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Contexto Histórico de YPFB (www.ypfb.gob.

bo)

La Guerra del Chaco, un conflicto originado en el control del Chaco Boreal y la supuesta existencia
de petróleo en esa región, fue el marco que rodeó la creación de YPFB. En efecto, el cese de
hostilidades dejó al descubierto una serie de estructuras corruptas e ineficientes que demandaban un
cambio urgente.

Así fue como, el 21 de diciembre de 1936, el Gobierno del Cnl. David Toro, asesorado por Don
Dionisio Foianini y el Tcnl. Germán Busch, promulga el Decreto de creación de YPFB.

Meses más tarde, y apoyados en evidencias que implicaban a la compañía norteamericana Standard
Oil -hasta ese momento única concesionaria de los campos petrolíferos- en el contrabando de
petróleo hacia su filial argentina, el Gobierno decide expulsarla del país, revirtiendo al Estado
Boliviano todas sus propiedades. Se puede hablar, entonces, de la primera nacionalización de los
recursos energéticos bolivianos.

En la post-guerra, la empresa encarga la formación de cuadros profesionales que serían pilares en el


desarrollo de YPFB.

Durante los años '40, pese a la inestabilidad política, YPFB obtiene un gran impulso de la mano del
Presidente Gualberto Villarroel, quien apoya la construcción de refinerías, oleoductos e importante
infraestructura para la comercialización de los productos de la empresa.

En los '50, merced al trabajo desarrollado en la década anterior y al descubrimiento de nuevos


yacimientos, el país logra transformarse de país importador de petróleo a país exportador. Hasta
entonces, la producción no había logrado abastecer la demanda interna, por lo cual se considera
esta década como la "Etapa de Oro" de YPFB.

En 1955, otro hito fundamental se produce con el inicio de operaciones del oleoducto Camiri-Yacuiba
que permitiría la exportación a la Argentina.

En la segunda mitad de los años '50, también se inicia la construcción del oleoducto Sica-Sica - Arica
que permitiría realizar exportaciones de petróleo a Chile y otros países.

En 1955, el Gobierno del Presidente Víctor Paz Estenssoro promulga el Código del Petróleo,
permitiendo el ingreso de capitales privados al negocio de los hidrocarburos.

A principios de los '60, el crecimiento de la empresa y la producción de sus campos se estanca,


obligando a YPFB a tomar créditos internacionales para desarrollar nuevos trabajos de exploración y
perforación.

En 1966 se perfora el pozo Monteagudo, con excelentes resultados. En 1967, se descubre San
Alberto en Tarija. Esta década también marca la creación de la División de Gas en la Gerencia de
Refinerías y Oleoductos en la empresa estatal.

En 1969, durante el gobierno de Alfredo Ovando Candia, se produce la segunda nacionalización de


los hidrocarburos, entregados en concesión a través del Código del Petróleo a la compañía
norteamericana Gulf Oil. Mediante un decreto ley, la nacionalización es impulsada por Marcelo
Quiroga Santa Cruz, Ministro de Minas y Petróleo. El responsable del control y toma de los campos
petrolíferos de la petrolera es el general Juan José Torres, posteriormente Presidente de la
República.
En los '70 se promulga la Ley General de Hidrocarburos que define el marco de los nuevos contratos
de operación. También se da inicio a la exportación de gas a la Argentina.

Durante estos años, YPFB crea la División Santa Cruz, que controlaría la producción de diferentes
campos de gas, y sobre cuya estructura se crearía la posterior Gerencia de Producción.

La década de los '80 es signada por una gran inestabilidad política, generada por diferentes golpes
de Estado, mientras YPFB sufre los embates de la crisis económica y la hiperinflación. El Gobierno
del Dr. Víctor Paz Estenssoro logra conjurar la crisis con el cuestionado decreto 21060.

Los años '90 se inauguran con la firma del polémico convenio "Borrón y Cuenta Nueva", un acuerdo
político perjudicial para las finanzas de la empresa, por el cual se cancelan las obligaciones de la
estatal argentina Gas del Estado con YPFB. No obstante, nuevos pozos descubiertos comienzan a
producir y a mitigar de alguna manera los efectos de esta mala negociación.

Durante el proceso de capitalización de la empresa, conducido por Gonzalo Sánchez de Lozada a


partir de 1996, YPFB es literalmente desmembrada en empresas de capitales privados (Andina,
Chaco, Petrobras y Transredes, capitalizada por la quebrada norteamericana Enron), que le pagan al
país un magro 18% en concepto de regalías. Esta situación, que inicialmente es disimulada por el
ingreso de importantes montos de inversión extranjera, provoca luego un creciente malestar social
que finalmente explota durante el segundo gobierno de Sánchez de Lozada en los sucesos
sangrientos de febrero y octubre del 2003, donde el pueblo sale a las calles a protestar y es
duramente reprimido. La muerte de más de 70 personas en esas jornadas trágicas signan su
renuncia e inmediata fuga a los Estados Unidos.

En 2004, el Presidente Carlos Mesa convoca a un referéndum vinculante cuyo contenido hace
referencia específica a la propiedad de los hidrocarburos, a la derogación de la Ley de Hidrocarburos
promulgada por Sánchez de Lozada, y a la refundación de YPFB. El referéndum es aprobado por
una mayoría aplastante. El Congreso aprueba una nueva Ley de Hidrocarburos gravando la
producción con 32% de impuestos, pero manteniendo las regalías en 18%. Mesa se niega a ratificar
la Ley y los movimientos sociales exigen la nacionalización total de los hidrocarburos. La crisis
política desatada termina por provocar la renuncia del Presidente a su cargo. Luego de un Gobierno
de transición encabezado por el Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé, Evo Morales Ayma asume la
Presidencia de la Nación luego de una victoria inédita en Elecciones Generales, apoyado por más
del 54% de los votos.

El 1º de mayo de 2006, el Presidente Evo Morales nacionaliza los hidrocarburos recuperando su


propiedad para los bolivianos. YPFB renace y el 29 de octubre se firman nuevos contratos con las
compañías petroleras privadas estableciendo hasta el 82% de regalías en favor del Estado boliviano,
en la mejor negociación lograda jamás para el país.

El 21 de diciembre de 2011, YPFB cumple 75 años al servicio de Bolivia (Bodas de Diamante).


Las llamadas “nacionalizaciones” de los hidrocarburos en Bolivia: 1937, 1969 y 2006
(eldiario.net)
Casi tres meses después del último post en este viejo y olvidado blog, me animo a escribir algunas
líneas sobre el querido sector hidrocarburos. En esta oportunidad quiero compartir la información que
será presentada, muy pronto, en una publicación conjunta con otros colegas sobre 100 años de la
economía boliviana, en dicha publicación donde me toca la sección de hidrocarburos, aprovecho la
oportunidad para agradecer a la Konrad por esta oportunidad.

Quiero presentar algunos datos de las 3 llamadas nacionalizaciones de los hidrocarburos que se
presentaron en menos de 100 años en nuestro país, naturalmente no pretendo realizar un estudio
exhaustivo acerca de ellas (tomaría tiempo y espacio) al contrario, simplemente quiero mostrar
algunos datos que quizás podrían interesarle.

La primera se dio el año 1937, en la que a través de la Resolución del 13 de marzo se declara “...la
caducidad de todas las propiedades de The Standard Oil Co of Bolivia...”. Existen varias razones
técnicas, políticas y económicas que habrían llevado al Gobierno boliviano a tomar la decisión de
“nacionalizar” las propiedades de la Standard Oil Co of Bolivia, interesantes discusiones se
encuentran en Hoz de Vila (1988), Royuela (1996), Prada 1985 y Miranda (1999). El resultado de
esta medida fue una indemnización de US$ 1.8 millones del Gobierno boliviano a la compañía
acordada en enero de 1942, dicha indemnización tuvo la forma de “adquisición de estudios
geológicos” por parte del Estado boliviano. Utilizando información del índice de precios al consumidor
del Bureau of Labor Statistics de los Estados Unidos de América el valor actual de la indemnización
sería de US$ 27.9 millones. Es útil señalar que el valor indemnizado fue equivalente al 2.7% del total
de las exportaciones bolivianas del año 1942.

La segunda llamada “nacionalización” se da el año 1969, a través del Decreto Supremo 08956 de 17
de Octubre de 1969 el Gobierno boliviano determina “la reversión al Estado de todas las concesiones
otorgadas a BOLIVIAN GULF OIL COMPANY, y la nacionalización de todas sus instalaciones,
muebles, medios de transporte, estudios, planos, proyectos y todo otro bien, sin excepción alguna”,
“el inmediato control, por las Fuerzas Armadas de la Nación, de todos los campos, instalaciones y
demás pertenencias de Bolivian Gulf Oil Company” y además “Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB) intervendrá inmediatamente en el control técnico y administrativo de las
instalaciones y pertenencias de Bolivian Gulf Oil Company, bajo la dependencia y fiscalización del
Ministerio de Minas y Petróleo”.

Según Miranda (1999) y Hoz de Vila (1988) el monto final por la indemnización a BOGOC fue de
US$ 78.6 millones. Por otra parte, de acuerdo con el World Energy Council (1992) el monto total de
la indemnización a BOGOC, pagado con los ingresos por la exportación a la República Argentina,
fue de US$ 60.8 millones, cantidad de dinero pagada en el período 1973 y 1979. En valor presente el
total indemnizado a la empresa alcanza la cifra de US$ 344.4 millones.

Es necesario destacar que la actividad de la empresa Bolivian Gulf Co. fue mucho mayor a la
empresa The Standard Oil Co. tal como se observa en la siguiente Tabla, donde se ilustra el número
de pozos perforados por cada compañía y la ineficiencia (medida por el cociente Pozos Secos/Pozos
Productores) de ambas. Esas cifras intentan mostrar que probablemente el costo para el país (en
términos de transferencia tecnológica, cierre de mercados, inversión futura, etc.) de la esta segunda
llamada “nacionalización” fue mayor, debido a que BOGOC aparece como una compañía que
deseaba una sociedad de mediano y largo plazo con el país, dada la magnitud de la inversión
efectuada.

Finalmente el 1 de mayo del año 2006, el Poder Ejecutivo aprobó el Decreto Supremo Nº 28.701
“Héroes del Chaco” o de “Nacionalización de los Hidrocarburos. A diferencia... sí a diferencia de las
dos “nacionalizaciones” previas, la llevada a cabo el año 2006 no significó una expropiación del
capital y expulsión de las empresas operadoras; lo que ocurrió fue la firma de nuevos contratos con
los operadores privados de ese momento con un incremento moderado en la participación estatal.
Como resultado de la firma de nuevos contratos de exploración y explotación, aprobados en la Ley
de Hidrocarburos Nº 3.058 e implementados a través del decreto supremo llamado de
“nacionalización”, la participación del Estado en los ingresos brutos en boca de pozo se incrementó
entre el 10% y 15%; si a estos porcentajes se le añade las regalías, participaciones e impuesto
creado por la Ley de Hidrocarburos Nº 3.058 por Hormando Vaca Diez (que totalizan 50%); la
participación total del Estado boliviano en dichos ingresos en boca de pozo oscilaría entre el 60% y
65%.

Es útil señalar que posterior a la medida del año 2006, el Estado boliviano adquirió participación en
algunos operadores privados en las actividades de exploración y explotación, recompró las dos
refinerías más importantes del país, compró acciones en los sistemas de transporte por ductos y
otras instalaciones, un resumen de dichas políticas se encuentra en Zaratti (2009), es decir, el resto
de las llamadas “nacionalizaciones” fueron simplemente operaciones de compra de acciones.

El sector hidrocarburos se caracteriza por proyectos de larga maduración, en este sentido, no


siempre es posible vincular el desempeño de éste con la política pública contemporánea. De hecho,
es posible lanzar la hipótesis de que los impactos de la política pública sobre el sector son
asimétricos, cuando dicha política pública busca la construcción de consensos sobre un determinado
proyecto y/o actividad, los resultados son de mediano y largo plazo; sin embargo, cuando la política
pública daña el desempeño del sector, los resultados son de corto y mediano plazo. En este sentido,
es necesario ser muy cauto en el momento de correlacionar de forma contemporánea las cifras
estadísticas con determinadas normas legales. En otras palabras, el éxito del sector hidrocarburos
de los últimos años no se debe, desde ningún punto de vista, a la llamada “nacionalización” de los
hidrocarburos del año 2006... en serio.

Bueno, mis amigas y amigos, quizás este texto fue menos coloquial a los anteriores, sin embargo,
me pareció interesante presentar la normativa legal de estos procesos, así como también algunas
cifras al respecto. Esta última temporada en Kabul fue dura y difícil, al finalizar mayo tuvimos uno de
los atentados más grandes de los últimos años, cifras no oficiales hablan de más de 100 muertos y
casi 400 heridos…

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