Está en la página 1de 52

CCU

URRSSO
ODDEE FFO
ORRM
MAACCIIÓ
ÓNND
DEE
TTEER
RAAPPEEU
UTTAASS G
GEESSTTAALLTT

Material de Consulta del Taller:

FUNDAMENTOS DE PROGRAMACIÓN
NEUROLINGÜÍSTICA (PNL)

INTERVENCIÓN EN CRISIS

Autora:
Yolanda Coggiola S.
Psicóloga / Terapeuta Gestalt
Miembro del Equipo Docente del ITG

Material revisado y editado por: Pierina Moreno


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

TTaabbllaa ddee CCoonntteenniiddoo

Pág.

I. Resumen ……………………………………………………………………………………………………...... 4

II. Justificación …………………………………………………………………………………………….…....... 7

III. Objetivos ……………………………………………………………………………………………………...... 11


3.1 Objetivo General …………………………………………………………………………………...... 11
3.2 Objetivos Específicos…………………………………………………………………………......... 11

IV. La Intervención en Crisis........................................................................................ 12


4.1 Introducción ................................................................................................ 12
4.2 Características de la Intervención en Crisis ..................................................... 13
4.3 Tipos de desastre ......................................................................................... 15
4.4 El impacto ................................................................................................... 16
4.5 El shock ...................................................................................................... 17
4.6 Reacciones .................................................................................................. 17
4.7 Síntomas físicos ........................................................................................... 18
4.8 Actitudes ..................................................................................................... 19
4.9 Después del shock ....................................................................................... 20
4.10 La persona que acude en busca de ayuda en una situación de crisis ................ 20
4.11 La configuración de la crisis .......................................................................... 23
4.12 El terapeuta que interviene en una situación de crisis ..................................... 25
4.13 Metas de la Intervención en Crisis ................................................................. 27
4.14 Estrategias de intervención ........................................................................... 28
4.15 Áreas del cliente que están afectadas por la crisis ........................................... 31
4.16 Características de la crisis ............................................................................. 32

V. La Intervención en Crisis desde el enfoque Gestalt ................................................. 38


5.1 Proceso de recuperación ............................................................................... 41
5.2 ¿Y después qué? .......................................................................................... 42

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 2 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Pág.

5.3 Algunas técnicas y ejercicios ......................................................................... 42


5.4 Trastorno de Estrés Postraumático ................................................................ 45

VI. Referencias Bibliográficas ……………………………………………………………………………....... 49

VII. Anexos ………………………………………………………………………………………………………...... 50


Anexo 1. Bibliografía recomendada para la consulta ……………………………………......... 50

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 3 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

II.. RReessuum
meenn

La crisis, según Sullivan y Everstine (1983) se define como el momento en el que se produce un
cambio muy marcado en algo. Situación momentáneamente mala o difícil para una persona. Desde
el enfoque Gestalt la crisis se define como el punto de cambio, sugiriendo que el cambio puede
ser: sanar o enfermar, mejorar o empeorar.

Lo que hace que una crisis desemboque en crecimiento y que otra lo haga en daño inmediato o en
problemas psicológicos subsecuentes, puede ser la gravedad del suceso que la precipita, los
recursos personales (algunas personas están mejor dotadas que otras para manejar las tensiones
de la vida) y los contactos sociales concurrentes al momento de la crisis (quién está disponible
para ayudar con las consecuencias inmediatas al suceso y qué clase de auxilio proporciona).

Las investigaciones sobre desastres de Sullivan y Everstine (1983) indican por qué algunos
desastres producen más estrés que otros. Algunas de las razones para esto son: falta de
advertencia, cambio brusco de la realidad, tipo de agente destructor utilizado (bomba, arma de
fuego, etc.), temor de más destrucción, resultados de los intentos de rescate, trauma que resulta
de ver la muerte tan cerca, sentimientos de que debería haber existido alguna forma de evitar el
desastre, cobertura de los medios de comunicación.

Las características más destacables de una Intervención en Crisis son:

• Urgencia en cuanto a la demanda

• Corto espacio de tiempo para poder desarrollar una relación terapéutica significativa

• La posibilidad de una evaluación del estado de la persona está muy limitada en el tiempo

• La intervención en una situación de crisis supone una focalización en el síntoma

• La figura del terapeuta cobra una significación especial

• Necesidad de concreción y claridad

Ante un desastre inicialmente hay un enojo natural, que va unido al sentimiento de que no se está
protegido de cosas como éstas, y que la forma de vida puede cambiar bruscamente. También hay
temor de que pueda ocurrir una situación de desastre a sí mismo a los seres queridos. No hay un

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 4 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

gran problema por estas reacciones. Con el tiempo, cuando no suceda nada peligroso, suelen
desaparecer por sí solas.

Las reacciones más comunes son: pensar que la vida no tiene sentido, recordar y pensar
constantemente en el desastre, tener pesadillas acerca de lo ocurrido, sentir rabia hacia los
causantes (si los hay) y experimentar sentimientos de culpabilidad o de estar indefenso. Este tipo
de pensamientos, que pretenden explicar de forma lógica lo inexplicable, fluyen en la cabeza sin
que realmente existan datos que lo justifiquen.

Igualmente pueden aparecer síntomas físicos como: Tensión, nerviosismo, agitación taquicardia,
vértigos o mareos o fatiga intensa, dolores corporales difusos e inespecíficos, pérdida de apetito,
hipersensibilidad a estímulos del medio. También es frecuente sobresaltarse con facilidad, estar
irritable, la impaciencia y los problemas de sueño, de concentración e incluso agresividad hacia las
personas más cercanas.

Según Coggiola, citada en Salama (1997), una de las principales demandas de la persona que
busca ayuda acuciada por una experiencia de crisis, es la de cuestionar y enjuiciar al terapeuta al
que acude para que le ayude a atravesar el infierno que está experimentando. La sensación de
desesperación favorece la distorsión, en algunas ocasiones, de lo que se observa y de la persona
de quien se solicita la ayuda. En cierto modo, es la contradicción entre creer que la situación no
tiene solución y el pedir ayuda, lo que aumenta las suspicacias del paciente.

Ante esto, el terapeuta necesita participar en lo que acontece, para permitirle a la persona
soportar la ampliación de su frontera hasta que la labor concluya. Asimismo, la valoración que el
terapeuta hace de una persona en crisis, es importante en la medida en que existe el peligro de
que olvide, que aunque el cliente necesita ayuda, aun tiene capacidad de hacer algo por sí mismo,
si encuentra apoyo de un otro significativo durante algún tiempo.

En este contexto es igualmente importante que el terapeuta ponga énfasis en el contacto persona
a persona, ya que éste se convierte en el puente entre las fantasías catastróficas del cliente y las
posibilidades reales de efectuar un cambio actitudinal, cognitivo y existencial.
En una Intervención en Crisis, el terapeuta no tiene tiempo para esperar que se desarrolle el Darse
Cuenta del cliente, ha de intervenir de modo directivo para crearlo. Partiendo de los postulados

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 5 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

propuestos por la Terapia Gestalt, el ser humano se considera como un todo. Es por ello, por lo
que en cualquier situación de crisis recoge implicaciones en las tres zonas de experiencia (Zona
Interna, Zona de la Fantasía y Zona Externa). Sin embargo, según sea la configuración de la crisis,
una zona se va a ver más afectada que las otras. En el recorrido a lo largo del Ciclo de la
Experiencia la conveniencia de alcanzar el cierre va a suponer, también, una necesidad de
directividad del terapeuta para que el cliente llegue a conseguirlo.

Del mismo modo, es necesario, tener claro que la responsabilidad por parte del terapeuta, se sitúa
en dar una respuesta a la situación de la vida real que el cliente plantea y a las necesidades del
individuo. Se pretende una mejora en la experiencia del cliente de suficiente envergadura como
para hacer posible que la persona siga funcionando. Teniendo siempre como meta a medio plazo
el incremento de su autoapoyo.

Por otra parte, dentro de las situaciones y en lo que hace referencia a la problemática que el
cliente presenta, se enfatizan los problemas intrapersonales (como por ejemplo, la sensación de
depresión), los problemas somáticos los cuales que requieren la comprobación de su incidencia y
los problemas interpersonales ya que el nivel y el modo de implicación de otras personas en la
experiencia de crisis, van determinar la configuración y la vivencia de esa experiencia.

Durante el proceso de curación según Bass y Davis (1994), es posible que los síntomas empeoren
antes de mejorar, ante lo cual el terapeuta no debe preocuparse ya que a medida que la persona
piense y/o hable sobre lo sucedido comienza a notar cómo puede controlar, reducir y eliminar los
síntomas. El agravamiento inicial de los síntomas, a veces, es un paso necesario para superar la
crisis. También puede pasar que la sintomatología puede no desaparecer por completo o para
siempre, sin embargo el proceso terapéutico contribuye a que con el paso del tiempo se haga
tolerable. Aunque parezca difícil de creer, en la mayoría de los casos, se puede sacar algo positivo
de la experiencia y del esfuerzo de la persona por enfrentarse a ella.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 6 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

IIII.. JJuussttiiffiiccaacciióónn

La Intervención en crisis es un método de tratamiento para síntomas o desadaptaciones que


exigen el alivio más rápido posible por su naturaleza destructora o peligrosa, por ejemplo, en el
caso de los sucesos catastróficos. La meta de la Intervención en Crisis Gestalt se limita a retirar o
a reducir un síntoma determinado, y de alguna forma conducir a una restructuración.

En su orientación dirigida al síntoma (figura), la Intervención en Crisis Gestalt intenta mejorar la


situación individual lo suficiente como para permitir a la persona que continúe funcionando,
aumentando la capacidad de autoapoyo del individuo suficientemente para que se habilite para
continuar un proceso de Terapia Gestalt.

Los esfuerzos dirigidos al síntoma (figura) de la Intervención en Crisis Gestalt son necesariamente
relativos. Ya que no siempre se reduce el síntoma al punto de la desaparición (cierre del asunto
inconcluso), en estos casos el terapeuta debe interesarse en grados de mejoría, con la limitada
meta de conseguir por lo menos algún mejoramiento en el funcionamiento y la adaptación de la
persona.

Las indicaciones para la Intervención en Crisis se encuentran o en 1) lo agudo de la situación que


se presenta o su relativa ligereza; en 2) la circunstancia real del paciente o en 3) la naturaleza de
la situación en la que la Terapia se accesible.

Para el estudiante de formación, es importante para el estudiante el revisar sus propios periodos
de crisis como parte de su crecimiento personal. Los ingredientes con los que se conforma la vida
son las crisis y las principales transiciones de la vida similares en sus componentes, variando solo
en grado e intensidad. Todos los seres humanos pueden estar expuestos en ciertas ocasiones de
sus vidas a experimentar crisis caracterizadas por una desorganización emocional, perturbación y
trastornos en las estrategias previas de enfrentamiento.

El primer intento para resolver y manejar los problemas se rompe ante nuevos retos y desafíos. El
potencial de los resultados palpables buenos o malos, recaen en el desequilibrio o desorganización
de la crisis. Puede esperarse que la persona siga sus patrones aprendidos secuenciales de
desarrollo y tener el potencial de resolución a niveles de funcionamiento más altos o bajos.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 7 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

La resolución final de la crisis depende de numerosos factores, incluyendo la gravedad del suceso
precipitante, recursos personales del individuo (fuerza del Yo, experiencia con crisis anteriores,
etc.) y los recursos sociales del individuo.

Las crisis pueden dirigirse hacia: un crecimiento positivo, deterioro psicológico y aun la muerte.
Dependiendo de múltiples variables en cada caso, y de la clase de ayuda disponible durante esta
etapa de crisis. El tipo de resolución alcanzada, puede tener implicaciones en el funcionamiento
futuro del individuo.

Como resultado de una solución satisfactoria de la crisis en la vida, se observa una personalidad
más segura y altamente integrada con un aumento en la fuerza para enfrentar tensiones futuras.
De hecho, el estado actual de salud mental de la persona y futuro terapeuta puede contemplarse
como un producto de la forma en que se han resuelto una serie de crisis en el pasado.

Teniendo en cuenta que es el último año de formación, se ofrece este tema como parte de una
futura especialización, ya que actualmente los temas que implica el abordaje de Intervención en
Crisis Gestalt (intervención en catástrofes, violencia familiar y de pareja, abuso sexual, maltrato
infantil, víctimas de crímenes violentos, suicidio y enfermedades terminales y el acoso laboral, etc.)
son áreas que por desgracia están saliendo a la luz con más frecuencia dentro de la sociedad y
seguramente con este material de apoyo el futuro Terapeuta Gestalt puede contar con las
herramientas necesarias para hacer frente a estos problemas en su práctica profesional y tal vez
interesarse en profundizar en el abordaje terapéutico de algún tema en particular en su futura
práctica.

Del mismo modo, la necesidad de conocer y/o aprender este contenido para la aplicación de
conocimientos en el futuro desempeño en la labor terapéutica o como herramienta de crecimiento
personal, proviene de la escasez de personal competente para responder a las necesidades de la
psicoterapia, este tipo de intervención es capaz de dispensar una intervención rápida que sea
beneficiosa para los que tienen los problemas más urgentes, o por lo menos con los conocimientos
elementales para efectuar el cambio entre una persona lisiada por algún desorden emocional para
que pueda sobrellevarlo - hasta que en algunos casos sea posible realizar un proceso más
profundo.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 8 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Por otro lado la Intervención en Crisis Gestalt también puede ser útil como medida preventiva: en
muchos casos una intervención inmediata, aunque corta, impide que el mal evolucione hacia una
desadaptación grave que puede llegar a ser una enfermedad seria y crónica. Hay muchas
situaciones claramente circunscritas que predeciblemente van a desembocar en reacciones
emocionales catastróficas; estas, a su vez podrían predeciblemente prevenirse si se identifican y se
tratan terapéuticamente antes en lugar de después del hecho.

La motivación del ITG es ofrecer herramientas de trabajo para que los estudiantes, puedan
proporcionar un servicio a quienes han sufrido un trauma psicológico, aunque no se cuente con un
programa de urgencias, es posible lograr ciertas ventajas en la terapia mediante la intervención
inmediata en un momento de crisis, pues el trauma psicológico no se puede ignorar y sus efectos
no desaparecerán pos sí solos, por lo que el terapeuta que ayuda a aliviar el trauma cuando éste
es más intenso, tendrá mejores posibilidades de ayudar en las etapas posteriores de la resolución
del conflicto.

La mayoría de los terapeutas no pueden responder a la escena de una crisis, pues no están
preparados, por lo que el ITG entiende que esto no debería impedir que cualquier terapeuta dé
cabida en su práctica a las víctimas de crímenes o a quienes piden ayuda en una situación de
urgencia.

Algo que es importante resaltar es que el entrenamiento tradicional de terapia no prepara al


terapeuta para enfrentar situaciones especiales que ponen en riesgo la vida y en las cuales debe
actuar de inmediato, de una manera decidida, la intervención en crisis resuelve situaciones para
las que nadie se encuentra capacitado por las experiencias previas o una adecuada preparación
emocional.

La mayoría de personas han leído relatos de terremotos y creen tener cierta idea del sacudimiento
de la tierra durante minutos, como se ha podido ver por televisión en el terremoto de Haití o Chile,
pero la realidad es algo que nadie puede siquiera tratar de imaginar. Mucho más grave es el caso
de la inimaginable experiencia del dolor físico intenso, las devastadoras consecuencias de un
trauma emocional grave, la aterradora experiencia de la ira ciega, de la crueldad bestial y de los
múltiples traumas que tal vez se aborden en el taller, y que son capaces de destruir por completo
la concepción del mundo de la víctima.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 9 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Para prestar ayuda, quien lo haga debe conocer algo más que las técnicas de la Terapia Gestalt,
de buscar o resolver situaciones inconclusas y de apelar al Darse Cuenta; la intervención en crisis y
la capacidad para resolver de manera adecuada las manifestaciones de la interacción violenta, son
habilidades para las que la mayoría de los terapeutas, sin importar el grado de su experiencia,
clínica no está bien preparado.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 10 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

IIIIII.. O
Obbjjeettiivvooss

3.1 Objetivo General

Favorecer el conocimiento en Intervención en Crisis desde el Enfoque Gestalt, para


desarrollar las habilidades necesarias para llevar a cabo en la práctica profesional.

3.2 Objetivos Específicos

• Definir e identificar las etapas de Intervención en crisis, desde el Enfoque Gestalt.

• Experimentar la intervención de cada una de las etapas de intervención en crisis.

• Aplicar o vivenciar el conocimiento generado en una situación particular.

• Fomentar la autoevaluación del alumno en los ejercicios vivenciales específicos


para el proceso de recuperación, para retomarlos en su práctica profesional.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 11 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

IIVV.. LLaa IInntteerrvveenncciióónn eenn CCrriissiiss

4.1 Introducción

De acuerdo con Keeney (1990), la idea de que la resolución inadecuada de las crisis vitales
puede conducirnos a un deterioro psíquico a largo plazo, es una de las piedras angulares en
la teoría de las crisis. En algunos casos, la posibilidad de una adaptación futura es limitada
como lo indican muchas veces los encabezados de los periódicos.

A muchas personas, los problemas insuperables y las tensiones de la vida las conducen a un
punto tal, que tienen que encontrar una válvula de escape. El daño físico a sí mismo, a la
familia, los amigos o inclusive, a alguna persona ajena al problema, puede ser el resultado
trágico.

Sin embargo, históricamente el concepto de crisis ha sido entendido también, con un sentido
positivo, el ideograma chino de crisis, que indica lo mismo peligro que oportunidad. Desde el
enfoque Gestalt se define como el punto de cambio, sugiriendo que el cambio puede ser:
sanar o enfermar, mejorar o empeorar. Este punto de vista, ha creado gran interés en el
público con respecto a las crisis del desarrollo personal, o etapas de enfrentamiento con
acontecimientos esperados en la vida.

¿Qué hace que una crisis desemboque en crecimiento y que otra lo haga en un daño
inmediato o en problemas psicológicos subsecuentes?:

• Una consideración especial es la gravedad del suceso que la precipita. Algunas


circunstancias, como la muerte de un ser querido o ataque físico, parecen tener por sí
mismos, el potencial para una crisis

• Los recursos personales integran un segundo grupo de variables clave. Sea que hayan
nacido así o que se hayan habituado a ello mediante la experiencia vital, algunas
personas están mejor dotadas que otras para manejar las tensiones de la vida
• Un tercer grupo de variables incluye los contactos sociales concurrentes al momento
de la crisis. ¿Quién está disponible para ayudar con las consecuencias inmediatas al

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 12 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

suceso de crisis y qué clase de auxilio proporcionan estos asistentes?

En tanto que las crisis se caracterizan por un colapso en la capacidad para resolver
problemas, la ayuda externa es fundamental para determinar cómo van a sortear los
individuos, estos puntos de cambio.

¿Quién puede ayudar a enfrentar una crisis?, ¿Cuál es la diferencia entre la intervención en
crisis de primero, segundo y tercer orden?, ¿Es efectiva la línea telefónica de urgencia?, ¿La
intervención en crisis es aplicable en casos de violación, ataque físico o muerte inesperada
de un ser querido?, ¿Cuales son los medios para enfrentar una crisis?

El punto de partida va a ser la definición de crisis, según Sullivan y Everstine (1983) quienes
la definen como: Momento en el que se produce un cambio muy marcado en algo. Situación
momentáneamente mala o difícil para una persona.

En este sentido, la característica básica de una crisis se puede situar en la experiencia o en


la demanda de un cambio muy espectacular. Ya sea para hacer frente a una novedad
inesperada, o para resolver o superar una situación difícil o desagradable.

La sensación de urgencia o de imposibilidad de solución con los medios que se cuenta, es lo


que permite a la persona denominar su experiencia presente como una crisis.

4.2 Características la Intervención en Crisis

Las características más destacables de una Intervención en Crisis son:

• Urgencia en cuanto a la demanda: La persona que llega buscando ayuda se


encuentra en una situación en la que pide una intervención rápida tanto en su
desarrollo como en sus consecuencias

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 13 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Corto espacio de tiempo para poder desarrollar una relación terapéutica significativa:
En la mayoría de los casos una vez desaparecida la sensación de crisis es frecuente el
abandono de la terapia. En otras ocasiones la demanda se circunscribe a la solución
de la crisis presente

• La posibilidad de una evaluación del estado de la persona está muy limitada en el


tiempo: Este rasgo condiciona el modo y nivel de la intervención del terapeuta,
puesto que va a tener que aventurarse en cuanto a lo que es prioritario

• La intervención en una situación de crisis supone una focalización en el síntoma:


Fruto de los anteriores puntos, el plano de intervención ha de centrarse más en el
síntoma que en la elaboración personal del paciente. En muchas ocasiones no va a
ser posible llegar a otros planos de la persona.

La percepción de los síntomas por parte del terapeuta va a ser un factor que
incrementa la calidad de la intervención. Parece muy útil considerar los síntomas
como fragmentos valiosos de conducta, que en un momento determinado pueden
convertirse en un punto de apoyo para la persona.

• La figura del terapeuta cobra una significación especial: La sensación de estar sumido
en una crisis favorece la percepción del terapeuta como un último recurso. Si bien
esto puede suponer una desventaja en cuanto a que fomenta la dependencia del
paciente, también supone una ventaja en la medida en que el significado de la
intervención del terapeuta va a verse incrementado en su influencia.

El terapeuta va a tener que modificar su percepción de sí mismo y de la relación con


el paciente respecto de una terapia convencional.

• Necesidad de concreción y claridad: Como no se dispone de mucho tiempo, los pasos


que se corresponderían con un proceso de psicoterapia normal están aquí abreviados.
No es factible la elaboración de hipótesis o intervenciones complejas, más bien al
contrario, se ha de ser conciso y claro si se pretende que la intervención sea efectiva
para el paciente.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 14 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

4.3 Tipos de desastre

Pueden ser:

• los desastres naturales como los daños causados por un huracán, un tornado,
inundaciones, incendios forestales, erupciones volcánicas o terremotos

• los desastres que resultan de una acción intencionada de un ser humano.

Este segundo tipo incluye los actos de terrorismo intencionados. Cuando el desastre es
causado por un ser humano, las reacciones son más graves y son mucho más complicadas y
difíciles de superar.

Estos actos probablemente ponen en duda varias cosas relacionadas con la propia seguridad
y la de familiares y amigos, así como los aspectos morales del comportamiento correcto o
incorrecto. Este cuestionamiento es una reacción normal a un desastre causado por otro ser
humano y es importante tomarse el tiempo necesario para poner en orden ideas y
sentimientos. No hay respuestas fáciles.

Por su imprevisibilidad y su violencia indiscriminada, los actos terroristas pueden provocar


respuestas inesperadas y desconocidas en quienes los sufren directa o indirectamente. Cada
persona busca, consciente o inconscientemente, un modo de enfrentar el trauma y la tensión
que le sobreviene.

Estos incidentes tan impresionantes producen, mínimamente, terror y ante estas emociones
cada persona tiene diferentes modos de enfrentarlas. Estos modos dependen de cómo han
vivido el ataque:

• si han resultado físicamente heridos

• si han perdido un ser querido

• si han estado solos ante el peligro

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 15 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Pero también depende de las características de la personalidad del individuo y, también de la


situación personal por la atraviesa antes del hecho traumático. Una persona que vive una
realidad penosa, dolorosa, antes de vivir una experiencia violenta, tiene menos fuerza y aún
más consecuencias al enfrentarla, que alguien cuya vida es, al menos, armónica.

4.4 El impacto

La mayoría de las personas responden adecuadamente durante el suceso traumático.


Reaccionan para proteger su propia vida y la de los demás. Esto es una respuesta de
supervivencia. Sin embargo, a veces las personas juzgan que su actuación durante el
desastre no ha satisfecho sus expectativas y las de los demás.

Las investigaciones sobre desastres de Sullivan y Everstine (1983) indican por qué algunos
desastres producen más estrés que otros. Algunas de las razones para esto son:

• Falta de advertencia: Una persona se atemoriza menos, si puede prepararse para


algo, hasta para un desastre

• Cambio brusco de la realidad: Algo seguro, de repente, se vuelve inseguro.

• Tipo de agente destructor utilizado: El poder de una bomba o arma de fuego, o lo


que sea que se ha utilizado para dañar a otros, causa temor

• Temor de más destrucción: Cuando no se conoce lo que pueda pasar después, las
personas quedan en estado de alerta

• Resultado de los intentos de rescate: Se tiene miedo de que nadie o muy pocas
personas se encuentren con vida o que los equipos de rescate sufran heridas

• Trauma que resulta de ver la muerte tan de cerca: Ver a personas muertas y a
heridos graves puede trastornar mucho

• Sentimientos de que debería haber existido alguna forma de evitar este tipo de
desastre

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 16 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Cobertura de los medios de comunicación: Las personas ven y vuelven a ver


repetidamente el daño ocurrido, y así todos se convierten en víctimas del desastre.
Todo el que vea la cobertura del desastre, se convierte en lo que se llama una
víctima secundaria y puede sufrir problemas emocionales y físicos

Sin embargo, no es sorprendente que algunos parecen no estar afectados de la misma forma
en que las personas en crisis lo están. No todo el mundo tiene reacciones inmediatas;
algunas personas tienen reacciones que aparecen días, semanas o hasta meses más tarde, y
algunas personas tal vez nunca reaccionen.

4.5 El shock

Hay un enojo natural, hasta rabia, que va unido al sentimiento de que no se está protegido
de cosas como éstas, y que la forma de vida puede cambiar bruscamente.

También hay temor de que pueda ocurrir una situación de desastre a sí mismo a los seres
queridos. Puede suceder que los ruidos bruscos produzcan sobresaltos más fácilmente, o que
los olores u objetos asociados con el desastre, causen una reacción emocional. No hay un
gran problema por estas reacciones. Con el tiempo, cuando no suceda nada peligroso,
suelen desaparecer por sí solas.

4.6 Reacciones

• Es normal que se piense que la vida se acaba, no tiene sentido, no vale la pena, que
todo es cuestión de suerte. Es la forma normal de expresarse y ver las cosas en estas
situaciones

• Es normal que vengan a la cabeza, imágenes y pensamientos del desastre que se ha


vivido, aunque la persona se esfuerce por evitarlo. Es normal porque ha sido una
situación de peligro muy grande que ha impactado de forma muy intensa y es difícil
encajarla en la propia forma de ver el mundo

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 17 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• También son bastante comunes las pesadillas

• Es normal tener problemas de atención y de memoria, incluso tener una sensación de


rareza, como si la persona no fuese ella misma, porque se imponen esas imágenes, y
todavía no ha tenido tiempo para aprender a manejarlas

• Una reacción muy habitual es sentir rabia e ira hacia aquellos que causaron el
atentado. Es normal tener estos sentimientos pero es importante que no ocupen
demasiado tiempo en la vida o se volverán en contra de la propia persona

• Puede aparecer el sentimiento de culpabilidad o de estar indefenso, porque la


persona piensa que podía haber hecho algo por evitarlo, o busca el porqué les ha
ocurrido a otros y no a mí. Este tipo de pensamientos, que pretenden explicar de
forma lógica lo inexplicable, fluyen en la cabeza sin que realmente existan datos que
lo justifiquen

4.7 Síntomas Físicos

• Tensión, nerviosismo, agitación taquicardia, vértigos o mareos o fatiga intensa,


dolores corporales difusos e inespecíficos, pérdida de apetito, hipersensibilidad a
estímulos del medio.
• También es frecuente sobresaltarse con facilidad, estar irritable, la impaciencia y los
problemas de sueño, de concentración e incluso agresividad hacia las personas más
cercanas.

Todos estos síntomas son normales ante una situación de amenaza intensa. Reflejan que el
organismo activa al máximo sus recursos físicos para actuar en una situación de emergencia.
Mientras la persona siga valorando la situación como amenazante, es muy posible que la
activación y, por lo tanto, los síntomas, continúen.

En el caso de la ansiedad, esta puede dispararse por indicios que recuerdan la situación,
tales como olores, ruidos, horas del día. Sin embargo, se puede aprender a controlarlos.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 18 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

4.8 Actitudes

• La persona comienza a evitar todo aquello que le recuerda de una u otra manera lo
que ha pasado (lugares, personas, situaciones, etc.): Es normal que sea así, pues
estas situaciones generan ansiedad y no enfrentarse a ellas produce alivio. Sin
embargo, aunque de manera inmediata ayude, a largo plazo puede limitar la vida y
hacer crónico el malestar.

• Embotamiento emocional: La persona es incapaz de sentir nada, se encuentra como


falto de sentimientos, incluso incapaz de llorar o de contar lo que pasa. A veces, los
sentimientos y pensamientos dolorosos pueden ser tan intensos, que la mente los
bloquea e incluso llegar a olvidar algunos aspectos del acontecimiento.

• Recurrir al alcohol o algún fármaco: Es normal que en el intento de sentirse mejor se


tome esta opción, no hay nada malo en el consumo moderado. Pero si los hábitos de
bebida o consumo de medicamentos, cambian a raíz de la experiencia, pueden hacer
más lento el proceso de recuperación y causar problemas en sí mismos.

• Sentir que debería hacer algo para probar que está vivo: Haciendo algo que
normalmente no haría, muchas veces sin pensar cuidadosamente acerca de las
posibles consecuencias de sus acciones

• No tener ganas de ver a los amigos o de ir a la escuela o al trabajo, y querer estar


solo o pasar más tiempo con la familia: Todas estas son reacciones comunes ante un
desastre.

Estos sentimientos y reacciones deberían desaparecer en unas 4 a 6 semanas, o tal vez


menos, a medida que se regrese a las actividades diarias y la persona comience a
concentrarse en otras cosas. Cada persona siente el estrés de manera distinta, así que no es
necesario compararse con amigos o familiares, ni juzgar las propias reacciones o falta de
ellas.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 19 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

4.9 Después del shock

A partir de aquí, algunas personas prefieren no pensar en lo que ha ocurrido y planeamos


actividades como si no hubiese pasado nada. Esta negación ayuda a hacer menos fuerte el
impacto del suceso.

Otras personas pueden sentir un gran malestar que puede manifestarse de diferentes
formas:

• Pesadillas e imágenes constantes del suceso

• Desesperanza o desesperación

• Dificultades para dormir o despertar bruscamente

• Sentimientos de impotencia, Irritabilidad, sentimientos de culpabilidad o rabia,


tristeza

• Dificultades para recordar detalles del suceso

• Estado muy elevado de ansiedad

• Malestar físico, Falta de apetito

• Necesidad de evitar situaciones, personas, pensamientos, conversaciones…,


asociados al suceso

4.10 La persona que acude en busca de ayuda en una situación de crisis

Según O'Connell citado por Fagan y Shepherd (1970), la persona que experimenta una crisis
se encuentra en una encrucijada, entre lo que es y lo que puede ser si cambia.

De este modo, se observa que existe una doble vertiente, que es lo que convierte en afilada
y dramática la situación de crisis. En el presente, la persona experimenta una doble
tendencia hacia la permanencia y hacia el cambio. La valoración de cada una de esas

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 20 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

tendencias, va a ser la que configure la gravedad y características de la experiencia de estar


en crisis.

Para que una situación pueda ser vivida como una crisis, es necesario que exista un nivel de
conciencia, un Darse Cuenta de lo que la persona está haciendo y experimentando, y
también, una conciencia de las demandas que recibe desde su entorno y que generalmente
vive como imposibles de atender o confrontar.

Mientras que exista una coincidencia aceptable entre lo que la persona vive y hace por un
lado y lo que necesita hacer para poder desenvolverse un su entorno vital, no aparece la
sensación de crisis. La crisis se produce, cuando la persona enfrenta exigencias que le
formula la comunidad y eso la coloca frente a sus limitaciones. Ahí es donde la persona
siente que se cuestiona su modo de vivir.

El cómo la persona sea capaz de llegar a atravesar el momento o la experiencia de crisis, va


a convertir esa vivencia en un proceso de crecimiento o de bloqueo de las capacidades y
recursos para vivir.
En términos generales se puede afirmar que, en la medida en que la persona haya estado
manteniendo estilos de vida o pautas de conducta rígidos, más posibilidades hay de que se
encuentre en una experiencia de crisis.

La tendencia a ignorar determinadas señales tanto de origen organísmico como cognitivo


respecto de lo insalubre de determinados estilos de vida, favorece una cierta inconsciencia o
ausencia del Darse Cuenta, que permiten que la crisis se vaya gestando de modo larvado.
Pero llega un momento en que el conflicto es tan agudo que alcanza a la conciencia de la
persona, siendo entonces el conflicto y la crisis, las claves que van a orientar su vida y la
experiencia de ella.

Desde esta posición vital, va a ser desde donde la mayoría de las veces van a llegar las
personas a demandar ayuda psicoterapéutica. La urgencia por resolver su situación es lo que
va a determinar una buena parte de las características que configuran la Intervención en
Situaciones de Crisis.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 21 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Para que una crisis pueda ser catalogada como tal, la persona debe sentir sufrimiento y
conflicto.

Un rasgo que conviene tener en cuenta para poder tener un conocimiento más aproximado y
ajustado de la experiencia de la persona que afirma encontrarse en crisis, es el de los
intentos de esa persona para atravesar la crisis mentalmente. Se puede observar cómo está
tratando de analizar lo que sucede, al mismo tiempo que le sucede.

La persona trata de llegar a una solución racional que suponga la evitación del conflicto y el
sufrimiento que está experimentando. Al ser una respuesta parcial, lo máximo que puede
llegar a conseguir es una formulación teórica y racionalizada de lo que está experimentando,
sin llegar a contactar con los aspectos esenciales de la experiencia, los cuales al ser
ignorados o evitados, hacen que la crisis cobre caracteres cada vez más alarmantes y
dolorosos.

Así se puede observar, que lo que experimenta una persona en crisis, es un desequilibrio
que se basa en su lucha interna. Quiere resolver lo que le sucede y por otra parte, lo afronta
con hábitos y actitudes en los que se ha ido fraguando ese sufrimiento.

El paso por el infierno que supone una crisis, implica el encuentro con el propio estado de
conducta condicionado, en ese momento las pautas de conducta y los hábitos de experiencia
se ven enjuiciados y/o modificados en la medida en que bloquean el desarrollo de la
persona.

La intensidad dramática y la sensación de vértigo que acompañan a la situación de crisis,


cabe entenderla en la medida en que, ésta, supone un proceso de destrucción de aquellas
pautas conductuales y actitudinales que ya no tengan valor, es decir, que no supongan un
instrumento útil para la supervivencia del organismo, serán desestructuradas, dando paso y
generando nuevas pautas en las que se puedan basar mejor los requerimientos del
momento actual de desarrollo de la persona.

Para esto, es necesario entender en primer lugar, los planos que configuran la experiencia
de la persona que está viviendo una crisis.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 22 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

4.11 La configuración de la crisis

En la ilustración 1 (pág. 19) se puede ver reflejada la configuración de la crisis como una
intersección entre tres planos que se explican a continuación:

• Actitudes mantenidas a lo largo del curso vital: Cada persona ha ido construyendo a lo
largo de su vida, un modo característico de hacer frente a las situaciones que se ido
encontrando. Este modo particular de vivir, supone el desarrollo de unas habilidades y
recursos, por una parte, y al establecimiento de unos déficits y carencias por otra. En
este segundo grupo se encuentra lo que Perls, Hefferline y Goodman (1951)
denominan huecos o puntos ciegos de la personalidad.

Dependiendo de la rigidez y la vivencia de los modos y hábitos de vivir, y de las


actitudes coherentes que la persona mantiene con ellos, se puede descubrir una fuente
de comprensión de la intensidad de la crisis que el individuo está experimentando.

• Actitudes vitales actuales: Uno de los presupuestos básicos en los que se sustenta la
Terapia Gestalt es que sólo existe el Aquí y Ahora. La fenomenología del presente,
permite abordar el segundo de los planos desde el que va a observar las crisis.

La persona que acude en busca de ayuda en momento crítico, generalmente, está


viviendo en un corto período de tiempo anterior a la consulta, una serie de
experiencias a las cuales no sabe cómo hacer frente. En este plano, se refiere a la
sensación de dificultad y/o incapacidad para desenvolverse.

A esta experiencia, la persona hace frente con unas actitudes que, si bien son
congruentes con las que ha mantenido a lo largo de su vida, también suponen una
innovación o al menos la búsqueda, de un modo alternativo que le permita atravesar la
crisis.

Las explicaciones que el cliente hace de los intentos para resolver la situación que
experimenta, son también una fuente muy rica de información para que el terapeuta
pueda, configurar su intervención.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 23 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Factores ambientales actuales: El tercero de los planos que conviene observar para
llegar a una comprensión más amplia y profunda de lo que el paciente está
experimentado al vivir una crisis, se puede focalizar en los factores que éste toma del
ambiente en el que vive.

Una buena parte de las situaciones de crisis, tienen que ver con circunstancias y
contextos en el que las demandas hacia el paciente son vividas por éste como
excesivas, según los recursos que él considera disponibles y a su alcance, en ese
momento.

La descripción que el paciente hace, permite al terapeuta hacerse una idea bastante
clara de cuáles son los rasgos de percepción más característicos del paciente, como
por ejemplo, qué considera como responsabilidad propia, qué considera como
perteneciente al entorno. Si el terapeuta tiene la suficiente sensibilidad, puede ver de
forma nítida, cómo el paciente delimita la frontera de contacto organismo ambiente,
que en última instancia, es el área en la que se concreta el conflicto y la crisis.

Ilustración 1. Configuración de la Crisis

Actitudes
mantenidas a
lo largo del
curso vital

Experiencia de
Crisis
Actitudes Factores
vitales ambientales
actuales actuales

Fuente: Coggiola, Y. (2010)

Aquí se puede observar, que la experiencia de la crisis señala en qué dirección hay que dar
los pasos, para satisfacer la propia necesidad de resolver la crisis. De ahí que cuando el
terapeuta, se encuentre con una persona que demanda una ayuda desde una experiencia de
crisis, esta se halla también con una serie de características en la relación que va a mantener

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 24 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

con el terapeuta, las cuales se describen en los rasgos de la Intervención en Crisis,


comentados anteriormente.

El sentimiento de crisis es análogo a la angustia patológica, produce una disminución de la


conducta de adaptación eficaz y de utilización apropiada de los recursos.

4.12 El terapeuta que interviene en una situación de crisis

Según Coggiola, citada en Salama (1997), una de las principales demandas de la persona
que busca ayuda acuciada por una experiencia de crisis, es la de cuestionar y enjuiciar al
terapeuta al que acude para que le ayude a atravesar el infierno que está experimentando.
La sensación de desesperación favorece la distorsión, en algunas ocasiones, de lo que se
observa y de la persona de quien se solicita la ayuda. En cierto modo, es la contradicción
entre creer que la situación no tiene solución y el pedir ayuda, lo que aumenta las
suspicacias del paciente.

Esto va a condicionar la actitud el terapeuta, puesto que en la medida en que éste trate de
mantener en una posición de no implicación y de frialdad, el contacto entre terapeuta y
cliente, se va a ver seriamente amenazado.

El terapeuta no puede ofrecer ayuda si piensa mantenerse en una situación protegida, ya


que con esta postura, conduce a que todo tipo de manipulación encaminada a disminuir su
participación, suponga una disminución del área de contacto con el paciente. Es por ello, por
lo que una intervención en crisis demanda del terapeuta, que participe en lo que acontece
para permitirle a la persona soportar la ampliación de su frontera hasta que la labor
concluya.

Una de las cuestiones más relevantes que se le presentan al terapeuta al intervenir en una
crisis, es la de ser consciente del modo en cómo se involucra. Esto requiere de una gran
sensibilidad por su parte en lo que se refiere a sus teorías y concepciones del ser humano,
así como su conceptualización de salud y enfermedad.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 25 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

La valoración que el terapeuta hace de una persona en crisis, va a ser importante en la


medida en que existe el peligro de que olvide que aunque el cliente necesite ayuda, puesto
que se encuentra en un estado de confusión o conflicto, no le imposibilita a éste último en
su capacidad de hacer algo por sí mismo, si encuentra apoyo de un otro significativo durante
algún tiempo.

En el abordaje de una situación de crisis desde cualquier enfoque terapéutico, y desde la


Terapia Gestalt en mayor medida, el terapeuta se convierte en el punto de apoyo, si no el
único, sí uno de los más importantes, del cliente. De ahí que la capacidad de establecer un
contacto persona a persona, sea un factor en el que el terapeuta ha de poner especial
énfasis. El terapeuta se convierte en el puente entre las fantasías catastróficas del cliente y
las posibilidades reales de efectuar un cambio actitudinal, cognitivo y existencial.

La tarea del terapeuta está en evitar dejarse abrumar por dicha crisis, reduciendo así su
efecto sobre el paciente. Uno de los recursos que le van a resultar más útiles al terapeuta, es
el aura y la actitud de seguridad competente que mantiene durante la entrevista.

La actitud profesional junto con la definición clara y rápida de las funciones, favorece la
reducción de los efectos desorganizadores y caóticos de la crisis, y da lugar a la creación de
una base firme desde la que iniciar el proceso de intervención.

Como el terapeuta no tiene tiempo para esperar que se desarrolle el Darse Cuenta del
cliente, ha de intervenir de modo directivo para crearlo. En el recorrido a lo largo del Ciclo de
la Experiencia la conveniencia de alcanzar el cierre va a suponer, también, una necesidad de
directividad del terapeuta para que el cliente llegue a conseguirlo.

Hay que tener claro que la responsabilidad por parte del terapeuta, se sitúa en dar una
respuesta a la situación de la vida real que el cliente plantea y a las necesidades del
individuo.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 26 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

4.13 Metas de la Intervención en Crisis

Según Sullivan y Everstine (1983) se encuentran tres niveles de Intervención con respecto a
las crisis; tal como se describen a continuación:

i. Prevención Primaria: El objetivo principal es reducir la incidencia de trastornos


mentales y favorecer el desarrollo del ciclo vital en cada etapa.
Este nivel de intervención, se refiere a la educación de las personas, desde el
descubrimiento de tensiones ambientales, (sismos, huracanes) hasta el poder incidir
en la política, para favorecer la resolución de problemas que presenta la comunidad,
sobretodo la población de alto riesgo, (drogas, suicidios, violencia intrafamiliar, etc.)
de tal forma que la intervención sea preventiva es decir antes de que se presenten
las crisis. ¿Quiénes son los que participan en esta intervención?, el gobierno, las
escuelas, las iglesias, los medios de comunicación, etc.

ii. Intervención secundaria: El objetivo en esta fase, es reducir los efectos de las crisis
de la vida, y las crisis de desarrollo, favorecer el crecimiento de la persona. Esta
intervención está dirigida principalmente a las víctimas de las crisis y a sus
familiares, se propone una acción inmediatamente después de haber pasado una
situación de crisis.

Esta intervención la ofrecen los profesionales de la salud, sin embargo siendo el


primer contacto que tiene la persona en crisis, puede ofrecerla también los
familiares, y/o consejeros o personas con alguna autoridad reconocida por la
victima. Las estrategias de Intervención, se refieren a la primera ayuda psicológica
que puede recibir la persona.

iii. Intervención terciaria: La principal meta se limita a la retirada o reducción del


síntoma motivo de consulta y al favorecimiento de la apertura de vías para la
reestructuración de la experiencia del cliente.

Se pretende una mejora en la experiencia del cliente de suficiente envergadura

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 27 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

como para hacer posible que la persona siga funcionando. Teniendo siempre como
meta a medio plazo el incremento del autoapoyo del cliente, aludiendo también a la
necesidad de confrontar algunas de las expectativas del cliente, las cuáles al ser
muy elevadas se convierten en un obstáculo más que en una fuente de motivación
para el cambio.

Las metas que se pretende alcanzar están condicionadas por:

• El grado de intensidad de la situación que se presenta

• Las circunstancias reales que vive el cliente

• Las condiciones de la situación en que la psicoterapia se puede llevar a cabo

4.14 Estrategias de intervención

4.14.1 Primera ayuda psicológica:

Este tipo de intervención se establece desde los pocos minutos en que ha ocurrido la
aparición de la crisis hasta las primeras horas, las personas que la pueden ofrecer por
lo general son las que están cerca de la persona en crisis y que a la vez sirven de
apoyo y control, es decir, son los familiares cercanos, la policía, los abogados, los
médicos, y alguno que otro vecino.

¿Dónde se lleva a cabo esta intervención? Por lo general, se presenta en cualquier


ambiente comunitario, la casa, la escuela, el trabajo o alguna línea telefónica de
urgencia, etc. El objetivo es el establecer un apoyo, para que la persona en crisis
pueda enfrentar su situación, así como reducir los riesgos de mortalidad y poder
vincular recursos de ayuda

Se establecen los siguientes pasos, como estrategia de intervención:

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 28 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Contacto psicológico: Es el invitar a la persona en crisis a hablar los hechos y


sentimientos por los que ha pasado, establecer empatía y comunicar interés por
su situación, de tal forma que se pueda establecer algún control o calma en una
situación intensa, haciendo que la persona en crisis se sienta escuchada y
comprendida, aceptada y apoyada. La intención es reducir la angustia o
disfuncionalidad que presentan.

• Examinar la dimensión del problema: Es decir, cuestionar el pasado inmediato, el


suceso precipitante de la crisis y poder establecer tanto los recursos personales,
como sociales con los que se cuenta en ese momento. Y poder llegar a tomar
alguna decisión inminente en un tiempo determinado.

• Examinar soluciones posibles: Es poder aclarar lo que la persona en crisis ha


intentado, lo que puede hacer en ese momento y proponer alternativas, tratando
de redefinir el problema

• Ayudar a tomar una acción concreta: Implementar soluciones inmediatas y


posteriores a través de una actitud facilitadora o directiva según sea el caso
hasta poder controlar la situación de crisis

• Seguimiento: Identificar la información que proporciona la persona en crisis, es lo


más segura posible, establecer posibles procedimientos de seguimiento a través
de un contrato de corto plazo. Reducir la mortalidad y poder enlazar recursos y
establecer soluciones posteriores a las necesidades presentadas en la dimensión
del problema

Los afectados por una situación de crisis pueden facilitar la aceptación de lo que ha
pasado y prevenir los problemas futuros, teniendo en cuenta lo siguiente:

• Aceptar sentirse mal: Es normal en una situación como esta. No intentar buscar
explicaciones lógicas a lo ocurrido

• Pasar tiempo en compañía de otras personas: Es más fácil superar las situaciones

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 29 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

difíciles cuando las personas se proporcionan apoyo mutuo

• Tomarse tiempo para llorar si lo necesita: Para sentirse mejor a la larga, es


bueno dejar que estos sentimientos afloren, en lugar de retenerlos o esconderlos

• Volver a la rutina cotidiana: Intentar organizar las actividades para los próximos
días

• Enfrentarse lo antes posible a lugares y situaciones que recuerden lo que ha


pasado, aunque se pase mal

• Intentar descansar y dormir lo suficiente: En situaciones como esta es necesario


dormir más de lo habitual

• Hacer algo para sentirse un poco mejor: Por ejemplo, un baño caliente, tomar el
sol, escuchar música, un paseo, jugar con el perro, etc.

• Hacer algo que ayude a sentirse útil: Por ejemplo, donar sangre, aportar dinero
para las víctimas, participar en acciones de respuesta a esta situación

• Intentar aislarse en algunos momentos de lo que sucede alrededor: Por ejemplo,


apagar la tele y distraerse con algo divertido

Algunas personas necesitan ayuda para superar un suceso traumático. Las personas
que han vivido directamente la tragedia, personas que han pasado por otras
desgracias o personas sensibles, suelen necesitar ayuda profesional. Esto se puede
conocer si después de unos días, persisten algunos síntomas o si la persona nota que
no puede dejar de pensar en el suceso.

Es importante que se sepa que estos síntomas son normales durante los primeros días.
Si después de una semana sigue presentando los mismos síntomas, es probable que la
persona necesite consultar con un terapeuta.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 30 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

4.14.2 Segunda ayuda psicológica. Proceso de Intervención en Crisis

Para poder hacerse una idea clara de la situación de crisis es necesario contestar las
siguientes preguntas:

• ¿Por qué tuvo lugar precisamente ahora?

• ¿Qué ha ocurrido en la vida del paciente para trastornar su funcionamiento


anterior?

Es imprescindible el conocimiento y la comprensión de cuál ha sido la tensión que ha


supuesto una alteración del nivel de equilibrio existente anterior a la crisis. El cliente
llega a la sesión con un síntoma de presentación, una tensión precipitante y una serie
de expectativas, respecto del tratamiento que va a iniciar. Todo ello va a condicionar el
desarrollo de la terapia.

4.15 Áreas del cliente que están afectadas por la crisis

Según Coggiola, citada en Salama (1997), las áreas del cliente que están inmersas en la
crisis permiten obtener información en dos direcciones (ver ilustración 2, pág. 32):

• Cuáles son las zonas de la experiencia afectadas durante el proceso seguido hasta
llegar a la situación de crisis

• Cuáles son las áreas de la experiencia en las que se ha de apoyar el proceso de


intervención

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 31 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Ilustración 2. Áreas de la experiencia donde se experimenta la crisis

Área donde se experimenta la crisis

Zona de Zona de
experiencia experiencia
Interna de Fantasía

Zona de
experiencia
Externa

Fuente: Coggiola, Y. (2010)

Partiendo de los postulados propuestos por la Terapia Gestalt, el ser humano se considera
como un todo. Es por ello, por lo que en cualquier situación de crisis recoge implicaciones en
las tres zonas de experiencia. Sin embargo, según sea la configuración de la crisis, una zona
se va a ver más afectada que las otras.

Si el terapeuta es capaz de determinar en cuál de esas áreas está más afectado el cliente,
esto va a hacer posible una intervención más eficaz y rápida.

4.16 Características de la Crisis

De este modo, se presenta a continuación las características de la crisis según sea la


implicación de las diferentes zonas de acuerdo con Coggiola en Salama (1997):

4.16.1 Zona de experiencia Interna:

Cuando la zona interna es la que está más afectada, el terapeuta se puede encontrar
con una serie de síntomas, físicos, fundamentalmente, que la persona evalúa como el
preludio de una futura enfermedad o incluso muerte, en un corto espacio de tiempo.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 32 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

La certidumbre de lo que va a sucederle en un corto espacio de tiempo, que está


frecuentemente impregnada de una implicación de la Zona de la Fantasía, convierte
este tipo de crisis, en una experiencia de la que está ausente la comprobación de la
verosimilitud de lo que está experimentando.

La intervención en este caso, va encaminada a desestimar de un modo lo más rápido


posible, la presencia de causas reales y con un claro correlato fisiológico. Una vez
clarificado este extremo, los pasos siguientes se dirigen en dos sentidos:

• Trabajo sobre las expectativas catastróficas en el caso de que se haya


encontrado una base de patología fisiológica: La elaboración de los temores y
de la angustia va aparecer como un campo en el que inevitablemente se va a
tener que intervenir

• Trabajo sobre la significación de los síntomas en el contexto vital de la persona:


En este sentido, la crisis ha de ser valorada como un conjunto de mensajes que
el cuerpo está enviando a la persona y, puede ser muy útil una elaboración
dramatizada del conjunto de demandas y mensajes que el cuerpo, como
expresión física de lo inconsciente, está enviando a la persona.

4.16.2 Zona de experiencia Externa

En este caso, se puede observar la localización fuera de la persona, de lo que ésta


interpreta como el origen de la crisis. Aquí, muy probablemente van a aparecer
procesos de proyección, introyección y/o confluencia.

De modo que el trabajo terapéutico, ha de encaminarse hacia la clarificación de cada


uno de estos bloqueos. Va a ser muy útil la elaboración de la conciencia respecto de
los límites que la persona está estableciendo.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 33 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Una vez clarificado este punto, se tiende entonces a la confrontación ya sea de las
actitudes de incapacidad para efectuar cambios, o bien el trabajo sobre el desarrollo de
la aceptación de las circunstancias en las que la persona se está desenvolviendo.

4.16.3 Zona de experiencia de Fantasía

No cabe la menor duda que la persona siempre aporta algún componente de esta zona
en cualquiera de las dos anteriores. Si esto no fuera así, la intervención terapéutica se
podría limitar única y exclusivamente, al cambio en alguna de aquellas y esto se podría
efectuar sin la menor dificultad.

Cuando la crisis se experimenta fundamentalmente en esta zona, el terapeuta debe


hacer frente a una serie de presupuestos, expectativas y valoraciones que están
situadas en otro plano, que no es el de la experiencia del Aquí y Ahora.

Al afirmar esto, no se quiere decir que el cliente no lo experimenta en el presente. Más


bien al contrario, cuando está zona es la que está primordialmente implicada, lo que
suele suceder, es que el cliente está concentrando en el presente una serie de
recuerdos de experiencias vividas, o de expectativas futuras, que le están impidiendo
utilizar sus recursos para resolver su crisis.

La línea de trabajo en este caso, ha de tener siempre el referente del Aquí y Ahora,
como punto en el que contrastar lo que está fantaseando. Igualmente, el trabajo con
el contínuo de conciencia y el Darse Cuenta van a ser de una extrema utilidad.

Por otra parte, dentro de las situaciones y en lo que hace referencia a la problemática que el
cliente presenta, se enfatizan los problemas intrapersonales como por ejemplo, la
sensación de depresión que el cliente experimenta en un momento de crisis, aunque con
muchos rasgos similares a una crisis depresiva, se suelen confundir ambas.

Lo anterior se representa en la ilustración siguiente:

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 34 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Ilustración 3. Sensación de Crisis

Problemas
Problemas
intrapersonales

Sensación de
crisis
Problemas
somáticos

Problemas
interpersonales

Fuente: Coggiola, Y. (2010)

Conviene señalar que una crisis depresiva, ha de ser vista como el agravamiento de forma
crítica, de un proceso depresivo que la persona ha venido padeciendo en épocas anteriores.

En el caso de la sensación de depresión que acompaña a una crisis, se pude encontrar con
un episodio puntual que no supone la existencia de una depresión subyacente o
preexistente.

En todo momento hay que prestar atención, para poder establecer un diagnóstico
diferencial, e indicar a qué grupo pertenece la depresión que el cliente narra o que el
terapeuta observa.
En el primer caso, en el de una crisis depresiva, las metas de la intervención se ven
matizadas en la medida en que no es posible esperar un cambio hacia la salud, a corto
plazo, más que a niveles muy moderados.

En el segundo caso, el abordar la sensación de depresión, las metas de intervención van a ir


dirigidas a confrontar la emergencia de sentimientos de angustia (generalmente basados en
fantasías catastróficas).

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 35 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

La sensación de pérdida afectiva que en muchas ocasiones va acompañada por sentimientos


de depresión, requiere de una elaboración y un tiempo, del que a menudo no se dispone en
una intervención en crisis. Esto lleva a que el terapeuta tenga que valorar muy claramente,
cuáles son los objetivos que se demandan a la intervención cuando en la crisis están
implicados de forma preponderante y principal los problemas intrapersonales.

Una cuestión que no se puede obviar, es la de tomar en consideración la posibilidad de un


suicidio por parte del paciente.

En muchas de las situaciones de crisis, una de las características es la reactivación de


temores o sentimientos dolorosos que estaban como dormidos u olvidados. El mecanismo de
negación no permanece constante y en la medida en que en el transcurso vital de la persona
aparecen otras situaciones que le demandan atención, no puede mantener las experiencias o
sentimientos bajo el manto de la negación.

La sensación de descontrol, va a favorecer la aparición de la angustia de no poder mantener


el control sobre la propia existencia.

En la medida de lo posible y a lo largo de la intervención, conviene esclarecer que estructura


configura el cliente para llegar a construir su experiencia de crisis.

La habilidad y capacidad del terapeuta de captar las relaciones que el cliente establece entre
la sensación de angustia y el peligro imaginado, son de gran utilidad para que su
intervención alcance un mayor nivel de ayuda y efectividad.

Otro de los planos en los que se manifiestan los problemas intrapersonales en una situación
de crisis, es en el de la sensación de confusión. Tanto en el sentido de no saber cómo ha
llegado a esa situación, como en el de no saber cómo salir de su estado, la confusión supone
una merma en la capacidad de utilizar los recursos, que el cliente tiene a su disposición en
otras ocasiones donde no experimentaba una crisis.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 36 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

A veces, esa comparación entre la situación de crisis actual y anteriores situaciones donde la
persona ha podido manejarse con mayor autonomía y efectividad, contribuye una mayor
sensación de frustración de no poder o no saber desenvolverse.

Se hace necesario, por parte del terapeuta, conocer cuáles son las habilidades que el cliente
ha utilizado en situaciones de conflicto anteriores y que ahora no llega a recuperar.

La toma en consideración del grado de permeabilidad y de conciencia de la frontera de


contacto persona-ambiente por parte del cliente, también aporta datos de utilidad para la
calidad de la intervención terapéutica en crisis.

En lo referente a los problemas somáticos que están presentes en una crisis, lo más
importante es la comprobación a dos niveles de cuál es su incidencia.

De un lado, ha de comprobarse el grado de aceptación/negación de los síntomas vividos por


el cliente. Por otra parte, el terapeuta ha de escuchar con detenimiento la narración que el
cliente hace de sus síntomas, puesto que los detalles tanto del síntoma, como del proceso
que ha conducido a ellos, suponen una información valiosa que puede utilizarse con
posterioridad.

Respecto de los problemas interpersonales lo que inicialmente debe observarse, es el nivel


de proyección que recogen.

El nivel y el modo de implicación de otras personas en la experiencia de crisis, van


determinar la configuración y la vivencia de esa experiencia.

Siempre que hay alguna persona implicada en la situación de crisis que el paciente vive, el
terapeuta ha de tener en cuenta el plano interpersonal, no obstante, la experiencia vivida en
el momento de una crisis, pertenece a la esfera de lo intrapersonal.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 37 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

VV.. LLaa IInntteerrvveenncciióónn eenn CCrriissiiss ddeessddee eell eennffooqquuee G


Geessttaalltt

Entrando ya en lo que a la intervención propiamente dicha se refiere, cabe señalar que el punto de
atención del cliente en el momento de crisis, está en el presente, y hay una sensación de urgencia
por lo apremiante del tiempo. De modo que, el terapeuta ha de colaborar en favorecer la
concentración sobre aquello que es emocionalmente importante para el cliente.

Dado que no existe ningún momento que sea apropiado para que una persona experimente una
crisis, se puede afirmar que el terapeuta va a tener que adaptarse a la situación en la que se
demanda su intervención.

Se ha de partir de la explicación que el cliente da, puesto que en ella van a aparecer reflejadas las
características más destacables para poder entender su experiencia presente, la tensión que ha
desatado la crisis y las circunstancias y personas que el cliente implica en la crisis.

Generalmente, la entrevista inicial se realiza a solas con el cliente, sin embargo, en determinadas
circunstancias, tanto en la solicitud de la sesión, como de la persona que la acompaña, puede ser
conveniente entrevistar tanto al cliente como al acompañante. Normalmente el terapeuta puede
encontrar indicios de que conviene entrevistarlos a ambos, cuando se reciben en la sesión.

Siempre está a disposición del terapeuta, el variar el número de personas que van a estar
presentes en la entrevista inicial, pudiendo incluir o excluir a alguno de los que ha acudido,
aunque, eso sí, siempre en presencia del cliente.

En la fase inicial de la intervención lo más fundamental es atender a lo que el cliente define como
su mayor preocupación (figura), o en su defecto las sensaciones que experimenta que le conducen
a solicitar ayuda. Según Coggiola en Salama (1997), conviene obtener información clara y precisa
respecto de:

• ¿Por quién fue sugerida la necesidad de ayuda?

• ¿Cómo se llegó a clarificar el problema bajo la etiqueta de crisis?

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 38 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• ¿Qué es lo que lo ha desencadenado?

De estas tres cuestiones, y dando por sentado que las dos primeras han de quedar claras, es
en la tercera donde hay que centrar la atención.

La cuestión de ¿por qué ahora?, lleva a tratar de obtener una información precisa respecto
de ¿Qué gana y qué evita el cliente?, ya que cuanto más pronto se obtenga esta
información, más rápidamente se puede orientar el curso de la intervención.

En todo momento, tal y como recomienda la metodología de la Terapia Gestalt, el terapeuta


ha de centrarse en clarificar la figura, ciñéndose a preguntas precisas y concretas en esa
dirección.

Van a aparecer momentos en los que el paciente, a pesar de su deseo de mejorar su


situación, tiende a evitar exponerse, y ahí el terapeuta ha de estar prevenido, para regular el
grado de exposición del cliente que cada momento demanda.

El objetivo fundamental de la intervención es favorecer el cierre de la Gestalt interrumpida


en la que se asienta la experiencia de crisis.

El primer paso imprescindible en cualquier proceso terapéutico, y en el de la intervención en


crisis aún más, es el establecimiento de un buen rapport con el cliente a través de una
comunicación con un nivel alto de calidad.

El terapeuta ha de atender a los niveles verbal y no verbal de la comunicación (comunicación


analógica [gestos, tono de voz, etc.] y digital [palabras que utiliza])

Dado lo específico y particular de una intervención en crisis, el lenguaje y la comunicación de


los que hace uso el terapeuta, son de una gran importancia en aras a la obtención de un
clima que favorezca el encuentro terapéutico. Ha de mantener un nivel muy alto de
congruencia entre los mensajes analógicos y digitales.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 39 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

El Darse Cuenta del cliente, se va a favorecer a través de la clarificación de las similitudes y


diferencias, que éste encuentra entre esta situación de crisis y otras experiencias anteriores.
De este modo, se puede observar simultáneamente cuáles son los recursos y bloqueos
presentes en la crisis actual.

En la fase de la elaboración de la crisis, se enfrentan los temores en los que el cliente se


queda atascado o trata de evitar, dando paso así a la vivencia de alternativas a la crisis y
permitiendo una reformulación y reencuadre de ésta, lo que permite tomar conciencia de
una nueva gama de capacidades.

Para que esto sea posible, se ha de producir una asimilación por parte del cliente, lo que
supone que el cliente está aplicando lo que ha aprendido y reelaborado durante la sesión o
sesiones.

En las intervenciones en crisis conviene dedicar un tiempo en la sesión para resumir y


concretar lo que el paciente ha aprendido durante el trabajo realizado. Se han de hacer
declaraciones explícitas, tanto de lo aprendido, como de las expectativas que el cliente tiene
de cara a su desenvolvimiento futuro.

Para evitar que se queden asuntos pendientes, el terapeuta debe avisar al paciente que la
sesión está finalizando por si desea aclarar algún punto de los tratados o dejar algún tema
pendiente para sesiones futuras.

De cara a favorecer la sensación del cliente de que dispone de alguien en quien puede
confiar y que además le brinda seguridad, conviene establecer una cita concreta para la
siguiente sesión.

Según O'Connel citado en Fagan y Shepherd (1970), en términos generales, se puede decir
que los aspectos más característicos del trabajo en situaciones de crisis, supone confrontar
fundamentalmente:

• Sentimientos de culpa

• Resentimientos

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 40 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Castigo a personas significativas

• Perdón hacia sí mismo, hacia el agresor y hacia el agredido

5.1 Proceso de recuperación

Según Bass y Davis (1994), dentro del proceso de recuperación:

• Es normal tener recuerdos invasivos, con los que se intenta dar significado a la
experiencia

• Es normal negar lo ocurrido. La aceptación del trauma requiere un tiempo. La


negación es un paso previo necesario

• Es normal tener sentimientos de rabia o culpa. Sentir que se está volviendo loco o
que se puede perder el control. Éstas son reacciones normales ante lo que ha
ocurrido.

Es necesario recordar que estas pautas ayudan a comprender y asumir lo que ha sucedido y
lo que puede suceder. También, qué hacer respecto a ello. También es importante saber que
también es normal:

• Que los síntomas empeoren antes de mejorar: Por esto es importante no asustarse
en caso de que inicialmente se experimente un gran malestar. A medida que la
persona piense y/o hable sobre lo sucedido comienza a notas cómo puede controlar,
reducir y eliminar los síntomas. El agravamiento inicial de los síntomas, a veces, es
un paso necesario para superar la crisis.

• Que la sintomatología puede no desaparecer por completo o para siempre: Pero que
con el paso del tiempo se hace tolerable

Aunque parezca difícil de creer, en la mayoría de los casos, se puede sacar algo positivo de
la experiencia y del esfuerzo de la persona por enfrentarse a ella.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 41 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

5.2 ¿Y después qué?

Al poco tiempo de transcurrido el evento que ocasiona la crisis, no es el momento de


preocuparse por el futuro, pensar en ello no ayuda. Es mejor ocuparse de lo que hay que
hacer en las próximas horas. Es necesario recordar que con el tiempo, la mayoría de la gente
aprende a superar estas situaciones.

Después de algún tiempo es más fácil encontrar soluciones. A veces es útil asociarse y
compartir experiencias con personas en la misma situación. En caso de necesitarlo, siempre
se puede buscar ayuda profesional

5.3 Algunas técnicas y ejercicios

5.3.1 Ante la angustia y el miedo:

Ansiedad y miedo son respuestas normales que activan síntomas mentales


desagradables, tales como sentirse indefenso, confusión, aprensión, inquietud y
pensamientos negativos que se repiten. Ambos también activan síntomas físicos que
van desde la simple tensión muscular hasta la taquicardia, pasando por dificultades
para respirar, sensación de ahogo, sensación de inestabilidad o debilidad,
acaloramiento o escalofríos, sudor, náuseas y molestias abdominales.

Cuando el paciente sienta algunos de estos síntomas u otros similares puede utilizar
la respiración como método sencillo, rápido y fácil para reducir estos niveles de
malestar. Mediante la realización del ejercicio siguiente:

• Colocar una mano en el estómago

• Inhalar aire suave y lentamente por la nariz durante 2 ó 3 segundos

• Notar cómo se llenan los pulmones y sentir cómo el vientre se hincha


levantando la mano

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 42 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Mantener el aire dentro de los pulmones contando mentalmente hasta tres

• Expulsar lentamente el aire por la boca y tardar 3 ó 4 segundos hasta vaciar


completamente el aire de los pulmones

Todo el ejercicio debe realizarse despacio y tranquilamente. Luego, se repite hasta


tres veces seguidas. Las primeras veces que se practique debe ser en un lugar
tranquilo y sin ruido.

Después de los primeros ensayos es conveniente realizar el ejercicio en situaciones


que provoquen malestar. Tres ó cuatro veces al día. Pueden hacerse respiraciones
profundas en diferentes momentos. Se debe practicar sobre todo en las situaciones
en las que la persona se encuentre nerviosa y tensa.

5.3.2 Desahogo psicológico:

Las reacciones psicológicas que la persona experimenta (por ejemplo, encontrarse


desconcertado o desorientado, revivir imágenes de lo ocurrido, sentir ansiedad,
irritabilidad, no poder dormir, no poder parar, etc.) son reacciones normales ante una
situación anormal.

El individuo ha vivido una amenaza para su vida, su integridad física y psicológica o


para la de otras personas, e incluso ha podido vivir la pérdida de alguien cercano. El
recuerdo de lo que ha vivido, del atentado, no lo va a olvidar nunca; eso no quiere
decir que sea siempre tan doloroso. Es importante también, reconocer que los
síntomas psicológicos que se experimentan ante estas situaciones pueden ser
tratados. Para ello es necesario aprender a verlo de otro modo.

El objetivo, es el cambio de los pensamientos asociados con la situación traumática,


como por ejemplo: ¿por qué se me ocurrió cambiar de planes?, ¿por qué cogí o dejé
de coger ese tren?, ¿podría haberlo evitado?, etc. Estos pensamientos implican
emociones negativas tales como ira, rabia, odio, deseo de venganza, miedo o temor;
así como culpa o atribución de responsabilidad.

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 43 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

Además, es conveniente saber que abordar cuanto antes estos síntomas puede
ayudar a que no se produzcan más reacciones de ansiedad en otras situaciones y a
que no se mantengan de forma prolongada en el tiempo.

A casi nadie se le ha enseñado cómo tiene que reaccionar o enfrentarse a estos


sucesos. Por eso, puede parecer que reaccione de forma extraña con la intención de
librarse del desasosiego, como por ejemplo, intentar no pensar en lo ocurrido y
rechazar hablar del tema, aunque no lo consiga.

Sin embargo, evitar pensar, evitar hablar de lo ocurrido no son modos eficaces de
olvidar, al contrario, eso hace que el recuerdo vuelva a nosotros con más fuerza.
Pensar y recordar para poder asimilarlo y darle un sentido, es muy importante.
Contar lo vivido, la historia que describe esa experiencia personal, ayuda a integrarla,
de forma adecuada, en la propia vida.

Para contar esta experiencia de forma que realmente ayude a superar la angustia se
deben tener en cuenta algunos aspectos:

• Contarlo en primera persona: Es a la propia persona a quien le ha ocurrido,


quien ha sufrido, visto o sentido todo lo sucedido en ese momento

• Contarlo en presente: Es fundamental revivir el suceso como si estuviera


ocurriendo en el mismo momento en que la persona lo imagina/relata

• Describir todo lo visto, sentido, oído y pensado: Es decir, todo aquello que
ha sido generado por el suceso. Para ayuda para relatar la experiencia se
puede pedir al paciente que intente responder a algunas de las siguientes
preguntas:

- ¿Cómo describirías lo que ocurrió?

- ¿Dónde estabas?

- ¿Con quién?
Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 44 de 52
Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

- ¿Cuánto duró?

- ¿Qué hacías en ese momento? ¿Qué hiciste para sobrevivir?

- ¿Cuáles fueron tus primeros pensamientos?

- ¿En qué pensabas cuando te evacuaban?

- ¿Qué pensamientos persisten en tu mente?

- ¿Qué sentías en ese momento?

- ¿Qué sentiste después de que ocurriera todo?

- ¿Cómo te sientes ahora?

No se trata de un interrogatorio, ni de una búsqueda de hechos; sólo se


desea dejar que fluyan los recuerdos del suceso. Puede ser difícil recordar
algo tan duro, pero es útil para que afloren pensamientos y emociones que
se tienen que cambiar.

• Centrarse en las emociones: Puede ayudar a que se comprendan mejor y a


que se vayan diluyendo poco a poco. No se trata de dejar de sentir, sino de
que los sentimientos puedan ser soportables.

5.4 Trastorno por Estrés Postraumático

De acuerdo con Araujo (2002), las personas que han experimentado un evento traumático,
frecuentemente sufren de estrés psicológico relacionado con el incidente. En la mayoría de
los casos, estas son reacciones normales a situaciones anormales y tienden a desaparecen
en 2 o 3 semanas.

Los individuos que sienten que no son capaces de recuperar el control de sus vidas, o
quienes han experimentado los siguientes síntomas por más de un mes, deberían considerar
ir en busca de asistencia profesional, es decir terapia.

Algunos indicadores de que se necesita asistencia profesional, pueden ser:

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 45 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Pensamientos intrusivos sobre el evento. Revivir el evento o tener pesadillas sobre éste

• Tener problemas para dormir o cambios en el apetito

• Experimentar ansiedad y miedo, especialmente cuando se expone a eventos o


situaciones que le recuerdan el evento traumático

• Estar sobresaltado o en alerta constante

• Sentirse deprimido, triste y con la energía baja

• Experimentar problemas de memoria, incluyendo dificultad en recordar aspectos del


trauma

• Sentirse alejado e incapaz de concentrarse en el trabajo o las actividades diarias. Tener


dificultad para tomar decisiones

• Sentirse irritable, fácilmente agitado, o bien sentir enojo y resentimiento

• Sentirse emocionalmente adormecido, alejado, aislado e incluso diferente a los demás

• Llorar espontáneamente, y tener sentimientos de desesperación y desesperanza

• Sentirse en extremo protector de los seres queridos, o con miedo acerca de la


seguridad de ellos

• No ser capaz de enfrentar algunos aspectos del evento traumático, así como evitar
actividades, lugares, y hasta personas que lo hagan recordar

5.4.1 Factores específicos:

Los Factores específicos que se deben tomar en cuenta al inicio del proceso de
terapia de las personas afectadas por estrés postraumático son:

• Evaluar el significado subjetivo del trauma


Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 46 de 52
Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Identificar los puntos de bloqueo emocional

• Evaluar la necesidad de usar psicofármacos

• Evaluar la disposición de redes de apoyo

• Evaluar la presencia de conductas de evitación

5.4.2 Señales de probabilidad de potencial autodestructivo (suicidio)

Se puede considerar que una persona manifiesta señales de alta probabilidad de


cometer un suicidio y debe ser remitido de inmediato a un psiquiatra, y contactar a
los familiares cuando presenta:

• Antecedentes personales o familiares de intentos de suicidio

• Historia de comportamiento autodestructivo

• Depresión, problemas para dormir y trastornos de la alimentación

• Alucinaciones (voces o visiones) que dan órdenes

• Pérdida de varios o de los únicos seres queridos

• Desesperación o carencia de esperanza para el futuro

• Alcoholismo y/o abuso de drogas

• Inconformidad total con la vida

• Opinión de familiares o de otros, abiertamente expresada, acerca de que sería


mejor (por razón de incapacidad física, etc.) que muriera la persona

• Varias amenazas sutiles de suicidio como: arreglo de asuntos personales para el


futuro; preparación para un largo viaje; regalar posesiones, etc.

• Escribir sobre sus ideas suicidas o elaborar un plan específico

• Recomendaciones de cuidar a mi familia

• Una repentina calma o serenidad inexplicables


Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 47 de 52
Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Quejas respecto a que nada puede mejorar

• Interés repentino respecto de la muerte

• Interés o preocupación por alguien que se ha suicidado

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 48 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

VVII.. RReeffeerreenncciiaass BBiibblliiooggrrááffiiccaass

• Araujo, G. y otros (2002). Frente al Silencio Testimonio Violencia. Editorial ILEF-UAM.


México.

• Bass E. y Davis L. (1994). The Courage to Heal. Traducido al castellano por: Brito, A.
bajo el titulo: El Coraje de Sanar, Guía Para las Mujeres Supervivientes de Abuso Sexual en
la Infancia. Editorial Urano. Barcelona.1995.

• Coggiola, Y. (2000). Intervención en Crisis desde la Terapia Gestalt. Cuadernos de


Trabajo especialidad de Terapia Gestalt en Intervención en Crisis. Instituto de Terapia
Gestalt de México. México.

• Fagan, J. y Shepherd, I. (1970). Gestalt Therapy Now, Theory, Techniques,


Applications. Traducido al castellano por: Wolfson, L. bajo el título: Teoría y Técnica de la
Terapia Guestáltica. Editorial Amorrortu. Buenos Aires. 1976. Segunda edición.

• Keeney, B. (1990). Improvisational Therapy. A Practical Guide For Creative Clinical


Strategies. Traducido al castellano por: Wolfson, L. bajo el título: La Improvisación en
Terapia. Editorial Paidós. Buenos Aires. 1992.

• Perls, F., Hefferline, R. y Goodman, P. (1951). Gestalt Therapy. Excitement and


Growth in The Human Personality. Traducido al castellano por: Vázquez, C., bajo el
título: Terapia Gestalt: Excitación y Crecimiento de la Personalidad Humana. Ediciones
Impresiones de Galicia S.L., Oleiros. Los Libros del CTP. Madrid. 2001.

• Salama, H. (1997). Gestalt de Persona a Persona. Editorial IMPG . México. Segunda


edición

• Sullivan, D. y Everstine L. (1983). People in Crisis: Strategic therapeutic


interventions. Traducido al castellano por: Rodríguez, J. y Moreno G., bajo el titulo:
Personas en Crisis, Intervenciones Terapéuticas Estratégicas. Editorial Pax. México.1992

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 49 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

VVIIII.. AAnneexxooss

Anexo 1. Bibliografía recomendada para consulta

a) Proceso de Terapia:

• Personas en Crisis. Intervenciones Terapéuticas Estratégicas. Autor(es):


Sullivan Everstine Diana, Everstine Louis.

• La Improvisación en Terapia. Autor (es): Keeney, B. P

• En busca de soluciones. Autor (es): O' Hanlon, W. H. y Weiner-Davis

b) Violencia Familiar:

• Violencia Familiar. Autor (es): Corsi Jorge

• Terapia Para Resolver Problemas, Nuevas Estrategias Para Una Terapia


Familiar Eficaz. Autor (es): Haley, J.

• Frente al silencio testimonio violencia en Latinoamérica. Autor (es): Araujo P.


Gabriel.

c) Violencia en la Pareja:

• El Dinero en la Pareja. Autor (es): Coria Clara

• Cuando el Amor es Odio. Autor (es): Forward Susan

• Cuando Dos No Son Suficiente, Superando la Infidelidad Dentro de la Pareja.


Autor (es): Serrano Lucy

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 50 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

d) Abuso Sexual y Maltrato Infantil:

• Abuso Sexual al Menor. Causas, Consecuencias y Tratamiento Psicosexual.


Autor (es): Finkelhor David

• El Sexo que se Calla. Dinámica y Tratamiento del Abuso y Traumas Sexuales


en Niños y Adolescentes. Autor (es): Sullivan Everstine Diana & Louis

• Love, Guilt and Reparations and Other Works. Autor (es): Klein M

• Solo Así Fluye el Amor. Autor (es): Rincón Gallardo Laura

e) Abuso Sexual y Familia Incestuosa:

• El Coraje de Sanar, Guía Para las Mujeres Supervivientes de Abuso Sexual en


la Infancia. Autor (es): Bass Ellen y Davis Laura

• La Recuperación de la Familia, Relatos de Esperanza y Renovación. Autor


(es): Minuchin S. y Nichols M

• I Can’t Live With Mum and Dad Anymore. Autor (es): Smith, R., Joanne, R. y
Campbell, H.J.

f) Víctimas de crímenes violentos:

• Cómo Perdonar Cuando no Sabes Cómo Hacerlo. Autor (es): Bishop J & Grunte
M.

g) Suicidio y enfermos terminales:

• Final Exit, The Practicalities Of Self-deliverance and Assited Suicide for the
Dying. Autor (es): Humphry Derek

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 51 de 52


Curso de Formación de Terapeutas Gestalt. Intervención en Crisis

• Una Luz Que Se Apaga. Autor (es): Kübler-Ross Elizabeth.

• Suicide Risks, the Formulation of Clinical Judgment. Autor (es): Maltsberger


John

h) Mobbing o Acoso Laboral:

• Mobbing: Cómo Sobrevivir al Psico-terror Laboral. Autor (es): Piñuel Iñaki

• El acoso moral en el trabajo. Autor (es): Irigoyen MF

• Los clásicos en la Empresa. Del currículo de Cervantes al Acoso Moral del


Cid. Autor (es): Irigoyen R

Revisión Nº: 1. Marzo de 2010 Yolanda Coggiola Página 52 de 52

También podría gustarte