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“Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se

avergonzaban.”
(Génesis 2: 25)

Todos los que hemos nacidos dentro del encuadre mental llamado
cristianismo, hemos crecido con el firme paradigma de que la primera
pareja humana, Adán y Eva, en el principio de la creación, andaban
corriendo en “pelotas” por los distintos ámbitos del Edén como si este
fuera el campo de algún club naturista cinco estrellas de la prehistoria.
Al menos, así es como el dogma lo enseña desde los distintos
catecismos de las denominaciones (abominaciones diría yo) de la
cristiandad, y así es como la mayoría de sus adeptos aceptan
interpretarlo.

Sin embargo, si nos sumergimos en la investigación del contexto bíblico


que el relato del Bereshit tiene, lograremos descubrir una realidad muy
diferente a la que nuestra mente occidental ha desarrollado de acuerdo
a la mitología romana que ha manipulado religiosamente la forma de
pensar de millones de occidentales.

Cuentan las Sagradas Escrituras que Adam e Ishá (el primer nombre que
recibió Javá – Eva-) comenzaron sus vidas “desnudos y sin
avergonzarse” (Génesis 2:25), pero después de comer del Árbol del
Conocimiento del Bien y el Mal “se hicieron conscientes de su desnudez
y se fabricaron ropas” (Génesis 3:7).

¿A qué se debió el cambio?

Colocando nuestra mirada investigadora en la primera pareja antes de


pecar, discernimos que ellos estaban en un estado de inocencia, de
perfección y de santidad; y en ese sentido estaban “desnudos” (Génesis
2:25)
Pero: ¿Estaban desnudos de qué? El texto hebreo da a comprender que
estaban desprovistos de vestiduras humanas o vestidos confeccionados
por la mente de seres humanos. Entonces comprendemos que esta
carencia vestiduras humanas hace referencia a que el racionalismo no
los cubría, sino que su cobertura venía de la revelación que el Eterno les
daba diariamente por medio de Su Instrucción (Torah).
Ahora bien, el planteo lógico continúa: si ellos estaban desprovistos de
vestiduras humanas, y en ese sentido se encontraban desnudos, ¿es
posible que el Eterno los haya vestido de otra cosa al crearlos?
Si analizamos bien el momento cuando Adam y Java pecaron, lo primero
que descubrimos con asombro fue de su reacción:

“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban


desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”
(Génesis 3:7)

Aquí la mente del investigador sincero se toma el derecho de elevar su


primera duda, y entonces pregunta:

¿Cómo es posible que después de pecar, Adam Harishon (la Primera


Humanidad) se dio cuenta que estaban desnudos, cuando antes de
pecar la Torah dice que “ellos estaban desnudos y no se avergonzaban?”
(Génesis 2: 25)?
La respuesta es muy sencilla:

En verdad ellos no estaban desnudos antes de caer en pecado. Ellos


quedaron desnudos después de pecar.
Entonces la segunda pregunta que el derecho psíquico de la duda hace
surgir es:
¿Si ellos no estaban desnudos, entonces de que estaban vestidos?
La respuesta la encontramos en el Salmo 104 cuando nos revela en qué
consiste la vestimenta de Yahvéh:

“Bendice, alma mía, a Yahvéh. Yahvéh Dios mío, mucho te has


engrandecido; Te has vestido de gloria y de magnificencia.
(Salmo 104:1-2)

Presten toda su atención ahora al versículo 2:


“El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como
una cortina”.
Según el texto, ¿Cuál es la vestidura de Yahvéh? Sé que todos admitirán
que está expresado claramente: “el que se cubre de luz como vestidura”.
En ese sentido, cuando las Sagradas Escrituras dicen que Yahvéh está
vestido de vestiduras blancas, en realidad está refiriéndose
a vestidura de Luz. La misma luz que cubría a Adán y Eva. Entonces
cuando en Génesis 2:25 se nos dice que estaban desnudos, lo que nos
está diciendo el texto es que ellos estaban desprovistos “desnudos” de
vestiduras humanas (racionalismo), y no se avergonzaban porque
estaban cubiertos de la misma vestidura del Eterno. En pocas palabras,
la Gloria de Yahvéh los cubría.
Fundamentados en todo esto, los sacerdotes de Israel siempre
enseñaron que antes de que Adam pecara, Yahvéh lo había vestido con
vestimentas de “jashmal”, un puro fuego espiritual, que le permitían
estar conectado al Eterno. Como todavía no estaban revelados los 613
mitzvot, Adam necesitaba esa vestimenta para poder relacionarse con el
Creador. Eran vestimentas de luz (“or”). Ésta era una ropa especial que
Yahvéh les hizo, para que gracias a ella pudieran apegarse a Él y crear
mundos de acuerdo con la Voluntad Divina. Incluso si cuidaban una sola
mitzvá, eso se les consideraría como crear mundos, porque gracias a
esa mitzvá sostendrían a toda la creación.
El rey David, en su actividad profética, expresó esta revelación en el
Salterio:

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las


estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que
tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de
gloria y de honra…
(Salmo 8:3-5)

El contexto del pasaje nos habla de la creación de Adam y Java, pues el


texto dice más adelante que su misión era señorear, y dominar la tierra,
la misma orden que vemos expresada en el primer capítulo de Bereshit
(Génesis 1:28). Pero lo interesante del texto es el hecho de que ellos
estaban coronados de gloria, ¿Cuál gloria? La Gloria de Dios, y en ese
sentido, no estaban desnudos sino vestidos de gloria (“jashmal”).
Dios cubrió a Adán y Eva de esplendor con un manto glorioso de luz:
el jashmal o manto de Luz. El Manto de Luz representa la justicia, la
perfección y la santidad de Yahvéh.
Cuando nuestro Mesías fue transfigurado (Mateo 17:2) el hagiógrafo nos
revela en su evangelio que el vestido que tenía Yeshúa era blanco como
la luz. En pocas palabras, eran vestiduras de luz la que tenía puesta
Yeshúa. De igual manera, Adam y Java estaban cubiertos con la gloria
de Yahvéh, en su estado de perfección y santidad antes de pecar.

Por eso, debemos comprender que antes de comer del Árbol del
Conocimiento del Bien y el Mal, Adam y Javá se veían principalmente
como almas. Ellos sabían que el alma es la vestimenta de la esencia de
un ser humano (el espíritu) y que el cuerpo simplemente sirve
meramente como una cubierta protectora, que permite al binomio
apostólico espíritu-alma accionar en el plano físico para transformarlo
(tikun). Como Adam y Javá estaban enfocados en el aspecto espiritual,
no tenían consciencia de sus cuerpos.

Sin embargo, después del comer del Árbol del Conocimiento, cambió la
percepción humana del mundo físico. El manto de Luz se fue y ahora se
dieron cuenta que estaban desnudos. Es decir, descubrieron que el
pecado de desobediencia los desvistió del Manto de Luz ( jashmal). El
apóstol Pablo lo explica a los romanos de este modo:
“…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios.
(Romanos 3:23)

Entonces los sentidos físicos comenzaron a seducir como si tuvieran


valor propio. Los ojos de Adam y Javá “se abrieron” para enfocarse en el
cuerpo. Cuando esto ocurrió, el cuerpo se convirtió en una distracción
para el alma. Para un ser espiritual, ¿puede haber una humillación mayor
que ser reducido a algo físico y superficial?

Esto explica la razón de por qué los animales, que no tienen alma divina,
nunca sienten la necesidad de vestirse. En contraste, para Adam y Javá
el cuerpo necesitaba ser cubierto, para disminuir el énfasis en lo
exterior y permitir que emanase el brillo del alma.

Pero la respuesta a cómo ellos lograron ser revestidos por Yahvéh,


merece otrabitácora…

¿ESTABAN ADÁN Y EVA DESNUDOS EN EL EDÉN?

Por Eivert Caridad Fernández


Desde niño crecí con la firme idea de que nuestros primeros padres,
Adán y Eva, estaban en el principio de la creación corriendo en “pelotas”
por todo el Edén. De hecho, esa es la idea que predomina en la mayoría
de los círculos cristianos, y me atrevo a decir que también es la
interpretación que todo el mundo da.
Como soy un poco curioso y me gusta investigar sobre el contexto de los
acontecimientos bíblicos, me aventuré a indagar si en verdad es cierto
que Adán y Eva antes de la caída estaban desnudos revoloteando de
aquí para allá en el Edén.
Como este es un espacio donde escribo lo que pienso, basado en una
teología sencilla y aplicable, déjenme plantearles mi punto de vista
sobre este tema.
¿Estaban Adán y Eva desnudos?Vamos a ver…
Lo primero que tenemos que tomar en cuenta a la hora de analizar este
punto en particular es la condición original en la que se encontraban
Adán y Eva cuando fueron creados.
La Biblia nos enseña que la primera pareja antes de pecar estaban en un
estado de inocencia, de perfección y de santidad; y en ese sentido
estaban “desnudos” (Génesis 2:25)
Pero surge una pregunta: ¿Estaban desnudos de qué? Obviamente a lo
que respecta a vestiduras humanas o vestidos confeccionados por seres
humanos. Entonces sí es verdad que estaban desnudos, pero me inclino
a pensar que se trataba del hecho de que ellos no tenían vestiduras
humanas.
Hago otra pregunta: si ellos estaban desprovistos de vestiduras
humanas, y en ese sentido se encontraban desnudos, ¿es posible que
Dios en la creación los haya vestido de otra cosa?
Si analizamos bien el momento cuando Adán y Eva pecaron, lo primero
que nos damos cuenta fue de su reacción. En Génesis 3:7 dice:
“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban
desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”
Surge mi primera duda…
¿Cómo es posible que después de pecar es que Adán y Eva se dieron
cuenta que estaban desnudos, cuando antes de pecar la Biblia dice en
Génesis 2: 25 que “ellos estaban desnudos y no se avergonzaban?”
La respuesta es muy sencilla:
En realidad ellos no estaban desnudos antes de caer en pecado.

Ellos quedaron desnudos después de pecar.

Surge otra pregunta:


¿Si ellos no estaban desnudos, entonces de que estaban vestidos?
La Biblia nos enseña en los salmos, específicamente el Salmo 104:1-2
nos muestra lo referente a la vestimenta de Dios.
Dice la Biblia:
“Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has
engrandecido; Te has vestido de gloria y de magnificencia”.
Presten atención ahora al versículo 2:
“El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como
una cortina”.
Según el texto,¿Cuál es la vestidura de Dios?Dice que“el que se cubre
de luz como vestidura”
En ese sentido, cuando la Biblia dice que Dios está vestido de vestiduras
blancas, en realidad son vestidura de Luz. La misma luz que cubría a
Adán y Eva. Entonces cuando en Génesis 2:25 se nos dice que estaban
desnudos, lo que nos está diciendo el texto es que ellos estaban
desprovistos “desnudos” de vestiduras humanas, y no se avergonzaban
porque estaban cubiertos de la vestidura de Dios, en pocas palabras, la
Gloria de Dios los cubría.
En el Salmo 8:3-5 dice:
“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú
formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el
hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los
ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra…”
El contexto del pasaje nos habla de la creación de Adán y Eva, pues el
texto dice más adelante que su misión era señorear, y dominar la tierra,
la misma orden que vemos en Génesis 1:28. Pero lo interesante del texto
es el hecho de que ellos estaban coronados de gloria, ¿Cuál gloria? La
Gloria de Dios, y en ese sentido, no estaban desnudos sino vestidos de
gloria.
Dios cubrió a Adán y Eva de esplendor con un manto glorioso de

luz.

Cuando Jesús fue transfigurado en Mateo 17:2 la Biblia nos revela que el
vestido que tenía Jesús era blanco como la luz. En pocas palabras, eran
vestiduras de luz la que tenía puesta Jesús. De igual manera, Adán y Eva
estaban cubiertos con la gloria de Dios, en su estado de perfección y
santidad antes de pecar.
EL DÍA QUE PECARON
La historia del Génesis nos muestra que cuando ellos pecan, la Gloria de
Dios se va y ellos AHORA SÍ SE DAN CUENTA QUE ESTABAN
DESNUDOS.
El manto de luz se fue y ahora se dieron cuenta que estaban ¿qué? Que
estaban desnudos. Es decir el pecado los desvistió del manto de luz.
El manto de luz representa la justicia, la perfección y la santidad de
Dios. Ahora habían perdido eso porque habían pecado.
Mira conmigo este pasaje de la Biblia en Romanos 3:23:
“…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de

Dios”

Es por eso que cuando Adán y Eva pecaron la Gloria de Dios que los
cubría se fue, y ese es el patrón que rige a todos los seres humanos.
En realidad, sin Cristo, todos los seres humanos están desnudos delante
de Dios, están sin las vestiduras de Su Gloria, a pesar de que tengan
puestos vestidos humanos.
La historia no termina así. Dice la Biblia que Adán y Eva al conocer su
estado de pecaminosidad, decidieron hacer un vestido con hojas de
higuera, es decir, trataron de vestirse nuevamente pero con medios
terrenales. Dios interviene y les hace túnica de pieles, es decir, Dios los
viste nuevamente.
Aquí es donde viene lo interesante. Analicemos algunas preguntas:
¿Quién hizo las túnicas?JEHOVÁ DIOS.
¿Quién los vistió?Dios.
¿De qué eran las túnicas?De pieles.
¿Qué necesitamos hacer para conseguir la piel de un animal?Para
adquirir la piel de un animal el animal tiene que morir, es decir, se debe
matar al animal, que posiblemente haya sido un cordero.
Cuando Adán y Eva pecaron, Dios por lo menos mató a un animal,
derramó su sangre a través de la muerte.Ese día murió alguien por la
culpa de otros.
Ese animal que vistió a Adán y Eva representa a Jesucristo, el Cordero
de Dios que quita el pecado de mundo.
De manera que en el principio Adán y Eva NO ESTABAN DESNUDOS,ellos
estaban cubiertos de la Gloria de Dios. Fue el pecado el que hizo que la
Gloria se fuera, y es ahí donde ellos se dan cuenta que estaban
desprovistos, desnudos.
Dicho de otra forma: ellos estaban desnudos físicamente, pero vestidos
de la Gloria de Dios espiritualmente.
Yo también estaba desnudo, hasta el día que Dios me vistió nuevamente
con su Gloria a través del perfecto sacrificio de Jesucristo en la cruz. Su
sangre me limpió de todos mis pecados, y ahora se me ha puesto una
túnica especial.
Y tú, ¿estás desnudo o estás vestido en Cristo?

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