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Manejo de los Cultivos Frente

a los Cambios Climáticos


Autor: MSc Mario Alfredo Pozo Cárdenas
Profesor del Curso Internacional en Bioestimulación INTAGRI, 2017.

Estos últimos años se están presentando cambios


climáticos en todo el planeta, debido a la pérdida
de la capa de ozono que genera cambios en la
temperatura y en el régimen de lluvias
ocasionando inundaciones o sequías en
diferentes países. Todos estos cambios climáticos
tienen un impacto sobre el rendimiento y la
calidad de las cosechas, debido a que se alteran
los procesos fisiológicos y a la interacción del
genotipo de las plantas con el medio ambiente,
favoreciendo el desbalance hormonal de los
cultivos.

Efectos fisiológicos
Cuando las temperaturas se elevan por encima de
los valores normales, todos los cultivos van a
tener el problema de un exceso de transpiración,
lo que ocasionará que las plantas transpiren más Figura 1. MSc. Mario Alfredo Pozo Cárdenas.
agua que lo que absorben sus raíces, generando Ponente del Curso Internacional de
una pérdida de agua que las obligará a cerrar los Bioestimulación de Cultivos 2017.
estomas para evitar su deshidratación, esto
evitará el ingreso de CO2 y reducirá la Fotosíntesis. Canyon et al (1998) ha demostrado que una reducción
de 17 % de la transpiración reduce un 48 % la fotosíntesis (Ver Cuadro 1). Cuánto mayor número de horas
la planta deja de transpirar menos horas fotosintetizará, ocasionando un estrés en la planta ya que se
activa la respiración debido al incremento del etileno, consumiendo sus reservas de manera temprana lo
que reduce el rendimiento y calidad de las cosechas.

El problema radica en que si los cultivos tienen una pequeña masa radicular mayor será el número de
horas que la planta dejará de transpirar, por lo que es muy importante incrementar la masa radicular para
reducir el número de horas que la planta esté inactiva y estresada. Una planta estresada debido a que
tiene poca energía y nutrientes disponibles lo primero que hace es dejar de formar aminoácidos para
ahorrar energía, debido a que la formación de aminoácidos consume más del 50 % de la energía total de
la planta, lo que se traduce finalmente en una reducción del tamaño y peso de los frutos u órganos
cosechables (tubérculos, bulbos o raíces reservantes).
Cuadro 1. Relación entre transpiración y fotosíntesis.
Fuente: Canyón et al, 1998.
Proceso fisiológico Sin estrés Con estrés
Fotosíntesis
30.6 15.8
(umol CO2/m²/s
Conductancia
0.2 0.1
(mol/m²/s)
Transpiración
3.6 3
(mmol H₂O/m²/s

Esta reducción en el rendimiento se debe básicamente a la reducción de la Fotosíntesis Neta, la cual debe
servir para cubrir estos tres procesos fisiológicos en orden de prioridad:

1. Respiración: para obtener energía para todos los procesos vitales como movimiento del floema,
activar todos los procesos enzimáticos, defensa de las plantas frente a patógenos, etc.
2. Crecimiento: formación de nuevos tejidos en base a la síntesis de nuevas moléculas orgánicas
(celulosas, pectinas, lípidos, proteínas, ácidos nucleicos, entre otros).
3. Reservas: acumulación de sustancias de reserva para complementar la formación y llenado de los
frutos en plantas anuales o complementar la nutrición de los frutos y reservar nutrientes para la
siguiente campaña en cultivos perennes como los frutales, esto es muy importante para evitar la
alternancia en diferentes cultivos.

Cuando la Fotosíntesis Neta es pequeña e insuficiente para cubrir estos tres procesos la planta sólo
respirará para mantenerse viva, pero se encontrará en estrés, por lo que emitirá etileno para acelerar su
ciclo de vida y tendrá una floración adelantada, un cuajado temprano y mucha caída de flores y/o frutos.
Reduciéndose el rendimiento y la calidad de las cosechas, lo que finalmente reduce la rentabilidad del
cultivo.

Cambios hormonales
En una situación de gran estrés la Fotosíntesis Neta puede llegar a ser negativa, haciendo que la planta se
vuelve más atractiva al ataque de insectos que son atraídos por la emisión de etileno y porque las plantas
estresadas son ubicadas fácilmente por los insectos que pueden percibir su color rojo o anaranjado
intenso, debido a que las plantas elevan su temperatura con el incremento de su respiración. También
hay una mayor presión de enfermedades debido a que la planta se debilita por la acción de las enzimas
de degradación como poligalacturonasas que atacan su pared celular y fosfolipasas que atacan su
membrana celular. Por lo que se reduce su sistema de defensa (Figura 2). A su vez, el etileno ocasiona
caída de flores y/o frutos, reduce la vida post-cosecha de frutos debido a la menor acumulación de materia
seca y el debilitamiento de las estructuras internas.

Figura 2. Efectos negativos del estrés sobre la sanidad en las plantas.


Fuente: Pozo, M., 2002.

Las auxinas se forman en los ápices del follaje y se translocan hacia las raíces, por lo que la concentración
es más alta en la parte superior de la planta, por el contrario, las citoquininas se producen en las puntas
de los pelos radiculares y se translocan a los ápices, por lo que su concentración es más alta en la base de
la planta (Figura 3). En la fase de crecimiento las altas temperaturas van a incrementar los niveles de
auxinas sobre las citoquininas favoreciendo el crecimiento vegetativo en exceso y reduciendo la
diferenciación floral, ocasionan distorsiones fisiológicas como filage y/o corrimiento en vid por el exceso
de vigor de la parte vegetativa; si los frutos están en formación generará una mayor competencia del
follaje afectando el rendimiento y la calidad, por tanto se acumulará menos materia seca, no se alcanzará
el color adecuado y se tendrá mayor susceptibilidad a enfermedades.
Si ocurre enviciamiento por el incremento de auxinas, también se va a favorecer la producción de
giberelinas por el sombreamiento, lo que ocasionará una baja floración en la siguiente campaña en
frutales como aguacate, vid, cítricos, etc. Lo que iniciará el problema de la alternancia en la siguiente
campaña en frutales.

Figura 3. Concentración de auxinas, citoquininas y balance hormonal.


Fuente: Pozo, M., 1998.

Efectos nutricionales
El mayor porcentaje de todos los nutrientes ingresan por las raíces por flujo de masas y se distribuyen por
la corriente transpiratoria junto con el agua dentro de la planta. Cuando la transpiración se reduce por las
altas temperaturas también se reduce y hasta se detiene totalmente la absorción de nutrientes y de agua
debido al desbalance hídrico. Cuando ocurre esta situación la planta deja de tomar agua y nutrientes a
pesar de que puede tener el agua del suelo en capacidad de campo y los nutrientes en las cantidades
ideales, pero no los tomará debido a que los estomas se han cerrado por las altas temperaturas lo que
frena el proceso de transpiración y por tanto el movimiento de agua y nutrientes por la corriente
transpiratoria, ocasionando deficiencias nutricionales especialmente de Calcio y Boro además de otros
nutrientes poco móviles como Zn, Cu y Fe en los brotes o frutos que son los tejidos que menos transpiran,
lo que ocasiona frutos pequeños con pocas semillas, falta de color, fruta blanda, rajaduras, deformaciones
y reducida vida post-cosecha, entre otros problemas.
Solución
Es sumamente importante preparar la planta para los períodos de mayor calor, incrementando la masa
radicular haciendo uso de enraizadores de buena calidad aplicados al suelo mediante el sistema de riego
por goteo o en drench dirigido al pie de la planta, de esta manera la planta tendrá una buena masa
radicular que será capaz de seguir transpirando en horas de mayor temperatura y de esta manera se
reduce el número de horas en que se paraliza la planta, lo que favorece que la planta pueda seguir
transpirando y fotosintetizando por más horas, lo que le permitirá tener un adecuado suministro de agua
y nutrientes, ayudando a elevar los rendimientos y la calidad de las cosechas, asimismo la sanidad de la
planta mejorará debido a la reducción del estrés.

Para contrarrestar el efecto negativo de las auxinas se tiene que realizar aplicaciones de citoquininas para
lograr un balance adecuado auxinas/citoquininas < 1 , con el predominio de las citoquininas se promueve
la diferenciación floral y en caso ya se estén formando los racimos, activa el efecto sumidero al acumularse
en los frutos, generando el movimiento preferencial de azúcares y demás sustancias nutritivas hacia el
fruto a través del floema, mejorando tamaño, peso y color de los frutos (Ver Figura 4). Las citoquininas
también contrarrestan la formación de etileno reduciendo el envejecimiento prematuro de la planta, la
susceptibilidad a enfermedades y la atracción a plagas. Las aplicaciones deben realizarse cada 3 semanas
para mantener los niveles adecuados de citoquininas en especial después del cuajado de los frutos para
mantener el efecto sumidero.

Adicionalmente se debe aplicar aminoácidos, folcisteína y microelementos quelatizados o acomplejados.


De esta manera la planta tendrá disponible los aminoácidos necesarios para favorecer el crecimiento de
los frutos y reducir el estrés hídrico ya que la prolina contenida en él es un regulador hídrico que evita las
pérdidas de agua de los tejidos, la folcisteína es un poderoso antioxidante que reduce los efectos
negativos del estrés al detoxificar los compuestos reactivos al oxígeno y evitando el estrés, el aporte de
los microelementos ayuda a activar todos los procesos enzimáticos para activar la fisiología de la planta y
complementa los nutrientes que la planta está dejando de absorber por la reducción de la transpiración.

Aplicaciones de calcio y boro se vuelven imprescindibles desde prefloración para favorecer el suministro
de estos nutrientes y lograr la formación y polinización de las flores, así como el cuajado y retención de
frutos, evitar deformaciones de fruto, susceptibilidad a enfermedades, falta de formación de semillas y
por ende reducción del calibre y peso de los frutos. Se recomienda usar calcio y boro acomplejado con
aminoácidos o ácidos carboxílicos para favorecer su movimiento a través del floema, convirtiéndolos estos
dos nutrientes inmóviles en totalmente móviles, reduciendo la deficiencia de Ca y B en cualquier tejido
de la planta, las mismas formulaciones se recomiendan para el Zn, Mg y Cu, éste último tiene efecto de
control de enfermedades como Lasiodiplodia y los demás hongos de la madera debido a que se convierte
en un cobre sistémico que se transporta por el xilema o floema de la planta matando cualquier
patógeno que se encuentre en las estructuras internas de la planta.

Figura 4. Efecto de un extracto de algas en mandarina “Satsuma”.

Cita correcta de este artículo


Pozo, C. M. A. 2017. Manejo de los Cultivos Frente a los Cambios Climáticos. Serie Nutrición Vegetal Núm.
95. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 6 p.

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