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Desarrollo:
El requerimiento era “abandonar Ur”; la tierra de Abram representa el sistema anti-Dios, anti-
Propósito.
Toda la estructura mental de Ur, estaba en el patrón de pensamiento de Abram, por ello, su praxis
era producto directo de los datos culturales que había almacenado en esa tierra.
El primer rompimiento que debemos propiciar es con nuestro patrón mental anterior: “Tu pasado
mental, es lo que dio a luz, al bebé llamado presente conductual”.
Examinemos todo patrón pasado que correspondió a “tecnologías en parte”, y que ha producido un
tipo de liderazgo que no vive por el estándar plenitud.
Rompamos con nuestra tierra (Teología, escatología, modalidad de pensamiento en parte, gracia
dependencia, etc.), que se ha constituido en estorbo para la activación de nuestra posición superior.
El siguiente requerimiento era “abandonar la parentela”. Esto representa romper aquello con lo
cual nos hemos familiarizado, pero que no tiene que ver con la substancia eternal.
Las mayorías siguen comiendo (consciente o inconscientemente) del árbol del conocimiento del
bien y del mal. Es por esta causa que el alma sobresale en todas las cuestiones de la vida.
El mundo es más emocional que conviccional, es más anímico que científico, por la sobre posición
del alma. Si no sobreponemos lo entendido, por sobre lo emotivo, siempre mantendremos un
sistema emocional de juicio en torno a las situaciones de la vida.
Las mayorías tienen noción de lo eternal a causa de la plenitud esencial que portan, pero viven
comiendo de la temporalidad, que es el vicio del alma no alineada al diseño eterno.
Debemos romper con nuestros apegos a estos “parientes”, que no expresan lo eternal que Dios
grabo en nuestro espíritu.
El desánimo, la depresión, la variación y otros enemigos del propósito, se encuentran en esta zona
de grises, alejada de lo conviccional.
“Hare de ti una nación grande y te bendeciré”: Representa nuestro nuevo estado, portamos la
misma arquitectura e ingeniería divina en nuestro espíritu.
Somos la nación de Dios, (El Israel espiritual), revela a Dios como todo en todos.
c) Engendramiento de la Identidad (Verso 2b).