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LOS URÉTERES
Los uréteres son conductos delgados que transportan el orine de los riñones
a la vejiga. Ellos nacen como continuación de la pelvis renal al nivel de la
segunda costilla lumbar (L2), descienden por detrás del peritoneo a la base de
la vejiga urinaria, hacen un giro medial y corren de forma oblicua a lo largo de
la pared de la vejiga para penetrar en esta y verter el orine a través de las
aberturas uretrales en la zona baja de la vejiga. Esta disposición impide el
retroceso de la orina a los uréteres durante el llenado de la vejiga ya que
cualquier incremento interior de presión en la vejiga comprime y cierra la parte
distal de los uréteres
Son dos conductos huecos que conectan los riñones con la parte posterior de
la vejiga. Cada uno tiene una longitud cercana a los 30 centímetros, que se
desarrollan desde la parte inferior de cada riñón, siguiendo a través de la zona
baja del abdomen y de la primera porción de la pelvis.
En su unión con la vejiga urinaria (la siguiente sección del aparato urinario) se
ubican los orificios ureterales, que permiten el paso de la orina.
Estos actúan como verdaderas válvulas que regulan el paso del contenido, en
una sola dirección; sin embargo, no funcionan como otros esfínteres
corporales, impidiendo el reflujo. Así, si existe algún defecto o anomalía de
estos tubos conductores y en los orificios ureterales, lo más probable es que
la orina se devuelva hacia los riñones, generando complicaciones.
2.3.2. CARACTERÍSTICAS
Los músculos de las paredes del uréter se tensan y relajan para obligar
a la orina a bajar y alejarse de los riñones. Pequeñas cantidades de
orina fluyen de los uréteres a la vejiga aproximadamente cada 10 a 15
segundos.
La orina no alcanza la vejiga solo por gravedad, y los uréteres juegan
un importante papel en la impulsión de esta. El estiramiento del uréter
debido a la entrada de orine estimula su musculatura a contraerse
impulsando así el fluido a la vejiga. La fuerza y el ritmo de las
contracciones peristálticas se ajustan a la velocidad de producción de
orine. El control de las contracciones es principalmente llevado a cabo
como respuesta al estímulo local, y aunque el uréter está inervado por
fibras simpáticas y parasimpáticas, al parecer su significancia es
mínima comparada con la influencia local.
Este conducto es diferente en el hombre y en la mujer, esto hace que
ocasione diferente patología. En la mujer es muy frecuente que existan
infecciones de vejiga, esto es debido a que la uretra mide entre cuatro
y cinco centímetros, lo que hace que entre micción y micción los
gérmenes lleguen a la vejiga. Cada vez que miccionamos hacemos un
lavado de uretra.
En el hombre la uretra mide unos doce centímetros, por lo que los
gérmenes no tienen tiempo de llegar a la vejiga y las infecciones no son
frecuentes, excepto cuando la próstata aumenta de tamaño y provoca
retenciones. La orina retenida favorece la contaminación y suele acabar
provocando infecciones.
Realizan perístasis (contracciones ondulatorias y periódicas) para
mover la orina hasta la vejiga urinaria.
2.3.3. UBICACIÓN
TAMAÑO
o Arteria ilíaca.
o Arterias renales.
o Arterias gonadales (espermática u ovárica).
o Arterias vesicales.
2.3.6. FUNCIONES
Son los encargados de transportar la orina desde la pelvis renal hasta la vejiga
urinaria. Se trata de un par de conductos de unos 3ml de grosor, y de unos 25
a 35 cm de largo en personas adultas.
Al final del uréter en su unión con la vejiga urinaria se ubican los orificios
ureterales, que permiten el paso de la orina. Estos actúan como válvulas que
regulan el paso del contenido, en una sola dirección. Sin embargo, no
funcionan como otros esfínteres corporales: impidiendo el reflujo. Por lo que si
existe algún defecto o anomalía de estos tubos conductores y en los orificios
ureterales, lo más probable es que la orina se devuelva hacia los riñones,
generando complicaciones.
BIBLIOGRAFÍA