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Un hombre perfecto en su generación (Génesis 6:9-14)

“Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus
generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a
Jafet. Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y
miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había
corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de
todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los
destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el
arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera”.
Génesis 6:9-14

INTRODUCCIÓN

La vida de Noé nos enseña mucho en cuanto a la manera que debemos vivir,
especialmente hoy que vivimos en un mundo lleno de maldad, un mundo que ha
olvidado a Dios y se pervierte en toda clase de pecados. En estos versículos podemos
aprender muchas cosas que podemos poner en practica hoy y asegurar nuestra vida
eterna.

Un hombre perfecto en su generación

 
                        I.         UN HOMBRE DIFERENTE EN SUS GENERACIONES.

“Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus
generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a
Jafet.

Es interesante considerar lo que la Biblia nos dice acerca de Noé. En primer lugar, lo
llama un varón justo, es decir, fue un hombre que vivía alejado del pecado a pesar de
que vivía en un mundo corrompido por la maldad. En segundo lugar, lo llama perfecto
en sus generaciones, lo cual nos sugiere que era alguien diferente en medio de toda su
generación, tanto en conducta y principios, por lo que nunca permitió que su vida
fuese influenciada por las conductas pecaminosas de su tiempo. En tercer lugar,
vemos que Noé camino con Dios. Por todo esto podemos entender mucho en cuanto a
la conducta y vida de Noé, el cual vivió en medio de una generación malvada, su vida
nunca estuvo influenciada por el mal, sino al contrario, siguió el camino de rectitud,
obedeciendo al Dios de sus antepasados, y esto es algo de realmente sobresale en
medio de las paginas de la Biblia porque Noé fue justo en un mundo donde la maldad
predominaba y era más fácil seguir el mal que la justicia. Fue por su justicia que Dios
decidió preservar la vida de la raza humana y no destruirla para siempre, y fue a
través de sus tres hijos que la humanidad tendría una segunda oportunidad: Y
engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. Por su integridad, Noé hallo gracia a
los ojos de Dios, su familia se salvo y por medio de sus tres hijos la humanidad tuvo
una nueva oportunidad, pero no solo eso, sino que por su fe condeno al mundo
antediluviano a la destrucción: “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca
de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y
por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”,
(Hebreos 11:7).

                      II.         UNA GENERACIÓN HUNDIDA EN LA MALDAD.

“Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia”.

Aquí este versículo nos da dos detalles en cuanto a la maldad que se vivía en estos
hombres. primero se nos dice que: se corrompió la tierra delante de Dios; y esta
palabra, “corrompió”, sugiere algo que se ha echado a perder totalmente y que ya no
posee sus cualidades que lo hacían valiosa, así de mal estaba la situación de esta
generación. También se nos dice: y estaba la tierra llena de violencia. No solo la
humanidad se había corrompido en total clase de depravación, sino que estaba llena
de violencia lo cual nos sugiere la práctica de homicidios, abusos, y daños a los más
débiles. Hoy en día vivimos en un mundo muy similar, la depravación del hombre ha
llegado a niveles intolerables delante de Dios, el hombre se ha desenfrenado en tantas
borracheras, lujurias, robos, adulterios y fornicaciones, y no solo esto, sino vivimos en
un mundo muy violento, rodeado de guerras, delincuencia, abuso e injusticias.

                    III.         UNA ADVERTENCIA PARA VIVIR DE MANERA


DIFERENTE.

“Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había
corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de
todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los
destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el
arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera”.

Fue la maldad de este mundo que provoco el juicio de Dios sobres sus vidas, y así el
diluvio vino a ellos; pero Noé y su familia se salvaron por medio del Arca. Hoy en día
vivimos tiempos similares donde la maldad del hombre ha crecido en desmedida, y
como era en aquel tiempo las personas no se percatan que sus maldades los
conducirán a su condenación eterna. Nuestro Señor Jesús advirtió que antes de su
venida seria como en los días de Noé:
“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi
Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque
como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando
en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que
vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del
Hombre”.
Mateo 24:36-39

Cada día estamos mas cerca de la venida de Cristo, pero antes de eso vendrá el juicio
sobre esta humanidad que es conocida como la gran tribulación, muchos hoy en día se
burlan de ello, o dicen que Cristo se ha retrasado, pero no es así, sino que es paciente
porque no quiere que nadie se condene, sino procedan al arrepentimiento: “El Señor
no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los
cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la
tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han
de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de
vivir”, (2 Pedro 3:9-11).

CONCLUSIÓN.

Noé fue un varón justo y ejemplo en toda su generación el cual nunca permitió que la
maldad de los hombres lo contaminara y lo alejara de Dios. Fue su fe la que condeno
a este mundo, una fe que se ve en su justicia y caminar con Dios. Hoy en día vivimos
en medio de una generación muy parecida, corrompida por el pecado y llena de
violencia, pero el día del Señor esta cerca y todos nosotros debemos apartarnos de
todo mal y esperan con fe el regreso de nuestro Señor Jesucristo

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