Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AnatomiaOcular2011 Merged PDF
AnatomiaOcular2011 Merged PDF
DEPARTAMENTO DE OFTALMOLOGIA
CURSO DE OFTALMOLOGIA 2011
5º año Medicina
El Globo Ocular.
El globo está formado por tres capas. La capa externa está formada por la esclerótica y la
córnea; la segunda capa está formada por la túnica vascular o úvea que comprende la
coroides, el cuerpo ciliar y el iris; la capa interna está formada por la retina, el epitelio no
pigmentario del cuerpo ciliar y el epitelio pigmentado del iris. En el globo ocular las partes
externas son aquellas alejadas del centro del ojo, en cambio, son internas aquellas más
cercanas al centro del globo ocular.
Esclerótica y Córnea.
La esclerótica y la córnea configuran el límite externo del globo ocular. El eje anatómico
del ojo es una línea que une el polo posterior con el polo anterior del globo. El eje óptico es
una línea que pasa por el centro del sistema óptico del ojo. El eje visual es una línea que
une el punto de fijación en el centro del objeto observado, el punto nodal del sistema
óptico, ubicado cerca de la superficie posterior del cristalino, y la fóvea central. El eje
óptico no coincide exactamente con el eje visual porque el cristalino se encuentra
ligeramente descentrado hacia abajo y hacia nasal, lo que no altera la función visual. El eje
anatómico o largo axial del globo ocular adulto es 24 mm aproximadamente.
La túnica externa está compuesta por los segmentos de dos esferas de curvatura diferente.
La esclerótica de mayor radio de curvatura corresponde al segmento posterior del ojo; la
córnea, de menor radio de curvatura, corresponde al segmento anterior del ojo.
La línea de unión de las dos esferas una formada por la cornea y otra formada por la esclera
corresponde al limbo esclerocorneal. Una línea circular que limita el segmento anterior del
ojo del posterior y que corresponde al límite entre la córnea transparente y la esclera blanca
no transparente.
La esclera es color blanco. Está compuesta fundamentalmente por tejido colágeno lo que le
da una extraordinaria resistencia y pocos vasos sanguíneos lo que permite el color blanco
de ls fibras de colágeno. A manera de un esqueleto externo, la esclera y la cornea cumplen
con la función de contener y proteger los delicados tejidos intraoculares que participan en el
proceso de la recepción visual. Con la ayuda de la presión intraocular producida por los
líquidos que llenan el interior se mantiene la forma esférica del ojo. La esclerótica sirve
como punto de inserción a los músculos extraoculares que producen los movimientos
oculares. En la parte posterior la esclera sufre modificaciones en su estructura que consiste
en alteraciones de su continuidad formándose una zona porosa, la lámina cribosa. Esta área
corresponde a una fenestración de la esclerótica que permite la salida de las fibras nerviosas
que forman el nervio óptico.
El espacio diminuto entre el iris por delante, el cristalino por detrás y el cuerpo ciliar hacia
fuera se denomina la cámara posterior. El humor acuoso recién producido en los procesos
ciliares llega a la cámara posterior.
La circulación del humor acuoso provee los elementos necesarios para el metabolismo de
los tejidos avasculares como la córnea y el cristalino. El humor acuoso sale de la cámara
anterior a través del aparato de drenaje del humor acuoso que está situado en el tejido
limbar vecino al ángulo iridocorneal. Está constituido por el trabéculo y por el canal de
Schlemm y sus ramificaciones esclerales denominadas canales colectores que
posteriormente salen y se anastomosan al plexo venoso epiescleral.
El trabéculo es una malla formada por trabéculas y espacios que se comunican con la
cámara anterior en su límite interno. Hacia afuera el trabéculo limita con el canal de
Schlemm que es un conducto circular situado en la región limbar. El humor acuoso pasa a
traves del trabéculo al Canal de Schlemm desde el cual es llevado por los canales colectores
esclerales hacia el exterior. El equilibrio entre la producción y la eliminación del humor
acuoso determina la presión ocular, una de las constantes fisiológicas del ojo. La presión
ocular normal ocupa un rango entre 10 y 21 mmHg, el promedio de la presión ocular es 16
mm Hg.
El Cristalino.
El cristalino es un lente biconvexo de forma elíptica situado inmediatamente por detrás del
iris en el plano pupilar. Está compuesto por células que forman un epitelio en la superficie
anterior. En la zona ecuatorial estas células se transforman en fibras que rellenan el resto
del cristalino. Está revestido por una fina membrana denominada la cápsula del cristalino.
El cristalino es mantenido en su posición por un aparato ligamentoso de sostén denominado
la zónula cristaliniana. La zónula se extiende en forma radiada desde el ecuador del
cristalino al cuerpo ciliar. El cristalino es transparente gracias a la actividad metabólica de
sus células. Con el tiempo se produce alteración en la eficiencia de las células lo que tiene
por consecuencia pérdida en la elasticidad del cristalino alterando el proceso de
acomodación y también pérdida de su transparencia lo que lleva a catarata.
El Humor Vítreo.
Es un gel que llena las 4/5 partes del volumen intraocular llamada la cámara vítrea situada
entre la cara posterior del cristalino y la pared posterior del globo ocular. Este material
gelatinoso y transparente está compuesto por ácido hialurónico sostenido por una fina trama
de fibrillas colágenas. El lento movimiento de este material fibroso parece ser el origen de
la visión pelusas y puntos negros desplazándose delante de los ojos cuando se desprende de
la pared retinal. El humor vítreo igual que el humor acuoso es una vía para la distribución
de metabolitos dentro del ojo. Ambos junto a la cornea y el humor acuoso constituyen los 4
medios transparentes del ojo que permiten la llegada de los rayos luminosos a la retina.
La Uvea.
Es la capa intermedia del globo ocular conocida como túnica vascular. Se distinguen tres
partes en ella, el iris, el cuerpo ciliar y la coroides.
El Iris.
Es un verdadero diafragma con una abertura central, la pupila, cuyo diámetro se modifica
por acción de dos músculos. El músculo esfínter pupilar inervado por sistema nervioso
parasimpático al contraerse produce miosis, o disminución del diámetro pupilar. El
músculo radial del iris produce dilatación pupilar o midriasis, está inervado por el sistema
simpático.
La superficie posterior del iris se encuentra revestida por el epitelio pigmentario del iris que
impide el paso de la luz, excepto en el área pupilar. La superficie anterior se encuentra
tapizada por una red de fibroblastos iridianos mezclada con una cantidad variable de
melanocitos cuya presencia determina la coloración del iris. Una gran cantidad de
melanocitos determina el color oscuro del iris, una cantidad mediana de melanocitos
determina el color café claro o verdoso y una ausencia de melanocitos determina el color
celeste del iris.
El Cuerpo Ciliar.
La raíz del iris se inserta en el cuerpo ciliar. El surco ciliar entre el iris y el cuerpo ciliar
determina su límite anterior. El límite posterior con la coroides ocurre a la altura de la ora
serrata. El cuerpo ciliar tiene tres funciones. La producción de humor acuoso ocurre en el
epitelio que reviste los procesos ciliares ubicados en el tercio anterior del cuerpo ciliar. Los
dos tercios posteriores corresponden a la pars plana en cuyo epitelio se producen
mucopolisacáridos del humor vítreo. En pleno espesor del cuerpo ciliar se encuentra el
músculo ciliar o músculo de la acomodación inervado por el sistema parasimpático.
La coroides.
La Retina.
Es la tercera capa del globo ocular. Su límite anterior es la ora serrata, el límite posterior
esta alrededor de la papila óptica. Clásicamente se describen en ella 10 capas las que
pueden ser revisadas en textos de histología. El límite externo con la coroides es la
membrana de Bruch. Adosado a la membrana de Bruch se encuentra el epitelio pigmentario
de la retina. Las células del epitelio pigmentario se interdigitan con los segmentos externos
de los fotorreceptores.
Los fotorreceptores son los conos y los bastones. Los bastones están distribuidos en la
retina periférica. El pigmento fotosensible de los bastones se llama rodopsina y tiene su
sensibilidad máxima en los 500 nanómetros de longitud de onda, proveen de esta manera
visión nocturna. Los conos poseen tres tipos de pigmento visual sensible a la luz azul (435
nm), verde (535nm) y roja (565 nm). Estos tres pigmentos, respectivamente, cyanolabe,
clorolabe y erytrolabe forman la base para la discriminación del color. Los conos se
concentran en la parte central de la retina denominada la mácula.
Los fotorreceptores hacen sinapsis con las neuronas bipolares, las que a su vez hacen
sinapsis con las neuronas ganglionares de la retina. Las neuronas ganglionares originan un
axón que viaja por la capa 9 de la retina, la capa de fibras nerviosas, rumbo a la lámina
cribosa donde pasaran a formar el nervio óptico.
El proceso fotoquímico de la visión genera una señal electrica intrarretinal que a nivel de la
neurona ganglionar da origen a un potencial de acción que viaja por el axón rumbo a los
centros visuales superiores. En la retina también existen neuronas de asociación, las
neuronas horizontales y las células amacrinas. Las células de Müller son células de tipo
glial presentes en la retina.
La retina se divide en retina periférica y retina central cerca del polo posterior. La retina
central corresponde a un área de 5 a 6 mm de diámetro. La mácula corresponde a los 3 mm
centrales y la fóvea a los 0.4 mm centrales de ésta. La fóvea está compuesta sólo de conos,
los que permiten la mejor agudeza visual. La mácula tiene un color amarillento debido a la
presencia de pigmentos xantofílico en las neuronas de la región.
El Nervio óptico.
En la zona medial a la mácula se encuentra la papila óptica que es el origen del nervio
óptico. Aproximadamente 1.200.000 axones de las neuronas ganglionares o fibras ópticas
forman el nervio óptico. El nervio óptico se encuentra revestido por las meninges. La
duramadre, la cubierta mas externa del nervio óptico se confunde con la esclerótica en el
polo posterior. Además, están presentes las otras dos capas, la aracnoides y la piamadre. El
aumento de la presión en los espacios subaracnoídeos en los casos de hipertensión
endocraneana es la causa del edema de la papila. La compresión de los axones determina
un cese del flujo axoplásmico desde la retina a nivel de la papila lo que determina el
aumento de volumen de los axones y por ende el edema de papila.
Estos son 5: los párpados, la conjuntiva, el aparato lagrimal, los músculos extraoculares y la
órbita ósea.
Los Párpados.
Ambos párpados poseen un borde libre entre los que se encuentra la hendidura palpebral.
La hendidura se ocluye por contracción del músculo orbicular inervado por el VII par, la
hendidura se abre en gran parte por contracción del músculo elevador del párpado superior
inervado por el III par craneal. Ambos párpados se unen en la región medial y lateral en los
cantos palpebrales. En el borde libre se encuentran las pestañas. A este nivel en la unión
muco cutánea está la línea gris. En ella desembocan los conductos excretores de las
glándulas de Meibomio que son glándulas sebáceas. La superficie externa de los párpados
está revestida por piel, la superficie interna está revestida por conjuntiva tarsal. Esta última
presenta un surco paralelo al borde libre a 1.5 mm de éste sitio frecuente de ubicación de
cuerpos extraños.
La Conjuntiva.
La mucosa que reviste el globo ocular desde el limbo hasta los fondos de saco
conjuntivales. La parte que recubre la esclerótica se denomina conjuntiva ocular o bulbar.
La parte que recubre la pared posterior de los párpados se denomina conjuntiva tarsal.
El aparato Lagrimal.
Está formado por la glándula lagrimal en el ángulo superoexterno de la órbita que es donde
se secretan las lágrimas y por el aparato de drenaje de las lágrimas. Este comienza en los
puntos lagrimales, situados uno en cada párpado, los que dan origen a los canalículos
lagrimales. Superior e inferior. Estos confluyen al saco lagrimal situado debajo del tendón
medial de los párpados el que da origen al conducto lacrimo-nasal que desemboca en la
fosa nasal, por debajo del meato inferior, destino final del drenaje lagrimal.
Músculos Extraoculares.
Existen 4 músculos rectos que se insertan en el vértice orbitario en el anillo de Zinn. Desde
allí se dirigen hacia delante a su inserción en la esclerótica. Los músculos oblicuos se
insertan en la parte superior e inferior del globo ocular. El oblícuo inferior se inserta en el
ángulo infero interno de la órbita. El oblícuo superior se dirige al ángulo supero interno de
la órbita donde pasa por su inserción funcional en la tróclea. Allí se refleja dirigiéndose
hacia el vértice orbitario donde se inserta.
Órbita Ósea.
La órbita tiene la forma de una pirámide. El reborde orbitario está formado por los huesos
frontal, malar y maxilar. La pared superior está formada por el frontal, la pared medial por
los huesos etmoidales, la pared lateral por el malar y el ala mayor del esfenoides y el piso
por el malar y el maxilar. En el vértice orbitario es posible reconocer dos agujeros, el
agujero óptico en plena ala menor del esfenoides y la hendidura esfenoidal entre las alas
menor y mayor del esfenoides. El agujero óptico permite la salida del nervio óptico y la
entrada de la arteria oftálmica. Por la hendidura esfenoidal pasan el III, IV, VI pares, la
rama oftálmica del V par y las venas orbitarias que drenan en el seno cavernoso.
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE OFTALMOLOGIA
CURSO DE OFTALMOLOGIA 2011
5º año Medicina
El examen de los ojos debe ser parte del examen físico de todo paciente. Está
especialmente indicado en aquellos pacientes que consultan por diferentes síntomas
oftalmológicos o una contusión ocular. Antes de efectuar el examen es necesario
obtener una historia pertinente que incluya los síntomas oculares y antecedentes de
contacto con pacientes afectados. En la anamnesis remota es importante obtener los
antecedentes mórbidos, enfermedades recientes u otras de conocida repercusión ocular
como la diabetes mellitas, la hipertensión arterial o la disfunción tiroidea. También son
importantes antecedentes de instilación de gotas oftálmicas o ingesta de medicamentos,
especialmente corticoides. También debe obtenerse una historia familiar de afecciones
oftalmológicas. La anamnesis próxima y remota deben permitir el planteamiento de una
hipótesis diagnóstica, máximo dos.
Síntomas Oculares.
Síntomas visuales.
1. Disminución de visión.
3. Visión de sombras.
Generalmente referidos como velos o cortinas que obscurecen una parte de la visión.
Puede corresponder a desprendimiento de la retina o hemorragia del humor vítreo.
4. Fotopsias.
5. Visión distorsionada.
Las letras son vistas desfiguradas, líneas rectas son vistas en forma curva, quebrada o
con segmentos irregulares, los bordes de figuras se ven deformados. Indica la presencia
de enfermedad en el área macular de la retina que es la encargada de la visión nítida de
bordes,formas y caracteres.
Los pacientes refieren estos halos alrededor de las luces. Ellos se producen por edema
de la córnea por diferentes causas. La causa más común es la elevación brusca de la
presión ocular por glaucoma o bien edema de córnea asociado a queratitis.
7. Ceguera nocturna.
Los pacientes relatan menor visión en la oscuridad que generalmente parte a la hora del
crepúsculo. Esto puede estar asociado a afecciones retinales hereditarias como la
retinitis pigmentosa. También se produce ceguera nocturna en los casos de carencia de
vitamina A. Menos importante, pacientes miopes u otros que usan lentes ópticos pueden
acusar menor visión nocturna cuando el lente que usan es insuficiente para corregir el
defecto óptico lo que se ve acentuado por la dilatación de la pupila en baja iluminación
con lo que disminuye la nitidez por pérdida de la profundidad de foco.
8. Diplopia.
Es la visión doble que ocurre en pacientes que presentan una parálisis de los nervios
oculomotores.
9. Agnosia visual.
2. Fotofobia.
3. Ardor.
4. Dolor periocular.
Se produce en relación con afecciones inflamatorias de los anexos oculares como los
párpados, saco lagrimal, glándula lagrimal o afecciones de los senos paranasales.
Pacientes con errores de refracción refieren que su visión mejora con la disminución de
la hendidura palpebral, esto se debe a que producen de esa manera el efecto de agujero
estenopéico con lo que mejora la visión en estos pacientes por un fenómeno óptico en
que se eliminan los rayos periféricos que son los mas aberrantes en casos con defectos
de refracción..
2. Prurito ocular.
Los pacientes se frotan los ojos a traves de los párpados en búsqueda de alivio. Se
presenta en conjuntivitis bacterianas o alérgicas y también en afecciones palpebrales
alérgicas.
3. Epífora.
Las lágrimas llenan los ojos y se escurren por la mejilla. En los casos agudos puede ser
manifestación de hiperproducción refleja por irritantes o emociones. En los casos
crónicos indica una obstrucción en el drenaje de las lágrimas.
4. Secreción ocular.
5. Párpados pegados.
6. Escamas palpebrales.
7. Sensación de arena.
Pacientes con pocas lágrimas suelen presentar este síntoma, a veces se asocia con la
sensación de poca producción de lágrimas.
8. Parpadeo frecuente.
• Tablero de Snellen
• Linterna,
• Oftalmoscopio
• Cintas de fluoresceína
• Gotas anestésicas de proparacaina al 0.5%
1. Visión normal
2. Visión subnormal
3. Ceguera.
La visión normal es de 0.4 a 1. La agudeza visual es subnormal cuando es de 0.1 a 0.3 y
constituye un importante criterio de referencia al especialista. La ceguera corresponde a
visión 0.05 o menor y reviste un criterio de referencia urgente al especialista para
determinar su causa y tratamiento.
2. Examen externo.
Comprende el examen externo de los ojos de afecciones visibles desde el exterior y que
generalmente el propio paciente señala. Se observa el estado de las cejas, los párpados,
eversión de los párpados, la conjuntiva, la córnea, la cámara anterior y la pupila. Este
examen se realiza mediante la linterna. La luz ambiente no es suficiente para realizar
este examen.
Mediante una cinta de fluoresceína se tiñe el film lagrimal. En caso de existir una úlcera
de la córnea, la fluoresceína, un colorante vital se fija en ese lugar revelando la
presencia de la úlcera como una mancha de color verde que no desaparece ni se
desplaza con el parpadeo. La tinción con fluoresceína es muy útil en el manejo del ojo
rojo. La presencia de una úlcera de la córnea constituye un criterio de referencia al
especialista.
4. Motilidad ocular.
El examen de la motilidad se efectúa con la linterna, ello permite explorar las ducciones
o movimientos de un ojo (el otro ojo debe estar tapado). Por ejemplo aducción y
abducción. Al determinar el músculo extraocular con parálisis es posible determinar el
par craneal afectado. El examen de motilidad también permite determinar el
alineamiento de los ojos y diagnosticar la presencia de estrabismo. Esto es posible
mediante el test de Hirschberg. Este test evalúa la ubicación del reflejo luminoso
puntiforme que se produce en la córnea al iluminar frontalmente los ojos del paciente
con la linterna. El reflejo de la luz cae normalmente en el centro de la pupila. La
excentricidad del reflejo en uno de los ojos indica que ese ojo presenta desviación. La
excentricidad hacia temporal del centro de la pupila indica endotropia y hacia nasal del
centro de la pupila, exotropia.
5. Fondo de ojos.
Si
el
paciente
no
logra
ver
la
letra
mas
grande
de
la
tabla
,
20/400
,
se
le
acerca
a
ella
hasta
que
la
lea
y
se
anota
la
distancia
a
la
cual
la
leyó
en
el
numerador
Ej.
5/400.
Si
aun
no
ve
la
tabla
al
acercarlo
a
ella
se
evalúa
su
capacidad
de
contar
dedos
y
se
anota
a
qué
distancia
lo
hace
Ej.
CD
a
50
cm.
Si
no
puede
contar
dedos
se
debe
evaluar
la
capacidad
de
percibir
movimientos
de
mano
(
luz
–
sombra
)
frente
a
los
ojos
y
se
anota
como
MM.
Y
por
último
aun
no
ve
MM
se
explora
su
capacidad
de
percibir
luz
con
una
linterna.
Se
define
si
tiene
buena
o
mala
proyección
,
determinando
si
puede
verla
en
los
diferentes
cuadrantes
,
(nasal
,
temporal
,
superior
o
inferior
)
según
de
donde
uno
se
la
muestre
(
se
anota
PL).
A
este
nivel
es
también
importante
definir
si
ve
colores
con
un
foco
luminoso
de
colores
,ya
que
esto
nos
puede
indicar
si
tenemos
una
retina
aplicada
con
macula
adherida.
Finalmente
si
no
ve
nada
de
esto
de
dictamina
que
tiene
un
ojo
ciego
sin
percepción
de
luz
(
SPL
).
Mediante
el
uso
de
Agujero
estenopeico
,
que
permite
que
ingresen
al
ojo
solo
aquellos
rayos
paralelos
alineados
centralmente
,
podemos
diferenciar
si
una
mala
agudeza
visual
corresponde
a
un
error
refractivo
o
a
una
patología
ocular
(leucoma
corneal
,
cataratas
,enfermedades
retinales
o
del
nervio
óptico
u
otras
).
En
el
caso
de
errores
refractivos
podemos
lograr
mejoría
de
la
agudeza
visual
.
La
Refracción
es
el
procedimiento
que
cuantifica
el
estado
refractivo
del
ojo
,
definiendo
su
graduación.
Se
basa
en
la
refracción
de
la
luz
producida
al
atravesar
los
diferentes
medios
del
ojo
para
formar
un
foco
puntual
en
la
retina.
De
acuerdo
a
esto
se
define
si
el
ojo
es
emétrope
o
amétrope.
La
emetropía
es
la
condición
oftalmológica
ideal.
De
tal
manera
que
el
ojo
sin
hacer
esfuerzo
logra
converger
por
refracción
los
rayos
luminosos
paralelos
desde
el
infinito
(
6
metros
)
enfocándolos
en
forma
puntual
sobre
la
retina
de
tal
manera
de
transmitir
esta
imagen
por
nervio
óptico
y
vía
óptica
al
cerebro
dando
una
imagen
nítida.
La
Ametropía
se
produce
cuando
esto
no
ocurre
por
un
defecto
de
refracción
,
miopía
,
hipermetropía
o
astigmatismo
,
y
requiere
de
lentes
para
lograr
una
visión
nítida.
Las
Ametropías
o
Vicios
de
refracción
constituyen
la
principal
causa
de
mala
agudeza
visual
.
Hay
tres
tipos
de
Vicios
de
refracción
:
Miopía
Hipermetropía
Astigmatismo
3
Miopía
:
Aparece
generalmente
en
primera
década
de
la
vida
y
progresa
lentamente
hasta
los
25
a
30
años
.
Se
produce
por
un
exceso
de
potencia
de
refracción
de
los
medios
transparentes
del
ojo
(
cornea
mas
curva
)
o
aumento
de
su
longitud
axial
,
lo
que
hace
que
los
rayos
luminosos
procedentes
de
objetos
distantes
convergen
en
un
punto
anterior
a
la
retina.
Los
pacientes
ven
borroso
de
lejos
y
a
medida
que
los
objetos
se
acercan
,
el
punto
focal
se
acerca
a
la
retina
y
las
imágenes
se
ven
mas
nítidas.
Pacientes
con
miopías
mayores
a
-‐6
dioptrías
se
consideran
como
altos
miopes
y
estos
pueden
asociarse
a
alteraciones
orgánicas
de
la
retina.
Se
corrigen
con
lentes
divergentes
o
minus
Hipermetropía
:
Es
un
defecto
frecuente
de
ver
en
niños.
El
ojo
tiene
un
menor
poder
refractivo
ya
sea
por
eje
axial
mas
corto
de
lo
normal
o
cornea
mas
plana
haciendo
que
los
rayos
luminosos
que
vienen
desde
el
infinito
converjan
menos
y
hagan
foco
detrás
de
la
retina.
Clínicamente
ven
mal
para
lejos
y
empeora
para
cerca
.
En
pacientes
jóvenes
o
con
hipermetropía
baja
,
la
acomodación
del
cristalino
compensa
el
defecto
y
no
son
sintomáticos
,
pero
a
medida
que
la
amplitud
de
acomodación
va
disminuyendo
con
la
edad
se
van
haciendo
mas
sintomáticos
y
presentan
presbicia
precoz.
Se
corrige
con
lentes
convergentes
o
plus.
Astigmatismo
:
Este
es
el
defecto
mas
frecuente
en
la
población.
Por
variaciones
en
la
curvatura
de
la
cornea
en
vez
de
que
la
luz
haga
un
punto
focal
en
la
retina
este
se
refracta
en
forma
diferente
según
atraviese
los
diferentes
radios
de
curvatura
de
ella
,
dando
dos
líneas
focales
,
y
por
lo
tanto
en
la
retina
se
da
un
enfoque
lineal
borroso.
Dependiendo
donde
se
produzcan
los
puntos
focales
se
clasificaran
en
:
-‐Astigmatismo
hipermetropico
simple
(
un
foco
en
la
retina
y
otro
tras
la
retina)
o
compuesto
(
ambos
tras
la
retina
)
-‐Astigmatismo
miopico
simple
(
un
foco
en
la
retina
y
otro
delante
de
la
retina
)
o
compuesto
(
ambos
delante
de
la
retina
)
Astigmatismos
mixtos
cuando
un
eje
enfoca
delante
de
la
retina
y
otro
detrás.
Se
corrige
con
lentes
cilíndricos
(
tóricos
)
o
esfero
cilíndricos
(
esferotóricos
)
Presbicia
:
La
capacidad
acomodativa
del
cristalino
se
pierde
progresivamente
con
la
edad
por
disminución
de
la
elasticidad
y
endurecimiento
de
este.
Después
de
los
40
años
esto
se
hace
sintomático
presentando
dificultad
de
la
visión
cercana.
Se
corrige
adicionando
lentes
convergentes
o
plus.
Corrección
de
las
ametropías
Hay
diversa
formas
de
corregir
los
defectos
refractivos
descritos
:
-‐Anteojos
o
lentes
al
aire
4
Ambliopía
Se
define
ambliopía
cuando
tenemos
disminución
de
agudeza
visual
con
su
mejor
corrección
en
ausencia
de
enfermedad
ocular
orgánica
que
la
explique.
Ocurre
por
falta
de
estimulo
visual
adecuado
durante
el
periodo
de
desarrollo
visual
crítico
,
que
se
considera
hasta
los
7
años
.
Esto
puede
deberse
a
causas
congénitas
o
adquiridas.
Los
errores
refractivos
,
especialmente
la
anisometropia
,
que
es
la
diferencia
de
refracción
entre
un
ojo
y
otro
,
el
estrabismo
,
las
ptosis
palpebrales
y
las
cataratas
congénitas
operadas
tardíamente
,
impiden
un
proceso
de
maduración
y
desarrollo
visual
adecuado
llevando
a
la
ambliopía.
Revertir
este
proceso
mediante
estimulación
visual
es
mas
difícil
mientras
mayor
el
niño
y
de
no
hacerlo
en
el
periodo
de
desarrollo
crítico
conlleva
a
disminución
de
agudeza
visual
definitiva
no
recuperable.
El
diagnóstico
y
derivación
oportuna
frente
a
la
sospecha
es
la
clave
del
éxito
del
tratamiento.
Escuela de Medina
Departamento de Oftalmología
Curso de Oftalmología 2011
CATARATA
I. Introducción.
Catarata senil.
Constituye la causa más frecuente de catarata. El aspecto morfológico más
característico es de una catarata de predominio nuclear. Se manifiesta típicamente por
una pérdida lenta y progresiva de la agudeza visual bilateral (aunque puede ser
asimétrica) después de los 60 años. Se estima como factores de riesgo para el desarrollo
de una catarata senil precoz los antecedentes hereditarios, la exposición a radiación
ultravioleta, el tabaquismo y carencias nutricionales.
Catarata congénita.
Constituye el 30% de las causas de ceguera infantil. Puede ser uni o bilateral,
siendo más ambliopizantes las unilaterales. Su morfología es muy variable. Un 40% de
las cataratas congénitas son idiopáticas, y el resto pueden ser hereditarias (generalmente
de herencia autosómica dominante), asociadas a infecciones intrauterinas como la
rubéola o trastornos metabólicos (galactosemias, hipocalcemias). El diagnóstico se
realiza por la presencia de leucocoria o disminución del rojo pupilar en el recién nacido.
Una catarata infantil puede detectarse en el estudio de un estrabismo, nistagmus
o baja de agudeza visual. Dado el riesgo de ambliopía, la catarata congénita visualmente
significativa debe resolverse con prontitud antes de los 3 meses de vida.
Catarata traumática.
El trauma ocular constituye la primera causa de catarata en la población menor
de 60 años. Muchas veces el trauma se asocia a otras alteraciones intraoculares, lo que
ensombrece el pronóstico visual. La opacificación del cristalino puede ser inmediata,
especialmente cuando existe un trauma ocular penetrante con ruptura de la cápsula del
cristalino, o bien tardía, con disminución de la agudeza visual décadas después del
traumatismo.
GLAUCOMA
Dr. Eugenio Maul de la Puente
La presión intraocular es una de las constantes fisiológicas del ojo. La presión ocular es
necesaria para mantener la forma semiesférica del globo ocular. Esta se produce por un
equilibrio entre la producción del humor acuoso en los procesos ciliares y la eliminación
a traves del aparato de drenaje del humor acuoso ubicado en el ángulo iridocorneal. El
aparato de drenaje está formado por el trabéculo, el canal de Schlemm y los canales
colectores esclerales. El nivel de presión ocular tiene un valor promedio en la población
de 16 mmHg con una desviación estándar de 2.5mmHg, por lo que valores sobre 21
mmHg se consideran probablemente patológicos. La presión ocular puede subir por un
aumento de la producción de humor acuoso o por un obstáculo en la excreción del
humor acuoso. Casi todas las formas de glaucoma se deben a un obstáculo en el drenaje
del humor acuoso. La etiopatogenia de este obstáculo varía según las diferentes formas
de glaucoma.
I. Glaucoma Congénito.
Este glaucoma aparece en el niño recién nacido y hasta los 3 años de edad. La
prevalencia de este glaucoma es 0.05% de la población. La elevación de la presión se
produce por una falla en el desarrollo del trabéculo. El 30% está presente al nacer,
alrededor del 70% se manifiesta antes del año de edad el 100% se ha manifestado a los
3 años de edad. Aproximadamente dos tercios de los casos son bilaterales.
Su incidencia es de uno por cada 10.000 a 15.000 recién nacidos. Este Glaucoma es
sintomático. Los niños presentan epífora y fotofobia producto de la distensión de las
terminaciones nerviosas de la córnea por efecto de la presión ocular elevada. La córnea
puede presentar edema. El diámetro de la córnea se encuentra aumentado, debiendo ser
11.5 mm al nacer y 12 mm al año, un exceso de 1 mm de estos valores representa
sospecha de glaucoma en el niño que lo presenta. Esto ocurre porque la pared ocular del
niño hasta los 3 años de edad es distensible expandiéndose por efecto de la presión
intraocular elevada. La primera persona que nota esta alteraciones es la madre del niño
y motiva la consulta al oftalmólogo para el diagnóstico.
Glaucoma Neovascular.
Glaucoma Uveitico.
Glaucoma Traumático.
Estos pacientes antes de sufrir un ataque de glaucoma agudo, presentan a veces una
historia de cierres transitorios del ángulo iridocorneal sin llegar a la crisis del glaucoma
agudo recién descrita, lo que se denomina glaucoma subagudo por cierre angular.
En estos episodios se puede producir edema de la córnea lo que causa la visión de arco
iris alrededor de las luces, visión de humo y dolor ocular o cefalea hemicránea.
Espontáneamente se abre el ángulo en estos casos normalizándose la presión ocular. El
diagnóstico de esta forma es por anamnesis y luego confirmando la configuración de
cámara anterior estrecha y ángulo estrecho en el examen físico del paciente.
1. Tratamiento medicamentoso
2. Trabeculoplastía con laser argon
3. Trabeculectomía con o sin antimetabolitos
4. Válvulas para glaucoma
5. Ciclofotocoagulación
1. Tratamiento médico.
Estos últimos dos grupos constituyen el 30% de los casos y requieren de tratamiento
con láser o cirugía.
El tratamiento con rayo láser se efectúa con láser argon azul-verde, se aplican diminutos
disparos de 50 micrones de diámetro en la región del trabéculo. La administración de
láser al tejido trabecular permite mejorar la salida del humor acuoso y de esa manera
disminuir la presión ocular.
3. Trabeculectomía.
Los pacientes que después del tratamiento médico o con láser continúan con la presión
ocular elevada deben ser operados mediante trabeculectomía. Esta técnica
microquirúrgica permite crear una vía de salida para el humor acuoso desde la cámara
anterior hacia el espacio subconjuntival con los propios tejidos oculares normalizando la
presión ocular. El 80 a 90% de estas operaciones son exitosas. Los pacientes que por
exceso de cicatrización cierran la filtración externa de humor acuoso elevándose
nuevamente la presión ocular deben ser reoperados. La reoperación debe incluir el uso
de agentes inhibidores de la proliferación fibrosa (5 fluoruracilo o mitomicina) con el
objeto de evitar que vuelva a obstruirse el área filtrante.
Cuando fracasan los métodos anteriores debe colocarse válvulas para normalizar la
presión ocular. Entre estos últimos destaca el implante de Molteno, la válvula de Ahmed
y el implante de Baerveldt. Estos dispositivos mediante un tubo diminuto colocado en la
cámara anterior a traves del limbo drenan el humor acuoso hacia una cámara de drenaje
de material sintético colocada sobre el globo en la región orbitaria disminuyendo la
presión ocular.
Cuando fallan todos los métodos anteriores es posible fotocoagular con laser la región
de los procesos ciliares con el objeto de producir atrofia de los mismos y de esta manera
disminuir la producción de humor acuoso para disminuir la presión ocular.
Los pacientes operados con láser, trabeculectomía o con implante de Molteno deben ser
controlados periódicamente vigilando el nivel de presión ocular y el campo visual igual
que los pacientes bajo tratamiento médico. Esto permite intervenir terapéuticamente en
forma oportuna en los casos en que recidiva el glaucoma para evitar la ceguera por esta
enfermedad.
Objetivos.
I Introducción.
El ojo rojo constituye el principal motivo de consulta oftalmológico en la atención primaria, por lo
que es necesario que el médico general esté capacitado para tratar sus causas, así como reconocer los criterios
de derivación que hagan sospechar un riesgo para la integridad y funcionalidad del globo ocular.
En esta clase revisaremos la anatomía funcional de la superficie ocular, explicaremos los elementos
esenciales en el examen clínico de un paciente con ojo rojo que nos permitan llegar a un diagnóstico,
aprenderemos a reconocer los criterios de derivación al especialista, y entregaremos una guía terapéutica
básica de las patologías más frecuentes.
Entendemos por superficie ocular una unidad anátomo-funcional de diversas estructuras del ojo y sus
anexos, que permiten mantener la transparencia de la cornea y proteger al ojo de la agresión externa. Bajo esta
definición consideramos la Conjuntiva, el Limbo esclerocorneal, el Epitelio Corneal y la Película Lagrimal.
Los párpados, la Glándula lagrimal principal y el sistema de drenaje lagrimal constituyen los anexos
esenciales para la adecuada homeostasis de la Superficie Ocular, contribuyendo a la humectación y
eliminación de sustancias tóxicas. Para el mantenimiento de esta homeostasis son también necesarias unas
vías nerviosas aferentes y eferentes intactas. Las funciones necesarias para mantener la transparencia e
indemnidad de la cornea son: hidratación, oxigenación, nutrición, remoción de materiales de desecho, barrera
inmunológica, y la reparación frente a traumatismos.
Conjuntiva. Lámina formada por epitelio y estroma, ricamente vascularizada, que reviste la superficie del
globo ocular desde el limbo esclerocorneal, se refleja en los fondos de saco y recubre la superficie posterior
de los párpados. Posee células caliciformes y glándulas lagrimales accesorias que producen el film lagrimal.
Tiene además un importante rol inmunológico en diversas patologías de la superficie ocular. Se denomina
conjuntiva tarsal a la que reviste la superficie interna del párpado y conjuntiva bulbar la que reviste al globo
ocular. La carúncula es un tejido cutáneo no queratinizado, localizada en el ángulo nasal de la superficie
ocular. El pliegue semilunar se forma en la unión de la carúncula con la conjuntiva bulbar.
Película Lagrimal. El film lagrimal conforma una capa de 10µ de espesor sobre el epitelio corneal y el resto
de la superficie ocular. Está compuesta por agua, proteínas y lípidos, además de diversos factores de
crecimiento y trofismo, inmunoglobulinas y sustancias antibacterianas. Es la principal superficie refractiva del
ojo, y permite la adecuada oxigenación de la cornea. Constituye la principal barrera de defensa del globo
ocular contra alergenos, toxinas y microorganismos.
Frente a un paciente que consulta por ojo rojo, existen elementos fundamentales en la historia clínica y
examen que deben ser evaluados.
Anamnesis. Debe especificar el tiempo de duración del ojo rojo y su evolución, así como los síntomas
asociados (ardor, lagrimeo, fotofobia, secreción, etc). Debe preguntarse dirigidamente por traumatismos, uso
de colirios, enfermedades oculares y sistémicas. La presencia de dolor periocular o retro-ocular puede estar
asociado a una patología intraocular u orbitaria.
Agudeza visual. Debe ser siempre evaluada. Un paciente con ojo rojo asociado a disminución de la agudeza
visual debe ser derivado al especialista, aunque no sea posible establecer la causa de ojo rojo.
Eversión tarsal. La eversión del tarso superior debe realizarse en todo paciente con ojo rojo, a fin de
descartar la presencia de un cuerpo extraño adherido a la conjuntiva tarsal, la presencia de pseudomembranas
características de la conjuntivitis por Adenovirus, o la presencia de folículos y papilas que nos orientarán en
la etiología de una conjuntivitis.
Fig 9. Tinción punctata del epitelio corneal Fig 10. Tinción fluoresceínica de cornea y conjuntiva
en la queratoconjuntivitis sicca. En causticación.
Estimación digital de la presión ocular. Este método en ausencia de un tonómetro, nos permite una
estimación aproximada de la presión intraocular al comparar entre los ojos del paciente, o del paciente con
otra persona, y definir si hay hipertonía o hipotonía. Para ello ponemos ambos dedos sobre el globo ocular
(con los párpados cerrados) y comprimimos suavemente con uno de los dedos, sintiendo el rebote de la
presión en el otro dedo. Cuando la presión ocular está alta (sobre 40 mmHg) la onda de rebote no es percibida
por el dedo sensor. Cuando la presión ocular está baja (menos de 10 mmHg) el globo ocular es fácilmente
indentable.
Exploración del segmento anterior. Con la ayuda de una linterna se realizará una exploración sistemática de
la superficie ocular, buscando alteraciones en párpados, conjuntiva, esclera, cornea, iris, cámara anterior,
pupila y cristalino. La inspección permitirá distinguir claramente 4 tipos de ojo rojo:
Hemorragia subconjuntival.
Hiperemia localizada.
Hiperemia central o periquerática.
Hiperemia periférica.
El ojo rojo periquerático se explica por la anastómosis que se realiza a nivel del limbo esclerocorneal entre los
vasos ciliares intraoculares y los vasos conjuntivales superficiales. De este modo, la inflamación intraocular
se manifestará por hiperemia predominantemente central pericorneal, y la inflamación conjuntival por
hiperemia predominantemente periférica.
Fig. 11. Tipos de ojo rojo.
Para reconocer las diferentes causas de ojo rojo, las clasificaremos de acuerdo al siguiente esquema:
Orzuelo.
Es un pequeño absceso producido por una infección estafilocócica del folículo de una pestaña y/o de
sus glándulas anexas (glándulas de Zeis o de Moll). Se manifiesta por un aumento de volumen eritematoso
localizado y sensible a la palpación, ubicado en el borde libre palpebral. A los dos o tres días de evolución es
posible ver una pústula característica en su centro. Su curso es autolimitado, tendiendo a la remisión
espontánea en una a dos semanas. El ojo rojo asociado suele ser difuso y de predominio periférico, y
corresponde al efecto pro-inflamatorio de las toxinas estafilocócicas sobre la conjuntiva.
El tratamiento del orzuelo está destinado a reducir la duración de la enfermedad, mediante la
aplicación de compresas tibias y el uso de antibióticos tópicos.
Chalazion.
Corresponde a un quiste de retención de la glándula de Meibomio por obstrucción de su drenaje en el
borde libre palpebral, dando origen a la acumulación de la secreción grasa y reacción inflamatoria tipo
granulomatosa. Se observa con mayor frecuencia en niños, en pacientes con acné rosácea y asociado a
blefaritis. Al examen se observa un aumento de volumen de consistencia cauchosa en el párpado y alejado de
su borde, que puede o no presentar signos inflamatorios asociados. El chalazión tiende a la reabsorción
espontánea al cabo de uno o varios meses. El masaje con compresas tibias ayuda a su reabsorción. En lesiones
persistentes de más de un mes es posible realizar un curetaje quirúrgico para mejorar el aspecto estético del
párpado.
A B
Blefaritis.
Corresponde a un grupo de afecciones del borde libre palpebral, que tienen en común una alteración
en la cantidad y composición de la secreción sebácea de las glándulas de Meibomio, que se manifiesta
clínicamente por la presencia de caspa y costras grasas en las pestañas, asociada a cambios inflamatorios
palpebrales de intensidad variable. La inflamación conjuntival se produce por el efecto tóxico de esta
secreción sebácea alterada, o bien por la inestabilidad producida en la película lagrimal, lo que da lugar a un
síndrome de ojo seco de tipo evaporativo. Las blefaritis más comunes son la blefaritis seborreica, la blefaritis
rosácea y la blefaritis estafilocócica. El tratamiento consiste en el aseo diario del borde palpebral para
remover la grasa solidificada, y el uso frecuente de lágrimas artificiales para enjuagar la superficie ocular, y
reducir el síndrome de ojo seco. Las blefaritis estafilocócicas requieren tratamiento antibiótico tópico
prolongado y la blefaritis asociada a rosácea se trata de preferencia con derivados de tetraciclinas orales.
Fig 14A. Blefaritis seborreica. Fig 14B. Blefaritis estafilocócica.
Dacriocistitis.
Corresponde a la infección del saco lagrimal, comúnmente asociada a una obstrucción previa del
conducto lacrimonasal. Se manifiesta por un aumento de volumen inflamatorio y doloroso en la zona donde se
localiza el saco lagrimal, y puede observarse reflujo de pus por el punto lagrimal al comprimir el el saco
lagrimal. Requiere tratamiento antibiótico sistémico considerando cobertura para estafilococo que es la
etiología más frecuente. La resolución quirúrgica de la obstrucción del conducto lacrimonasal es necesaria
para prevenir la recurrencia de esta complicación.
Conjuntivitis Bacteriana.
Se presenta como ojo rojo periférico de comienzo unilateral, de rápida evolución (menos de 24 hrs),
asociado a secreción mucopurulenta. Puede acompañarse de edema palpebral, quemosis y queratitis punctata
leve. El dolor periocular es raro, siendo la principal molestia el ardor. La tinción fluoresceínica evidencia una
reacción papilar en la conjuntiva tarsal. La conjuntivitis bacteriana es autolimitada, con remisión tras 5 a 10
días de iniciada la infección. Los gérmenes más frecuentes son staphylococcus aureus, streptococcu
pneumoniae y haemophylus influenzae. El tratamiento antibacteriano tópico está destinado a disminuir los
síntomas y reducir el tiempo de evolución, disminuyendo así la probabilidad de contagio. El antibiótico a
elegir es empírico, no siendo necesaria la toma de cultivos si la evolución es de curso habitual. Los
antibacterianos más usados son los aminoglucósidos, el cloranfenicol y las fluoroquinolonas de 2da y 4ta
generación, administrados cada 2-4 horas por un periodo de 5-7 días.
Conjuntivitis Viral.
El cuadro clínico de la conjuntivitis viral es prácticamente indistinguible de la conjuntivitis
bacteriana, salvo por un comienzo menos violento y por la frecuente asociación a un cuadro viral respiratorio
o sistémico. La secreción purulenta suele ser menos frecuente y la fluoresceína muestra una reacción del tipo
folicular en los tarsos. Su curso clínico es más prolongado, siendo sintomática por 1 a 3 semanas, y altamente
contagiosa en el medio familiar y escolar. Dado la ausencia de tratamientos antivirales específicos, y la
similitud del cuadro clínico con la conjuntivitis bacteriana, se tratan con esquemas antibióticos similares.
El adenovirus es la causa más frecuente de este grupo, presentando características clínicas que
requieren manejo por especialista, como la formación de pseudomembranas y compromiso corneal. Ante una
conjuntivitis aguda prolongada por más de 7 días, presencia de pseudomembranas y disminución de agudeza
visual, el médico general debe derivar al especialista.
A B
Fig 17A. Conjuntivitis adenovírica. Pseudomembrana en la conjuntiva tarsal inferior. B Infiltrados corneales.
Conjuntivitis Alérgicas.
Corresponde a un cuadro de ojo rojo superficial bilateral, más frecuente en primavera y verano, en el
que el síntoma cardinal es el prurito. A diferencia de las conjuntivitis infecciosas, es un cuadro crónico y
recurrente, con exacerbaciones de variable intensidad. Es frecuente la asociación a otras manifestaciones
alérgicas como la rinitis, el asma y la dermatitis. La reacción papilar tarsal es significativa, observándose en
algunos casos papilas gigantes mayores de 1.5 mm. Existe una forma de conjuntivitis alérgica hiperaguda, que
se manifiesta por intenso edema palpebral y quemosis unilateral o bilateral producida por la exposición a un
alérgeno generalmente de origen vegetal. El tratamiento con antihistamínicos sistémicos suele ser inefectivo,
siendo el uso tópico de estabilizadores de mastocitos y antihistamínicos la base del tratamiento.
Pterigion y pinguécula.
La pinguécula es una degeneración elastoide de la conjuntiva, de alta prevalencia en la población
adulta, y que se localiza en la conjuntiva bulbar nasal en el meridiano horizontal. Ocasionalmente puede sufrir
cambios inflamatorios debido a desecación, exposición solar y roce mecánico, dando origen a un ojo rojo
localizado de curso autolimitado, que responde sintomáticamente al uso de lágrimas artificiales y colirios
vasconstrictores.
El pterigion es una proliferación fibrovascular de la conjuntiva bulbar nasal y menos frecuentemente
temporal, localizada en el meridiano horizontal, que puede invadir la cornea. Se asocia a alta exposición solar,
viento y polvo. Dada su alta tasa de recidivas, se indica su resección cuando obstruye el eje visual o induce un
astigmatismo corneal significativo.
Epiescleritis.
Corresponde a la inflamación de la epiesclera, que es un tejido conectivo localizado bajo la
conjuntiva bulbar, recubriendo la esclera. Se manifiesta por episodios únicos o recurrentes autolimitados de
ojo rojo localizado y la presencia de un nódulo subconjuntival, asociado a dolor. La instilación de un colirio
vasoconstrictor mostrará una reducción de la hiperemia conjuntival, pero persistencia de la hiperemia
epiescleral lo que permite hacer la diferencia con la conjuntivitis. Las epiescleritis recurrentes pueden
presentar asociación a enfermedades autoinmunes hasta en un 50% de los casos. El tratamiento es sintomático
mediante colirios de lubricantes y descongestionantes.
A B
Escleritis.
La esclera es una capa escasamente vascularizada, compuesta de fibras colágenas y fibroblastos, que
es analogable histológica y funcionalmente a las vainas sinoviales de las articulaciones. La inflamación de la
esclera fisiopatológicamente implica necrosis y colagenolisis, por lo que es una entidad con alta asociación a
enfermedades autoinmunes sistémicas del colágeno. Las manifestaciones clínicas de la escleritis son ojo rojo
localizado o difuso, muy doloroso y la esclera afectada se observa de color violáceo. Puede comprometerse la
agudeza visual, y acompañarse de uveítis y queratitis. Debe realizarse un estudio exhaustivo de la causa, ya
que puede existir riesgo vital por la patología subyacente (vasculitis, por ej.).
Fig 21. Escleritis localizada.
Hemorragia subconjuntival.
La hemorragia subconjuntival es un motivo frecuente de consulta por el temor del paciente a que sea
la manifestación de una enfermedad ocular grave. Las principales causas de esta condición son el stress, los
tratamientos anticoagulantes y consumo de AINE, y las maniobras de valsalva, que condicionan la ruptura de
los fino capilares de la vasculatura de la conjuntiva, y su extravasación hacia el espacio subconjuntival.
En ausencia de antecedentes de trauma o enfermedad ocular previa, y con un examen oftalmológico
normal, el tratamiento de esta condición será educar al paciente y explicar la historia natural a la reabsorción
en un periodo de 2 a 4 semanas.
Queratitis.
La inflamación de la cornea tiene muchas causas, y su diagnóstico diferencial recae en la evaluación
del especialista. El rol del médico general es poder detectar esta condición y derivarla oportunamente, dado el
riesgo de compromiso visual.
Se manifiesta por ojo rojo periquerático, baja agudeza visual, y una disminución de la transparencia
localizada o difusa de la cornea. Si la queratitis presenta defecto epitelial o ulceración asociada, esta será
posible ser detectada con la tinción fluoresceínica. La superficie corneal es una de las áreas con mayor
sensibilidad del cuerpo, por lo que las queratitis suelen ser muy sintomáticas con intensa fotofobia, epífora y
blefaroespasmo.
Existen queratitis virales (la herpética es la más frecuente con su clásica ulcera dendrítica),
bacterianas, por medicamentos, traumáticas, usuarios de lentes de contacto, queratitis actínica por quemadura
solar, etc...
Glaucoma agudo
El glaucoma agudo es una emergencia oftalmológica que el médico general debe reconocer y
comenzar tratamiento inmediato por el riesgo de pérdida visual permanente.
Se manifiesta por rojo periquerático generalmente unilateral, asociado a dolor intenso, fotofobia y
epífora. La agudeza visual está disminuida, hay opacificación de la córnea, pero no hay lesión que tiña con
fluoresceína. La pupila generalmente se encuentra en semimidriasis y no responde a la luz. La toma de la PIO
hace el diagnóstico, que se encuentra elevada generalmente sobre los 40 mmHg. Puede acompañarse de
nauseas y vómitos, lo que puede confundir al médico general por cuadros gastrointestinales. El tratamiento
inicial busca reducir la presión intraocular por vía sistémica y tópica.
Puede administrarse inicialmente una infusión intravenosa de manitol al 15-20 % a pasar 500 ml en
30 minutos, y si la tolerancia gástrica lo permite, prescribir acetazolamida oral a dosis de 250-500 mg c/8 hrs,
y conjuntamente iniciar la instilación tópica colirios hipotensores, como el timolol al 0.5% c/6 hrs y análogos
de prostaglandinas (latanoprost) c/12 hrs, en espera del tratamiento realizado por el especialista, que será la
realización de iridotomías láser para resolver el bloqueo pupilar causante de la alza brusca de presión.
En un paciente con ojo rojo que presente uno o más de los siguientes antecedentes, es necesaria la
derivación para el adecuado estudio y tratamiento por el oftalmólogo.
Celulitis Glaucoma
blefaritis conjuntivitis hipolacrimia epiescleritis escleritis queratitis uveitis
orbitaria agudo
Agudeza
normal normal variable baja normal variable baja baja baja
visual
Tinción
no no si no no no si no no
fluoresceina
Reacción papilas
no no no no no no no no
tarsal folículos
central central
hiperemia periférica periférica interpalpebral difusa localizada localizada central
Las imágenes recibidas a nivel foveal por cada ojo, que no son sino estímulos de una variable
gama de ondas del espectro lumínico, activan los elementos fotosensibles de la retina. Estas
excitaciones son transformadas en otro tipo de energía, la cual es transmitida hacia la corteza
visual a través de la vía óptica.
La adquisición de una binocular dad normal requiere como condición un buen desarrollo de
ambas fóveas, lo que se produce en el llamado período crítico de desarrollo visual que va desde
el nacimiento hasta los nueve años en la vida del niño. En dicho período la corteza visual
permanece lo suficientemente lábil como para adaptarse a las influencias derivadas de la
experiencia o el ambiente. Al nacer, la fóvea esta inmadura desde el punto de vista anatómico,
pero aún es superior al resto de la retina, completando su desarrollo alrededor de los 4 meses de
vida. Las vías visuales son parcialmente mielinizadas y solo alcanzarán su completo desarrollo
alrededor de los 2 años de vida. El crecimiento de neuronas corticales y la formación de sinapsis
empieza a las 25 semanas de gestación, es muy activo en el recién nacido (RN) y continúa
durante los 2 primeros años.
Como pueden ver, el sistema visual humano experimenta un gradual desarrollo, pero no sólo
anatómico sino también desde un punto de vista funcional. Algunos ejemplos de esto a
continuación:
Se supone que la mayoría de los recién nacidos tienen una forma innata de visión binocular,
basada en niveles subcorticales, que mantiene el alineamiento binocular mientras se produce la
maduración de la vía visual y de la corteza cerebral. Este alineamiento se alcanza en general al
primer mes, una vez desarrollado el reflejo de fijación. Sin embargo, es común y normal que en
los primeros meses de vida se produzcan desviaciones transitorias y a veces variables (hacia
dentro, afuera, arriba, etc). Lo que francamente es patológico es que persistan estas desviaciones
después de los 3 a 4 meses o que existan desviaciones permanentes, francas aún antes de ese
plazo.
La estereopsis, esto es, la capacidad para apreciar tridimensionalmente los objetos de nuestro
entorno, recién aparece en forma primaria a los 4 meses de vida.
Podemos concluir por lo tanto que, a medida que el niño se desarrolla, van surgiendo distintas
respuestas sensoriales y motoras. Un segundo concepto de importancia es que las funciones
visuales que el niño va desarrollando no se encuentran maduras sino hasta fines de la primera
década de vida, de modo que cualquier patología que las afecte en este período producirá daños
tanto más profundos cuanto más precozmente actúe. Un ejemplo claro es el de la catarata
congénita, la que, por su precocidad, dañará enormemente la AV, la capacidad de fijar y la
posibilidad de tener estereopsis si no la tratamos oportunamente. Por otro lado, esta inmadurez
del sistema visual nos permitirá tratar estas patologías e intentar mejorar el desarrollo visual,
mientras más precoz la terapia, mejores resultados visuales (plasticidad del sistema visual).
Incluye:
o estrabismo.
En los niños entre los 2.5 y 4 años se usan las cartillas de HOTV y LEA.
En los niños de 7 o más años se usan las letras de los optotipos de snellen,
también pueden usarse n�meros.
Es importante evaluar:
la mácula
AMBLIOPIA
Es el gran tema dentro de la patología infantil porque puede surgir como complicaci�n de
diversas enfermedades oculares, porque se genera solo en el niño en desarrollo aun cuando sus
efectos pueden ser de por vida y porque solo es tratable en los primeros años.
Los requerimientos fundamentales para el desarrollo visual normal en el niño son:
En los casos unilaterales, la falta de estimulaci�n adecuada del ojo con problemas, se suma a la
"competencia" entre �ste y el ojo sano en forma tal que a nivel cerebral se selecciona la
informaci�n proveniente del mejor ojo, lo cual profundiza el da�o.
• La oclusi�n ocular con parche es el m�todo más efectivo, más barato y más
usado. La oclusi�n del ojo dominante (con mejor AV), priva de �l al paciente,
lo que hace que el ojo ambliope trabaje al m�ximo.
o Se puede iniciar desde los 6 meses de vida y se debe prolongar hasta los
10 o 12 años, el parche se debe aplicar en la cara y no al anteojo.
Existe el peligro de ambliop�a del ojo inicialmente sano, secundaria a la
oclusi�n, por lo que debemos tener la precauci�n de controlar
semanalmente al niño si es menor de un a�o y quincenalmente después y
permitir el uso del ojo dominante. Los esquemas de oclusi�n tienen como
objetivo mejorar la AV. Los esquemas de oclusi�n var�an seg�n la
severidad de la ambliop�a , bas�ndose en la agudeza visual del ojo
ambliope para definir el tratamiento inicial.
penalización óptica:
• penalizaci�n farmacol�gica:
Transmisi�n
Manifestaciones cl�nicas
Usualmente aparece entre los 5 y 19 días post parto, pero se puede iniciar más temprano e
incluso antes del parto cuando hay rotura prematura de membranas.
Diagn�stico de laboratorio
El m�todo más sensible y fácil es el frotis conjuntival te�ido con Giemsa, ya que, a diferencia
de los adultos, en los recién nacidos se observa un gran n�mero de cuerpos de inclusi�n.
Tratamiento
Microbiolog�a
Manifestaciones cl�nicas
Las manifestaciones cl�nicas comienzan generalmente entre 1 y 3 d�as postparto, sin embargo
en caso de rotura prematura de membranas, el niño puede infectarse en el �tero, con lo que la
conjuntivitis se evidenciar� antes. Se caracteriza por ser una conjuntivitis bilateral, severa,
hiperaguda, con edema palpebral, secreci�n purulenta abundante. El gonococo es capaz de
atravesar el epitelio corneal intacto y producir �lcera corneal y endoftalmitis.
Diagn�stico de laboratorio
La tinci�n de gram es casi tan sensible como el cultivo y a menudo se diagnostican casos por
tinci�n de gram, aunque el cultivo resulte negativo.Por lo tanto, es necesario realizar ambas
pruebas
Tratamiento
Manifestaciones cl�nicas
Tratamiento
Penicilina G t�pica 100.000 U / ml cada 15 minutos por varias horas, y luego horario
dependiendo de la respuesta.
La siguiente es una lista de otros microorganismos que pueden causar oftalmia neonatorum:
• Staphylococcus aureus.
• Estreptococos.
• Haemophilus spp.
• Pseudomonas aeruginosa.
• Moraxella catharralis.
• E. coli y E. Cloacae.
• Virus herpes simplex.
• Otros virus: adenovirus, Coxsackie A9, citomegalovirus, Echovirus.
De �stas la más frecuente es la provocada por Staphylococcus aureus, se manifiesta como una
conjuntivitis leve, con hiperemia y secreci�n mucosa o mucopurulenta. Aparece a los 10 d�as
del nacimiento en promedio. Puede haber un ligero edema palpebral. La tinci�n de gram
mostrar� la presencia de cocos grampositivos con c�lulas polimorfonuclerares. El tratamiento
puede ser cloramfenicol, (o alguno que contenga bacitracina) en ung�ento 2 a 3 veces al d�a
por 7 d�as o bien cualquier ab t�pico que tenga acci�n sobre grampositivos.
Otra conjuntivitis de importancia, pero no tan frecuente es la causada por herpes simplex(HS).
En general el responsable es el HS tipo II. La conjuntivitis se observa aisladamente, combinada
con otras lesiones oculares o con enfermedades diseminadas. Puede asociarse con blefaritis
vesicular, lesiones del epitelio corneal, cataratas o coriorretinitis. La conjuntivitis es a veces el
primer s�ntoma de enfermedad en un recién nacido, que después desarrollar� un herpes
diseminado. Se observa en un 5 a 20% de los casos de herpes neonatal. Puede manifestarse entre
los 3 y 14 d�as de edad, siendo la media 7 d�as. El aspecto cl�nico no es distintivo.Se
observa inyecci�n conjuntival, edema palpebral y secreci�n no purulenta. Entre un 30 a 50%
de los pacientes presentan lesiones t�picas cut�neas en cualquier lugar del cuerpo, a veces en
forma de blefaritis vesicular.
Frente a un niño con epífora, debemos siempre tener en mente las siguientes patologías:
• glaucoma congénito
frente a todo niño con lagrimeo sospecharlo.
Aparato secretor
Aparato excretor
Punto lagrimal
El punto lagrimal debe estar invertido contra el globo ocular. El punto lagrimal superior se ubica
a la altura de la uni�n del pliegue semilunar y la car�ncula. El punto lagrimal inferior se ubica
a la altura del pliegue semilunar.
Canal�culo lagrimal
La porci�n vertical del canal�culo se denomina ampolla, se ubica perpendicular al borde
palpebral, su largo es 2 mm.
Saco lagrimal
El saco lagrimal se encuentra dentro de la fosa del saco lagrimal. Medial al saco se ubica el
meato medio de la cavidad nasal, separado del saco por el hueso lagrimal y el proceso frontal del
hueso maxilar.
Conducto lacrimonasal
La direcci�n del segmento �seo o superior del conducto lacrimonasal es hacia lateral y
posterior y mide 12 mm. El conducto lacrimonasal se abre en la nariz a través de un ostium que
está� parcialmente cubierto por un repliegue de mucosa denominado v�lvula de Hasner, es a
este nivel donde se producen la mayoría de las obstrucciones en los niños.
El tratamiento es quir�rgico
F�stulas cong�nitas
Mucocele cong�nito
El tratamiento consiste en el sondaje que tiene una efectividad del 80 %. Hay una asociaci�n
con distress respiratorio e incapacidad de irrigar postsondaje.
Epidemiolog�a
Cuadro cl�nico
• Ep�fora 100 %
• Conjuntivitis a repetici�n 60 %
• Dacriocistitis 7 %
Diagn�stico diferencial
• Conjuntivitis por clamidia
• Glaucoma cong�nito
Diagn�stico
Historia natural
Tratamiento
Honavar y cols. (AJO. Julio, 2000) determin� el porcentaje de �xito del sondaje a diferentes
edades encontrado que es de 97 % entre 24 a 36 meses, 75 % entre los 37 y 48 meses y 42 %
pasados los 48 meses. Otros estudios muestran que después del a�o el �xito del sondaje es de
sólo un 50%.
En la pr�ctica el manejo recomendado es indicar los masajes por lo menos por un mes. Se
recomienda indicar masaje y esperar hasta los 6 meses, si no hay respuesta se programa el
sondaje lagrimal idealmente antes del a�o con anestesia general (entre los 8 y 12 meses)
Dacriocistitis
Se manifiesta por eritema, edema y aumento de volumen en la regi�n del saco lagrimal y
p�rpado inferior. Hay reflujo mucopurulento al comprimir el saco. La dacriocistitis cr�nica
leve tiene una duraci�n mayor a 14 d�as y se trata con antibi�ticos orales inicialmente,
siendo la elecci�n la amoxicilina. La dacriocistitis aguda tiene una duraci�n menor a 7 d�as.
Se trata son antibi�ticos sist�micos en forma inicial, del grupo de las penicilinas o
cefalosporinas. Las complicaciones que puede tener son la celulitis preseptal y la celulitis
orbitaria.
La dacriocistitis aguda neonatal se maneja con los antibi�ticos endovenosos seguidos del
sondaje.
En general nuestra conducta frente a un niño con Obstrucci�n congénita del conducto
lacrimonasal es:
Glaucoma Pedi�trico
Secundarios • traum�tico
• inflamatorio
• por neoplasias oculares
• esteroidal, etc
Los glaucomas primarios obedecen a una anomal�a en �ltimo término desconocida, mientras
que los secundarios resultan de otra enfermedad ocular o sist�mica conocida.
Definici�n
Se denomina gcp a aquel que aparece entre el nacimiento y los tres años de edad, sin otra
malformaci�n del segmento anterior o enfermedad sist�mica asociada.
Patogenia
Epidemiolog�a
• Prevalencia: 0.06 %.
• Incidencia: 1 por cada 10000 nacidos vivos.
• Herencia: gen autos�mico recesivo (10 %) o espor�dico (90 %).
• La edad de aparici�n puede ser:
Ep�fora y fotofobia
Opacidad corneal
Est� presente en el 50 % de los casos al hacer el diagn�stico. El edema corneal aparece con
presi�n intraocular sobre 26 mmHg en neonatos. Las estr�as de Haab indican que hay o hubo
glaucoma, son fracturas de la membrana de Descemet, por si solas pueden conducir a
astigmatismo irregular y ambliop�a. Tambi�n pueden presentarse en el trauma obst�trico.
Medici�n de la PIO
Diagn�stico diferencial
Opacidad corneal
Ep�fora y fotofobia
Tratamiento quir�rgico
En casi todos los casos no tratados, la enfermedad progresar� hacia la ceguera. La c�rnea se
torna opaca de manera irreversible. El globo ocular puede seguir creciendo patol�gicamente
hasta los dos o tres años de vida constituyendo el buftalmos. El nervio �ptico aumenta su
excavaci�n y finalmente se producir� la ceguera total. De ah� la importancia de sospechar
esta patología y derivarla a la brevedad.
Frente a un paciente con lagrimeo, pero que no se muestra atento al medio, fotof�bico, con
opacidad corneal difusa, debemos sospechar un gcp, a diferencia del paciente con una
obstrucci�n congénita del conducto lacrimonasal que presentara ep�fora y probablemente
conjuntivitis a repetici�n, pero estar� atento al medio, se ve "normal".
Muchas veces nos enfrentamos a un niño en el cual los padres insisten en que le ven un "reflejo
raro" en la pupila en ciertas posiciones de mirada. La manera más útil y sencilla de poder
apreciar si existe alguna alteraci�n es a través de la determinaci�n del ROJO PUPILAR que
ya explicamos . En casos de opacidad de medios no se ver� el rojo o bien estar� atenuado en
relaci�n al otro ojo.
Las patologías en las cuales debemos pensar frente a un niño con el rojo pupilar alterado son las
siguientes:
• Catarata infantil
• Retinoblastoma
• Retinopatía del prematuro
Estas patologías son las más frecuentes dentro de una larga lista de otras enfermedades más
raras (listadas más abajo). En etapas tempranas sólo producir�n alteraciones del rojo pupilar,
pero en etapas más avanzadas se presentar�n con la cl�sica leucocoria (pupila blanca),
lamentablemente el derivar a un niño con una leucocoria franca puede ser en la mayoría de los
casos tarde, por eso la importancia de entrenarse en ver niños normales y hacerles el examen,
siempre.
Otras
Catarata infantil
Epidemiolog�a
Se calcula que uno de cada 2000 a 3000 recién nacidos nace con cataratas, ya sea unilateral o
bilateral
Etiolog�a
La etiolog�a de la catarata infantil sólo se conoce en la mitad de los casos bilaterales, y en una
menor proporci�n aun en los casos unilaterales. Se piensa que en su mayoría corresponden a
nuevas mutaciones gen�ticas en un niño sin otras anomal�as. Las causa más frecuentes son:
Diagn�stico
Formas de presentaci�n:
Estudio
Tratamiento
En general los resultados visuales son mejores en las cataratatas bilaterales que en las
unilaterales. Operadas precozmente no menos del 60% de las bilaterales obtienen AV > 0.3, cifra
menor en las unilaterales por la mayor ambliop�a que producen (deprivaci�n + competencia
con un ojo sano); adem�s en estas �ltimas muchas veces es imposible obtener grado alguno de
visión binocular.
Si nos enfrentamos a un recién nacido con una catarata, debemos derivar lo más r�pido posible,
puesto que en casos de catarata unilateral, si operamos después de las 8 semanas de vida el
pron�stico es p�simo. En los casos bilaterales el tiempo cr�tico es de 12 semanas de vida. En
la pr�ctica, la recomendaci�n es derivar frente a la más m�nima sospecha de alteraci�n del
rojo pupilar.
Retinoblastoma(Rb)
Gen�tica
Este tumor se produce por una mutaci�n en un gen llamado RB1, ubicado en el brazo largo del
cromosoma 13. Existen casos de R familiares y no familiares. El antecedente familiar se
encuentra en el 5 a 10% de los afectados de Rb. Los pacientes portadores de Rb con antecedente
familiar heredan en forma dominante y con un 90% de penetrancia la predisposici�n a Rb. Los
casos familiares son más precoces y con más frecuencia bilaterales.
Su forma de crecimiento puede ser exof�tica (hacia la cavidad vítrea), endof�tica (hacia
regiones subretinales) o infliltrativa difusa. Emigrando del globo ocular sus v�as de
diseminaci�n son: a través del nervio �ptico al sistema nervioso central, a través de esclera a
�rbita y por va hem�tica a distintas localizaciones (huesos, h�gado)
Diagn�stico
Se puede presentar como:
El diagn�stico diferencial es dif�cil, y a�n más en casos avanzados. Los cuadros más
frecuentemente confundidos con el Rb son la persistencia del v�treo primario hiperpl�stico, la
retinopat�a del prematuro cicatricial, uve�tis posteriores, Enfermedad de Coats y la
toxocariasis.
Clasificaci�n
Se usa la de Reese- Elsworth que los clasifica en 5 grupos de acuerdo al n�mero y localizaci�n
del tumor (mejor pron�stico los �nicos,peque�os y posteriores).
Tratamiento
Pron�stico
El pron�stico depende, entre otras cosas, del grado de diferenciaci�n celular, de la existencia o
no de compromiso del nervio �ptico y la extensi�n directa a través de la esclera.
Adicionalmente se ha visto que un alto porcentaje de pacientes con Rb bilateral (20 a 50%)
desarrollan otra neoplasia (generalmente sarcomas) en distintas localizaciones en un período de
30 años.
En Chile se calcula que la sobrevida fluct�a entre 86% y 92% seg�n diferentes estudios.
El pronostico va a depender de un diagnostico precoz, por lo que se debe
tener un alto indice de sospecha y derivar precozmente a todo niño con leucocoria
y/o estrabismo
Es una retinopat�a vasoproliferativa que afecta a los prematuros, presumiblemente derivado del
efecto t�xico del ox�geno sobre los vasos retinales inmaduros de estos niños.
Actualmente, con las nuevas t�cnicas de oxigenoterapia el rol del ox�geno como factor
etiol�gico es cada vez más controversial, se ha postulado que la falta relativa de ox�geno o un
exceso de �ste gatillar�a una serie de mecanismos de autorregulaci�n de factores de
crecimiento endotetial (VEGF) cuyo desbalance llevar�a a la ROP. La etiolog�a ser�a
multifactorial siendo el factor de riesgo más importante la prematurez.
Todo RN menor de 1500 gr. o menos de 32 semanas de edad gestacional deber� ser evaluado
en el hospital por un oftalm�logo alrededor de las 4 semanas de edad cron�logica .El examen
se hace con dilataci�n pupilar y oftalmoscop�a indirecta.
Una vez diagnosticada la presencia de ROP en etapas tempranas, el prematuro debe ser seguido
por la posibilidad de progresi�n del cuadro, hasta que se complete la vascularizaci�n. Si en
cualquier momento de su evoluci�n alcanza niveles que pongan en riesgo su visión (llamada
etapa UMBRAL), se procede a tratamiento dentro de las primeras 72 horas, de lo contrario el
cuadro progresar� al desprendimiento de retina total.
ESTRABISMO
El término estrabismo deriva de la palabra griega strabismos que significa "bizquear o mirar
oblicuamente". Se dice, en general, que es toda condici�n que se presenta con una falla del
paralelismo de los ejes visuales. Sin embargo, como existen situaciones fisiol�gicas en que ello
ocurre (ej: al converger los ojos en la mirada de cerca), es más adecuado entender que el
estrabismo existe toda vez que los rayos luminosos reflejados por un determinado objeto en el
espacio hacen foco en �reas no correspondientes de ambas retinas (ej: la f�vea de uno de los
ojos y un �rea no foveal del otro).
Todos estos elementos en conjunto contribuir�n a un fin �ltimo: la obtenci�n de una sola
imagen derivada de la integraci�n de las im�genes individuales percibidas por cada ojo
(fusi�n), y junto a ello, la posibilidad de tener visión de profundidad (estereopsis). Esta
integraci�n ocurre a nivel central y se convierte a su vez en el estimulo b�sico para el
funcionamiento arm�nico del sistema oculomotor.
Llamamos ortotropia a la condici�n ideal de balance ocular, donde los ejes visuales se
encuentran alineados en todas las posiciones de mirada. Hablamos de hererotropia cuando
existe una desviaci�n manifiesta, existe adem�s otra condici�n denominada hereroforia, que
corresponde a una desviaci�n ocular que es latente ya que logra ser controlada por los
mecanismos balanceadores y que se manifiesta sólo en ciertas condiciones especiales (al romper
la visión binocular ocluyendo un ojo, fatiga, alcohol, sue�o etc).A partir de ahora nos
referiremos a las heterotropias por ser las de mayor importancia cl�nica.
El estrabismo lo podemos clasificar desde muchos puntos de vista, una manera muy �til es
clasificarlo de acuerdo al sentido de la desviaci�n en:
Desviaciones horizontales:
Las ET dan cuenta del 70% de los estrabismos, otro 20% corresponde a las XT y un 10% a los
estrabismos verticales.
• Endodesviaciones
• Exodesviaciones
Primarios
• Desviaciones verticales
Primarios
Secundarios
Es importante entender que el estrabismo no es sólo un problema est�tico, sino que conlleva un
riesgo de daños funcionales importantes en la primera década de la vida. Esquem�ticamente
dividiremos estas potenciales secuelas en motoras y sensoriales, siendo estas �ltimas, lejos, las
más importantes.
MOTORAS • alteraci�n de la estructura muscular en
estrabismos de larga data, lo que ayuda a
perpetuar la desviaci�n. Ej: hipertrofia del
RM y atrofia del RL en una ET
• p�rdida de elasticidad de tejidos blandos
perimusculares en el sector del m�sculo
hiperfuncionado
• ambliop� a
SENSORIALES • p� rdida de la visi� n binocular
Ambliop�a: ya definida previamente, sólo recalcar que al existir un ojo desviado, la imagen del
objeto que registra este ojo es de menor calidad, si a eso sumamos que la imagen del otro ojo es
de buena calidad, se produce, adem�s de una estimulaci�n inadecuada del ojo desviado, una
rivalidad que determina que a nivel cerebral se seleccione sólo la mejor imagen en desmedro de
la del ojo desviado. En t�rminos más exactos, las v�as neuronales que nacen de las �reas
retinales de mejor capacidad discriminativa en el ojo desviado se usan menos, con su
consiguiente deterioro en estas edades de gran plasticidad del sistema nervioso central.
Cuando el estrabismo es alternante, es decir, cuando el niño desv�a a veces con un ojo, y a
veces con el otro, la ambliop�a no se desarrolla ya que aunque el ojo no está� fijando el 100%
del tiempo,al menos es usado en forma similar al otro ojo eliminando el problema de la
competencia.
A veces la desviaci�n es tan evidente que con sólo mirar al paciente nos damos cuenta que
posee un estrabismo, sin embargo en otras ocasiones no es tan fácil determinarlo, no olvidemos
que no es tan infrecuente encontrarnos con niños con epicanto, un pliegue de piel que une ambos
p�pados a nivel nasal que muchas veces confunde con estrabismo, espec�ficamente con una
ET (lo llamamos pseudoestrabismo). En estos casos recurriremos a los tests que a continuaci�n
se explican, son las llamadas pruebas de alineamiento.
o Test de Hirchberg
o Este test está� indicado en niños que tienen muy mala AV por
ambliop�a u otra causa, o no cooperan, ya sea por la edad o por
una patología neurol�gica agregada.
La refracción del niño es fundamental, nos permite saber si estamos frente a una
hipermetrop�a que pueda explicar la ET que empieza en un preescolar, nos permite detectar si
existe un defecto �ptico que requiera correcci�n y nos sirve como informaci�n
complementaria del niño.
Otro punto importante es la motilidad, su evaluaci�n permite determinar si hay m�sculos hipo
o hiperfuncionantes, se hace mirar al paciente un objeto en todas las posiciones diagn�sticas de
mirada (derecho al frente, a la izquierda, a la derecha, arriba y derecha, abajo y derecha, arriba e
izquierda, abajo e izquierda). De acuerdo a la posici�n donde se encuentre la alteraci�n,
determinaremos qu� m�sculo es el involucrado. Para esto debemos recordar que los musculos
:
o ��RL
���������������abduce
�����������(se examina mirando a
lateral)
o ��RM ���
����������aduce
�������������(se examina
mirando a nasal)
o ��RS
����������������eleva
�������������( se examina
mirando arriba y hacia afuera)
o ��RI
����������������deprime
���������(se examina mirando hacia
abajo y afuera)
o ��OI
���������������eleva
��������������(se examina
mirando hacia arriba y adentro)
o ��OS
��������������deprime
���������(se examina mirando abajo y
adentro)
Y por �ltimo, evaluamos la estereopsis, esta es una medida de la calidad de la visión binocular.
Una de las formas de medirla es con el Titmus test ("test de la mosca") que muestra figuras que
sólo son captadas tridimensionalmente al ponernos gafas polarizadas, en la medida que tengamos
visión binocular. La prueba nos dir� si existe o no, y adem�s nos dar� una idea de su calidad.
El tratamiento del estrabismo depender� del tipo y de su causa, sin embargo tres son los
objetivos fundamentales que uno debe plantearse ante estos pacientes.
De estos tres puntos, el �ltimo no tiene tratamiento espec�fico, depende de que se cumplan los
otros dos y de factores de tiempo: que el estrabismo no haya sido demasiado precoz, que no haya
pasado mucho tiempo sin tratamiento y que el niño sea todav�a peque�o, porque a menor
edad, mayor inmadurez y plasticidad del sistema visual y mejor pron�stico. No se obtiene
visión binocular alguna en estrabismos permanentes (distinto es el caso de los intermitentes)
operados tard�amente, años después de su aparici�n.
En el caso del primer punto, se deben corregir todas aquellas condiciones que coexistan con el
estrabismo que impidan la correcta estimulaci�n retinal y foveal en la que se basa el desarrollo
de la AV, por ejemplo correcci�n de cataratas, leucomas corneales, ptosis del p�rpado
superior, etc. Adem�s, corregir los vicios de refracción existentes con una adecuada refracción
ciclopl�gica y manejo del ojo ambl�ope con oclusi�n (ya mencionado)
Para alinear los ejes visuales, bastar� con la correcci�n del vicio refractivo en algunos casos
muy determinados o más frecuentemente se proceder� a la cirug�a, la cual ser� precoz, para
evitar daños no recuperables si diferimos la soluci�n, como por ejemplo en los casos de ET
cong�nitas, o tard�a, es decir practicada mucho tiempo después de la aparici�n del defecto,
con el prop�sito de permitir la evoluci�n del cuadro, que a veces puede mejorar
espontáneamente o para una mejor evaluaci�n motora y sensorial como en los casos de XT
intermitentes en los niños, de preferencia después de los 5 años de edad.
La idea es debilitar los m�sculos hiperfuncionantes o bien reforzar la acci�n de los m�sculos
hipofuncionantes, para esto existen diferentes t�cnicas, la más usada para debilitar m�sculos
consiste en retroceder la inserci�n de �ste un n�mero variable de mm dependiendo de la
magnitud de la desviaci�n, por el contrario para reforzar la acci�n de un m�sculo se realiza
una desinsersi�n de �ste se reseca y se vuelve a insertar en el lugar original, con esto lo
acortamos (reforzamos su acci�n).�� Tambi�n se pueden tratar algunos estrabismos
debilitando uno de los m�sculos de manera farmacol�gica con realizando una inyecci�n de
toxina botul�nica en este.
El estrabismo es una condici�n compleja y no siempre bien entendida, a�n quedan muchos
aspectos por descubrir, sin embargo nuestro conocimiento nos permite asegurar que tanto en
�sta, como en otras patologías, el gran fantasma para el buen desarrollo visual en los niños es la
ambliop�a, que debemos pesquisar y tratar a tiempo ya que no podemos mantenernos dormidos
ante una realidad cercana, tan lamentable para el futuro del niño y totalmente reversible con el
manejo adecuado.
Neuro-oftalmología
Dr. Luis Peña García
Amaurosis fugax
Se define amaurosis fugax como una disminución de la agudeza visual unilateral, de comienzo
rápido, que dura 2 a 30 minutos y se recupera por completo antes de 24 horas.
Manifestaciones clínicas:
- Amaurosis fugax.
- El examen oftalmológico intercrisis es normal.
- Durante la crisis a veces es posible observar los émbolos en la circulación retinal o segmentación arteriolar.
Manejo. El paciente debe ser manejado por un equipo multidisciplinario constituido por internista o
cardiólogo (evaluación de factores de riesgo cardiovasculares: hipertensión arterial, fibrilación auricular,
valvulopatías), cirujano vascular (evaluación carotídea, incluyendo eco-Doppler carotídeo), neurólogo (puede
coexistir otro déficit neurológico) y oftalmólogo.
En pacientes con ateromatosis carotidea con estenosis menor a un 70 % del lumen, se indica aspirina
100 mg al día en forma permanente. Cuando la obstrucción carotídea es de un 70 a un 99 % está indicada la
endarterectomía carotídea.
Pronóstico. Por definición la recuperación de la agudeza visual es completa, pero pueden producirse nuevos
accidentes isquémicos, transitorios o permanentes.
2
Es la inflamación aguda desmielinizante de causa desconocida que afecta al nervio óptico. Puede
asociarse a esclerosis múltiple y puede ser recurrente. Se presenta con más frecuencia en mujeres,
especialmente entre los 20 y 50 años y tiende a ser unilateral.
Manifestaciones clínicas:
- Disminución de la agudeza visual de instalación rápida (algunas horas) que no se acompaña de ojo rojo.
- Dolor ocular o periocular que se presenta o exacerba con los movimientos oculares.
- Defecto pupilar aferente relativo. Evidente en los casos unilaterales, puede estar ausente en las neuritis
ópticas idiopáticas bilaterales.
- Rojo pupilar normal.
- El examen de fondo de ojo puede ser normal si la inflamación es de ubicación retrobulbar o evidenciar
edema papilar si afecta a la porción bulbar del nervio óptico.
- La visión puede continuar deteriorándose un poco hasta por dos semanas, luego se estabiliza y alrededor del
mes de evolución comienza una lenta recuperación. El diagnóstico de neuritis óptica idiopática es
retrospectivo y se basa en que el cuadro clínico siga esta historia natural. Una neuritis óptica que no mejora
debe ser investigada en profundidad en busca de otras causas.
Figura 2. Edema del disco óptico producido por una neuritis óptica bulbar idiopática.
Manejo. Estos pacientes deben ser derivados de inmediato a un servicio de urgencia oftalmológica. El
diagnóstico se hace clínicamente, aunque generalmente se hace un estudio en busca de signos o indicadores
3
de otras causas de neuritis óptica, por ejemplo sarcoidosis (radiografía de tórax, calcemia, enzima
convertidora de angiotensina), sífilis (VDRL y FTA-ABS), enfermedades autoinmunes (hemograma, VHS,
PCR, ANA, examen de orina).
La resonancia magnética se realiza a todos los pacientes con neuritis óptica, porque: (1) en algunos
casos permite identificar las placas de desmielinización del nervio óptico, con lo que apoya el diagnóstico
clínico, sin embargo se debe considerar que la RM puede dar falsos negativos, es decir personas afectadas de
neuritis ópticas sin alteraciones en el examen, (2) permite descartar lesiones compresivas o infiltrativas, que a
veces se confunden clínicamente con la neuritis óptica y (3) ayuda a definir el pronóstico, pues la presencia de
lesiones desmielinizantes periventriculares se asocia a mayor riesgo de esclerosis múltiple.
El estudio del tratamiento de la neuritis óptica (ONTT) evaluó tres tratamientos para esta
enfermedad. A un grupo de pacientes se les administró un placebo, a otro prednisona oral y a un tercero
prednisolona endovenosa por 3 días, seguido de prednisona oral por once días. El uso de prednisolona
endovenosa acortó la duración del cuadro clínico en unos días, pero el resultado visual final fue igual en los
tres grupos. El uso de prednisona oral aislada se asoció a una mayor tasa de recurrencias, por lo que su uso en
estos casos es desaconsejado.
Pronóstico. Un 93 % de los pacientes terminaron con agudeza visual igual o mayor a 20/40. Pero aunque el
pronóstico visual de un episodio aislado es bueno, hay que considerar que en los seguimientos a largo plazo
en Estados Unidos dos tercios de las mujeres y un tercio de los hombres desarrollan finalmente esclerosis
múltiple. Además la tasa de recurrencias de la neuritis óptica idiopática es del 25 % y los episodios
recurrentes se asocian a un pronóstico visual cada vez peor.
El estudio CHAMPS encontró que en pacientes con un primer episodio de neuritis óptica idiopática
que presentan dos o más lesiones de sustancia blanca en la resonancia magnética pueden reducir
significativamente el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple si son tratados con inyecciones intramusculares
semanales de beta-interferón.
Entre los microrganismos capaces de producir una neuritis óptica infecciosa tenemos:
- Bacterias: Bartonella henselae (enfermedad por arañazo de gato), Treponema pallidum (sífilis) y otras
(Micobacterium tuberculosis, Borrelia, etc).
- Virus: herpes zoster, citomegalovirus.
- Hongos: existen neuritis ópticas fungicas secundarias a mucormicosis orbitaria y meningitis criptocócica,
generalmente en pacientes muy debilitados o inmunosuprimidos.
- Protozoos: Toxoplasma gondii (toxoplasmosis), Toxocara cani (toxocariasis).
Estas neuritis ópticas infecciosas generalmente se presentan como disminución de la agudeza visual
de instalación rápida, con alteración de los reflejos fotomotores y del campo visual y en el fondo de ojo con
edema de papila.
El edema de papila en las neuritis infecciosas es habitualmente muy exudativo con abundantes
exudados céreos y hemorragias peripapilares. Puede haber vitreitis sobre la papila, a veces notoria como en la
toxoplasmosis, o más sutil, como en la enfermedad por arañazo de gato.
Figura 3. Edema del disco óptico asociado a una estrella macular, a esta asociación se le conoce como
neurorretinitis.
Es un infarto de la papila óptica. Se presenta generalmente sobre los 50 años y su principal factor de
riesgo es la diabetes mellitus. Más de la mitad de los pacientes tienen hipertensión arterial. No hay vasculitis
asociada. Generalmente unilateral, el nervio óptico contralateral se puede afectar en forma secuencial en un
tercio de los casos, en un plazo que varía de semanas a años. Se han descrito casos de neuropatía óptica
isquémica en pacientes que están tomando sildenafil (Viagra).
Manifestaciones clínicas:
- Disminución de la agudeza visual muy rápida e indolora, sin ojo rojo.
- Defecto pupilar aferente relativo en el ojo afectado.
- En el examen de fondo de ojo aparece edema papilar. El edema de papila en la NOIA puede ser hiperémico
o pálido, habitualmente acompañado de hemorragias.
5
El manejo de la neuropatía óptica isquémica no arterítica consiste en control de los factores de riesgo
cardiovasculares. Muchas veces se indica aspirina 100 mg/día. El pronóstico es malo, la agudeza visual
generalmente no se recupera.
Figura 5. Edema papilar sectorial y pálido, asociado a una mancha algodonosa, producidos por una
neuropatía óptica isquémica arterítica.
6
Manejo. Si hay sospecha de arteritis de la temporal avalada por la anamnesis y examen físico se
inicia tratamiento con corticoides, primero endovenosos y luego orales. Se practica biopsia de la arteria
temporal para confirmación histológica. El objetivo del tratamiento con corticoides es evitar el compromiso
del ojo contralateral, que ocurre en el 30 a 40% de los pacientes, en un plazo que va de días a meses. La
confirmación del diagnóstico la da la biopsia de la arteria temporal, pero no se debe esperar su resultado para
iniciar el tratamiento, por otra parte los corticoides no modifican el resultado de la biopsia incluso por 7 días.
El uso concomitante de aspirina en dosis bajas puede ser de utilidad. El manejo es multidisciplinario, con
reumatólogo, neurólogo, cirujano vascular y oftalmólogo.
Quiasma óptico
Las lesiones del quiasma óptico pueden ser compresivas, traumáticas, inflamatorias y
desmielinizantes, entre otras causas más raras.
Las lesiones compresivas del quiasma óptico son las más frecuentes, incluyen los tumores
hipofisiarios, craneofaringioma, meningiomas, gliomas, germinomas y otros tumores de más baja frecuencia.
Las manifestaciones clínicas de las lesiones compresivas del quiasma son disminución de la agudeza
visual uni o bilateral, gradual, no acompañada de ojo rojo. Puede o no haber dolor de cabeza, no siendo la
cefalea un síntoma constante en estos pacientes. En el examen de fondo de ojo podemos encontrar cuatro
presentaciones: (1) papilas totalmente normales en los casos iniciales, (2) diversos grados de atrofia óptica,
que pueden ir desde discreta palidez a atrofia marcada, (3) excavación papilar aumentada, con reborde
neuroretinal pálido y (4) edema de papila, que es mucho menos frecuente, ya que los tumores del área
quiasmática rara vez causan hipertensión endocraneana.
Figura 8. Atrofia óptica en un paciente con compresión del quiasma por macroadenoma de hipófisis. Hay una
franca asimetría, con palidez marcada de la papila derecha y sólo ligera palidez del reborde neurorretinal
temporal en la papila izquierda.
Algunos tumores hipofisiarios pueden presentarse con alteraciones endocrinológicas por mayor
producción de hormonas como acromegalia, hiperpolactinemia con amenorrea y galactorrea en las mujeres, o
por menor producción de hormonas como la impotencia sexual en los hombres, por lo tanto hay que indagar
por estos síntomas en pacientes que consulte por mala visión uni o bilateral no explicable por otra causa.
Figura 10. Paciente de sexo femenino con signos de acromegalia: nariz grande y labios gruesos.
El diagnóstico de una lesión quiasmática se sospecha clínicamente, pero debe ser confirmado con un
campo visual y estudio de imágenes de silla turca, idealmente una resonancia magnética. El manejo es
multidisciplinario, con endocrinólogo, neurocirujano y oftalmólogo.
Apoplegia hipofisiaria
Se debe a sangramiento o brusco crecimiento de un tumor hipofisiario. Si hay antecedente de tumor
hipofisiario los síntomas y signos son muy sugerentes. Si no hay antecedente de tumor hipofisiario se puede
confundir el cuadro clínico con una meningitis o hemorragia subaracnoidea. Su inicio es muy brusco, con
cefalea, náuseas y vómitos explosivos, compromiso de conciencia, signos meningeos positivos, disminución
de la agudeza visual, hemianopsia bitemporal (aunque rara vez se podrá hacer campo visual dadas las
condiciones del paciente), paresias o parálisis oculomotoras uni o bilaterales. El manejo consiste en
derivación inmediata a servicio de neurocirugía. Se hace una tomografía computarizada de urgencia para
confirmar el diagnóstico y se inician corticoides para evitar la insuficiencia suprarrenal aguda. El tratamiento
neuroquirúrgico debe ser lo más precoz posible.
9
Figura 11. TAC de cerebro. Infarto occipital derecho antiguo. Esta lesión es producida por infartos de la
arteria cerebral posterior.
Manifestaciones clínicas
En el contexto de un síndrome de hipertensión endocraneana se pueden producir tres tipos de
manifestaciones clínicas: las propias del síndrome de hipertensión endocraneana, las derivadas de la
focalización neurológica causada por la lesión causal y las propias de las hernias cerebrales.
Las manifestaciones propias del síndrome de hipertensión endocraneana son la cefalea y vómitos
explosivos, papiledema, parálisis de sexto nervio cranenano uni o bilateral, tinnitus pulsátil y
obscurecimientos visuales transitorios. Además en algunas oportunidades se pueden presentar el síndrome de
Terson, los pliegues coroideos, la tríada de Cushing y la macrocefalia.
Cefalea y vómitos explosivos
La cefalea clásica del síndrome de hipertensión endocraneana se ha descrito como holocránea, de
predominio matinal, que aumenta con la maniobra de Valsalva y los cambios posturales y va acompañada de
vómitos explosivos, es decir no precedidos de náuseas. Sin embargo, en la práctica clínica se puede observar
casi cualquier tipo de cefalea y muchas veces los vómitos están ausentes o son precedidos de náuseas.
Papiledema
El papiledema es un edema de papila, casi siempre bilateral, causado por hipertensión endocraneana.
El aumento de presión del LCR se transmite a las vainas del nervio óptico y altera el transporte
axoplásmico, especialmente su componente lento, esto causa el aumento de volumen de los axones del nervio
óptico y de la capa de fibras nerviosas, responsable de la elevación y borrosidad del disco óptico. El
engrosamiento de los axones comprime la circulación venosa lo que causa hemorragias y exudados.
Inicialmente la función visual se mantiene, pero con el tiempo se produce atrofia del nervio óptico y pérdida
visual.
Hoyt describe 4 etapas en el desarrollo del papiledema. El papiledema precoz se caracteriza por
borrosidad del disco óptico. En el papiledema agudo se agrega elevación del disco, hemorragias y exudados.
En el papiledema crónico desaparecen las hemorragias y aparecen depósitos drusenoides, hay un deterioro
progresivo de la función visual. Finalmente, el papiledema atrófico se caracteriza por una profunda pérdida
visual con atrofia de la papila.
En el papiledema precoz y el agudo, la agudeza visual y las reacciones pupilares son normales, el
campo visual puede mostrar un agrandamiento de la mancha ciega y la angiografía fluoresceínica retinal
filtración a nivel del disco.
11
Edema de papila
El edema de papilas de causa local puede se uni o bilateral y entre sus causas destacan:
- Inflamatorios, como la neuritis óptica bulbar o papilitis y la uveítis.
- Vasculares, son la neuropatía óptica isquémica arterítica y no arterítica, la oclusión de vena central de la
retina, la papilopatía diabética.
- Infiltrativas, son la sarcoidosis, la leucemia, el linfoma.
- Neoplasias, como el glioma del nervio óptico y el meningioma de la vaina del nervio óptico.
Seudopapiledema
El seudopapiledema es un término que se usa para describir otras causas de elevación y borrosidad
del disco óptico, que no caen en las categorías anteriores, generalmente son bilaterales, acompañadas de
buena agudeza visual y estables. Por ejemplo:
- Hipermetropía. Algunos pacientes con hipermetropía presentan discos ópticos pequeños y de bordes algo
borrosos y elevados.
- Papila inclinada. Se observa generalmente en pacientes con miopía y astigmatismo. El disco puede ser
borroso y elevado.
- Mielinización de la capa de fibras nerviosas. Se observa como penachos de color blanco que dan aspecto
borroso al contorno del disco. Estos penachos están formados por mielina presente en las fibras del nervio
óptico, normalmente ausente de la lámina cribosa hacia adelante.
- Drusas del disco óptico. Son acúmulos de calcio en el la papila óptica, pueden estar ocultos, simulando un
papiledema casi a la perfección, o ser superficiales, estos últimos son visibles y fáciles de diagnosticar. Las
drusas profundas son más frecuentes en jóvenes y niños y con frecuencia son confundidos con el papiledema.
Por su naturaleza cálcica, las drusas pueden ser puestas en evidencia en un TAC de órbitas o en una ecografía
ocular.
14
Tumores intracraneanos
Los tumores intracraneanos pueden afectar a personas de cualquier edad y sexo. Pueden producir
hipertensión endocraneana por tres mecanismos: por efecto de masa, por hidrocefalia obstructiva y por
hiperproducción de LCR (raro).
Los tumores intracraeanos se manifiestan con frecuencia a través de motivos de consulta que los
hacen ir directo al oftalmólogo: cefalea, alteraciones de la visión, diplopía. Otros motivos de consultan tienen
que ver directamente con síntomas y signos neurológicos. No todos los pacientes con tumores intracraneanos
desarrollan papiledema, ni siquiera todos tienen cefalea. Ante la sospecha diagnóstica se deben solitar
estudios de neuroimágenes, siendo el de elección la resonancia magnética de encéfalo sin y con contraste.
El tratamiento depende del tipo específico de tumor y su ubicación.
D
Figura 23. (A) Cordoma visto en un TAC. Se manifestó como síndrome de hipertensión endocraneana con
cefalea, papiledema (B) y parálisis bilateral de VI NC (C y D).
17
Alteraciones pupilares
La pupila es una abertura en el diafragma iridiano que permite y regula la entrada de luz al ojo,
aumenta la profundidad de foco y disminuye las aberraciones ópticas.
El tamaño de las pupilas varìa continuamente, fenómeno conocido como hippus, además varía según
la luminosidad ambiental y el estado emocional del paciente. Por otra parte, el tamaño y forma de las pupilas
puede estar afectado por una variedad de enfermedades congénitas y adquiridas que pueden afectar el iris y/o
a su inervación.
La regulación fisiológica del tamaño pupilar está comandada principalmente por el parasimpático, a
través del III nervio craneano produce miosis por contracción del músculo esfínter pupilar. En forma
adicional participa el simpático cervical, que produce midriasis por contracción del músculo radial del iris.
Figura 24. Anatomía del arco reflejo pupilar. 1. Retina. 2. Nervio óptico. 3. Quiasma óptico. 4. Cintilla
óptica. 5. Núcleo pretectal del mesencéfalo. 6. Núcleo del II nervio craneano (mesencéfalo). 7. Nervio motor
ocular común. 8. Ganglio ciliar. 9. Nervio ciliar. 10. Esfínter iridiano.
21
Figura 25. Inervación simpática de las pupilas. A Neurona central. B. Neurona preganglionar. C. Neurona
postganglionar. 1. Hipotálamo posterior. 2. Mesencéfalo. 3. Protuberancia. 4. Bulbo raquídeo. 5. Médula
espinal (C8 a D2) y asta intermediolateral (5’). 6. Cadena simpática torácica. 7. Ganglio cervical superior. 8.
Carótida, carótida interna (8’) y carótida externa (8’’). 9. VI nervio craneano. 10. Rama oftálmica del
trigémino. 11. III nervio craneano. 12. Músculo de Muller. 13. Músculo radial del iris. 14. Glándulas
sudoríparas y vasos sanguíneos de la cara.
22
Síndrome de Horner
El síndrome de Horner o de Claude Bernard es el cuadro clínico resultante de la lesión de la vía
simpática antes descrita. Sus manifestaciones clínicas son:
- Miosis, debida a la denervación del músculo radial del iris.
- Ptosis palpebral, debida a la denervación del músculo de Muller.
- Anhidrosis, debida a la denervación de las glándulas sudoríparas.
- Heterocromía iridiana, en los casos congénitos. Se explica porque el simpático participa en la maduración de
los melanocitos.
- Enoftalmo aparente, debido a la ptosis y a la ptosis inversa (por parálisis de los retractores del párpado
inferior). En los humanos no hay enoftalmo verdadero como parte del síndrome de Horner.
Las causas del síndrome de Horner son lesiones de la vía simpática pupilar en cualquier porción de
su trayecto.
- Lesiones de neurona central, 60 %. El síndrome de Horner se produce en el contexto de una enfermedad
neurológica, no en forma aislada. Las lesiones de la neurona central puden ser causadas por enfermedades
desmielinizantes, accidentes cerebrovasculares y neoplasias. También lo puede producir, rara vez, una
osteoartritis cervical avanzada con espolones óseos.
- Lesiones de neurona preganglionar, 29 %. Carcinomas broncogénicos del vértice (Tumor de Pancoast), otros
tumores pulmonares (por ejemplo metástasis), tumores de tiroides, cirugía cervical. En los niños se debe
pensar en neuroblastoma, linfoma o metástasis.
- Lesiones de neurona postganglionar, 11 %. En general lesiones no neoplásicas, como la disección de
carótida interna, síndrome de Tolosa Hunt, herpes zoster, síndrome paratrigeminal de Raeder etc. En los
síndromes de Horner agudos, que cursan con dolor en el cuello o la cara o posteriores a un trauma
craneocervical se debe sospechar una disección carotídea.
El paciente con síndrome de Horner también requiere un estudio multidisciplinario. La tarea del
oftalmólogo es confirmar el cuadro clínico, pero en su manejo concurren varios especialistas, de acuerdo a la
posible causa. Si no hay una causa manifiesta, se debe hacer un estudio de imagenología detallado de cabeza,
cuello y tórax, siendo indispensable la evaluación de las arterias carótidas.
23
Anisocoria
Pupilas de diferente tamaño o silueta. Sus causas son:
Lesiones del iris
- Rotura traumática del esfínter pupilar. Se puede observar en traumas cerrados y abiertos. El diagnóstico se
puede confirmar con el examen biomcroscópico del iris que muestra una o varias roturas del esfínter.
Figura 28. Midriasis producida por rotura traumática del esfínter iridiano.
- Rubeosis iridis. Es una red de vasos de neoformación que pueden llegar a provocar midriasis por efecto
mecánico, el ojo, en estas circunstancias, habitualmente presenta inyección periquerática, edema corneal,
dolor y aumento de la presión ocular, configurando un cuadro conocido como glaucoma neovascular. Se
observa principalmente como complicación de la retinopatía diabética proliferativa y de la trombosis de vena
central de la retina.
- Glaucoma agudo. Produce una midriasis media arrefléctica en un paciente con ojo rojo profundo, dolor
ocular y aumento de la presión ocular.
- Pupila de Adie. Se caracteriza por midriasis unilateral y anisocoria mayor con luz, miosis de cerca tónica y
reflejo fotomotor directo disminuido o abolido. Su causa es una lesión, presuntamente viral, del ganglio ciliar.
Al examen biomicroscópico de la pupila se pueden observar contracciones en sectores aislados del esfínter
pupilar, que causan un signo que se llama “movimientos vermiformes”. Los pacientes con pupila de Adie
tienen hipersensibilidad por denervación y responden con miosis al instilarles pilocarpina diluida al 0,1 %.
- Pupila de Argyll Robertson. Se caracteriza por miosis, visión normal, disociación luz cerca y discoria. Es
bilateral, pero asimétrica. Su causa es la neurolúes.
- Farmacológica. Es la causa más frecuente de anisocoria en la práctica clínica. Puede deberse a instilación de
mióticos o midriáticos. Muchas veces es completamente accidental e inadvertida, pues ante cualquier molestia
ocular, algunos pacientes usan colirios guardados en el botiquín de su casa, siendo lo más común que se deba
a la instilación accidental de atropina en uno o ambos ojos.
- Anisocoria fisiológica. Si se busca en forma exhaustiva se encuentra hasta en el 20 % de la población sana,
pero a diferencia de la anterior es un motivo de consulta raro. La diferencia de tamaño entre las pupilas se
mantiene igual con luz y en oscuridad y se conservan los reflejos pupilares normales.
25
Diplopía
La diplopía es un síntoma importantísimo, pues puede ser causado por enfermedades muy graves,
incluso mortales. Siempre debe realizarse una anamnesis y examen oftalmológico prolijos a todo paciente que
consulte por diplopía.
Como síntoma, la diplopía puede ser rápidamente categorizada en monocular o binocular.
La diplopía monocular es aquella que persiste incluso si se ocluye un ojo. Sus causas generalmente
son oculares: por ejemplo lentes de contacto o anteojos mal adaptados, astigmatismo, enfermedades corneales
como el queratocono, problemas del cristalino como catarata o subluxación, desplazamiento de un lente
intraocular, membrana epirretinal. En la diplopía monocular una de las imágenes es de menor intensidad que
la principal, y los pacientes la pueden describir como una imagen fantasma o doble contorno.
La diplopía binocular está presente sólo cuando ambos ojos están descubiertos y desaparece en caso
de que se ocluya cualquiera de los dos ojos. La diplopía binocular se debe a un problema con el alineamiento
de los ojos y su causa puede ubicarse en cualquiera de las porciones del sistema de control del movimiento
ocular:
- Controles supranucleares en el sistema nervioso central. La principal causa de diplopía a este nivel es la
oftalmoplejía internuclear.
- Nervios craneales III, IV y VI. Consideraremos separadamente las lesiones aisladas de nervios craneales de
las lesiones múltiples (dos o más nervios afectados simultáneamente).
- Unión neuromuscular. Miastenia ocular.
- Músculos extraoculares. Oftalmopatía tiroidea, pellizcamiento muscular en fractura de piso de órbita y otros
fenómenos restrictivos.
26
Figura 32. Oftalmoplejia internuclear. Note la imposibilidad de aducir el ojo izquierdo al tratar de mirar a la
derecha.
La oftalmoplejía internuclear bilateral puede causar una gran exotropia y en los textos en inglés se la
llama síndrome WEBINO (Wall-eyed bilateral internuclear ophthalmoplejia). Su causa más frecuente en
menores de 50 años es la esclerosis múltiple y en mayores de 50 años es la insuficiencia arterial
vertebrobasilar.
Si hay una lesión del fascículo longitudinal medial más una parálisis de VI nervio craneano
ipsilateral se habla del síndrome del 1 ½ (uno y medio), en que hay sólo movilidad de un abductor
contralateral a la lesión.
Figura 33. Parálisis del III nervio derecho sin compromiso pupilar. La paciente era diabética.
Figura 34. Parálisis de III nervio craneano con compromiso pupilar. Este paciente debutó con pérdida de
conciencia. El TAC ralizado en el servicio de urgencia mostró una hemorragia talámico-mesencefálica.
Las principales causas de lesiones del III nervio craneano son lesiones compresivas (especialmente
aneurismas intracraneanos) y lesiones microvasculares (diabetes mellitus e hipertensión arterial).
Tanto las lesiones microangiopáticas como las compresivas pueden provocar cefalea, por lo que este
síntoma por si sólo no es sugerente de ninguna causa en particular, a excepción de una cefalea muy intensa y
de inicio ictal, que sugiere un aneurisma.
El compromiso pupilar debe hacer sospechar aneurisma intracraneano u otra lesión compresiva y el
paciente debe ser hospitalizado y evaluado por un neurocirujano. El examen complementario de elección para
confirmar el diagnóstico es la angiografía cerebral, aunque en la evaluación inicial también pueden ser de
utilidad la angioresonancia y el angioTAC.
En los pacientes con parálisis de tercer nervio debida a microangiopatía diabética lo habitual es que
no haya midriasis, lo que se denomina respeto pupilar.
IV nervio: troclear
El núcleo del nervio troclear se ubica en el mesencéfalo, a nivel de los colículos inferiores. Los
nervios trocleares emergen del tronco cerebral por su porción dorsal y son cruzados. El nervio troclear inerva
el músculo oblicuo superior.
Sus manifestaciones clínicas son estrabismo vertical (hipertropia), limitación a la depresión en
abducción, diplopia vertical y tortícolis. La hipertropia a veces es imperceptible y sólo queda en evidencia
cuando se hace una diploscopía. En condiciones normales, la principal acción del músculo oblicuo superior es
llevar el ojo hacia abajo y hacia adentro, como cuando una persona baja una escalera mirando los escalones,
por este motivo, la diplopía es mucho más marcada en actividades como bajar escaleras o leer, siendo menor
en posición primaria de mirada. La tortícolis consiste en la inclinación de la cabeza hacia el mismo lado de la
acción del músculo afectado, para compensar la parálisis. Por ejemplo, si hay una parálisis de oblicuo superior
derecho, que mueve el ojo hacia abajo y a la izquierda, la cabeza tiende a inclinarse hacia abajo y a la
izquierda.
La principal causa de parálisis del IV nervio bilateral es el trauma encefalocraneano, debido a una
hemorragia en el techo del mesencéfalo, donde se decusan los nervios trocleares.
La causa más común de parálisis unilateral de VI nervio craneano es la mononeuropatía por
microangiopatía diabética, otras causas son tumores, trauma, lesiones desmilinizantes y aneurismas.
28
VI nervio: abductor
El núcleo del nervio abductor se ubica en el puente, muy cerca del núcleo del nervio facial. Inerva el
músculo recto lateral. Su lesión produce estrabismo convergente, diplopia y parálisis o paresia de la
abducción. Sus principales causas son las lesiones microvasculares (diabetes mellitus, hipertensión arterial),
los tumores, el trauma encefalocraneano y la hipertensión endocraneana.
Figura 36. Esta paciente diabética consultó por visión doble. La foto la muestra intentando mirar hacia su
izquierda, con evidente parálisis de recto lateral izquierdo, por lesión de nervio abductor.
Figura 37. Paciente con ptosis palpebral bilateral y exotropia izquierda. Tenía una miastenia gravis.
Otras causas
- Tumores orbitarios.
- Celulitis orbitaria.
- Cirugía ocular.
- Miositis orbitaria.
- Cuerpo extraño orbitario
30
Bibliografía
Brodsky, Michael, Pediatric Neuro-Ophthalmology, Springer, 2010
Burde, Ronald, Savino, Peter & Trobe, Jonathan, Clinical Decisions in Neuro-Ophthlmology, Mosby, 2002.
Kanski JJ, Nischal KK. Atlas de oftalmología. Madrid: Harcourt Bráce - Mosby, 1999.
Lee, Andrew & Brazis, Paul, Clinical Pathways in Neuro-Ophthalmology: An evidence-Based Approach,
Thieme, 2003
Miller, Neil R, Newman, Nancy J. et al, Clinical Neuro-Ophthalmology: The Essentials, Lippincott
Willimas & Wilkins, Second Edition, 2008.
Müller-Forell, Wibke S, Imaging of Orbital and Visual Pathway Pathology, Springer, 2006.
Palay, David A, Krachmer, Jay H., Primary Care ophthalmology, 2nd edition, Elsevier Mosby, 2005.
Pane, Anthony, Burdon, Michael & Miller, Neil, The Neuro-Ophthalmology Survival Guide, Mosby
Elsevier, 2007.
Purvin, Valerie and Kawasaki, Aki, Common Neuro-Ophthalmic Pitfalls: Case Based Teaching ,
Cambridge University Press, 2009
Shields, Jerry A., Shields, Carol L., Eyelid, Conjunctival, and Orbital Tumors: an Atlas and Textbook,
Lippincott Willimas & Wilkins, Secons Edition, 2008.
Snell, Richard S., Neuroanatomía Clínica, Editorial Médica Panamericana, Quinta Edición, 2004.
Wright, Kenneth W., Spiegel, Peter H, Pediatric Ophthalmology and Strabismus, Springer, Second
Edition, 2003.
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE OFTALMOLOGÍA
CURSO DE OFTALMOLOGÍA 2011
5º año Medicina
Síntomas: sensación de ojo seco, párpados pesados, ojos rojos, diplopia, disminución
de agudeza visual o del campo visual, alteración de visión de colores.
Exámenes: T3, T4, TSH, anticuerpos antitiroglobulina, TAC de órbitas sin contraste,
campo visual, test de visión de colores y exoftalmometría.
Rol del médico no especialista en OD: sospecha y evaluación del estado tiroideo. En
pacientes con cuadro clínico compatible suprimir el tabaco, medidas generales como las
descritas, mantener adecuada lubricación con el uso de lubricantes en gotas durante el
día y en gel durante la noche.
Derivación urgente a especialista en órbita en caso de: deterioro de visión,
empeoramiento o cambio en la calidad de visión de colores, historia de subluxación de
globo, opacidad corneal evidente, exposición corneal al cerrar párpados y edema de
papila.
Derivación no urgente: sensibilidad anormal a la luz, sequedad ocular refractaria a
tratamiento tópico, dolor ocular/periocular que empeora o aumenta, cambio progresivo
en la apariencia de párpados u ojos, inflamación ocular con ojo rojo y quemosis,
restricción de movimientos oculares y visión doble.
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE OFTALMOLOGIA
CURSO DE OFTALMOLOGIA 2011
5º año Medicina
RETINOPATIA HIPERTENSIVA
Dr. Rodrigo Alvarez Nazer
Introducción
Fisiopatología
Retinopatía Hipertensiva
Vasoconstricción
1 de 5 08/11/11 18:25
Oftalmología http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Arterioloesclerosis
2 de 5 08/11/11 18:25
Oftalmología http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Coroidopatía Hipertensiva
Neuropatía Hipertensiva
Cuadro Clínico
3 de 5 08/11/11 18:25
Oftalmología http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
agudeza visual por mecanismos indirectos, como veremos más adelante. Los
hallazgos más característicos en el fondo de ojo son: Vasoconstricción difusa,
Aumento del Brillo Arteriolar, Cruces AV Patológicos, Microaneurismas y
Macroaneurismas. En casos más graves pueden apreciarse: Manchas
Algodonosas, Edema de Retina, Hemorragias Retinales, Estrella Macular, Manchas
de Elschnig y Edema de Papila.
Clasificación
4 de 5 08/11/11 18:25
Oftalmología http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Tratamiento
Conclusión
Bibliografía
5 de 5 08/11/11 18:25
Escuela de Medicina
Departamento de Oftalmología
Curso de Oftalmología 2011
Dr. Rodrigo Álvarez
Retinopatía Diabética
Introducción
Epidemiología
Clasificación
Edema Macular
Tratamiento
Es difícil hacer el suficiente hincapié en que el tratamiento comienza por lograr que
el paciente tome conciencia de su enfermedad y de sus riesgos potenciales y que
acuda a controles periódicos con su diabetólogo y con su oftalmólogo. Durante esta
etapa se debe optimizar el control metabólico de los pacientes, corregir la
hiperlipidemia, lograr un adecuado control de la hipertensión arterial, tratar la
nefropatía y hacer controles oftalmológicos más frecuentes en las mujeres
embarazadas, en los casos que corresponda.
Edema Macular
Para comprender las indicaciones de tratamiento del Edema Macular por Diabetes,
es necesario conocer que el ETDRS clasificó el Edema Macular, ya sea focal o
difuso, en Edema Macular Clínicamente Significativo (EMCS) y Edema Macular
No Clínicamente Significativo (EMNCS), teniendo indicación de tratamiento el
EMCS. Esta definición se basa exclusivamente en aspectos oftalmoscópicos que
dicen relación con la cercanía del edema al centro de la fóvea y no considera la
agudeza visual del paciente, es decir, un paciente puede tener visión normal y aun
así tener un Edema Macular Clínicamente Significativo. El ETDRS demostró que el
tratamiento del EMCS focal con Fotocoagulación Focal disminuye en un 50% el
riesgo de pérdida visual moderada en los pacientes tratados versus los controles, y
mejora la agudeza visual en el 16% de los pacientes. La Fotocoagulación Focal es
diferente a la Panfotocoagulación. Su objetivo es terminar con la filtración que
proviene de los capilares retinales mediante el cierre de los microaneurismas u
otras lesiones que contribuyen a ella, permitiendo la reabsorción del edema y de los
exudados lipídicos.
El EMCS difuso, hasta hace poco no tenía un tratamiento efectivo. La
Triamcinolona Intravítrea, logró mejorías espectaculares en la disminución del
edema y algo menores en la mejoría de la agudeza visual. Sin embargo, el efecto de
este tratamiento es de una duración limitada (4-6) meses, y tiene como principales
efectos secundarios la hipertensión ocular y el desarrollo de catarata, así como
también, riesgo de complicaciones severas aunque poco frecuentes. El uso de
drogas bloqueadoras del VEGF, administradas como inyecciones intravítreas, y que
disminuyen la permeabilidad vascular retinal, como el Ranibizumab y el
Bevacizumab han sido estudiadas para el manejo del edema macular diabético.
Recientemente el Diabetic Retinopathy Clinical Research Network publicó los
resultados de un “clínical trial” en el cual se demuestra que la asociación de
Ranibizumab con Laser es superior al Laser solo y a la asociación de Triamcinolona
con Laser en cuanto a la mejoría de agudeza visual y a la reducción del grosor
macular en el tratamiento del edema macular por diabétes. Cuando puede
evidenciarse un componente traccional sobre la mácula, está indicado un
tratamiento quirúrgico, en el que se realiza una Vitrectomía con extirpación de la
Hialoides Posterior, y en algunos casos, incluso de la Membrana Limitante Interna.
Es importante recalcar que, de acuerdo a los estudios mencionados, el tratamiento
del EMCS focal está orientado en la mayoría de los casos a disminuir el riesgo de
perdida de visión (conservar la agudeza visual previa al tratamiento) y, en una
minoría, a mejorarla. De esto se desprende que es muy importante diagnosticar y
tratar precozmente a los pacientes con Edema Macular para, de este modo,
conservar la mejor agudeza visual que sea posible.
Tratamiento Quirúrgico de la Retinopatía Diabética
Los objetivos generales de la cirugía vítrea para los pacientes con Retinopatía
Diabética son:
Seguimiento y Derivación
Los pacientes con Diabetes tipo I requieren su primer control oftalmológico a los 5
años de padecerla, ya que habitualmente no presentar Retinopatía Diabética antes
de ese periodo. Los pacientes con Diabetes tipo II requieren su primer control
oftalmológico en el momento de diagnosticarse la Diabetes, ya que habitualmente
presentan Retinopatía Diabética desde este momento. Las mujeres diabéticas que
se embarazan requieren un control oftalmológico durante el primer trimestre y
luego según indicación del Oftalmólogo, ya que el embarazo acelera la progresión
de la Retinopatía Diabética.
“La adecuada interacción entre el médico responsable del manejo metabólico del
paciente diabético y el oftalmólogo, así como una adecuada labor de control
preventiva son capaces de asegurar, en la mayoría de los casos, la mantención de la
visión a lo largo de toda la enfermedad”.
Bibliografía
Preguntas
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE OFTALMOLOGIA
CURSO DE OFTALMOLOGIA 2011
5º año Medicina
AFECCIONES RETINALES
Dr. Raúl González Contreras
Este texto pretende aportar al alumno una visión general de algunas patologías retinales
frecuentes, y trascendentes, por el grado de compromiso visual que pueden producir. Cada
uno de los temas aquí abordados constituye un capítulo importante en la oftalmología y, por
ende, imposible de ser tratado en profundidad en esta instancia. Se hará referencia a:
Desprendimiento de Retina (DR), Degeneración Macular relacionada con la Edad (DMRE),
Oclusiones Venosas retinales y algunas patologías maculares misceláneas como el Agujero
Macular (AM) y la Membrana Epirretinal (MER).
Desprendimientos Regmatógenos: (la palabra proviene del griego “rhegma” que significa
fisura, ruptura) corresponden a aquellos producidos por una ruptura retinal, y son el tipo
más frecuente de desprendimiento.
Sus síntomas son la pérdida de agudeza visual y/o campo visual. El examen mostrará la
retina desprendida, con un aspecto convexo, identificándose la o las rupturas causales.
Raramente, el tamaño de las rupturas, o la mala visibilidad, puede hacer difícil su
identificación, pero es posible visualizarlas en aproximadamente un 97% de los casos.
1 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Desprendimientos de tipo exudativo o seroso: son generados por otra patología ocular
primaria, que produce exudación de líquido, que se aloja en el espacio subretinal.
Existen diversas etiologías que pueden generar este tipo de DR: causas inflamatorias,
neoplásicas, anomalías congénitas, y cuadros específicos como la Corio Retinopatía Central
Serosa y el Síndrome de Efusión Uveal, entre otros.
Sus síntomas son también la disminución de agudeza visual y pérdida de campo visual.
Debe destacarse que, como en otros tipos de DR, pueden ser asintomáticos si no se
compromete la región macular. El examen clínico revela un desprendimiento retinal en
que, debido a la tracción causal, la retina adopta una disposición cóncava y poco móvil, a
modo de carpa.
En el ojo del joven, el humor vítreo es un cuerpo homogéneo en estado de gel. Con el
tiempo, o producto de los factores antes mencionados, sufre un fenómeno de licuefacción y
contracción (sinéresis), con pérdida de su estructura normal, que llevará en definitiva a su
colapso y separación de la retina. Una fase inicial y previa de todo este proceso, es la
degeneración fibrilar del vítreo en que, las fibrillas colágenas que lo conforman, se agrupan
formando especies de bandas que son visibles por el paciente y descritas como “pelos,
pelusas, puntos o telas de araña” que flotan en el campo visual (entopsias).
2 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Al colapsar el vítreo en el interior del ojo, se produce una separación entre su capa
delimitante, llamada hialoides posterior, y la retina. La separación del vítreo a nivel del
nervio óptico, generalmente arranca un anillo de células gliales que se encontraban
adheridas en el borde, y comienzan entonces a flotar frente a la retina. Esto es percibido por
el paciente como la aparición brusca de una mancha oscura, de diversas formas, que flota
frente a su campo visual (entopsia), generalmente distinta y más grande que las percibidas
en la degeneración fibrilar.
La tracción del vítreo sobre la retina es percibida por el paciente como la visión de luces
fugaces en su campo visual, llamadas fotopsias.
Alta Miopía
Degeneración Lattice
Afaquia y seudofaquia
3 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
El desprendimiento de retina puede ocurrir a cualquier edad, pero lo más frecuente es que
se presente entre los 40 y 80 años, siendo levemente más frecuente en hombres que mujeres
(60% vs 40%). El antecedente de desprendimiento retinal es también importante para el ojo
contralateral, puesto que la incidencia de compromiso posterior de dicho ojo es de
aproximadamente 15%.
Momento de la cirugía:
4 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Según la causa de la falla, se deberá escoger el tratamiento a realizar, que puede consistir en
una nueva cirugía de exo implante, colocación de gas intravítreo o una vitrectomía.
2.Retinopexia Neumática:
El hecho de no apoyar la zona del desgarro, con un exo implante, se traduciría en una tasa
levemente menor de éxito que la cirugía convencional, aunque hay estudios randomizados
que no han mostrado una diferencia estadísticamente significativa.
Sus indicaciones están limitadas por la ubicación, número y tamaño de los desgarros, así
como por algunas otras consideraciones, tales como la presencia de proliferación vítreo
retinal, hemorragia en la cavidad vítrea, transparencia de los medios intraoculares,
degeneraciones retinales extensas, glaucoma, y capacidad del paciente de adherir a las
indicaciones de posicionamiento post operatorio, entre otras.
Este tipo de cirugía implica un abordaje interno, removiendo la tracción vítrea, aplicando la
retina internamente, tratando las rupturas con endo fotocoagulación, y manteniéndola en
posición, mientras es necesario, con taponamientos internos a base de gases expansibles, o
aceites de silicona. La cirugía vítreo retinal, que no es objetivo de esta clase, ha
revolucionado el manejo de múltiples patologías retinales en las últimas décadas,
5 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Se estima que la prevalencia de esta enfermedad varía de menos de 2%, a sobre 10%, en la
población mayor de 50 años. Las diferencias observadas en los distintos estudios se
deberían a factores como: la definición de la enfermedad, la zona geográfica, y la edad de la
población estudiada.
La etiología de la DMRE se desconoce, pero existe una relación clara con la edad, siendo ésta
un factor de riesgo demostrado: a mayor edad, hay más riesgo de desarrollar DMRE. El
compromiso de un ojo también implica un mayor riesgo de afección del contra lateral. En
promedio, más de 40% de los ojos contra laterales, de pacientes con la modalidad
neovascular (ver más adelante) de DMRE, se comprometerán en un plazo de 5 años.
Existen otras condiciones que podrían tener alguna relación con el desarrollo de DMRE:
Historia familiar
Tabaquismo
El envejecimiento normal resulta en una serie de cambios a nivel de la retina y mácula, que
pueden afectar sus distintas capas, tales como formación de gránulos de lipofucsina y
pérdida de gránulos de melanina a nivel del epitelio pigmentario retinal (EPR). Todos estos
cambios, propios del envejecimiento, no están relacionados, necesariamente, con el
fenómeno de DMRE. Ésta constituye una enfermedad dentro del proceso de envejecimiento,
pero no forma parte de él.
6 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
manifestaciones como anormalidades del EPR y drusas. Estas últimas alteraciones definen
una “DMRE temprana”, a menos que exista franca atrofia del EPR. La DMRE temprana,
generalmente se asocia a muy escasa pérdida de agudeza visual, y puede ser asintomática.
Sin embargo, su identificación es muy importante debido a que la presencia de abundantes
drusas grandes y confluentes implica un riesgo cierto de desarrollar una complicación
neovascular o una atrofia severa.
Las drusas son lesiones redondeadas, algo amarillentas, ubicadas en la retina externa de la
región cercana a la mácula. Histológicamente corresponden a un engrosamiento del aspecto
interno de una capa llamada membrana de Bruch. Se han propuesto distintas
clasificaciones para distinguir aquellos depósitos amarillentos que se asocian a
complicaciones por DMRE, de aquellos que no. Se han clasificado en pequeñas (<64um de
diámetro), intermedias, y grandes ( >125um de diámetro). Las drusas grandes y, tal vez las
intermedias, son las que probablemente están presentes en un ojo con mayor riesgo de
desarrollar complicaciones por DMRE. Desde el punto de vista de sus bordes, las drusas se
han clasificado en duras (bordes bien demarcados), blandas (bordes amorfos, mal
definidos), y confluentes. Son estas últimas las de riesgo para la aparición de complicaciones
por DMRE.
DMRE no neovascular
El estudio AREDS (Age Related Eye Disease Study) demostró en el 2001 que la ingesta de
Vitamina C, E, beta caroteno y Zinc, en pacientes con DMRE intermedia o avanzada, reduce
el riesgo de progresión de la enfermedad. Este estudio contempla la ingesta de altas dosis de
antioxidantes y actualmente se encuentra en ejecución un segundo estudio para evaluar el
efecto de dosis menores, así como de otros antioxidantes.
La decisión de indicar el uso de estos compuestos debe ser hecha por un especialista, ya que
7 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
los casos leves no se benefician del tratamiento, y deben tomarse en cuenta otros elementos,
como por ejemplo el tabaquismo, circunstancia en la que el uso del beta caroteno se puede
asociar a un mayor riesgo de cáncer pulmonar y, por lo tanto, no debiera usarse.
DMRE neovascular
La neovascularización coroídea produce generalmente una baja de visión más brusca que
las formas atróficas y, de hecho, ésta puede ser súbita. Síntomas como la percepción de un
escotoma, o metamorfopsias (cambio en la forma de los objetos), deben hacer sospechar la
posibilidad de esta complicación.
Debido al rol patogénico que juega el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF:
vascular endotelial growth factor) en la formación de los neovasos, el tratamiento actual de
elección, para aquellos casos en que la MNVC compromete la fóvea, es el uso de inyecciones
intravítreas mensuales de drogas bloqueadores de esta citokina. El tratamiento con estos
fármacos es la primera terapia que ha demostrado mejoría visual en un porcentaje
8 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Las oclusiones venosas retinales son, después de la retinopatía diabética, la causa más
importante de patología vascular retinal. En el caso de las OVC, la obstrucción ocurre a nivel
de la vena central de la retina y, por lo tanto, afecta a todas sus ramas. Las ORV, en cambio,
se refieren a la obstrucción de una rama venosa, que puede incluir un tronco venoso,
superior o inferior, y afectar la mitad de la retina, una rama cuadrántica, comprometiendo
un cuadrante retinal, hasta ramificaciones menores, afectando sólo una pequeña parte del
árbol vascular retinal.
Los factores de riesgo para la ocurrencia de esta patología son, en general, los factores
conocidos de riesgo cardiovascular. Importante es el antecedente de HTA y de Diabetes
Mellitus. A ello hay que agregar la presencia de Glaucoma de ángulo abierto. Además de los
anteriores, deben tenerse en cuenta todas las condiciones que impliquen un aumento de la
viscosidad sanguínea, o hipercoagulabilidad. Lo anterior es particularmente válido cuando
enfrentamos una oclusión venosa en un paciente joven, sin los elementos de riesgo
cardiovascular conocidos, y ante casos de oclusiones bilaterales, o múltiples. Desde el punto
de vista hematológico, si bien las posibles alteraciones, que potencialmente pueden estar
relacionadas son numerosas, tal vez las más importantes son la hiper homocisteinemia, y el
síndrome de anticuerpos antifosfolípidos. Frente a un paciente mayor de 50 años y con
evidentes factores de riesgo cardiovascular, la realización de extensos estudios, en busca de
un problema hematológico, en general no son necesarios.
La OVC se presenta, generalmente, con una baja brusca de agudeza visual, debido al
compromiso de la mácula. El examen clínico, en la etapa inicial, muestra venas dilatadas y
tortuosas, con hemorragias retinales en todos los cuadrantes. Éstas pueden ser tan
abundantes que dificulten la visualización de la retina. Observaremos, además, un grado
variable de manchas algodonosas y edema retinal. La mácula habitualmente se encuentra
comprometida con edema importante, y el nervio óptico frecuentemente se aprecia
edematoso. El cuadro clínico es característico y, en general, no presenta mucha dificultad
diagnóstica.
Frente a una OVC es de suma importancia determinar el estado de perfusión retinal, puesto
que aquellas oclusiones que se asocian a isquemia retinal pueden evolucionar hacia un
Glaucoma Neovascular. Para ello, el examen de angiografía fluoresceínica es de suma
utilidad, pues permite apreciar la circulación capilar retinal. Debe tenerse en cuenta que
una OVC inicialmente perfundida, puede transformarse en isquémica, en los meses
siguientes. Por lo anterior, toda OVC debe ser controlada rigurosamente, no dejando pasar
más de 4 semanas entre cada evaluación, en el caso que sean isquémicas, al menos durante
los primeros 6 meses. Ante el desarrollo de complicaciones neovasculares, debe realizarse
9 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
1. La baja de visión producida por el compromiso macular. Éste puede ser por
edema, isquemia, o por hemorragias que la cubren. Las hemorragias pueden
eventualmente desaparecer, y la visión mejorar, pero no existe tratamiento
efectivo para el edema (que es lo más frecuente) o la isquemia. Actualmente se
encuentra en evaluación el uso de inyecciones intravítreas de drogas
bloqueadores del VEGF para el manejo del edema macular.
La OVR, como la OVC, puede producir, a grandes rasgos, manifestaciones clínicas por 2
causas:
10 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Frente al paciente que se presenta con hemorragia vítrea, secundaria a OVR, el manejo
será la observación inicial, en espera de que la reabsorción de la sangre permita la
fotocoagulación del sector isquémico. La persistencia de la sangre en la cavidad vítrea,
puede hacer necesaria su remoción mediante una vitrectomía.
Agujero Macular
El síntoma cardinal del agujero macular es la baja de agudeza visual. A esto se puede
agregar la existencia de metamorfopsias o percepción de un escotoma. El examen
clínico permite, en general, hacer el diagnóstico sin gran dificultad. El signo de Watzke
Allen, en que al paciente se le proyecta una estría de luz sobre la mácula y refiere
verla entrecortada, es un elemento muy sencillo y útil. Frente a dudas diagnósticas, la
tomografía de coherencia óptica (OCT) es un aporte de gran valor, ya que realiza un
verdadero “corte histológico, óptico” de la retina, que permite no sólo poner en
evidencia el agujero, sino también objetivar su cierre luego de un tratamiento exitoso.
Debe tenerse presente que existen otras causas de agujero macular, tales como la alta
miopía, trauma, secundarios a edema macular crónico o tracción macular.
La mayoría de los agujeros maculares pueden ser tratados en forma exitosa mediante
la cirugía. La vitrectomía, con remoción de la tracción en torno al agujero, y posterior
compresión de la zona mediante el uso de gas intravítreo, es capaz de lograr el cierre
de más del 90% de los agujeros maculares idiopáticos.
11 de 12 08/11/11 18:23
Oftalmología 5� año 2007 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/quinto/Especialidad...
Las MER se presentan generalmente en pacientes sobre los 50 años de edad, tanto en
hombres como mujeres. Su frecuencia en la población es variable, así como su
severidad, pudiendo en muchos casos ser asintomáticas. Estudios clínicos han
mostrado que más del 5% de la población sobre 60 años puede presentar algún grado
de ella.
Los síntomas producidos por una MER, que compromete a la mácula, son, en general,
baja de agudeza visual y metamorfopsia.
Frente a casos con síntomas importantes, e invalidantes, la cirugía vítreo retinal, con
remoción de la membrana, ha mostrado buenos resultados, con mejoría de los
síntomas, aunque frecuentemente no se logre recuperar los niveles previos a la
enfermedad. La cronicidad de la MER, y el desarrollo de edema macular secundario a
la tracción, son elementos que influyen negativamente sobre los resultados finales.
12 de 12 08/11/11 18:23
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA, ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE OFTALMOLOGÍA
CURSO OFTALMOLOGÍA 2011
PAUTAS DE MANEJO INICIAL DEL TRAUMA OCULAR GRAVE
Dr.
Eugenio
Maul
de
la
Puente.
Introducción:
La
atención
de
pacientes
con
traumatismos
oculares
requiere
que
el
médico
que
efectúa
la
primera
atención
esté
en
condiciones
de
evaluar
lesiones
orbitarias
y
oculares
frecuentes
y
determinar
la
necesidad
de
referencia
para
tratamiento
por
el
especialista.
Para
cumplir
con
este
objetivo
es
necesario
que
el
médico
esté
capacitado
para
efectuar
un
examen
oftalmológico
básico
para
reconocer
la
lesión
que
presenta
el
paciente,
su
gravedad
y
finalmente
decidir
las
medidas
de
manejo
inicial
en
cada
una
de
ellas.
Las
lesiones
oculares
traumáticas
se
caracterizan
por
su
heterogeneidad.
A
pesar
de
esto
es
posible
establecer
una
lista
de
patologías
prioritarias
que
se
producen
con
los
traumatismos
oculares.
Las
decisiones
iniciales
de
manejo
son
especialmente
importantes
para
su
curación.
Estas
son:
las
fracturas
orbitarias
,
las
heridas
palpebrales,
el
hifema
traumático,
el
trauma
del
nervio
óptico
y
la
retina,
las
heridas
perforantes
del
globo
ocular,
los
cuerpos
extraños
oculares
y
las
quemaduras
por
sustancias
químicas
o
energia
radiante.
Pronóstico
de
las
lesiones
oculares
Heridas
perforantes
oculares
El
objetivo
en
el
tratamiento
de
las
lesiones
oculares
es
la
restitución
anatómica
y
funcional
lo
más
cercanamente
posible
al
estado
del
órgano
previo
al
accidente.
Este
objetivo
es
especialmente
crítico
en
las
heridas
perforantes
oculares
en
las
que
existe
el
riesgo
de
pérdida
de
la
visión
del
ojo
afectado
con
mayor
frecuencia
entre
las
lesiones
oculares
traumáticas.
Por
este
motivo
la
primera
de
las
prioridades
constituye
descartar
la
existencia
de
una
herida
del
globo
ocular
en
el
paciente
accidentado.
La
restitución
anatómica
y
funcional
depende
de
tres
factores,
la
magnitud
de
la
lesión
inicial,
la
oportunidad
y
tipo
de
tratamiento
efectuado
y
de
las
complicaciones.
(1)
Las
heridas
del
globo
ocular
se
clasifican
en
4
grados .
En
el
grado
I
existe
la
perforación
de
la
cornea
con
o
sin
hernia
de
iris,
Grado
II
a
lo
anterior
se
agrega
catarata
traumática,
en
el
grado
III
existe
una
herida
de
la
esclera
y
en
el
grado
IV
se
agrega
salida
de
humor
vítreo
al
exterior.
En
estudios
de
pacientes
afectados
por
trauma
ocular
el
grado
I
corresponde
al
52%
de
los
casos,
el
grado
II
al
29%,
el
grado
III
al
15%
y
el
grado
IV
al
14%
de
los
casos.
La
recuperación
de
la
visión
se
logra
en
el
94%
de
los
casos
con
heridas
grado
I,
en
el
60%
de
los
con
herida
grado
II,
en
40%
de
los
con
herida
grado
III
y
en
el
(1)
20%
de
los
que
presentan
herida
grado
IV
.
La
magnitud
del
daño
inicial
determina
el
grado
de
recuperación
de
la
visión.
En
el
pasado
la
existencia
de
una
herida
perforante
era
sinónimo
de
pérdida
del
ojo
determinando
la
enucleación
en
el
23%
de
las
heridas
grado
I
y
en
el
75%de
las
heridas
grado
III
y
(2)
IV.
Entre
los
factores
determinantes
del
mejoramiento
del
pronóstico
de
las
heridas
oculares
se
encuentra
la
introducción
del
microscopio
operatorio
que
permitió
mejorar
la
manipulación
de
los
delicados
tejidos
oculares
lesionados.
La
ecografía
ocular,
otro
de
los
avances,
permitió
una
mejor
evaluación
de
las
lesiones
intraoculares
invisibles
al
examen
clínico,
permitiendo
adecuar
la
técnica
necesaria
antes
de
entrar
al
pabellón.
Otro
de
los
avances
fue
la
introducción
de
la
vitrectomía
en
el
manejo
de
las
heridas
3
grado
IV
,
La
remoción
del
humor
vítreo
traumatizado
permite
evitar
el
desprendimiento
de
la
retina
asociado
y
la
pérdida
de
la
visión.
Otro
avance
en
el
tratamiento
fué
la
introducción
del
concepto
de
tiempo
para
efectuar
la
reparación
y
el
resultado
visual
consecuente.
En
las
heridas
grado
II
la
extracción
inmediata
de
la
catarata
permitió
recuperar
la
visión
en
67%
de
los
casos
en
vez
del
24%
como
ocurrió
en
los
casos
en
que
la
extracción
de
la
catarata
se
efectuó
algunas
semanas
después
de
la
simple
sutura
de
la
herida
4,5
ocular
.
La
remoción
del
vítreo
traumatizado
en
las
heridas
grado
III
y
IV
permitió
recuperar
la
visión
en
el
64%
de
los
casos
cuando
se
efectuó
en
forma
simultánea
con
la
reparación
primaria
de
la
lesión
y
3
sólo
en
el
14%
cuando
se
efectuó
7
a
10
días
después
de
la
reparación
primaria
de
la
herida
ocular
,
es
importante
para
el
buen
pronóstico
emplear
las
técnicas
adecuadas
de
tratamiento,
sin
embargo
también
es
importante
aplicarlas
precozmente
de
lo
que
resulta
que
referencia
oportuna
y
temprana
es
de
singular
importancia
para
mejorar
el
pronóstico
visual
de
estos
pacientes.
Atención
ocular
de
emergencia
por
el
médico
no
especialista.
Esta
destinada
a,
1)
reconocer
los
problemas
urgentes:
heridas
perforantes
del
globo
ocular,
quemaduras
químicas,
herida
de
los
párpados
e
hifema
traumático,
2)
obtención
de
datos
importantes
como
tiempo
y
lugar
del
accidente,
naturaleza
de
la
sustancia
química,
tipo
de
trauma,
contuso
o
cortante,
3)
examen
oftalmológico
básico,
y
4)
manejo
inicial:
tratamiento
local
o
referencia
al
especialista.
Examen
oftalmológico
de
emergencia.
Requiere
que
el
médico
esté
familiarizado
con
aspectos
básicos
de
la
anatomía
ocular
para
lo
cual
es
de
extrema
utilidad
la
existencia
de
esquemas
del
ojo
en
los
lugares
de
atención
de
emergencia.
En
el
globo
ocular
es
necesario
reconocer
la
córnea,
la
esclera,
la
cámara
anterior,
el
iris
y
la
pupila,
detrás
de
la
pupila
se
encuentra
el
cristalino.
En
el
fondo
de
ojos
debe
reconocerse
la
papila
óptica
y
la
retina.
El
humor
vítreo
ocupa
el
espacio
entre
el
cristalino
y
la
retina.
Entre
los
anexos
del
globo
ocular
tenemos
la
conjuntiva,
los
párpados,
los
músculos
extraoculares,
la
vía
lagrimal
y
la
órbita
ósea,.
El
examen
oftalmológico
por
el
médico
general
consta
de
5
puntos.
1) El
primero
es
el
examen
de
la
visión
del
ojo
afectado.
Este
se
efectúa
mediante
el
tablero
de
Snellen
que
presenta
letras
de
distintos
tamaños.
Si
este
no
se
encuentra
disponible
se
puede
evaluar
la
agudeza
visual
mediante
material
impreso
disponible
en
la
sala
de
examen
comparando
la
visión
del
ojo
lesionado
con
la
del
ojo
sano.
2) Examen
con
linterna
de
los
párpados,
puntos
lagrimales,
córnea
y
esclera
en
búsqueda
de
perforación,
estado
de
la
pupila,
cuerpos
extraños
superficiales.
Para
facilitar
el
examen
se
puede
colocar
2
gotas
de
proparacaína
al
0,5%,
anestésico
local
en
la
conjuntiva.
La
luz
ambiente
natural
o
artificial
es
insuficiente
para
el
diagnóstico
de
lesiones,
éste
debe
ser
efectuado
con
la
luz
focalizada
de
una
linterna.
3) Examen
de
la
córnea
con
fluoresceína,
permite
identificar
heridas
superficiales
o
úlceras
corneales
traumáticas.
4) Examen
de
los
movimientos
oculares
con
la
linterna,
permite
detectas
diplopía
y
limitaciones
en
los
movimientos.
5) Examen
de
fondo
de
ojos,
perite
detectar
hemorragias
en
el
humor
vítreo
y
alteraciones
retinales
traumáticas.
En
la
ausencia
de
lesiones
visibles
o
evidentes,
el
estado
de
la
visión
permitirá
evaluar
la
gravedad
del
trauma
ocular.
Si
la
visión
está
disminuida
el
paciente
debe
ser
referido
al
especialista
aunque
no
se
detecte
lesiones
en
el
examen.
Aspectos
semiológicos
y
de
manejo
de
las
principales
lesiones
oculares.
Fracturas
orbitarias.
En
general
no
causan
disminución
de
la
visión
a
menos
que
coexista
un
trauma
del
globo
ocular.
La
fractura
puede
ser
del
reborde,
evidente
a
la
palpación
y
comprobable
con
radiografía
de
las
órbitas
en
posición
de
Waters.
La
fractura
puede
afectar
sólo
la
delgada
lámina
del
piso
orbitario,
denominadas
en
“blow
out”,
en
ese
caso
se
produce
enoftalmo,
que
puede
ser
aparente
sólo
algunos
días
después
que
desaparece
el
edema
orbitario.
También
se
detecta
limitación
en
la
elevación
del
globo
ocular
por
atropamiento
del
recto
inferior
en
la
fractura
del
piso.
La
radiografía
suele
revelar
velamiento
del
seno
maxilar
o
ser
normal,
sólo
la
tomografía
mediante
el
scanner
permite
demostrar
la
lesión.
Cuando
la
fractura
afecta
la
pared
medial,
el
aire
proveniente
de
las
celdillas
produce
crepitación
por
enfisema
subcutáneo.
En
los
casos
de
sospecha
y
examen
poco
concluyente
se
debe
reevaluar
el
caso
algunos
días
después
de
tratamiento
con
antiinflamatorios.
Heridas
palpebrales.
Rara
vez
se
produce
pérdida
de
tejido
en
las
heridas
palpebrales,
ningún
colgajo
de
párpado
debe
ser
eliminado
por
su
aspecto
ya
que
todos
pueden
ser
utilizados
en
la
reparación
de
la
herida.
Es
importante
investigar
si
la
herida
afecta
el
borde
libre
o
la
vía
lagrimal.
En
este
caso
se
observa
que
el
rasgo
de
la
herida
pasa
por
dentro
del
punto
lagrimal.
Las
heridas
de
párpado
que
no
afectan
la
vía
lagrimal
o
el
borde
libre
pueden
ser
reparadas
por
el
médico
no
especialista.
Siempre
investigar
la
posibilidad
de
que
coexista
una
herida
del
globo
ocular.
Hifema
traumático.
La
presencia
de
un
nivel
de
sangre
en
la
cámara
anterior
a
raíz
de
un
trauma
generalmente
contuso
recibe
el
nombre
de
hifema.
Es
un
cuadro
grave
debido
a
que
la
hemorragia
proviene
del
desgarro
de
delicados
tejidos
intraoculares.
Se
detecta
mediante
la
iluminación
con
la
linterna
de
la
cámara
anterior.
Trauma
del
nervio
óptico
y
de
la
retina.
Ambas
producen
marcada
disminución
de
la
visión
del
ojo
afectado.
En
el
caso
del
trauma
al
nervio
óptico
además
se
produce
midriasis
y
ausencia
del
reflejo
miótico
a
la
luz.
En
el
caso
del
trauma
retinal
los
reflejos
son
normales
y
el
examen
del
fondo
releva
múltiples
hemorragias
retinales.
Ambas
lesiones
se
producen
por
traumas
contusos.
Heridas
perforantes
del
globo
ocular.
Los
pacientes
tienen
como
antecedente
lesiones
cortantes
o
punzantes
de
tipo
doméstico,
del
trabajo
o
bien
del
tránsito
por
los
vidrios
del
parabrisas
quebrado.
La
visión
está
muy
disminuida
y
el
examen
revela
una
perforación
en
la
córnea
o
en
la
esclera,
la
cámara
anterior
está
aplastada
y
puede
haber
herniación
exterior
del
iris.
Todo
esto
es
visible
en
el
examen
externo
mediante
la
linterna.
El
ojo
debe
ser
vendado
suavemente,
no
colocar
ungüentos
y
referir
urgente
al
especialista
para
su
tratamiento
quirúrgico.
Transcurridas
24
horas
empeora
el
pronóstico.
Debe
evitarse
la
extracción
de
coágulos
u
otro
material
por
la
posibilidad
de
tratarse
de
tejidos
oculares.
Cuando
se
sospecha
la
existencia
de
heridas
oculares
debe
evitarse
la
palpación
del
globo
ocular
para
no
aumentar
el
daño.
En
caso
de
niños
en
que
no
hay
colaboración,
si
la
sospecha
de
perforación
del
globo
es
fuerte,
es
preferible
referir
inmediatamente
y
si
esto
no
es
posible,
efectuar
el
examen
bajo
anestesia
general.
Cuerpos
extraños
oculares.
Los
cuerpos
extraños
superficiales,
del
fondo
de
saco,
del
tarso
o
cara
dorsal
del
párpado,
o
de
la
córnea
pueden
ser
extraídos
mediante
una
tórula.
En
caso
de
persistir
restos
después
de
este
procedimiento
debe
referirse
al
especialista.
Los
cuerpos
extraños
intraoculares
ocurren
en
personas
que
martillando
fierro
con
fierro
o
fierro
con
piedra
sienten
un
impacto
en
el
ojo.
La
puerta,
de
entrada
es
aparente
en
la
forma
de
una
herida
ocular,
pero
a
veces
puede
no
ser
claramente
visible.
Estos
pacientes
además
del
antecedente,
cuando
no
hay
puerta
de
entrada,
presentan
disminución
marcada
de
la
visión.
La
radiografía
de
órbitas
en
posición
de
Waters
permite
comprobar
la
presencia
de
cuerpos
extraños
orbitarios
o
intraoculares
radioopacos.
En
este
último
caso
la
posición
del
cuerpo
radioopaco
cambia
de
pocision
con
radiografia
tomada
en
diferentes
direcciones
de
mirada.
Quemaduras
por
sustancias
químicas
o
energía
radiante.
La
sustancias
química
puede
ser
ácida
(sulfúrico
o
clorhídrico
generalmente)
o
básica
(soda
cáustica,
cal
viva
o
amoníaco
generalmente).
Debe
procederse
a
un
lavado
inmediato
con
suero
fisiológico
que
debe
extenderse
por
30
minutos,
especialmente
en
el
caso
de
quemaduras
por
álcali,
los
que
avanzan
profundamente
en
los
tejidos.
Después
del
lavado
profuso,
para
lo
cual
ayudan
las
gotas
anestésicas,
debe
referirse
inmediatamente
al
especialista.
La
energía
radiante
que
afecta
en
forma
aguda
al
ojo
es
la
radiación
ultravioleta.
En
la
alta
montaña
si
las
personas
no
usan
lentes
de
protección
solar
con
filtro
UV
sufren
una
lesión
epitelial
de
la
cornea
extremadamente
dolorosa
que
impide
la
visión.
Estos
pacientes
deben
ser
tratados
con
analgésicos
(500mg
de
paracetamol
cada
6
hrs),
aplicación
de
ungüento
oftálmico
(tobramicina)
y
parche
ocular.
Otro
mecanismo
de
daño
por
irradiación
es
la
exposición
accidental
a
cortocircuitos
eléctricos
o
bien
a
la
soldadura
mediante
el
arco
voltaico
sin
protección.
Procedimientos
Oftálmicos
en
la
atención
de
urgencia.
Anestesia
superficial
mediante
2-‐3
gotas
de
proparacaína
al
0,5%
es
un
procedimiento
útil
para
el
examen,
lavado
ocular
y
la
extracción
de
cuerpos
extraños
superficiales.
Eversión
de
los
párpados
superiores
para
la
extracción
de
cuerpos
extraños
tarsales.
Parches
oculares
para
la
protección
y
reposo
del
ojo.
Procedimientos
que
deben
evitarse
son:
la
prescripción
de
gotas
anestésicas
como
tratamiento
del
trauma,
colocación
de
gotas
o
ungüentos
cuando
se
sospecha
una
herida
del
globo
ocular,
la
palpación
del
globo
en
casos
que
presentan
antecedentes
de
traumas
punzantes
o
cortantes.
Tratamiento
local
o
referencia
al
especialista.
La
referencia
debe
ser
inmediata
en
caso
de
quemaduras
por
sustancias
químicas,
después
de
efectuar
el
lavado
inicial.
En
casos
de
hifema
traumático,
heridas
palpebrales
con
sección
del
borde
palpebral
o
sección
de
la
vía
lagrimal
y
en
casos
con
heridas
perforantes
del
globo
ocular,
la
referencia
también
debe
ser
inmediata.
Los
casos
de
fractura
orbitarias,
especialmente
en
casos
de
duda
pueden
ser
referidos
después
de
3
a
4
días
de
tratamiento
antiinflamatorio.
La
referencia
no
es
necesaria
en
caso
de
lesiones
menores
como
equimosis
o
hemorragia
subconjuntivales
y
que
no
presentan
disminución
de
la
visión
del
ojo
traumatizado.
Bibliografía
1. Eagling
EM:
Perforating
injuries
of
the
eye.
Brit
J
Ophthal.
60:732;1976
2. Roper
Hall
MJ:
Perforating
injuries
of
the
eye.
Trans
Ophthal
Soc
UK
79:57;1959
3. Maul
E,
Muga
R:
Vitrectomía
en
el
tratamiento
de
heridas
perforantes
oculars
severas.
Arch.
Chil.
Oftal.
36:113;1979
4. Maul
E.,
Muga
R:
Anterior
segment
surgery
early
after
corneal
wound
repair.
Brit
J
Ophthal.
61:631;1977.
5. Muga
R,
Maul
E.:
The
management
of
lens
damage
in
perforating
injuries
of
the
eye.
Brit
J
Ophthal
62:732;1978