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Creación de valor:

Se habla de creación de valor como la capacidad que tienen las


empresas o sociedades para generar riqueza o utilidad por medio de
su actividad económica. En el ámbito de la dirección estratégica se
define a la creación de valor como el principal objetivo de las
sociedades mercantiles y su razón de ser.
En la literatura económica y especialmente la empresarial, el fin de una
empresa ha sido desde su origen las búsqueda del máximo beneficio
posible. La teoría de la empresa actualmente ha desarrollado esta idea y
señala que es la creación de valor el factor a tener en cuenta a la hora de
diseñar un plan de negocios y funcionar en una actividad.
Según la teoría de la empresa, las organizaciones mercantiles o
económicas basan su trabajo y funcionamiento en la creación de valor, es
decir, tienen unas espectativas en las cuales basan su trabajo y fijan
unos determinados objetivos para un determinado periodo de tiempo.

Análisis financiero y medición de la


creación de valor
Publicado el 21 de Noviembre 2017 a las 9:34 AM

El análisis financiero contribuye a determinar cuánto ha crecido la empresa,


utilizando conceptos como valor para contar con un indicador objetivo y
totalmente medible que represente las decisiones tomadas por los gerentes
sobre el manejo de la compañía.

El análisis financiero de una empresa se basa en un conjunto de indicadores que tienen como
entrada de datos su contabilidad. Estos indicadores brindan una visión objetiva del
desempeño de una empresa, sobre todo si se comparan año a año, a diferencia de los
estados financieros que solo representan una fotografía del momento. Entre estos indicadores,
algunos ayudan a determinar si la empresa ha generado o no valor durante un período
determinado.
Se dice que una empresa genera valor cuando la rentabilidad económica de la misma ha sido
superior al costo de los recursos económicos utilizados durante un período. A diferencia de la
utilidad neta, indicadores como el Economic Value Added (EVA) utilizan flujos de caja para
determinar, con mayor precisión, cómo ha sido el desempeño de la empresa y cuál ha sido el
resultado real de las acciones y decisiones de los gerentes.
La creación de valor, por otro lado, tiene estrecha relación con las expectativas de la empresa,
su visión y misión, y los objetivos de los gerentes, lo que termina relacionándola más con el
futuro.
El análisis financiero relacionado con la creación de valor provee además información
relevante para la compra y venta de empresas. Una compañía es comprada no sobre la base
de la valorización de sus activos y pasivos, o de la utilidad obtenida en años anteriores, sino
en función a su capacidad de generar valor y sus expectativas de rentabilidad y ganancias en
función de los recursos utilizados.

El más sólido proceso de creación de valor de una empresa sigue siendo aquel que se
fundamenta en tomar y gestionar adecuadamente buenas decisiones de inversión.
Uno de los cambios más importantes que ha experimentado en las últimas décadas el proceso
de gestión financiera de las empresas —más que avances en la teoría que la sustenta— ha
sido el pasar de un proceso principalmente orientado a la gestión de tesorería de la empresa
(flujos de caja, etc.) a uno más orientado a la creación de valor, a una mirada más de general
management.
La creación de valor en una compañía debiera ser un objetivo transversal dentro de la
organización. Pero, ¿qué se entiende por “creación de valor”?, ¿cómo se mide? ¿cómo se
mejora? La respuestas están indisolublemente ligadas a lo que definimos o entendemos, al
menos desde la perspectiva de la gestión financiera, por la misión de una empresa.
Desde la mirada financiera, la misión la entendemos como la maximización del valor de la
empresa, como resultado de un proceso de creación de valor, ciertamente en un contexto de
restricciones o consideraciones no solo legales, sino también morales y éticas.
El proceso de creación de valor consiste básicamente en la capacidad de la empresa para
tomar decisiones que le permitan alcanzar un valor presente de sus flujos de caja futuros
mayor que el requerido para recuperar lo invertido y pagar los costos de su financiamiento.
La creación de valor nada tiene que ver con “creencias”. Bien entendida, es más que
simplemente la dimensión económica o ética de cómo dirigir una empresa. Es un imperativo
de sobrevivencia.
¿Cuáles son los ámbitos de creación de valor, desde una perspectiva financiera?
Si bien son tres las grandes categorías de decisiones financieras que se deben tomar como
parte de la gestión financiera de una empresa: las decisiones de inversión, las de
financiamiento (combinación de deuda y patrimonio) y las de dividendos; las dos primeras son
las más significativas y será por lo tanto en las que nos concentraremos.
Veamos las decisiones de financiamiento. ¿Cuándo se “crea valor” como resultado de ellas?
¿Bajo qué circunstancias podríamos esperar que se cree valor en la empresa, solo como
resultado de sus decisiones de financiamiento? La respuesta es cuando como resultado de un
cambio en la estructura de financiamiento de las inversiones, seamos capaces de disminuir su
costo promedio ponderado. Es decir, cuando seamos capaces de disminuir lo que conocemos
como el Costo de Capital Promedio Ponderado de la empresa (CCPP).
En este momento, sin embargo, debemos reconocer que el principal determinante del CCPP
de una empresa viene dado por el riesgo propio de su negocio (siendo teóricamente riguroso,
por aquella parte que no se puede diversificar), por lo que resulta difícil pretender cambiar
significativamente un CCPP, si estamos hablando de una empresa que no cambia
significativamente su negocio.
Es por ello que, si bien es posible generar disminuciones del CCPP de una empresa que se
mantiene en el mismo negocio, dicha disminución es una tarea compleja.
En último término, estas posibilidades de creación de valor se generan cuando somos
capaces de lograr un financiamiento para nuestras inversiones cuyo “costo” (CCPP) sea
menor a aquel que debiera ser, algo que difícilmente ocurre.
Una situación como la descrita, podría darse, por ejemplo, si los acreedores cobrasen por las
deudas una tasa de interés menor que la que debiesen cobrar, dado su riesgo (por cierto algo
poco frecuente), o por otras imperfecciones del mercado (impuestos, regulaciones, etc.), pero
podemos preguntarnos ¿qué tanto se podrá disminuir el CCPP “explotando” dichas
imperfecciones? La respuesta es: probablemente se pueda lograr algo, pero no mucho.
En resumen, buenas decisiones de financiamiento probablemente no crean mucho valor, pero
cuidado, decisiones equivocadas pueden destruir mucho valor (¡llevar la empresa a la quiebra

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