La percepción del medioambiente.

Cultura, Naturaleza, medioambiente

Tim ingold.
Este texto presenta a partir de la antropología diversas formas de interacción entre
la cultura, la naturaleza y el medio ambiente, desarrollando sobre las formas del
conocimiento indígena y la ciencia o la mente y la naturaleza donde retoma y critica
el trabajo de Levistrauss y Bateson, a partir de esto comienza a hablar las formas
de interpretación y relación con la naturaleza.

Lo que más me llama la atención de su discurso es que nos lleva a pensar en que
la antropología debe ser un instrumento que brinde la comprensión cabal de la
complejidad de la unidad y la pluralidad de las sociedades humanas, en una
antropología de los sentidos, del corazón humano, y de la valoración de la vida del
hombre y su entorno natural. En las sociedades humanas, las interacciones están
marcadas por las construcciones culturales por ella generadas.

Si pensáramos en términos de los organismos que habitan el mundo, nos daríamos

cuenta de que aquello que se presenta como un sujeto, circunscrito por los límites
de su piel, es materia, de la misma forma que el aire que respiran, los caminos que
recorren, los objetos que producen y las historias que cuentan, al imprimir su marca
en el paisaje que habitan. Pensar en el planeta de esta forma nos permite
comprender que es así como las identidades y capacidades de sus habitantes
humanos y no humanos no son impuestas sobre un sustrato material, sino que
emergen como condensaciones y cristalizaciones de la actividad dentro de un
campo relacional.

Ingold piensa los organismos como flujos o líneas y no como unidades circunscritas
por una envoltura identitaria. Cada individuo, humano o no humano, se constituye
en cuanto tal en la confluencia de un haz de líneas, en las que todo lo que expone
en este texto se relacionan de manera compleja, y considero que para nuestra labor
comenzar a considerar esta perspectiva ecológica que piensa simétricamente el
lugar y el estatus de los organismos y su actuar en el mundo.