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¿Qué herramientas he adquirido?

Por varios días esta pregunta la tuve en la cabeza, no sabía


cómo empezar y como exponer los conocimientos adquiridos que he obtenido en lo que llevo en
la ASAB, comencé con un ejercicio que es recurrente en la clase, verbalizar.
En Primer semestre, estaba dando la clase de indicción 1 con Fabián Mejía. El primer módulo
vimos ritmo, un ejercicio donde me encontraba en grandes dificultades por que seguir un ritmo,
mantenerlo y crearlo era muy difícil, fue mi reto del semestre. Hicimos varios ejercicios en
relación a acciones cotidianas que tuvieran ritmo, uno de los ejercicios donde hice parte era en
una parada de bus, donde varias personas se encontraban y cada uno propuso acciones repetibles
con sonidos y algunas veces esos sonidos fueron al unísono evidenciando el conflicto.
Creamos una partitura de sonidos que la hacíamos de manera corporal, vocal y en relación al
espacio; este ejercicio me ayudo a comprender el ritmo a través de la vida cotidiana, observar y
abstraer información para componer ritmos que nos ayudara a entender las dinámicas del
conflicto de la escena.
En el segundo módulo vimos animales, donde me permití explorar animales con hábitat
diferentes, hice tres animales, pingüino, suricato y hiena, trabajamos la mimesis en relación al
coro, también el trabajo en grupo y la abstracción de la imagen en cada uno de los ejercicios, en
esta medida el trabajo corporal de los tres fueron un reto, porque tenían cuerpos opuestos y
ritmos internos diferentes, al poner en evidencia esto hizo que en mi cambiara y comprendiera el
ritmo de otra manera, ya no como algo formal dentro de una estructura, sino en pequeños
impulsos corporales que pone evidencia el ritmo del animal o roll.
En segundo semestre, con Ignacio Rodríguez, en el primer módulo vimos cuadros, se realizó el
trabajo de la abstracción de la imagen y la palabra en relación al cuadro escogido, resolviendo
las preguntas, de ¿Quién? ¿Cómo? ¿cuando? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Paraqué? Esto en relación a lo
que me suscitaba la imagen, pero también estaba el trabajo del actor, que quiere contar con esta
imagen, porque se escogió, que fue lo que lo movió, finalmente la propuesta escénica de la
imagen con relación al espacio.
Fue demasiado enriquecedor el trabajo de investigación y creación, además se logra un primer
encuentro con la voz en el escenario, donde se empieza a trabajar la relación cuerpo y voz, en un
espacio y situación determinada.
En Historias fantásticas realizamos la adaptación de dos cuentos, uno llamado el buque fantasma
y el otro los acertijos del infierno, en este módulo se trabajó la creación y composición de una
historia, teniendo en cuenta el espacio, tiempo, relación con el espacio, mimesis de un roll, ritmo
de la escena.
Este módulo especialmente, me lo disfrute al máximo, junto a mis compañeros hicimos un
trabajo de investigación que nos ayudó a enriquecer la escena y también profundizamos en la
comprensión del espacio y potenciar la imaginación, en disfrutar cada cosa puesta en escena,
también trabaje la pertenecía con la narración y el reconocimiento de las herramientas adquiridas
hasta el momento.
Tercer semestre, en este semestre se llama taller de actuación 1, es un semestre característico
porque se separan los actores y los directores, por lo tanto, el enfoque se amplia y se empieza a
trabajar técnicamente explorando las herramientas adquiridas, de manera consiente para poder
potenciarlas.
En el primer módulo vimos Gag con Juan Combariza, entendiendo que es y cómo funciona, lo
identificamos directamente en el texto, las circunstancias dadas, situación, conflicto y giro,
iniciamos trabajando la obra de las trapacerías de scapin de Moliere, allí logramos identificar
cual era y cómo hacerlo parte de la escena y que esa acción la enriqueciera, teniendo en cuenta la
bola de nieve y la repetición, este reconocimiento se hacía en función del descubrimiento de roll,
como se relaciona con el otro y que status tiene dentro de esta sociedad.
El proceso fue bastante grato con respecto a las herramientas adquiridas, de una manera no
impuesta sino desde la investigación propia, reconociendo lo aprendido y
En el segundo módulo, este fue aún más curioso porque al inicio de este corte la universidad
entro en paro, entonces fue un proceso un poco cortado, en donde ya comprendido el gag,
entramos a ver los arquetipos de la comedida, identificando claramente el centro motor y el roll
que representa dentro de la sociedad, una vez comprendido esto, empezamos a trabajar una obra,
con un texto y entender la relación con los otros personajes, situación, espacio, tiempo.
En los tiempos que teníamos de clase, saque provecho al máximo para entender la comedia y en
verdad aplicarla a la escena, se me dificulto entender el tono que se debía manejar, ya que todo
es una burla y una crítica hacia unos personajes del poder en específico; aplicar el tono que
necesita la comedia lo encontré al final del semestre, que pudo ser mejor, pero logre entender e
identificar el tono y las herramientas.
En cuarto semestre con Luisa Vargas el primero módulo de tragedia, fue un poco complejo, el
trabajo en grupo es una dinámica desgastante, donde solo al final se logró empatar el trabajo en
pro de algo, aunque las exigencias y las dinámicas de ella también fueron exigentes, con respecto
al calentamiento y el trabajo en equipo.
Trabajamos la obra de Prometeo y en esta empleamos la imagen en la palabra y como la palabra
escrita te da la acción, la sensación, te ubica en un lugar, en un espacio, también trabajamos la
palabra y el cuerpo, como se logra una armonía entre el pensamiento, la palabra y el cuerpo, para
hacer sonar una sola voz.
En soliloquio, el trabajo de la palabra fue mucho más grande y se le sumaban dificultades,
entender que es la acción y la acción ritualizada, la línea de pensamiento y clarificar los focos,
era un trabajo bastante riguroso donde se demuestra el trabajo autónomo, la creación de la puesta
en escena y la creación de personaje.
En este proceso, el disfrutar fue mucho más complejo, estaba en un ritmo de trabajo que no me
hacía sentir cómoda, también la rigurosidad del trabajo autónomo no lo aplique, me encontraba
en situaciones donde posponía el trabajo y también me llenaba de pretextos para huir de la causa
prometida, claramente, no es pasar por pasar, no es hacer por hacer.
De nuevo en cuarto semestre en el trabajo de coro, ha sido una experiencia completamente
diferente, donde se disfruta el trabajo, se es consciente de lo que se realiza cada clase y de las
herramientas que se adquieren en cada una de ellas, permitir jugar y explorar no desde la forma
sino de cambiar la forma, como el jugar con las herramientas que tengo hace que mi trabajo se
complemente y se llene de imágenes, sensaciones e impulsos que mi cuerpo emite, transmitiendo
hacia un foco común.
Reafirmo que el trabajo de coro es desgastante, donde se debe de llenar de paciencia para llegar a
un acuerdo, donde todos tengamos la misma imagen, que esta transmita y realmente resuene en
todos los espectadores, pero cuando son personalidades tan fuertes es difícil llegar a ese
consenso de una manera útil para el trabajo, desde imposición se ve fracturado y también se ve
afectado cuando no hay una rigurosidad en común.
En este nuevo semestre he comprendido que hay que permitirse trabajar con todos, porque
finalmente el objetivo es lograr el coro, el trabajo que requiere esto, también tener claras las
herramientas que he venido adquiriendo y jugar con ellas, utilizarlas en el momento que necesito
y saber cuáles utilizar, no es hacer por hacer, es disfrutar cada momento que se está en escena,
darse el tiempo para transmitir y decir todo lo que hay que decir, que sea claro, la rigurosidad es
una compañera que debo aplicarla en mi oficio, será lo que me permitirá crecer.

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