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Surgimiento

Este modo de producción surgido entre el cuarto y tercer milenio a.n.e. duró en los
países más desarrollados de Asia, Europa y África hasta los Siglos III y V de n.e.,
alcanzando su máximo esplendor en la antigua Grecia y luego en Roma. La caída
del Imperio Romano de Occidente en el Siglo V de n.e., inició la desaparición del
modo esclavista de producción. El proceso de surgimiento de las relaciones
esclavistas de producción fue distinto en los diferentes países. A la vez existían
condiciones económicas fundamentales comunes para todos los países y pueblos,
que prepararon el tránsito al modo esclavista de producción: el desarrollo de las
fuerzas productivas hasta tal nivel en el que era posible la creación no sólo del
producto necesario, sino también del producto adicional; el surgimiento de la
hacienda individual y de la propiedad privada de los medios de producción; el
desarrollo de la desigualdad patrimonial, la formación de una élite rica, que poseía
una gran hacienda y necesitaba de fuerza de trabajo complementaria. Todos estos
factores se formaron ya en el período de la disgregación del régimen gentilicio. Poco
a poco pero inexorablemente a base de su desarrollo, la esclavitud patriarcal fue
sustituída por el modo esclavista de producción.

Forma esclavista de explotación


Propiedad de los medios de producción y los esclavos
La base económica del modo esclavista de producción es la posesión por la clase
esclavista de todas las condiciones fundamentales de la producción: la tierra, los
instrumentos y los objetos del trabajo y el propio productor, el esclavo. En
consecuencia todo el producto creado era propiedad del esclavista. De la masa
general de productos creados, a los esclavos sólo le llegaba una ínfima parte que
apenas era suficiente para reponer la fuerza de trabajo gastada y para una
existencia semihambrienta. Esta parte del producto creado por ellos mismos no
alcanzaba para la reproducción normal de sus condiciones físicas para el trabajo,
por lo que se agotaban rápidamente. Los esclavos carecían por completo de todo
tipo de derechos económicos, políticos y jurídicos. En la antigua Roma al esclavo le
llamaban instrumento de trabajo “parlante” a diferencia de las bestias y de los
instrumentos de trabajo inanimados. Al no tener posibilidad de apropiarse del
producto creado y mejorar su situación con un trabajo más intenso, el esclavo no
estaba interesado en los resultados de su trabajo. Carecía de toda clase de estímulo
respecto al trabajo en general y a la elevación de su productividad. La plena
propiedad por parte de la clase esclavista de todas las condiciones de producción y
la ausencia de todo interés por parte del esclavo en el trabajo, condicionaron el modo
de unificación original de la esclavitud, de los medios de producción con la fuerza
de trabajo: la forma franca violenta de trabajo forzado. Además de la propiedad
esclavista existía la pequeña propiedad de los campesinos y artesanos libres que
en el primer período de existencia de la sociedad esclavista desempeñó un gran
papel en la producción social. En la medida que se fue desarrollando el modo de
producción esclavista, estas pequeñas formas de propiedad pasaron a manos de
los grandes propietarios esclavistas y sus antiguos dueños se convirtieron en
esclavos.
La cooperación simple del trabajo
El trabajo de los esclavos se aplicaba en lo fundamental en forma de cooperación
simple, es decir, era una agrupación de la masa de esclavos bajo el control del
esclavista, los cuales realizaban un trabajo más o menos homogéneo. La división
del trabajo entre los esclavos era extraordinariamente insignificante. El grado de
desarrollo de los instrumentos de trabajo era tal que para conseguir un buen
resultado en la producción se requería del empleo de una masa de esclavos y no de
esclavos aislados. Sólo en ese caso podía lograrse suficiente producto adicional,
cuya obtención era la finalidad de la producción esclavista. La violenta coerción de
los esclavos para que trabajaran, exigía el mantenimiento de numerosos capataces
y esto sólo podía justificarse en el caso de que hubiera una gran masa de esclavos
ocupados simultáneamente.

A base del trabajo de los esclavos continuaron desarrollándose las fuerzas


productivas. La aplicación de la cooperación simple de los esclavos ya en el régimen
esclavista permitió desenvolver complicados tipos de producción artesana, o sea,
industrial: extracción de minerales de hierro, de cobre, de plata y oro, la fundición de
metales, la fabricación de diversos tipos de armas, instrumentos de trabajo, adornos,
hilado, tejidos, etc. Fueron creados con el trabajo de los esclavos sistemas de riego,
muy perfectos para aquellos tiempos en Babilonia, Egipto y otros países. Sin
embargo, a diferencia de la cooperación del trabajo de la comunidad primitiva, que
agrupaba a personas con iguales derechos y libre de explotación, las cuales se
hallaban a un nivel extremadamente bajo de desarrollo económico, la cooperación
esclavista agrupaba a productores sojuzgado por los explotadores, que no tenían
interés en los resultados del trabajo. Esto determina el carácter contradictorio de la
cooperación esclavista.

Oposición entre el trabajo manual y el intelectual


En las condiciones del modo de producción esclavista surgió la oposición entre el
trabajo manual y el trabajo intelectual. El trabajo manual era el destino de los
esclavos, y el trabajo intelectual, era privilegio de las clases dominantes, con la
particularidad de que las personas dedicadas al trabajo intelectual, explotaban
despiadadamente a los que se ocupaban en el trabajo manual. En esto se
manifestaba la oposición entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, que tenía
un carácter acusadamente clasista. El desarrollo de las fuerzas productivas y del
resultado de la producción, posibilitó la separación del trabajo intelectual del trabajo
manual porque el trabajo forzoso y pesado de los esclavos proporcionaba producto
adicional a los esclavistas, lo que les permitía no dedicarse al trabajo manual. En la
medida que se fueron desarrollando las relaciones esclavista de producción,
aumentaba la masa de esclavos que trabajaban para los esclavistas y se
incrementaba su explotación, y el trabajo manual se fue convirtiendo en ocupación
reprobable para el ciudadano libre. A los asuntos estatales, la política, la filosofía, la
literatura y el arte se dedicaban los esclavistas. El florecimiento de las ciencias, el
arte y la literatura del mundo antiguo estaba íntimamente relacionado a la separación
del trabajo intelectual y el trabajo manual. El incremento de las fuerzas productivas,
el desarrollo del Estado, del arte y la ciencia fueron posible sólo a condición de que
fuera dividido el trabajo entre la masa dedicada al trabajo manual y unos cuantos
privilegiados, que dirigían los trabajos y se ocupaban de los asuntos del Estado, de
la ciencia y el arte. La esclavitud fue la forma más simple que apareció
espontáneamente de tal división del trabajo.
Carácter natural de la producción esclavista
La producción esclavista tenía un carácter natural. Los productos se creaban en lo
fundamental para su consumo en los límites de cada hacienda. El carácter natural
de la producción esclavista estaba condicionada por el insuficiente desarrollo de la
división social del trabajo y también por la coerción directa, violenta y
extraeconómica de los esclavos en la producción. La conversión del hombre libre en
esclavo ocurría, por lo general, como resultado de un acto de violencia directa. “El
mercado de trabajo se ve constantemente surtido de mano de obra – escribió Marx
– por la guerra, la piratería, etc, y estos robos se desarrollaban también al margen
de todo un proceso de circulación, pues constituyen pura y simplemente actos de
apropiación de la fuerza de trabajo ajena por medio de la violencia física descarada.”
Una de las peculiaridades más significativas de la economía esclavista consistía en
que una parte considerable del producto adicional se destinaba a fines
improductivos: a construir los majestuosos palacios de los gobernantes y esclavistas
ricos, a edificar grandiosos templos para el ejercicio del culto religioso, a organizar
festejos solemnes en honor de las victorias de los Estados esclavistas y de algunos
jefes militares y a celebrar juegos y espectáculos.

Ley económica fundamental de la sociedad esclavista


En la esclavitud el producto adicional se destinaba ante todo a satisfacer las
necesidades personales de los explotadores. Debido al bajo nivel de desarrollo de
las fuerzas productivas o de la productividad del trabajo esclavo no interesados en
los resultados de la producción, el producto adicional era insignificante. Con todo y
esto la riqueza de algunos Estados esclavistas y de sus gobernantes alcanzaba
enormes proporciones. Al desarrollarse la producción esclavista crecía el
parasitismo de las clases dominantes. Por ello se incrementaba aun más la
explotación de los esclavos. El producto adicional y parte del producto necesario
eran arrancados por los esclavistas a los esclavos empleando los métodos más
crueles de violencia.

La creación del producto adicional para el consumo parasitario de los esclavistas


mediante la coerción directa, extraeconómica en orden al trabajo de los productores
directos, los esclavos, constituye la ley económica fundamental de la sociedad
esclavista.

Reproducción en las condiciones del esclavismo


Al modo esclavista de producción le era inherente la reproducción simple. Era
evidente que en el esclavismo la producción no permanecía estancada. Se
desarrollaban las fuerzas productivas y las relaciones de producción, aumentaba la
población, crecían las necesidades de las personas y aumentaba la producción.
Este incremento fue tan lento que se hizo perceptible a lo largo de muchas
generaciones. La causa principal del lento incremento de la producción fue el
consumo parasitario de las clases gobernantes respecto al producto adicional
creado por el trabajo esclavo. Al desarrollo de la producción no se le destinaba, o a
penas se destinaba parte de producto adicional. Esto privaba a la producción de la
base material para su ampliación. El producto adicional creado por el trabajo
adicional de los esclavos aparecía por lo general en forma de valores de uso, es
decir, como objetos y artículos consumidos directamente por los esclavistas. “Los
antiguos no pensaban – escribió Marx – siquiera en convertir el producto sobrante
en capital. Si acaso pensaban en ello, era en un grado insignificante. La existencia
entre ellos del verdadero atesoramiento en grandes proporciones, indica la gran
cantidad de productos sobrantes que quedaba baldío en la Antigüedad.”

Desarrollo de las relaciones mercantiles y


monetarias
El incremento de la división social del trabajo en las condiciones de dominio de la
propiedad privada condujo a que, pese al carácter natural de la producción
esclavista, lograran cierto desarrollo la producción mercantil y el intercambio
mercantil. Tuvo significación primordial el desarrollo de los oficios. El crecimiento de
la especialización y el volumen de la producción agrícola jugó un papel muy
importante en el desarrollo de las relaciones mercantiles en la sociedad esclavista.
La creación de productos para la venta (mercancías) estaba a cargo de pequeños
propietarios y también de los esclavistas que se apropiaban del producto adicional
creados por el trabajo de los esclavos y los destinaba a la venta parcialmente. Al
desarrollarse la producción, los esclavistas fueron ampliando el intercambio a cuenta
del aumento del producto adicional. El intercambio mercantil se transforma poco a
poco en un sistema regular de comercio. Aparecieron los mercados y se establecían
vínculos comerciales. Se formaba el comercio local no sólo, sino también el
comercio internacional. Egipto, China, Babilonia, Grecia, Roma y otros países
mantenían un comercio activo internacional. Como resultado del incremento de la
producción y el comercio se desarrolló la circulación monetaria. Aparecieron las
monedas de metal.

El capital comercial y el capital usurario


Con el descursar del tiempo, el dinero comenzó a emplearse no sólo como
equivalente universal, sino también como medio de intercambio. En distintos casos
servía de instrumento para la apropiación de los resultados del trabajo ajeno. El
dinero empleado de este modo se convertía en capital. Los poseedores de dinero
compraban las mercancías que vendían después a precios más elevados. A
consecuencia de la operación realizada crecía la suma inicial de dinero y
proporcionaba ganancias a su poseedor... el dinero que se valoriza , es capital. Las
primeras formas del capital fueron históricamente el capital comercial y el capital
usurario.

Capital comercial
Es el capital colocado en la esfera del cambio de mercancías, que proporciona
determinadas ganancias al comerciante, el cual actúa de intermediario en las
operaciones de cambio de mercancías. Al comprar y revender las mercancías,
aprovechando la diferencia de los precios, y engañando a veces a los compradores
y a los vendedores, los comerciantes se apropiaban de una parte bastante elevada
del producto adicional creado por los esclavos y de una parte del producto creado
por los pequeños productores libres (campesinos y artesanos) de mercancías.

El capital usurario
Forma de capital que proporciona interés. El capital usurario apareció en el período
en que el régimen de la comunidad primitiva se descompone y surge el Estado
esclavista. Los usureros participaban en la explotación de los esclavos y de los
siervos, concedían préstamos a los dueños de esclavos y a los señores feudales.
Los intereses exigidos por el préstamo no sólo absorbían todo el plusproducto, sino,
también una parte del producto necesario de los esclavos y de los siervos. El capital
usurario contribuyó a preparar las condiciones para que surgiera el modo capitalista
de producción. Por una parte, empujó a la ruina y a la proletarización a los pequeños
productores, que se convirtieron en obreros asalariados, y por otra parte aceleró la
acumulación de capital monetario. Bajo el modo capitalista de producción, la forma
básica de capital que proporciona intereses es el capital de préstamo. El capital
usurario sigue desempeñando un importante papel en los países coloniales y
dependientes donde las relaciones económico — sociales son atrasadas y el
imperialismo mantiene su yugo.

Tenía la forma de préstamo o empréstito concedido en metálico o en medios de


producción y artículos de consumo, que debían ser devueltos con un crédito, es
decir, con un recargo sobre la magnitud de la suma prestada. El capital usurario
ofrecía también la posibilidad de apropiarse de una parte del producto adicional
creado por los esclavos si el préstamo era concedido al esclavista, y de una parte
del producto por los campesinos y artesanos en el caso que le fuera otorgado a
ellos.. el capital usurario contribuía a arruinar a los pequeños productores y a
convertirlos en esclavos por no poder pagar sus deudas. La usura contribuía también
a la intensificación de ls explotación de los esclavos.

Producción, circulación mercantil y dinero


La producción y la circulación mercantil, así como el dinero relacionado con ellas, el
capital comercial y el capital usurario servían a la producción esclavista, que por su
base era natural. Además la producción mercantil, al ser un apéndice de la
producción natural, tenía un carácter subordinado, limitado. Más pese a eso, las
relaciones mercantiles y monetarias se hallaban en contradicción con la economía
natural y con la propia esencia del modo esclavista de producción. Esto complicaba
y agudizaba aún más las contradicciones incompatibles propias del régimen
esclavista.

El Estado en el régimen esclavista


La sociedad esclavista estaba dividida en dos clases fundamentales: los esclavos y
los esclavistas. Esta división clasista de la sociedad era refrendada en todos los
estados esclavistas de la antigüedad por ciertas normas jurídicas, como la
legislación de Atenas, el derecho romano, etc. De acuerdo con las leyes de los
estados esclavistas, los esclavos no solo eran considerados ciudadanos, es decir,
miembros de la sociedad con plenitud de derechos, sino ni siquiera personas. El
esclavo podía ser matado o sometido a toda clase de violencia y eso no era
considerado delito en la sociedad esclavista. Además de los esclavos y los
esclavistas, en la sociedad esclavista existían las clases de los campesinos y
artesanos libres, los comerciantes, comprendido entre estos los usureros. Los
intereses de los esclavistas eran salvaguardados por el Estado esclavista. La
historia registra unas cuantas formas de estados antiguos: el despotismo oriental
con poder ilimitado del monarca; las ciudades-estados (Grecia y Roma) con formas
democráticas y aristocráticas de administración. En los estados esclavistas la
democracia era extensiva únicamente a la parte libre de la población, mientras que
los esclavos carecían por entero de todo tipo de derechos. Sin embargo sea cual
fuere la forma de Estado esclavista, siempre fue un aparato de violencia, de dominio
clasista, que salvaguardaba la propiedad de los esclavista, defendiendo los
intereses de la clase esclavista tanto en el interior como en el exterior del país.

Disgregación
Contradicción fundamental
El trabajo de los esclavos que constituía la base de la vida de la sociedad esclavista,
carecía de estímulos materiales y espirituales y por ende era poco fructífero. La
unidad coercitiva de los productores y de los medios de producción implicaba la
contradicción incompatible interna del modo de producción esclavista. He aquí la
contradicción fundamental, que de ella se derivaron otras contradicciones.

A la sociedad esclavista le era inherente el antagonismo entre los productores (los


esclavos) y los instrumentos de trabajo, que eran medios de una violenta
explotación. En su afán de liberarse del pesado trabajo obligado, los esclavos
destruían a menudo los instrumentos de trabajo. Es por ello que en la esclavitud, se
utilizaban por lo general los instrumentos más toscos, aquellos que se hacía difícil
romper.

La cooperación simple hasta cierto punto cuando era suficiente la afluencia de


nuevos esclavos a precios bajos, constituyó un medio original de la solución de la
contradicción fundamental. La reducción de la masa de esclavos, hacía que la
cooperación del trabajo no fuera beneficiosa económicamente, dejando de ser la
forma de organización de la producción capaz de llevar adelante el desarrollo de las
fuerzas productivas.

Oposición entre la ciudad y el campo


El divorcio entre la ciudad y el campo en las condiciones de la esclavitud, tenía un
carácter antagónico y se manifestaba como oposición entre la ciudad y el campo.
Por una parte, la separación de la ciudad respecto al campo desempeñaba un papel
positivo, ya que avivaba el desarrollo de la especialización del trabajo y el
incremento de su productividad, y por otra parte este divorcio hacía que la ciudad
explotara y dominara aún más al campo, provocando la disminución de la producción
agrícola. A pesar del extraordinario avance de la artesanía, la agricultura constituía
la rama más importante de la producción material, por lo que su decadencia ejerció
una notable influencia en el desarrollo de toda la producción social.

Contradicción entre la gran hacienda y los pequeños


productores
Una de las características más significativas del modo de producción esclavista era
la existencia contradictoria de los tipos de haciendas: las grandes haciendas de la
clase esclavistas, basadas en la explotación del trabajo de los esclavos, y la
hacienda de los pequeños productores libres (campesinos y artesanos). Por un lado
ambos tipos de haciendas estaban económicamente interrelacionadas y se
complementaban entre sí en el sistema de producción social en su generalidad, y
por otro lado, se libraba una lucha constante entre ellas.
Los estados esclavistas formaban sus ejércitos con ciudadanos libres,
principalmente campesinos y artesanos. Sin embargo los pequeños propietarios no
siempre estaban en condiciones de enfrentar la competencia de las grandes
haciendas esclavistas y se arruinaban, se veían envueltos en deudas y
frecuentemente se convertían en esclavos. Por otra parte los campesinos y
artesanos libres luchaban y apresaban esclavos para los esclavistas lo que
contribuía a fortalecer las haciendas de estos, mientras que se arruinaban las
pequeñas haciendas abandonadas por las guerras constantes y se socavaba con
ello el fundamento de la esclavitud. Se formaba un círculo vicioso del que no podía
escapar la sociedad esclavista.

Contradicción entre fuerzas productivas y relaciones de


producción
Las fuerzas productivas en las condiciones de la dominación esclavista, pese a su
lento desarrollo, crecieron considerablemente y se situaron a un nivel superior en
comparación con el régimen gentilicio. Esto se manifiesta ante todo en cierto
mejoramiento de los instrumentos de trabajo como en el perfeccionamiento de las
prácticas laborales y en la acumulación de experiencias de trabajo. En las
condiciones de dominio del modo esclavista de producción, se desarrollaron en
vasta escala los instrumentos de metales, se alcanzaron grandes éxitos en el
perfeccionamiento de los métodos de trabajo en la tierra, en el riego, en la extracción
y elaboración de metales, en las construcciones, en el transporte, en la elaboración
de tejidos, el la alfarería y la orfebrería. Aunque los instrumentos de trabajo seguían
siendo por su naturaleza instrumentos de trabajo manuales, eran mucho más
perfectos y productivos, y para su aprovechamiento era ya imprescindible otro
procedimiento de unificación de los mismos con la fuerza de trabajo. Los intereses
del desarrollo de las fuerzas productivas exigían que el productor directo estuviera
interesado en el empleo más eficiente de los instrumentos de trabajo. Surgió así la
necesidad social de sustituir las viejas relaciones de producción esclavistas por otras
nuevas que se correspondieran al nivel y al carácter de las fuerzas productivas.

Desaparición
Surgimiento el colonato
La profundización de las contradicciones de la sociedad esclavista, originó su crisis
que se exteriorizó en todas las esferas de la sociedad esclavista. La crisis se
manifestó ante todo en la ruina masiva de los pequeños productores y en la
decadencia de las grandes haciendas esclavistas. En esta situación aparecieron
nuevas formas de explotación de las haciendas, gérmenes de nuevas relaciones de
producción. En su forma más desarrollada, este proceso se operó en el Imperio
Romano, sobre todo en sus últimos siglos de existencia. La esclavitud continuó
siendo la base de la producción, en tanto comenzaba a reducirse la posibilidad de
incrementar la masa de esclavos y de aprovechar su trabajo. La fuerza de la anterior
organización guerrera de Roma (campesinos y artesanos libres) fue decayendo
poco a poco a causa de la ruina de sus pequeñas haciendas. Había pasado la época
de las grandes y triunfantes guerras, la fuente de suministros de esclavos disminuía
y el cerco de las tribus bárbaras sobre el imperio ya debilitado crecía. Cuando las
grandes haciendas basadas en la cooperación del trabajo de grandes masas de
esclavos, se convertían en haciendas económicamente menos ventajosas, surgió la
tendencia al fraccionamiento de estas grandes haciendas en pequeños haciendas
individuales, que ofrecían cierto estímulo en los resultados del trabajo a personas
que laboraran en ellas. Una parte de los grandes propietarios esclavistas
comenzaron a fraccionar sus grandes lotes de tierra en pequeñas parcelas que
entregaban en arriendo a los colonos, surgiendo así el sistema de colonato (Siglo
I y II de n.e). Se convirtieron en colonos muchos campesinos y artesanos libre y
esclavos distinguidos por su trabajo. Los propietarios de las tierras concedían
aperos y semillas a los colonos, por lo que estos les pagaban en dinero o en especie.
Además los colonos estaban obligados a cumplir grandes prestaciones para el
Estado. Al pasar los esclavos a la condición de colonos, adquirían cierta
independencia económica e interés en el trabajo y disminuía relativamente el grado
de su trabajo forzoso. De esta manera en las condiciones de la agudización de las
contradicciones y de disgregación del modo de producción esclavista, fue surgiendo
una nueva clase de productores, dependientes de los grandes propietarios de tierra
(los colonos) que disfrutaban de cierta independencia económica y estaban
interesados en el trabajo. Los colonos fueron los gérmenes de los campesinos
siervos de la Edad Media.

Agudización de la lucha de clases


La agudización de las contradicciones económicas desembocó en la profundización
de las contradicciones sociales. Tuvo un carácter muy impetuoso el enfrentamiento
entre la clase de los esclavos y los esclavistas. Los esclavos huían de sus amos, se
dedicaban al sabotaje en el trabajo, rompían los instrumentos de trabajo. La forma
fundamental de la lucha de los esclavos contra sus amos era la insurrección armada.
Las más significativas fueron dos grandes rebeliones desencadenadas
en Sicilia (138-132 y 104-101 a.n.e.), la insurrección de Aristónico en el Asia
Menor (133-129 a.n.e.), la de Espartaco en Italia (74-71 a.n.e.) entre otras.

Estas insurrecciones aunque fueron derrotadas, tuvieron gran importancia histórica,


ya que debilitaron los fundamentos de la esclavitud y contribuyeron al tránsito a un
nuevo régimen económico-social más progresivo. También fue muy enconada la
lucha de clases entre los pequeños propietarios y los grandes propietarios
esclavistas. En los últimos siglos de existencia del Imperio Romano, en varios de
sus territorios estallaron grandes sublevaciones populares en la que participaron no
solo esclavos, sino también los colonos, campesinos y artesanos libres. Estas solían
coincidir con poderosas invasiones de las tribus bárbaras que se encontraban en la
fase de descomposición de las relaciones gentilicias. Todo esto generó en definitiva
el derrumbamiento del estado esclavista en Roma, el hundimiento del régimen
esclavista.

Vestigios de las relaciones esclavistas


El modo de producción esclavista desapareció ya hace mucho tiempo de la escena
histórica, pero todavía se conservan vestigios de las relaciones esclavistas en
diferentes regiones del planeta. Estos vestigios se mantuvieron bajo el feudalismo
como bajo el capitalismo.

Bajo el capitalismo renació y existió en una u otra forma la esclavitud y en


determinados períodos adquirió grandes proporciones en forma de la llamada
esclavitud de plantaciones. En los Siglos XVII-XIX, en las islas de
las Indias Occidentales y en otras regiones de la América hispánica se explotaba en
las plantaciones de caña de azúcar, tabaco, café, cacao y otros productos para el
mercado capitalista mundial, utilizando la fuerza de trabajo de los negros esclavos
traídos de África. La esclavitud de plantaciones estuvo muy difundida en las colonias
de Inglaterra, Holanda, España, Portugal y Francia hasta la segunda mitad del Siglo
XIX. En los siglos XVII y XIX se aplicaba ampliamente el trabajo de los negros
esclavos en las plantaciones de algodón del sur de los Estados Unidos, a lo que dio
impulso el desarrollo de la industria capitalista de los tejidos de algodón. La
esclavitud de plantaciones que había aparecido en el período de surgimiento e
instauración del modo capitalista de producción, se transformó más tarde en un freno
al desarrollo de las fuerzas productivas y fue perdiendo su importancia económica.
Como resultado de la guerra civil de 1861-1864, fue abolida la esclavitud en
los Estados Unidos. Después de la abolición formal de la esclavitud y de la
prohibición de la trata de esclavos se han conservado vestigios de las relaciones
esclavistas en los países coloniales y dependientes de América
Latina, Asia y África. La lucha contra los vestigios de la explotación esclavista sea
cual fuere su forma es una tarea de primer orden de los pueblos de los países
coloniales y dependientes. Esta tarea es parte integrante de la lucha liberadora de
los pueblos contra la opresión y el subdesarrollo.

Papel histórico
Al igual que cualquier otro modo de producción, el modo de producción esclavista
ocupa un lugar especial en la historia de la humanidad. Este supuso un salto en el
desarrollo social desde su estado primitivo a la civilización y una vez agotadas sus
posibilidades desapareció. En su lugar debido a la acción de la ley de la
correspondencia entre el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y el carácter
de las relaciones de producción, surgió un modo de producción más progresivo: el
modo feudal de producción. Los historiadores burgueses pretenden refutar la
existencia de contradicciones económicas y clasista en la sociedad esclavista. Esto
se debe a que tratan de ocultar la razón objetiva de la lucha de clases en las
sociedades explotadoras y la inevitabilidad y necesidad de la lucha de los oprimidos
contra el yugo, la violencia y la explotación entre los hombres. La ciencia social
marxista a base de un profundo análisis de los hechos históricos, descubrió la
esencia del modo esclavista de producción, las contradicciones económicas y
clasistas que les son inherentes, las peculiaridades de su forma de explotación y
examina este modo de producción en movimiento, en su surgimiento, desarrollo y
desaparición.

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