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PROCEDIMIENTOS
DE ATENCIÓN
DEL POLITRAUMATIZADO
Objetivos
La lectura de este capítulo permitirá:
• Comprender los objetivos e indicaciones de los procedimientos funda-
mentales por realizar en el paciente politraumatizado.
• Describir los pasos de los siguientes procedimientos: cricotirotomía,
traqueostomía, toracotomía, pericardiocentesis, compresión externa.
PROCEDIMIENTOS
DE LA VÍA AÉREA
Cricotirotomía
En la gran mayoría de los casos, el médico es capaz de manejar la vía aérea
mediante:
• Ventilación con máscara.
• Intubación traqueal.
Sin embargo, podría encontrarse con una vía aérea no ventilable, no intubable.
Para estas situaciones se han diseñado estrategias alternativas, quirúrgicas y no
quirúrgicas.
La cricotirotomía es el procedimiento que permite acceder y garantizar la vía aérea
a través de un orificio en el espacio entre el borde antero-inferior del cartílago tiroides
y el borde antero-superior del cartílago cricoides, donde se encuentra la membrana
cricotiroidea; este espacio es considerado como la porción más accesible del árbol
respiratorio por debajo de la glotis.
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
Consideraciones anatómicas
Para una realización correcta y segura de la técnica, es obligatorio el conocimiento
de la anatomía del cuello. La membrana cricotiroidea mide 1 cm de altura y 2,2 cm de
ancho, aproximadamente, y está ubicada entre los cartílagos tiroides y cricoides, en la
región cervical anterior.
La localización del espacio requiere únicamente de la palpación de estructuras
anatómicas. La prominencia tiroidea (manzana de Adán) y el hueso hioides (justo por
encima) son fácilmente identificables a través de la palpación. La membrana usualmente
se encuentra a 1,5 traveses de dedo por debajo de la prominencia tiroidea.
En los casos en que la identificación de estas estructuras sea compleja, puede
utilizarse como alternativa la horquilla supraesternal, colocando el dedo meñique
sobre dicho hueco y el anular, medio e índice a su lado. Cuando la cabeza está en
posición neutral, el índice generalmente se encuentra sobre o cerca de la membrana
cricotiroidea.
Indicaciones
En el manejo de la vía aérea pediátrica, la cricotirotomía debe ser realizada con
precaución extrema para evitar la lesión del cartílago cricoides, ya que es difícil su
identificación y además es el único soporte circunferencial de la tráquea. No está
indicada en menores de 10 años.
La cricotirotomía:
• Se considera cuando la intubación orotraqueal y/o nasotraqueal han
fallado.
• Igualmente puede ser realizada en la emergencia en trauma
maxilofacial, cervical, craneoencefálico o en pacientes en quienes
es imposible o está contraindicada la intubación endotraqueal.
Técnica
Para efectos de su ejecución, la técnica puede ser clasifi cada en dos formas:
• Es una medida temporal mientras que se asegura una vía aérea definitiva.
• Debe aspirar mientras realiza esta maniobra. Al llegar a la luz de la vía
aérea se verificará su ubicación correcta en la tráquea por la aspiración de
aire. Finalmente remueva la aguja.
cartílago
tiroides
1,5 cm aprox.
prominencia
cartílago
tiroides
cartílago
cricoides membrana
cricotiroidea
anillos
traqueales
hueso hioides
cartilago tiroides
a cartilago cricoides
b c
Complicaciones
La incidencia reportada de complicaciones debidas a la cricotirotomía es de 10%
a 40%. Éstas pueden clasificarse en:
• Tempranas: asfixia (por falla en acceso a la vía aérea), enfisema subcutáneo o
mediastínico, neumotórax, sangramiento, hematomas y obstrucción de la vía
aérea. También puede ocurrir perforación esofágica, lesión de cuerdas vocales
y disrupción laríngea.
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Manejo integral del paciente politraumatizado
Traqueotomía
Indicaciones
Debe realizarse por obstrucción repentina de la vía aérea superior, con el objeto de
conservar permeable la respiración, como ocurre en el trauma máxilofacial o en los
casos de un cuerpo extraño atascado en la laringe, ante la imposibilidad de colocar un
tubo endotraqueal o nasotraqueal para ventilar al enfermo. Por eso Roe (-) menciona
que la traqueotomía es una técnica quirúrgica tan simple y urgente que se puede
efectuar incluso en la cama del paciente, axioma muy discutido, puesto que aun en
manos muy expertas y en un medio hospitalario presenta muchas dificultades; más
aún en un paciente que se encuentra sediento de aire y con miedo. Todos estos factores
aumentan el riesgo de provocar hemorragias, lesiones de los nervios recurrentes, daño
del cartílago e infección.
Técnica
La técnica debe realizarse por un cirujano con experiencia en el procedimiento.
Además, siempre que las condiciones del paciente lo permitan, se debe considerar
la realización de dicho procedimiento en un quirófano, para así guardar las normas
básicas de asepsia, buen instrumental, buena luz, aspiración y apoyo logístico de
personal eficiente.
Instrumental
En el caso que sea de urgencia será necesario un elemento cortante, de preferencia
una hoja de bisturí o un trócar grueso, que pueda perforar la piel y la membrana
cricotiroidea o de la tráquea.
Anestesia
Cuando se trata de anestesia general, es más fácil realizar la operación por cuanto
no existe el riesgo de tener un enfermo intranquilo y desesperado por aire, porque
se encuentra garantizada una vía aérea mediante una intubación endotraqueal. En el
caso de tratarse de una obstrucción severa y sin posibilidades de intubación previa,
debemos colocar al paciente en la posición semisentado, hasta descubrir la tráquea
y abrirla, para luego terminar el procedimiento en la forma adecuada. La anestesia
local es aplicada en forma romboidal y luego siguiendo la línea de la incisión, con
infi ltración de lidocaína al 2%, diluida de preferencia con solución salina isotónica en
partes iguales. Al actuar sobre la tráquea es importante el uso de lidocaína al 2% sobre
la mucosa traqueal para disminuir o eliminar el refl ejo tusígeno.
Incisión
La diéresis o incisión se puede realizar en forma transversal y vertical. Cuando la
traqueotomía es la primera etapa de una intervención mayor en el área de la cabeza
y cuello, es aconsejable planifi car la incisión según el abordaje cervical propuesto
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Manejo integral del paciente politraumatizado
a b
c d
Fig. 4.2 Traqueotomía: a) y b) incisión; c) disección hasta llegar a la cara anterior de la tráquea,
nivel e incisión sobre ella; d) apertura de la tráquea previa colocación de referencias
bilaterales. Nótese la presencia del tubo orotraqueal en la luz de la tráquea.
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
Sitios de ostomías
Innumerables autores y detractores sugieren la colocación del traqueotomo
a la altura del segundo y tercer anillos traqueales, a menos que exista alguna con-
traindicación para ello. Según nuestra experiencia, recomendamos la incisión en cruz
sobre la tráquea, con eje mayor vertical, siempre considerando no cortar las referencias
previamente colocadas a ambos lados de la tráquea.
Complicaciones
Muchas de las complicaciones han sido enumeradas durante el desarrollo de este
capítulo, pero aquí clasificaremos, explicaremos y mencionaremos las diferentes
formas de evitarlas, debido a que aumentan significativamente la mortalidad del
paciente politraumatizado.
Existen dos grandes grupos de complicaciones: intraoperatorias y posoperatorias.
Intraoperatorias
• Localización de la tráquea: esta dificultad se presenta sobre todo en los
infantes, que tienen estructuras diminutas y muy delicadas, y en aquellos
pacientes que tienen el cuello corto y dificultad para hiperextenderlo.
• Glándula tiroidea hipertrofiada o con tumor que puede desplazar la vía
aérea: la operación se torna muy dificultosa.
• Hemorragia: la razón más frecuente de sangrado durante el acto operatorio
es la lesión inadvertida de un vaso comunicante anterior o de los vasos
pretiroideos, incluso de la vena yugular anterior.
• Neumomediastino: esta complicación fue observada por Champneys en
1884(-). La causa probable se debe al aumento de la presión respiratoria como
consecuencia de una obstrucción parcial del tracto respiratorio, que encuentra
su línea de salida a través de la aponeurosis cervical profunda. .
• Neumotórax: se produce cuando se exagera la disección de la tráquea, sobre
todo en los niños, ya que sus estructuras son diminutas y sus cúpulas pleurales
son más altas que en los adultos y a menudo se extienden hasta por encima
de las clavículas. Es una complicación rara en manos de un especialista en
cirugía.
Posoperatorias
Una vez concluido el acto operatorio, el paciente pasa a la unidad de cuidados
intensivos o a recuperación, según sea el caso, sin olvidarnos que probablemente pueda
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Manejo integral del paciente politraumatizado
existir una complicación de importancia, por lo que debe ser revisado constantemente
por el personal del área. Sin embargo, se presentan complicaciones como:
• Enfisema subcutáneo: complicación rara pero benigna, si se puede llamar así,
puesto que no llega a ser mortal. Existen diversos factores como por ejemplo:
- Incisión muy larga de la tráquea.
- Caída del colgajo superior.
- Cánula obstruida total o parcialmente.
- Sutura de la herida muy ajustada alrededor de la cánula.
- Accesos de tos o simplemente una colocación de los apósitos muy com-
presiva que provoca un efecto valvular y difusión del aire espirado por el
subcutáneo.
En la mayoría de los casos se soluciona revisando periódicamente el tra-
queotomo que se encuentra en buena función.
• Hemorragia: al igual que en el transoperatorio, se origina por una lesión
inadvertida por el cirujano de un vaso sanguíneo o por el contacto de la cánula,
lo que produce erosión.
• Neumotórax y neumomediastino: se produce por el uso y abuso de los
respiradores mal calibrados o por encontrarse muy elevada la presión
positiva.
• Infección: se considera una complicación grave y severa. A pesar de las
medidas de asepsia observadas en la operación, una traqueotomía puede
estar contaminada a las pocas horas. Las manos del enfermo o del personal
encargado de su cuidado, la saliva, las sondas de aspiración, las condiciones
generales del medio, los aparatos para ventilación asistida, entre otras causas,
contribuyen fácilmente a la contaminación.
• Herida infectada, con drenaje adecuado: la contingencia grave es la in-
fección traqueal, pulmonar o del mediastino, o un punto de partida del
traqueotomo.
• Esfacelación o necrosis: generalmente, se produce por la colocación ina-
decuada del calibre de la cánula o por una mala curvatura de ella, por la punta
del traqueotomo; a su vez, el balón inflable a gran presión puede dar como
resultado una lesión de la mucosa, y llegar incluso a la necrosis de la pared de
la tráquea.
• Puntos de sutura de la piel muy ajustados: puede necrosarse el borde tra-
queal, al igual que un pedículo muy angosto cuando en la traqueotomía se talló
un colgajo inferior.
• Secreciones bronquiales: son unas de las complicaciones posoperatorias
de más difícil manejo. Llegan a ser espesas y costrosas. Son causadas
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
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Manejo integral del paciente politraumatizado
la incubación, por ejemplo una incidencia de 18% si se mantiene por siete días
y luego aumenta a 65% si permanece por treinta días o más. Su resolución
es quirúrgica, una vez identificada la lesión, que es de difícil diagnóstico y
localización.
PROCEDIMIENTOS
DE LA VENTILACIÓN
Indicaciones
• Neumotórax por tensión.
• Neumotórax abierto.
• Hemotórax masivo.
• Trauma torácico penetrante múltiple por arma blanca.
• Trauma torácico penetrante por arma blanca con evidencia de neumotórax
> 10%.
• Trauma torácico penetrante por arma de fuego.
• Evidencia de neumotórax > 10% o hemotórax en la radiografía de tórax.
• Fracturas costales múltiples acompañadas de neumotórax o hemotórax.
• Sospecha de lesión diafragmática en heridas penetrantes toracoabdominales.
Además de las indicaciones anteriormente expuestas, existen condiciones en las
cuales, ante la sospecha de neumotórax, es necesaria la inserción de un tubo en el
tórax:
• Lesionados con ventilación mecánica.
• Lesionados que requieren cirugía y por consiguiente anestesia general.
• Lesionados que requieren traslado aéreo.
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
Material necesario
Antes de la inserción del tubo torácico debemos contar con la trampa de agua. En
los casos en que no contemos con Pleurovac®, es decir, dispositivos manufacturados
por la industria listos para su uso, debemos confeccionar la trampa con los siguientes
materiales:
• Soluciones estériles, ya sea fi siológica (0,9%) o ringer lactato, específi camente
1 000 cc.
• Sonda de Nelaton, No 16 o 14 Fr.
• Frasco con tapa hermética (Fig. 4.3).
1
500cc 500cc
2 Sonda de Nelaton
2 000
1 500
Nivel líquido 1 000
1 000 cc
750
2 cm
3 500
250
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Manejo integral del paciente politraumatizado
Confección
1. Una vez que disponemos de los materiales, los cuales deben estar estériles, nos
colocamos guantes también estériles para armar el sistema.
2. Llenamos el frasco con los 1 000 cc de solución estéril.
3. Luego, ajustamos la sonda de Nelaton al nivel del líquido, es decir, la cortamos
para que se mantenga sumergida 2 cm por debajo del nivel del líquido.
4. Sellamos herméticamente la tapa del frasco, para permitir que cuente con dos
salidas de aire, la que se conecta con el Nelaton, es decir, la que está sumergida
en el líquido, va al paciente, y la libre queda aire ambiente (Fig. 4.3).
5. Rotulamos el frasco, indicando la cantidad de agua estéril colocada (habi-
tualmente 1 000 cc), con una marca (de no estar rotulado), para poder precisar
el nivel basal y cuánto ha sido el drenaje desde su colocación. Igualmente debe
tener la fecha, hora e identifi cación de quien instaló el sistema.
Técnica
1. Se realiza la asepsia y antisepsia de la región toráxica donde se efectuará el
procedimiento; asimismo, se debe tomar en consideración las condiciones de
esterilidad básicas (uso de guantes estériles, gorro, tapaboca).
2. Se aplica analgesia mediante la infi ltración de lidocaína (al 1 - 2%). Esto debe
realizarse sobre la costilla inferior al espacio de inserción del tubo, incluyendo
la infi ltración de periostio, además de cubrir todo el trayecto del tubo.
3. Se coloca el tubo en el quinto espacio intercostal entre líneas axilares anterior
y media o sobre la línea axilar media, justamente en la intersección de ellas con
la línea de referencia del cuarto EIC. La incisión se realiza transversalmente en
dicho espacio, con una longitud de 3 cm, aproximadamente (Fig. 4.4).
4. Luego de la incisión, se divulsiona con pinza de Crille o Kelly curva hasta
llegar al espacio pleural.
5. Se introduce el dedo índice y se gira fl exionando la falange distal, de esta
manera se verifi ca la correcta ubicación del espacio pleural y se evita lesionar el
parénquima pulmonar o las estructuras abdominales, en casos de evisceraciones
no sospechadas (Fig. 4.5).
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
b
c
d
Fig. 4.4 Puntos de referencia para la infiltración de anestesia y posterior colocación del tubo
de tórax: a) línea de referencia 4to eic ; b) línea axilar anterior; c) línea axilar media;
d) línea axilar posterior.
b
a
Fig. 4.5 Introducción del dedo índice y flexión de la falange distal. Debe realizarse siempre
sobre el borde superior de la costilla inferior: a) 4to eic ; b) borde superior del arco
costal inferior.
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Manejo integral del paciente politraumatizado
45O
Ángulo de punción
Fig. 4.6 Dirección y ángulo de colocación de tubo toráxico. En el caso de que la inserción sea
del lado derecho, se mantiene la misma dirección y ángulo.
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
Fig. 4.7 Lugar de inserción correcta del tubo, sobre el borde inferior de la costilla inferior,
para evitar lesionar el paquete vásculo-nervioso intercostal: : a) 4to eic.
Fig. 4.8 Ejemplo de fijación de tubo de tórax mediante puntos simples de sutura que luego lo
rodean.
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Manejo integral del paciente politraumatizado
Técnica
1. Se limpia la región torácica donde se realizará el procedimiento.
2. Se compilan compresas (4 o 5) y se colocan sobre el área del tórax fl uctuante
(Fig. 4.9, 4.10).
3. Se asegura el grupo de compresas con vendaje circunferencial sobre el tórax
del paciente.
4. Es importante la analgesia del paciente ya sea local, mediante infi ltración de
lidocaína sobre el foco de fractura o, en el mejor de los casos, la colocación de
analgesia peridural, para evitar atelectasias por disminución de la expansibilidad
torácica.
Fig. 4.9 Colocación de compresas sobre el área torácica fl uctuante, mediante sujeción
manual.
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
a b
c d
Fig. 4.10 Colocación de CE: a) colocación manual sobre el área fluctuante; b) y c) colocación
de vendaje circunferencial; d) disposición final y mantenimiento del paciente en
posición semisentada.
PROCEDIMIENTOS
DE CIRCULACIÓN
Pericardiocentesis
El procedimiento de pericardiocentesis consiste en la introducción a través de
la pared torácica de una aguja montada en una jeringa con el fin de extraer de la
cavidad pericárdica sangre, líquido de exudado o pus. En trauma, es utilizado para
el diagnóstico y tratamiento temporal del hemopericardio y taponamiento cardíaco y
por lo general se lleva a cabo en la sala de la unidad de trauma al lado de la cama del
paciente.
En trauma la pericardiocentesis ha sido abandonada como medio diagnóstico
por su escasa sensibilidad y por el riesgo de lesionar el corazón; otro motivo es
que muchos centros cuentan en sus unidades de trauma con el ultrasonido (FAST o
transtorácico), que es un método diagnóstico rápido y no invasivo en el diagnóstico
de hemopericardio. Actualmente, este procedimiento juega un papel importante como
método terapéutico y diagnóstico en los hospitales tipo I o II, y en las áreas rurales
donde es la única arma con la que cuenta el médico, pudiendo salvar la vida a un
paciente con taponamiento cardíaco.
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Manejo integral del paciente politraumatizado
Técnica
A continuación describiremos la primera técnica, pericardiocentesis en la cabecera
del paciente, ya que es la más fácil de realizar por un médico general en una sala de
emergencia y en la camilla.
1. El paciente debe ser monitorizado y se le debe realizar un electrocardiograma
control antes, durante y después de haber finalizado el procedimiento.
2. El área xifoidea y subxifoidea debe prepararse quirúrgicamente con soluciones
yodadas, y posteriormente colocar anestesia local en el sitio de la punción.
3. La aguja debe ser No 16 o 18 (6 pulgadas, 15 cm) o mayor con cubierta de
plástico; se une a una jeringa vacía de 50 mL por medio de una llave de tres
vías.
4. En un ángulo de 45° se introduce la aguja en la piel, a 1 o 2 cm por debajo
del borde izquierdo de la unión condroxifoidea; se avanza lentamente la aguja
en dirección cefálica, dirigiéndola hacia la punta de la escápula izquierda y
aspirando continuamente (Fig. 4.11).
5. Cuando la punta de la aguja penetra al saco pericárdico lleno de sangre, se
deberá extraer la mayor cantidad posible de sangre no coagulada; durante la
aspiración el corazón se acerca a la superficie del pericardio, por lo cual es
probable que el médico pueda lesionar en este momento el miocardio. Por este
motivo se recomienda colocar un electrodo a la aguja y así poder reconocer
a través del ECG alteraciones del ST de la onda T y del complejo QRS. Esto
indica que la aguja de la pericardiocentesis debe ser retirada cuidadosamente y
por completo (Fig. 4.12).
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
Fig. 4.11 Apéndice xifoides como referencia de punción; tetilla, pezón o ángulo inferior de la
escápula izquierda como referencia de dirección, y angulación de 45° con respecto al
paciente.
Fig. 4.12 Drenaje de la cavidad pericárdica. Fig. 4.13 Colocación de catéter para drenaje
Nótese el drenaje de contenido he- continuo de la cavidad pericárdica.
mático.
Complicaciones
1. Aspiración de sangre del ventrículo en lugar de sangre del pericardio.
2. Laceración del epicardio o del miocardio ventricular; de una arteria o vena
coronarias.
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Manejo integral del paciente politraumatizado
Toracotomía
resucitadora (TR)
Objetivos
1. Derivar el fl ujo sanguíneo al corazón y cerebro.
2. Aumentar la efectividad del masaje cardíaco.
3. Detener la hemorragia intratorácica.
4. Controlar la aorta en caso de hemorragia intraabdominal exanguinante.
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
Material necesario
Para la realización de una TR es necesario contar con cierto instrumental, el cual
estará en la unidad de politraumatizados en una caja estéril a la que llamaremos caja
de toracotomía resucitadora, conformada por:
• Un separador costal de Finochietto.
• Dos pinzas vasculares de Satinsky (recta para el clampeamiento cruzado de la
aorta y curva para el clampeamiento del hilio pulmonar en los casos en que sea
necesario).
• Un portaagujas Mayo-Hegar de 20 cm.
• Una tijera de Metzembaun curva de 20 cm.
• Una tijera de Mayo recta.
• Dos pinzas de Kelly curvas.
• Un mango de bisturí Nº 4, preferiblemente.
Indicaciones
• Indicación absoluta: paro cardíaco durante el transporte prehospitalario o
presenciado por el equipo de emergencias posterior a trauma penetrante de
tórax, sospecha de lesión de vasos subclavios con exanguinación intrapleural,
necesidad de masaje cardíaco abierto y clampeo de aorta prelaparotomía.
• Indicación relativa: paro cardíaco durante el transporte prehospitalario o
presenciado por el equipo de emergencias posterior a trauma penetrante o
cerrado de abdomen.
Contraindicaciones
• Paro cardíaco asociado a traumatismo craneoencefálico.
• Paro cardíaco asociado a múltiple trauma cerrado.
• Paro cardíaco durante el transporte con una duración > 15 min.
Técnica
1. Toracotomía anterolateral izquierda, en el quinto espacio intercostal. Toda la
pared debe abrirse con bisturí. Tener siempre como referencia el borde superior
de la sexta costilla, para evitar lesionar el paquete vasculonervioso intercostal
(Fig. 4.14).
2. Introduzca el separador de Finochietto con el brazo hacia el abdomen
(Fig.4.15).
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Manejo integral del paciente politraumatizado
Fig. 4.14 Incisión en la TR. Incisión antero- Fig. 4.15 Colocación correcta del separador
lateral izquierda, 5to espacio in- de Finochietto en la TR.
tercostal.
3. Una vez dentro de la cavidad torácica, verifi que que el tubo endotraqueal esté
en la vía aérea, evaluando la expansión pulmonar (Fig. 4.16).
4. Rechace el pulmón hacia arriba y adelante y clampee la aorta con una pinza
Satinsky. Se puede hacer manualmente, en este caso el ayudante es el que pinza
la aorta (Fig. 4.16).
a b c
Fig. 4.16 Secuencia que demuestra los pasos 3 y 4: a) verifi cación de la expansibilidad pul-
monar (fl echas amarillas); b) movilización cardiopulmonar en sentido cefálico (fl echa
roja) y visualización de la aorta toráxica (fl echa amarilla); c) clampeamiento de aorta
con Satinsky recta.
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Capítulo 4 • PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN DEL POLITRAUMATIZADO
Hilio pulmonar
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Manejo integral del paciente politraumatizado
Ner v io frénico
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