Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aceites Hidraulicos PDF
Aceites Hidraulicos PDF
CAPÍTULO Nº 2
FLUIDOS HIDRÁULICOS
2.1 - Introducción
En la exposición de las materias que hemos tratado aquí se ha dado generalmente por el
supuesto que el líquido empleado para la transmisión de la energía es el aceite, sin precisar por otra
parte nada sobre sus características y sus ventajas.
En el presente capítulo está expresamente dedicado a esta cuestión y tiene carácter esencialmente
práctico, sea porque sus conclusiones y definiciones que se expondrán son sin excepción de origen
experimental, sea porque las consecuencias de una elección más o menos apropiada del líquido
hidráulico destinado a una instalación específica, sobre el funcionamiento y la seguridad de servicio
de la misma, se ven de forma inmediata y determinante.
El más clásico y el más usado de todos los líquidos hidráulicos es el aceite mineral. Pero ante
todo cabe preguntarse espontáneamente: ¿por qué justamente el aceite y no otro medio menos
caro y de más fácil obtención? Este interrogante ya se planteo hace muchos años, cuando las
instalaciones hicieron su primera aparición al lado de los más viejos sistemas mecánicos. El agua no
cuesta dinero: por este motivo la respuesta fue, durante los primeros tiempos, favorable al agua o a
emulsiones a base de agua. Dadas las modestas exigencias de las instalaciones de aquella época esta
solución bastaba, pero con el transcurso del tiempo las máquinas se perfeccionaron y aumentaron de
potencia, por lo cual se evidenció la necesidad de recurrir a líquidos que poseyeran propiedades de
las que el agua carecía, en particular, elevado poder lubricante, ausencia de acciones corrosivas y de
depósitos, ausencia de evaporación y de ebullición incluso a elevadas temperaturas.
El aceite posee, en mayor o en menor medida, todas las propiedades, cuya importancia
examinaremos brevemente a continuación.
El aceite proporciona una utilísima acción protectora contra la oxidación de los órganos de la
instalación, cuya duración queda así aumentada.
Aunque el aceite presente en el circuito se caliente más o menos por efecto de las resistencias
hidráulicas, no existe nunca el peligro de que se evapore o entre en ebullición.
Esto significa, en términos económicos, que los gastos de adquisición del aceite quedan
ampliamente compensados por un ahorro sustancial sobre el costo de la instalación; y en términos
técnico, que una transmisión oleodinámica tiene un funcionamiento más seguro y ocupa menos
espacio.
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 2
Cuando por cualquier razón el aire u otro gas se mezcla con el aceite y se produce espuma, el
funcionamiento de la instalación se vuelve muy irregular y ruidoso. Un buen aceite para instalaciones
oleodinámicas contiene siempre aditivos que dificultan la absorción de gases y facilitan la separación
del aire que haya penetrado eventualmente en el aceite.
Es la propiedad que posee el aceite de separarse rápidamente del agua que eventualmente
pueda haber entrado en el circuito.
La acción del oxigeno del aire y las altas temperaturas tienden, con el transcurso del tiempo, a
transformar químicamente el aceite, lo cual se traduce en la pérdida de parte de sus propiedades
esenciales y en la formación en su seno de lacas, barnices y sustancias ácidas que corroen el metal,
aumentan la viscosidad e impiden la transmisión de calor. El fenómeno de envejecimiento se
desarrolla con mayor o menor rapidez en función de diversas condiciones, entre ellas la temperatura
del aceite, la temperatura del ambiente donde está situada la instalación oleodinámica, el número de
veces por hora que la bomba hace circular el aceite por la instalación, el volumen y la forma del
depósito, la presencia de espuma en el aceite, el volumen total de aceite existente en el circuito, etc.
El envejecimiento queda además favorecido por la presencia en la instalación de ciertos
metales como el plomo, el latón o el cobre, y algunas de sus aleaciones (cobre – plomo, cobre – zinc)
Al proyectar una instalación es necesario tener bien presente esta tendencia al
envejecimiento, eligiendo adecuadamente el volumen de aceite a emplear y las dimensiones del
depósito. El envejecimiento puede combatirse además mediante el uso de aditivos. En todo caso,
después de un cierto número de horas de funcionamiento debe cambiarse el aceite por completo,
siguiendo para ello las instrucciones del constructor y de acuerdo con las condiciones reales de
operación y ambientales.
Se denomina punto de fluencia a la menor temperatura admisible para la cual el aceite aún
fluye. El método para su determinación se describe en DIN ISO 3016. En la selección de aceites
hidráulicos tener en cuenta que la temperatura mínima admisible en el equipo se encuentre como
mínimo 8°C por encima del punto de fluencia.
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 3
Los aceites contienen aire en forma disuelta. Si por una caída de presión, por ejemplo detrás
de un estrangulador, excede el límite de saturación se desprenden burbujas de aire. Las burbujas
pueden ingresar al aceite desde el exterior por falta de hermeticidad en las tuberías de aspiración.
Este aire disuelto modifica la Compresibilidad, reduce la protección contra el desgaste y disminuye la
conductibilidad térmica. Las consecuencias son las perturbaciones en el servicio debido a
movimientos bruscos, ruidos, vibraciones y daños en el material. La capacidad de eliminación del aire
de un aceite se establece según DIN51.381.
2.2.10 – Compresibilidad
Recordemos que esta propiedad es típica del estado gaseoso, ya que los gases la poseen en
grado notable; basta pensar que en primera aproximación (ley de Boyle), a una duplicación de
presión corresponde una reducción de volumen a la mitad. Pero la Compresibilidad, si bien en grado
mucho menor, es también una propiedad de los líquidos. En el caso del aceite mineral, un volumen
de 100 litros a la temperatura de 20°C y sometido a una presión de 100 bar, se reduce a unos 99,3
litros, o sea, disminuye 0,7 litros.
Este fenómeno puede ignorarse en instalaciones de poco volumen y que funcionan a baja
presión, pero cuando existen cilindros de gran capacidad, tuberías de cierta longitud y de gran
diámetro, etc., porque pueden dar lugar a un retraso en la puesta a presión, que repercute sobre la
duración total del ciclo.
Si por cada 100 barde aumento de presión, el volumen de aceite se reduce un 0,7%. En
general, la ley que se cumple es:
∆ = ∗ ∗( − )
Ejemplo 1: Una prensa oleodinámica es alimentada por dos bombas, de las cuales la de baja presión
queda desconectada a 15 Kp / cm 2 y la de alta presión, cuyo caudal es de Q = 6,7 l/min., sirve para
alcanzar la presión final de 315 Kp / cm 2 . Considerando que el volumen de aceite a comprimir (el
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 4
llenado lo ha efectuado ya la bomba de baja presión) es de 50 litros, calcular el tiempo necesario para
pasar de 15 a 315 Kp / cm 2 .
De la figura 7 se obtiene primeramente (para 315 Kp / cm 2 )
=0,65. 10 4
La fórmula (3) da:
V =0,65. 10 4 .50.(315-15)=0,98 Lts.
2.2.11 – Viscosidad
Cuando un fluido se mueve, se desarrolla en él una tensión de corte, cuya magnitud depende
de la viscosidad del fluido. La tensión de corte, puede definirse como la fuerza requerida para deslizar
una capa de área unitaria de una sustancia sobre otra capa de la misma sustancia. Así pues, es la
tensión de corte es una fuerza dividida entre un área y puede medirse en unidades de Newton por
metro cuadrado. En general encontramos que la magnitud de la tensión de corte es directamente
proporcional al cambio de velocidad entre diferentes posiciones del fluido.
En la figura Nº 2.1, se ilustra el concepto de cambio de velocidad en un fluido mediante la
exhibición de una capa delgada del fluido situada entre dos superficies, una de las cuales está
estacionaria, mientras que la otra se está moviendo.
Una condición fundamental que se presenta cuando un fluido real está en contacto con la
superficie frontera, es que el fluido tiene la misma velocidad que la frontera. En la figura Nº 2.1,
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 5
entonces, el fluido está en contacto con la superficie inferior tiene velocidad cero y el que está en
contacto con la superficie superior tiene una velocidad V. Si la distancia entre dos superficies es
pequeña, entonces la rapidez de cambio de velocidad con respecto de la posición y es lineal. Esto es,
varía como una línea recta. El gradiente de la velocidad es una medida de cambio de velocidad y se
define como ∆ ⁄∆ . También se le conoce como rapidez de corte.
El hecho de que la tensión de corte del fluido es directamente proporcional al gradiente de la
velocidad puede establecerse matemáticamente como:
= ∗ (∆ ⁄∆ )
Puesto que el Pa es otro nombre para las unidades ⁄ , también podemos expresar
como:
= ∗
∗
= ∗ = ∗ =
∗
En la tabla Nº 2.1 se enumeran las unidades de viscosidad dinámica en los tres sistemas más
ampliamente utilizados. Las dimensiones de fuerza multiplicadas por el tiempo y divididas entre el
cuadrado de la longitud se hacen evidentes en cada sistema. Las unidades de poise y centipoise se
presentan aquí debido a que muchos de los datos publicados se dan en tales unidades. Son parte del
sistema métrico obsoleto conocido como cgs, derivado de las unidades básica centímetro gramo y
segundo.
=
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 6
Puesto que y son propiedades del fluido, también lo es. Podemos derivar las unidades
SI para la viscosidad cinemática al sustituir las unidades desarrolladas previamente para y :
1
= = ∗ = ∗ =
∗
En la tabla Nº 2.2 se presentan las unidades de viscosidad cinemática en los tres sistemas
utilizados con más frecuencia.
Las dimensiones básicas de longitud al cuadrado divididas entre el tiempo son evidentes en
cada sistema. Las unidades de stoke y centistoke se presentan debido a que los datos publicados, a
menudo, emplean tales unidades.
Todos los fluidos, exhiben en algún grado, variación de la viscosidad en función de los cambios
de la temperatura. Conforme la temperatura del aceite va aumentando, su viscosidad disminuye.
En la gráfica Nº 2.2 se presentan gráficas de la viscosidad dinámica contra la temperatura para
muchos líquidos comunes. Observe que la viscosidad está graficada en una escala logarítmica, esto
debido al intervalo tan grande de valores numéricos.
Con el fin de verificar su capacidad para interpretar estas gráficas, en la tabla Nº 2.3 se
presentan algunos ejemplos.
Las curvas de la gráfica Nº 2.3 representan gráficamente la dependencia entre la temperatura
y viscosidades para 6 aceites del comercio. Como es habitual, se ha adoptado una escala lineal para
las abscisas (temperaturas) y una escala logarítmica para las ordenadas (viscosidades) por razones
prácticas y de claridad de lectura; en realidad, la adopción de una escala de ordenadas también lineal
ofrece la posibilidad de evaluar, de un modo más inmediato, la marcha verdadera del fenómeno.
Se observa entonces que, así como por encima de 50°C la influencia de la temperatura es moderada
y, por tanto, las diferencias entre viscosidades de los respectivos aceites son muy reducidas, por
debajo de 50°C el aumento absoluto de viscosidades y, en consecuencia, las diferencias de
comportamiento de los diversos aceites se hacen muy notorias.
No debe olvidarse, tampoco, que la viscosidad aumenta con la presión. Este fenómeno, que
debe atribuirse seguramente a un aumento de las reacciones tangenciales en el seno del líquido por
efecto de las mayores tensiones perpendiculares debidas a la presión, se ha expresado gráficamente
en la gráfica Nº 2.4. Se observa de todas maneras que el fenómeno sólo se hace verdaderamente
sensible por encima de 300 bar, por cuyo motivo es de limitado interés para aplicaciones prácticas.
Naturalmente, no se puede renunciar al empleo del aceite sólo por este inconveniente, y por
lo tanto se han ideado tipos de aceites cuya viscosidad es poco sensible a los cambios de
temperatura.
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 7
Gráfica Nº 2.3: Diagramas viscosidad – temperatura para seis aceites del comercio.
Gráfica Nº 2.4: Relación entre viscosidad cinemática y presión. Las curvas de trazo continuo corresponden a un aceite de 21 cst (3°E); los trazos
corresponden a un aceite de 40 cst (5,5°E). Se observa que el fenómeno es más acusado para el aceite más viscoso y para las temperaturas inferiores.
En la práctica, una instalación puede funcionar, tanto con respecto a las condiciones de
operación y ambientales, como al empleo de determinados componentes, dentro de un bien definido
campo de viscosidades (en la gráfica Nº 2.5 éste se halla comprendido entre los límites 1 y 2 ). Si
dentro del ámbito de las temperaturas de funcionamiento la viscosidad del aceite usado puede
resultar excesiva o bien demasiado baja (curva A), se va al encuentro seguro de fenómenos de
cavitación, de influencia de llenado en frío, de fugas excesivas, e incluso de rotura de la película
lubricante en caliente. El aceite bien elegido (curva B) cuando la amplitud del campo de temperaturas
t1 t2 obtenido del diagrama entre 1 y 2 comprende por entero el campo efectivo de temperaturas
de servicio.
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 9
Gráfica Nº 2.5: Diagramas viscosidad – temperatura para dos tipos de aceite: A, aceite con bajo índice de viscosidad (inadecuado para transmisiones
oleodinámicas); B, aceite con elevado índice de viscosidad (apto para transmisiones oleodinámicas)
No debe olvidarse, tampoco, que la viscosidad aumenta con la presión. Este fenómeno, que
debe atribuirse seguramente a un aumento de las reacciones tangenciales en el seno del líquido por
efecto de las mayores tensiones perpendiculares debidas a la presión, se ha expresado gráficamente
en la gráfica Nº 2.5 . Se observa de todas maneras que el fenómeno sólo se hace verdaderamente
sensible por encima de 300 bar, por cuyo motivo es de limitado interés para aplicaciones prácticas.
Gráfica Nº 2.5: Relación entre viscosidad cinemática y presión. Las curvas de trazo continuo
corresponden a un aceite de 21 cst (3°E); los trazos corresponden a un aceite de 40 cst (5,5°E). Se
observa que el fenómeno es más acusado para el aceite más viscoso y para las temperaturas
inferiores.
Una medida de qué tanto cambia la viscosidad de un fluido con la temperatura está dada por
su índice de viscosidad, referido en ocasiones como IV. Este es especialmente importante en los
aceites lubricantes y en los fluidos hidráulicos que se utilizan en condiciones extremas de
temperatura.
Los fluidos con alto índice de viscosidad, muestra un cambio pequeño de viscosidad con
respecto a la temperatura. Un fluido con un bajo índice de viscosidad exhibe un cambio grande en su
viscosidad con respecto a la temperatura.
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 10
En la gráfica Nº 2.6 se muestran curvas típicas de aceites con índices de viscosidades de 50,
100, y 140.
Se imponen a éstos muchas exigencias. Los puntos importantes se incluyen en la siguiente lista.
Los fluidos con una buena fluidez en frío se producen de aceites para naftas. Se emplean en
equipos que arrancan a bajas temperaturas y con máxima temperatura de hasta 30°C.
Si la fluencia en frío no es el criterio decisivo de selección, se recomienda el empleo de fluidos con
base de parafinas que tienen una mayor resistencia a la oxidación y un mejor comportamiento
viscosidad – temperatura.
Se producen sin embargo, predominantemente mezclas de aceite de base de naftas y
parafinas con aceites aromáticos, para ampliar el rango de aplicación.
Los componentes indeseados del aceite, por ejemplo cadenas de azufre, se eliminan por
refinación. Mediante el agregado de sustancias especiales se mejoran las cualidades del aceite
hidráulico, por ejemplo la protección contra el desgaste.
Las exigencias mínimas para el aceite hidráulico se establecen en DIN 51.524.
La selección del material de los equipos debe estar de acuerdo con los nuevos fluidos, por
ejemplo estabilidad de las juntas, tolerancia al plomo, pintura.
Los aceites que tienen el sufijo W deben tener viscosidad cinemáticas en los intervalos indicados
a 100 °C. Los de multiviscosidad, como el SAE10 W-30, deben cumplir con las normas en las
condiciones de baja y de alta temperatura.
La especificación de valores de viscosidad máxima a baja temperatura para aceites está
relacionada con la capacidad del aceite para fluir hacia la superficie que necesitan lubricación, a las
velocidades de motor que se alcanzan durante el inicio de funcionamiento a bajas temperatura. La
viscosidad del bombeo indica la capacidad del aceite para fluir hacia la entrada de la bomba de aceite
de un motor. Las especificaciones del intervalo de viscosidades a altas temperaturas se relacionan
con la capacidad del aceite de proporcionar una película de aceite satisfactoria para llevar las cargas
esperadas mientras no se tenga una viscosidad excesivamente alta que pudiera aumentar la fricción y
las pérdidas de energía generadas por las partes en movimiento.
Las normas siguientes se aplican a las clasificaciones SAE y a los métodos de prueba:
La figura muestra la representación gráfica de los valores límites de las clases de viscosidades
ISO según DIN 51.519 “clasificación de viscosidad ISO para lubricantes fluidos”.
La medida para la variación de viscosidad es el índice de viscosidad que se determina según DIN
2909.
Oleohidráulica aplicada a sistemas móviles 14
Esto se hace que se utilicen aceites HV, los que se desarrollan para grandes variaciones de
temperaturas ambientes.
potencia de fluido, equipo móvil, y muchos otros dispositivos. Los diseñadores deben asegurarse de
que el lubricante puede soportar las temperaturas a las que se le va a someter mientras desarrollan
una capacidad suficiente de traslado de peso. Por consiguiente se tiene necesidad de una amplia
variedad de viscosidades.
Para cumplir con tales requerimientos y seguir teniendo un cierto número de opciones
manejables y económicas, la norma ASTM D2422, Clasificación estándar de lubricantes fluidos
industriales por sistema de viscosidad, define un conjunto de 18 grados de viscosidad ISO, La
designación estándar incluye el prefijo ISO VG seguido por un número que representa la viscosidad
nominal en cSt mm 2 / s para una temperatura de 40 °C. La tabla 6 se presentan los datos. Los
valores máximos y mínimos son mas menos un 10% el nominal. Aunque la norma es voluntaria, la
intención es animar a los productores y usuarios de lubricantes a estar de acuerdo con las
especificaciones en todos los mercados del mundo.