permanece de forma constante. Esto generalmente se obtiene al permitir que el volumen se expanda o contraiga de tal manera que neutralice cualquier cambio de presión que pueda causar la transferencia de calor. Sin embargo, el trabajo a una presión constante puede calcularse bastante fácilmente con la ecuación:
W=p*ΔV
Como W es el trabajo, p es la presión (siempre positiva) y ΔV es el cambio en el
volumen, podemos ver que hay dos posibles resultados en un proceso isobárico:
Si el sistema se expande (ΔV es positivo), entonces el sistema hace un
trabajo positivo (y viceversa) Si el sistema se contrae (ΔV es negativo), entonces el sistema realiza un trabajo negativo (y viceversa) El proceso isotérmico es el proceso de compresión mediante el cual la temperatura se mantiene constante pero el volumen y la presión varían. Como la energía interna de un gas ideal sólo depende de la temperatura y ésta permanece constante en la expansión isoterma, el calor tomado del foco es igual al trabajo realizado por el gas: Q = W.
El proceso isocórico es el proceso de compresión por el cual el volumen de
un gas permanece constante pero la presión y la temperatura de un gas varían.
W = p * Δ V donde W=0 ya que Δ V=0
El término adiabático hace referencia a elementos que
impiden la transferencia de calor con el entorno. Durante un proceso adiabático, la energía interna del fluido que realiza el trabajo debe necesariamente decrecer.
Esquema de una expansión adiabática.
La ecuación matemática que describe un proceso
adiabático en un gas es
Donde P es la presión del gas, V su volumen y
el coeficiente adiabático, siendo el calor específico molar a presión constante y el calor específico molar a volumen constante. Para un gas monoatómico ideal, . Para un gas diatómico (como el nitrógeno o el oxígeno, los principales componentes del aire)