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TEMA 1 TRIBUNALES DEL TRABAJO: ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO.

La Jurisdicción en materia laboral será ejercida por los Tribunales del Trabajo, orientados
por el propósito de ofrecer a los trabajadores y patronos la solución de los conflictos sobre
derechos individuales o colectivos que surjan entre ellos, mediante una administración de
justicia rápida, sencilla y colectiva.
Venezuela, en la actualidad, cuenta con una organización jerárquica de Tribunales, indicada
a continuación:
En primera Instancia, conseguimos al Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución,
unipersonal, el cual cumple con las siguientes funciones: admisión de demandas, audiencias
preliminares, pudiéndose prolongar hasta por un máximo de cuatro meses, con el fin de
evitar la consecución del proceso.
Se deberá acudir al Tribunal del Juicio, cuando no sea posible lograr alguna conciliación o
mediación y deba dirimirse el conflicto en esta etapa procesal, incorporando y evacuando
pruebas al proceso.
En segunda Instancia, y como procedimiento extraordinario, se acudirá al Tribunal
Superior, el mismo conoce de las apelaciones de las sentencias emanadas de los órganos
competentes en primera instancia.
Agotadas todas las instancias, las partes afectadas por la decisión de algunos de los órganos
anteriores, podrá recurrir ante la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia.
En cada circuito judicial del trabajo, deberá existir un Servicio de Alguacilazgo, quienes serán
los ejecutores inmediatos de las órdenes que se dicten los Jueces y Secretarios, en ejercicio
de sus atribuciones.
Corresponde legalmente a este Tribunal conocer de los asuntos de carácter contencioso
suscitados con ocasión a las relaciones de trabajo como hecho social, amparando el derecho
individual y colectivo de todos y cada uno de la población integrante de nuestro país.
TRIBUNALES DEL TRABAJO
PRIMERA INSTANCIA
Tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecución
Tribunales de Juicio
Características:
Unipersonales
Constituidos por un juez y un secretario
SEGUNDA INSTANCIA
Tribunales superiores del trabajo
Características:
Unipersonales o colegiados (3 jueces/ un secretario).
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
Sala Casación Social

EL JUEZ
De acuerdo al articulo Artículo 6. El Juez es el rector del proceso y debe impulsarlo
personalmente, a petición de parte o de oficio, hasta su conclusión. A este efecto, será
tenida en cuenta también, a lo largo del proceso, la posibilidad de promover la utilización
de medios alternativos de solución de conflictos, tales como la conciliación, mediación y
arbítraje. Los Jueces que han de pronunciar la sentencia deben presenciar el debate y la
evacuación de las pruebas, de las cuales obtienen su convencimiento.
Facultades del juez
1) Excesivo poder discrecional
2) Intervención activa en el proceso
3) Aplicación del principio indubio pro operario
4) Rector del proceso
5) Presencia en el juicio
6) Apreciación de las pruebas sin limites de la tarifa legal
7) Determinar criterios para la realización de actos procesales.
Funciones del juez
Artículo 5. Los jueces, en el desempeño de sus funciones, tendrán por norte de sus actos la
verdad, están obligados a inquirirla por todos los medios a su alcorce y a no perder de vista
la irrenunciabilidad de derechos y beneficios acordados por las leyes sociales a favor de los
trabajadores, así como el carácter tutelar de las mismas; y por tal causa, tienen que
intervenir en forma activa en el proceso, dándole el impulso y la dirección adecuados, en
conformidad con la naturaleza especial de los derechos protegidos.
Clases de órganos
Artículo 15. Los Tribunales del Trabajo se organizarán, en cada circuito judicial, en dos
instancias:
Una primera instancia integrada por los Tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecución
del Trabajo, y los Tribunales de Juicio del Trabajo.
Una segunda instancia integrada por los Tribunales Superiores del Trabajo Su organización,
composición y funcionamiento se regirá por las disposiciones establecidas en esta Ley y en
las leyes respectivas.
El secretario del tribunal
Artículo 21. Son deberes de los Secretarios de los Tribunales del Trabajo:
1. Dirigir la Secretaria, de acuerdo con lo que disponga el Juez;
2. Recibir y autorizar las solicitudes y exposiciones, que por diligencias o escritos, hagan las
partes, así como los documentos que éstas presenten;
3. Expedir las copias certificadas que deban quedar en el Tribunal y, con la anuencia por
escrito del Juez, las que soliciten las partes;
4. Recibir y entregar la secretaría y el archivo del Tribunal, bajo formal inventario que
firmarán el Juez, el Secretario saliente y el entrante;
5. Asistir a las audiencias del Tribunal, autorizando con su firma todas las actas y concurrir
a la secretaría atendiendo, con diligencia y eficacia, el servicio al público;
Llevar o controlar que, el funcionario designado, mantenga con claridad y exactitud los
libros de Diario y de Sentencias del Tribunal, cuando dicha función le sea delegada;
7. Los demás que la ley prescriba.
El alguacilazgo
Artículo 23. En cada circuito judicial deberá existir un Servicio de Alguacilazgo para los
Tribunales del Trabajo. Las Alguaciles serán los ejecutores inmediatos de las órdenes que
dicten, en ejercicio de sus atribuciones, los Jueces y los Secretarios. Por su medio se
practicarán las notificaciones y convocatorias que libre el Tribunal y se comunicaran los
nombramientos a que den lugar los procesos en curso.
Requisitos
Los Alguaciles deberán ser mayores de edad, venezolanos y tener preferentemente el título
de bachiller.
Responsabilidad civil, penal, administrativa y disciplinaria de los funcionarios
judiciales.
Artículo 26. Los funcionarios de los Tribunales del Trabajo, en el ejercicio de sus funciones,
son responsables penal, civil, administrativa y disciplinariamente, conforte a la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes.
TEMA 2 LOS PRINCIPIOS PROCESALES EN LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO.
PRINCIPIO DE UNIFORMIDAD
Así tenemos, que a través de este único y uniforme proceso laboral, se resolverán todos
aquellos asuntos contenciosos del trabajo, que no tengan atribuida su resolución a la
conciliación y al arbitraje; como por ejemplo: demandas por prestaciones sociales y otros
derechos derivados de la relación laboral, demandas con ocasión de accidentes o
enfermedades profesionales, demandas por daño material o moral, entre otros. También
contempla la sustanciación y decisión por un procedimiento breve, de las demandas
relativas a la estabilidad laboral prevista en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
PRINCIPIO DE GRATUIDAD El propósito es que los juicios laborales sean accesibles al
trabajador, y que por su costo, la justicia no se convierta en un obstáculo para la satisfacción
de los intereses sociales que tutela el Derecho del Trabajo, es por ello que la gratuidad
comprende la exención de los impuestos de timbres fiscales y cualquier otra contribución
fiscal, en todas las actuaciones administrativas o judiciales laborales, y en el servicio
prestado por los funcionarios a los sujetos laborales.”
PRINCIPIO DE LA NOTIFICACIÓN UNICA
El artículo 7 de la LOPT establece que una vez hecha la notificación para la audiencia
preliminar, las partes quedan a derecho y no habrá necesidad de nueva notificación para
ningún acto del proceso, salvo los casos expresamente señalado por la Ley. La Sala de
Casación Social del TSJ. Sent N° 1098 de fecha 18/10/2011, estableció lo siguiente:
“Si bien es cierto que el proceso laboral se rige por el principio de notificación única,
entendiéndose que las partes están a derecho desde la notificación inicial, esto no puede ser
infinito; la falta de actividad de los sujetos procesales durante un prolongado período de
tiempo, paraliza la causa y rompe la estadía a derecho de éstos, resultando incluso violatorio
de derechos y garantías constitucionales, pues mantener indefinidamente arraigadas las
partes al proceso, sujetas a que éste continúe sin previo aviso, puede ocasionarles graves
consecuencias…”
Se entiende por “Estar a Derecho”, la presunción legal de que el litigante conoce todo lo
que acaece en el juicio, sin necesidad de que se lo notifique al Juez. Este principio expresa
acabadamente la idea de que por el solo hecho de emplazamiento viene a pesar sobre las
partes, sin ulterior requisito de notificación alguna
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Tal como lo expresó el legislador en el artículo 11 de la LOPT, los actos procesales se
realizaran en la forma prevista en la Ley; en ausencia se disposición expresa, el juez del
Trabajo determinara los criterios a seguir para su realización, todo ello para con el propósito
de garantizar la consecución de los fines fundamentales del proceso. También quedo
establecido en este artículo las normas de aplicación supletoria y a tal efecto, el juez de
Trabajo podrá aplicar analógicamente disposiciones procesales establecidas en el
ordenamiento jurídico, teniendo en cuenta el carácter tutelar de derecho sustantivo y
adjetivo del derecho del trabajo, cuidando que las normas aplicadas por analogía no
contraríe principios fundamentales establecidos en LOPT.
PRINCIPIO DE ORALIDAD
Como premisa, el principio de la oralidad asegura el máximo grado de la inmediación, es
decir, el contacto directo y simultáneo de los sujetos procesales con los medios de prueba
en que debe basarse la discusión plena de las partes y la decisión del juzgador. La oralidad
es fundamental en el desarrollo del proceso, que se manifiesta esencialmente en la fase de
juicio, etapa donde al juez le corresponde percibir y analizar los medios propuestos por las
partes, para determinar la certeza o no de sus alegatos y deducir la verdad.
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
El proyecto la LOPT indica que los actos del proceso serán públicos, pero se procederá a
puerta cerrada en la audiencia preliminar para facilitar la posibilidad de mediación y
conciliación o por razones de decencia pública cuando así lo considere el juez. Los
estudiosos del Derecho Procesal coinciden al señalar que este principio es permite la
transparencia del proceso jurisdiccional y la participación ciudadana en la administración
de justicia.
PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
El termino inmediación se puede definir literalmente como próximo, cercano, inmediato.
En materia procesal esta definición es válida y se refiere a la relación y comunicación
cercana que deben tener los sujetos procesales con los medios de pruebas, los actos
procesales y entre sí. Como consecuencia de lo anterior la inmediación se puede clasificar
en subjetiva y objetiva.
La inmediación subjetiva o formal exige que el Juzgador tome conocimiento directo del
material probatorio que ha sido reproducido en su presencia junto a todos los demás
sujetos del proceso. La inmediación objetiva o material exige que el Operador Jurisdiccional
debe obtener el conocimiento y formar su convicción utilizando el medio probatorio más
cercano al hecho a probar, entre todos los medios concurrentes.
PRIMACÍA DE LA REALIDAD SOBRE LOS HECHOS >Constituye propiamente un principio de
derecho sustantivo, conforme al cual el Juez debe aclarar la existencia de la relación de
trabajo, independientemente de la apariencia o simulación formal que las partes puedan
haberle dado a dicha relación
PRINCIPIO DE BREVEDAD Y CELERIDAD
Los lapsos deben cumplirse tal cual como lo estable la ley. La brevedad procesal es un
principio fundamental del proceso laboral (art. 2 LOPT), ya que justicia tardía no es justicia,
así mismo, establece el artículo 257 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que el proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la
justicia y que las leyes procesales adoptarán un procedimiento breve, oral y público,
mandato éste cumplido por la Ley Procesal Laboral que rige las controversias judiciales
laborales.
EQUIDAD La equidad es, según la definición clásica, la corrección de la ley escrita. De allí
que el juez pueda cometer la infracción formal de la ley en atención a la razón de la justicia,
porque el legislador no pudo tomar en consideración todos los casos al redactar la ley, con
las peculiaridades propias de cada uno. El ejercicio de la jurisdicción de la equidad parte del
principio fundamental: << Hay que obrar el bien y evitar el mal.
SANA CRITICA (ART. 10 LOPTRA) La Sala ha establecido lo siguiente: La Sana crítica y
apreciación de las pruebas, a que se refiere el artículo 10 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, conforme a la opinión unánime de la doctrina, implica su examen y valoración
razonada en forma lógica y atendida a las máximas de experiencia, en atención a las
circunstancias específicas de cada situación y a la concordancia entre si de los diversos
medios probatorios aportados a los autos…”
Sentencia de la Sala de Casación Social N° 0665, de fecha 17 de Junio de 2004
EL SISTEMA DEL DOBLE GRADO DE JURISDICCIÓN
Se rige por el principio dispositivo y el principio de imitación. Es decir, el juez superior solo
conoce aquellas cuestiones que le sean sometidas voluntariamente las partes mediante el
recurso de apelación (nemo judex sine actore) y conocerá los puntos en las que las partes
manifiesten su agravio (tantum devolutum quantum appellatum) quedando los puntos no
apelados consentidos por haber pasado a la autoridad de cosa juzgada.
TEMA 3 LA JURISDICCION LABORAL EN VENEZUELA
Consecuente con la Disposición Transitoria Cuarta, numeral 4º de la Constitución la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo que garantiza, por lo menos en teoría, el funcionamiento de
una jurisdicción laboral autónoma y especializada y se le otorga a los tribunales del trabajo
la facultad para conocer exclusivamente de todos aquellos asuntos de carácter contencioso
que se produzcan con relación al hecho social trabajo. Se desarrolla la idea de autonomía y
especialidad de la jurisdicción laboral al establecer que conocerán en primera instancia los
Tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecución y los de Juicio y las Cortes Superiores
del Trabajo de las respectivas circunscripciones o circuitos judiciales en segunda instancia.
Igualmente la autonomía e independencia de la jurisdicción del trabajo la garantiza la Sala
Social del Tribunal Supremo de Justicia, con competencia material en la problemática
laboral. Por otra parte la jurisdicción laboral será ejercida por los tribunales del trabajo
previstos en la ley con competencia especializada en materia laboral y con autonomía e
independencia de los otros órganos de poder, es decir, la autonomía también implica que
los jueces en el ejercicio de sus funciones, son autónomos e independientes de los demás
órganos del Poder Público y solo deben obediencia a la ley y al derecho. La especialidad
también se materializa con la existencia de un ordenamiento jurídico meramente laboral
que se aplica de manera preferente en la solución de cada caso particular.
CARACTERÍSTICAS DE LA JURISDICCIÓN LABORAL VENEZOLANA.
A pesar de las amplias modificaciones que ha sufrido el proceso judicial del trabajo en
Venezuela, desde la entrada en vigencia dela Ley Orgánica de Tribunales y Procedimiento
del Trabajo, hasta la actualidad, desde tribunales unipersonales con competencias múltiples
hasta la existencia de circuitos judiciales laborales, se continúa y persiste en la discusión
doctrinal el cuestionamiento de la autonomía y especialidad del proceso laboral
venezolano. Esto pasa por comprobar la existencia de elementos como, la existencia de
principios propios que nutran el devenir constante de los procesos judiciales laborales, la
existencia de materias universitarias en el tópico correspondiente, la existencia o no de
tribunales especializados en la materia, entre otros elementos que permiten fortalecer o
destruir la especialidad, y con base a esta última la autonomía del proceso judicial que se
discute.
LA COMPETENCIA EN VENEZUELA
Las conceptualizaciones efectuadas en los apartes anteriores se verifican y materializan en
la legislación procesal laboral venezolana, así establece su articulado la competencia
territorial, jerárquica y funcional de los juzgados laborales. En este sentido, en la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, en el capítulo III, De la Competencia de los Tribunales del
Trabajo, el artículo 29 señala textualmente: “Los Tribunales del Trabajo son competentes
para sustanciar y decidir:
1. Los asuntos contenciosos del trabajo, que no correspondan a la conciliación ni al
Arbitraje.
2. Las solicitudes de calificación de despido o e reenganche, formuladas con base en la
estabilidad laboral consagrada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
y en la legislación laboral;
3. Las solicitudes de amparo por violación o amenaza de violación de los derechos y
garantías constitucionales establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela;
Los asuntos de carácter contencioso que se susciten con ocasión de las relaciones laborales
como hecho social, de las estipulaciones del contrato de trabajo y de la seguridad social; y
5. Los asuntos contenciosos del trabajo relacionados con los intereses colectivos o difusos.
Debe partir la legislación por señalar la materia que regulará en el proceso judicial al que se
refiere, esto es dentro del proceso judicial laboral, y así señala entonces la competencia por
la materia discutida y, se enmarca en la norma señalada arriba el carácter de las
reclamaciones judiciales que podrán presentarse ante los juzgados del trabajo de los
circuitos judiciales laborales del país.
Límites
a. Límites externos: se entiende por tales a todos los elementos que permiten delimitar la
zona de vigencia y aplicación en el espacio. Por regla general, será límite de la jurisdicción
la soberanía de los Estados.
b. Límites internos: son los que miran a la misma jurisdicción, prescindiendo de aquella
perteneciente a otro Estados, como también de las funciones atribuidas a los demás
órganos del propio Estado. Surgiendo así la noción de competencia.
Dentro de los límites de la jurisdicción, se reconoce como limite el respeto de los derechos,
fundamentales, esta limitación, se justifica por el hecho que la propia jurisdicción no puede
pasar por sobre los derechos que se le reconocen al hombre por su calidad de tal.
Estos límites pueden dar origen a disputas entre Estados (conflictos
internacionales), entre dos poderes del Estado u órganos de distintas ramas del mismo
poder (contiendas de jurisdicción) o entre dos o más poderes del Estado por sus
atribuciones (contiendas de atribuciones).
MOMENTO DETERMINANTE DE LA COMPETENCIA
Este punto esta relacionado con el principio de la perpetuatio jurisdictionis a través del cual
la doctrina ha sostenido que la competencia del juez, después de la citación del demandado
no sufre alteración por los cambios posteriores a las circunstancias que la habían
determinado. El asunto tiene importancia practica, porque podría ocurrir que el valor de la
demanda o el domicilio del demandado existentes al momento de introducir la demanda,
pueden ser distintos al momento de dictar sentencia. Antes esta situación se podría
plantear la duda de cuál de los dos momentos debemos tomar en cuenta para determinar
si subsiste la competencia del juez.
CARACTERES DE LA COMPETENCIA
ES IMPRORROGABLE
consiste en que las partes no pueden convenir en que el asunto lo decide un juez distinto a
aquel a quien le corresponda conocer el asunto de acuerdo a las limitaciones
jurisdiccionales por la materia y por el valor de la demanda: ni tampoco los jueces pueden
derogar la competencia por la materia o por el valor discrecionalmente.
ES INDELEGABLE
Los jueces no pueden delegar sus funciones, aunque hay quienes podrían interpretar la
figura de la comisión a través del despacho para un juez de menor jerarquía, y el exhorto
para un juez de igual jerarquía, como una especie de delegación en el juez comisionado.
ES DE ORDEN PÚBLICO
Las limitaciones jurisdiccionales establecidas a los jueces se hacen por razones de orden
público y están dirigidas a lograr esos fines de orden público y están dirigidas a lograr estos
fines de orden público y por ello, se excluyen las consideraciones de utilidad privada de las
parte: por ejemplo las partes no pueden alterar las instancias o grados de la jurisdicción que
se han establecido primordialmente pensando en el interés público del buen desarrollo y
organización de la administración de justicia y pretender que el asunto se proponga
directamente ante un juez superior, sin pasar por primera instancia.
ES APLICABLE DE OFICIO
Se puede aplicar de oficio en cualquier grado e instancia del proceso. Hay casos en que el
legislador establece obligatoriamente la competencia por el territorio.
COMPETENCIA POR LA MATERIA
La competencia por la materia se determina por la naturaleza de la cuestión que se discute
y por las disposiciones legales que la regulan (Artículo 28 del Código de Procedimiento Civil),
Los Tribunales pueden tener competencia en todas las materias o sólo en alguna de ellas,
de acuerdo a la Ley (Artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial).
Competencia por la Cuantía
La competencia por el valor de la demanda o la cuantía se rige por las disposiciones del
Código de Procedimiento Civil (Artículos 29 a 39) y por la Ley Orgánica del Poder Judicial.
En materia del Derecho Procesal del Trabajo, la competencia está atribuida a Tribunales
Especiales y también a los Juzgados de Parroquia, Municipio, Distrito o competencia
múltiple.
Veamos:
El Artículo 1° de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del Trabajo establece:
Artículo 1: Los asuntos contenciosos del trabajo, que no correspondan a la conciliación ni al
arbitraje, y en todo caso, las cuestiones de carácter contencioso que suscite la aplicación de
las disposiciones legales y de las estipulaciones de los contratos de trabajo, serán
sustanciados y decididos por los Tribunales del Trabajo que se indican en la presente Ley.
IMPUGNACIÓN DE LA CUANTIA
Cuando el demandado contradice pura y simplemente la estimación del actor, sin precisar
si lo hace por insuficiente o exagerada, se tendrá como no hecha oposición alguna, en razón
de que el Código limita esa oposición y obliga al demandado a alegar un hecho nuevo que
debe probar, como es que sea reducida o exagerada la estimación efectuada, pudiendo
proponer una nueva cuantía. Alegatos que debe probar so pena de quedar definitiva la
estimación hecha por el actor…”.
TEMA 5
La competencia subjetiva está determinada por las condiciones personales del Juez en
relación al objeto de la causa o a los sujetos que intervienen en ella. En otras palabras, la
competencia subjetiva es la absoluta idoneidad que tiene el Juez para conocer un asunto
sometido a su jurisdicción, por no estar vinculado de modo alguno con los sujetos o con el
objeto del proceso.
LA INHIBICIÓN
Es el acto del juez u otro funcionario judicial que, voluntariamente, se separa del
conocimiento de la causa, por encontrarse en una especial posición o vinculación con las
partes o con el objeto de la causa, que afecta o pudiera afectar su imparcialidad.
LA RECUSACIÓN
Es la Facultad que la ley concede a las partes en un proceso, para reclamar que un juez, o
uno o varios miembros del tribunal colegiado, se aparten del conocimiento de un
determinado asunto, por considerar que pueda parcializarse o que ha prejuzgado.
En todo aquello en que no ha sido atribuido, un juez, aunque sigue teniendo jurisdicción, es
incompetente.
Los motivos de inhibición y recusación
Artículo 31. Los Jueces del Trabajo y los funcionarios judiciales deberán inhibirse o podrán
ser recusados, por alguna de las causales siguientes:
1. Por parentesco de consanguinidad con alguna de las partes o sus apoderados, en
cualquier grado, en línea recta o en la colateral hasta cuarto grado, inclusive, o de afinidad
hasta el segundo grado, inclusive. Procederá también, la inhibición o recusación por ser
cónyuge del inhibido o del recusado, del apoderado o del asistente de cualquiera de las
partes.
2. Por tener el inhibido o el recusado, su cónyuge o algunos de sus consanguíneos o afines,
dentro de los grados indicados, interés directo en el pleito.
3. Por haber dado, el inhibido o el recusado recomendación, o prestado su patrocinio a
favor de alguno de los litigantes, sobre el pleito en que se le recusa.
4. Por tener, el inhibido o el recusado, sociedad de interés o amistad íntima con alguno de
los litigantes.
5. Por haber, el inhibido o el recusado, manifestado su opinión sobre lo principal del pleito
o sobre la incidencia pendientes de la sentencia correspondiente.
6. Por enemistad entre el inhibido o el recusado y cualquiera de los litigantes, demostrada
por los hechos que, sanamente apreciados, hagan sospechable la imparcialidad del inhibido
o del recusado; y 7. Por haber recibido el inhibido o el recusado, dádiva de alguno e algunos
de los litigantes, después de iniciado el juicio.
OPORTUNIDAD
Artículo 36. En los casos de recusación, ésta se podrá intentar antes de que se realice la
audiencia preliminar, si fuere contra el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución antes
de la audiencia de juicio, en el caso de que el recusado fuese el Juez de Juicio o antes de
que se efectúe la audiencia por ante el Tribunal Superior del Trabajo, si se intentare recusar
a un Juez Superior. En ningún caso se admitirá en la misma causa más de una recusación
contra el mismo Juez.
INADMISIBILIDAD
Artículo 43. Será inadmisible la recusación que intente sin estar fundada en motivo legal; la
que se intente fuera del término legal y la que se intente contra el misino Juez en la misma
causa o la que introduzca sin haber pagado la multa o cumplido el arresto que le hubiere
sido impuesto en la Jefatura Civil de la localidad de acuerdo con el artículo 42 de esta Ley.
DECISIÓN
7. Artículo 41. Si la recusación o inhibición fuere declarada con lugar, conocerá del proceso,
cualquier otro Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución o el Tribunal de Juicio, si
los hubiere en la jurisdicción; de no haberlo si los Jueces de estos Tribunales se inhibieran
o fuesen recusados, serán convocados los suplentes en el mismo orden de su designación.
Cuando se trate de un Juez de un Tribunal Superior del Trabajo, el Juez que hubiere decidido
la inhibición o la recusación conocerá de la causa .En los casos en que prospere la recusación
de los funcionarios judiciales distintos al Juez, éste deberá designar inmediatamente al
sustituto.
TEMA 6 LOS SUJETOS DE LA RELACIÓN LABORAL
Artículo 46. Son partes en el proceso judicial del trabajo, el demandante y el demandado,
bien como principales o como terceros con cualidad o interés para estar en el juicio, los
mismos pueden ser personas naturales o jurídicas.

Las personas naturales podrán actuar por si mismas, dejando a salvo las limitaciones
establecidas en la ley. Las personas jurídicas estarán en juicio por medio de sus
representantes legales o de aquel o aquellos señalados expresamente por sus estatutos
sociales o contratos y deberán estar asistidas o representadas de abogado en ejercicio.

Parte en sentido material.


Para entender este sentido, debemos comprender que en todo juicio actúan personas
físicas o jurídicas y sobre las cuales recaen los resultados de la sentencia de fondo o
definitiva, que da fin al proceso. Parte en sentido material es aquella en cuyo interés o
contra del cual se provoca la intervención del poder jurisdiccional.

En este orden de ideas, el actor y el demandado son las partes materiales del proceso. Al
hablar de parte, no sólo debe hablarse de la causa o motivo por el cual se acude a juicio,
sino desde el punto de vista procesal, tanto el actor como el demandado pueden ser una o
varias personas que conjuntamente hacen valer sus derechos o defensas.

De esto se desprende que dichas personas serán partes, en la medida en que la sentencia
afecte sus intereses y derechos. A estas personas se les conoce como parte en sentido
material.

Parte en sentido formal

Así como todo ser humano puede ser parte material en un proceso, desde su nacimiento
hasta su muerte, hay que aclarar que no todos pueden comparecer, por sí mismo, a
defender sus intereses o sus derechos.
En dichos casos, nace la necesidad de la representación, es decir, si los directamente
afectados por las resultas del juicio, no pueden comparecer en juicio por sí mismos, es
necesario que otras personas actúen en el procedimiento, aún cuando a ellos no les afecte,
en lo personal, la sentencia que se dicte.
DERECHO, DEBERES, OBLIGACIONES Y FACULTADES PROCESALES DE LAS PARTES Y SUS
APODERADOS.
Artículo 47. Las partes podrán actuar en el proceso mediante apoderado, debiendo estar
éstos facultados por mandato o poder, el cual deberá constar en forma auténtica. El poder
puede otorgarse también apud-acta, ante el Secretario del Tribunal, quien firmará el acta
conjuntamente con el otorgarte y certificará su identidad.
Artículo 48. El Juez del Trabajo deberá tomar, de oficio o a petición de parte, todas las
medidas necesarias establecidas en la ley, tendentes a prevenir o sancionar la falta de
lealtad y probidad en el proceso, las contrarias a la ética profesional, la colusión, y el fraude
procesal o cualquier otro acto contrario a la majestad de la Justicia y al respeto que se deben
los litigantes. A tal efecto, el Juez podrá extraer elementos de convicción de la conducta
procesal de las partes, de sus apoderados o de los terceros y deberá oficiar lo conducente
a los organismos jurisdiccionales competentes, a fin de que se establezcan las
responsabilidades legales a que haya lugar.
Responsabilidad
Parágrafo Primero: Las partes, sus apoderados o los terceros, que actúen, en el proceso
con temeridad o mala fe, son responsables por los daños y perjuicios que causaren. Se
presume, salvo prueba en contrario, que las partes, sus apoderados o los terceros, han
actuado en el proceso con
Temeridad o mala fe cuando:
1. Deduzcan en el proceso pretensiones o defensas, principales o incidentales,
manifiestamente infundadas;
2. Alteren u omitan hechos esenciales a la causa, maliciosamente;
3. Obstaculicen, de una manera ostensible y reiterada, el desenvolvimiento normal del
proceso.
Multa
Parágrafo Segundo: En los supuestos anteriormente expuestos, el Juez podrá,
motivadamente,imponer a las partes, sus apoderados o los terceros una multa equivalente
a diez unidades tributarias (10 U.T), como mínimo y de sesenta unidades tributarias (60
U.T.), como máximo, dependiendo de la gravedad de la falta. La multa se pagará en el lapso
de tres (3) días. hábiles siguientes a la resolución del Tribunal, por ante cualquier Oficina
Receptora de Fondos Nacionales, para su ingreso en la Tesorería Nacional. Si la parte o las
partes, sus apoderados o los terceros no pagare la multa en el lapso establecido, sufrirá un
arresto domiciliario de hasta ocho (8) días. A criterio del Juez. En todo caso, el multado
podrá hacer cesar el arresto haciendo el pago correspondiente. Contra la decisión judicial
que imponga las sanciones a que, se refiere este artículo no se admitirá recurso alguno.
Tema 7 DE LA PLURALIDAD DE PARTES EN EL PROCESO.
LITISCONSORCIO Artículo 49. Dos o más personas pueden litigar en un mismo proceso
judicial del trabajo en forma conjunta, sea activa o pasivamente, siempre que sus
pretensiones sean conexas por su causa u objeto, o cuando la sentencia a dictar con
respecto a una de ellas pudiera afectar a la otra. Los actos de cada uno de los litigantes no
favorecerán ni perjudicarán la situación procesal de los restantes, sin que por ello se afecte
la unidad del proceso; en consecuencia varios trabajadores podrán demandar sus derechos
y prestaciones sociales, en un mismo libelo y a un mismo patrono.
CLASIFICACIÓN
El litisconsorcio permite algunas clasificaciones, a saber:
1. Según la posición que ocupen los varios sujetos de la relación procesal que actúan en
una misma calidad de parte. (Litisconsorcio activo; litisconsorcio pasivo y Litis consorcio
mixto).
Litisconsorcio activo, es aquel en dónde existe una pluralidad de personas actuandocomo
parte demandante.
Litisconsorcio pasivo, es aquel en dónde existe una pluralidad de sujetos en posición de
demandados.
Litisconsorcio mixto, es aquel dónde existe una pluralidad de personas en posición de
demandantes y demandados.
2. Según la necesidad de la presencia de varios sujetos en el proceso. (Litisconsorcio
necesario y litisconsorcio facultativo o voluntario).
Litisconsorcio facultativo o voluntario, es aquel que tiene lugar por propia decisión de la
parte demandante.
Litisconsorcio necesario Es aquel proceso con la presencia necesaria de varios sujetos, que
de un modo obligatorio deben formar parte de la relación jurídico procesal. En otras
palabras, se trata de un proceso en el cual una de las partes (activa o pasiva) está
necesariamente compuesta por varios sujetos
3. Según la forma en que se solicita la condena de los varios demandados. (Litisconsorcio
eventual; litisconsorcio alternativo y litisconsorcio sucesivo)
DE LOS EFECTOS DEL PROCESO
Artículo 57. Ningún Juez podrá volver a decidir sobre la controversia a ya decidida por una
sentencia, a menos que haya recurso contra ella o que la ley expresamente lo permita.
La sentencia definitivamente firme es ley entre las partes en los límites de la controversia
decidida y es vinculante en todo proceso futuro.
A la parte que fuere vencida totalmente en un proceso o en una incidencia, se le condenará
al pago de las costas.
Parágrafo Único. Cuando hubiere vencimiento recíproco, cada parte será condenada al
pago de las costas de la contraria.
Se condenará en las costas del recurso a quien haya apelado de una sentencia que sea
confirmada en todas sus partes.
Artículo 61. Las costas producidas por el empleo de un medio de ataque o de defensa que
no haya tenido éxito, se impondrán a la parte que lo haya ejercido, aunque resultare
vencedora en la causa.
Quien desista de la demanda o de cualquier recurso que hubiere interpuesto, pagará las
costas, si no hubiere pacto en contrario.
Parágrafo Único: En la transacción no hay lugar a costas, salvo pacto en contrario. Las costas
que debe pagar la parte vencida, por honorarios del apoderado de la parte contraria,
estarán sujetos a retasa. En ningún caso estos honorarios excederán del treinta por ciento
(30 %) del valor de lo demandado.
Las costas proceden contra los estados, municipios, institutos autónomos, empresas del
Estado y las personas morales de carácter público, pero no proceden contra los
trabajadores que devenguen menos de tres (3) salarios mínimos.
JUICIO DE TERCERÍA
Es oportuno señalar lo que se debe entender por TERCERIA, según el Diccionario Español es
el derecho que deduce un tercero entre dos o mas litigantes, o por el suyo propio, o
coadyuvante en proceso de alguno de ellos. El procesalista Rengel Romberg en el Tratado
de Derecho Procesal Civil Venezolano ha establecido que
“La tercería forzosa constituye una figura procesal que se caracteriza porque, a diferencia
de la tercería adhesiva o voluntaria, ésta tiene lugar por la voluntad de una de las partes y
no por la del tercero. Así pues existen dos formas de intervención forzada en nuestro
ordenamiento jurídico la llamada del tercero por comunidad de la causa y la llamada en
garantía, lo que obedece al vinculo del tercero, vale decir, si éste es común a la causa
pendiente o si alguna de las partes pretenden un derecho de saneamiento o de garantía
respecto del tercero. Analizando la doctrina antes señalada la cual es perfectamente
aplicable en nuestro ordenamiento jurídico entendiéndose que la tercería aquí propuesta
es una tercería forzada puesto que es por voluntad de la parte demandada quien la
propone; este Tribunal en virtud del principio de que el Juez es conocedor del derecho la
debe analizar bajo los criterios establecidos en el articulo 52 y 54 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, que es la que nos rige en materia laboral en concordancia con lo establecido
en el Código de Procedimiento Civil en todo en cuanto le sea aplicable.
Debemos determinar con precisión que debemos entender como en el aspecto procesal,
que es aquel que además de tener un interés legitimo de la cosa o derecho que se discute,
sea titular de ese derecho o pretende un reconocimiento del mismo con preferencia al
demandante o por lo menos concurrir con él en la solución del crédito, o que por la conexión
jurídica con alguna las partes sea obligado a participar en el proceso. El demandado puede
llamar a un tercero a la causa, por diversos motivos, en primer lugar, tenemos el tercero en
garantía, conocido en la doctrina como la cita en garantía; el tercero respecto del cual
considera que la controversia es común, y aquél a quien la sentencia le pueda afectar por
la pretensión formulada por el actor en la demanda. Ante esta variabilidad de terceros, la
figura de la tercería debe ser permitida bajo ciertas condiciones específicas con la finalidad
de que la intervención no se convierta en un instrumento perturbador del proceso y
dilatador del mismo.
PROCURADOR DEL TRABAJO
Responsable de prestar servicios de representación o de asesoría jurídica a sindicatos de
trabajadores o a trabajadores de escasos recursos económicos, que lo soliciten.
OBLIGACIONES DEL INSPECTOR O INSPECTORA DEL TRABAJO
LOTTT Artículo 509. Son obligaciones del Inspector o Inspectora del trabajo para el
cumplimiento de la ley dentro de su jurisdicción:
1. Dictar las Providencias Administrativas que la normativa indique que son de su
competencia, y aquellas que sean necesarias para cumplir y hacer cumplir las disposiciones
de las leyes, reglamentos, decretos y resoluciones laborales.
2. Cumplir y hacer cumplir las instrucciones dictadas por el Ministro o Ministra del
Poder Popular con competencia en materia de trabajo y seguridad social.
3. Aprobar o negar las solicitudes que, con base a las obligaciones establecidas en la
ley, realicen los patronos y patronas.
4. Decidir y hacer cumplir la norma en los casos de reclamos interpuestos por
trabajadores y trabajadoras por incumplimiento de la ley.
5. Intervenir en los casos, de oficio o a petición de parte, en los casos donde haya
peligro de extinción de la fuente de trabajo o de modificación de las condiciones de trabajo
conforme a lo establecido en la ley y en los casos de cierres de entidades de trabajo en
protección del trabajo, del salario y de las prestaciones sociales.
6. Dictar medidas en protección del ejercicio de la libertad sindical, del derecho a la
negociación colectiva y del derecho de los trabajadores y trabajadoras a la huelga.
7. Determinar la organización sindical mas representativa en caso de conflicto
intersindical para la negociación colectiva, mediante los procedimientos establecidos.
8. Sustanciar y decidir sobre la calificación de las faltas en que pudiera haber incurrido
un trabajador o trabajadora.
9. Garantizar el reenganche y sustitución de derechos de los trabajadores y
trabajadoras a quienes se le haya violentado su fuero o inamovilidad laboral.
10. Intervenir y mediar para facilitar los acuerdos en la negociación de la convención
colectiva de trabajo, en los pliegos de peticiones y en la solución de los conflictos colectivos
de trabajo.
11. Sustanciar y decidir en los procedimientos de sanción por incumplimiento de la Ley
dentro de su jurisdicción.
12. Las demás que le asignen la Constitución, las leyes y el ministro o ministra del Poder
Popular con competencia en materia de trabajo y seguridad social.
TEMA 8
Las prerrogativas y privilegios del estado responden a una razón social que se encamina
exclusivamente a preservar el bien común para todo el colectivo, justificándose la existencia
de éstas, en el hecho de que, dada la delicada misión que tiene en sus manos, y siendo el
estado una figura intangible y máxima expresión de una ficción legal, su desenvolvimiento
procesal va a depender de las destrezas o ineptitudes de sus funcionarios, los cuales de no
cumplir su misión, son severamente sancionados penal, administrativa y pecuniariamente.
No obstante ello, no quiere afirmarse tampoco, que estos privilegios sean infinitos o
ilimitados, pues como excepciones a los principios fundamentales del proceso deben
interpretarse y aplicarse, de manera restrictiva. Por ello, a los fines de que no se confundan
con actos discriminatorios o abusivos de poder, deben aplicarse con la sutileza que la propia
ley describe.
AGOTAMIENTO DE LA VÍA ADMINISTRATIVA
En el presente caso, el juicio principal se trata de la reclamación de prestaciones sociales,
en virtud de la ejecución de un contrato a tiempo determinado, caso en el cual la
reclamación es de tipo patrimonial; por lo tanto, las prerrogativas procesales se deben
observar, en especial, el antejuicio administrativo. No así en los casos de los procedimientos
de estabilidad laboral. En efecto, ha sido una constante en la doctrina y la jurisprudencia
que para la tramitación de las pretensiones de reenganche y pago de salarios caídos (juicios
de estabilidad), no resulta necesario agotar el antejuicio administrativo, visto que el objeto
principal del mismo no es la reclamación de tipo patrimonial al ente público, sino que la
arquitectónica del proceso se encuentra diseñada para proteger la estabilidad laboral
consagrada por el legislador, es decir, fue concebido para procurar la permanencia y la
continuidad en las relaciones de trabajo.
En este sentido, se ha pronunciado la Sala de Casación Social al señalar en sentencia de
fecha 04 de mayo de 2004 Caso: Pérez Álvarez Vs. Ministerio de Salud y Desarrollo Social,
la obligatoriedad del cumplimiento del procedimiento administrativo previo, en los
siguientes términos:
“Así mismo, vista la decisión de Alzada, esta Sala quiere en esta oportunidad, ratificar su
criterio en cuanto al cumplimiento previo de la vía administrativa, en aquellos casos en
donde se vea demandada la República, todo ello en cabal cumplimiento y respeto a los
privilegios que la recubren, lo cual de omitirse traería como consecuencia la inadmisibilidad
de las demandas propuestas”.
EL PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA.
Vista así las cosas, es importante destacar que el Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la
Procuraduría General de la República, establece en sus artículo 62 y 63, lo siguiente:
Artículo 62: “La Procuraduría General de la República puede intervenir en todos los
procesos judiciales en que sean parte los Institutos Autónomos, establecimientos públicos
nacionales y los órganos estadales y municipales, cuando a su juicio, los mismos afecten
derechos, bienes e intereses patrimoniales de la República.” Artículo 63: “Los privilegios y
prerrogativas procesales de la República son irrenunciables y deben ser aplicados por las
autoridades judiciales en todos los procedimientos ordinarios y especiales en que sea parte
la República.”
Para abonar el criterio de esta Juzgadora, tenemos que en igual circunstancia se ha
pronunciado la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en fecha veinticinco
(25) de Marzo del año dos mil cuatro (2004) dictó sentencia con ponencia del Magistrado
Omar Mora Díaz, en la cual se estableció:
“…De cualquier manera, el artículo 12 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, preceptúa:
“En aquellos procesos en los cuales se encuentren involucrados los derechos, bienes o
intereses patrimoniales de la República, los funcionarios judiciales deben observar los
privilegios y prerrogativas consagrados en las leyes especiales.
En ese orden de ideas, el artículo precedente conmina a los funcionarios judiciales
(extensible a los Jueces) en acatar sin restricción alguna, a menos que esté tutelada
legalmente, los privilegios y prerrogativas de la República siempre que ésta tenga algún
interés patrimonial discutido en juicio que pudiera resultar afectado.
DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Los derechos cautelares son aquellos, derechos accesorios que no tienen fin en sí mismo,
sino que están puestos al servicio de otros derechos para garantizar, cuando el obligado no
lo haga espontáneamente, su satisfacción.
Las medidas cautelares nacieron ante la necesidad de anteponer en el tiempo los efectos
ejecutivos de un fallo, ante el peligro que supone para los intereses del demandante, la
mora del juicio de conocimiento y el temor de daño inminente por parte de aquel contra
quien obra; vale decir la necesidad de un aseguramiento, en consideración a la
incertidumbre sobre el resultado del conocimiento para el momento de realizar estas
medidas de aseguramiento o ejecución adelantada. Posteriormente, ante la necesidad de
anteponer no sólo los efectos ejecutivos sino la decisión misma aun cuando fuera
provisionalmente o de recaudar una prueba que con el transcurso del tiempo podía
desaparecer por lo que se apartan del juicio ejecutivo que les dio su nacimiento y adquieren
una fisonomía procesal distinta y diversa de aquéllos que les vio nacer.
El proceso cautelar existe cuando, en vez de ser autónomo, sirve para garantizar el buen fin
de otro proceso definitivo, ya sea un acto, una providencia, contenida en el proceso
definitivo, la función inmediata del proceso cautelar implica, la existencia de dos procesos
respecto de la misma litis o del mismo asunto; el proceso cautelar, a diferencia del proceso
definitivo, no puede ser autónomo; el proceso definitivo no presupone el proceso cautelar,
pero el proceso cautelar presupone el proceso definitivo.
TEMA 9
EL DEBIDO PROCESO
Igualmente, en relación con los distintos requerimientos que aseguran el debido proceso y
cuya observancia conduciría a la nulidad de lo actuado. Otros presupuestos que tutelan la
forma del proceso son los que se refieren a su trámite, al respeto a la bilateralidad de la
audiencia y al cumplimiento de los lapsos. Cabe insistir en que el control sobre los
presupuestos no debe darse en etapas finales del juicio, sino que debe estar ligado al
despacho saneador, como una facultad y un deber del juez competente que permita
terminar el proceso, u ordenar su depuración, en cualquier momento en que constate la
ausencia de un presupuesto procesal o un requisito del derecho de acción que requiera de
su fenecimiento o que por medio de un auto de reposición que haga renovar, en casos
específicos, el acto al momento oportuno para aplicar el correctivo formal del caso, sin
esperar que el control sea requerido por el opositor de una excepción. Todo ello con la
finalidad de evitar que el juez, cumplidas las etapas sustanciales, llegue a un
pronunciamiento formal en el que constate la existencia de obstáculos o impedimentos
trascendentales para emitir una sentencia de fondo, ya por invalidez o ineficacia, pero
siempre buscando un control para remediarlos. Es igualmente necesario advertir que no
puede caerse en una interpretación excesiva del principio de especificidad en materia de
nulidades toda vez que no siempre el legislador ha de tutelar todos los casos posibles
sancionables.
Principio de legalidad
Es un principio fundamental del Derecho Público conforme al cual todo ejercicio de
potestades debe sustentarse en normas jurídicas que determinen un órgano competente y
un conjunto de materias que caen bajo su jurisdicción. Por esta razón se dice que el principio
de legalidad asegura la seguridad jurídica.
Se encuentra establecido en el Artículo 137 de la Carta Magna venezolana, y es el principio
según el cual toda actividad del Estado debe estar conforme con el Derecho del Estado.
Bracho (2000), se refiere al principio de legalidad como “una consecuencia de la noción
general de Estado de Derecho y establece una relación que algunos autores denominan
auto vinculación: sujeción de las autoridades a sus propias normas”.
COMPUTO. DÍAS HÁBILES Y DE DESPACHO.
Artículo 66. Los lapsos legales se contarán de la siguiente manera:
a. Por año o meses serán continuos y terminarán el día equivalente del año o mes
respectivo. El que deba cumplirse en un día que carezca el mes, se entenderá vencido el
último día de ese mes.
b. Establecidos por día, se contarán por días hábiles, salvo que la ley disponga que sean
continuos.
En todos los casos, los términos y lapsos que vencieran en día inhábil se entenderán
prorrogados hasta el primer día hábil siguiente.
Artículo 67. Son hábiles para las actuaciones judiciales previstas en esta Ley todos los días
del año, a excepción de los días sábados y domingos, jueves y viernes Santos, declarados
día de fiesta por la Ley de Fiestas Nacionales, de vaciones judiciales, declarados no
laborables por otras leyes, y aquellos en los cuales el tribunal disponga no despachar.
Artículo 68. Ningún acto procesal puede practicarse en día no hábil, ni antes de las seis de
la mañana (6:00 a.m), ni después de las seis de la tarde (6:00 p.m), a menos que por causa
urgente se habiliten el día no hábil y la noche.
De los efectos procesales
EL PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA,
En consecuencia, debe entenderse como la confianza que los ciudadanos pueden tener en
la observancia y respeto de las situaciones derivadas de la aplicación de normas válidas y
vigentes.
LA CONFIANZA LEGÍTIMA
O expectativa plausible se encuentra estrechamente vinculada con el principio de seguridad
jurídica, el cual refiere al carácter del ordenamiento jurídico que involucra certeza de sus
normas y, consiguientemente, la posibilidad de su aplicación, toda vez que lo que tiende es
a la existencia de confianza por parte de la población del país, en el ordenamiento jurídico
y en su aplicación. De allí que comprenda:
1.- El que los derechos adquiridos por las personas no se vulneren arbitrariamente cuando
se cambian o modifican las leyes.
2.- Que la interpretación de la ley se haga en forma estable y reiterativa, creando en las
personas confianza legítima de cuál es la interpretación de las normas jurídicas a la cual se
acogerán.
La cosa juzgada
Puede decirse pues, que la cosa juzgada formal es la inmutabilidad de la sentencia por la
preclusión de los recursos; y la cosa juzgada material, la inmutabilidad de los efectos de la
sentencia no sujeta ya a recursos, en todo proceso futuro sobre el mismo objeto.
LAS COSTAS PROCESALES
El legislador establece el principio general que gobierna nuestro sistema legal en materia
de imposición de costas, el cual es llamado por la doctrina y la jurisprudencia, sistema
objetivo de la condenatoria en costas, que responde a la máxima popular forense “Quien
pierde paga”, lo cual traduce que quien haya sido vencido totalmente en un juicio o en una
incidencia, debe ser condenado al pago de costas, lo cual toma como índice para la
imposición de costas el hecho objetivo del vencimiento: victus victori.
DEFINICIÓN DE NULIDAD
La nulidad es una condición de inválido que puede llegar a tener una acción de índole
jurídica y que genera que dicho acto deje de tener efectos legales. Por lo tanto, la nulidad
retrotrae el acto o la norma a la instancia de su presentación.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR LA NULIDAD DE LA SENTENCIA?
El vicio de nulidad de la sentencia se produce por la omisión por parte del órgano
jurisdiccional de los requisitos intrínsecos de forma de la sentencia, sin los cuales ésta no es
congruente con la pretensión que es objeto del proceso.
El legislador fue muy concreto cuando consagro las causales de nulidad de la sentencia y las
señaló en el artículo 160 de la ley orgánica procesal del trabajo, determinando que:
“La sentencia será nula:
1. Por faltar las determinaciones indicadas en el artículo anterior;
2. Por haber absuelto la instancia;
3. Por resultar la sentencia de tal modo contradictoria, que no pueda ejecutarse o no
aparezca que sea lo decidido; y
4. Cuando sea condicional o contenga ultrapetita”.
En lo referente al primer requisito, la sentencia será nula si no posee la síntesis clara, precisa
y lacónica de los términos en que ha quedado planteada la controversia. La idea del
legislador laboral fue asumida en consonancia con los principios del código procedimiento
civil, pues elimino la parte narrativa de la sentencia y en lo atinente a este requisito su
intención es que los jueces eviten la transcripción los actos del proceso que consten en
autos, porque ello atenta contra la concisión y claridad del fallo. La justificación de este
requisito es que tiende a una redacción del fallo en forma más expedita y se libera al juez
del temor de no ser suficientemente fiel en el cumplimiento de este elemento de forma de
la sentencia y lo obliga a formular una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en
que ha quedado planteada la controversia, lo cual se considera para dictar el fallo, que debe
hacer énfasis, más bien, en la motivación de hecho y de derecho, que son las premisas
necesarias del dispositivo del fallo.
También será nula la sentencia por no contener decisión expresa y precisa con arreglo a la
pretensión deducida y alas excepciones o defensas opuestas. Esto significa la congruencia
de la sentencia con la pretensión deducida y las excepciones opuesta. La casación
venezolana se pronunció sobre la incongruencia, sosteniendo que los jueces incurren en
incongruencia cuando no ajustan su decisión al problema que se suscita con la demanda y
su contestación, o cuando ignoran alegatos de las partes para que se vinculen con
regularidad del procedimiento, sin que esto implique la necesidad de resolver sobre todas
las argumentaciones de los litigantes, aunque sean de derecho, pues la administración de
justicia correría el riesgo de paralizarse si a los jueces se les exige entrar en todas las
minuciosidades que las partes inoficiosamente les plantean.
El vicio de nulidad de la sentencia por absolución de la instancia se configura__ según
Renger-Romberg:
“Cuando el juez, fundado en que las pruebas no suministran toda la convicción para decidir
sobre la pretensión, deja en suspenso la suerte del litigio, dando por quite o libre al
demandado, con la posibilidad de que sea replanteado la misma litis, con nuevos elementos
probatorios aportados por el actor”.
Este vicio de nulidad consagra el principio del Non Liquet que estudiamos en el subcapítulo
correspondiente a la carga de la prueba, el cual en términos generales consiste en que los
jueces no podrán declarar con lugar la demanda, sino cuando a su juicio exista plena prueba
de los hechos alegados en ella. En caso de duda, sentenciara a favor del demandado y, en
igualdad de circunstancias, favorecerán la condición del poseedor, prescindiendo en sus
decisiones de sutilezas y de puntos de mera forma.
En la Ley Orgánica Procesal del Trabajo este principio del non liquet se modificó
sustancialmente porque los jueces del trabajo apreciarán las pruebas según las reglas de la
sana crítica, pero en caso de du-da, preferirán la valoración más favorable al trabajador (art.
10 LOPT). Cuando la sentencia es tan contradictoria que no puede ejecutar-se está viciada
de nulidad absoluta. Una sentencia laboral será contradictoria cuando las decisiones
tomadas en su dispositiva son opuestas entre sí, de tal modo que se destruyen y no pueden
ejecutarse, simultáneamente (Rengel-Romberg).
La doctrina venezolana señala que cuando la sentencia carece de una fundamentación o
motivación es nula de toda nulidad porque en la parte motiva de la misma, el juez debe
expresar los razonamientos de hecho y de derecho en que la fundamenta, para que ésta no
sea el resultado del capricho o arbitrio del juez, sino de un juicio lógico, fundado en el
derecho y en las circunstancias de hecho debidamente probadas en las causas.
La sentencia laboral que sea dictada y condiciona su ejecución a la realización de un
acontecimiento futuro e incierto, es condicional y, por tanto nula, es decir, la sentencia no
contiene una decisión pura y simple.
De la misma forma se consagró la nulidad de la sentencia laboral cuando contenga
ultrapetita. Considero que esta previsión no se asimila al principio de la ultrapetita que el
mismo legislador reguló en el Parágrafo Único, del artículo 6 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo. Pienso que es diferente a la que se admite en la doctrina cuyo vicio de ultrapetita
se produce cuando el juez en el dispositivo del fallo o en el considerando contentivo de una
decisión de fondo, se pronuncia sobre cosa no demandada o conceda más de lo pedido,
porque el órgano jurisdiccional debe limitarse a decidir la controversia conforme a la
demanda y a la defensa, sin que sea lícito exceder o modificar los términos en que los
propios litigantes han planteado la controversia.
Las diferencias que pude detectar son:
La ultrapetita común se produce cuando se otorgan cosas no de-mandadas o se concede
más de lo pedido; en cambio, el principio de la ultrapetita laboral (art. 6 LOPT), procede
sobre conceptos diferentes a los solicitados pero que se discutieron en la litis y estén
debidamente probados o cuando se ordena el pago de sumas mayores a las reclamadas,
cuando aparezcan que estás son superiores a las que corresponden al trabajador de
conformidad con la ley y conforme a lo alegado y probado en el proceso, siempre que no se
hayan pagado. En todos los demás casos se incurre en el vicio de ultrapetita, lo que vicia de
nulidad absoluta a la sentencia laboral.

PRINCIPIO FINALISTA

Este principio establece que aun cuando el acto no haya sido ejecutado o llevado a cabo
mediante los procesos establecidos o reuniendo los requisitos de ley pero cumple con el fin
último para el que está concebido puede ser considerado válido, ya que obtuvo el resultado
para el cual está previsto en la norma.
NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES
NULIDAD DETERMINADA POR LA LEY O NULIDAD TEXTUAL
La disposición del Art. 206 CPC, enseña que la nulidad no se declarará sino en los casos
determinados expresamente por la Ley, pero además de esta disposición legal nos
encontramos con otras disposiciones que consagran la nulidad expresa determinada por la
ley; ejemplo de esta son las contempladas en los Arts. 221 y 244 CPC, las cuales consagran
la nulidad de los actos llevados a cabo en contravención a estos principios.
NULIDAD ABSOLUTA
Esta nulidad se presentará toda vez que los actos realizados hayan sido cumplidos
infringiendo normas de orden público; es decir, que en la oportunidad que un acto se realice
contrariando normas de orden público, acarreará la nulidad absoluta de dicho acto. Puede
ser declarada de oficio.
NULIDAD RELATIVA
Se presenta esta nulidad cuando afecta normas de orden privado, o intereses privados.
Sentencia de las nulidades procesales
Así que, mediante sentencia N° 0978, del 8 de agosto del año 2012, ésta Sala estableció:
(…) la Disposición Transitoria Séptima de la Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo, prevé que la competencia para conocer los recursos de nulidad contra
los actos administrativos dictados por el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad
Laborales (INPSASEL), corresponde a los Tribunales del trabajo, en tal sentido, establece:
Disposición séptima. Mientras se crea la Jurisdicción Especial del Sistema de Seguridad
Social, son competentes para decidir los recursos contenciosos administrativos contenidos
en la presente Ley, los Tribunales Superiores con competencia en materia de trabajo de la
circunscripción judicial en donde se encuentre el ente que haya dictado el acto
administrativo que dio origen al recurso inicial.
De estas decisiones se oirá recurso ante la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia. (Negrillas de la Sala).
Esta competencia fue ratificada, por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
mediante sentencia N° 27 del 26 julio 2011, que señaló:
En este mismo orden de ideas, debe acotarse que la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa no incluyó dentro de los asuntos que deben conocer los
órganos de la jurisdicción contencioso administrativa, las acciones de nulidad contra los
actos administrativos emanados del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad
Laborales (INPSASEL) o de los órganos adscritos al mismo, con ocasión de la aplicación de la
Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo.
No hay duda pues de que la voluntad del legislador, en absoluta concordancia con las
disposiciones constitucionales sobre la protección del hecho social trabajo y el entramado
de relaciones jurídicas que del mismo deriva, tal como el régimen de seguridad y salud en
el trabajo y las condiciones físicas y mentales del trabajador, atribuyen –de forma expresa
y exclusiva- a los órganos que integran la jurisdicción laboral, la competencia relativa al
conocimiento de las acciones de nulidad ejercidas contra las decisiones administrativas
dictadas por el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL),
pues lo relevante para determinar cuál es el juez natural que ha de conocer este tipo de
pretensiones no es la naturaleza del órgano del cual emana sino la naturaleza jurídica de la
relación.
Así las cosas, atendiendo la reciente doctrina vinculante emanada de la Sala Constitucional,
en la que destaca la importancia de que la jurisdicción laboral conozca de las controversias
que se deriven del hecho social trabajo y el entramado de relaciones jurídicas que del mismo
derivan, por la relevancia que tiene el Estado Social de Derecho y de Justicia, así como la
propia Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo que
establece los criterios atributivos de competencia en esta materia, debe determinarse que
los órganos jurisdiccionales competentes para conocer y decidir situaciones como la de
autos, son los de la jurisdicción laboral. Así se decide. (Destacado de la Sala).
Del criterio jurisprudencial supra citado, se colige que para determinar el juez natural debe
atenderse a la materia objeto de la controversia o naturaleza jurídica de la relación, y no al
órgano que dicta el acto administrativo, por lo que la competencia para el conocimiento de
los recursos contencioso administrativos interpuestos contra las actuaciones provenientes
del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), con ocasión
de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, por tratarse
de controversias que surgen del hecho social trabajo, corresponderá en primera instancia a
los Tribunales Superiores del Trabajo, recurribles en apelación ante esta Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia. Así se establece…”
PRINCIPIO DE TRASCENDENCIA
Todos los actos procesales tienen una finalidad u orientación; constituyen una secuencia
ordenada, secuenciada y sistematizada conducente a un objetivo. En tal sentido, forman
parte de todas y cada una de las etapas del proceso, vg. la notificación tiene como finalidad
poner en conocimiento de los interesados el contenido de las resoluciones judiciales (art.
155 del C.P.C.), para que estos hagan valer sus derechos; la actuación de la declaración de
testigos será tener el testimonio de una o más personas sobre los hechos controvertidos,
especificados por el proponente y como todo medio probatorio, acreditar los hechos
expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto de los puntos controvertidos
y fundamentar sus decisiones ( art. 188 del C.P.C.). Como vemos, la finalidad se extrae de la
misma norma en forma explícita, encontrándose en otros casos subyacentes a ella y a los
principios que le dan sustento, o lo que equivale a decir, implícitamente.
La formalidad de los actos procesales se establece no por mero gusto o exquisitez del
legislador ni por tradición jurídica, sino por la necesidad de otorgar a las partes en litigio la
debida garantía de sus derechos, tanto de acción como de contradicción, haciendo
operativo el principio constitucional de la tutela jurisdiccional efectiva.
Alzamora Valdez recogiendo un principio del Derecho nos decía que no hay nulidad sin
perjuicio, en tal razón, carece de sentido si no tiene por objeto lograr una determinada
finalidad (orden público, derecho de las partes, etc.)
Pero no hay que perder de vista algo que reviste suma importancia, no todo vicio ni toda
irregularidad ocurrida en el proceso reviste relevancia jurídica, consiguientemente no todo
vicio trae aparejado la invalidez del acto.
El principio de trascendencia trae consigo el perjuicio que el acto realizado viciosamente
puede ocasionar, de tal manera que si no es verdaderamente importante, carece de sentido
la nulidad, resultando valiosa la apreciación formulada por Véscovi en el sentido que la
violación formal debe trascender a la violación de los derechos de las partes (o de una
parte).
COUTURE nos informa que sería incurrir en una excesiva solemnidad y en un formalismo
vacío, sancionar con nulidad todos los apartamientos del texto legal, aun aquellos que no
provocan perjuicio alguno.
EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD
Es importante destacar los efectos que manan de la declaración de nulidad de un acto del
proceso que se halle viciado desde el punto de vista formal, lo cual plantea no sólo la nulidad
declarada sobre el acto en sí mismo, sino también la relación de este acto declarado nulo,
con los demás actos que forman la cadena del proceso, ya sean anteriores o posteriores al
acto nulo.
Sería lógico pensar que la nulidad de un acto, necesariamente no tiene por qué afectar la
nulidad de otros actos del proceso, sobre todo si éstos no contienen vicios. No obstante, en
el iter del proceso, ciertos actos dependen de aquel que le precede, a tal extremo que la
nulidad de del acto viciado, necesariamente afecta la validez de los actos posteriores que
dependen del acto viciado.
Por otra parte, el acto aislado del procedimiento es aquél del que no dependen los actos
anteriores ni los posteriores a él, porque no son actos esenciales a la validez de éstos.
En el sistema procesal venezolano se distinguen los efectos que produce la nulidad de un
acto que es esencial para la validez del proceso, puesto que de éstos va a depender la
validez de los actos que le siguen, como sería el caso de que la citación sea declarada nula,
lo cual acarrearía la nulidad de los actos consecutivos a ella, como la contestación de la
demanda, las pruebas y otros. Otro caso ocurre con aquellos actos aislados del
procedimiento, de los que no dependen las actuaciones que le siguen, como por ejemplo el
trámite de algún acto o incidencia relativo al decreto de una medida cautelar, del que no
dependan los actos anteriores o los que le siguen.
Conforme a lo expresado por el ilustre maestro Arístides Rengel Rombreg al referirse a los
actos aislados del procedimiento, “la regla es que la nulidad de éstos no acarrea la de los
demás actos anteriores ni consecutivos, independientes del acto irrito, sino que da lugar a
que se los vuelva a efectuar dentro de un término que fijará el tribunal, siempre que la causa
estuviere en la misma instancia en que haya ocurrido el acto nulo (Artículo 207 C.P.C.) y por
tal razón, de acuerdo con esta regla, los efectos de la declaración de nulidad de un
acto aislado del procedimiento en nuestro derecho son los siguientes:
1) El acto queda privado de sus efectos y se considera como no realizado (quod nullum est
nullum parit effectum).
2) La nulidad del acto no afecta a los anteriores ni tampoco a los consecutivos
independientes del mismo.
3) El acto debe renovarse (renovación del acto), lo que significa repetir o rehacer ex novo
el acto declarado nulo, y no simplemente su reparación o rectificación, porque reparar o
rectificar significa corregir, completar algo defectuoso o irregular, pero que no es nulo, sin
necesidad de rehacerlo o renovarlo completamente; v. gr., la corrección o rectificación que
puede hacer el juez, a solicitud de parte, de las omisiones, errores de copia, de cálculos
numéricos u otros que aparezcan en la sentencia (Art. 252 C.P.C.).
4) La renovación del acto ha de realizarse dentro de un término ad-hoc que fijará el juez si
la causa se encuentra en la misma instancia en que ha ocurrido el acto; solución ésta más
ventajosa que aquella adoptada por el código italiano de 1865 que negaba la posibilidad de
renovar el acto una vez agotado el término fijado en la ley para su realización (término
perentorio); pero semejante a la que establece el Artículo 162 del código de 1942, que
impone al juez que declara la nulidad, el deber de ordenar, cuando sea posible, la
renovación de los actos a los cuales se extiende la nulidad
5) La carga de la renovación pesa sobre la parte que ha realizado el acto con omisión de
los requisitos esenciales a su validez y asimismo pesan sobre esta parte los gastos y costas
que la renovación lleva consigo.
La nulidad de los actos consecutivos a un acto irrito, se produce cuando éste, por disposición
de la ley, sea esencial a la validez de aquéllos, o cuando la misma ley preceptúa
especialmente tal nulidad (Art. 211 C.P.C.)”. Dice Rengel Romberg: “Se entiende que un acto
es esencial a la validez de los que le siguen, cuando éstos son causalmente dependientes de
aquél y, por ello, la nulidad del acto que les sirve de base o fundamento los afecta
necesariamente”.
En los casos anteriores el efecto consiste en la reposición de la causa, o sea: restituir el
proceso al estado en que se produjo el vicio para enmendarlo, anulándose así todo lo
actuado desde ese momento
También es importante distinguir entre la reposición de la causa y la renovación del acto; el
primer caso consiste en anular lo actuado a partir del acto viciado y retroceder el proceso a
un estado anterior en colocar en lugar del acto viciado de nulidad otro acto formalmente
válido y eficaz, sin afectar el desarrollo del proceso. La doctrina se ha encargado de resumir
los principios básicos que caracterizan a la reposición en la manera siguiente:
1) La reposición de la causa no se considera un fin en sí misma, sino mas bien la manera
de enmendar un vicio procesal declarado. Por esta razón el Juez no puede declarar la
nulidad del acto y al mismo tiempo la reposición, si el acto ha alcanzado el fin al cual estaba
destinado.
2) La reposición tiene por fin enmendar el quebrantamiento o la omisión de las
formalidades de los actos que regulan el proceso, mas no la contravención de normas
legales cuyo objeto es dirimir el pleito, como sería el caso de que el Juez no aplique la
adecuada norma de derecho o haga en su sentencia una errónea interpretación de la Ley,
que de cualquier manera afecte los derechos sustantivos de las partes sometidos a su
jurisdicción.
3) La finalidad de la reposición tampoco es corregir errores cometidos por las partes, sino
subsanar vicios procesales por faltas del tribunal, ya sea porque interesen al orden público
o porque afecten los derechos de las partes, pero siempre que dichos errores o vicios no
hayan sido corregidos y que, además menoscaben el derecho de defensa de las partes.
Mediante sentencia N° 258 del 05 de abril de 2013, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, señaló que no impide el acceso a la justicia de los patronos -para
recurrir la nulidad de las providencias dictadas con ocasión de la orden de reenganche- la
condición establecida en el artículo Nº 425.9 de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y Trabajadoras relacionada con el cumplimiento efectivo de la orden de
reenganche y la restitución de la situación jurídica infringida. Adicionalmente, se reiteró el
criterio establecido en la decisión Nº 1185 del 17 de junio de 2004 (caso: Petróleos de
Venezuela, S.A.), el cual se refirió a las connotaciones del derecho al trabajo desarrollado
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En concreto, se sostuvo que:
“Por otra parte, esta Sala observa que, el artículo 425.9 de la Ley Orgánica del
Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras no impide en modo alguno el derecho de
acceso a la justicia que tiene el empleador de ejercer el recurso contencioso administrativo
de nulidad contra la providencia administrativa que ordene el reenganche y pago de los
salarios caídos a favor de un trabajador que fue despedido; lo que impone es una condición
previa necesaria para el ejercicio del recurso contencioso de nulidad, que no es otra que el
cumplimiento de la orden de reenganche impuesta por la Inspectoría del Trabajo; de modo
que el legislador favoreció el derecho al trabajo y al salario de aquellos trabajadores que
cuenten con una orden de reenganche a su favor, como factor esencial del derecho social,
mientras dure el proceso de nulidad de la providencia administrativa impugnada por el
patrono, garantizándole así la estabilidad laboral, hasta tanto se produzca una sentencia
definitivamente firme”.
PRINCIPIO PROTECTOR
Es el principio que traduce la inspiración primordial del Derecho del Trabajo: la protección
al trabajador. Mientras otras ramas del Derecho se preocupan por establecer una paridad
entre las partes involucradas, ésta, desde sus inicios históricos ha tendido a proteger a la
parte más débil de la relación bilateral: el trabajador. Así nació precisamente el Derecho del
Trabajo; de ahí que históricamente las legislaciones hayan establecido este principio en sus
leyes positivas.
La explotación del trabajador que carecía de los medios necesarios para equipararse al
poder económico y social que poseía el empleador hizo tomar conciencia de esa
desigualdad. Por ello el legislador impotente de encontrar soluciones que eliminaran esta
disparidad en la relación contractual creo principios que la compensaran. La necesidad de
protección histórica de los empleados fabriles y, luego de todos los demás, muestra que el
Derecho del Trabajo se origina por una especial necesidad de protección.
COUTURE, estimaba que el procedimiento lógico de corregir las desigualdades es el de crear
otras, de forma tal que los privilegios creados por el legislador le permitan al trabajador
recuperar, en el campo jurídico, lo que ha perdido en el campo económico. Por ello es que,
en esta rama del Derecho se abandona la idea de la igualdad jurídica. La dependencia del
trabajador al patrono es doble, por lo tanto tiene una especial incidencia en el surgimiento
de este principio protector:
a. El trabajador se encuentra sometido a las órdenes del empleador en virtud del
principio de subordinación jurídica (poder disciplinario – deber de obediencia).
b. El trabajador se encuentra sometido a una dependencia económica al poner su
fuerza de trabajo, de cualquier índole que esta sea, al servicio de otro a cambio de una
remuneración económica.
La justificación de este principio se centra precisamente en la necesidad de dotar al
trabajador.
Estableciéndose en el artículo 8 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, enuncia el
Principio Fundamental del Derecho del Trabajo, expresado de la siguiente forma:
Literal a): Principio Protectorio o de Tutela de los Trabajadores: dentro de este precepto se
encuentran comprendidos tres principio que igualmente son primordiales al momento de
proteger y tutelar por el bien de los trabajadores.
A. REGLA "IN DUBIO PRO OPERARIO": Es el criterio que debe utilizar el juez o el
intérprete para elegir entre los varios sentidos posibles de una norma, el que sea más
favorable al trabajador. Sólo se puede recurrir a este principio en caso de DUDA, para
determinar el sentido correcto cuando una norma o situación engendra en sí misma varios
sentidos. No es posible utilizar el principio para corregir ni para integrar una norma.
De este modo, cuando no exista norma, no es posible recurrir a él para sustituir la voluntad
del legislador, ni tampoco para apartarse del significado claro de la norma.
La regla debe ser aplicada en casos de auténtica duda para valorar el verdadero alcance de
la norma o de los hechos, escogiendo entre ellos el sentido que más le favorezca al
trabajador. No significa ello que pueda ser utilizado para suplir omisiones ni mucho menos
para suplir la voluntad del legislador; o el sentido claro y preciso de la norma; o cuando de
los hechos no pueda válidamente aducirse la duda.
Bien puede servir esta regla para apreciar adecuadamente el conjunto de los elementos
probatorios en razón de que la parte más débil y la que más difícil acceso tiene a las
probanzas es el trabajador.
De aquí deriva el problema del "onus probandi" ¿a quién corresponde la carga de la
prueba?. La posición tradicional sostiene que es a quién efectúa la afirmación del hecho y
que sólo cabe apartarse de ello si el legislador estableció presunciones, las cuales suponen
una inversión de la carga de la prueba.
B. REGLA DE LA NORMA MÁS FAVORABLE: Determina que en caso de que haya más
de una norma aplicable, debe optarse por aquella que sea más favorable, aunque no sea la
que corresponda de acuerdo a la jerarquía tradicional de las normas.
Esta regla le otorga un especial matiz al Derecho del Trabajo, pues rompe con los esquemas
más rígidos y tradicionales de la jerarquía de las normas; de esta manera, es aceptado, que
una norma de inferior categoría sea aplicada en un caso concreto por encima de una
contraria de superior categoría; aún más, sin necesidad de normas, si un elemento del
contrato privado entre trabajador y empleador es más beneficioso que cualquier norma de
rango superior se aplicará la primera.
Este principio encuentra, sin embargo, un límite que es importante señalar y son las
exigencias de orden público.
Así, se aplicará la norma más favorable siempre que no exista ley prohibitiva del Estado.
Esto existe cuando el bien común exige sacrificios de ventajas aparentes de los trabajadores
en general.
C. REGLA DE LA CONDICIÓN MÁS BENEFICIOSA: Constituye el criterio por el cual la
aplicación de una nueva norma laboral nunca debe servir para disminuir las condiciones
más favorables en que pudiera hallarse un trabajador Esta regla supone la existencia de una
situación más beneficiosa anterior, concreta y determinada, que debe ser respetada en la
medida que sea más favorable. Así, si una condición más beneficiosa ha sido otorgada
provisionalmente, con vida limitada en el tiempo, no puede ser invocada.
Debemos diferenciar 2 situaciones:
1) Aquellas que surten efectos legales y que por lo tanto son jurídicamente exigibles
en cuanto a su cumplimiento, ya que se convierten en fuente de derechos subjetivos.
2) Las que se otorgan por la mera liberalidad del patrono sin crear derecho subjetivo
alguno, por no ser la voluntad del mismo, suelen estar sujetas al previo cumplimiento de
requisitos necesarios para el otorgamiento vgr. ganancias en la empresa.
Esto está íntimamente ligado con lo que denominamos "derechos adquiridos" de los
trabajadores, según los cuales, si una determinada situación ha sido dada conscientemente
por el empleador por el transcurso de un tiempo razonable y ésta ha ingresado a su
patrimonio, se reputarán como parte integral del contrato individual de trabajo y no podrán
ser disminuidas por norma alguna aunque la misma sea de superior rango.
LA REPOSICIÓN
La reposición es una institución procesal creada con el fin práctico de corregir los errores
de procedimiento que afecten o menoscaben el derecho de las partes con infracción de
normas legales que señalen las condiciones que deben seguirse en el trámite del proceso.
Ha sido jurisprudencia reiterada del Alto Tribunal que la reposición no puede tener por
objeto subsanar desaciertos de las partes, sino corregir vicios procesales, faltas del tribunal
que afecten el orden público o que perjudiquen los intereses de las partes sin culpa de estas
y siempre que este vicio o error y daño consiguiente no haya sido subsanado o no pueda
subsanarse de otra manera; que la reposición debe tener por objeto la realización de actos
procesalmente necesarios, o cuanto menos útiles y nunca causa de demora y perjuicios a
las partes; que debe perseguir, en todo caso un fin que responda al interés específico de la
administración de justicia dentro del proceso, poniendo a cubierto el valor de los
fundamentos que atienden al orden público y evitando o reparando la carga o gravamen
que una falta de procedimiento pueda ocasionar o haya ocasionado en el derecho y el
interés de las partes.
LA REPOSICIÓN ÚTIL
La finalidad de la reposición útil, debe perseguir cualquier reposición de la causa, ejemplo
de este la sentencia Nº 225, de fecha 20 de mayo de 2003, expediente Nº 2001-000244, en
el caso de Gladys Josefina Rodríguez Silva contra Francisco José Kupricka Vetter, con
ponencia del Magistrado quien con tal carácter suscribe ésta, estableció:
“Sobre el punto de cuándo debe y cuando no, ordenarse la reposición de la causa, la Ley
Adjetiva Civil, contempla tal posibilidad, en sus artículos 206 y siguientes. Ahora bien, la
reposición trae aparejada la nulidad, por lo que los jurisdicentes deben revisar muy
cuidadosamente y a la luz de sus consecuencias, la conveniencia en declararla sólo cuando
se hayan menoscabado derechos como el de defensa y debido proceso, o se haya
violentado el orden público y siempre que dichas fallas no puedan subsanarse de otra
manera , lo que deviene en que tal reposición debe decretarse cuando realmente se persiga
con ella una finalidad útil, pues de no ser este el supuesto se estarían violentando los
mismos derechos que presuntamente se deben proteger cuando se acuerda.”
LA REPOSICIÓN INÚTIL
En innumerables sentencias ha dicho la jurisprudencia que la reposición de la causa, por
tener como consecuencia una nulidad, ella sólo debe declararse cuando se constate que:
a.) efectivamente se ha producido el quebrantamiento de formas sustanciales del proceso;
b.) que la nulidad este determinada por la ley o se haya dejado de cumplir en el acto alguna
formalidad esencial para su validez; c) que el acto no haya alcanzado el fin al cual estaba
destinado y d) que la parte contra quien obre la falta, no haya dado causa a ello o haya
consentido en ella expresa o tácitamente; vale decir, la reposición debe tener un fin útil por
cuanto, se repite, la consecuencia de su declaración es una nulidad.
CONVALIDACIÓN DE LOS ACTOS PROCESALES
Es la posibilidad de rectificar, de llenar el requisito no llenado sobre los actos para los cuales
la ley no señala que por tales defectos sean nulos, la nulidad cuando no es de orden público
la declara el Tribunal a solicitud de partes. Pero cuando se trata de vicios de orden público,
puede declararse de oficio. Ej.: cuando falta la citación o comparecencia después de la
citación, el juez debe declarar la nulidad.
Los vicios que acarrea la nulidad, se refieren a actos de procedimiento, sin que establezcan
cuales son. La teoría señala que si son de mero procedimiento, los debe corregir el juez de
la misma instancia, si afectan la sentencia, los vicios debe corregirlos el tribunal de alzada,
anulando el fallo o sentencia de la primera instancia y ordenada la reposición al estado que
lo determina la sentencia.
LA RECONVENCIÓN EN MATERIA LABORAL
De tal manera, que en el Proceso Laboral, la figura de la reconvención es inadmisible toda
vez que no es compatible con los principios rectores del proceso laboral tales y como, la
concentración, celeridad e inmediatez, previstos en el artículo 2 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo.
En este sentido, considera esta Juzgadora que no existe duda que la reconvención en
materia laboral es improcedente en virtud de que la misma contraría los postulados
establecidos en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, dado que el nuevo proceso laboral
tiene por finalidad procurar en todo estado y grado del proceso, el principio de
concentración de los actos procesales, en una forma de espacio y tiempo breve, es decir,
dentro de las dos fases previstas en Primera Instancia, tales y como: La de la Audiencia
Preliminar y la fase de Juicio, donde la intención de ambas partes debe ser atender la
dirección que establezca el Juez del Trabajo, a los fines de resolver sus controversias y lograr
acuerdos que permitan dirimir el conflicto; en este sentido, los abogados como garantes de
la defensa jurídica de las partes y coadyuvantes de la justicia, deben procurar no dilatar los
procesos mediante sus actuaciones, y en caso de considerar que el demandante le adeude
una cantidad dineraria pueden obtener la misma mediante la proposición de la
compensación de deudas, como defensa de fondo la cual será decidida mediante sentencia
definitiva, en tal sentido, visto que la reconvención opuesta por la parte demandada versa
sobre el resarcimiento de una cantidad de dinero la cual puede ser obtenida por la figura
de la compensación de deudas, este Tribunal declara improcedente el punto apelado.
DE LAS PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL
La prueba dentro del procedimiento laboral, constituye el fundamento principal de
convicción para lograr la certeza de los hechos acreditados por las partes. Dichos hechos
aportados, serán examinados según el principio de la sana critica por el Juez abocado a la
causa, esta situación se encuentra regulada en el artículo 69 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, la cual nos indica desde una perspectiva técnica el objeto de la prueba.
La oportunidad procesal para promover las pruebas en materia laboral tiene lugar en la fase
inicial de la audiencia preliminar ante el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, las
mismas deberán ser evacuadas en la audiencia de juicio, en caso de no lograr la conciliación.
De los medios probatorios utilizados en la práctica laboral debe señalarse la similitud
inequívoca con otros procedimientos, dentro de la normativa adjetiva especial que regula
esta materia, se encuentran los mismos medios. Sin embargo, debe hacerse mención a la
consagración del uso de medios científicos, los cuales poseen valor probatorio en la
actualidad.
La premisa de la sociedad dinámica ha alcanzado en la actualidad un verdadero auge en el
campo legislativo, por cuanto, la evolución de la misma implica alcances inimaginables en
la tecnología creando de esta manera diferentes formas de acceder a las necesidades
requeridas, por esta razón, se legislo el uso de diferentes medios tecnológicos como fuentes
generadoras de criterios certeros.
PROCEDIMIENTO LABORAL EN PRIMERA INSTANCIA.
El procedimiento laboral en primera instancia comienza con la introducción de la demanda
por ante los Tribunales del Trabajo, la cual se presentará por escrito u oralmente y, deberá
contener los requisitos establecidos en el artículo 123 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo.
Recibido el libelo de la demanda, ese tribunal a los dos (02) días hábiles siguientes deberá
pronunciarse en cuanto a la admisión o inadmisibilidad, fundamentando su decisión con
argumentos legales. Declarada la inadmisibilidad de la misma, podrá apelarse dicha
decisión, mediante este recurso legal extraordinario, dentro de los cinco (05) días hábiles
siguientes a dicho decreto En este procedimiento, el juez posee la potestad de ordenar la
subsanación del libelo de la demanda incoada (despacho saneador), el actor tendrá dos (02)
días hábiles para corregir la demanda, en caso contrario se declarara la perención del
procedimiento.
Admitida la demanda, el Tribunal ordenará la notificación del demandado, según las formas
establecidas en la ley: por cartel, vía electrónica, a través del notario o por correo
certificado. (ART. 126 Y 127 LOPT)
El lapso para la fijación de la audiencia preliminar es de diez (10) días hábiles contados a
partir del día siguiente al de la constancia que ponga el secretario en autos (certificación),
de haber cumplido con la notificación al demandado de la demanda en que es parte.
En la fecha y hora fijada para la Audiencia Preliminar, deberá consignarse en el Tribunal un
sobre contentivo del escrito de promoción de pruebas. De igual manera, la audiencia deberá
estar presenciada, por la parte demandada y la parte demandante y, presidida por el Juez
de Sustanciación, Mediación y Ejecución, en caso de la ausencia del demandante surtirá el
efecto de desistimiento del proceso que se pretendía iniciar y, en ausencia de la parte
demandada se entenderá como admisión de los hechos y, se remitirá el expediente a l
Tribunal de Juicio.
El juez está facultado para tratar personalmente de conciliar y mediar con las partes, en
caso de no lograr con su cometido, el demandado deberá contestar la demanda dentro de
los cinco (05) días hábiles siguientes.
PROCEDIMIENTO LABORAL EN SEGUNDA INSTANCIA
Al igual que otras ramas del derecho, el procedimiento laboral en segunda instancia
comenzará al invocar la apelación en contra de las sentencias dictadas en primera instancia.
Técnicamente, puede establecerse la apelación como el medio de impugnación intentado
por la parte o terceros agraviados con lo dispuesto en dicha sentencia.
Este recurso extraordinario se intentará ante el Tribunal de Juicio, dentro de los cinco días
hábiles siguientes al vencimiento del lapso para la publicación escrita del fallo. Este tribunal
se encuentra facultado para decidir sobre su admisión o inadmisibilidad del mismo, en caso
de admitir, deberá remitir dicho expediente al Tribunal Superior del Trabajo, quien es el
facultado para conocer de dicha apelación.
El Tribunal Superior del Trabajo, al quinto día hábil del recibo del expediente, fijará por auto
expreso, el día y la hora de la celebración de la audiencia oral, dentro de un lapso no mayor
a quince días hábiles. Esta audiencia se celebrará bajo la suprema y personal dirección de
ese Tribunal, y se tendrá como efecto jurídico sobre la incomparecencia el desistimiento de
la acción y la causa será remitida al tribunal donde se produjo la última sentencia.
En la audiencia de apelación se produce un debate oral entre las partes o al menos el
tribunal superior oye los alegatos del apelante contra la sentencia de primera instancia pues
la apelación es en esencia, el replanteamiento ante el juez en segundo grado del mismo
asunto contencioso decidido por el Juez de Primer Grado, sin innovaciones salvo las que
resulten de las iniciativa probatorias que haya podido adoptar el Tribunal Superior.
Lo anteriormente señalado se vincula notoriamente con el articulo 71 de nuestra Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, el cual aprueba la evacuación de nuevas pruebas que el
Tribunal Superior estime conveniente, todo esto a los fines de obtener decisiones certeras
apegadas a derecho.
Una vez concluido el debate oral celebrado con ocasión a dicha apelación, el Juez Superior
del Trabajo podrá hacer uso efectivo del lapso legal establecido en el articulo 165 de nuestra
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para la emisión oral del fallo, la publicación escrita del
mismo tendrá lugar a los cinco días hábiles siguientes.
PRINCIPIO DE DERECHO PROCESAL LABORAL: GRATUIDAD.
Se entiende por gratuidad, la exoneración legal de pago en los trámites realizados en vía
administrativa o judicial en asuntos de interés laboral, accionado por los sujetos que
integran la relación laboral, bien sea el trabajador o el patrono. Este principio, es tutelado
constitucional, orgánica y especialmente, es decir; se encuentra dentro de las normas
positivas y vigentes que regulan esta materia.

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