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1.3.

Concepto de ciencia

La ciencia es un conjunto de conocimientos verificables, sistemáticamente organizados y


metodológicamente obtenidos , relativos a un determinado objeto de estudio o rama del
saber.

Tales conocimientos son:

Verificables: porque pueden ser comprobados. La afirmación: “el agua hierve a una
temperatura de 100° centígrados a nivel del mar”, puede ser verificada fácilmente
utilizando los instrumentos adecuados.

Sistemáticamente organizados: debido a que poseen un orden lógico y se relacionan entre


sí. Por ejemplo, en matemática, los números naturales son elementos necesarios para
realizar las operaciones de suma, resta, multiplicación o división. Así mismo, entre estas
operaciones existe una vinculación: la multiplicación es una “suma simplificada” y la
división “es la operación inversa a la multiplicación”.

Metodológicamente obtenidos: ya que son producto de la aplicación de un conjunto


sistemático de pasos, conocido como método científico. (Arias, 2017, p.17)

Métodos de estudio de la ciencia


El razonamiento científico constituye un estricto proceso de deducción,
proceso del que están excluidos la imaginación y el pensamiento intuitivo.

En otras palabras, el método científico tiene su base y postura sobre la teoría


mecanicista (todo es considerado como una máquina, y para entender el todo
debemos descomponerlo en partes pequeñas que permitan estudiar, analizar y
comprender sus nexos, interdependencia y conexiones entre el todo y sus
partes), y, por consiguiente también ese mismo carácter.

Si ello fuera realmente así, está claro que quedarían fuera del alcance, del
razonamiento científico vastos campos o parcelas de la realidad, de la verdad;
siendo entonces necesario hallar un nuevo camino que nos lleve hasta esta
misma verdad.

Mas la ciencia no está en modo alguno circunscrita a lo mensurable. “El papel

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desempeñado por la medición y por la cantidad (cualidades cuantitativas) en
la ciencia –dice Bertrand Russell- es en realidad muy importante, pero creo
que a veces se le supervalora. Las leyes cualitativas pueden ser tan científicas
como las leyes cuantitativas.” Tampoco la ciencia está reducida a la física y a
la química; mas a los defensores del “elevado camino hacia la verdad” les
conviene creer que ello es así. Para ellos es necesario, en efecto, presentar a la
ciencia como estando limitada, por su misma naturaleza, a la tarea de preparar
el escenario para que la entrada en él una forma más elevada de conocimiento.

Pero la esfera de la acción de la ciencia es ya bastante amplia, no ya para


incluir a la biología y a la psicología, a la economía y a la antropología, a la
sociología y a la historia, sino que también sus métodos son capaces de ir
modificándose a si mismos, al objeto de mejor adecuarse a cada uno de los
campos estudiados.

Lo que hace que el razonamiento científico es, en primer lugar, el método de


observación, el experimento y el análisis, y, después, la construcción de
hipótesis y la subsiguiente comprobación de éstas. Este procedimiento no sólo
es válido para las ciencias físicas, sino que es perfectamente aplicable a todos
los campos del saber. (Pág. 34-35. Lewis John. Ciencia, fe y Escepticismo. Editorial Grijalbo.
México 1969.)

1.2. El Método Analítico

El Método analítico es aquel método de investigación que consiste en la


desmembración de un todo, descomponiéndolo en sus partes o elementos para
observar las causas, la naturaleza y los efectos. El análisis es la observación y
examen de un hecho en particular. Es necesario conocer la naturaleza del
fenómeno y objeto que se estudia para comprender su esencia. Este método
nos permite conocer más del objeto de estudio, con lo cual se puede: explicar,
hacer analogías, comprender mejor su comportamiento y establecer nuevas
teorías.7

¿Qué significa Analizar? Analizar significa desintegrar, descomponer un todo


en sus partes para estudiar en forma intensiva cada uno de sus elementos, así
como las relaciones entre si y con el todo. La importancia del análisis reside
en que para comprender la esencia de un todo hay que conocer la naturaleza
de sus partes. El todo puede ser de diferente índole: un todo material, por

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ejemplo, determinado organismo, y sus partes constituyentes: los sistemas,
aparatos, órganos y tejidos, cada una de las cuales puede separarse para llevar
a cabo un análisis mas profundo (esto no significa necesariamente que un
aparato u órgano tenga que separarse físicamente del resto del organismo; en
otras palabras, aislar un órgano o aparato significa aquí que no se tomen en
cuenta las demás partes del todo). Otros ejemplos de un todo material es: la
sociedad y sus partes: base económica (fuerzas productivas y relaciones
sociales de producción) y la superestructura (política, jurídica, religiosa,
moral). La sociedad es un todo material en tanto que existe fuera e
independientemente de nuestra conciencia.

El todo puede ser también racional, por ejemplo, los productos de la mente:
las hipótesis, leyes y teorías. Descomponemos una teoría según las leyes que
la integran; una ley o hipótesis, según las variables o fenómenos que vinculan
y el tipo de relaciones que establecen, por lo tanto, puede hablarse de análisis
empírico y análisis racional. El primer tipo de análisis conduce
necesariamente a la utilización del segundo tipo; por ello se le considera como
un procedimiento auxiliar del análisis racional.

El análisis va de los concreto a lo abstracto ya que mantiene el recurso de la


abstracción puede separarse las partes (aislarse) del todo así como sus
relaciones básicas que interesan para su estudio intensivo (una hipótesis no es
un producto material, pero expresa relaciones entre fenómenos materiales;
luego, es un concreto de pensamiento).

1.3. El Método Sintético


El método sintético es un proceso de razonamiento que tiende a reconstruir un
todo, a partir de los elementos distinguidos por el análisis; se trata en
consecuencia de hacer una explosión metódica y breve, en resumen. En otras
palabras debemos decir que la síntesis es un procedimiento mental que tiene
como meta la comprensión cabal de la esencia de lo que ya conocemos en
todas sus partes y particularidades.8

La síntesis significa reconstruir, volver a integrar las partes del todo; pero esta
operación implica una superación respecto de la operación analítica, ya que no
representa sólo la reconstrucción mecánica del todo, pues esto no permitirá
avanzar en el conocimiento; implica llegar a comprender la esencia del

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mismo, conocer sus aspectos y relaciones básicas en una perspectiva de
totalidad. No hay síntesis sin análisis sentencia (Engels), ya que el análisis
proporciona la materia prima para realizar la síntesis.

La síntesis, sea material o racional, se comprende en el pensamiento; por ello,


es necesario señalar que el pensamiento, si no quiere incurrir en
arbitrariedades, no puede reunir en una unidad sino aquellos elementos de la
consciencia en los cuales – o en cuyos prototipos reales – existía ya
previamente dicha unidad.

La síntesis va de lo abstracto a lo concreto, o sea, al reconstruir el todo en sus


aspectos y relaciones esenciales permite una mayor comprensión de los
elementos constituyentes. Cuando se dice que va de lo abstracto a lo pueden
obtener (generalizar) nuevos conocimientos, los cuales serán mas complejos.
Insistimos otra vez: el trabajo científico no va del paso mecánico de los
hechos empíricos al pensamiento abstracto; existen niveles de intermediación
y a medida que se asciende, las generalizaciones van perdiendo contacto con
la realidad inmediata ya que se apoyan en otros conocimientos los cuales sí
tienen relación directa o indirecta con la realidad.

Para poder pensar en la posibilidad de establecer leyes y teorías con base en la


inducción, es necesario partir del principio de la regularidad e interconexión
de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad, lo cual permite pasar de la
descripción (que se refiere fundamentalmente a los hechos empíricos) a otros
niveles de la ciencia: la explicación y predicción a través de leyes y teorías.

Puede decirse que las conclusiones obtenidas a través de la inducción tienen


un carácter probable, el cual aumenta a medida que se incrementa el número
de hechos particulares que se examinan. Cabe destacar que los procedimientos
de la inducción sólo permiten establecer relaciones entre hechos empíricos
(leyes empíricas); para formular leyes teóricas que expliquen a aquéllas, es
necesario apoyarse en otros planteamientos teóricos existentes en los marcos
de la ciencia de que se trate.

La deducción.
La deducción es el método que permite pasar de afirmaciones de carácter
general a hechos particulares. Proviene de deductivo que significa descender.

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Este método fue ampliamente utilizado por Aristóteles en la silogística en
donde a partir de ciertas premisas se derivan conclusiones: por ejemplo, todos
los hombres son mortales, Sócrates es hombre, luego entonces, Sócrates es
mortal. No obstante, el mismo Aristóteles atribuía gran importancia a la
inducción en el proceso de conocimiento de los principios iniciales de la
ciencia. Por tanto es claro que tenemos que llegar a conocer las primeras
premisas mediante la inducción; porque el método por el cual, hasta la
percepción sensible implanta lo universal, es inductivo.”

En este proceso deductivo tiene que tomarse en cuenta la forma como se


definen los conceptos (los elementos y relaciones que comprenden) y se
realiza en varias etapas de intermediación que permite pasar de afirmaciones
generales a otras más particulares hasta acercarse a la realidad concreta a
través de indicadores o referentes empíricos. Este procedimiento es necesario
para poder comprobar las hipótesis con base en el material empírico obtenido
a través de la práctica científica.11

La deducción desempeña un papel muy importante en la ciencia. Mediante


ella se aplican los principios descubiertos a casos particulares. El papel de la
deducción en la investigación científica es doble:

a. Primero consiste en encontrar principios desconocidos, a partir de otros


conocidos. Una ley o principio puede reducirse a otra más general que
la incluya. Si un cuerpo cae, decimos que pesa porque es un caso
particular de la gravitación.
b. También la deducción sirve científicamente para describir
consecuencias desconocidas, de principios conocidos. Si sabemos que la
formula de la velocidad es V = d/t podremos calcular con facilidad la
velocidad que desarrolla un avión. La matemática es la ciencia
deductiva por excelencia; parte de axiomas y definiciones.

El método inductivo.

El método inductivo en versión moderna fue desarrollado por el inglés Francis


Bacon (1561-1626) y se encuentra ligado a las investigaciones empíricas.
Bacon rechazo la silogística de Aristóteles en la que se apoyaba la escolástica
(doctrina del medievo) y la cual desdeñaba la experiencia sensible. En su

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lugar, Bacon destacó la importancia de la observación y el experimento en la
obtención del conocimiento, pero minimizó el papel de las hipótesis por lo
cual ha sido ampliamente criticado.

Acerca de la ciencia, Bacon tiene una idea completamente utilitarista (john


Dewey). Mientras que los empiristas –afirma- son como hormigas, que sólo
acumulan hechos sin ningún orden; los racionalistas o teóricos son como
arañas, pues sólo construyen bellas teorías, pero sin solidez. El verdadero
científico debe ser como la abeja, que digiere lo que capta, y produce miel
para la comunidad a la que pertenece.

Para construir ciencia se debe proceder a base de experimentación, con el fin


de observar las causas de los fenómenos, y poder comprender los procesos de
la naturaleza y sociedad. Para interpretarla, primero hay que ser dócil a ella.
La observación puede darnos la forma, o la ley de comportamiento del
fenómeno estudiado. La forma es como la esencia íntima del fenómeno; pero
no es de orden metafísico, sino físico y social, o sea, observable
experimentalmente.

Indudablemente, se debe dar un voto a favor del método inductivo. Gracias a


él como pueden descubrir las leyes que rigen a la naturaleza y a la sociedad.13

Sin embargo, no había que deslumbrarse tanto por la eficacia de la inducción,


como para menospreciar o dejar de lado el raciocinio deductivo. Lo correcto
es saber utilizar cada uno de los dos procesos: deducción e inducción, según
sea la naturaleza de la ciencia y del asunto tratado.

Nótese cómo es el tema metodológico el que incide con frecuencia en el


pensamiento filosófico de estos tiempos. Mientras que Descartes se inclina
hacia el método deductivo, la corriente empirista se inclinará hacia el método
experimental-inductivo. Lo cierto es que cada uno tiene su propia zona de
aplicación, sin que sea necesario desvirtuar uno u otro método en cuanto tal.14.
(Ruiz, 2007, p.13-19)

6 Pág. 78. Ibíd.


7 y 8 Pág. 64. Ortiz Frida, García Maria del Pilar. Metodología de la Investigación. Editorial Limusa. México 2005.
11 Pág. 85, Raúl Rojas Soriano. El Proceso de la Investigación Científica. Editorial Trillas. México 2004.
13 Págs. 112-113. Gutiérrez S. Raúl. Historia de las Doctrinas Filosóficas. Editorial Esfinge S.A., Mexico
1990.
14 Págs. 113. Gutiérrez S. Raúl. Historia de las Doctrinas Filosóficas. Editorial Esfinge S.A., México 1990.

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1.5. El método científico

En términos generales, método es la vía o camino que se utiliza para llegar a un fin o para
lograr un objetivo. Por ejemplo, existen métodos de enseñanza, métodos de entrenamiento
deportivo, métodos de estudio, etc.

En el campo de la investigación, se considera método al modo general o manera que se


emplea para abordar un problema, y aunque resulte redundante, el camino fundamental
empleado en la investigación científica para obtener conocimiento científico es el método
científico, que se define a continuación:

“El método científico es el conjunto de pasos, técnicas y procedimientos que se emplean


para formular y resolver problemas de investigación mediante la prueba o verificación
de hipótesis”.

Aun cuando este método no es el único camino para la obtención del conocimiento
científico, surge como vía flexible utilizada por la mayoría de las ciencias fácticas en la
actualidad. Prácticamente, se le considera como el método general de la ciencia. (Arias,
2012 p.18-19)

1.5.1. Pasos del método científico


Previo a la aplicación del método científico debe ocurrir un hecho o fenómeno, es decir,
cualquier suceso o cambio ocurrido en la naturaleza o en la sociedad, que pueda ser
percibido y que sea de interés para el investigador. Una vez sucedido el hecho, se
procede con el primer paso.

1. Observación: consiste en la percepción del hecho o fenómeno.


2. Formulación del problema: se basa en la elaboración de una pregunta o
interrogación acerca del hecho observado.
3. Formulación de hipótesis: radica en la producción de una suposición o posible
respuesta al problema.
4. Verificación: consiste en someter a prueba la hipótesis mediante la recolección de
datos.
5. Análisis: los datos obtenidos son procesados para así determinar cuáles confirman o
niegan la hipótesis.
6. Conclusión: es la respuesta al problema, producto de la verificación y del análisis
efectuado.

Es importante señalar que en otros libros de texto pueden aparecer más o menos pasos,
pero son los antes indicados los que constituyen la esencia del método científico.

Ejemplo:

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1. Un sujeto observa un hecho no común: una aglomeración de personas en una vía
pública.

2. El sujeto pregunta:
¿A qué se debe tal concentración de personas?

3. El sujeto supone que:


– La concentración se debe a una protesta (hipótesis A).
– La concentración fue causada por un accidente (hipótesis B).

4. El sujeto verifica. Para ello se acerca al lugar de la concentración y comienza a


preguntar a los presentes.

5. El sujeto analiza: de la totalidad de las respuestas, la mayoría confirma la hipótesis


A.

6. El individuo concluye que la hipótesis A es la respuesta a problema: la


concentración fue ocasionada por una protesta. (Arias, 2012, p.19 y 20.)

5.4. Las variables


Por variable entendemos cualquier característica o cualidad de la realidad que es
susceptible de asumir diferentes valores. Es decir, que puede variar, aunque para un objeto
determinado que se considere pueda tener un valor fijo. Cuando nos referimos a una
característica o una cualidad, que pueden tener los objetos en estudio, cualesquiera que
ellas sean, hablamos de propiedades de los objetos pero nunca de los mismos objetos. Una
mesa no puede ser, en sí, una variable, pero si nos referimos a la altura de una mesa
estamos efectivamente en presencia de una variable, pues una mesa puede tener una altura
de 0,40 m, de 0,80 m, o de cualquier otro valor.

O sea que esa cualidad de la mesa (la altura), puede asumir diferentes valores: es por lo
tanto una variable. No quiere decir eso que la altura de una determinada mesa deba variar,
sino que el concepto genérico de “altura de una mesa” puede variar de un caso a otro. [La
definición de variable que acabamos de ofrecer es más amplia que la usualmente utilizada
en estadística y en otras ciencias; ello es así porque también intentamos abarcar, en la
misma definición, los problemas que se presentan en el estudio de lo social.

En todo caso nuestra definición para nada entra en contradicción con el uso aceptado en
esas disciplinas: simplemente es una presentación más general de lo que, en tal caso,
resultaría un caso específico o particular.]

Las variaciones pueden producirse también para un mismo objeto, y no sólo entre
diferentes objetos considerados. Pero, en este caso, tampoco podemos expresar que es el
objeto mismo el que varía, pues esta modificación habrá de ser siempre la de alguna de sus
características (incluyendo dentro de ella a su misma existencia). Así, por ejemplo, diremos

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que es una variable el caudal que posee un río y no el río en sí mismo.

El tiempo es siempre considerado como una variable, pues los hechos pueden producirse en
un momento o en otro, dentro de un continuo que va discurriendo constantemente. Por ello,
si los fenómenos pueden tener siempre un tiempo determinado diferente para cada caso es
que lo consideramos también como una variable. (Sabino, 1992, p. 79-80)

5.5. Variables y dimensiones


Sucede en la práctica que muchas de las características que nos interesa estudiar no son tan
simples como las de algunos ejemplos anteriores. Resulta muy sencillo medir y comprar la
variable cantidad de hijos que posee una persona, pero nos enfrentamos a una dificultad
mayor si pretendemos conocer el rendimiento de un estudiante o el grado de patriarcalismo
que presenta una sociedad.

Esto es frecuente especialmente en las ciencias sociales, donde la complejidad de los


fenómenos y de los actores que intervienen en ellos hace que normalmente nos
encontremos con conceptos de suma complejidad. Cuando nos hallamos frente a variables
de este tipo, que son complejas de por sí ya que resumen o integran una multiplicidad de
aspectos diversos, debemos recurrir a subdividir o descomponer a la variable en cualidades
más simples y por lo tanto más fáciles de medir. A estas sub-cualidades que en conjunto
integran la variable las llamamos dimensiones.

Por dimensión entendemos un componente significativo de una variable que posee una
relativa autonomía. Nos referimos a componentes porque estamos considerando a la
variable como un agregado complejo de elementos que nos dan un producto único, de
carácter sintético. Así, en nuestro ejemplo, el patriarcalismo de una sociedad debe
considerarse como una síntesis de un cierto tipo de organización familiar, determinamos
valores de conducta individual y pautas definidas de organización económica. Para dar un
ejemplo más simple, tomado del campo de las ciencias naturales, podemos afirmar que el
tamaño de un objeto, digamos una mesa, no es solamente su altura, largo o ancho, sino una
resultante de estas tres dimensiones que, en total, nos determinan su tamaño.

Cuando en la definición anterior hablábamos de relativa autonomía lo hacíamos para


destacar que las dimensiones pueden presentar diferentes valores unas respecto a otras, pero
siempre dentro de ciertos límites de congruencia. Si el largo de un objeto se modificara al
variar su altura no estaríamos en presencia de dos dimensiones de una misma variable sino
frente a dos variables diferenciadas, una de las cuales estaría influyendo sobre la otra.

En cambio, al tratarse de conceptos independientes entre sí, los consideramos como


elementos autónomos que permiten integrar una variable. Naturalmente, la independencia
que puede haber entre diversas dimensiones no es absoluta ni total, puesto que existe un
mínimo y un máximo dentro de los cuales pueden variar los valores de las dimensiones sin
llegar a producir una situación incoherente: no llamaríamos mesa a un objeto que tuviese 10

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metros de largo y una altura de 20 cm, aunque puede haber mesas de esa longitud (más
altas) y de esa altura (más cortas). Por esta razón especificamos que se trata de una relativa
autonomía, y no simplemente de autonomía.

Una misma cualidad puede considerarse como una variable en sí o como una dimensión de
una variable mayor según el enfoque y propósitos que guíen cada investigación, pues se
trata de definiciones de carácter instrumental que el científico realiza de acuerdo a la
naturaleza del problema planteado. Si, por ejemplo, nos interesa conocer y distinguir a las
personas de acuerdo a su nivel socio-económico, esta variable tendrá, a su vez, dos
dimensiones distinguibles: el nivel social, y el nivel económico. Pero si estamos estudiando
el ingreso de las familias debemos manejar el mismo concepto de nivel económico como
una variable en sí y no como una simple dimensión, y nos veremos en la necesidad de
descomponer esta variable en algunas de las dimensiones que la integran.

En general podemos afirmar que una cualidad interviene como variable en una
investigación cuando nos es útil relacionarla como un todo con otra u otras variables; en
cambio, debemos tomarla sólo como una dimensión cuando su sentido como cualidad
aislada sea poco significante y deba agruparse con otras cualidades para poder ser
relevante. Dentro de cada trabajo cada cualidad deberá asumir su papel fijo de variable o de
dimensión, sin alterar este carácter a todo lo largo del mismo, pues de otro modo se
producirían evidentes confusiones y contradicciones lógicas.

Posteriormente, cada una de las variables y dimensiones que hemos aislado debe ser
definida con la mayor rigurosidad posible, asignándole un sentido unívoco y claro para
evitar que se originen ambigüedades, distorsiones e innecesarias discusiones sobre
terminología.

5.6. Relaciones entre variables


Luego de haber precisado los factores que intervienen en un problema, debemos entonces
organizar estas relaciones observadas, de modo tal que podamos construir un esquema
coherente que nos exprese el cuadro general del problema.

Para ello partiremos del núcleo inicial de todo esquema de variables, es decir, del caso
elemental en que encontremos que la variable B se halla condicionada por la variable A. No
nos interesa ahora especificar la forma concreta de este condicionamiento sino expresar esa
relación simple entre ambas variables. Si suponemos que la alimentación que se recibe en
la infancia (variable A) afecta o determina o influencia el nivel de inteligencia posterior de
la persona (variable B), expresaremos esta relación diciendo que las variaciones de B
dependen, en cierta medida por lo menos, de lo que ocurra con la variable A. Llamaremos
entonces a la variable A variable independiente y a la variable B variable dependiente,
pues sus valores dependen de los que asuma A.

La variable A es llamada independiente, pues dentro de la relación establecida no depende

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de ninguna otra, aunque pudiera resultar dependiente si estudiáramos otro problema. Por
ejemplo, la variable nivel socio-económico tiene una relación evidente con la calidad de la
alimentación que se recibe. Si llamamos C a esta nueva variable obtendremos el siguiente
esquema:

Donde ahora A juega el papel de variable dependiente y C asume el papel de independiente.


Es perfectamente posible agrupar las dos relaciones planteadas en un solo esquema, que
muestre el modo en que se enlazan las tres cualidades consideradas.

La variable A resulta ahora dependiente respecto a C, pero independiente respecto a B. La


designaremos entonces con el nombre de interviniente, pues resulta un factor que interviene
entre C y A modificando o alterando con su propio contenido las relaciones que existen
entre esos dos elementos.

Esta situación es bastante frecuente en los fenómenos sociales, que presentan al observador
muchos casos de factores entrelazados de tal modo que dan origen a círculos y sea viciosos
o virtuosos de retroalimentación positiva, o a circunstancias donde se produce en cambio
una retroalimentación negativa, donde el crecimiento de un factor induce al decrecimiento
de otro que, a su vez, refuerza el crecimiento del primero. (Sabino, 1992, p. 82-86)

5.7. Concepto de hipótesis


Cuando afirmamos que existe una cierta relación entre dos variables estamos suponiendo
que una cierta característica de la realidad influye sobre otra. Si enunciamos esta relación
de un modo explícito, afirmando que X afecta el comportamiento de Y, y si además le
damos a tal afirmación un carácter condicional, de enunciado sujeto a prueba o
verificación, estaremos elaborando un tipo de proposición fundamental en el avance de toda
ciencia: la hipótesis. La hipótesis es así una afirmación, aún no verificada, que relaciona
dos o más variables de una manera explícita. Lo que allí se enuncia puede o no ser
confirmado por los hechos, por los datos que se recojan, pero en todo caso sirve como
punto de partida para organizar el conjunto de las tareas de investigación. Llegar a
comprobar o rechazar la hipótesis que se ha elaborado previamente, confrontando su
enunciado teórico con los hechos empíricos, es el objetivo primordial de todo estudio que
pretenda explicar algún campo de la realidad. [V. Selltiz et al, Op. Cit., pp. 52 a 58.]

La hipótesis es la técnica mental más importante del investigador y su función principal es


sugerir nuevos experimentos o nuevas observaciones, apunta con razón W. Beveridge
[W.I.B. Beveridge, The Art of Scientific Investigation, W. W. Norton Company Inc., New
York. Tomado de La Hipótesis, Cuadernos de Epistemología No. 35, Univ. de Buenos
Aires, 1967, pág 5.] y añade, para resaltar el valor de esta herramienta metodológica, que
una hipótesis puede ser muy fértil sin ser correcta, ya que su capacidad para sugerir
diferentes pruebas y análisis de la realidad suele resultar de mucha utilidad para detectar
nuevos fenómenos hasta entonces pasados por alto. Lo importante es la actividad que se

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realiza al confrontar hipótesis con fenómenos empíricos, pues en ella radica una de las
notas más importantes de todo el sistema de pensamiento científico.

Para que una hipótesis cumpla con su cometido esencial debe reunir una serie de
características básicas, entre las que pueden destacarse: [V. Goode y Hatt, Metodología de
la Investigación Social, Ed. Trillas, México, 1970, pp. 80 a 82.] La hipótesis

Clara conceptualización, que permita identificar sin lugar a dudas cada uno de los términos
que involucra desterrando, hasta donde sea posible, toda vaguedad en el enunciado.
Referentes empíricos, que posibiliten encontrar hechos concretos sobre los cuales se podrá
luego corroborarla o refutarla.

Especificación clara respecto a las condiciones en que puede someterse a prueba.


Relaciones precisas con los conceptos que usualmente se emplean en el campo de
conocimiento sobre el que versa.

Por otra parte debemos apuntar que las hipótesis pueden pertenecer a diferentes órdenes o
niveles, es decir, que ellas pueden ser más o menos generales o específicas. Las hipótesis
del nivel superior son aquellas que sólo figuran como premisas del sistema y las de nivel
inferior son las que sólo figuran como conclusiones del sistema; las de los niveles
intermedios son las que aparecen como conclusiones de deducciones de nivel elevado y
sirven de premisas para las deducciones de hipótesis de bajo nivel, constituyéndose un todo
articulado que abarca desde las proposiciones de mayor generalidad hasta las más
particulares. [Richard B. Braithwaite, Scientific Explanation, Harper y Brothers, New York,
1970. Tomado de La Estructura de Los Sistemas Científicos, Cuadernos de Epistemología,
No. 35, Universidad de Buenos Aires, pág. 1.]

Las hipótesis, naturalmente, serán diferentes según el tipo de investigación que se esté
realizando. [Cf. Goode y Hatt, Op. Cit., pág. 78.] En los estudios exploratorios, a veces, el
objetivo de las investigación podrá simplemente ser el de obtener los mínimos
conocimientos que permitan formular una hipótesis. También es aceptable que, en este
caso, resulten poco precisas, como cuando afirmamos que el medio de comunicación X
induce probablemente un cambio de valores en la población Y, o que el planeta Z posee
algún tipo de atmósfera, sin especificar de qué elementos está compuesta.

Los trabajos de índole descriptiva generalmente presentan hipótesis del tipo todos los X
poseen, en alguna medida, la característica Y. Por ejemplo, podemos decir que todas las
naciones poseen algún comercio internacional, y dedicarnos a describir, cuantificando, las
relaciones comerciales entre ellas. También, y ya con un grado más alto de complejidad,
podemos hacer afirmaciones del tipo AX pertenece al tipo Y, como cuando decimos que
cierto compuesto químico es un éster o que una tecnología es capital-intensiva. En estos
casos describimos, clasificándolo, al objeto de nuestro interés, incluyéndolo en un tipo ideal
complejo de orden superior.

Por último podemos construir hipótesis del tipo AX produce (o afecta) a Y, donde
estaremos en presencia de una relación entre variables similar a la que mostrábamos en los
ejemplos del punto anterior.

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Finalmente debemos advertir, para evitar las demasiado frecuentes confusiones que se
producen en la práctica docente, que sólo en los casos de investigaciones explicativas es
necesario formular claramente cuáles son las hipótesis de la investigación. En las
investigaciones descriptivas y, con más razón, en las exploratorias, es posible omitir las
hipótesis, ya sea porque éstas son tan amplias y poco definidas que dicen muy poco a quien
lee el informe de investigación, o porque por la naturaleza de la indagación no es posible o
necesario verificarlas. También debemos diferenciar las hipótesis en sentido estricto, que
acabamos de analizar, de ciertos supuestos generales que aparecen en las investigaciones
pero que éstas no se dedican a verificar. En una indagación sobre el modelo organizativo de
una empresa es lógico suponer que ésta tiene fines de lucro, pero cualquier afirmación que
se haga al respecto no constituye en sí una hipótesis, sino un supuesto o precondición que
utilizamos para interpretar los datos que vayamos obteniendo. (Sabino, 1992, p. 86-89)

3.1. Concepto de problema de investigación


En términos generales, problema es un asunto que requiere solución.

“Independientemente de su naturaleza, un problema es todo aquello que amerita ser


resuelto. Si no hay necesidad de encontrar una solución, entonces no existe tal problema”.

Según su naturaleza, se identifican dos grandes tipos de problemas:


Prácticos y de investigación.

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a) Los problemas prácticos son dificultades, anomalías, situaciones negativas o
diferencias entre “lo que es” y “lo que debe ser”. Éstos requieren de una acción
para su solución y pueden ser de carácter económico, social, educativo,
gerencial, de salud individual o colectiva. Ejemplos: la delincuencia, el
desempleo, la inflación, la deserción escolar, las epidemias, etc. Por supuesto, la
solución de estos problemas no está en manos de los científicos, pero el
investigador sí puede aportar datos e información a las autoridades
competentes para que tomen las medidas necesarias dirigidas a solventar tales
dificultades. En muchos casos, para resolver un problema práctico, se requiere
plantear y dar respuesta a problemas de investigación.

b) Los problemas de investigación, también llamados problemas cognoscitivos o


de conocimiento, constituyen nuestro principal centro de atención. A diferencia
de los problemas prácticos, los problemas de investigación son interrogantes
sobre un aspecto no conocido de la realidad. En este sentido, lo desconocido se
presenta como un problema para el científico, quien se plantea preguntas
sobre aquello que no conoce y que deberá responder mediante una labor de
investigación. Las respuestas que se obtengan constituyen la solución al
problema

En síntesis:

Un problema de investigación es una pregunta o interrogante sobre algo que no se


sabe o que se desconoce, y cuya solución es la respuesta o el nuevo conocimiento
obtenido mediante el proceso investigativo.

3.1.1. ¿Cuándo puede surgir un problema de investigación?

a) Cuando existe una laguna o vacío en el conocimiento referido a una disciplina.


b) Al presentarse algo desconocido por todos en un momento determinado.
c) Cuando existe contradicción en los resultados de una investigación o entre dos
investigaciones.
d) En el momento en que nos interrogamos acerca de cualquier problema práctico.

Ejemplos:

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Es importante aclarar que un problema de investigación no sólo se origina de situaciones
negativas, éste también puede surgir de hechos positivos (Bernal, 2000; Méndez, 2001). Por
ejemplo, en una empresa X, sorpresivamente aumenta significativamente el nivel de ventas.
La directiva gira instrucciones para que se investigue el siguiente problema: ¿cuáles son los
factores que han incidido en el incremento de las ventas de la empresa X durante el 2do
trimestre del año 2011?

3.2. Planteamiento y formulación del problema


Aunque para algunos autores, planteamiento y formulación del problema son términos
equivalentes, en esta obra se consideró pertinente diferenciarlos.

“El planteamiento del problema consiste en describir de manera amplia la


situación objeto de estudio, ubicándola en un contexto que permita comprender su origen,
relaciones e incógnitas por responder”.

Plantear el problema implica desarrollar, explicar o exponer con amplitud. Mientras que
formular es concretar, precisar o enunciar. En este sentido:

“Formulación del problema es la concreción del planteamiento en una pregunta


precisa y delimitada en cuanto a espacio, tiempo y población (si fuere el caso)”.

Puede ocurrir que la formulación contenga más de una pregunta. Lo indispensable es que
exista una estrecha relación entre las interrogantes formuladas.

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3.3. Delimitación del problema.
Al igual que el tema, el problema también debe ser delimitado. En el campo de la
investigación, delimitar implica establecer los alcances y límites en cuanto a lo que se
pretende abarcar en el estudio. Concretamente:

La delimitación del problema significa indicar con precisión en la interrogante formulada:


el espacio, el tiempo o período que será considerado en la investigación, y la población
involucrada (si fuere el caso).

3.3.1. Delimitación del espacio.


Es muy importante que la pregunta precise el ámbito o lugar que será tratado en el estudio.
Ejemplo:

¿Cuál fue la tasa de analfabetismo en el Estado Vargas -


Venezuela para el año 2003?

3.3.2. Delimitación de tiempo.


En la formulación del problema debe indicarse el lapso o período objeto de estudio.
Ejemplo:

¿Cuáles fueron las causas del alto número de aplazados en el “Instituto Universitario
Académico” durante el semestre octubre 2011- marzo 2012?

3.3.3. Delimitación de la población.


En este caso hay que señalar los sujetos que serán observados, encuestados o medidos:
Ejemplo:

¿Cuál es el nivel de aptitud física de los alumnos del 1er semestre del Colegio Universitario
de Caracas? (Arias, 2012, p. 37, 38, 39, 41 y 42).

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Las leyes científicas

La ley científica es una reconstrucción racional que refleja a la ley objetiva.


Dicha reconstrucción se mejora con el avance del conocimiento,
aproximadamente cada vez más a la ley objetiva correspondiente, pero sin que
pueda llegar nunca a coincidir por completo con ella. Una vez establecida, la
ley científica expresa una relación necesaria que se cumple en ciertas
condiciones y cuyos efectos se manifiestan en acciones determinadas que se
producen en los procesos.

Debemos comprender que, el comportamiento de los procesos no está


determinado por las leyes, sino simplemente regulado por ellas. Así, el
hombre transforma los efectos de una ley cambiando las condiciones de los
procesos afectados.

Por su parte, las leyes científicas no determinan a los procesos, sino que
constituyen las pautas de su determinación. Esto es, que la ley científica no
expresa lo que ocurrirá en un cierto proceso, sino lo que sucederá cuando se
cumplan tales y cuales condiciones. En este sentido, las leyes científicas
desempeñan la función de predecir lo desconocido, con base en lo conocido.
Igualmente, las leyes científicas sirven como instrumentos de las
investigaciones ulteriores y, en tanto cumplen esta función, se constituyen en
partes integrantes del método científico.

Función de la ley científica

Las leyes condensan nuestro conocimiento de lo actual (lo que es) y lo que (lo
que puede ser), y gracias a esto nos permiten predecir lo que sucederá con un
fenómeno determinado que tenga las características necesarias para ser un
elemento de la relación expresada por la fórmula.

Resumiendo lo anterior, se puede decir que, las funciones de la ley son las
propias del conocimiento científico: explicar y predecir el curso de los
fenómenos o hechos que ocurren en la naturaleza y en la sociedad.

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Como conclusión, se puede decir que, el concepto de ley puede significar lo
siguiente:

 Esquema objetivo.
 Formula (función proposicional) que intenta reproducir un esquema
objetivo.
 Fórmula que refiere (o relaciona) a un esquema objetivo con
experiencia.
 Meta enunciado (enunciado de otro enunciado) que se refiere a un
enunciado liguliforme.
 Regla basada en un enunciado liguliforme.

Por último, puesto que ya se ha dicho que, todo hecho cumple con un conjunto
de leyes o, si se prefiere, que todo hecho podría explicarse mediante un
conjunto de fórmulas liguliformes y, por supuesto, a través de un conjunto de
datos empíricos, entonces, más que una ley suelta, se necesita un sistema
(encadenamiento, cohesión) de leyes para explicar un hecho. Además se puede
agregar que, un sistema de leyes constituye lo que se llama “teoría”.27 (Ruíz,
2007, p.69, 70, 72, 73 y 74 )

27 Pág. 25-28. Yuren Camarena M. Teresa. Leyes, teorías y modelos (área: metodología de la ciencia). Quinta
reimpresión. Editorial
Trillas. México 1984.

1. 3. 1. Diferencia entre ciencia y tecnología


La ciencia comprende conocimientos netamente teóricos (ciencia básica o pura), o
conocimientos prácticos que pueden ser empleados a corto plazo (ciencia aplicada).
Mientras la ciencia es conocimiento, la tecnología es la aplicación de dicho conocimiento.

La tecnología es la actividad que utiliza los conocimientos generados por la ciencia


aplicada para satisfacer necesidades mediante la producción de bienes y servicios.

Un ejemplo de tecnología es la desarrollada por la industria del calzado deportivo, al


utilizar los conocimientos de la física, la biomecánica y la anatomía, para fabricar zapatos
con un ‘‘chip’’ que regula automáticamente la amortiguación, según el terreno
y peso del atleta. (Arias, 2012, p. 17-18)

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Bibliografía:
Sabino, C. (1992). El proceso de investigación. Caracas: Panapo.
Arias, F, G. (2012). El proyecto de investigación sexta edición. República Bolivariana de
Venezuela: Episteme, C. A.

Bibliografía electrónica.
Ruíz. R. (2007). El método científico y sus etapas. Pagina web: http://www.index-
f.com/lascasas/documentos/lc0256.pdf

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