas.
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Principios: La búsqueda de proporcionalidad y feedback en todo y por todos es lo máximo de
la perfección y sus virtudes. La justicia, los cursos de derecho y los códigos legales tienen que
reformularse de acuerdo con el paradigma triádico proporcionalista. Según eso, son ilusorias la
igualdad y la plena desigualdad, pero las diferencias proporcionales orientan la fórmula de cas-
tigo, de tal manera que por una misma infracción el individuo del nivel de vivencia máxima pa-
gue el máximo y el de mínimo reciba una pena mínima. Como la aspiración de muchos sigue
siendo la maximocracia y la opresión de los demás, hay que recurrir al derecho a defenderse,
el derecho a la desobediencia civil y el tiranicidio político, religioso y económico. La mayoría de
edad y responsabilidad social será a los 16 años para los varones y 15 años para las mujeres.
Las personas e instituciones que defienden tanto los derechos de los criminales, sin defender
igualmente los derechos de las víctimas, tendrán que adoptar uno de esos criminales, para
reeducarlo e reinsertarlo en la sociedad.
CONCLUSIÓN
El esfuerzo por mapear, medir, cuantificar las interacciones busca facilitarle a cualquier
persona identificar el desbordamiento de la proporcionalidad y autorizarse a defenderse de los
desproporcionales. Y el esfuerzo por coleccionar y sistematizar principios y normas tiene el
objetivo de poner un poco de transparencia y orden en el hipócrita y confuso discurso ético-
moralista y en las ambiguas “escalas de valores” (“escalas de valoración”), fomentando, en
cambio, la educación proporcional voluntaria y la convivencia solidaria y pacífica.
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Las objeciones a ese tipo de educación y desarrollo moral-ético proporcionalista volunta-
rio vendrían de los subgrupos oficialistas más altos del poder político y, principalmente, del
acechador constante, que es el poder económico. Desde Hobbes y el imperio judeo-británico,
se cree que el ser humano es egoísta y malo por naturaleza, cuyo egoísmo y perversidad se
deben saciar libremente, hasta que sobrepasan las barreras, entonces hay que someterlos a la
autoridad del Estado. Ese paradigma no contempla la acción voluntaria, el autocontrol, el al-
truismo, la solidaridad, la perfección espiritual, etc. La teoría del libre mercado (¿para quiénes y
cuál de los tres subgrupos?) es continuación del mismo principio, pero con la diferencia que el
poder regulador político es reemplazado por el poder desregulador económico del mercado
financiero.
Las dificultades en la implementación vendrían de madres inconscientes y súper-
protectoras, acompañadas de padres poco actuantes, así como de maestros esclavos de cu-
rrículos anticuados y demasiado académicos.
Sin embargo, hay que “predicar y predicar, en los desiertos de asfalto”. Queda el Propor-
cionalismo como ideal y propuesta para cuando los tres subgrupos despierten aterrorizados por
la presencia de las calamidades engendradas por su maximocracia y anunciadas en el Apoca-
lipsis.
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BIBLIOGRAFÍA
BATISTA, Sebastião. Aproximación al concepto del derecho desde la perspectiva triá-
dica- descripción de su estructura, dinámica y finalidad (tesis de doctorado). Uni-
versidad de Almería, Almería – España, 2004.
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