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RESUMEN DEL LIBRO “LA POROTA”

• El cuarto de Porota:

Porota era una niña rubia de grandes trenzas, de ojos claros, nariz corta y dientes pequeños. Tenía
su propio dormitorio y desde allí miraba hacia el jardín y alimentaba a los gorriones con
migas de pan. En su cuarto tenía muchos juguetes, como una jirafa, un oso, un piano, una cocina,
pero lo más importante para ella era su muñeca Mimí ya que la consideraba su amiga. Mimí tenía
su propia cama al lado de la de Porota y la niña lo último que hacía antes de dormir era despedirse
de la muñeca y lo primero que hacía al despertar era saludarla. Un día despertó y la muñeca no
estaba, la buscó, pero no la encontró en ninguna parte.

• El secreto de Mimí:

Cuando el papá de Porota llegó de su trabajo a almorzar, se fue a la biblioteca a leer y la llamó para
que fuera a ver que la muñeca perdida estaba ahí. La niña la llevó a su dormitorio para acostarla
mientras ella almorzaba y se la dejó encargada a otro juguete para que la vigilara. Después
fue a verla y como aún dormía, fue hasta el jardín a ver a los gorriones. Más tarde fue a despertarla
y empezó a preguntarle por qué había desaparecido de su cama y que le contara qué había hecho
durante la noche. La muñeca empezó a hacer movimientos con los ojos y la boca, la niña se
asustó un poco y de pronto la muñeca empezó a decir el nombre completo de la niña. Porota
quiso saber cómo aprendió a hablar y le contestó que escuchando a la gente, pero que tenía que
ser un secreto entre las dos, le contó además que salía todas las noches cuando Porota
se quedaba dormida a la ciudad donde vivían todos los muñecos de trapo como ella y que esa
noche irían las dos a esa ciudad.

• El extraño viaje:

Porota estuvo todo el día muy nervioso esperando que llegara la noche para ir con Mimí a la ciudad
de los muñecos de trapo, no quería ir a verla por temor a que ya no hablara, estuvo en el jardín,
se hacía muchas preguntas acerca del lugar que iba a visitar. Al fin la noche llegó, después de
bañarse su madre la acompañó a su pieza a rezar como todas las noches, se despidió de su muñeca
y cuando la mamá salió, empezó a preguntarle cosas a su muñeca, ella le dijo que era
mejor que durmieran un rato porque se irían a la medianoche. Así fue, salieron al jardín y
subieron a un coche tirado por unos caballos de trapo, durmieron durante el viaje y al
legar a las puertas de la ciudad fueron recibidas por unos soldados de trapo. Mimí se
presentó y presentó también a Porota con su verdadero nombre (Beatriz María Magdalena
de los Ángeles Osorio y Castro Viejo), al saber que las esperaban, las dejaron pasaren el camino
Mimí era saludada por los muñecos, era conocida porque su papá era el gobernador de la
ciudad.

Llegaron a un palacio y subieron hasta el cuarto de Mimí a cambiarse de ropa, la sorpresa fue
grande para Porota ya que la pieza a la cual llegaron era igual a la de ella, pero era porque Mimí
quiso que fuera igual, le mostró el vestido que se tenía que colocar y al vestirse parecía una
verdadera muñeca.
 El gobernador:

Cuando bajaron fueron hasta una puerta dorada y dentro había un muñeco alto y grueso
vestido de verde que era el padre de Mimí, se saludaron, fueron presentados y luego de
preguntar por el viaje, Pirulo le contó el problema que tenían por el cual la había invitado
a la ciudad. Se trataba de unos vampiros de trapo que le chupaban el aserrín del cuerpo
y que vivían en el mundo delos humanos y que llegaban hasta allá a matar a los muñecos cada
noche. Porota les dijo que ella los iba a intentar ayudar, pero que necesitaba saber dónde
encontrarlos, así que para allá partió.

 La fábrica de muñecos:

Fueron a la ciudad de los humanos, a la fábrica de muñecos de trapo que pertenecía a don Pedro,
entraron a ella, estaba llena de todo tipo de muñecos de trapo, pero los vampiros no estaban por
ninguna parte; ya habían ido a la ciudad de los muñecos de trapo. Mirando el lugar donde debían
estar, Porota tuvo una idea para que no siguieran causando daño. Ese día Porota demoró
en despertar, estaba muy cansada con todo lo que hizo en la noche, Mimí también durmió hasta
muy tarde. Después de almuerzo durmió una siesta para tomar fuerzas para lo que harían esa noche.
Después fue hasta la casa de un carpintero que vivía cerca para que le ayudara con su plan
con los vampiros y salió de allí con un paquete. Se fueron a acostar y fingieron quedarse dormidas
esperando que las fueran a buscar a la medianoche, Porota se vistió con el vestido de la noche
anterior y salió con su paquete. En lugar de ir a la ciudad de los muñecos de trapo como la
noche anterior, esta vez fueron a la fábrica de don Pedro. ¡Ay, los vampiros!: Los vampiros aún
estaban dentro, esperaron nerviosamente a que salieran y ellas entraron, Porota sacó el
paquete que le dio su carpintero amigo que contenía un tarro con un líquido y una brocha y comenzó
a pasarlo por todas las partes del estante en donde se guardaban los vampiros. Demoró
en hacerlo ya que el carpintero le había enseñado que debía hacerlo con mucho cuidado.
Cuando terminó se volvieron a su casa y se fueron adormir. El terror de los vampiros y otras cosas
increíbles: Cuando los vampiros volvieron, todo juntos entraron a la fábrica y en fila fueron
colocándose en el estante donde se guardaban durante el día y uno a uno se fueron dando cuenta
de que no podían moverse, trataron pero no pudieron gracias a la poderosa cola que
Porota había puesto en el estante. Gritaban ¡socorro, socorro! Pero nadie podía escucharles y
cuando don Pedro se levantó ni siquiera los miró. En cuanto llegó la noche Porota y Mimí esperaban
la señal para partir, fueron esta vez a la ciudad de los muñecos de trapo a contarla buena noticia. El
padre de Mimí se puso muy feliz, no se cansaba de dar las gracias a Porota y llamó a toda su gente
para contarles y que todos agradecieran a la niña por haberles salvado de los malvados
vampiros. Luego decidieron ir a buscar a los derrotados vampiros, fue toda la gente menos la niña,
la muñeca y su padre y comenzaron a tocar las campanas por todas partes celebrando el triunfo
Una ceremonia solemne: Luego de un tiempo volvieron y el oficial a cargo anunció que los vampiros
habían sido traídos para su ejecución, fueron a la plaza y Porota fue levantada en brazos para que
todos la saludaran, ella respondía levantando sus brazos. Colocaron a los vampiros al pie de un
árbol y el gobernador le dijo al pueblo que Porota, su salvadora sería nombrada Muñeca
de Trapo Honoraria para siempre, les dispararon y poco a poco se les desangró su corazón de
aserrín, el peligro había desaparecido de la ciudad. Todos celebraron, le lanzaban flores
hasta que volvieron al palacio, después de eso Porota y Mimí regresaron a la casa de la
niña.

Aquí termina nuestra historia: Cuando don Pedro despertó, se dio cuenta que los vampiros no
estaban y creyó que le habían robado, pero se extrañó mucho que sólo se hubiesen llevado esos
muñecos que nadie compraba. En tanto Porota en su casa despertó llena de alegría, desayunó con
mucho apetito, en cambio Mimí dormía profundamente y con una sonrisa en los labios.
Pasaron los días y no volvieron a salir de noche, hasta que un día apareció en su ventana la señal del
cochero que venía a buscarlas. Fueron a la ciudad de los muñecos donde había una gran fiesta
con un estupendo banquete que se organizó en honor a Porota donde se le reconocía
oficialmente. Al día siguiente la niña le contaba a su madre la historia que vivió con su muñeca, pero
por supuesto que la mamá no le creyó, diciéndole que todo era fruto de su imaginación. Porota le
contó a su muñeca lo que pasó y ella la consoló, le dijo que los adultos eran así y acordaron ir a la
ciudad de los muñecos de trapo una vez al mes. Así lo hicieron y cada vez Porota era recibida con
mucho cariño, lo que la hacía muy feliz.

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