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Medir la concentración de CO2 en el aire espirado por una persona antes y después
de realizar un ejercicio físico.
METODOLOGÍA
Producción de CO2
Se multiplico por 10 el número de mL de NaOH que se obtuvo en el paso anterior para que
diera igual a micromoles de CO2 contenidos en la bolsa. El micromol es la unidad para
determinar la cantidad de una sustancia que se encuentra en solución.
Se repitió el procedimiento pero esta vez después de haber realizado una actividad física
durante 5 minutos.
Y por último, se realizó una vez más, pero reteniendo la respiración por 30 segundos y luego
se exhalo en la bolsa y se repitió la operación anterior.
Medición de la capacidad pulmonar
A un balde lleno de H2O se introdujo un galón lleno de agua hasta el tope del cual se
desprende una manguera. Se tomó todo el aire que se pudiera y se espiro por la manguera,
dando como resultado que el volumen de aire que entre al galón era la capacidad pulmonar.
Tasa ventilatoria
Se repitió el procedimiento, pero esta vez después de haber realizado alguna actividad física
durante 5 minutos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS
1. Producción de CO2
Figura 1. A. Agua sin presencia de CO2. B. Beaker de la derecha con Agua a la que se le adicionaron 10
gotas de Azul de Metileno, y sin presencia de CO2 (lo que se evidencia en la coloración azulada del medio);
Beaker de la izquierda con Agua al a que se le adicionaron 10 gotas de Azul de Metileno, pero con presencia
de CO2 (lo que se evidencia gracias a la coloración amarillenta del medio).
RETENIENDO
DATOS EN REPOSO EJERCITADO LA
RESPIRACION
N° Nombre Edad Peso Estatura μmol μmol μmol μmol μmol μmol
Sexo
Est. estudiante (años) (Kg) (m) CO2 CO2/L CO2 CO2/L CO2 CO2/L
1 Carolina F 20 60 1,56 3.3 33 1.4 14 0.6 6
2 Melisa F 21 56 1,59 1.3 13 0.5 5 0.1 1
3 Mafe F 20 58 1,72 0.4 4 0.3 3 0.3 3
4 Stefanny F 19 58 1,64 4 40 4.5 45 4.5 45
5 Diana F 19 62 1,63 3 30 3 30 2.5 25
6 Rosa F 33 54 1,59 10 100 5 50 13 130
7 Luisa F 18 58 1,60 6 60 15 150 14 140
8 Daniela F 17 60 1,73 9 90 15 150 13 130
1 Carlos M 20 55 1,71 8 80 17 170 16 160
2 Gustavo M 19 62 1,79 6 60 17 170 17 170
3 Camilo M 18 60 1,69 5 50 11 110 13 130
4 Mauricio M 24 66 1,74 8 80 13 130 11 110
5 Diego R. M 19 74 1,71 3.5 35 3.5 35 6 60
6 Sebastián M 20 85 1,78 5 50 5 50 5 50
7 Maickol M 19 57 1,77 10 100 14 140 15 150
8 Diego V. M 20 54 1,70 4.2 42 0.5 5 0.3 3
Tabla 1: Tasas de producción de CO2 de 16 personas, expuestos a diferentes condiciones que alteran el
proceso de respiración. En color azul están señalados los datos de los estudiantes hombres, y en color naranja
los datos de las estudiantes mujeres.
Gráfica 1. Cantidad de µmol de CO2/L producido por las mujeres (izquierda) y por hombres (derecha) en
estado de reposo.
Gráfica 2. Cantidad de µmol de CO2/L producido por las mujeres (izquierda) y por hombres (derecha)
después de cinco minutos de ejercicio.
Gráfica 3. Cantidad de µmol de CO2/L producido por las mujeres (izquierda) y por hombres (derecha)
después de retener el aire en los pulmones durante 30 segundos, seguido de la espiración.
Gráfica 4. Promedio de µmol de CO2/L producido por las mujeres (izquierda) y por hombres (derecha) en
cada una de las condiciones que alteran el proceso de la respiración.
Tanto en mujeres como en hombres, se puede ver que el promedio de producción de µmoles
de CO2/L más alto fue el del ejercicio de respiración retenida; debido a que en los sacos
alveolares se realiza el proceso de intercambio de O2 (proveniente del medio), y de CO2
(producto del metabolismo); sin embargo, no todo el aire que ingresa en el proceso de
inspiración contiene 100% oxígeno, ni todo el aire que sale por el proceso de espiración es
100% CO2, se conoce que la concentración de Oxígeno en el aire que ingresa a los pulmones,
es de aproximadamente el 21% (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España, 2003),
el cual no ingresa todo a nuestro sistema para convertir la sangre venosa (rica en CO 2) en
sangre arterial (rica en O2); gran cantidad del oxígeno inhalado vuelve al medio disuelto entre
el aire que exhalamos. Lo mismo sucede con el CO2; al momento de retener la respiración,
el aire que debería expulsarse, todavía contiene cantidades considerables de Oxígeno
disuelto, lo que ayuda a seguir realizando el proceso del intercambio gaseoso a pesar de que
no esté ingresando aires más “oxigenado” a los pulmones. Sin embargo, los procesos
metabólicos en el organismo no se detienen, y por ende la producción de CO2 en nuestros
sistemas es constante en relación a nuestra actividad metabólica y al no expulsarse, este se
acumula, lo que produce que al momento de realizar la exhalación, el aire que sale de los
pulmones contenga mayores concentraciones de CO2, que al final van a ayudar al cambio del
pH del agua, debido que este gas de efecto invernadero (ONU, 1992; ONU, 1998) en contacto
con el agua, produce lo que se conoce como Ácido Carbónico (Greenwood, 1997), el cual
sirve como sustancia tampón en la sangre, regulando los niveles de pH (Adrogue, H. E., &
Adrogue, H. J., 2001; Johnston D. G., & Alberti K. G., 1983), a pesar de disminuir los niveles
de pH en la solución produciendo el viraje del color gracias al indicador utilizado (Azul de
Metileno).
A pesar de lo mencionado anteriormente, podemos observar que el promedio de µmol de
CO2/L después del ejercicio también posee unos valores bastante aproximados a los de la
retención de la respiración, ya que se ve una producción mayor de dióxido de carbono al
realizar ejercicio, esto es debido a que el cuerpo, durante actividad física, necesita más
energía, lo cual hace que los tejidos consuman más oxígeno que en condiciones de reposo,
esto implica también producir más dióxido de carbono debido a que se eleva la tasa
metabólica. Cuando se realiza la actividad física la producción de ácido láctico se excede y
este entra en el torrente sanguíneo, así, para mantener el balance de pH el bicarbonato de
sodio amortigua la mayoría del ácido láctico transformándolo en agua y dióxido de carbono,
por lo que en consecuencia se ve incrementada la producción de CO2 (Geodecke, 2000)
Hay que tener en cuenta, que la titulación es muy propensa a errores, por lo tanto cabe
mencionar que pudo existir errores de método los cuales dependen del sistema indicador
elegido y las causas que los originan puede ser que el indicador cambie antes o después del
punto estequiométrico, es decir, errores positivos o negativo, o bien que el indicador consuma
una porción de reactivo o de disolución valorada (González, 2003).
CAPACIDAD
PULMONAR
N° Nombre Volumen
Est. Estudiante (L)
1 Melisa 2.8
2 Stefanny 4.3
3 Camilo 5
4 Mauricio 5
5 Gustavo 5.2
6 Maickol 4
7 Diego R 4.3
8 Sebastian 4.4
Tabla 2: Volumen pulmonar aproximado de ocho personas.
Las mujeres, generalmente tienen menor capacidad pulmonar, gracias a su menor dimensión
corporal, como del desarrollo de la caja torácica y menor tejido pulmonar (Antillón, 1997).
Por ello, sus parámetros de función respiratoria son inferiores a los del sexo masculino,
porque tiene menor capacidad pulmonar total, es decir, el espacio en los pulmones para
recibir el aire. Para poder mantener igual ventilación se vería obligada a aumentar su
frecuencia respiratoria, ósea, número de respiraciones por minuto (Reyes, 2012). Esto
concuerda a la perfección con los resultados expuestos, donde se ven claramente la diferencia
de la capacidad pulmonar entre mujeres y hombres (Grafica 6)
Una persona común que lleva una vida sedentaria posee una capacidad pulmonar de unos
4.000 ml, es decir, 4 L, aproximadamente, mientras que la capacidad de deportista entrenado
puede alcanzar los 6.500 ml, es decir 6,5 L (Reyes, 2012).
3. Tasa ventilatoria
Movimientos/ Minuto
Nombre En
Ejercitado
Estudiante Reposo
Diana 24 30
Sebastian 20 33
Tabla 3: Movimientos del Diafragma en un minuto para dos personas.
Gráfica 7. Comparación de la Tasa ventilatoria de una mujer y de un hombre, en estado de relajación (barra
naranja) y después de cinco minutos de ejercicio (barra azul).
Al igual que para las gráficas 4 y 6 se obtiene un resultado en el que, en este caso, la tasa
ventilatoria es mayor en hombres tanto para estado de reposo como para agitación luego de
realizar ejercicio, esto se explica una vez más gracias a que los hombres tienen mayor
dimensión corporal, una caja torácica más amplia y grande y mayor tejido pulmonar
(Antillón, 1997)
Cuando se hace ejercicio los músculos trabajan intensamente, por lo que el cuerpo consume
más oxígeno y produce más dióxido de carbono. Para hacer frente a esta demanda adicional,
la respiración tiene que aumentar aproximadamente de 15 veces por minuto, 12 litros de aire
cuando se está en reposo, hasta unas 40-60 veces por minuto, 100 litros de aire durante el
ejercicio (European Lung Foundation, sf), por lo tanto, es necesario que la tasa ventilatoria
aumente durante la actividad física, como lo demuestra la gráfica 7.
CONCLUSIONES
Los hombres tienen una mayor capacidad pulmonar que las mujeres, gracias a su
mayor dimensión corporal, una caja torácica más amplia y a su vez, mayor tejido
pulmonar.
Adrogue HE and Adrogue HJ. Acid-base physiology. Respir Care 2001 Apr; 46(4)
328-41. PubMed
Greenwood, Norman N.; Earnshaw, Alan (1997). Chemistry of the Elements (2nd
ed.). Butterworth-Heinemann. p. 310. ISBN 0-08-037941-9.