ENSAYO 1

Presentado por: José David Bustos Quintero

jdbustosq@upn.edu.co
Acercamiento a la didáctica de la Antropología
La enseñanza de la Antropología en Colombia es un caso en el que se pueden operativizar
varios de los elementos que constituyen el concepto de didáctica. Sí se rastrean estos
elementos bajo la lente del caso antropológico en Colombia, se puede observar que existe
un campo conceptual delimitado y ya constituido por el corpus la Antropología como
disciplina general, esto implica que dentro de ella ya se generan las tensiones y problemas
específicos que se esperaría observar en cualquier disciplina. Este corpus mencionado
otorga los saberes antropológicos a enseñar, sin embargo, se trata de un saber erudito, y
se ha evidenciado que en la práctica se ha llegado a hacer uso únicamente de una
trasposición didáctica de este saber erudito, sin llegar a construir contenidos que vayan más
allá de la trasposición didáctica. Es esta una de las grandes dificultades a las que se enfrenta
la enseñanza de la Antropología, debido a que no brinda una discusión sobre la construcción
de contenidos, también se encuentra todavía demasiado lejos de poder producir conceptos
nuevos que permitan un nuevo abordaje de la didáctica específica de la Antropología.
Al observarse bajo la evaluación de estas categorías, podría decirse que la enseñanza de la
Antropología se encuentra estancada en un modelo tradicional que evita la reflexión
sociohistórica de la práctica, restringiendo así el acceso de los enseñantes y de los
contenidos a las dinámicas que permiten su permanente construcción. Sería importante
entonces hacer un llamado para que se reflexione sobre estas cuestiones y se pueda dar
paso a un cambio de perspectiva, permitiendo si es posible, que se generen nuevas
estrategias de acción frente a la didáctica específica de la Antropología. Podría iniciarse esta
reflexión con una indagación sobre la pertinencia de los mismos contenidos que se extraen
del corpus antropológico para ser enseñados en las aulas de las universidades, esto daría
paso a una identificación del registro epistemológico de la didáctica de la Antropología.
Siguiendo por el mismo camino, se debe permitir también una reflexión sobre la forma en
la que las futuras generaciones de antropólogos apropian los saberes que se imparten en la
formación antropológica, ¿existe un perfil de estudiante de antropología? ¿existe algún
prerrequisito? si existe o existen, ¿de qué tipo serían estos prerrequisitos? La respuesta a
estas preguntas constituiría el registro psicológico de la didáctica de la Antropología. Por
último, para poder construir una didáctica específica robusta, que sostenga los saberes a
enseñar en la Antropología, se debe abonar el camino que permita la innovación, tanto por
parte de los sistemas escolares, en este caso de educación superior, como de los
enseñantes, para el caso que ocupa en particular, otros antropólogos, fortaleciendo de esta
manera la pedagogía de la Antropología.
Si de alguna manera se llega a lograr el desarrollo de estos elementos en la enseñanza
antropológica, se podría pensar en una forma de observar los fenómenos de enseñanza y
aprendizaje muy distinta a la que se tiene hoy en día, quizá una forma más coherente y con
mejores resultados de formación.