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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO

DEL PERÚ

FACULTAD DE AGRONOMIA

INFORME

ESTUDIO DE ECOSISTEMA AGRICOLAS

ASIGNATURA: MANEJO INTEGRAGO DE PLAGAS

INTEGRANTE: MUNIVE GALVAN LUIS MIGUEL

HUANCAYO – PERÚ
2019
COMPARACIÓN DE ECOSISTEMAS

I. INTRODUCCION

En el presente informe se detalla la comparación de un ecosistema forestal con


plantaciones de PINOS a comparación un ecosistema agrícola de sembríos de
QUINUA, donde se vio la diversidad de cada ecosistema.

Un agro ecosistema es un ecosistema alterado por el hombre para el desarrollo


de una explotación agropecuaria. Está compuesto por elementos abióticos y
bióticos que interactúan entre sí.

La ecología es la ciencia que estudia la relación entre los seres vivos y su


ambiente involucrando la parte viva (biótica) y no viva (abiótica). El ecosistema
natural es, desde el punto de vista ecológico, la unidad funcional básica de
estudio. Los ecosistemas naturales que observamos actualmente son el
resultado de la evolución conjunta durante millones de años de una enorme
diversidad de especies; ellos están en cambio permanente y los procesos de
selección natural son continuos. Un ecosistema es más estable cuanto menor
sea su artificialización.

Cuando el hombre actúa sobre los ecosistemas naturales alterándolos


completamente y volviéndolos artificiales en función de la producción de
diferentes cultivos es cuando los llamamos "agroecosistemas". Este concepto es
manejado tanto por la agricultura convencional como por la agroecología; la
diferencia radica en que la primera busca como resultado una mayor producción
neta con el uso de fuentes de energía externa (maquinaria, fertilizantes,
pesticidas, etc.), mientras la segunda desarrolla modelos de producción y
aprovechamiento sostenido fomentando los ciclos vitales de la naturaleza.

II. OBJETIVO:

Establecer las diferencias en cuanto a la diversidad de especies,


continuidad, relación de vegetación, suministro de agua y nutrientes,
erupción de plagas, complejidad y estabilidad de un ecosistema forestal
de Pinos y un ecosistema del cultivo de quinua.
III. REVISIÓN LITERARIA
Los agroecosistemas son sistemas simples, en comparación con
ecosistemas no intervenidos y la creación de los mismos está
condicionada por el ser humano. Las decisiones en este sentido están
mediadas por el poder político, la capacidad tecnológica y las señales de
mercado que se imponen sobre las restricciones naturales (vocación
natural o capacidad de uso) de las tierras, las presiones recientes para
dedicar la Orinoquia a cultivos de soya, col y palma de aceite o los
enormes monocultivos de caña de azúcar en los vertisoles de valles.

En relación con las variaciones a nivel de diversidad en agroecosistemas


los impactos posibles se relacionan con el fomento de algunos tipos de
cultivos y/o el desestimulo de otros. En la medida que se propicie mayor
variedad de cultivos aparecerá una mayor variedad de agroecosistemas
menores y viceversa. Sin embargo, la pérdida de algún tipo de
agroecosistema no representa una pérdida irreversible y su recuperación
o reaparición depende, por lo general, de la voluntad humana y de las
condiciones cambiantes del mercado, salvo que algunas de las
variedades desaparezcan (Altieri, 1999).

En relación a la interacción entre naturaleza y sociedad existen dos


grandes corrientes, la egocéntrica, que establece que los ecosistemas
naturales tienen un valor intrínseco independientemente que éstos sean
de utilidad al hombre; y la antropocéntrica, donde la naturaleza tiene
importancia por el valor utilitario o beneficios que proporciona a la sociedad
(Sans, 2007). Si bien es cierto que el estudio de los ecosistemas se enfoca
a aspectos físicos, ecológicos, biológicos y estéticos; en los
agroecosistemas, los procesos productivos y sociales cobran relevancia
por el rol que juega el hombre como ente controlador del sistema en
relación a la producción de alimentos, bienes y servicios que demanda la
sociedad. Así la transformación que el hombre (sociedad) hace del
ecosistema natural para la producción de alimentos hace la diferencia
entre los agroecosistemas y ecosistemas naturales (Gliessman, 2002).

Los ecosistemas agrícolas son sistemas antropogénicos, es decir, su


origen y mantenimiento van asociados a la actividad del hombre, que ha
transformado la naturaleza para obtener principalmente alimentos. La
antigüedad de la actividad humana y el ritmo pausado de las
intervenciones durante las diversas etapas de la agricultura ha permitido
un notable acoplamiento entre las prácticas agrícolas y los ecosistemas
seminaturales que se genera.
La excesiva intensificación de las actividades agrícolas ha comportado,
en muchos casos, la drástica transformación del paisaje, el
empobrecimiento de los suelos y la aceleración de los procesos
irreversibles de erosión. El efecto negativo se ha acentuado durante los
últimos cincuenta años con el uso de métodos químicos para la protección
de los cultivos que ha originado contaminaciones, a menudo de carácter
irreversible. Además, la concentración espacial de las explotaciones
ganaderas desvinculadas de la producción agrícola ha creado problemas
de contaminación de acuíferos, de erosión y de producción de residuos.
El cambio de gestión de los sistemas agrícolas y pastorales que se ha
producido en los últimos decenios ha motivado que la agricultura y la
ganadería tradicional hayan sido desplazadas por un tipo de producción
muy intensivo basado exclusivamente en criterios económicos con graves
consecuencias medioambientales y paisajísticas. Los paisajes rurales
mediterráneos muy diversificados de un extraordinario valor cultural y
ambiental resultado de la ancestral gestión armónica con el entorno se
han convertido, en buena parte del territorio, en paisajes monótonos y
banales como consecuencia de la excesiva roturación y el uso intensivo.
Por este motivo, el papel de la agricultura –alrededor del 50% de la
superficie de la Unión Europea es de uso agrícola– en la conservación del
paisaje y el entorno seminatural es un hecho cada vez más necesario
como refleja diversas iniciativas comunitarias relacionadas con la
agricultura y el paisaje.

El desarrollo de métodos de gestión agrícola que permitan armonizar la


producción agraria, la conservación de los recursos naturales y el
desarrollo rural es una necesidad urgente. En este sentido, la
agroecología, disciplina que tiene por objetivo el conocimiento de los
elementos y procesos clave que regulan el funcionamiento de los
agroecosistemas y establece las bases científicas para una gestión eficaz,
en armonía con el ambiente, propone el diseño de modelos de gestión
agraria basados en un enfoque más ligado al medioambiente y
socialmente más sensible, centrados no únicamente en la producción,
sino también en la estabilidad ecológica de los sistemas de producción.

IV. MATERIALES Y METODOS

× Materiales: Lápiz, Cuaderno De Campo,

× Metodología: Observación
V. RESULTADOS
ECOSISTEMA FORESTAL ECOSISTEMA DE
DE PINOS CULTIVO DE QUINUA

1) DIVERSIDAD DE Mayor Diversidad. Menor Diversidad.


ESPECIES
2) MECANISMO DE Selección natural Selección por el hombre
SELECCIÓN DE LA
VEGETACION
3) CONTINUIDAD Mayor Permanencia. Menor Permanencia.

4) DIVERSIDAD Vegetación de diferentes Siembra uniforme


INTRAESPECIFICA tamaños
5) SUMINISTRO DE De manera natural sin Abonos sintéticos, riego
AGUA Y NUTRIENTES restricciones. controlado.

6) ERUPCION DE Se presentan de manera Se presentan de manera


PLAGAS ocasional. Sobre todo en regular (Eurisaca quinoa).
zonas mayormente tupidas.
7) ESTABILIDAD Mayor estabilidad según el el Menor estabilidad, por
biotopo. ejemplo segregación de
genes, resistencia o
tolerancia, etc.

DIFERENCIAS DE ECOSISTEMAS

BOSQUE DE PINOS ECOSISTEMA DE CULTIVO DE


QUINUA

CHINCHE TREBOL BLANCO

CEBADA TREBOL ROJO

AMOR SECO QUINUA

BROMELIA

EUCALIPTO

TRÉBOL

CEBADILLA

ICHU
MUSGO

CICUTA

RETAMA

QUINUAL

TIJERETA

CEBADA

VI. DISCUSIONES

 El ecosistema de bosque presenta mayor actividad infra específica


e inter específica, porque la actividad biológica de sus habitantes
no está limitado o no tiene ninguna restricción.
 La actividad biológica en un sistema de cultivo es más específico,
porque netamente se trabaja con un organismo adaptado y se
espera un resultado, en este caso a diferencia de un bosque las
condiciones están determinadas en cierta medida por el hombre.
 No resulta lógico comparar estos dos ecosistemas porque el
biotopo, la actividad microbiana serán diferentes, también se rigen
por las cortezas leñosas que se encuentran y por supuesto la
fisiología de la planta misma.

VII. CONCLUSIONES

 Una de las diferencias es el comportamiento de la fisiología de la


planta, por cada una tiene un habitad completamente diferenciado.
 En un bosque se encuentran mayor cantidad de insectos que en
un ecosistema de cultivo.
 Un ecosistema de cultivo tiene más diferenciado las plagas que en
esta se encuentran, por el mismo hecho que en el transcurrir del
tiempo han sido más estudiados y mayormente más reconocidos.

VIII. BIBLIOGRAFIA

- Altieri, M. 1999. Agroecología. Bases científicas para una agricultura


sustentable. Editorial Nordan–Comunidad – Montevideo - Sustainable
Agriculture Networking and Extension (SANE)
- Gliessmann, S.R. 2000. Agroecology: Ecological Processes in Sustainable
Agriculture. CRC/Lewis Publishers. Boca Ratón,Florida.
IX. ANEXOS
. ECOSITEMA DE PINOS

. ECOSITEMA DE CULTIVO DE QUINUA

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