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En los comienzos de la época medieval, tanto los hombres como las mujeres ingleses usaban una
túnica y un manto y ropa interior de hilo blanco denominada camisola. Pero con la llegada de los
normandos, en el siglo XI, las vestimentas se hicieron más ricas, prefiriéndose telas más suntuosas y,
además, pieles y joyas. La medida de longitud inglesa, denominada yarda, se fijó durante el reinado
de Enrique 11, entre los años 1154 y 1189, y se tomó como patrón la longitud del brazo del monarca.
En el siglo XII se adoptó el gabán, que vestían tanto los hombres como las mujeres. Los primeros lo
usaban sobre la armadura de cota de malla. El gabán se sujetaba a la cintura por un cinturón de cuero
grueso que llevaba adornos de metal y en el que pendía la espada. Los guantes se hacían de cuero o
lana, y el calzado era muy simple, de cuero suave y muy ceñido al pie. Las damas de la nobleza lo
consejero y un canciller.
La conquista normanda en las Islas Británicas tuvo, como ya hemos señalado, gran influencia en la
moda. La vestimenta se hizo más rica y variada. Bajo el reinado de Guillermo II; en el siglo XI,
apareció el vestido femenino llamado "princesa", de corte ceñido y con una abertura que iba desde la
cintura hasta la parte superior de la espalda sujeta con lazos. Del ancho cinturón de cuero o tela
gruesa se colgaba un monedero y 1lavero. El peinado y el tocado femeninos adquirieron una modalidad
especial que perduró durante largo tiempo. El cabello se separaba en el centro por medio de una raya
y se sujetaba en dos largas trenzas, engrosadas con cabellos postizos y adornadas con cintas. Otras
veces, los cabe 1los se sujetaban con redecillas -en ocasiones muy suntuosas, ya que eran de hilos de
oro- o una pequeña toca de hilo blanco almidonado. Los tejidos más usados eran las lanas de Flandes y
Las armaduras como elementos defensivo fueron conocidas desde la antigüedad y ya se habla de ellas
en la "Ilíada" y la "Odisea", del poeta griego Homero. Los soldados griegos, macedonios y romanos
también las usaron y fueron perfeccionándolas, pero fue en la Edad Media, cuando las armaduras se
hicieron más completas. Como hemos señalado en otros capítulos de esta serie, primeramente se usó
la cota de malla, pero luego se utilizaron las piezas enteras de metal que cubrían no sólo el pecho y la
espalda, sino también los brazos, las piernas y, sobre todo, la cabeza y la cara. Ésta se hallaba
protegida por una especie de visera que podía levantarse, lo que permitía reconocer a la persona. Es
interesante señalar que el característico saludo de quitarse el sombrero proviene, precisamente, del
ademán de levantarse la visera cuando un caballero se enfrentaba con otro. Sobre la armadura se
colocaba una túnica de paño grueso o cuero sujeta con un ancho cinturón, del que pendía la espada de
metal.
La dinastía de los Tudor corresponde al período del Renacimiento en Inglaterra. En los primeros años
del reinado de Enrique VII perduraba la tendencia de la moda medieval, y los hombres usaban largas
calzas ajustadas y túnicas cortas de tela gruesa que, en invierno, se reforzaban con forro de pieles o
adornos de este material. Debajo de la túnica llevaban una camisa blanca, de hilo, con mangas
abullonadas. Pero luego la túnica se alargó y se abría sobre un chaleco o pechera de un material
vistosamente bordado; sobresaliendo del chaleco aparecía la camisa. Por encima se llevaba un traje o
gabán de mangas muy amplias y sueltas. Las mangas tenían características especiales: las del traje o
gabán eran acuchilladas y dejaban ver las mangas de la túnica, que también eran acuchilladas y
dejaban ver la camisa. El gabán se ceñía con un cinturón de cuero. Las calzas eran ajustadas y largas,
y el calzado era de cuero suave y liso. La cabeza se cubría con tocados que presentaban diversas
En la época del Renacimiento, en Inglaterra, la túnica de los hombres se acortó. Debajo de ella se
usaba un chaleco o pechera de tela suntuosa y bordada. Este chaleco se abrochaba adelante en forma
entrecruzada, y también se sujetaba por detrás. Sobre el cuerpo se llevaba una camisa blanca de puro
hilo, cuyo cuello sobresalía del chaleco. Otra prenda muy común era el gabán largo con mangas
amplias y sueltas, acuchilladas, que dejaban ver las mangas de la túnica y de la camisa. Los cabellos
se usaban, por lo general, cortos, con flequillo y cayendo sobre los hombros. Los sombreros tenían
diversas formas: comúnmente eran de terciopelo, con ala pequeña y adornados con plumas y alhajas.
El calzado, tanto el femenino como el masculino, era muy sencillo y estaba confeccionado de cuero,
de paño o de terciopelo. Los guantes, cinturones y otros accesorios tenían ricos bordados.
En la época del Renacimiento, el vestido femenino tenía falda amplia y larga hasta el suelo. También
se usaba una falda interior de cañamazo de forma acampanada, predecesora del miriñaque. El corpiño
era ajustado y el escote redondeado o cuadrado. Pero eran las mangas las que ofrecían mayor
variedad. Se las usaba largas y ajustadas o muy amplias y forradas con telas de color diferente. A
veces la falda se abría por delante en el medio, dejando ver una suntuosa falda de brocado. También
el corpiño se abría en forma de V permitiendo admirar una pechera delicadamente bordada. Como
abrigo se usaban largas capas forradas de pieles. Para la vestimenta se empleaban telas suntuosas,
como sedas y brocados importados de Oriente, terciopelos de Venecia, lanas de Flandes y batistas de
Francia. Las joyas más comunes eran los collares de oro; también piedras preciosas o cruces
En la época del Renacimiento y, particularmente, hasta 1550 se usó en Inglaterra un tipo singular de
sombrero femenino. Se trataba de un sombrero a dos aguas, con caídas a ambos lados, que se colocaba
sobre una cofia o toca de hilo blanco muy ajustada y que se dejaba ver sobre la frente. Las caídas
estaban ricamente bordadas con perlas, piedras preciosas e hilos de oro y de plata. Otros modelos
constaban de una gran caída que partía desde lo alto de la cabeza y que, a veces, llegaba hasta el
suelo. Los hombres usaban también tocas de terciopelo con estas largas caídas, o birretes de
terciopelo adornados con plumas. Los accesorios tenían gran importancia, como el cuello de la camisa
de los hombres, que tenía delicados bordados negros, y los guantes de seda acuchillados. Las joyas
más comunes eran gruesas cadenas de oro de las que pendían piedras preciosas y perlas. Estas últimas
eran las preferidas, sobre todo en época de Enrique VIII, ya que el mismo monarca las usaba.
En esta época se preferían telas suntuosas para confeccionar los vestidos femeninos y masculinos. A
Inglaterra llegaban telas de diversas partes de Europa, y el activo comercio estaba apoyado en una
marina mercante cada vez más floreciente. Desde Oriente se importaban brocados y sedas muy
suntuosos con dibujos vistosos y de vivos colores; de Venecia se traían terciopelos lisos y bordados con
hilos de oro; de Flandes llegaban telas de lana, seda y raso; de Francia, las delicadas batistas
utilizadas en camisas y tocados. En tiempos del rey Enrique VIII, la moda masculina se dividió en dos
corrientes. La primera se caracterizaba por el estilo cuadrado y los hombros acolchados; la segunda,
Las mangas eran muy abultadas y acuchilladas, tanto en la vestimenta femenina como en la masculina.
Las clases más humildes continuaron usando vestidos sencillos, con mangas y busto ajustados, y falda
amplia que llegaba hasta los pies. Los cabellos eran cubiertos por una toca.
La túnica masculina experimentó un cambio notable en Inglaterra a partir del siglo XIV, ya que se
acortó llegando sólo hasta la rodilla. Debajo de ella se usaba un chaleco que, generalmente, se
abrochaba en forma entrecruzada. Una prenda muy característica era la camisa blanca de puro hilo,
sin cuello y con el escote alto y fruncido que sobresalía del chaleco. Los nobles usaban un gabán largo
con mangas amplias y sueltas, acuchilladas, y que dejaban ver las mangas de la túnica o de la camisa.
Los hombres usaban los cabellos largos, cayendo sobre los hombros y con flequillo. El calzado, tanto el
femenino como el masculino, era muy sencillo y por lo general se confeccionaba de cuero, de paño o
prendas de vestir. Así se combinaban telas y colores en una misma prenda, que tenía, entonces, gran
colorido.
Una prenda característica de la vestimenta masculina inglesa del siglo XV era la chaqueta corta muy
ajustada hasta el talle y con un faldón amplio que cubría la cadera. Esta chaqueta tenía un cuello alto
y pequeño, y mangas muy trabajadas. La parte superior de la manga era muy abullonada y acuchillada,
dejando ver la camisa de hilo blanco. En el codo había otra parte más pequeña, también abullonada y
acuchillada, y desde allí hasta la muñeca la manga era muy ajustada. Los pantalones eran también
muy ajustados, y sobre ellos se colocaban botas de cuero que se prendían al costado. Las puntas de las
de cuero. El sombrero era muy variable, pero una de las formas más comunes era el de ala ancha
levantada atrás y con adornos de plumas. Los tocados femeninos presentaban gran variedad.
En la segunda mitad del siglo XV las telas para la vestimenta femenina y masculina llegaban a
Inglaterra desde diversas partes de Europa y de Oriente. De Venecia se importaban terciopelos lisos y
adornados con brocados de hilos de oro; de Flandes, lanas y sedas; de Francia, delicadas batistas; y de
La moda tuvo caracteres muy marcados durante el reinado de Enrique VIII: las calzas eran largas y
cosidas, abultadas y acuchilladas; los zapatos eran de horma cuadrada y acuchillada, y la túnica estaba
seda negra. La pechera de la camisa tenía bordados en seda negra combinando con seda roja e hilos de
oro. Las mujeres usaban una camisa que se llevaba por encima de un miriñaque más amplio, y una
falda de raso bordado o terciopelo guarnecido de brocado y de un color que contrastaba con el resto
del vestido. Las mangas se hicieron muy amplias en los puños y con adornos de piel o terciopelo. El
túnica bordada que llegaba hasta las rodillas. La camisa también era una prenda muy común, y el
cuello tenía un volante estrecho o un dobladillo recto bordado en seda negra. Algunas camisas tenían
la pechera bordada en negro y también con hilos rojos y dorados. Tanto las damas como los caballeros,
usaban anillos en los dedos de ambas manos, preferentemente en el pulgar, el índice y el del medio.
Del cuello pendían pesadas cadenas de oro con medallas o piedras preciosas y perlas. Por influencia de
la moda francesa, los hombres empezaron a usar el cabello corto y la barba recortada. Los sombreros
adoptaron formas muy variadas: los había de ala ancha con adornos de plumas, gorros pequeños,
birretes de punta como un techo a dos aguas, etcétera. El calzado era de cuero fino, y también de
A partir del siglo XVII y sobre todo desde el siguiente, la vestimenta de la nobleza en Europa
occidental era semejante. El intercambio comercial de telas suntuosas era frecuente, pero también la
creación de manufacturas reales y propias en España, Francia, Inglaterra, Italia y Flandes permitía la
utilización de tejidos que hacían posibles algunas diferenciaciones. Hacia el 1700 los nobles ingleses
usaban unas bragas cortas con un faldellín de cuero y una chaqueta con mangas acuchilladas. Todo
esto permitía lucir una camisa de seda natural o de hilo blanco con mangas abullonadas. Las botas de
cuero se abrían como una corola y dejaban ver medias de seda que llegaban hasta la rodilla. Los
Los marinos ingleses del siglo XVIII vestían trajes compuestos por una chaqueta larga con amplios
bolsillos y bragas cortas que cubrían la rodilla. La camisa era una prenda muy importante de la
vestimenta y tenía en el cuello una cascada de encaje. Los puños también terminaban en un volante
de encaje. Las medias eran de seda y los zapatos clásicos, sobre los que se destacaba una hebilla
dorada. Sobre el traje se usaba un abrigo que llegaba hasta las rodillas. Era costumbre usar pelucas
sujetas con lazos o empolvarse los cabellos de blanco y sostenerlos con cintas. Las mujeres de la
nobleza continuaron usando corpiño ajustado, que terminaba en gorguera, y sombrero de copa alta
con ala levantada en un costado. También usaban una toca de lino blanco y un cuello amplio del
Hombres de frac
Rupert Friend
En esta época se usa el frac para fiestas, normalmente tonos oscuros
para la noche; en muchos casos el hombre prefiere usar el rendingot
en el día, y la americana en el verano.
También podemos hacer mención del sombrero para el hombre de
cualquier clase social, al inicio de esta época alto y conforme va
pasando el tiempo se va haciendo un poco más corto, las corbatas son
pequeñas y el cuello llega hasta las mejillas, las chaquetas y los
pantalones son del mismo color, usualmente se usan telas escocesas.
Hablando de deporte, el hombre suele usar pañuelos sujetos por
agujas.
Vestimenta Victoriana
En conclusión, es una era en la se destaca la sobriedad conjugando
estilo con colores neutros.
Clase Alta
Las prendas eran confeccionadas por sastres, y se adaptaban a los gustos de la clientela. La
tienda, el hogar y el taller se localizaban en el mismo lugar. Los sastres ambulantes atendían a
la gente del campo, que no podía acceder fácilmente a los centros urbanos.
Los cortesanos requerían un extenso guardarropas, y a menudo vendían sus ropajes en
establecimientos de segunda mano para recuperar parte de su costo, lo cual denota el porque
la moda era pasatiempo de las personas acomodadas.
Fue durante el Renacimiento en que se popularizó el estilo denominado “Acuchillado”,
surgiendo como resultado de la derrota de Carlos el Temerario en 1477, cuando los suizos
cayeron sobre sus tropas en Nancy , para celebrar la victoria cortaron los estandartes, las
tiendas y los lujosos vestidos del ejército de borgoñón, atando tiras a los desgarrones de sus
vestidos.
El acuchillado se caracteriza por tener las costuras abiertas, o cortar deliberadamente una
prenda dejando visible el forro de la misma.
La gorguera es otro elemento destacado del renacimiento, tanto en la indumentaria masculina
como en la femenina , en sus inicios era un cordón que fruncía el cuello de las camisas
creando una especie de volante, que finalmente se convirtió en un elemento independiente de
la prenda. La gorguera fue perfeccionada gracias a la utilización del almidón, fabricado en
Flandes, haciendo que este accesorio adquiera rigidez, a demás de teñir el blanco y agregar
un matiz azulado o amarillento. Para mantener la rigidez de la gorguera también se utilizaban
soportes debajo de la misma que consistían en alambres forrados de seda. La gorguera cada
vez fue más plegada con lo que sobresalía mucho y agobiaban por su altura. Mas tarde
comenzaron a confeccionarse en Gasa, con los característicos bordes plateados o dorados en
encaje, se podían utilizar en el escote del vestido o de la camisa.
Clase Media
Los hombres y mujeres de la clase media utilizaban prendas con mangas desmontables o con
doble manga, una estrecha sujeta a la prenda interior, y otra mas amplia sujeta al cuerpo del
vestido, permitiendo de esta manera cambiar el aspecto de una prenda.
En Inglaterra se popularizó el uso del pañuelo y el abanico, elemento traído por Cristobal
Colón de regreso en 1496 de su segundo viaje.
Las Mangas y las faldas se ensancharon, las ropas se hacian con tejidos tupidos, lujosos y
suaves, como terciopelo, brocado y damasco.
Indumentaria Femenina
La indumentaria basica era una camisa interior de lino blanco, manga larga, sobre ella un
vestido de cintura alta de color contrastante.
A fines de siglo el escote se hizo en forma de V hasta la linea de la cintura, se añadió una
pieza de tejido rígido para tapar el pecho a modo de triángulo invertido llamado tassel. Las
mangas se abrían a la altura de los hombros y de los codos, en la parte posterior, para dejar
asomar por las aberturas las mangas de la prenda interior.
La pieza principal del guardarropas femenino será la cota, o vestido interior.
Había tres tipos de verdugados , el tambor, muy popular en Francia, el reducido, español y el
de campana, para incrementar el ancho de las faldas era requerido gran cantidad de material.
Las prendas enfatizaban hombros anchos, un largo y estrecho talle y caderas anchas. La
parte superior del cuerpo femenino era oprimida con la Basquiña, que era una prenda interior
tipo corsé de material rígido, proyectando el pecho hacia arriba y aplanándolo, este efecto se
veía potenciado al utilizar el peto, rigido y triangular. Las mujeres utilizaban capas largas y
plisadas como prendas interiores.
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Historia de la vestimenta inglesa en el Renacimiento
Escrito por Rosemary Gemmell | Traducido por Héctor Muñoz
La Inglaterra Tudor formó parte de la época del Renacimiento. (medieval house detail 5 image by Paul Moore
from Fotolia.com)
En el periodo del Renacimiento, entre los siglos 15 y 16, el estilo de vestir Europeo
influenció el estilo de la vestimenta Inglesa. Estilos de Italia, Francia, Bélgica y
Alemania aparecieron desde alrededor de 1500, seguido de influencias Españolas en la
segunda mitad del siglo. Las ropas, sombreros y calzado también cambiaron a lo largo
del periodo de los Tudor en Inglaterra.
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Los hombres vestían una capa, la cual gradualmente fue haciéndose corta durante el
siglo 16, o una sotana que era una chaqueta suelta hasta las caderas. La mayoría de las
camisas y la ropa interior eran hechas de lino. Todas las clases sociales vestían ropas de
lana, pero los más pobres utilizaban un tipo más grueso de esta ropa.
Las camisas eran hechas de lino. (linen image by Silver Bromide from Fotolia.com)
Sombreros y calzado
Las mujeres vestían sombreros dentro y fuera de las casas, usualmente un gorro suave.
La gente del campo usaba un sombrero de ala ancha. El sombrero de los hombres se
tenía de estilo de corona de alta rigidez, con una pequeña visera plana y estaba hecho
de terciopelo, fieltro y cuero. Las mujeres empezaron a usar sombreros en la segunda
mitad de los 1500s, en lugar de las capuchas y los gorros. Durante el siglo 15, los
zapatos tenían puntas puntiagudas, pero para el siglo 16 los zapatos se hicieron más
anchos, con puntas más cuadradas y con suelas de cuero. La parte superior fue hecha
con seda o terciopelo.
Los zapatos tenían suelas anchas y planas. (baby shoes image by Pix by Marti from Fotolia.com)
Influencia española
Desde mediados del siglo 16, el estilo Español cambio el estilo Inglés de la vestimenta,
cuando algunos de ellos se volvieron más sombríos. Los hombres llevaban un jubón
acolchado que se abrió en la parte frontal para mostrar la bragueta. Las mangas se
ensancharon y a menudo se reducían, y los guantes de tipo manopla a menudo tenían
elaborados bordados.
Los vestidos de las mujeres consistían en corpiños deshuesados, con un peto rígido que
mantenía la postura firme. La rueda farthingale era una serie de amplios aros gastados
bajo la falda que creaban un efecto estilo caja. Durante el período, el escote fue cortado
en forma cuadrada y bajado más. Los hombres y mujeres ricos usaban piel de lince,
lobo y de marta, y el color rojo era muy popular.
Los aros anchos creaban un estilo
similar a una caja. (dress stand image by Balogh Eniko from Fotolia.com)
El collarín Inglés
El collarín alrededor del cuello se desarrollo de la cuerda a través del borde superior de
las camisas, y se volvió muy popular con hombres y mujeres en Inglaterra, entre las
clases altas. Algunas veces el collarín alcanzaba una altura de 9 pulgadas (22 cm). El
collarín de las mujeres podría ser alto en la parte de atrás del cuello, pero dejado
abierto en la parte del frente para mostrar el escote, tal como se muestra en las
pinturas de la Reina Isabel I.
Recuerden hacer la comparación con la silueta de la Baja Edad Media para poder
apreciar mejor los cambios.
Los textiles se usaban en gran cantidad para dar forma y vuelo a las prendas
femeninas.
Detalle de cuchillada. Victoria and Alberts Museum. Si clickean sobre la imagen
pueden entrar al sitio del museo.
Recuerden que el poderío de este momento estaba repartido entre España e
Inglaterra.
El color negro aparece como símbolo de sobriedad y estilización de la figura
humana.
En España la indumentaria es mas sobria y cerrada debido a la religión.
En esta imagen podemos apreciar la falda del vestido abierta dejando ver el sayo
o saya.
Los cambios en la indumentaria hacia fines de siglo estan marcados por la
aparición de la gorguera o cuello alechugado.
Anuncios Silueta de fines de siglo.
El Renacimiento en el vestuario
26 FEBRERO, 2010 6 COMENTARIOS
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MODA Y SOCIEDAD
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Según los historiadores de vestuario, alrededor del año 1490 comenzó la “desmesura” en todas las áreas
del revestimiento humano: aquello determina el comienzo del vestuario renacentista. Esta revolución,
resulta hermana al acontecer en los otros tipos de expresión creativa (pintura, escultura, música, etc.),
que fue generado por el fuerte intercambio cultural resultante del momento de los descubrimientos.
Formalmente, ésta podría ser definida como la desaparición de la verticalidad de las prendas medievales,
la cual fue sustituida por la horizontalidad del traje del Renacimiento: esa es la coordenada que se
trabaja. Cada país de Europa, desarrolló esta reforma en el vestuario de manera diferente, por ejemplo,
los países del norte de Europa distorsionaron la figura natural a través del acolchado de mangas y
dobletes en las extremidades; Italia, Inglaterra y Francia se adhirieron a un modo influenciado por lo
medieval (ver post anterior); los alemanes fueron los más extremos en sus intervenciones: determinaron
grandes volúmenes en la cabeza, hombros y muslos, además de pequeñas aplicaciones tridimensionales
sobre el pecho, espalda, brazos, piernas y pies. Las plumas aparecen como protagónicas en todo: desde
sombreros de ala ancha, calzado, bijoutería hasta confección, donde eran ubicadas incluso en la zona de
las rodillas.
El revestimiento renacentista masculino
Vestidos de seda, los hombres, eran muy aficionados a los colores llamativos y llegaron al extremo de
ataviarse con trajes de varios colores. Hacia fines del siglo XV las túnicas empezaron a acortarse y las
medias a alargarse, este fue el gran cambio durante la época, aparte de una mayor ornamentación: el
alargamiento de los calzones, los cuales iban muy adornados por quedar a la vista. En el siglo XVI se
usaba vestir camisola por encima del corto faldón, se utilizan además “greguescos acuchillados”
(calzoncillos con cortes que permitían ver la tela inferior, que generalmente era de otro color) con
pretina; “jubones” (prenda rígida que cubría desde los hombros hasta la cintura) con mangas trenzadas o
enteras, anchas y ceñidas en las muñecas; calzas cortas, anchas por arriba y adornadas con oro y
terciopelo; cuello alto y “gorgueras” (pañuelo que cubría el cuello o el escote); mantos, capas, chalecos y
casacas cortas con solapas y mangas; “bonetes” (sombreros de forma cónica) de terciopelo, caperuzas y
gorras con plumas; sombreros de alta copa o baja, con ala sin doblar; zapatos de terciopelo con punta
cuadrada, botines y botas altas de gamuza y tacón de color. La mayoría de los hombres utilizaba un corte
de cabello con movimiento, aunque la longitud del pelo era determinada por el gusto individual, también
si era recto o rizado. La barba se llevaba cerrada y en punta.
Comentarios
Ropa, joyas y accesorios de los Tudor y los Estuardo: dinastías británicas amantes de la moda Retrato de María de
Módena (1658-1718), mujer de Jacobo II de Inglaterra (Simon Verelst - Royal Collection Trust/ © Her Majesty Queen
Elizabeth II 2014) Ampliar En los siglos XVI y XVII, los monarcas británicos y sus cortes eran referentes de la moda y
se distinguían por su estilo innovador. Una exposición selecciona de la Colección Real de la reina Isabel II pinturas,
joyas, ropa y accesorios de una época marcada por prendas elaboradas y complejas. Hay guantes para 'alargar'
dedos, complementos extravagantes, retratos de reyes y nobles con atuendos aparatosos o rompedores...
ECO Actividad social ¿QUÉ ES ESTO? 44% 0 HELENA CELDRÁN. 03.04.2014 - 16:07h Enrique VIII de Inglaterra
(1491-1547) y después su hija La Reina Virgen Isabel I (1533-1603) —carismáticos, presumidos y amantes del
símbolo— dictaron leyes especificando qué telas, colores y tipos de prenda podía llevar cada estrato social. La unión
de oro y textil y las apreciadas telas color carmesí (que se conseguía triturando el cuerpo de los cocoideos o
cochinillas) eran exclusivos de aquellos de mayor nivel social. En los siglos XVI y XVII, los monarcas y sus cortes
eran referentes de la moda y se distinguían por tener un estilo innovador. El acceso a las más altas esferas de la
corte, el éxito político y profesional iban unidos a la apariencia. Una de las obligaciones clave del cortesano era
reflejar el poder del rey con el mejor de los atuendos. La elegancia en el vestir era motivo de rivalidad entre las casas
reales. Los lujosos retratos, pinturas, joyas y excepcionales prendas y accesorios de la época que han llegado a
nuestros días y pertenecen ahora a la Colección Real de la reina Isabel II se exhiben en la exposición In Fine Style:
The Art of Tudor and Stuart Fashion (En un estilo refinado: el arte de la moda en los Tudor y los Estuardo), en el
Palacio de Holyroodhouse de Edimburgo (Escocia) hasta el 20 de julio. El conjunto explora el elaborado y complejo
elenco de prendas y accesorios de las dos dinastías en el Reino Unido. Fotogalería 8 Fotos La moda de los Tudor y
los Estuardo Los bordados negros de Catalina de Aragón Existen indicios de que Catalina de Aragón, primera
esposa de Enrique VIII, puso de moda en Inglaterra el bordado en hilo negro sobre camisas y blusas: la hija menor
de los Reyes Católicos posa en un retrato del siglo XVI con prendas adornadas con esta técnica, posiblemente
originaria de España. Alardeaban de llevar prendas poco prácticas y que requerían mucho mantenimiento De los
años de esplendor del reinado de Isabel I se exhiben unos guantes con los dedos especialmente largos iguales a los
que ella (orgullosa de la forma alargada de sus manos) exhibe en varios cuadros. La moda se extendió por el
aspecto estilizado que daba la prenda. El color pálido de los guantes favorecía la idea de que la portadora era de
clase alta y no realizaba trabajos manuales. Abundan entre los retratados las prendas que requerían un alto
mantenimiento o especialmente poco prácticas. Con ellas se comunicaba al espectador que el modelo disfruta de un
nivel de vida que le permitía emplear todo el tiempo necesario en vestirse y seguir las últimas directrices de la moda.
Un cuadro de Marcus Gheeraerts el Joven muestra a la reina Ana de Dinamarca en 1614 con una falda de
complejísimos pliegos que debían ser prendidos con alfileres cada día. La gola de Isabel I que ilustra en una
miniatura el pintor Nicholas Hilliard a finales del siglo XVI requería tratamientos semanales de almidonado y fijado. El
rey que inventó el traje de chaqueta Otras modas fueron precursoras de prendas ahora indispensables. En 1666
Carlos II de Inglaterra comenzó a vestir con un chaleco largo bajo el abrigo en lugar de llevar un jubón y una capa.
Un cuadro datado entre 1675 y 1680 lo muestra con ese nuevo atuendo, ancestro del traje de chaqueta
masculino.La Joya Lennox es un relicario del siglo XVI con rubíes, diamantes y esmeraldas Por supuesto, los
accesorios ostentosos y extravagantes también cautivaron a los Tudor y a los Estuardo. En la selección de piezas de
la muestra hay un espectacular bolso de hilo de oro en forma de rana y una serie de joyas renacentistas cargadas de
simbolismo con figuras mitológicas y piedras preciosas consideradas mágicas. La bautizada como Darnley o Joya
Lennox (presente en la exposición) es una de las joyas antiguas más importantes de la Royal Collection, un relicario
de oro en forma de corazón con rubíes, esmeraldas y diamantes. Se dice que la pieza fue creada entre 1571 y 1578
para Lady Margaret Douglas —Condesa de Lennox y sobrina de Enrique VIII— en memoria de su fallecido esposo,
Conde de Lennox y Regente de Escocia. El diseño incluye en el interior de la joya detalles del Árbol de la vida con
una serpiente enroscada, calaveras que sirven de recordatorios de la muerte y un Ave Fénix. Síguenos en Facebook
Se desarrolla durante los siglos XV y XVI. La proporción de la naturaleza estaba representada en el cuerpo
humano por lo que las nociones de simetría y proporción dominaron la estética durante el Renacimiento. Las
prendas típicas del Renacimiento se desarrollaron en Italia y se expandió por Europa. Proliferaron las
mercancías de lujo, los tejidos tupidos, lujosos y suaves, como terciopelo, brocado, damasco, encajes y seda
con lo cual los tejidos eran mas elaborados y extravagantes. También se utilizaban velos y pañuelos
confeccionados en seda, chifon y crepe. La lana, el lino y el algodón eran los textiles mas utilizados para la
indumentaria diaria.
Los cortesanos requerían un extenso guardarropa, y a menudo vendían sus ropajes en establecimientos de
segunda mano para recuperar parte de su costo. Durante el Renacimiento se popularizó el estilo denominado
“Acuchillado”, el cual se caracteriza por tener las costuras abiertas dejando visible el forro de la prenda o una
tela distinta por debajo.
Las formas rectangulares predominaron en el atuendo de los hombres y la forma de reloj de arena para la
mujer en telas lujosas bordadas y estampadas con muchos apliques.
La gorguera es otro elemento importante durante el renacimiento, era utilizada por hombres y mujeres; fue
perfeccionada mediante la utilización del almidón haciendo que este accesorio adquiera rigidez, aunque
también se usaban soportes hechos de alambres forrados de seda.
Otra característica importante eran las agujetas, se usaban para sujetar las calzas a la cintura del jubón, o las
mangas desmontables. Las agujetas generaban suntuosidad en el vestido.
En Inglaterra se popularizó el uso del pañuelo y el abanico, podían sujetarse al cinturón con una cadena o una
cinta para dejar las manos libres. La mayoría de los pañuelos eran de lino o seda.
Las prendas de mujer acentuaban la figura enfatizando la cintura; la falda era amplia con pliegues, y el corsé
(muy ajustado) tenía un escote circular o cuadrado. La manga sencilla y ajustada frecuentemente era
desmontable. Sobre esta prenda se llevaba otra sin mangas, cuya pieza frontal estaba abierta a modo de
abrigo. Como accesorios llevaban un pañuelo y un abanico, cadenas de oro y grandes collares. La
indumentaria básica era un camisón interior de lino blanco llamado chemise, manga larga, sobre la que
llevaba el vestido en color contrastante.
Otro cambio significativo que surgió en el siglo XV fue que las mujeres comenzaron a mostrar su cabello,
peinándolo en elaborados moños de trenzas.
Los zapatos que utilizaban eran los chopines (tipo de zapato de plataforma) para mantener su falda y pies
alejados del barro.
La ropa de hombre estaba compuesta por un abrigo corto hasta la rodilla con cinturón de cuero y mangas
cortadas, medias ajustadas. Las prendas acentuaban el físico: los hombros, pectorales, se acolchaban los
abrigos y se usaba un cinturón. La camisa de lino blanca era símbolo de opulencia, el jubón era la prenda
principal del vestuario masculino, las mangas (al igual que en el vestido femenino) se sujetaban al cuerpo del
jubón con agujetas permitiendo ver los acuchillados.
El calzado de la Edad Media fue reemplazado por el denominado “pico de pato” (con punta ancha y
redondeada).
El hombre y la mujer que trabajaban en el campo solían utilizar prendas de lana. Las campesinas vestían el
miso camisón que las nobles (chemise) pero de un material mas sencillo, una falda de lana encima con un
corpiño que atado al frente. Las campesinas podían exhibir las piernas por debajo de las rodillas.
El trabajador ordinario vestía unas calzas u otro tipo de pantalón y una camisa larga. El jubón era
reemplazado por una túnica ceñida con un cinturón. Aun no se usaban los bolsillos, así que todo lo que
llevaban colgaba del cinturón en bolsitas.
En mi opinión estas laminas tienen un “no sé que” distinto a las que se encuentran
habitualmente respecto a vestimentas y moda, quizás se trate de la técnica de ejecución de
las acuarelas, la composición en sí de las imágenes o algo que no he sabido identificar, pero
me han resultado “especiales” en cuanto a esta temática se refiere.
La obra aparte las laminas cada una con comentarios sobre los detalles de la vestimenta que
representa, tiene una información textual (en inglés se sobreentiende), de todas las
características de la moda en los distintos periodos históricos que cubre, por lo cual creo que a
los interesados en este tema que dominen el inglés les interesa leerla.
Me ha sido imposible presentarles siquiera una muestra representativa de cada una de las
distintas épocas por motivos de espacio, entre los cuatro volúmenes hay un total de 71
laminas en color, les muestro a continuación una selección de las mismas no consecutivas
que van desde el siglo XIII al XVII (Época de Carlos II).
Para ver el titulo de la lámina pase el cursor sobre la misma, para ampliar (altamente
recomendado), pulse.
Los cuatro volúmenes que componen la obra los pueden descargar de estos link:
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Clase Martes 2 de
Mayo: Renacimiento
MAYO 7, 2017 / HISTORIA DEL TRAJE / DEJA UN COMENTARIO
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https://www.scoop.it/t/epoca-medieval-vestuario-y-calzado/p/3997672967/2013/02/28/vestimentas-
inglesas-del-siglo-xiii-al-xix
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