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Relaciones internacionales I.

51. Los fundamentos del nuevo orden: conferencias


inter-aliadas durante la guerra, intensiones y logros.
El complejo proceso que llevó a los tratados de paz
La negativa experiencia de los tratados de paz firmados tras la primera guerra
mundial y la evidencia de la victoria aliada al menos desde 1943 provocaron
que los vencedores empezaran muy pronto a preocuparse por construir un
marco jurídico en el que se diseñase el mundo de posguerra. Estos fueron los
principales documentos y compromisos adoptados por los Aliados:
La Carta del Atlántico firmada el 14 de agosto de 1941 por Churchill y
Roosevelt. Este documento fue incluido en la Declaración de las Naciones
Unidas aprobada el 1 de enero de 1942.
Las decisiones tomadas por los Tres Grandes recogidas en las actas de las
diversas conferencias que se celebraron a lo largo de la guerra: Moscú (octubre
de 1943), El Cairo (noviembre de 1943), Teherán (diciembre de 1943), Yalta
(febrero de 1945), y, finalmente, Potsdam (julio-agosto de 1945).
La Carta de la Organización de las Naciones Unidas, cuyo primer borrador fue
diseñado en la Conferencia de Dumbarton Oaks y finalmente aprobada en la
Conferencia de San Francisco en junio de 1945.
Las Actas de Capitulación incondicional firmadas por Alemania el 7 y 8 de
mayo de 1945 y por Japón el 2 de septiembre de ese mismo año
Este conjunto de acuerdos crearon dos instituciones que debían ser las
encargadas inmediatas de la construcción de la paz
Lo que se vino a denominar el Directorio de los Tres Grandes. Nacido en la
Conferencia de Moscú en octubre de 1943 en la que Estados Unidos, Gran
Bretaña y la URSS se comprometieron por medio de sus ministros de asuntos
exteriores a mantener la unidad de acción "para mantener la paz y la seguridad
internacional" por medio del denominado Consejo de Ministros de Asuntos
Exteriores con sede en Londres. Este compromiso de actuar juntos se reafirmó
en las conferencias de Yalta y Potsdam. En la primera de ellas se acordó que
los "Ministros de Asuntos Exteriores se reunirán en el futuro tan a menudo
como sea necesario y, en cualquier caso, cada tres o cuatro meses."
Y por su parte, la Organización de las Naciones Unidas, nacida en Conferencia
de San Francisco en junio de 1945.
Este fue el aparato jurídico elaborado por los vencedores para construir la paz.
Sin embargo, todo lo que había sido minuciosamente preparado por las
diplomacias de los Aliados se derrumbó estrepitosamente al romperse la
unidad de los vencedores tras el fin del conflicto y desencadenarse el conflicto
de intereses. Finalmente la organización de la paz se convirtió en un proceso
anárquico marcado por el inicio de la guerra fría.
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Vencedores y vencidos, ocupantes y ocupados
El complejo desarrollo de la segunda guerra mundial hace que debamos
detenernos en detallar algo que en principio debía de ser obvio: quiénes fueron
los vencidos y quiénes los vencedores.
En Europa los vencidos fueron Alemania, Italia, Finlandia, Rumania, Hungría y
Bulgaria. Alemania fue ocupada por las tres potencias vencedoras, Gran
Bretaña, EE.UU. y la URSS, a las que se unió Francia; Rumania, Hungría y
Bulgaria fueron ocupadas por la URSS e Italia por EE.UU. y el Reino Unido.
Finlandia tras firmar el armisticio con la URSS en 1944 no fue ocupada
En Asia los vencidos fueron Japón y Tailandia (Siam). Japón fue ocupado por
los norteamericanos, Tailandia por los británicos y Corea, antiguo territorio
dominado por Japón, fue dividida en dos zonas de ocupación: los soviéticos al
norte y los estadounidenses al sur.
Respecto a las antiguas colonias europeas en Asia liberadas del dominio
japonés se dieron múltiples situaciones: la URSS ocupó Manchuria, además
del norte de Corea, y la antigua Indochina francesa quedó ocupada la norte del
paralelo 16º por China y al sur por los británicos. La guerra civil china y el
ulterior triunfo comunista en 1948 vino a complicar aún más la situación. De
cualquier manera, los antiguos colonialistas franceses y holandeses tuvieron
grandes dificultades para recuperar el control de sus antiguos territorios de
Indochina e Indonesia respectivamente.
Un caso particular fue el de Austria. En Potsdam, se acordó que, pese a ser
reconocida como víctima del nazismo y reconocida su independencia, el país
debía ser ocupado por los aliados bajo una Comisión aliada. Pese a las
elecciones que tuvieron lugar en noviembre de 1945, el país continuó dividido
en zonas de ocupación y la Comisión aliada siguió al cargo de diversos
funciones, esencialmente la de la desnazificación, hasta la firma definitiva de
un tratado.

Los Tratados de Paz


En aplicación de los acuerdos alcanzados en Potsdam, los cinco ministros de
asuntos exteriores de Gran Bretaña, EE.UU., la URSS, Francia y China se
constituyeron en Consejo Permanente y se reunieron en Londres en
septiembre de 1945 a fin de redactar los tratados de paz con los vencidos. La
reunión fue fracaso lo que llevó a una reunión en diciembre en Moscú de los
ministros de EE.UU, Byrnes, URSS, Molotov, y Gran Bretaña, Bevin. Allí se
acordaron los procedimientos para redactar los tratados de paz.
En 1946 se reunió en París una conferencia de los ministros de asuntos
exteriores de Gran Bretaña, URSS, EE.UU. y Francia y posteriormente de julio
a octubre de ese mismo año se encontraron en lo que se denominó
Conferencia de Paz los representantes de los veintiún estados miembros de las

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Naciones Unidas que habían luchado realmente en la guerra contra el Eje:
Gran Bretaña, URSS, EE.UU., Francia, China, Bélgica, Grecia, Noruega,
Países Bajos, Polonia, Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia, Australia,
Canadá, India, Nueva Zelanda, Unión Sudafricana, Brasil, Chile, Etiopía y la
Rusia Blanca y Ucrania, repúblicas soviéticas que se vieron reconocidas
individualmente.
El proceso culminó en Europa con la firma de los Tratados de París el 10 de
febrero de 1947 entre los vencedores y los países satélites de la Alemania nazi
(Italia, Rumania, Hungría, Bulgaria y Finlandia).
En el caso de la firma del tratado de paz con Japón, la revolución china y el
triunfo de Mao Zedong complicaron el proceso que finalmente culminó con la
firma del Tratado de San Francisco en 1951 con Japón. Este tratado fue
firmado por cuarenta y nueve países, entre los que no se hallaban presente la
URSS, India y China y redujo a Japón a sus fronteras de 1854. La denominada
declaración de Moscú de 1956 firmada por los primeros ministros Hatoyama y
Bulganin puso fin al estado de sitio entre la URSS y Japón.
En 1955 se firmó el Tratado de Viena que acabó con la ocupación de Austria,
país que recuperó su independencia por primera vez desde el Anschluss de
1938.
Tras la capitulación sin condiciones del 7 y 8 de mayo y la ocupación de su
territorio, Alemania sufrió duramente las consecuencias de la guerra de
destrucción iniciada por Hitler: fuertes pérdidas territoriales, pago de
indemnizaciones... Sin embargo, como veremos más adelante, el estallido de la
guerra fría llevó a unos resultados no previstos por los Aliados vencedores. La
partición del país en dos estados, la RFA y la RDA, enfrentados y alineados
con las dos superpotencias enfrentadas tras la segunda guerra mundial impidió
la firma de un tratado de paz entre los vencedores y Alemania.
Los cambios territoriales
El principio general que rigió todos los acuerdos y tratados fue el retorno a las
fronteras europeas de 1937 con tres excepciones principales: la reducción del
territorio de Alemania, el engrandecimiento del territorio soviético y el
"desplazamiento" del territorio polaco en torno a 225 kilómetros hacia el oeste.
Estas tres excepciones estaban evidentemente relacionadas.

Estos fueron los principales cambios territoriales en Europa:


La Unión Soviética obtuvo:
De Finlandia: gran parte de Carelia con la ciudad de Vyborg y el puerto de
Petsamo en el norte lo que hizo que tuviera frontera con Noruega.
Los tres estados bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, que habían sido
independientes de 1918 a 1940.

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De Alemania: la parte norte de la Prusia Oriental con la ciudad de Könisgsberg
(actual Kaliningrado).
De Polonia: las regiones al este de la línea Curzon
De Checoslovaquia: la Rutenia subcarpática
De Rumania: la Besarabia (denominada Moldavia en adelante) y la Bukovina
del Norte.
Polonia en contraprestación de sus pérdidas orientales obtuvo:
La parte sur de Prusia Oriental y las regiones de Pomerania y Silesia hasta la
línea Oder-Neisse. Aunque Polonia perdió algo de territorio consiguió adquirir
zonas más ricas y una gran salida al Báltico con los antiguos puertos alemanes
de Danzig (rebautizado Gdansk) y Stettin (Szczecin)
Alemania perdió de nuevo Alsacia-Lorena en el occidente, reanexionadas por
Hitler en 1940, y, sobre todo, importantes territorios en el oriente en beneficio
de Polonia. Quedó reducida a 356.272 kilómetros cuadrados, en contraste con
los 472.034 de 1919 y 540.521 de 1914.
Italia, aunque limitó sus pérdidas al firmar el armisticio con los Aliados en 1943,
cedió algunos pequeños territorios:
La península de Istria con Fiume (Rijeka) pasó a Yugoslavia, aunque consiguió
mantener Trieste.
La isla de Rodas y el archipiélago del Dodecaneso fueron entregados a Grecia.
Albania recuperó su independencia e Italia perdió sus colonias (Etiopía,
Somalia, Eritrea y Libia)
Aunque los cambios territoriales fueron menores que tras la primera guerra
mundial, fueron acompañados de enormes desplazamientos de población que
añadieron más dolor a un continente devastado por la guerra:
Entre 11 y 12 millones de alemanes fueron expulsados de las zonas
anexionadas por la URSS y Polonia, así como de los Sudetes en
Checoslovaquia y de las comunidades germanas de los Balcanes.
2 millones de polacos fueron las zonas orientales cedidas a la URSS fueron
realojados en la "nueva Polonia occidental".
Entre 400.000 y 500.000 finlandeses fueron expulsados de los territorios
anexionados por la URSS.
Una parte de la población húngara de Eslovaquia fue expulsada.
Los cambios en el Extremo Oriente se concretaron en la desaparición del
Imperio Japonés:
La URSS se anexionó la isla de Sajalín y las islas Kuriles.

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Japón debió abandonar sus conquistas en China, Corea y la isla de Formosa
(Taiwan). Además 7 millones de japoneses dispersos por el antiguo Imperio
debieron retornar al archipiélago nipón.

Conferencia de Teherán (noviembre de 1943).


La Conferencia de Teherán constituyó el punto culminante de la cooperación
en el seno de la Gran Alianza. Los éxitos del ejército soviético y la inminencia
de la apertura de un segundo frente en Europa occidental permitieron que el
primer encuentro entre Stalin, Churchill y Roosevelt se desarrollara en un
ambiente de gran cordialidad.
Las decisiones principales que se adoptaron fueron las siguientes:
 Acuerdo sobre la partición y desmembramiento de Alemania tras la
derrota del régimen de Hitler.
 Pese a la aprensión de las potencias occidentales se acuerda el
"desplazamiento de Polonia hacia el oeste". La frontera soviética llegaría
hasta la línea Curzon y a cambio Polonia se anexionaría territorios
orientales alemanes.
 Se comenzó el debate sobre la organización concreta de la futura
Organización de las Naciones Unidas, aprobándose un acta sobre la
cuestión.

Conferencia de Yalta.
La Conferencia que los "Tres Grandes", Churchill, Roosevelt y Stalin,
celebraron en Yalta (Crimea - antigua URSS) del 4 al 11 de febrero de 1945 es
posiblemente uno de los hechos diplomáticos más célebres del siglo XX.
Durante la guerra fría se mantuvo la idea de que en Yalta se había producido
una división del mundo entre las potencias occidentales y la URSS. La realidad
no fue esa.
Los "Tres Grandes" se reunieron para coordinar sus planes de guerra en un
momento en el que las operaciones contra las potencias del Eje habían entrado
en un momento decisivo. Churchill, Roosevelt y Stalin intentaron llegar a un
acuerdo lo más amplio posible sobre los puntos de fricción que les separaban
en lo referente al futuro de una Europa que se adivinaba prontamente liberada
de la dictadura hitleriana.
La situación en el momento de la Conferencia favorecía claramente a Stalin.
Tras las impresionantes ofensivas del Ejército Rojo en 1944, las tropas
soviéticas se hallaban a 70 kilómetros de Berlín y ocupaban prácticamente toda
la Europa central y oriental. Al mismo tiempo, el mantenimiento del pacto de
neutralidad con Japón permitía a Moscú mantener una posición de fuerza en
todo lo relacionado con las cuestiones polaca y alemana.

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De Gaulle trató de que Francia fuera incluida en la Conferencia con escaso
éxito. Roosevelt se negó a incluir a un país que había sido liberado por los
anglosajones, aduciendo que su líder, De Gaulle, no había sido elegido por su
pueblo.
En esta conferencia se acordaron cinco resoluciones principales:

Alemania sería desmilitarizada y dividida en cuatro zonas de ocupación de la


URSS, EEUU, Gran Bretaña y Francia (incluida por demanda de Churchill).
Estaría sujeta a fuertes reparaciones financieras y perdería la Prusia Oriental y
parte de Pomerania, quedando su frontera oriental fijada en la línea marcada
por los ríos Oder y Neisse. Se estableció que un tribunal internacional juzgaría
a los principales criminales de guerra nazis. Lo que posteriormente llevó a los
Juicios de Nüremberg.
Polonia sería "desplazada" hacia el oeste, anexionándose los territorios que
Alemania perdía en el oriente y cediendo en el oriente los territorios que habían
quedado bajo el dominio soviético tras el pacto de no agresión germano-
soviético en 1939. El denominado Comité de Lublin, formado esencialmente
por comunistas, constituirían el núcleo principal del futuro gobierno polaco,
aunque también tendrán presencia los miembros del gobierno provisional
polaco pro-occidental con sede en Londres.
Con respecto a las Naciones Unidas, cuya Carta había sido ya redactada en
borrador, se acordó un compromiso sobre la fórmula de voto en el futuro
Consejo de Seguridad, poniendo el énfasis en el papel clave de las grandes
potencias vencedoras en la futura organización de la paz.
Por último, se aprobó la denominada Declaración sobre la Europa liberada en
la que los "Tres Grandes" se comprometieron a que la reconstrucción de
Europa se hiciera por medios democráticos constituyendo gobiernos
democráticos ampliamente representativos de todos los elementos no fascistas
de cada nación. Esos gobiernos deberían convocar lo antes posible elecciones
libres que permitieran la creación de gobiernos que emanaran de la voluntad
popular.
Fue la violación de estos acuerdos por parte de los soviéticos lo que llevó a la
división de Europa y a lo que se vino a denominar el "telón de acero".
Posteriormente, los republicanos norteamericanos contrarios a Roosevelt y su
legado, y el propio De Gaulle, marginado de la reunión, fomentaron la falsa
idea de que en Yalta se acordó la división de Europa en dos esferas de
influencia, occidental y soviética.
Por último, en lo referente al Extremo Oriente se acordó un protocolo secreto
por el que a cambio de la entrada de la URSS en guerra contra Japón en el
plazo de dos o tres meses tras la derrota alemana, la Unión Soviética
recuperaría todos los territorios perdidos tras la guerra ruso-japonesa de 1905.

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Conferencia de Postdam.
Los "Tres Grandes" tras culminar la derrota de la Alemania nazi se reunieron
en Potsdam, en las afueras de Berlín, del 17 de julio al 2 de agosto de 1945
para concretar la suerte del vencido.
Pese a la victoria común sobre el Eje y la capitulación incondicional de la
Wehrmacht, el ejército alemán, el 7 y 8 de mayo, el ambiente en la conferencia
había cambiado con respecto a Teherán o Yalta, tal como habían cambiado
sus protagonistas. Al lado del dictador soviético, Truman a sustituido a un
presidente Roosevelt que había fallecido unos meses antes y Atlee, el líder
británico laborista, sustituye a un Churchill derrotado sorprendentemente en
las elecciones generales de 1945.
Los dirigentes de la Gran Alianza acordaron establecer una autoridad suprema
interaliada en Alemania en la que el poder real residiría en un Consejo
Supremo de Control formado por los comandantes militares de las cuatro zonas
de ocupación: americana en el sudoeste, británica al noroeste, francesa en el
oeste y soviética al este. Era una mera división administrativa de Alemania y,
en aquel momento, ninguno de los líderes reunidos pensó en una división
política de la potencia derrotada.
Austria también fue dividida en cuatro zonas, así como Berlín y Viena.
Se definió el denominado plan de las cuatro "D": desnazificación,
desmilitarización, descartelización (abolición de los grandes "carteles"
económicos germanos) y democratización. Este plan debía ser la base de la
reconstrucción de Alemania. Todas las organizaciones nacional-socialistas
debían ser disueltas, la administración depurada y los criminales de guerra
castigados en un Tribunal que tendrían como sede Nüremberg, la capital de los
grandes congresos nazis. Todas las organizaciones militares y paramilitares
debían ser disueltas y desarticulada la industria armamentística, así como los
grandes conglomerados industriales. La democratización pasaría por la vuelta
a la legalidad de los partidos políticos y sindicatos, por elecciones locales y el
restablecimiento de las libertades civiles.
Los ministros de asuntos exteriores quedaron encargados de preparar un
tratado de paz definitivo con Alemania. No hubo acuerdo sobre el trazado de la
frontera germano-polaca, pero la URSS impuso una política de hechos
consumados anexionando a Polonia importantes territorios germanos y fijando
la línea Oder-Neisse como la frontera definitiva. Este cambio de fronteras se vio
acompañado de la expulsión de diez millones de alemanes de territorios
orientales y de amplios desplazamientos, a menudo dramáticos, de población
en toda la Europa oriental.
En lo referente a las reparaciones de guerra, se acordó tras ásperas
discusiones que serían extraídas por cada potencia en su área de ocupación,
aunque a la Unión Soviética se le permitió obtener del 10 al 15 por ciento del
equipamiento industrial de las zonas occidentales a cambio de productos
agrícolas y de otro tipo de su zona de ocupación.

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Pese a la proclamación solemne de la creencia en la responsabilidad colectiva
de las grandes potencias en el establecimiento de una paz justa y concertada y
de la adhesión unánime a los principios de la Carta del Atlántico, la realidad fue
que en la Conferencia de Potsdam afloraron ya de una manera bastante
evidente las divergencias ideológicas y las ambiciones nacionales
irreconciliables que llevarían a corto plazo al fin de la Gran Alianza y al inicio de
la guerra fría.

Bibliografia: http://www.historiasiglo20.org

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