2010
Figura 1. Garcero Yopal
2.11. DEPARTAMENTO DEL
CASANARE
Reseña.
Reseña histórica. Antes de la llegada de los
españoles, estas sabanas estaban ocupadas por
varios grupos indígenas que, posteriormente, con
la llegada de los europeos, fueron exterminados
en su mayor parte en las llamadas “guahibia-
das”. En 1535, Alonso de Herrera fue el primero
en internarse en su territorio. En la colonia, ha-
cía parte de la provincia de los Llanos del Casa-
nare, Administrados por un Gobernador General
que dependía directamente del Virrey de Santa
Fe, hasta el momento de la independencia. Este
territorio fue determinante en la organización del
ejército patriota para la campaña libertadora. A
partir de la Independencia, en 1821, fue decla-
rada Provincia Autónoma y diez años más tarde,
Provincia Independiente; en 1837 fue integrada
al Estado Soberano de Boyacá y en 1863 pasó a
ser administrado directamente por la nación en
su carácter de Territorio Nacional; también fue
intendencia entre 1886 y 1891; en 1905 se fusio-
nó al territorio de San Martín, y en 1912 se ratifi-
có como territorio de Boyacá. Hacia 1940 se creó
la comisaría, con capital en Nunchía; de nuevo,
en 1952, pasó a formar parte del departamento
de Boyacá, hasta 1973 cuando por la Ley 19 de
1973 volvió a ser intendencia con capital en Yo-
pal, segregado del departamento de Boyacá. Con
la nueva Carta Política de 1991, el territorio fue
elevado a la categoría de departamento. Yopal fue
fundada en 1953 por Pedro González, José Pérez
y Pedro Bernal.
Aspectos físicos. Este departamento está
localizado al oriente del país, en la Orinoquia.
El territorio está constituido por tres conjuntos
fisiográficos. La parte montañosa, en el oeste,
comprende la vertiente oriental de la cordillera
Oriental, con alturas de más de 4.600 msnm, en
Fuente: Rutas por Colombia.
el páramo de Rechiniga, en el municipio de La Sa-
lina, caracterizado por sus cumbres montañosas,
con pajonales y frailejones. El área de piedemon-
te, conformada por abanicos, terrazas disectadas
y colinas, se caracteriza por su relieve plano a
ondulado. La llanura aluvial se extiende desde el
fin del piedemonte hasta límites con los departa-
mentos del Vichada y el Meta, haciendo parte de
las sabanas inundables, surcadas por las selvas
de galería que bordean sus principales ríos; en el
extremo oriental se halla la llanura eólica. Cer-
ca del 80% de la superficie del departamento es
plana. La red hidrográfica del departamento es
tributaria del río Meta y del Casanare; al primero
desembocan los ríos Upía, Cusiana, Cravo Sur,
Guanápalo, Pauto, Guachiría y Aguaclara; al se-
gundo, solamente el río Ariporo con otros caños
menores, todos pertenecientes a la cuenca del
Orinoco. Sus suelos son fértiles en el piedemonte,
aptos para cultivos intensivos, pero muy pobres
en las sabanas bajas, usados principalmente en
ganadería extensiva.
Clima. El clima en el departamento está condi-
cionado a los vientos alisios del noreste y del su-
reste, la zona de confluencia intertropical (ZCIT)
y la presencia de la cordillera Oriental. Las ma-
yores precipitaciones, superiores a 4.000 mm,
se presentan en el piedemonte, particularmente
al suroeste, en inmediaciones de Sabanalarga y
Monterrey; el promedio de precipitaciones va dis-
minuyendo progresivamente en las sabanas ha-
cia el este, alrededor de 2.000 mm; el lugar de

menor precipitación, 1.000 mm, se encuentra en
una pequeña área de alta montaña al noroeste,
en inmediaciones del municipio de La Salina. El
clima seco al este se caracteriza por los vientos
que pasan sin encontrar barrera alguna secando
el suelo y produciendo las sabanas eólicas. El ré-
gimen de lluvias es básicamente monomodal, con
sólo una temporada de lluvias, de abril a octubre.
Las temperaturas son cálidas, entre 25 ºC y 29
ºC en las sabanas; templadas, entre 17 ºC y 24
ºC en las alturas medias de la cordillera, y frías,
entre 8 ºC y 12 ºC, en las cimas. Su vegetación se
caracteriza por las grandes extensiones de pastos
naturales de sabana, salvo en las orillas de los
ríos, en el piedemonte y en la cordillera donde
hay restos de selva.
Aspecto ambiental. El departamento está
administrado por la Corporación Autónoma Re-
gional de la Orinoquia (Corporinoquia), con sede
en la ciudad de Yopal. En el extremo noroeste
una pequeña porción del Parque Nacional Natu-
ral El Cocuy se encuentra en territorio de Casa-
nare, en jurisdicción de los municipios La Salina
y Sácama. La zona de reserva forestal protectora
de la Cuenca Hidrográfica de la Quebrada La Ta-
blona fue creada en 1981, para protegerla como
fuente abastecedora del acueducto del municipio
de Yopal. También en el municipio de Orocué se
halla la reserva natural El Hato Palmarito, con-
siderada como un paraíso de fauna y flora de los
llanos orientales, creada bajo petición de la socie-
dad civil.
Aspecto poblacional. Las tasas de creci-
miento de la población total, urbana y rural son
mucho más altas que los promedios nacionales.
Las comunidades indígenas que hoy se encuen-
tran en el departamento, principalmente, son: Sá-
liva, Amorúa, Masihuare, Sicuani y U’wa, este úl-
timo de la familia lingüística Chibcha, asentados
en el piedemonte, al noroeste del departamento;
las restantes habitan las sabanas, en el extremo
oriental y al sureste. Los centros poblados más
importantes son: Aguazul, Paz de Ariporo, Villa-
nueva, Orocué y, por su puesto, su capital Yopal.
Actividades económicas. La economía del
Casanare depende principalmente del sector mi-
nero y agropecuario. El primero, representado en
la explotación del petróleo en los yacimientos de
Cusiana y Cupiagua en el piedemonte llanero,
es el primer renglón de ingresos en la economía
del departamento por regalías. La producción
agropecuaria ocupa más del 90% de la superfi-
cie del departamento, en donde la ganadera va-
cuna utiliza más del 80% y la agrícola tan sólo el
4% de la ocupación agropecuaria (DANE, 2005b),
2010
practicada en el piedemonte de forma comercial
y tecnificada y en las áreas de laderas siguiendo
sistemas tradicionales. Existen establecimientos
industriales dedicados a la transformación de
materia prima agropecuaria como palma africa-
na, sorgo, arroz y algodón, los cuales se concen-
tran en Yopal y Villanueva, principalmente.
Vías de comunicación. El sistema vial del
departamento está compuesto por la red de ca-
rreteras nacionales, departamentales y vereda-
les, conectando las cabeceras municipales entre
sí; las principales vías son la transversal Yopal-
Aguazul-Sogamoso, y la troncal o marginal de
la selva que cruza al departamento en dirección
suroeste–noreste, bordeando el piedemonte; de
esta troncal se desprenden varios ramales que
comunican a los municipios más distantes en la
sabana adentro, como: Maní, San Luis de Palen-
que, Trinidad y Orocué. La navegación fluvial,
con más de 1500 km de ríos navegables, consti-
tuye un medio de comunicación y transporte de
carga y pasajeros de gran importancia, que une
los puertos ubicados en los ríos Meta, Casanare
y Upía. Tiene el aeropuerto nacional El Alcara-
ván en Yopal y trece aeropuertos locales, como
en Maní, Paz de Ariporo, Orocué y Hato Corozal.
Cultura y turismo. Dentro de su cultura se
destaca el canto, la música y las danzas del folclor
llanero; mitos y leyendas autóctonas, que acom-
pañan todas las festividades, como el Festival In-
ternacional del Contrapunteo en Yopal, reinado
nacional del arroz en Aguazul, ferias y reinado de
la ganadería en Hato Corozal, festival folclórico
de rodeo en Tauramena y muchos más eventos.
De alto reconocimiento el rito del Yopo entre las
comunidades indígenas Guahibas. Constituyen
lugares de atracción el puerto de San Salvador
y las aguas termales en La Salina. En comida es
característica la ternera a la llanera o mamona,
el pescado ahumado, el mañoco o casabe, y tam-
bién el plátano topocho asado.