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FUENTE A:
En tanto, Carlos Mesía Ramírez, ex presidente del Tribunal Constitucional, resaltó que, en un sistema
presidencialista, como el peruano, “no puede haber adelanto de elecciones sin que se vea
absolutamente fracturado el régimen político”. Calificó como salida “impecablemente
constitucional”, ante la crisis, la renuncia del mandatario y de la vicepresidenta Mercedes Araoz.
“Acá se dice fundamentalmente que hay una crisis política y que ya no se puede más. Pero la
Constitución tiene la solución a este tipo de problemas. Y está en que el presidente renuncie y sigue la
segunda vicepresidenta. Y si [ella] renuncia, el presidente del Congreso llama a elecciones. Ese es el
camino para resolver las crisis”, mencionó.
Mesía también recalcó que la Constitución establece que el período del gobierno del presidente y de
los congresistas es de cinco años y que ese “acuerdo político-jurídico no se puede cambiar”.
En un momento de su intervención, el ex titular del TC dijo que “al pueblo no se le hace caso, al pueblo
se le gobierna”. “El pueblo tiene derecho a elegir, pero ese derecho también está limitado por la
Constitución. El pueblo tiene derecho a elegir solo cada cinco años”, aseveró.
“Ustedes no tienen que hacerle caso al pueblo porque el pueblo no sabe lo que es el bien común. Los
políticos saben lo que es el bien común. Y el bien común es que las instituciones prevalezcan”,
complementó esta idea en otro momento.
Por su parte, el constitucionalista Aníbal Quiroga calificó de “inconveniente” que se recorte los
mandatos del jefe del Estado y de los legisladores “sin que haya un acuerdo político previo”.
Calificó de “altamente riesgoso y complicado” que se apruebe una iniciativa “que solamente sale del
discurso presidencial” y la cual termine con una convocatoria a nuevas elecciones “sin saber siquiera
si el sistema electoral está preparado para llevar a cabo un proceso de esta magnitud”.
“Aprobarla en estas circunstancias implicaría entrar a octubre en un proceso eleccionario para tener
elecciones en el mes de abril. No tenemos candidatos presidenciales, no tenemos candidatos al
Congreso”, mencionó.
El único invitado de este viernes que se mostró a favor de la constitucionalidad de la propuesta del
Gobierno fue el abogado José Cairo Roldán. “Acortar el mandato de los congresistas y del presidente
no convierte al Perú de un país con régimen semipresidencial en uno parlamentario, no convierte al
Perú de una república a una monarquía, no cambia el régimen político”, dijo.
A su entender, si bien el mandatario “no puede observar una reforma constitucional”, desde el
Ejecutivo sí puede pedir su aprobación, lo cual podría hacerse a través de una cuestión de confianza.
Añadió que “la separación de los poderes significa que ninguna reforma constitucional puede
convertir a una institución del Estado en concentradora de dos instituciones”. Esto no se configuraría
con el proyecto de adelanto de elecciones.
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“No puede una reforma constitucional establecer que el Poder Ejecutivo consiste en un presidente y
un consejo legislador, porque estaría concentrado la función legislativa en el órgano ejecutivo”,
aseveró.
—Posturas—
Durante el debate, la parlamentaria Luz Salgado (Fuerza Popular) refirió que con el proyecto de
reforma se estaría rompiendo las reglas de juego que garantizan la estabilidad del Estado de derecho.
“Si no le gusta al presidente hoy este Congreso que tiene y quiere deshacerse de él, quién quita que
mañana o más tarde otro presidente que ingrese, cuando vea que una Congreso no le agrada, vuelva
a repetir la misma historia. Eso estamos creando como precedente”, acotó.
También hizo hincapié que “veinte años de democracia no se puede tirar al agua tan fácilmente”.
“Hay la posibilidad de ingresar a un diálogo para construir una agenda común que, durante un año,
que falta para llegar a otro proceso electoral, nos permita no dejar al país en una convulsión”, precisó.
Indicó que continuarán recogiendo opiniones el próximo martes y miércoles, en donde también se
abordará “el impacto económico” de la propuesta del Gobierno.
FUENTE B:
Aunque coinciden en que el Ejecutivo está en todo el derecho de presentar un proyecto de reforma
constitucional al Parlamento, difieren en la pertinencia del recorte del mandato y —sobre todo— en la
constitucionalidad de presionar su aprobación vinculándola a la confianza.
Dos de los constitucionalistas consultados enviaron recientemente los argumentos que aquí detallan al
Congreso, como respuesta a un cuestionario enviado por el presidente de este poder, Pedro
Olaechea.
En contra:
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Pero la Constitución contempla métodos para que se la modifique y se le agreguen disposiciones
transitorias.
Esa es la siguiente pregunta. Desde el punto de vista de las instituciones del sistema democrático, ¿es
conveniente adelantar las elecciones? La Constitución no está escrita en piedra, es cierto, pero por
algo se establecen mecanismos más exigentes para modificarla que para cualquier ley. La idea es que
no pueda ser modificada para bajo cualquier circunstancia. En ese sentido, no es conveniente reducir
el mandato para resolver una crisis que se puede resolver mediante otras vías. En el 2000 era distinto
[tras la renuncia de Fujimori también se usó la reforma constitucional para acortar los mandatos], no
había otra solución, el presidente se había fugado.
¿Que el Congreso ya haya debatido y entregado la confianza en dos ocasiones, luego de que el
presidente la vinculara a la aprobación de proyectos en determinada forma, no es un precedente
contrario a lo que me dice?
No, porque varios proyectos del Ejecutivo fueron modificados, incluyendo el de la inmunidad
parlamentaria. Las declaraciones que hace el presidente [sobre vincular la cuestión de confianza a
plazos y formas] son declaraciones políticas. No hay fuerza constitucional que obligue al Congreso a
aprobar algo así. La mayoría de expertos, además, dice que si el presidente no puede observar una
decisión del Congreso sobre una reforma constitucional, menos podría pedir la confianza, porque el
que no puede lo menos, no puede lo más. Yo sí creo que se puede pedir la confianza, pero esta se
entrega y ya está, simplemente no es vinculante con lo que apruebe el Congreso.
A favor:
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¿Considera constitucional el proyecto para adelantar las elecciones al 2020?
Sí, porque ya existe un antecedente: el recorte del mandato vía reforma constitucional del año 2000.
Sostener la inconstitucionalidad ahora es decir que lo que se hizo en el 2000 también es inconstitucional.
Las situaciones políticas son distintas, lo cual es innegable, pero el mecanismo jurídico es el mismo.
¿Cómo es inconstitucional uno y el otro no?
¿Pero lo considera, más allá de la constitucionalidad, pertinente dada la coyuntura política? ¿O hay
otras salidas que no impliquen cambiar la Constitución?
Sí es pertinente. El Parlamento nos ha demostrado que ha estado en una lucha con el Ejecutivo que
trasciende la época de Vizcarra. A ello se suman las muestras de que [los congresistas] responden más
a sus intereses que a los del país. Soportarlos dos años más nos coloca en zozobra. Además, ¿cómo se
puede decir que se está vulnerando la voluntad del pueblo, porque los eligió hasta el 2021, si el pueblo
va a ir a votar en un referéndum? En el artículo 206 de la Constitución dice que las reformas
constitucionales se aprueban mediante referéndum, y la excepción es que se haga en dos legislaturas.
Sólo que la excepción se había vuelto la norma.
¿Y qué opina sobre una posible cuestión de confianza de archivarse o demorarse la aprobación del
proyecto de adelanto?
El argumento central de quienes están contra una posible cuestión de confianza es que la Constitución
prohíbe al presidente observar las leyes de reforma constitucional, entonces menos le podría permitir
hacer cuestión de confianza sobre ellas. Creo que es un error, porque se está empleando una
analogía, y las analogías no se pueden usar para normas que son restrictivas [como la que prohíbe al
presidente observar una ley de reforma constitucional]. Además, el derecho parlamentario es un
derecho de precedentes y existen dos cuestiones de confianza sobre reformas constitucionales que el
Parlamento aceptó y tramitó [una en el gabinete de Villanueva y otra en el de Del Solar]. ¿Se está
diciendo que el Parlamento actuó de forma inconstitucional?
¿Así como es válido que se presente el proyecto de adelanto, es válido que el Congreso lo archive o
lo retrase?
Más allá del partido político al que pertenezca la mayoría parlamentaria o el presidente del Congreso,
le deben lealtad al texto constitucional. Este tiene fines primordiales que el Estado debe cumplir, como
la lucha contra la corrupción o hacer una democracia más viable a través de mecanismos de reforma
política. Entonces, si el Ejecutivo ha advertido la existencia de un entrampamiento político que impide
la realización de estos principios constitucionales, es leal con la Constitución que el Parlamento se
siente a pensar, debatir y darle una respuesta al proyecto del Ejecutivo. Además, tanto el Ejecutivo
como el Parlamento se deben a la población. Y la población también requiere una respuesta, con
carácter de urgencia.
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¿La situación está suficientemente difícil como para acortar el mandato, como en el 2000, o hay otras
salidas menos complejas que se podrían tomar?
Se trata de escenarios distintos, sin duda, pero la Constitución es un texto vivo y se concreta en la
realidad. Y la realidad es que no hay una sintonía adecuada entre órganos del Estado para llevar a
cabo una política del gobierno, ni para la adopción de leyes que puedan acompañar esas políticas.
Hablo de políticas públicas en Educación, Salud, etc. No hay que olvidar que el contexto nos habla de
dos ministros de Educación censurados [Marilú Martens no obtuvo la confianza, interpuesta ante su
inminente censura]. No es un escenario como el que vivimos en el 2000, pero sí uno que ha demostrado
conflictividad desde el inicio del gobierno. No se puede negar la tensión irresuelta desde hace mucho
tiempo, que requiere una válvula de escape dentro de los cauces constitucionales.
¿Y entonces, le parece constitucional hacer una cuestión de confianza sobre la aprobación del
adelanto de elecciones?
Sobre ese punto preferiría no pronunciarme. Corresponde que el Parlamento le dé el trámite rápido
que corresponde a la propuesta del Ejecutivo y tome una decisión. Lo que no puede hacer, porque
no es leal con el sistema democrático, es que no admita el problema.
FUENTE C:
Desde el 2009, el Perú es uno de los 64 países que integran esta comisión, 46 de ellos europeos. Otros
miembros son Chile, México y Brasil.
Perú fue admitido en este organismo por cumplir estándares de compromiso con el Estado de derecho
y respeto a las libertades. Actualmente, estamos representados allí por el magistrado del Tribunal
Constitucional José Luis Sardón.
El viernes 16 de agosto el titular del Congreso, Pedro Olaechea, envió una carta a Gianni Buquicchio,
actual presidente de la Comisión de Venecia, órgano al que acostumbran recurrir los países y entes
como la OEA por consultas en materia constitucional.
Lo hizo para solicitarle “una opinión o recomendación” sobre el proyecto de reforma constitucional de
adelanto de elecciones, planteado por el presidente Vizcarra, y ante la posibilidad de que el jefe del
Estado presente una cuestión de confianza.
En el documento, Olaechea señala su interés en que la comisión precise “si los principios democráticos
de separación de poderes y de pesos y contrapesos entre los mismos están siendo observados” en
nuestro país.
También le dice a Gianni Buquicchio que le “preocupa que el Poder Ejecutivo recurra nuevamente a
la cuestión de confianza para forzar” la aprobación del proyecto de adelanto de elecciones, el mismo
que requiere un cambio en la Carta Magna.
Y agrega que el proyecto para adelantar las elecciones del 2021, “no está contemplado en nuestra
Constitución”.
La congresista Rosa Bartra señaló que el próximo viernes 23 de setiembre representantes de la comisión
participarán a una sesión extraordinaria de este grupo de trabajo, donde se debate la iniciativa del
gobierno sobre el recorte del mandato presidencial y del actual Congreso.
Este Diario conoció que el organismo en cuestión designó a los relatores que se encargarán de elaborar
el denominado borrador de Opinión.
El equipo los completan Kaarlo Tuori, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Helsinki
en Finlandia y Warren Newman del Departamento de Justicia de Canadá. Sin embargo, estos últimos
no podrán venir a nuestro país.
Su labor tendrá el apoyo de dos miembros de la secretaría de este organismo, el ruso Serguei Kouzntovz
y el alemán Thomas Markert de nacionalidad alemana. El primero le sigue en jerarquía al presidente
de la Comisión Gianni Buquicchio.
En la misiva Buquicchio envió al presidente del Congreso el pasado 30 de agosto señala que la Opinión
solicitada se emitirá durante la sesión plenaria de dicho órgano a realizarse los días 11 y 12 de octubre.
Antes de pasar al debate en el pleno de la Comisión de Venecia, el borrador será discutido por la Sub
Comisión de Venecia para América Latina, la misma que sesiona un día antes de la sesión plenaria.
Este Diario conoció que los visitantes también tienen interés en sostener reuniones con el Ejecutivo.
El representante peruano en la comisión comentó que los relatores asignados están pidiendo reunirse
con el pleno del Tribunal Constitucional y con algunos constitucionalistas peruanos.
Esta sería la segunda vez que la comisión emite una opinión sobre nuestro país. La primera vez fue en
el 2011 a solicitud del TC en el marco de la sentencia del caso El Frontón. Es decir, sobre los delitos de
lesa humanidad y la prescripción de estos. La opinión se incorporó en el informe como Amicus curiae
(amigos de la corte).
En diálogo con El Comercio, el expresidente del Tribunal Constitucional, Óscar Urviola, señaló que fue
una "opinión ilustrativa" respecto a la forma cómo se debían tratar los delitos de lesa humanidad y el
tema de la prescripción y "si estaba condicionado a la suscripción de los tratados internacionales".
En el 2017, la Comisión de Venecia se pronunció a pedido del secretario general de la OEA, Luis
Almagro, sobre la convocatoria de Nicolás Maduro a una asamblea constituyente. Su opinión fue que
el proceso violaba el principio de igualdad de voto. En la elaboración de su informe participó el
magistrado del TC peruano José Luis Sardón.
Un año después, también a pedido de la OEA, este órgano emitió una opinión sobre los límites de las
reelecciones presidenciales. Esto a propósito del caso del presidente Evo Morales en Bolivia.
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Recuperado de: https://elcomercio.pe/politica/adelanto-elecciones-debes-comision-venecia-visita-peru-ecpm-
noticia-674823