La catequesis tiene 3 momentos fundamentales: 1. Conciencia del YO. Soy quien soy. 2. Conciencia del PARA QUÉ. Estoy aquí para algo. 3. Conciencia del POR QUÉ. Hay Alguien que me quiere. Objetivo: que los niños descubran que son Hijos amados de Dios, y que están llamados a una misión especial en este mundo. Materiales didácticos: Biblia, arcilla o harina, un poco de agua. Oración inicial: En el nombre del Padre…
PASO 1. VER LA REALIDAD: QUIÉN SOY – CÓMO ESTOY
HECHO Cada uno recibe un trocito de arcilla, y es invitado a moldearlo, como si fuera un alfarero. Las pautas, son de oración y de reflexión: ¿Qué sensaciones experimentas al amasar la arcilla? Con la pequeña mescla de agua y harina o la arcilla y el agua, has formado una masa. ¿Qué piensas al saber que tú puedes moldear y hacer de esa masa lo que quieras? Si tú quieres puedes hacer cualquier figura con esa masa que tienes en tus dedos.
PASO 2. ILUMINAR A LA LUZ DE LA PALABRA: CONCIENCIA
DEL PARAQUÉ- ESTOY AQUÍ PARA ALGO. Jeremías 18, 1-6:
«Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahvé: “Levántate y baja a la
alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras”. Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, transformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. Entonces me fue dirigida la palabra de Yahvé en estos términos: “¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano».
Canto: yo quiero ser un vaso nuevo.
PASO 3. ACTUAR BAJO LA GUIA DEL ESPIRITU SANTO: CONCIENCIA DEL PORQUÉ-HAY ALGUIEN QUE ME QUIERE.
Comparar el barro con tu propia vida.
Una posible guía puede ser la siguiente:
La lectura del profeta Jeremías hazla tuya.
Juega con la imaginación. Mira el barro. Mira tus manos de alfarero. Siente tus dedos, avaricia esa masa informe de barro. Mira la arcilla que va tomando forma en tus manos. Pero no te despistes porque el barro se seca y una vez seco ya no hay manera de trabajarlo. No hay moldes preestablecidos. Cada pieza es distinta. No hay piezas en serie. Cada una es distinta, original, única, irrepetible. Contempla la figura que estas formando y descubre su belleza. Y, sin embargo, no me puedo descuidar en la ejecución, porque el barro se seca y endurece...
Y ahora yo soy el barro y Dios el alfarero y me pregunto:
- ¿por qué me habrá hecho Dios así?, - ¿qué utilidad tengo?, - ¿soy una vasija decorativa o útil para otros?, - ¿agradezco los talentos que he recibido?, - ¿trabajo con ellos o los entierro bajo tierra?, - ¿soy vasija transparente que deja pasar la luz para que los demás también disfruten de ella?... - Durante un tiempo, cada uno realiza su figura – vasija – obra de arcilla. - Al final, con ella en la mano –en grupo o en general - se presenta a los demás lo que se ha hecho, expresando lo que se ha reflexionado sobre QUIÉN SOY YO Y CÓMO ESTOY HECHO. - Esa figura de barro, será un motivo de referencia a lo largo del día, no tanto la figura en sí, sino lo que se ha expresado de uno mismo con ella. - Se concluye este primer momento con la oración (que se reza primero personalmente, y luego por medio de lectores): - Oración para terminar: “Moldea mi barro, Señor”. - - Lo he visto, Señor, y Tú también lo has visto. - Hemos visto trabajar al alfarero. - Señor, Tú eres nuestro Padre. - - Nosotros, la arcilla, y Tú, nuestro alfarero; - la hechura de tus manos, todos nosotros. - Como el barro en la mano del alfarero, - así somos nosotros en tus manos. - - Como barro me hiciste. Amasaste el barro, Señor. - Me moldearon tus manos. - Me moldeaste como arcilla, igual que hace el alfarero. - Tus manos como barro me han moldeado. - - ¿Por qué me has hecho así? - ¿Para qué me has hecho así? - ¿Cuáles son, Señor, tus planes y proyectos al moldear esta vasija de barro? - ¿Para qué quieres que sirva? - ¿Dónde está mi sitio? - ¿En qué lugar del mundo, en qué lugar de esta casa grande que es el universo? - ¡Cómo me has moldeado, Señor! - - Tus manos formando y despertando mi propia capacidad de dar y servir. - Tus dedos haciéndome el hueco para recibir y acoger. - Señor, me has dado cinco talentos, o siete o diez o diecisiete. - No quiero guardarlos para mí. - - - Quiero multiplicarlos para Ti, para Ti que estás en los hermanos. - ¿Qué vas a hacer de mí?
PASO 4. CELEBRAR LA FE: ORACION FINAL.
Si se ve conveniente, poder llevar a los niños al sagrario.
Oración: ¡Oh Jesús, Pastor Eterno de las almas! Dignate a mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada Tabasco. Señor gemimos en la orfandad. Danos vocaciones. Danos Sacerdotes Santos. Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María de Guadalupe, tu dulce y Santa Madre. ¡Oh Jesús danos Sacerdotes según tu corazón! Canto: yo tengo un amigo que me ama.