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Analizar los siguientes artículos y desarrollar en una cara las respuestas planteadas.
A diferencia de a inicios de año, el panorama fiscal ya no pinta tan favorable para el 2019. En
un contexto en el que la economía se viene desacelerando —el crecimiento del primer
semestre fue 2.6 puntos porcentuales menos que lo registrado en el primer semestre del
2018—, el menor dinamismo de la demanda interna ya se siente en los resultados fiscales de
este año. La recaudación del IGV —directamente vinculada a la demanda interna— cayó 1.1%
en julio y registró su primera contracción desde septiembre del 2017. El resultado fue el
principal factor detrás de una caída interanual de los ingresos fiscales de 0.5% en julio, el
primer resultado negativo del año.
“Definitivamente este año [los ingresos fiscales] no van a crecer al mismo ritmo que el año
pasado. Los ingresos tributarios crecieron casi 15% en el 2018, [para este año] esperamos una
tasa más cercana al 5%”, señaló Eduardo Jiménez, analista senior de Macroconsult.
Esta caída en los ingresos llevó a que el déficit fiscal cierre julio en 1.6% del PBI, y mantenga
una tendencia al alza desde mayo que se espera continúe. El resultado se da en un contexto en
el que el déficit debería estar consolidándose hacia el 1%, luego de alcanzar un máximo en el
2017 por el mayor gasto público asociado a la Reconstrucción del norte.
¿Y AL 2021?
Si bien el déficit fiscal en el 2019 sería menor al de los dos últimos años —en el 2018 fue 2.3%
del PBI y en el 2017, 3%—, en el 2020 el resultado se alejaría de las proyecciones del MEF
(1.8%) y esto complicaría que se alcance la meta al 2021. Las calificadoras crediticias coinciden
en que no cumplir la meta le restaría credibilidad al MEF, pese a que el mayor déficit no sería
preocupante en sí mismo por el bajo nivel de endeudamiento público del Perú en relación a
sus pares de la región. El incumplimiento frecuente de metas afectaría la institucionalidad del
MEF, lo que podría comprometer la calificación crediticia del país.
“No creo que se llegue exactamente al 1% [del 2021], lo veo difícil porque el próximo año la
inversión pública va a ser más alta, lo cual no va a permitir que el déficit se pegue a la meta. En
el 2021 podríamos cerrar en el mejor de los casos con un déficit en 1.5%”, agrega Jiménez.
Focus Economics incluso ha aumentado sus proyecciones y espera que en el 2021 el déficit
fiscal sea 1.8% del PBI, 0.2 puntos porcentuales más de lo esperado en enero.
El deterioro de los ingresos fiscales se da pese a la reforma tributaria iniciada el año pasado,
que ha tenido impacto —aunque acotado— en la recaudación. “Eso de alguna manera ha sido
un soporte. Esas medidas están ayudando a dar un soporte marginal de 1.6% o 1.7% a la
recaudación”, añadió Tuesta.
El 81% de clientes intenta resolver sus dudas por su cuenta antes de contactar a las marcas.
Un estudio de Zendesk también reveló que el 53% de los clientes dice que la Inteligencia
Artificial los ayuda a obtener soporte 24/7.
Publicidad en medios tradicionales todavía capta mayor atención que en los digitales
Tres de cada diez peruanos se concentra más en anuncios de radio, TV, diarios, entre otros.
Solo el 10% de espectadores está dispuesto a pagar por evitar anuncios.
TENDENCIAS
Karen Rojas Andia
krojas@diariogestion.com.pe
Actualizado en 11/09/2019 a las 05:30
Ficha Técnica
Estudio: Publicidad digital versus
tradicional.
Fuente: Ipsos Perú.
Universo: Compuesto por hombres y
mujeres de 15 a 65 años de todos NSE
de las principales ciudades del Perú
urbano.
Muestra: 1,004 personas.
Deterioro de expectativas
Ambos pueden o no equivocarse. El problema es que, si todos pensamos que las cosas van a
empeorar, actuamos en ese sentido y, por lo tanto, hacemos que lo que creíamos que iba a
pasar, efectivamente pase.
Las expectativas, es decir, lo que creemos que va a pasar, son recogidas por el BCRP a través
de encuestas a analistas económicos, sistema financiero y empresas no financieras. A través de
ellas, mide el pulso de lo que se piensa ocurrirá. Aunque suene obvio, nadie toma decisiones
en función del pasado, sino de lo que cree que va a pasar. Y esa visión se denomina
expectativa.
¿Qué nos muestra la encuesta del mes de agosto? En primer lugar, las expectativas de
crecimiento para este año se han reducido, tanto para analistas económicos, como para el
sistema financiero y empresas no financieras a un rango entre 2.5% y 3%. La tendencia es hacia
2.5%. Recuerde, estimado lector, que a comienzo de año se proyectaba más de 4% de
crecimiento para este 2019. En los tres casos hay un deterioro comparado contra lo que se
esperaba, tanto en junio como en julio. En segundo lugar, se espera que el tipo de cambio
cierre el año en torno de 3.40 soles por dólar, una cifra mayor que en junio y julio. En tercer
lugar, las expectativas respecto a cómo les irá a las empresas en lo que resta del año son
negativas, tanto en ventas como la situación del sector en el cual se encuentran. No sorprende
que se hayan reducido también las expectativas de contratación de trabajadores por los
siguientes doce meses.
En síntesis, todos esperan que no nos vaya bien en los siguientes meses. Y eso hace muy difícil
pensar que el empleo adecuado vaya a aumentar.
Debemos estar claros en las razones. Desde mi punto de vista son dos principales: la
incertidumbre política y la guerra comercial entre los Estados Unidos y China. Comencemos
por el primero. Imagínese que usted, estimado lector, desea poner un negocio. Lo que busca
es tener clientes que gasten. Para que ello ocurra las personas deben desear y poder gastar y
ello depende de la seguridad que tiene respecto de su empleo actual. A su vez, el empleo
depende de la inversión previa de alguien que las contrató. Si observa que hay despidos o que
las empresas prefieren no contratar por el momento, es natural que prefiera postergar gastos
que de otra manera hubiera hecho. Guarda pan para mayo. La incertidumbre es veneno para
la economía y el ruido político actual, que no nos permite saber ni siquiera cuando serán las
elecciones generales ni menos quien tiene mayores probabilidades de ganar, genera una
postergación de decisiones, tanto de los compradores como de los empresarios. Y eso encoge
a la economía.
Presiciones – Segmento
La clave para crecer en el sector retail, dijo César Peñaranda, director del IEDE-CCL, es apuntar
a la clase media creciente. Esta representa más del 42% de la población en nueve regiones.
Avance. En el segundo trimestre, el comercio creció 2.8%, la tasa más alta desde el primer
trimestre del 2016. “El flujo de visitas al mal sube, sí, pero el cliente no está comprando. No es
un 2018 que iba con más ganas”.
Vanessa ochoa fattorini vanessa.ochoa@diariogestion.com.pe
Con un consumo desacelerado, el retail, un sector ligado a él, ha sentido los estragos. Si bien
no se han mostrado cifras negativas en el primer semestre del año, los crecimientos han sido
casi lo esperado, proyectando un segundo periodo con un incremento en torno al 4%, y un
2020 difícil y desafiante.
Así lo señala la presidenta del gremio Retail de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Leslie
Passalacqua, quien hace un repaso por lo que ha sido este 2019, con un primer trimestre
complicado y un segundo trimestre impactado de manera positiva por la Copa América y los
Juegos Panamericanos que levantaron muchos rubros y que hizo aumentar, en general, al
comercio. “Estos eventos apoyaron muchos rubros y alcanzamos un 6% de crecimiento. Para
este semestre esperamos un 3% de avance. Si bien está complicado, ya no creemos que se va a
repetir un abril en que no se creció, y nos da una perspectiva que el 2019 tendrá un 4% de
avance.
Alcanzar este último número sería muy bueno, pero depende mucho de las acciones que
tengamos”, refirió. Van pero no compran Consultada sobre la perspectiva de los malls, que
afirman desde hace unos meses que la afluencia de público es positiva frente al reporte de
descenso en visitas en tiendas dentro de estos recintos, Passalacqua indicó que “el flujo de
visitas a malls sí sube, pero el cliente no está comprando. No es un 2018 que iba con más
ganas”, dijo.
En esa línea, comentó que el sector es más sensible dado que muchas veces se priorizan
compras de primera necesidad. Por ello, se trabajan más acciones para la campaña navideña,
que les da una venta de 2.5 veces más. A ello se suma que este año, para completar un buen
setiembre se tendrá dos fechas para el Día del Shopping, anotó. Año de retos Y hacia el 2020,
Passalacqua indicó que ese año no viene fácil, y solo se tiene que continuar con las acciones
para competir. “Una de las recomendaciones (para los retailers) es no excederse en stock, pero
hay que tenerlo porque sino no se vende. Será un año en el que no se tendrá la bonanza de
antes, y hay que trabajar en el acercamiento al cliente para que se anime a comprar”, refirió.
No olvidar –dijo– que la venta e-commerce se tiene que reforzar al ser otro canal de venta. “El
online en el Perú está creciendo, es cierto que otros países nos superan, pero es un canal que
está avanzando”. Asimismo, sobre las promociones y descuentos, Passalacqua comentó que
una tienda no puede estar todo el año con este tipo de actividades por un tema de margen; sin
embargo, se ha visto –por la coyuntura– más de estas actividades.
http://gestion.peruquiosco.pe/m/a/20190919/4
EL MERCADO DE PIZZA
El segmento de pizzas en el Perú fue el que más creció en el 2017. Las cadenas de pizza
crecieron 16%; el mercado total de fast foods lo hizo en 8%, según Euromonitor International.
El crecimiento se explica por un aumento en la presencia del canal online, que incluyó el
aumento de los servicio de delivery y presencia en redes sociales.
El mercado de pizzas registró ventas por
S/.382 millones. Telepizza lideró las ventas
con un market share de 25%, seguido de
Pizza Hut con 23%. La participación se
recompone tras el acuerdo. Pizza Hut, junto
con los locales de Telepizza, contará con el
48% de market share del mercado de pizzas
y se estima que la categoría crecerá 7% en el
2018, según la consultora.
LA ESTRATEGIA DE TELEPIZZA
En el 2016, la cadena española —que ingresó
al mercado peruano en el 2011— logró
superar a Pizza Hut en participación de
mercado por primera vez desde su entrada;
en el 2017 mantuvo el liderazgo. En Lima,
Telepizza apostó por cubrir más distritos en
vez de liderar en número de tiendas. La cobertura le permitió captar un mayor número de
clientes que Pizza Hut.
Una de las estrategias con las que Telepizza sacó ventaja a su competidor fue la apuesta por
los NSE C y D. Pablo Juantegui aseguró que el Perú es uno de los destinos dónde se pudieron
abrir mayores locales de manera rápida. Así, para el 2017 Telepizza ya tenía presencia en 26
distritos de Lima Metropolitana mientras que Pizza Hut sólo cubría 23, según MapCity.
Asimismo, de los 56 locales de Pizza Hut, 22 se encuentran en distritos con NSE A y B mientras
que Telepizza apostó por distritos como Villa el Salvador, Villa María del Triunfo, Puente Piedra
y Ventanilla, dónde su competidor no tiene presencia. Este año, la cobertura de ambas
cadenas se mantuvo, según la consultora.
La estrategia de precios fue otro driver de crecimiento para la española. Ésta apostó por una
estrategia promocional más agresiva que la de su competidor. La oferta 2×1 todos los días a
través de sus plataformas —online, por teléfono y en locales— aseguró un precio competitivo
de pizza grande por S/. 13,5 mientras que el de Pizza Hut era de S/. 22.
LA EVENTUAL RECOMPOSICIÓN
La alianza de ambas cadenas será un proceso gradual. Si bien permitirá un alcance de
mayor market share (48%) en el mercado de pizzas, la recomposición se dará forma paulatina.
En términos de número de locales, Pizza Hut contará con 93 locales y presencia en 31 distritos
en Lima Metropolitana, ello indica que la cadena americana se convertirá en la eventual líder
en locales.
Preguntas:
1. Análisis FODA de la situación del mercado frente a la Alianza Pizza Hut y Telepizza. (7
puntos)
2. Análisis CAME (7 puntos)
3. Analice el comportamiento del consumidor y determine su segmento. (6 puntos)