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Actualmente, las empresas están importando y diversificando su mercadería,

antiguamente solo se implementaba el vidrio crudo, luego ingresó el templado,


después laminado y hace ocho años la mayoría prefiere el doble vidriado hermético,
que son dos vidrios con una cámara de aire al medio que regula la temperatura y el
sonido. El boom de la construcción ayudó para que la demanda incremente.
En cuanto a Bolivia, el ritmo de crecimiento demográfico se ha acelerado y en el caso de Santa
Cruz, se multiplicó más de diez veces entre mediados y fines del siglo XX. Como se analizó en la
parte pertinente de Demografía, Santa Cruz es el caso más emblemático de crecimiento en el país
y uno de los más representativos a escala mundial. En conjunto, Bolivia también ha tenido un
importante aumento de la población con un patrón similar al observado en el mundo en general.
Uno de los factores determinantes para este cambio demográfico, económico y social ha sido el
progreso técnico. Para la primera revolución industrial confluyeron aspectos geopolíticos como las
necesidades nacionales de países europeos en medio de conflictos bélicos que presionaron a las
industrias locales a producir más, así también se generó un ámbito de mayor libertad de ideas que
promovieron el inicio de una serie de descubrimientos técnicos que pudieron ser aplicados con
éxito a la industria. En ese sentido, la invención experimentó un despegue que se profundizó en
las últimas décadas, promovida por la repentina irrupción de la electrónica y de la creación de
tecnología digital. Esto se ha visto reflejado, por ejemplo, en un aumento de la producción
intelectual de nuevos inventos y aplicaciones como un indicador de adelanto tecnológico (Gráfico
8.5).

Pese a este débil avance a nivel nacional, el desarrollo económico de Santa Cruz superó al del
resto del país, aunque ahora su ritmo de crecimiento se ha moderado. Cálculos generales indican
que la proporción del ingreso por habitante boliviano en el departamento era 60% del ingreso del
boliviano en 1990 y 77% en 1950, en términos reales. Esto cambió dramáticamente desde los
cincuenta, de tal forma que el PIB per cápita del departamento llegó a ser 150% el del país en las
décadas de los sesenta y setenta. Esta relación disminuyó a menos del 110% en 2014, por el
paulatino proceso de convergencia que se habría observado en el país en las últimas décadas, tal
como sucedió en otros países.}

Es todavía reducido el número de viviendas que cuentan con una computadora. Según el Censo
de 2012, sólo 23,6% de los bolivianos cuentan con una computadora en casa (Gráfico 7.12).
Santa Cruz es el departamento con el mayor número de hogares con un ordenador (28,5%). A
nivel municipal los datos son los siguientes: Santa Cruz de la Sierra (38,8%), Camiri (31,5%) y
Portachuelo (26,7%). En el área urbana y rural los porcentajes son 33,6% y 5,2%,
respectivamente.
La telefonía fija y móvil tiene una mayor cobertura en el departamento de Santa Cruz que en el
resto de los departamentos. Según el Censo 2012, el servicio de telefonía fija o móvil llega al
74,6% de las familias cruceñas, porcentaje mayor al nacional que es de 65,1% (Gráfico 7.13). Los
municipios con el mayor número de viviendas que cuentan con este servicio son: Santa Cruz de la
Sierra (85,5%), La Guardia (80,0%) y Camiri (78,9%). La brecha en coberturas de telefonía fija y
móvil entre el área rural y urbana es significativa. En el área urbana llega al 82,5% y en el campo al
38% de las viviendas.
El acceso a Internet domiciliario en Bolivia y Santa Cruz es muy bajo, pues no supera el 20%. Según
el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012, Santa Cruz es el departamento con la mayor
proporción de viviendas que cuentan con acceso a internet, pero este servicio sólo llega al 16%
(Gráfico 7.10).
TECNOLOGIA DE LA INFORMACION Y LA COMUNICACION

Las TIC en los hogares cruceños El patrón de adopción tecnológica en la población cruceña es muy
similar al del país, más de la mitad de la población tiene o utiliza un teléfono móvil, pero menos
del 50% tiene computadora o accede a internet. Según la Encuesta de Hogares 2014, en Santa Cruz
69,1% utilizaba un móvil mientras que sólo el 65,2% era propietario de uno. A su vez, el uso de
internet en la población es reducido; 38,8% accede a internet y 36,5% a una computadora (Gráfico
7.9).
Es importante señalar que el internet es utilizado para comunicación electrónica y transacciones
bancarias; pocas empresas usan esta herramienta en reclutamiento y capacitación de la fuerza
laboral. Los principales usos que las empresas manufactureras cruceñas dan al internet, según el
orden de importancia (Gráfico 7.7), son: enviar o recibir correo (88%), realizar operaciones
bancarias o acceder a otros servicios financieros (80%), recibir o realizar pedidos de bienes o
servicios (74%), obtener información sobre productos y servicios (70%) y finalmente, realizar
publicidad y promover bienes o servicios (47%). Vale destacar que son muy pocas las que utilizan
el internet para reclutamiento de personal (18%) y capacitar a sus empleados (14%).

La velocidad de conexión a internet de las empresas de la industria manufacturera es moderada.


El principal tipo de conexión para acceder a internet por parte de las empresas en Santa Cruz es
ADSL, RDSI (ISDN) con 76% y sólo el 15% accede por medio de fibra óptica. Respecto al ancho de
banda al cual tiene acceso la mayoría de las empresas manufactureras de Santa Cruz, 31% es de
1024Kbps y 30% de 512 Kbps. Sólo el 14% accede a un ancho de banda mayor a 2048 Kbps (Gráfico
7.8).
Acceso a tecnologías. El índice de Santa Cruz (4,4) se encuentra ligeramente superior al promedio
nacional (4,3). Para el cálculo de este subíndice se toman en cuenta: 1) Las suscripciones a
telefonía fija por 100 habitantes (7,3%); 2) Suscripciones a telefonía móvil-celular por 100
habitantes (109,4); 3) Internet banda ancha internacional (bit/s) por usuario (23.823 bits); 4)
Porcentaje de hogares con computador (28,5%); y 5) Porcentaje de hogares con acceso a internet
(16%). Uso de tecnologías TIC. En este indicador, Santa Cruz alcanza un subíndice de 3,1, mientras
que en el país, éste llega a 2,3. Para el cálculo del departamento se incluyó el porcentaje de
individuos que utilizan internet (61,3%), el número de subscripciones a banda ancha fija por cada
100 habitantes (1,9) y las subscripciones activas a banda ancha por 100 habitantes (28,1).

Destrezas. Bolivia tiene un índice más alto que Santa Cruz (7,1 respecto a 6,6). Para la construcción
de este subíndice se estima la tasa de alfabetismo (97,1), tasa bruta de matriculación secundaria
(71,8) y la tasa de matriculación terciaria (30,1). Se debe notar que la diferencia viene marcada por
la matrícula universitaria principalmente.
El avance tecnológico en Santa Cruz

El nivel de adopción de tecnología digital en el departamento es ligeramente mayor al de Bolivia y


de otros países en desarrollo. Aplicando la metodología de la Agencia de Información y
Tecnologías de la Comunicación de las Naciones Unidas (ITU por su acrónimo en inglés) se calculó
el Índice de Desarrollo de Tecnologías de Información y Comunicación para el departamento de
Santa Cruz en diversos componentes: i) Acceso a tecnologías, ii) Uso de las mismas y iii)
Capacidades o destrezas de la población para utilizarlas.

La combinación de las tres muestras que el nivel de adopción tecnológica del departamento
(que en el índice se denomina Impacto) es ligeramente mayor que el de Bolivia y otros países en
desarrollo. El índice ITU a nivel nacional es 4,1, similar al agregado de países en desarrollo. Los
cálculos efectuados muestran que el departamento tiene un índice de 4,3 sobre un máximo
alcanzable de 10. En el ranking 2015 Bolivia se encuentra en la posición número 107 de 167 países,
el primero es Corea del Sur con un índice de 8,93 y el último Chad con 1,17.

Santa Cruz ha sido la locomotora del crecimiento agrícola en Bolivia. La vocación agropecuaria
cruceña fue ampliamente reconocida a través de la historia: la superficie cultivada de Santa Cruz
representa dos terceras partes de la superficie cultivada nacional, según datos de la Cámara
Agropecuaria del Oriente (CAO), y más contundente aún, la producción de frutales, hortalizas,
oleaginosas y otros productos industriales, tubérculos y forrajes de oriente representa tres cuartas
partes de la producción de todo el país, de acuerdo con datos del INE.

Técnicamente existe el potencial agrícola para ampliar áreas de cultivo por producto en el
departamento. Se identificó un área agrícola potencial por producto para un conjunto estratégico
de cultivos industriales, cereales, tubérculos y hortalizas. Cada frontera se estimó con base en la
aptitud del suelo (temperatura, precipitación, textura, pH y altitud) y se ajustó la superficie apta
para uso agrícola actual (5,2 millones de hectáreas) tomando los siguientes criterios adicionales: i.
nuevas áreas protegidas (municipales principalmente , 245 mil hectáreas); ii. Reservas forestales
no contempladas en el PLUS (258 mil hectáreas) ; iii. Restricciones edáficas-físicas del terreno (156
mil hectáreas); iv. Crecimiento urbano (36 mil hectáreas); v) Servidumbres ecológicas (358 mil
hectáreas); y, vi) Restricciones que limitan la agricultura intensiva (959 mil hectáreas). Cabe aclarar
que los datos corresponden a la superficie potencial para cada cultivo condicionado en las cinco
variables mencionadas, lo que no implica que en esa superficie se cultiva actualmente. La elección
del cultivo está guiada por los precios prevalecientes en el mercado y los costos de producción. Los
resultados se muestran en el siguiente cuadro.
Los avances de las últimas décadas a nivel mundial, nacional y departamental muestran que el
combate contra la pobreza es posible con resultados satisfactorios, principalmente fortaleciendo
la generación de ingresos. La evidencia empírica y los estudios sobre la pobreza han
proporcionado mayores indicios sobre la efectividad de la lucha contra la pobreza mediante la
generación de empleo digno. En ese sentido, será crucial que se enfoquen los esfuerzos para
elevar la productividad en los lugares donde la pobreza es más alta para evitar caer en las
“barreras geográficas de pobreza” o lugares de bajo nivel de producción.

Para que el avance en la reducción de la pobreza continúe, es crucial aumentar la productividad a


nivel macroeconómico y adoptar estrategias de lucha focalizada soportadas por la evidencia. Al
igual que varias regiones y países del mundo, Bolivia ha experimentado una disminución de la
pobreza en lo que va del presente milenio. En Santa Cruz el avance ha sido más bien modesto
respecto a décadas anteriores. De todas formas, la forma de luchar contra la pobreza será
promover mayores niveles de productividad, lo que implica políticas básicas de un entorno
macroeconómico y microeconómico adecuado hasta dar mayor énfasis a la innovación. De igual
modo, las políticas públicas deben ser focalizadas y, en lo posible, apoyadas con programas de
medición y evaluación de impacto continuo.

Uno de los pilares básicos para esta transformación es la educación que brinde competencias,
facilite la inserción laboral y pueda ser útil para la producción y emprendimiento formales.
Usualmente la gente pobre tiene baja educación porque percibe que los conocimientos
transmitidos no son apropiados para sus necesidades; esa falta de conocimientos se plasma en
una diversificación de habilidades sencillas, las cuales a su vez ven en el emprendimiento informal
una oportunidad de aplicar ese conjunto limitado y no calificado de competencias en una
oportunidad factible de sobrevivencia. Entonces una educación de calidad desde sus inicios puede
romper este círculo vicioso.

En esta etapa demográfica, la educación también debe concentrarse en la continua capacitación


de jóvenes, que además impacta en la formalización de la economía. El reporte conjunto entre la
CEPAL, CAF y OECD 2017 sobre el tema “Juventud, Competencias y Emprendimiento”, señala que
el cambio educativo es crucial para que los jóvenes puedan entrar al mercado laboral ágilmente y
aporten con un cúmulo de competencias y habilidades en un contexto en el cual las profesiones y
oficios experimentan un cambio constante. Lo propio sucede con los emprendimientos, puesto
que su formalización está condicionada, según algunos estudios, a la posibilidad de tener
emprendedores educados, que serían la clave para la formalización. 2 3 4 Es una agenda ambiciosa
acordada por los países que conforman las Naciones Unidas para alcanzar 17 objetivos, entre los
cuales destacan la erradicación de la pobreza y el hambre (ODS1 y ODS2), buena salud y bienestar
(ODS3), educación de calidad (ODS4), igualdad de género (ODS5), trabajo decente y crecimiento
económico (ODS8). Propugna la erradicación de la pobreza extrema (Meta 1), la socialización y
universalización de los servicios básicos (Pilar 2), salud, educación y deporte para la formación de
un ser integral (Pilar 3), entre los referidos al área social. Visualiza a una Santa Cruz equitativa,
habitable y segura (Área Estratégica 3), lo que implica acceso a servicios de calidad y capital
humano formado. Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda del Bicentenario 2025 El Plan
Departamental de Desarrollo 2025 5

Una adecuada salud es un requisito fundamental para que el incremento de la productividad se


concrete y la educación y/o capacitación pueda contribuir al desarrollo personal. Es difícil
conseguir resultados adecuados en un entorno de desnutrición, baja protección frente a
enfermedades y alta probabilidad de contraerlas, que junto a la ausencia de sistemas de salud que
puedan proveer asistencia, sin generar una caída de los activos de la población más pobre o
vulnerable.

Incrementar los índices de educación en calidad y el acceso de la población, sobre todo


promoviendo la culminación de la educación secundaria y el acceso a estudios superiores o
técnicos de personas mayores a 19 años, además de una más temprana incursión al sistema
educativo, lo que se plantea en un capítulo particular sobre propuestas para continuar en la senda
del desarrollo cruceño cruceño. Tal es el caso de educar para emprender y generar mayor capital.

Mejorar el acceso de los niños y la población en general a servicios de salud de calidad incluyendo
la disponibilidad de profesionales e infraestructura moderna y suficiente para responder de
manera inmediata a los requerimientos de atención de la población. Las acciones y campañas de
salud preventiva tienen igual relevancia para asegurar el bienestar de la población y mantener su
capacidad productiva y un nivel de vida adecuado.

Reducir el déficit cuantitativo y cualitativo en vivienda y mejorar el acceso a servicios básicos


teniendo en cuenta que una vivienda es el núcleo alrededor del cual gira la vida familiar, además
de constituir la unidad básica del desarrollo humano. Contar con una vivienda digna dotada de
servicios básicos es el sueño y meta de todo habitante de Santa Cruz.

Promover el acceso de la población al empleo digno apoyando el desarrollo de empresas que


demanden personal en número suficiente para dar trabajo a la población económicamente activa
que se agrega anualmente y sustentar el desarrollo de Santa Cruz y el país. Esto comprende
reducir la brecha laboral relacionada con género. Adicionalmente, incorporar al mercado laboral a
los jóvenes que no logran formación universitaria técnica, capacitándolos continuamente en
función a las habilidades y aptitudes que se requieran en dicho mercado.
La vivienda de los cruceños

Las características de las viviendas de los cruceños cambian gradualmente. Para el año 2012
existían alrededor de 708.716 viviendas en Santa Cruz, casi el doble de las registradas en 2001. La
mayor parte de las unidades habitacionales se encontraba construida con ladrillos, techos de teja,
pisos de cemento o cerámica, materiales cuyo uso se fue acentuando a lo largo del tiempo, con
una reducción notable de la utilización de adobes, tejas de arcilla y pisos de tierra, que según el
censo de 1976 eran utilizados por una gran parte de la población en la construcción de sus
hogares. Todavía existe un déficit de propiedad de la vivienda. Si bien poco más de la mitad de las
viviendas de los cruceños es propia, casi un cuarto de la población vive en alquiler, situación que
se ha venido acentuando en el tiempo (Gráfica 5.29).
Los indicadores de pobreza en Santa Cruz

Santa Cruz muestra niveles de pobreza inferiores, comparados con los índices nacionales,
aunque todavía su magnitud es significativa. Según el indicador de Necesidades Básicas
Insatisfechas (NBI), al menos el 35,5% de los cruceños vivía en condiciones de pobreza en 2012, es
decir, que no tenía acceso a uno o más de los siguientes factores: 1) Acceso a una vivienda de
Calidad o vive en hacinamiento, 2) Agua potable y/o saneamiento, 3) Los niños en edad escolar no
asisten a un establecimiento, 4) Los ingresos económicos en el hogar son insuficientes (Gráfico
5.24 y 25). A nivel nacional, la población en situación de pobreza alcanzaría al 44,9% y el
departamento con la mayor proporción de hogares en esta situación es Potosí, con 59,8%.
En el departamento de Santa Cruz. Sólo el 23,8% de la población mayor a 19 años cuenta con
algún tipo de instrucción más allá del colegio, como alguna rama técnica, licenciatura, maestría u
otro, mostrando la magnitud del desafío para revertir este porcentaje a niveles iguales o mayores
a los alcanzados en otras regiones del país, especialmente si se toma en cuenta el importante
aporte económico del departamento (Gráfico 5.11).

En síntesis, en torno al 71% de la población cruceña mayor a 19 años sólo tiene grado de
instrucción que abarca la escuela y el colegio, mientras que el resto sí tiene educación técnica,
universitaria y de postgrado. El segundo y tercer nivel más alcanzado es el de la licenciatura y las
ramas técnicas como se mencionó previamente. Solamente el 1,3% realiza alguna maestría o
doctorado (Gráfico 5.12). De hecho, estudios al respecto muestran que en Santa Cruz y Bolivia
existe tanto rezago, por edad como por grado, que se acentúa en la secundaria, disminuyendo las
posibilidades de pasar al siguiente nivel técnico o universitario.1
Mejorar la calidad de la educación en todos sus niveles

La educación, para cualquier sociedad, es el tema central que impulsa el desarrollo. Este
es, con absoluta claridad, el principal desafío para que Santa Cruz acelere su desarrollo mediante
la mejora de la calidad de la educación primaria y la inversión de recursos en la educación técnica
y universitaria. Los avances que se logren en este campo definirán la calidad del desarrollo
regional y la calidad de vida de la población en este siglo XXI.

El factor determinante del crecimiento demográfico en Santa Cruz ha sido la migración de


tierras altas. Sólo la ciudad de Santa Cruz de la Sierra ha crecido 50 veces en 60 años, pasando de
42.000 habitantes en 1950 a cerca de 2.000.000 en el presente. Este explosivo crecimiento
demográfico ha superado la capacidad de planificación del Estado, en todos sus niveles, para
brindar servicios públicos de calidad, ordenar el crecimiento de la ciudad, el transporte urbano y la
economía popular. Debido a la migración, la formación social en Santa Cruz ha cambiado y se ha
constituido en la síntesis multicultural y cosmopolita de Bolivia, como lo seguirá siendo en el
futuro.

El crecimiento de la economía ha sido sostenido y se ha logrado la inserción en el mercado


internacional. La llegada de capitales extranjeros a la agroindustria y ganadería han potenciado a
la base económica del departamento. Sin embargo, hay factores que deben resolverse para que el
modelo de desarrollo económico sea sostenible en el tiempo. Uno de estos factores tiene que ver
con la baja productividad de la agricultura, aspecto que debe superarse para ser más competitivos
en los mercados internacionales. Por otra parte, es necesario usar con mayor intensidad la
tecnología, a fin de mejorar las condiciones de la producción. Adicionalmente, se reconoce
también la necesidad de eliminar progresivamente la desigualdad económica y la erradicar la
extrema pobreza en los siguientes veinte años.

Santa Cruz de la Sierra se sitúa entre una de las ciudades con más rápido crecimiento
demográfico en el mundo. Según el estudio Perspectivas de Urbanización Mundial, revisión 2014
de las Naciones Unidas, la ciudad ocupa el puesto 263 entre los 1.692 centros urbanos con más de
300 mil habitantes que más ha crecido, y es la novena ciudad de América Latina -al igual que
Brasilia y Cancún-, que sigue esta tendencia. A nivel nacional, con su crecimiento promedio de
6,0% superó ampliamente a Cochabamba (4,0%), Sucre (3,4%) y La Paz (2,7%).

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