Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capitulo IV
Capitulo IV
Artículo 2: Inciso 4
A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del
pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier
medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni
impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley. Los delitos
cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de comunicación
social se tipifican en el Código Penal y se juzgan en el fuero común. Es delito
toda acción que suspende o clausura algún órgano de expresión o le impide
circular libremente. Los derechos de informar y opinar comprenden los de
fundar medios de comunicación.
1. Consiste:
Con la ayuda de Internet, muchas instituciones públicas dan servicios en
línea a sus usuarios, por lo cual los costos de acceso se están reduciendo
y asimismo el tiempo. El usuario puede solicitar cualquier información
pública, sin necesidad de expresar la causa. Hay algunas excepciones:
como las que afecten la intimidad de las personas, las que estén
prohibidas por ley o por razones de seguridad.
Artículo 2: Inciso 9
A investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita o
sin mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su
perpetración. Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son
reguladas por la ley. La inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en
él ni efectuar.
1. Consiste:
El derecho a la inviolabilidad de domicilio en una acepción es especifica
encarna el espacio físico y limitado que la propia persona elige para
domiciliar, quedando facultado para poder excluir a otros de dicho
ámbito impidiendo o prohibiendo la entrada en él; en un concepto de
alcance más amplio, “la inviolabilidad de domicilio encuentra su
asentamiento preferente, no exclusivo, en la vida de las personas, no se
refiere pues , a la protección de la propiedad, posesión u otros derecho
reales, sino a la necesidad de preservar el carácter privado e íntimo”.
1.1 Delito Flagrante: El concepto se utiliza para nombrar algo que se está
ejecutando en el momento o que resulta tan evidente que no
necesita pruebas. Por ejemplo: “La gente se indignó ante la flagrante
mentira del diputado”, “No voy a permitir que incurra en una falsedad
flagrante sobre mi persona”, “El engaño fue flagrante: no habrá
perdón”.
En el ámbito del delito penal, se entiende por delito flagrante a aquel
que se está ejecutando en el preciso instante. Lo flagrante, por lo tanto,
tiene que ver con la inmediatez y con la posibilidad de detectar
el delito en el mismo momento en que se está cometiendo.
Lo flagrante de un delito tiene consecuencias directas sobre el derecho.
Ante un caso de delito flagrante, la policía puede ingresar a una casa
particular sin autorización judicial para evitar que el delito prosiga.
Encontrar a un delincuente inflagranti, por otra parte, facilita el
procedimiento penal sobre la culpabilidad del acusado.
1.1.1 Clasificación
a) Flagrancia estricta o propiamente dicha: Con las manos en la masa
Que, en primer lugar, la agente in fraganti es el delincuente
sorprendido cuando está realizando actos de ejecución
propios del delito, o cuando acaba de consumarlo.
El requisito de sorprender al delincuente no exige el asombro
o sobresalto del mismo, se trata de que sea descubierto, su
acción delictiva en fase de ejecución o inmediatamente
después de la misma. El descubrimiento ha de producirse
precisamente mediante la percepción sensorial del hecho, por
parte del sujeto que dispone la detención, es decir, este ha de
tener conocimiento del hecho a través de sus sentidos,
normalmente la vista.
La percepción que se realiza es absolutamente actual, directa
y efectiva y no tiene que efectuarse ninguna deducción. Es
decir, el hecho advertido resulta vivo y palpitante.
1.1.2 Requisitos
Se deben cumplir al momento de la realización del hecho
punible, cuyo término es de 24 horas.
a) Inmediatez Temporal: El delito se está cometiendo o se haya
cometido instantes antes.
b) Inmediatez Personal:
Capítulo VI
Artículo 2: Inciso 12
A reunirse pacíficamente sin armas. Las reuniones en locales privados o
abiertos al público no requieren aviso previo. Las que se convocan en plazas
y vías públicas exigen anuncio anticipado a la autoridad, la que puede
prohibirlas solamente por motivos probados de seguridad o de sanidad
públicas.
1. Consiste:
El derecho de reunión puede ser definido como la facultad de
toda persona de congregarse junto a otras, en un lugar
determinado, temporal y pacíficamente, y sin necesidad de
autorización previa, con el propósito compartido de exponer y/o
intercambiar libremente ideas u opiniones, defender sus
intereses o acordar acciones comunes.