Está en la página 1de 15

20 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E TE R IN A R IA

TUBERCULOSIS BO VINA
B a jo éste título trataré de cu b rir al­ “ B astoncitos delgados que se colorean
gunos de los puntos que m e parecen m ás con dificultad, pero que una vez c o lo ­
im portantes en relación con la cam paña reados son acido-resistentes a la desco­
,d e erradicación, próxim a a in iciarse p or lora ción A lgunas veces se presentan fo r ­
el D epartam ento de G anadería del M i­ mas distendidas, en cuneta o en clava,
n isterio de la Econom ía N acional. y aún ram ificadas. El desarrollo en ios
M e parece que para ser consecuentes m edios artificiales es lento para la m a­
con nuestras tradiciones profesion ales en y oría de las especies. Son aerobios. A l­
ésta cam paña estarán p o r igual com p ro­ gunas especies son patógenas para los
m etidas nuestras aspiraciones p or servir an im ales’’.
la econom ía n acional y la salubridad pú ­ L a quinta ed ición de la obra de B er­
blica. Para nosotros los veterinarios, és­ g ey trae en lista trece especies de M y ­
te últim o punto de vista reviste una cobacterium , de las cuales cin co: M yc.
gran im portancia, al qu e siem pre hem os tuberculosis var. hom inis, M yc. tu bercu ­
se rv id o con tesón y desinterés. _ losis v ar bovis, M yc. avium , M yc. para-
R evisarem os prim ero el agente causal, tuberculosis, y M yc. leprae, son patóge­
sus tipos, su resistencia y su p a togen i- nos para anim ales de sangre caliente, y
cidad. se desarrollan lentam ente en los m edios
Lu ego, considerarem os la p a tog en ici-' de cultivo, m ientras que las restantes
dad de la variedad b ov is del M ycob a cte- son parásitos para anim ales de sangre
riun tubercuíosis para el h om bre, la fría, o son saprofitos y se desarrollan
contagiosidad de éste p or la leche, y la rápidam ente en los cultivos . D e las tre­
presencia del agente en ella. ce especies sólo nos interesan, para el
El diagnóstico de la tu berculosis por o b jeto de esta exposición , las tres p rim e­
m edio de la reacción alérgica y su im ­ ras, y a ellas nos refrirem os.
portancia en un plan organizado de erra­
Se ha hablado m ucho ¿el posible ori­
dicación , será nuestro tercer tema.
gen de los M ycobaacterium patógenos;
Finalm ente analizarem os los m étodos
aunque sin una prueba concluyente, se
establecidos de campaña en Europa y
tiene aceptado el origen de los ácido-
los E strdos U nidos nuestra incidencia
resistentes patógenos com o variación de
actual, y discutirem os un plan para es­
de los ácido-resistentes saprofitos; ésta
tablecer en nuestro país de acuerdo con
m od ificación habría sido tan extrem a
los resultados obtenidos en otros países
que n o sólo a afectado la m anera de
y nuestra situación actual
acción de los patógenos, sino tam bién
F ebrero 22 de 1946. su carácter de m etabolism o hasta ha­
Hernando Almanza Reyes. cerlos parásitos obligados sin la facultad
M édico V eterinario de sob rev iv ir fu era de los organism os
susceptibles. Se basa éste con cepto prin­
E l agente causal de la T u bercu losis cipalm ente en las aglutinaciones y p r e ­
e s el M ycobacteriu m tuberculosis en sus cipitaciones cruzadas existentes entre los
dos variedades: hom inis y bovis, y el grupos patógeno y saprofito. Sin em bar­
M ycob a cteriu m avium . go, un h ech o interesante de con firm a­
El G énero M ycobacteriu m . a que per­ ción sería el saber si en aquellos sitios
ten ecen estos m icroorganism os, form a donde no existía previam ente la en fer­
parte del O rden A ctinom ycetales, de la medad hasta su in troducción p or razas
Clase de las verdaderas bacterias o S ch i- tuberculosas, existían o no previam ente
zom ycetes. La defin ición del G énero, de las especies saprofitas de M ycoba cte­
acu erd o con B ergey, es com o sigue: rium .
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 21

En el curso de ésta exposición vam os m ales usados son : cobayos, conejos, ter­
a usar para conveniencia, la designación neros y gallinas. D ebe tenerse en cuenta,
de tipos del M ycobacterium tuberculosis sobre tod o con las aves y terneros, que
a las variedades hominis, bovis y al M yc. estén libres de in fección anterior, para
avium. lo cual es m ejor practicar una tu b ercu -
Entrarem os a estudiar la diferen cia­ lin ización antes de la in ocu lación d e
ción de estos tres tipos; m orfológicam en ­ diagnóstico. La in ocu lación se v erifica
te no existe diferen ciación y sólo ano­ subcutánea e intram uscular en los m iem ­
tarem os que el tipo aviar es más p le o - bros posteriores del c ob a jo; in traveno­
morl'o que los otros dos. sam ente, en la vena m arginal, en el c o ­
Culturalm ente se han descrito d ife ­ n e jo ; subcutánea o intravenosam ente en
rencias relativas al aspecto de estos en terneros, y en la gallina en la vena bra -
los distintos tipos; por ejem plo B ergey quial.
en su clasificación trae en la clave que R ecordem os que son dos las vías por
el tipo bovis nunca es pigm entado m ien­ las cuales podem os estudiar la resisten­
tras que el hum ano es generalm ente am a­ cia que presentan las distintas especies'
rillo pálido o anaranjado. P ero el c a ­ a la patogenicidad de un determ inado
rácter de pigm entación varía según la m icroorgan ism o; la experim en tal y la
exposición que han tenido los cultivos natural. Cada una de ellas debe llen ar
a la luz; así, aquellos que se desarrollan p rev ios requisitos para ser aceptadas
en com pleta oscuridad son bla n co-g ri­ com o de resistencia efectiva, si nó, darán
sáceos, m ientras que los expuestos a lu gar a resultados erróneos; recordem os
la luz tienen una pigm entación desde que se pueden p rodu cir lesiones tu bercu ­
carm elita hasta rojo ladrillo. losas y aún la m uerte si se usa en la
T heobaldo Sm ith en 190'5. describió un experim en tación dosis elevadas del ba ­
m étodo de diferenciación para las dos cilo al cual determ inada especie es n a­
variedades hom inis y bovis. de acuerdo turalm ente inm unes; otras veces se dan
con la ferm en tación de la glicerin a con ­ datos de resistencia a la in fección natural,
tenida en el m edio de cultivo; así, la sin tener en cuenta que ésta no es un
variedad hom inis ferm enta la glicerina m étodo apropiado para m edir la resis­
m uy activam ente mientras que la bovis tencia de las especies, a m enos q u e los
no Cuando son cultivados en caldo g li- in dividuos estén b a jo condicion es fa v o ­
cerinado al 3% , y se tom a la reacción rables de ex posición a la in fección .
final, un diagnóstico presuntivo de M yc. D e acuerdo con estos conceptos, la
tuberculosis var. hom inis p ositivo es dosis inyectada será de cerca de 0.01 m g.
cuando ésta es ácida; si es alcalina, será de cu ltivo en m edio sólido, y la obser­
variedad bovis. Esta reacción es de poco v ación se extien de p or 8 a 10 sem anas.
valor práctico ya que se necesita entre­ L os resultados positivos se m anifestarán
nar previam ente las cepas a desarro­ p or pérdida gradual de peso, síntom as,
llarse en m edio del glicerinado. y aún la m uerte
Para un diagnóstico diferen cial e fe c ­ R esum iendo en un cuadro los resulta­
tivo de los tres tipos, se usa la inocula­ dos de la in ocu lación diagnóstica en ani­
ción de anim ales de laboratorio; los ani­ m ales de laboratorio, tendrem os:

Especies Myc tuberculosis Myc. tuberculosis Myc. a'


var. hominis. var. bovis

C obayos .4 - 4- —

C onejos — 4- +

Terneros — 4-

Gallinas — — 4-
22 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

Es o b v io que los terneros sólo s e usan colonia, m orfología del gérm en mismo,
en aquellos casos que n o se han p odido actividades m etabólicas y defensivas,
aclarar en las otras especies. cam bios en com posición quím ica, antigé-
A m enudo se in form a la existencia de n icos y en virulencia. La disociación se
cepas de M ycobacteirium que no llenan p rodu ce del tipo “ S ’’ hacia el “ R ” y es
los requisitos de clasificación estableci­ regresiva en algunas especies, m ientras
dos; a estas cepas se las ha denom inado en otras nó; el núm ero de tipos en “ I ” ,
“ atípicas” . T al es el caso del “ ba cilo de varía según el gérm en tratado.
L in dem ann ” , qu e obtenido del esputo de S. A . P etroff en 1930, estudió por p ri­
una m ujer, fu é viru len to para cobayos
m era v ez la disociación de los M y cob a c­
y con ejos pero n ó para terneros o av es.
terium , tanto el hom inis com o el bovis,
S in em bargo, debe tenerse en cuenta que y describió las variaciones observadas.
m u ch os casos de cepas “ atípicas” , han En 1933, describió la disociación del M yc.
s id o casos de in fección m ixta: hom inis avium , la cual tiene el carácter de ser
y b ov is.
reversib le. En 1932 R . R . M ellón y sus
A base de las observacion es sob re ce­ colab ora dores trabajando con esta m is­
pas “ atípicas” se ha v en id o discutiendo m a especie, describieron su ciclo vital
. la posibilidad de tran sform ación de un desde la form a lisa “ S” , (1 ), pasando por
tipo a otro; se aduce que la form ación de un estado filtrable de gonidia, no ácido-
los tipos ha podido ser a base del desa­ resistente, (I I ), lu égo una fase estable
r ro llo en serie de un M ycoba cteriu m en de d ip lococo no ácido-resistente, (II I ),
determ inada especie susceptible, en fo r ­ una fa se de grandes tetrades no ácido-
ma tal de h acerlo más o m enos disgénico resistentes, (IV ) una fase estabilizada
en otras especies anim ales. Sin em bargo, de difteroides no ácido-resistentes, (V ),
los experim entos realizados para p rodu cir una fase de gonidio ácido-resistente,
artificialm ente la variación de un tip o a (V I ), las que germ inan en un estadio de
otro, han fracasado, y es observación c o ­ ba cilos ácido-resistentes de “ R ” , (V II),
m ún en clín ica hum ana el aislam iento que fin alm ente pasa al estadio inicial
d el tipo b ovin o de lesiones crónicas de norm al liso “ S ” , (I ).
m ás de treinta años de edad. Estas observaciones, se acom odan a la
D en tro de las nuevas con cepcion es en creencia de que la bacteria se m ultiplica
bacteriología actual, una de las que más no únicam ente por esciciparidad, sino
in flu encia tiene en el estudio de un d e­ tam bién p or otros m étodos, y que algu ­
term inado gérm en es la de “ disociación ” , nas de las variantes m orfológicas vistas
y asociada a ella, la de q u e los S ch izo- en los cultivos representarían diferentes
m ycetos sufren un ciclo com pleto de v i­ estados de un com plicado ciclo de vida,
da D esde los trabajos de J. A . A rk w rig h t por los que pasaría el organism o en su
en 1924, se han delim itado los diferentes reprodu cción Uno de tales estados, y que
tipos qu e se pueden en con trar en la v a ­ ha m erecido am plia investigación, son
riación de una bacteria, desde el n o r ­ los con ocidos com o “ Gránulos de M uch ” ;
m al o “ S ” , hasta el an orm al o “ R ” ; m e­ K och , h abía observado la presencia de
diando se encuentran los tipos in term e­ los ba cilos granulosos y dedu jo que los
dios o “ I ’’. Esta clasificación correspon de segm entos granulares eran esporos, pero
con la m ayoría de las disociaciones has­ n o pu do observar la germ inación de los
ta ahora estudiadas y sólo en contadas segm entos; en 1907, H. M uch observó el
ex cep cion es, de las cuales el B acillus an- rom pim ien to de las form as granulosas en
thracis, es el m e jo r ejem p lo, el tipo n o r ­ segm entos separados, algunos á cid o-re­
m al está representado p or la form a “ R ” , sistentes, otros n ó; desde entonces se ha
y el anorm al p or el “ S ” . La disociación hecho considerable trabajo con ob jeto de
del tipo norm al hacia el an orm al en vu el­ dem ostrar la naturaleza de estos gránu -
v e nuiherosos cam bios en m orfolog ía de >os. Su im portancia es grandísim a ya que
R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA 23

es com ún la observación de casos de tu­ C orper y Cohn, en 1938, encontraron


berculosis progresiva en los que es im ­ que 30 minutos de exposición de ácido
posible pon er en evidencia los bacilos acético al 2.5% tenía un poder bacterios-
tuberculosos en los tejidos o en las se­ tático, mientras que 90 minutos, lo des­
creciones, pero que sin em bargo, en la truía.
inoculación en cobayos se dem uestra la
El arseniato d^ soda al 0.1%, y el ca-
existencia de la in fección . Un punto que
codilato de sodio al 0.2 % t no tiene ningún
sí está aclarado es que los “ gránulos de
efecto, aún en 24 horas, com o tam poco
M uch” , no son esporos dentro del con ­
el a toxil o el neosalvarsán en con cen ­
cepto actual que de esporos se tien e. La tración del 1 % .
investigación no se ha agotado con res­
pecto a su naturaleza, y la tendencia ge­ Las sales de cobre al 1.100.000 tienen
neral es considerarlos com o una fase acción bacteriostática.
del ciclo vital del M ycobacterium . El ácido fén ico es bactericida al 1% ,
en 10 minutos.
En 1910, A . Fontes, describió el prim er
experim ento sobre la existencia de una El cristal violeta al 1.100.000 muestra
form a filtrante del M yc. tuberculosis; acción diversa, inhibiendo el crecim ien ­
desde entonces se ha trabajado intensa­ to, mientras que algunas cepas resisten-
mente este pu nto. M ientras que algunos concentraciones aún m ayores.
bacteriólogos com o R. K elser, y H . W . El azul de m etileno parece tener ac­
Schoening, dicen textualm ente: “ A ctu al­ ción bacteriostática, pero no bactericida.
mente h ay m u y poca duda acerca de la
En general los ácido resistentes no
existencia de una fase filtrante de el
son sensibles a la acción de los álcalis;
m icroorganism o” , otros la niegan en ab ­
así, F . W . T illey, dem ostró que el hi-
soluto, y otros com o Rich, aceptan que
d róxido de sodio al 2% , y aún al 10% ,
la existencia de una form a filtra ble no
no afectaba el M ycobacterium en una e x ­
es del todo im posible.
posición de dos horas.
Lo cierto, es que por los m étodos y con El cresol y sus com puestos son los de­
los conceptos actuales, no se podrá de­ sinfectantes más efectivos para los ácido-
mostrar su existencia, ya que los defen ­ resistentes. Su acción germ icida, es a 20?
sores tienen com o base de ella las m ani­ C., com o sigue: en 5 minutos al 1.250; en
festaciones anorm ales de los anim ales 10 minutos al 1.30'0, y en 15 minutos al
inoculados con filtrados, las que no son 1.500.
específicam ente tuberculosas, sabiéndose
En cuanto a los agentes físicos, los
de acuerdo con los experim entos de M.
M ycobacterium presentan una resisten­
Pinner, en 1931, que los mismos efectos
cia variable; así tenemos que una pre­
se pueden producir con la in yección de
sión de 3.000 atmósferas, no es suficiente
filtrados calentados a 60-65? C., por una
para destruirlos. Los rayos X , son efecti­
hora.
vos a grandes dosis; a pequeña intensidad
Y a que hem os hablado sobre los ac­ se nota una disociación del tipo “ R ” ,
tuales conocim ientos del agente causal de haicia el “ S” .
la tuberculosis, veam os ahora su resis­ Su resistencia en los cultivos es asom ­
tencia en presencia de los agentes quí­ brosa: en 1934 H . J. Corper, y M . L .
micos y físicos, ya que su im portancia Cohn, inform aron que cultivos en caldo
especialm ente con respecto a los físicos, glicerinado guardados desde 1919 y 1920,
es valiosa en los trabajos de* erradica­ fueron probados en 1932, con un resulta­
ción.
do de viabilidad de 20/47 y esp ecífica­
El agente se m anifiesta un tanto re­ m ente de 4/9 , para la variedad bovis;
sistente a los quím icos, según los si­ anotan los citados investigadores que el
guientes datos: pH eficiente en estos cultivos fu é entre
24 R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA

6.1 y 7.6, y que los cultivos no dem os­ bactericida de su sangre para estreptoco­
traron ningún cam bio en viru len cia du­ cos y estafilococos.
rante los doce o trece años de incubación. Los gérm enes tuberculosos poseen una
Con respecto a la sensibilidad e x tre ­ m oderada resistencia al calor; T heobaldo
ma del M ycobacteriu m a la acción solar, Smith encontró el siguiente punto térm i­
n o se encuentran datos precisos sobre la co letal para la var. bovis: 60° C., (140?
a cció n , de la radiación u ltravioleta sobre F .), en 15 m inutos; 61.1? C ., (1429 F .),
el bacilo; debe notarse sin em bargo que en m enos de 7 minutos, y 62.7? C .,
la radiación ultravioleta h ace a los m i­ (145? F . ) , en seis m inutos.
croorganism os más sensibles a la acción En 1938, Corper y Cohn, inform aban
del calor, y la observación hecha de que los siguientes resultados sobre el punto
anim ales radiados aum entan el poder térm ico letal de los otros dos tipos:

Temperatura var. hominis M yc. avium

50? C . 122? F . 5 horas 5 .1 /3 + días

55 131 1 hora 8 horas

60 140 15 m inutos 30 minutos

65 149 casi inm ediatam ente 15 m inutos.

A h ora bien, se ha discutido exten sa­ m ente es desconocida entre las tribus
m ente la eficacia que tiene la Pasteuri­ que v iv en en estado prim itivo, o entre
zación en la destrucción del bacilo tu­ los anim ales salvajes, pero tanto unos
berculoso. Los trabajos llevad os a cabo com o otros se ven atacados por el fla gelo
en éste sentido dem uestran am pliam ente una vez que m odernizan su m edio de
qu e este m étodo sí es efectivo. Bastaría vida los unos o entran en captividad los
sim plem ente com parar los datos antedio- otros. Esto S2 explica por el m od o de
res sobre puntos térm icos letales, y las transm isión que tiene la en ferm edad la
condiciones en que una pasteurización cual, necesita de un contagio constante
eficaz y bien controlada se llev a a cabo y reiterado para in fectar nuevos in divi­
para com prender su eficacia. El “ Ser­ duos.
v icio de Salubridad P ública de Estados
Unidos, define la pasteurización de la s i­ El M yc. tubersulosis var. b ov is, es el
guiente m anera: “ Los térm inos pasteu­ que tiene un más ancho m argen de pa­
rización, o pasteurizado y sim ilares, de­ togen icidad; es el agente etiológico de la
ben ser tom ados para referirse al proceso tuberculosis bovina. Adem ás de los b ov i­
de calentar cada partícula de leche o nos que son su principal huésped, prácti­
productos de la leche, a p or lo m enos cam ente es patógeno en m ayor o m enor
61.7? C ., (143? F . ) , constantem ente p or grado para todos los m am íferos. Es pa­
30 m inutos lo menos, o a 71 .1 ? C ., (160? tógeno para caballos, pero los casos de
F . ) . constantem ente por 15 segundos lo tu berculosis en equinos son escasos de­
m enos, en equipos aprobados y p ropia­ bido a qu e las oportunidades de in fección
m ente o p e r a d o s . . son raras; Calm ette inform a de un sólo
O bservem os ahora la patogenicidad caso en con trado entre 15.000 caballos
qu e cada uno de los tipos que estamos en los m ataderos de Francia. En el cer­
tratando, tienen tanto para el h om bre do ocasiona el m ayor núm ero de casos,
com o para los anim ales dom ésticos. siendo más frecu ente la in fección de b o ­
La tu b ercu losis' se ha denom inado “ la vino a cerdo, que de cerdo a cerdo. Los
enferm edad de la civiliza ción ” , y real­ ovinos, caprinos, el perro y el gato, son
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA 25

susceptibles aunque son raros los casos especies de aves domesticadas. La prin­
de in fección natural. cipal especie de los m am íferos suscepti­
El Myc. tuberculosis var. hominis, es el ble son los cerdos; los bovin os son más o
agente etiológico de la m ayoría de los ca­ m enos susceptibles, lo m ism o que o v e ­
sos de tuberculosis en el hom bre, (8 8 .9 % ); jas y cabras. En cuanto a la susceptibi­
además son grandem ente susceptib.es lidad del hom bre al bacilo de las aves,
los m anos. Los bovinos, ovinos y ca­ A . R . Rich, sólo trae 25 casos de tu ber­
prinos son altam ente resistentes; en cuan­ culosis hum ana debida a esta especie
to a las aves, son, com o para la variedad del bacilo, más o m enos bien iden tifica­
bovis, resistentes con la ex cepción de dos.
los géneros Serinus, canarios, y Psittacus, Resum iendo, tendrem os el siguiente
loros. cuadro de susceptibilidad a los tres tipos
Myc. avium, es patógeno para todas las de M ycobacterium , (tom ado de R ich );

SUSCEPTIBILIDAD A LOS TRES TIPOS DE MYCOBACTERIUM.

Especie Var. hominis. Var. bovis

Hom bre + + 0?

M acacus rhesus + + + + - 0

Chipancé + + + + 0

Cobayo + + + + 0

Cerdo + ó— + + ó—

Gato 0 + 0?

Caballo 0 + ó— 0?

Perro + ó— + ó— 0

Conejo 0 + + +

Bovinos 0 + + ó—

O veias Cabras 0 + 4- ó —

Ra+a blanca 0 0’ 0

Rptón blan co + 0— -J- ó — 4- ó —

Aves “ 0” “ 0” + +

“ 0” : ex cepción de los géneros Serinus y Psittacus.

Pasarem os ahora a estudiar el punto de que no tenía significación en la in -


de m ayor im portan cia. La propiedad del fe cció n hum ana; h oy día este punto es-
M yc. tuberculosis v a r. bovis de atacar tá perfectam ente aclarado y se sabe que
al hom bre, y la vía principad com o al- es francam ente patógeno para el h om bre
csnza a su huésped. y además que la principal vía de in fec-
La patogenicidad de este tipo para el cíen es por m edio del consum o de leche
hom bre era hasta hace unos treinta años no esterilizada, se encuentra prin cip al-
tema de las más encendidas discusiones m ente en los niños que sen quienes con
en vista del punto sostenido por K och más frecuencia consum en este alim ento.
26 R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA

J . Fraser, en 1912 encuentra que la Inglaterra; dice R ich: “ . . . los cálculos


var. bovis producía el 61.2% , de 67 casos indican que p or lo m enos 2.000 niños
de tuberculosis óseas y articulares de los m ueren anualm ente de tuberculosis b o ­
niños en Edinburgo; A . P . M itchel, vina en la G ran Bretaña sim plem ente
(1914), en la m ism a ciudad, lo encuentra porqu e los poderosos intereses lecheros,
en el 90% , de 72 casos de adenitis cer­ a través de sus conecciones políticas, han
vical; posteriorm ente A . S. G riffith , en­ im pedido toda legislación sobre pasteu­
contró en E scocia un 35% de los casos rización de la leche. Num erosos periódi­
de tubersculosis ósea o articular, debido cos que aparentem ente no quieren op o­
a este tipo. En estudios llevados a cabo nerse a estos intereses, aún han recha­
en el Canadá por R . M . Price, en 1932, zado pu blicar avisos pagados p or la A s o ­
esta b lece.u n 14.1%, en 268 niños tu ber­ ciación de M edicina Británica, in for­
culosos, siendo de notarse que los casos m ando que el consum o de leche cruda
encontrados fu eron en aquellos distritos es peligroso” .
en que no se practica la pasteurización La susceptibilidad del h om bre a la
de la leche. tuberculosis de origen bovin o, de acuer­
D e todos los datos relacion ados con do con la edad, podem os resum irla de
este punto, quizá el de m a yor in terés es los resultados dados p or B. M ollers, en
el que trae A rn old R . R ich , sobre el es­ las siguientes cifras, sobre un total de
tado de in fección de origen b ovin o en 2.227 casos:

•Edad Myc. tuberculosis Myc. tuberculosis Total


var bovis var hominis

Hasta los 16 años 195 682 877


22 .2 % 77 .8% 39.40%

Más de 16 años 29 1.321 1.350


2 .2 % 9 7 .8 % 60.60%

Total 224 2.003


11 .1% 8 8 .9 %

O bservando cuidadosam ente estos da­ ubre, la leche contiene el bacilo en un


tos se observa el peligro que constituye 87,2% de los casos, y en algunos en tal
la var. b ovis para la salud hum ana, y cantidad que en un m ism o cam po del
com o el porcien taje de in cidencia de la frotis h echo con sedim ento de tales le ­
in fección en los niños es alarm ante. ches se encuentran varios bachos.
Esta incidencia está de acuerdo con el Cuando no existe lesión de la ubre,
con cepto expresado antes de que siendo h ay p or lo m enos dos vías p or las cua­
la leche el principal v eh ícu lo de in fe c ­ les el bacilo puede estar en presencia
ción para éste tipo de ba cilo tu bercu lo­ en la lech e:
so son los niños los prin cipalm ente a fe c ­ 1?— Cuando h ay bacterem ia; se ha de­
tados. V eam os ahora, la frecu en cia con m ostrado por la Com isión R eal B ri­
q u e el ba cilo se encuentra en la leche, tá n ica ' de Tuberculosis, que cuando el
y su resistencia en la lech e y sus d eri­ M ycobacteriu m está presente en el to­
vados rrente sanguíneo, puede aparecer en la
La contam inación con el bacilo tu- la leche sin h aber lesión aparente en la
brculoso, de la leche de vacas tu bercu ­ u bre; después de la in ocu lación de v a ­
losas está grandem ente in flu enciado por cas subcutánea o intravenosam ente, se
el carácter general y la localización de com prueba la presencia de los gérm enes
las lesiones. Cuando h ay lesión de la en la lech e; regularm ente el M y crob a c-
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 27

terium no se encuentra en la sangre de condicion es norm ales de ordeño y m a­


los anim ales tuberculosos, pero puede n ejo en la práctica, debido a los lím ites
pasar a él debido a ciertas circunstan­ de tem peratura exigidos por el b a cilo
cias .com o la rotura de una lesión en para su m ultiplicación, (m ínim a de 30*?
contacto con los vasos sanguíneos. La C., y m áxim a de 48.8*? C .), y adem ás
existencia de la bacterem ia, se explica porqu e su m u ltiplicación se verifica m u y
por la metástasis de lesiones de una lentam ente. El bacilo, sin em bargo re­
parte del organism o a otro, adem ás la siste por largo tiem po en la leche guar­
generalización o presencia de lesiones dada en condicion es que no le son n o ­
en varias partes del cuerpo, subsecuen­ civas.
te a la inoculación subcutánea. E l M ycobacteriu m se ha puesto en
En las vacas tuberculosas, sin lesión eviden cia en la m antequilla, fabricada
aparente de la ubre, se ha encontrado el con leches tuberculosas; los resultados de
bacilo en la leche en un 17,5%. la literatura europea a este respecto de­
2?— Cuando se contam ina con heces m uestran que el 13.2% d e las m uestras
fecales contam inadas; las heces fecales exam inadas, dem ostraron la presencia
se contam inan por la deglución del m o­ del bacilo. El germ en es bastante resis­
co pulm onar contam inado, y las m enos tente a la destrucción en la m antequilla,
de las veces, por lesiones tuberculosas guardada en la refrigeradora, y los e x ­
intestinales. Tam bién se ha com probado perim entos dem uestran su presencia des­
que las vacas que sufren procesos tu­ pués de 274 días de perm anencia en tem ­
berculosos uterinos, los exudados v ag i­ peraturas desde 109 C., hasta 20? C.. n o­
nales son altam ente virulentos, y que tándose qu e la in fección en los anim ales
la saliva y m oco de anim ales tu bercu lo­ inoculados era m ás severa con las m ues­
sos tam bién contienen el bacilo. Estas tras de tem peraturas más bajas.
secreciones infectarán el m edio en el La presencia del M ycobacteriu m en
cual se v erifica n las m anipulaciones de quesos, ha sido cuidadosam ente investi­
la leche, y el m ecanism o de contam ina­ gada; los resultados son más bajos qu e
ción de ésta es fá cil de com prender. los obtenidos en la m antequilla. L os ti­
La presencia del bacilo en las heces fe ­ pos que han dem ostrado un p orcien taje
cales de anim ales tuberculosos, ha sido más alto son los blandos con un 13.7% ,
dem ostrada por varios investigadores en m ientras que los duros sólo han revela d o
varios países, con resultados que van des­ un 0% hasta un 3 2 % . La con servación
de el 0 % , hasta el 83% . D e 391 vacas d el bacilo en los quesos guardados en
clínicam ente sanas, exam inadas p or W il- condicion es norm ales del com ercio va­
Jioms y H oy en 1927, encontraron p re­ ría desde los 60 hasta 261 días n otán ­
sencia del bacilo en un 1.53%. dose una dism inución en núm ero y v iru ­
La resistencia del bacilo en las heces lencia de los bacilos a m edida que en­
fecales, varía según las influencias fís i­ vejecen.
cas o quím icas del m edio; b a jo la luz Tam bién se ha dem ostrado la presen­
solar y en capas delgadas, es destruido cia del M ycobacteriu m en los helados fa ­
en 1 a 4 m inutos; se ha dem ostrado que bricados con leches tuberculosas, n o
heces fecales de b ovin o infectadas arti­ siendo afectado p or la ba ja tem peratura
ficialm ente y espuestas a la luz solar en a que son som etidos durante la ela bora­
capas de 5 cm. de espesor, dan bacilos ción del producto, y aún más, en Iow a,
vivos en un período de 2 meses, aunque lo pusieron en evidencia en in ocu lación
por causa desconocida, en la s heces con ­ de cobayos después de 30 días de fa b ri­
taminadas naturalm ente, el baicilo es cado el producto.
destruido rápidam ente. T odos estos datos nos están dem ostran­
A unque el M yc tuberculosis se desa- do a les claras, el peligro que para el
rolla m uy bien en la leche, la m u ltiplica­ h om bre representa el ba cilo bovin o, y la
ción no se presenta en la leche b a jo las im portancia qu e en la salubridad hum a­
28 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

na tiene la erradicación de la tu b ercu lo­ L a nom enclatura de la h ipersensibil-


sis en los anim ales que sum inistran el dad, está todavía sujeta a discusión; los
“ alim ento com pleto” para el consum o" de tres térm inos principalm ente aceptados:
la p ob lación humana. anaí'ilaxia, alergia e idiosincracia son
Pasem os a estudiar e l diagnóstico de coloca d os por los diferentes autores en
la tuberculosis bovina, punto qu e es de diversos órdenes, y más aún, otros con ­
m ás im portante para el establecim iento sideran los dos prim eros com o sinónim os.
de cualqu ier cam paña de erradicación. Está bien claro sin em bargo, que ellos
E l diagnóstico de la en ferm edad se son diferentes y que presentan divergen ­
h ace p or m edios clín icos o de la borato­ cias en su naturaleza; mientras que ex is­
rio. L os m étodos de la boratorio consis­ te anafilaxia pasiva, no sucede lo. m is­
ten en e;l exam en m icroscóp ico directo, m o con la alergia, a pesar de las ex p e ri­
que es p oco seguro; cu ltiv os en m edios m entaciones de M cJunkin.
apropiados, (D orset, H om , P etroff, caldo El principal fen óm en o c’ c alergia b a c­
o gelosa g licerin a d os), de ganglios lin ­ terial es el asociado con tuberculosis,
fá tico s afectados u otros tejidos que aunque no es el único, pues se presenta
m uestren lesiones; cortes histológicos de tam bién en la brucellosis bovina, en la
estos órganos; in ocu lación de- anim ales E berthella typhosa, en los pneum ococos,
d e laboratorio para aislam iento del ba­ en los estreptococos, en psratuberculosis,
c ilo en aquellos especím enes que se su­ y en m uerm o.
pon en pobres en gérm enes com o la le ­ C om o resum en de los datos obtenidos
che, o para tipificación de la cepa ais­ en alergia tuberculosa existen los siguien­
lada. tes puntos de consideración: (Z in s s e r ).
D e los m étodos de la boratorio usados “ a ) La reacción alérgica de la piel es
en V eterinaria, el de m ás im portancia lo suficientem ente específica para indi­
práctica es la tu bercu lin ización . Este car qu e el antígeno sensibilizante es de­
m étodo no sólo da gran seguridad por riva do del cuerpo bacilar del M ycob a c­
su especificidad, sino que por su sim pli­ terium .
cidad, com o por pon er en eviden cia los b ) El efecto sensibilizante de bacilos
casos de in fección en que no hay sínto­ m uertos ex clu y e la participación de to x i­
mas clínicos dem ostrables, lo han h ech o nas y de otros antígenos bacteriales ines­
e! de m ayor uso en la práctica y la ba­ tables producidos en los cultivos y no
se de toda cam paña de erradicación en derivados de las células del m icroorga­
las que el diagnóstico de todos los casos nism o.
es elem ento prim ordial. c ) La ausencia de sensibilidad alérgi­
V eam os prim ero los fen óm en os in m u - ca, con extractos solubles, tuberculina,
n ológ icos en que se basa esta reacción , o proteínas tuberculosas purificadas, en
para después analizar en con ju n to los ausencia de los focos tuberculosos, indica
conocim ientos actuales sobre el m ecan is­ la im portancia de la reacción celular in­
m o de la misma. flam atoria en el m ecanism o de la sensi­
Entre las diversas reaccion es in m u no- bilización.
lógicas que se v erifica n en un organism o e) La alergia tuberculosa es una fo r ­
con la in trodu cción parenteral de u n an- m a de hipersen sibilidad existente en
tígeno, existe la de Hipersensibilidad, o presencia de una reacción celular in fla­
sea “ 'a capacidad de reacción individu al m atoria, indicativa de in fección ba cte­
aum entada, esp ecífica a un determ inado rial” .
antígeno, la cual en in dividuos n orm ales El m ecanism o íntim o de la reacción es
d e la misma especie n o produce reacción descon ocido, aunque está claro que se
o ésta es m u y d éb il” (H an s Z in sser). El trata de una reacción antígen o-an ticu er-
antígeno en estas reaccion es no se d ife ­ po de tipo enteram ente celular. En la
rencia en nada del con cepto general que reacción alérgica se observan tres fen ó­
se tiene en inm ulonogía. m enos distintos que varían en intensidad
R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA 29

según la vía usada para la dosis desen­ La tuberculina para uso veterinario se
cadenante: 1°: una reacción local en el prepara con M yc. tuberculosis var h o­
sitio de in oculación de la dosis desenca­ m inis, debido a que la var. bovis se de­
denante; 2?: una reacción focal, en los si­ sarrolla m uy lentamente, produce un
tios donde existen las lesiones tuberculo­ cu ltivo m u y pob re obteniéndose una tu­
sas, y 3?; una reacción general que se berculina de m uy baja potencia. La reac­
m anifiesta principalm ente p or elevación ción a la tuberculina en estas dos v arie­
de la tem peratura y cam bios fisiológicos dades es cruzada, m ientras que la tuber­
generales. La prim era y la últim a de estas culina preparada con M yc. avium es es­
reacciones, son apreciables clínicam ente y pecífica para la in fección producida por
se las usa com o m edio de diagnóstico en esta especie.
el m étodo denom inado tuberculinización. Los m étodos de aplicación de la tu ber­
El antígeno usado en l a dosis desencade­ culina en el diagnóstico son tres: la des­
nante en éste m étodo se denom ina tu ber- cripción de ellos y su interpretación se
culina. puede encontrar en cualquier texto de
La tuberculina es el m edio de cultivo bacteriología o de enferm edades in fec­
líquido donde se ha desarrollado el M yc. ciosas, y aquí sólo tratarem os algunos
tuberculosis por 6 a 8 semanas, esteri­ puntos de interés con respecto a ellos:
lizado por el calor, pu rificado de cadáve­ En la cam paña de erradicación de la
res bacteriales p or filtración y con cen ­ enferm edad en los Estados Unidos, el m é­
trado por evaporación a 1/10 de su v olu ­ todo aceptado com o oficial en el p rogra­
men original. Esta es la que se conoce ma Federal es el intradérm ico, siendo
com o “ tuberculina bruta” , o “ tuberculina usados los otros dos para pruebas com ­
antigua’’ , o “ tuberculina de K och ” , y de­ binadas en casos de duda.
signada en la literatura en castellano por
En la prueba oftálm ica, los autores
las iniciales T . A . , y en la inglesa por
norteam ericanos aconsejan el em pleo de
O . T. De ella se parte para las tu bercu-
dos aplicaciones, con doce a catorce h o­
linas diluidas.
ras de intervalo, teniendo la prim era el
Inicialm ente se producía la tuberculina carácter de dosis sensibilizante, y la se­
en caldo glicerinado, pero desde 1934, el gunda de dosis diagnóstica.
Bureau o f A nim al Industry de Estados
La com isión de Veterinarios am erica­
Unidos, desarrolló un m edio sintético gli­
nos que visitó el país el año pasado, usó
cerinado a base de asparagina, con lo
la técnica descrita por R . K elser c’ e d o­
cual se dism inuyó a un m ínim o los ca­
ble inoculación en el pliegue caudal y la
sos de reaccion es no específicas debidas
mucosa vulvar o anal.
a los constituyentes del m edio. Toda la
Las dosis descritas en los diferentes
tuberculina que se usa actualm ente, se
textos, varían en cantidad, según la con ­
produce en este medio.
centración en T .A .
Se usan tres clases de tuberculina, D e los resultados obtenidos en la tu­
según el m étodo em pleado en su aplica­ berculinización, los positivos y negativos
ción; así, tenemos: no tienen m ayor problem a de interpreta­
a) Tuberculina subcutánea: es diluida ción; pero los resultados clasificados co ­
a tal proporción que cada dosis represen­ mo sospechosos sí deben ser ob jeto de
ta 0.50 gram os de T . A . discusión. Cuál es el con cepto de un ani­
b) Tuberculina intradérmica: es diluida m al sospechoso? Es este un anim al r e ­
en la proporción de 50% d e J . A . cientem ente in fectado que aún no ha
c) Tuberculina oftálmica: preparada desarrollado una sensibilización su fi­
en form a líquida, o en discos, de acuerdo ciente para dar una reacción fran cam en ­
con una técnica especial de extracción te positiva? Es un anim al en el cual se
con acetona y alcohol de 95. Representa v erifica naturalm ente, un proceso de d e ­
una tuberculina concentrada. sensibilización con lo que el proceso
30 R E V IS T A DE M ED IC IN A V E TE R IN A R IA

alérgico quedaría dism inuido? Es un ani­ m ente que pu ede dar reaccion es cruzadas
mal tu berculoso con lesiones encapsula- con el A ctin om yces farcinicus, agente
das que han im pedido sensibilizarlo -su­ etiológico d ela linfangitis o linfadenitis
ficientem ente? Qué sign ificación epizoo- de los bovinos, y que el M yc. paratu ber-
lógica, com o portador o transm isor, tiene culosis da reacción cruzada no sólo con
este anim al? Un anim al sospechoso e v o ­ la tuberculina de origen aviar, sino tam ­
luciona siem pre hacia la positividad, o bién con la de origen humano.
puede en cam bio regresar a negativo? Estudiados todos los anteriores puntos,
Todas estas son preguntas a las cuales, llegam os a la forzosa conclusión de que
no se puede contestar fácilm ente. N o c o ­ es indispensable y aprem iante el iniciar
nozco los estudios llevados a cabo para un plan de erradicación de la en ferm e­
responder a estos interrogantes, que su­ dad. D e acuerdo con esta idea, el D irec­
pon go deben haberse h ech o en alguno de tor del D epartam ento de Ganadería, Dr.
los países que han estado trabajando in ­ H eliod oro B onilla Guzm án, ha designado
tensam ente en la erradicación de la en­ una com isión que está elaboran do dicho
ferm edad. En todo caso, una respuesta plan con el ob jeto de pon er en marcha
parcial se podría deducir del h ech o que una grande y decisiva ofen siva contra
tales anim ales en el actual m étodo de esta enferm edad en Colom bia.
erradicación de los Estados U nidos son O bservem os prim ero los planes de erra ,
anotados com o tales, y se les hace o b je ­ dicación en otros países, para ju stificar
to de especial atención en la próxim a su valor y efectividad, y luego estudiem os
tu berculinización; el h ech o de que ellos nuestra actual situación y la adopción
no reciban igual tratam iento que los m ar­ del plan más conveniente.
cados com o positivos, da una idea de que El plan de erradicación de la en ferm e­
en N orteam érica o nó se tiene un con cep ­ dad en Europa ha sido siem pre de una
to claro sobre un anim al sospechoso, o com plejida d extrem a, debido esencial­
se sabe que puede regresar a negativo. m ente al altísim o porcen taje que existe
Un fen óm en o con ocido en la alergia, en esos países. Se com prenderá que con
es el establecim iento de un estado re­ porcientajes d el 44,44% en Rusia, del
fractario posterior a la reacción y que 48.88% en Bélgica, un 40% en Inglaterra,
posiblem ente tiene un m ecanism o sem e­ y según los datos de B . Bang, con p or­
jante al de la desensibilización observado cientajes aún del 80% en D inam arca, es
en la an afilaxia ; en ésta últim a, se o b ­ casi im posible establecer el único m étodo
tiene p or la adm inistración de dosis de eficaz de control y erradicación de la tu­
antígeno m enores de la necesaria desen­ berculosis; el sa crificio de los anim ales
cadenante, o p or la acción antianafilác- positivos a la tuberculina. El nusm o B er-
tica de algunas drogas de las cuales las nard Bang, decía en 1896: “ D ebido al
principales son la atropina, el cloru ro de enorm e núm ero de anim ales positivos en
bario y la adrenalina. Este estado se o b ­ la m ayoría de los países europeos es im ­
tiene p or la saturación com pleta o pa r­ posible tom ar m edidas de sacrificio de
cial de los anticuerpos, y es tem poral. todos estos anim ales y el Com ité de
T ien e especial interés en alergia tu b er­ E nferm edades d el G anado L echero en In ­
culosa este h ech o ya que im posibilita el glaterra, en 1934 establecía que el sacri­
diagnóstico p or un períod o posterior a fic io era im practicable, puesto que no
una tuberculinización. Se tiene com o sólo costaría m uchos m illones de libras
aceptado que debe m ediar un lapso no anuales en indem nizaciones, sino que
m enor de 60 días para la adm inistración ocasionaría una seria escasez de anim ales
de una nueva tuberculinización intradér- y de leche. A sí pues, las m edidas de con ­
mica. trol tom adas en Europa han sido basadas
Finalm ente, debem os anotar el hecho en la conservación de los anim ales posi­
de que la esp ecificid ad de la prueba no tivos a la tuberculina, y sacrificio única­
es absoluta ya que está aceptado actu al­ m ente de aquellos que dem ostraren clí­
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E TE R IN A R IA 31

nicam ente lesiones abiertas; se com pren ­ D esde principios del presente siglo se
de que con estos m étodos se puede llegar iniciaron los prim eros esfuerzos para
a controlar la enferm edad, pero nunca a com batir la enferm edad; por aquella ép o­
erradicarla. D e estos m étodos, los prin ­ ca se aplicaron los sistemas europeos de
cipales son: el m étodo de Bang, y el de Bang y Ostertag, m odificados algunas
Ostertag. veces, según las necesidades locales en
las diferentes regiones. Hasta 1917 la
El m étodo de Bang se basa en los si­
campaña se llevó a cabo con estos m éto­
guientes puntos:
dos con resultados parecidos a los obte­
l 1?.— A islam iento de los anim ales p osi­ nidos en Europa, pero los veterinarios
tivos a la tuberculina de los negativos. am ericanos ya habían recon ocido que con
2?.— S acrificio de todos los anim ales la insidencia existente, era posible y
con síntomas clínicos. práctico el establecim iento de medidas
3?.— Separar los terneros del hato de drásticas para poder poner b a jo control
los positivos, y protegerlos de alimentos la enferm edad y esperar con certeza su
contam inados especialm ente leche. erradicación.
4?.— D esin fección absoluta del establo. Para el establecim iento de este m éto­
5°.— Tuberculinización del hato n ega­ do, tu vo grande influ encia los resulta­
tivo cada seis o doce meses. dos obtenidos p or este m étodo en el D is­
El m étodo descansa en la base de que trito Capital de Colum bia; el porcietnaje
la in fección es la única causa de la en­ de anim ales infectados en 1909 era de
ferm edad y que el M ycobacteriu m tu ber­ 18.87%, y en 1917, o sea ocho años des­
culoso no es ubicuitario. Bang recom en ­ pués de iniciado el m étodo de tu bercu ­
daba que en los hatos grandes se em plea­ linización y sacrificio, había bajado a
ra diferente personal para los positivos 0 .8 4 % , (el 0.00% fu é alcanzando en 1925,
y para los negativos; y en los pequeños, dieciseis años después de iniciada la cam ­
que el personal atendiera prim ero el ha­ pa ñ a ). En ese entonces la población b o ­
to negativo y luégo el positivo usando vina en el D istrito era de 1.700! cabezas.
diferentes botas, vestidos, utensilios de Com o ayuda en la campaña, se inició
ordeño, etc., para cada hato. Su lem a era: antes de ella y se han continuado co n ­
“ Cuanto más estricto sea el aislam iento, juntam ente con ella, m edidas de orden
m ejores resultados se obtendrán” . educacional, legislativo, y de entrena­
El m étodo alemán de Ostertag, no usa m iento especial del personal técnico en­
el m étodo de diagnóstico de la tu bercu ­ cargado de la labor. La influencia que
lina, sino el clínico, y sacrificio de aque­ estas medidas han tenido en el éxito de
llos que presentan lesiones abiertas, que la cam paña son obvias y no necesitan
son los que elim inan bacilos. m ayor explicación.
Estos m étodos han sido am pliam ente
El plan de erradicación se inicia en el
usados en Europa durante varios años;
hato individual, se extiende en las v e­
los resultados han sido satisfactorios en
cindades hasta constituir un plan m uni­
algunas regiones, sin em bargo, el con ­
cipal que a su vez progresa en el sen­
flicto que acaba de pasar posiblem ente
tido del plan del Estado, y por últim o
habrá hechado por tierra toda la labor
constituye el plan nacional general. A sí
desarrollada por los veterinarios eu ro­
pues, tenemos que en todo el territorio
peos en la lucha p or el control de la tu­
de la Unión van progresando diferentes
berculosis.
tipos de cam paña según las necesidades
En los Estados Unidos, el control de la
y progresos regionales obtenidos.
tuberculosis ofrece un ejem plo de cóm o
Se aceptan tres tipos de nom enclatura
por m edio de un sistem a radical de con ­
que son los siguientes:
trol y de grandes y continuados esfuer­
zos. puede dom inarse una enferm edad 1?.— Hato acreditado libre de tubercu­
insidiosa. losis: es todo hato en el cual no se han
32 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

encontrado anim ales afectados de tu ber­ En 1918, el porcientaje de positivos


culosis en dos t u b e r c u liz a c io n e s anua­ fu e de 4.9% sobre 134.143 anim ales p ro­
les, o en tres sem ianuales. bados; en 1944, fu e de 0 .2 % sobre
2?.— Area libre de tuberculosis: cuan­ 8.894.466.
do todos los hatos existentes en dicha área El núm ero de hatos acreditados libres
llenan los ‘requisitos requ eridos para de tuberculosis era de 782, con 19.021
la prim era clasificación. núm ero de cabezas en el año de 1918;
3°.— Area acreditada modificada: es los datos referentes a 1944, fu eron de
aquella en que el n úm ero total de posi­ 243.551 hatos, con 3.828.856 cabezas.
tivos no pasa del 0.5% en una prueba
D esde 1917 hasta 1944, se han rea li­
total de todos los animales. zado un total de 271.130.010 tu berculini-
Las tres clasificaciones anteriores tie­ zaciones con un total de 3.872.416 posi­
nen derecho a un certificad o o ficia l en
tivos .
el cual consta su categoría, com p rom e­
Los cálculos hasta 1940 indican uqe el
tiéndose los interesados a ciertas regla ­
precio de la cam paña de erradicación de
m entaciones con respecto a m edidas h i­
giénicas, condiciones que deben llenar la tuberculosis era de U.S. $ 260.0'00.000.
los anim ales nuevos adquiridos, etc., y Las estadísticas am ericanas indican
en el caso de el A rea A cred itada M od i­ que en el aspecto econ óm ico ha sido
ficada, el sacrificio inm ediato de los an i­ grande la la bor de la cam paña de erra­
m ales positivos. La invalidez de estos dicación ; en 1921 se calculaba qu e las
certificados es de un año para las dos pérdidas anuales debidas a tuberculosis
primeras,, y de tres años para la últim a en los bovin os fu e de U. S. $ 30.000.000;
clasificación. esto significaba una pérdida diez veces
El program a tiende a que los hatos cla ­ m ayor en diez años, si la in cidencia de
sificados com o positivos, vayan ascen­ la enferm edad no aumentaba, pero fu e
diendo en clasificación hasta llegar f i ­ observado que la incidencia aumentaba
nalm ente hasta la de H ato ibre de T u ­ al doblé cada 15 años, si no se tom aban
berculosis. m edidas de ninguna clase.
Las indem nizaciones se pagan sobre la Pearson, estima en siete puntos los
diferen cia existente entre el precio ava­ factores de pérdidas debidas a la tuber­
luado de los anim ales positivos, com o g a ­ culosis:
nado lechero, y el precio ad qu irido en es­ 1?.— P or la m uerte de los animales.
tos m ism os anim ales com o ganado de 2?.— Por la reducción del precio m er­
carne en e l m atadero. A sí pues, las in ­ cantil del anim al afectado.
dem nizaciones tienen un carácter in d iv i­ 3?.— P or la baja en el valor de la raza
dual para cada animal. P or parte del del hato, y en su producción.
Estado la indem nización corresponde a 4 ? — P or la pérdida en la alim entación
una tercera parte de ésta diferencia, sien­ de anim ales que no pueden producir.
do de cargo d el D epartam ento o M un i­ 5“?.— P or la in fección de otros anim ales:
cipio, el pago de la otra tercera parte, cerdos y otros bovinos.
pero teniendo lím ites de U . S . $ 25.00 6?.— P or el p erju icio que causa en la
para anim ales cruzados y de U . S . $ reputación del hato, con lo que es d ifí­
50.00 para anim ales puros. El térm ino cil la venta de los anim ales o sus p r o ­
m edio de indem nizaciones pagadas ha ductos.
sido para el Estado de U . S . $ 15.97, y 7?.— A caban do con el entusiasm o del
la D epartam ental o M unicipal de U . S . ganadero en el m ejoram ien to de su ga­
$ 18.96. nadería.
Los resultados de la cam paña en los Sin entrar en más detalles, pues es te­
Estados U nidos en lo qu e va corrido d es­ ma d e nunca acabar, observam os ahora
de 1917 hasta 1945, se dedu ce de los si­ la situación actual de incidencia en C o­
guientes datos: lom bia y que posibilidades de éx ito pu e­
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E TE R IN A R IA 33

de tener cualquier plan con relación a bor, es otro de los puntos im portantes,
ella. sin olvidar que sobre ellos recae la res­
ponsabilidad total de la culm inación de
D e los datos existentes, tom ados p or
la tarea a que se destinan. La devoción,
los doctores M anuel G óm ez Rueda, B en -
la constancia y el espíritu de superación,
tham y H itchner de la Com isión am eri­
serán los m edios por los cu a les’ pueden
cana que nos visitó el año pasado, y L e o ­
coronar su labor.
poldo Ruiz, tenem os en conclusión que
en la Sabana de B ogotá el porcientaje de La delineación del plan, a grosso m odo,
incidencia es del 10.26%. D ebe tenerse es la siguiente:
m uy en cuenta que estos datos se re fie ­ a ) Tuberculinización: deberá efectu ar­
ren únicam ente a esta región y no al p or­ se tres o cuatro veces anualm ente en
cien taje existente en el país; esta obser­ form a total, de toda el área b a jo con ­
vación tiene m ucha im portancia porque trol. No se debe perder de vista, que és­
no es este el dato de com paración con la te m étodo está basado en selecci6n p ro­
incidencia presentada p or otros países, gresiva de los anim ales no infectados y
ya que es seguro que la enferm edad sólo la destrucción de los positivos, y que
está localizada en los alrededores de las cuanto m ayor núm ero de pruebas se h a­
capitales de D epartam ento y grandes gan, más rápido y efectivo será el m é­
ciudades, donde la industria lechera está todo. Sí vam os a aplicar un m étodo ra­
establecida en form a intensiva. D ebem os dical, hagám olo intensivam ente, que re­
recordar tam bién que en la iniciación sultará más económ ico.
de la cam paña de erradicación en los b ) Conducta con los positivos: estos
Estados Unidos, m uchos d e 'lo s Estados,
anim ales serán m arcados indeleblem ente
especialm ente aquellos densamente p o ­ después de la lectura de la tu berculini­
blados, presentaban incidencias m ucho zación, y se dispondrá su sacrificio co n ­
m ayores del 4.9% , llegando en algunos trolado dentro de un térm ino prudencial;
al 25% , y aún a un porcientaje más alto.
la indem nización, que bien puede ser la
Es indudable, que dadas las actuales de, cruzados y puros por pedigree.
condiciones de incidencia, el m étodo más c ) Certificados: se expedirán certifi­
acon sejable para un plan de cam paña cados de acuerdo con la clasificación del
es aquel que garantice la erradicación hato, en tal form a que le represente al
com pleta de la enferm edad; de todos los dueño un v alor com ercial; la clasifica­
planes ensayados en Europa y A m érica ción del hato y la duración de validez de
d el Norte, el últim o es el que por su los certificados se pueden ajustar a las
carácter radical se ha dem ostrado efi­ existentes en los Estados Unidos. Es con ­
ciente para lograr este fin ; así pues no veniente la creación de un cuarto tipo
cabe m ayor discusión a este respecto. en la clasificación que podría denom inar­
D icho plan es perfectam en te ajustable se: H ato M odificado A creditado, que lle-
a nuestro m edio, con m uy ligeras m odi­ n rría los requisitos del A rea Acreditada
ficaciones; uno de los puntos básicos pa­ M odificada, dentro de la nom enclatura
ra su feliz realización es indudablem ente norteam ericana.
la cooperación am plia y eficaz de todos d) Estadísticas: se llevarán, durante la
los ganaderos de la zona ba jo control, duración de la campaña, estadísticas
lo cual se puede lograr a través de las exactas sobre: incidencia de la en ferm e­
diferentes organizaciones, cooperativas y dad, zonas afectadas, datos de los m ata­
asociaciones. Junto con esta m edida, de­ deros habilitados para el sa crificio y lo ­
ben tom arse otras de carácter psicológi­ calización de los hatos de las diferentes
co, com o son las de propaganda efectiva clasificaciones, para poder recon ocer los
y de educación popular. La destinación progresos efectuados en la campaña.
de un grupo de profesionales com peten­ e ) Medidas de refuerzo: para com ple­
tes dedicados exclusivam ente a esta la­ m entar la campaña, se establecerán m e­
34 R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA

didas com o, la m ovilización controlada M ohler y W ight exponiendo su prestigio


de ganados, estudio y erradicación de la y su carrera en 1918, por sacar avante
enferm edad en otras especies, especial­ el plan ce erradicación de la tu berculo­
m ente el cerdo, ,y la higiene y pasteuriza. sis bovin a en los Estados Uníaos. Los
ción de la leche. veterinarios colom bianos nos prepara­
No es d ifícil adivinar los grandes obs­ m os ahora a prestar un nuevo servicio al
táculos que se presentan en uña cam paña país, servicio que tiene la doble signi­
de la extensión y m agnitud com o la que fica ción de ser de gran esfuerzo y ben e­
se va a inaugurar, pero tal vez nos sirva ficio para la econom ía y la salubridad
de aliento el estudiar las dificultades que pública, y de iniciarse cuando la F acu l­
los profesionales de otros países han tad y la Profesión cum plen sus prim eros
vencido en el m ism o cam po, y v er a v einticinco años

BIBLIOGRAFIA

1?.— Ruiz, L eop old o J . : Tesis de grado. V eterinary B acteriology” , 4® Edición,


1945. 1943.
2?.— Hagan, W illiam A . : “ The in fectiou s 6?.— M yers, A rth u r J “ M an’s Greatest
diseases o f dom estic anim als” . 2^ V ictory over T uberculosis” , 1^ E di­
E dición. 1944. ción, 1940.
7?.— M acC ulloch, Ernest C .: “ D isin fec-
3” .—-Ham mor, Bernard W .: “ D airy B a c-
tion and Sterilization” , 2^ Edición,
teriolog y ” , 2^ Edición, 1944.
1945.
4?.— H ull, Thom as G .: “ Diseases trans- 81?.— Rich, A rn old R .: “ The pathogenesis
m itted from anim als to m an ” , 2^ o f tuberculosis” , 1^ Edición, 1944.
• . Edición, 1941. 9?.— Zinsser, H a n s.: “ Inm unity” , 5^ E di­
59.— K elser, R aym ond A .: “ M anual of ción , 1945.

También podría gustarte