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I.

E Claretiano Gustavo Torres Parra


Área de Filosofía: El Sentido de la Vida como Problema Filosófico
Estudiante: Julián Muñoz
Grado: 1101
Docente: Jhon Alber Marín Conde
Fecha: 22 de Agosto de 2019

¿Por qué y para qué estamos aquí?

En el presente ensayo presentaré mi concepción de la vida humana con el fin de tratar dar
respuesta a algunas de las preguntas filosóficas surgidas al pasar de los años con respecto al
sentido que nuestra existencia. Analizaremos varias hipótesis planteadas, teniendo en cuenta
varios puntos de vista y citando a algunos autores que han hablado del tema, concluyendo así,
que el verdadero propósito lo defines tú, y solo tú, pensando en tus objetivos y en tu futuro.

1. Introducción

La búsqueda del sentido de nuestra existencia ha surgido varios siglos atrás, muchos
han intentado otorgar respuesta a tal pregunta, y en sus intentos, han surgido innumerables
hipótesis, pero ninguna universalmente aceptada, cada uno cree, lo que quiere creer. Se ha
dicho que la vida ya está regida, que todo está planeado y no es posible modificar lo que
haremos a futuro, pero, por el contrario, también se dice que, si es posible modificar los hechos
futuros, y que todo depende de ti.

En la Edad Media, cuándo la religión dominaba gran parte del mundo, Dios era
prácticamente la única respuesta, él creo el Universo, entonces tenía un plan para cada uno de
nosotros. Esta hipótesis era la más aceptada, y quién no coincidiera con dicho pensamiento,
era condenado a la muerte, por lo tanto, no hubo muchos que se atrevieran a llevar la contraria
a la Iglesia.

Más adelante, empezó a surgir la idea de que el ser humano, como tal, es realmente un
efecto accidental, que surgió de la nada, y que no está sujeto a algún propósito o plan. Dicho

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de otra manera, se creó la explicación científica de la vida, excluyendo así, la idea de un dios
todopoderoso que tiene nuestro destino programado.
2. Desarrollo
¿Existe realmente un objetivo el cuál debemos de alcanzar?, me atrevo a afirmar que
sí, efectivamente cada uno de nosotros tenemos ya sea un objetivo, o una meta para nuestro
futuro, la cual desde pequeños se nos ha ido formando desde que nos hacen preguntas tan
sencillas como, ‘¿qué quieres ser de grande?’. Aunque claro, nuestra perspectiva del mundo va
cambiando a medida que crecemos, y nuestros objetivos no sean los mismos toda la vida, es
probable que tengamos algo en mente lo cuál queremos lograr y tener la satisfacción de haberlo
hecho.
Ahora bien, teniendo en cuenta que “la vida es razón, principio interpretativo de ella
misma, de las experiencias, obras, textos o significados que en ella se producen, de modo que
sólo desde ella pueden ser entendidos” (Gutiérrez, 2012), dependiendo de nuestras
experiencias a lo largo de nuestra existencia, nuestra definición del sentido de la vida se puede
alterar, ya sea para bien o para mal, y solamente nosotros comprenderemos lo que realmente
queremos para nuestro futuro, porque después de todo, es nuestra vida, y debemos darle un
propósito que consideremos apropiado.
He de mencionar, que el significado de la vida, varía dependiendo de muchos factores,
como por ejemplo la cultura, ya que, no tendrán una perspectiva similar de su vida un habitante
asiático, al de uno americano, por lo tanto, es poco probable que llegue a existir una respuesta
firmemente universal, o que acapare la mayor cantidad de personas, todo depende
completamente de su ambiente de crecimiento y desarrollo, todo depende de él.
En lo personal, estoy de acuerdo con la idea de que nosotros, como personas, tenemos
que ‘programar’ nuestra existencia, y darle un rumbo fijo, dar lo mejor de nosotros mismos y
proponernos un futuro adecuado, tener objetivos claros y precisos con los cuales desarrollar
una vida plena y satisfactoria, de la cual sentirnos orgullosos por siempre y para siempre.
Debemos de analizar nuestro día a día más a fondo, y determinar lo que realmente
queremos para nuestro futuro, y no dejar que otros afecten negativamente nuestras decisiones

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a su acomodo, sino que, tener una posición firme y cumplir con habilidad y destreza, nuestros
objetivos.

3. Conclusión:
A lo largo de esta lectura he presentado variadas hipótesis y creencias dictaminadas por
distintas épocas y culturas, pero la que realmente importa es la que tú consideres más adecuada,
la que creas más precisa y demuestre tu potencial como persona, trata de salir adelante con tu
propio esfuerzo y dedicación, que pronto, todo dará frutos.
Si sigues sin encontrar el sentido a la vida, el sentido lo colocas tú mismo, tú controlas
lo que pasará, solo reflexiona por todo lo que has pasado y en todo lo que lograrás, crea tu
propio futuro.
La vida es un largo camino que tiene como propósito alcanzar tus metas, objetivos y
propósitos que te propusiste desde un principio que tú mismo sabías que logarías.
Y, por último, tendremos en cuenta que, “la vida no tiene sentido. La vida es sentido.
Por tanto, no hay respuesta a la pregunta por el sentido de la vida; sólo se puede ser uno con
él.” (Cavallé, 2013, p. 12). Es algo en lo que debemos reflexionar, y pensar, para poder
continuar con nuestras vidas cotidianas con tranquilidad.

Referencias

Cavallé, Mónica (2013). El sentido filosófico de la vida humana. Recuperado de:


www.monicacavalle.com/wp-content/subidas/2013/01/El-sentido-de-la-vida-
humana.pdf

Gutiérrez, Antonio. (2012). La vida humana como principio interpretativo radical de la


filosofía de Ortega y Gasset. Scielo. Recuperado de:
www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0101-31732012000300005

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