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Enfoque de los Derechos Humanos.

“Los derechos humanos son derechos inherentes a todas las personas sin distinción
alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color,
religión, lengua, identidad u orientación sexual, así como cualquier otra condición. La
legislación en materia de derechos humanos obliga principalmente a los gobiernos y a
algunos actores no gubernamentales a cumplir determinados deberes (a hacer ciertas
cosas) y les establece ciertas prohibiciones (les impide hacer otras).” (OACNUDH)

Tres dimensiones de los derechos humanos: la dimensión

Valoral son exigencias éticas por su origen, por su forma de realización y por
su contenido: “surgen de la capacidad humana de automodelarse, de autodefinirse,
de autoconstruirse.Son un proyecto de humanidad que se hace efectivo si existe el
compromiso colectivo para llevarlo adelante

Dimensión jurídica Se convierte en obligaciones jurídicas que deben ser


garantizadas por el Estado es indispensable la acción de la ciudadanía, el
ejercicio de la autonomía política para exigir su reconocimiento formal en
las leyes y en las políticas públicas; así como para vigilar su cumplimiento
mediante acciones de rendición de cuentas y contraloría social

Los Derechos Humanos son universales porque son aplicables a todas las
personas sin distinción alguna.

El reconocimiento jurídico de los derechos humanos impone al Estado y sus


agentes un conjunto de obligaciones sustentadas en el derecho internacional:
Respetar, Proteger, Garantizar, Promover

Otros principios que acompañan el Enfoque de Derechos Humanos son:


 Igualdad y no discriminación.
 Rendición de cuentas y transparencia
 Participación
Perspectivas del enfoque de Derechos humanos
La perspectiva de juventud : Construcción social permanente que tiene
concreción tanto en los procesos de vida de las y los jóvenes como en los
imaginarios sociales que influyen los procesos individuales y colectivos de
conformación del “ser joven”.
Esta construcción social se hace desde una condición social y posición
social.
Perspectiva de género.
La construcción social está influida por otra construcción social más abarcante:
el género. Se entiende por género el conjunto de características o
estereotipos y normas sociales- mandatos y prohibiciones- que una
sociedad concreta asigna a las personas en razón de su sexo. Cada sociedad le
da un valor diferente al “ser hombre” o “ser mujer” y en torno a esta
valoración se “acostumbra” que las mujeres jueguen roles distintos a los
hombre; estableciéndose entonces, jerarquías en la pareja, la familia, el
trabajo, la comunidad, la política, la religión, etcétera, que han otorgado un
mayor poder a los hombres sobre las mujeres. Entonces, el problema radica no
en la diferencia sino en la desigualdad. Así, el poder desigual entre los sexos
explica las desigualdades en el acceso a derechos y las oportunidades de
desarrollo o “brechas de género”: educación, ingreso, salud, trabajo,
participación, patrimonio, en general, para hacer valer los derechos de cada
quien.
Las relaciones entre los “géneros” son la expresión de relaciones de poder que
se traducen en exclusión, discriminación y violencia.
Perspectiva de Interculturalidad

La perspectiva de interculturalidad está orientada al reconocimiento,


valoración e interrelación con las diversas identidades culturales presentes en
nuestra sociedad, entre las que destacan los pueblos originarios: indígenas y
afrodescendientes, desde una base de respeto hacia sus diferentes
cosmovisiones, derechos humanos y derechos como pueblos.

LA EDUCACIÓN MORAL COMO CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD MORAL Se


trata de enseñar a vivir juntos y de hacerlo en el seno de una comunidad que
ha de ser viable en su conjunto y convivencial para todos los que la forman.
Para conseguir esta finalidad básica se han defendido diversos modelos de
educación moral.

Es una tarea constructiva que depende de cada sujeto.

 La construcción de la personalidad moral parte de un doble


proceso de adaptación a la sociedad y a sí mismo.
 La construcción de la personalidad moral se caracteriza por la
transmisión de aquellos elementos culturales y de valor que,
pese a no estar completamente enraizados en la trama social,
consideramos que son horizontes normativos deseables.

 La construcción de la personalidad moral requiere la formación de


aquellas capacidades personales de juicio, comprensión y
autorregulación que han de permitir enfrentarse
autonómamente a los conflictos de valor y a las controversias no
resueltas que atraviesan la vida de las personas y de los grupos
en las sociedades abiertas, plurales y democráticas

 La edificación de la personalidad moral concluye con la


construcción de la propia biografía en tanto que cristalización
dinámica de valores, y de espacio de diferenciación y creatividad
moral.

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