Colectivo María Pecadora (Lina Maria Durán y Laud Sanchez) (Colombia – Lima)

Aplicación a 2do Foto + Libro Colectivo Latinoamericano –Junio 15 2019

IMAGEN 1: Oda a las bestias 2019

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 Colectivo María Pecadora (Lina Maria Durán y Laud Sanchez) (Colombia – Lima)
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IMAGEN 2: Oda a las bestias 2019

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TEXTO 1: Oda a las bestias 2019

Era una noche oscura y sin estrellas; se escuchaban suaves cuchicheos. Mira: ¿y quiénes son esos? ¡Qué raros!

Vamos transitando entre chillidos de cerdos, risas de hienas y otros cacareos menos fuertes, Entonces comenzamos a gritar ¡Oh hermosa
deformidad! ¡Adelante pinturas horribles! Vamos los que no se quedan en sus cuevas porque la calle los llama, porque la cueva les pica y sino
callejean se les cae la piel.

Yo también volaba bajito y aunque gritaba, continuaba escuchando sus cotorreos juzgadores. ¿Será que esos monstruos están jugando? ¿Será
que están follando? ¿O será que se están matando? Y fue en ese momento, cuando sin pensarlo, me tomé el veneno dulzón y me uní a lo que
para mí ya era mi manada.

Afuera de la fortaleza algunos sonidos rojos nos daban la bienvenida; rebosaban las plumas que parecían parte del caminito de la entrada, y ahí
un letrero gigante que decía: PETRONIO – Aquí no hay salida hasta que salga el sol. El lugar parecía seguro, con varias gárgolas que ayudaban a
protegernos. Es todo lo que se espera de una fortaleza, un laberinto lleno de cuartos, donde por cierto se alcanzaba a escuchar el dulce ruñir de
las ratas que mordían las plantas, mordían las sillas, mordían los desperdicios, mordían a otros animales y lo único que les detenía era el placer
de ser flageladas; allí es cuando varios nos turnábamos, dándoles latigazos, correazos, relevándonos para desahogarnos, ahogándolas; daba
gusto ver cómo rechinaban sus dientes con fuerza, y cómo se les salían de las órbitas sus ojitos redonditos.

Aquí adentro mi aspecto ya no es un problema, soy un cachorro con joroba, ¡sí! Tal como el dromedario. Generalmente tengo un carácter pasivo,
pero cuando debo, me defiendo con mis grandes patas, escupiendo saliva, que produce fuertes ardores en cualquier ojo. Sin embargo, la mayoría
venimos a estos lugares a suavizarnos; a veces nos ayudamos embadurnándonos con ungüentos y jugamos a lamernos con nuestras largas
lenguas escamosas

En ese lugar mágico donde solíamos amanecernos gozando; hasta que, caminando, brincando, volando y algunos arrastrándonos como podíamos
con sonidos como “GGrrr” y “RRRuuu” respiraciones agitadas y en ocasiones algún graznido de Luciferina: ¡muévanse! porque los pajaritos ya
gorjean, trinan, pían y gluglutean, entonces aceleramos, nuestro ritual, y marchamos como vampiros que no le temen al sol, esperando nuestra
recompensa: renacer en el Río Pance

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Ideas de Maria Pecadora sobre las imágenes propuestas

ODA A LAS BESTIAS – María Pecadora.

Estas dos imágenes creadas a partir de la intervención digital de fotografías, con toques vampirezcos tropicales; se conectan al aparecer en ellas,
algunos lugares, personajes y espacios muy importantes para nuestra generación caleña, así es como vemos una imagen con una de las únicas
edificaciones góticas colombianas, que nos recuerda siempre que nuestros maestros de Caliwood un día se inventaron un movimiento llamado el
“surrealismo gótico tropical” justo al lado de la iglesia está la placa con nomenclatura: “La calle del pecado” calle 9 con carrera 4, una de las mas
famosas zonas de tolerancia de Colombia, donde una vez al año celebrábamos El Petronio Alvarez, carnaval dedicado a la música del pacifico, en
el cual literalmente: la gente bailaba hasta que saliera el sol, durante 3 días en los cuales la mayoría cumplíamos la máxima del festival:
compartíamos sin importar quien eras, si eras bestia gusano, rata o cerdo, todos bailábamos.

La segunda imagen nos reafirma esta onda paradójica en otra zona de tolerancia, bautizada por nuestra alcandía como “el parque de los
estudiantes” donde reinterpretamos la estatua de Jovita en Jovita Gótica , para lo que no saben quién este personaje,, lo primero es que sepan
que ella no era una gran artista, ni mucho menos una reconocida política; ella fue la mujer kitsch que ha parido nuestra tierra, un personaje
bastante excéntrico, famosa por únicamente por ser divertida y desfilar en medio de nuestras calles caleñas, con su enorme horror al vacío y sus
decenas de accesorios estrambóticos, algunos heredados por las reinas y otros tomados de la basura.

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