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Sexualidad Incondicional.

Leidy Dayanne Daza

Ceplec II.

Corporación universitaria Minuto de Dios.

En el siguiente documento se hablará acerca de la sexualidad en personas que tienen


discapacidad bien sea física, sensorial, cognitiva, entre otros, logrando de esta manera
concienciar a la sociedad acerca de este tema, que para muchos ha sido un tabú generado de años
atrás hasta la actualidad, pues hablar de sexualidad en personas con diversidad funcional es algo
que no es normal en el contexto de quienes no poseen alguna discapacidad, puesto que se piensa
que aquellos individuos que si la padecen no tienen derecho a conocer su cuerpo, a la
masturbación, a tener una pareja y/o a tener relaciones íntimas, sin darse cuenta que en ellos
también existe la necesidad fisiológica, emocional y psicológica del placer sexual siendo algo
natural las relaciones sexuales como seres humanos que son. Para ello en el siguiente texto se
tomará como referencia al consejo general de la psicología de España y algunos artículos de los
derechos universales.

En primer lugar, la sexualidad es un derecho y no debe haber distinción alguna, ya que


según el artículo 3 de los derechos universales declara que todo individuo tiene derecho a la vida,
y para dar vida se requiere la acción sexual para poder procrear el ser humano, por lo cual a las
personas con diversidad funcional no se les debe cohibir tener y mantener relaciones sexuales
con su pareja.

Por consiguiente, López (2006) afirma que “un error frecuente de los padres es reprimir y
perseguir la sexualidad de sus hijos e hijas, bajo el supuesto (propio del Modelo Moral) de que,
en ningún caso, pueden acceder a conductas sexuales.” El hecho de que se tenga alguna
discapacidad el individuo debe ser autónomo ante este tipo de situaciones, siendo debidamente
guiado sobre el tema de la sexualidad por el bienestar tanto de él como el de su pareja.
De acuerdo con lo anterior cabe destacar que hay personas en discapacidad que desean
tener hijos y esto es algo preocupante para sus padres de familia o sus cuidadores ya que existe
gran posibilidad de que él bebé nazca con esta diversidad funcional, además de que la pareja no
se encontraría preparada física ni cognitivamente para sostener un hijo, puesto que el embarazo
en una pareja con esta condición es más complicado que el de una pareja sin discapacidad,
seguidamente de que el proceso de desarrollo de su hijo será aún más complejo puesto que la
pareja no podrá desarrollar de manera eficiente ciertas funciones como por ejemplo en la ayuda
de las tareas del niño o cosas como esas que estén relacionadas con el crecimiento y desarrollo
del pequeño, por lo cual considero que si hay un apoyo familiar y un respectivo conocimiento
acerca de este tema, se puede lograr tener un hijo y criarlo de la manera adecuada.

Para finalizar considero que este tabú se debe romper mediante diferentes formas de
intervención como realizar campañas, o brindar información en colegios, empresas para que esto
sea un tema social y así obtener como resultado desaparecer este tabú, y de igual manera bajar
los niveles de discriminación hacia este tipo de personas, que ante los ojos de Dios y ante los
derechos universales como lo indica en el artículo 7 “se manifiesta que todos son iguales ante la
ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual
protección contra toda discriminación que infrinja esta declaración y contra toda provocación a
tal discriminación.”

Referencias.

-Naciones unidas. (s.f). La declaración universal de derechos humanos. Recuperado de


http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/.

- Consejo general de la psicología de España. (2006). Sexualidad en personas con discapacidad:


el rol de los psicólogos. Recuperado de http://www.infocop.es/view_article.asp?id=795.

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