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ROLANDO CORDERA, PATRlClA RAMIREz

KURI, ALICIA ZlCCARDl


(coordinadores)

POBREZA,
DESIGUALDAD Y '

EXCLUSIÓN SOCIAL
EN LA CIUDAD
DEL SIGLO XXI
siglo xxi editores, s.a. de C.V.
CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS. 04310, M ~ X I C OD.F.
.

siglo xxi editores, s.a.


TUCUMAN 1621. 7 O N. C1050AAG, BUENOS AIRES. ARGENTINA

siglokxi de españa editores, s.a.


M E N ~ N D E ZP l D A L 8 B I S , 2 8 0 3 6 . M A D R I D . E S P A N A

HC79.P6
P63
2008 Pobma, desigddudy exclusión sociai en la ciudad del siglo XYI /
coordinadores Rolando Cordera, Patricia Ramírez Kuri, Alicia
Ziccardi ; colaboradores Leonardo Lomelí . . [et al.]. - .
México : Siglo XXI : UNAM, Instituto de Investigaciones
Sociales, 2008
438 p. 16 il. - (Sociología y política)

ISBN: 978607-3-00043-7

1. Pobreza urbana - México - Siglo XXI. 2. Pobreza -


Aspectos sociales. 3. Pobreza-América Latina
1. Cordera, Rolando, ed. 11. Ramírez Kuri, Patricia, ed. 111. Ziccardi,
Alicia, ed. N.Lomelí, Leonardo, colab. V. Ser.

Este libro fue sometido a un proceso de dictaminación por académicos externos al Instituto, de acuerdo
1
'
con las normas establecidas por el Consejo Editorial de las Colecciones de Libros del Instituto de Inves
tigacionesSociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos los países de habla hispana.
Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio, sin el consentimiento por escrito de su
legítimo titular d e derechos.

primera edición: noviembre de 2008


d.r. O 2008, universidad nacional autónoma de méxico
instituto de investigaciones sociales
ciudad universitaria, 04510, méxico, d.f.

O 2008 siglo xxi editores, s.a. de C.V.


por características tipográficas y de diseño editorial

isbn 978407-3-00043-7
r,T
5 , - .

l l ~ y e q d d &de mbrks a m m r i s t i hma


~ ~ ~~orlwrtirse
mBperspeabauhma, y megadiversoen la Cifnensibn

derechas t o I ~y ~
delsderecho a la ciasfd, 10

general del Consejo de Evaluación de1o- W del D.F. (EVAL~A-DF).


1
[VI
228 1

LA E X C L U S I ~ WCOMIENZA & LA ESTAD~STICA

basadas en la lengua tienden a excluirlos; por la enorme diversidad de la


ción indígena de la ciudad, y por el alto grado de mimetismo de sobrevi
practican los miembros de los pueblos indígenas de la ciudad para ~vitar3j
4
minaci6n. Prar ello debemos hacer una corrección. La ciudad de M.éxic6 &
megadiwmidatd, pero ésta es oculta, rnimética, subterránea. I
M ,tenemos que pem mucho en la definición y magnitud de los
los pueMos indfgenm la metodología que se pwtique. De esa manera, esh
m s la disnepiuicia de cifras entre el Instituto Nacional de Estadistica, W
Infonraática ( I ~ G Iy)el Instituto Nacional Idgenista (x~~)Consejo M&
PoblacGn (Conapo). d
Para el INEGI, base exclusivamente en el criterio lingüístico, en el l3J
censo del año P000,habría una poblaci6n de 141 700 personas, que r e p w

Inuliwdoras 2002 (Serrano, &d


O2 l a f p u e f H a s 5ndigvw.s O2 M,
S)e ~ 9 una población de miembros de los pcteblag;,a
~que sae estima
de 339 931 personas. .Esto es, la dikrencia entre una y otra metodología a,
250%. De esm manera, si se aplica el criterio de Iengua, adscripci6n y h q
ama un estimado de miembros de los pueblos indígenasen la ciudad casi ,,
mayor a la que se logra rigiéndose únicamente por el criterio lingllístieo. (4
En lo que 4.1 coinciden ambos m en la tendencia al crecimiento de 1- I
de los pueblw indígenas y su nitasa de incidencia en la ciudad. Esto si@
por m lado el DF ha estabilizado su número de habitantes, la pablac:&

según los datos del ~NECTI,entre 1990 y 2000 lo9 miembros de los pueb1m
pasaron del 1 6 al 1.8 p r ciento.
Aún m&, el INEGIestablece también una W e n c i a entre la tasa de m
entre la población no hablante y hablante de lengua indígena en el DF ea
década del siglo xx, mientras que la primera sQls creció en un 0.40590,p tl
lo hizo en un 2.44 por ciento.
De esta manera, el INEGI, aunque subestima y subregistra la m&t
miembros de los pueblos indígnas en el DF, confirma la tendencia
su peso demográíico en el DF,.h cual es parte delusa tendencia de l q
urbahización de los pueblos indí&nas y de reindianizaci6n del DF. 1
para o b ~ h lwa bsn&cios (trabajo m m m e d ,
tc.) qire ésttt brinida a sus mstdentes. Al e o m w el

rtlcticamwte de tsdas las@a-

os par;i el prjodo I r n o 0 0 (INEGI, @. &: 45). .

el habla de paco 144 habitantes, rpegtin el


dtlqacima, un mtima$o

, corno el otoM, be mudo


entre 15 y 29 años de edad, U+o a caer tan bajo como 0.51 y 0.67

Lainbién a un subregistra de k pbhción: n%%emiim i n d í p a joven de


por la pesi8n pfua el oculaamiento de su identidad cuiturd .y IingiZxica e
de u m rápida incorpxai6n al mercado de t;i-;rbaja.
Y en esta ~ e r e n ~ de n ínúices de ma~~utinidad
ó los en el DE se

no indígena S h embargo, la

e he /doamando. M,en el 8W el n h e r o de nacidos vivos de muj

ciudad, o si se prefiere, se combina la co e comunidades


con la U e e de awwos (y sobre todo nueva& tg6@aates,

de awacci6p que d DF ejerce por la mncentsa&& de servicios j.U


mctcprba y h wyor accwibjki&d de los mismos, con respecta a lame

y la cmv&e.ni-ísr Isltema, 1;ampresi&n, la violencia wtmf p c s k p i l .O

~~;fciom
ensdrogde eornbinan fastores ec
ikspmm dd de indígenas nacidos
!imm?sY D E S E G U LOS OS EN EL D
~ ~WD~CENAS I ~ ERAL
O 231

mrtxmwm Y SUS AGWANTES

&te de los ikctores de elhpulsión m las c ~ m u ~ Mde e origen,


s probablemente
mcipal &ctor de atraccicín que ejerce la ciudad d e Mtkico pasa las migraciones
&enas reside en la posibilidad de acceder a maycwes niveles de e ~ o l ~ a c i 6aln ,
m a de saM,a mejores ingresosy a la vivienda. Sin embarga, aqui encontramos
F e s o de inslsrci6n 6tnica diferenciada por pwblos y comunidadesjunto con
qCIucci& de íw estructura de desigualdad y de excludbn de la ciudad, que
sistemátic9merate a los miembros de los paeblos indígenas en condiciones
dad d a l agramda.
~ornandocualquier indicador, los mkmbrm de 10s pueblas indígenas
@a , rekirhi con la media del DF, menor ezpectativa de vida, mayx número
en
&?m Mecidos, menor escolaridad, menore%ingrem, m% horas de trabajo y
mr calidad en los materiales y enseres de la vivienda.
&@n efecto, llegan a tener mayor escolaridad y servicios de salud que en sus lu-
de origen, pero al mismo t i e v o s;e encwntmn por debajo de la media de la
y en m~dicionesde exclusí6n e invisibilidd. Conforme a estos irdicadores:
lugar de origen, pera peor que en el de destino.
smo y la eseolwÍdad nos ilustran padedarnaente mbre esta pro-
. A d m o $ que estos indicadores tienen que ver excl-me con el
cabermra y h permanencia en el &tema escokw para los m-iembrw de
el DF, y no se demrrdla otro w n t o e&%itÉgico, que es el
de la e d u a i b n que reciben los ind3genm.dela ciudad, e1 caartícter
te de la misma, la carencia de edueaei6rn Imgpm indlgenw,
adectados y de una pemptiva i n m d pana todo el
í, no sólo nos enfrentamos a grava @femas en thrmi-
tenidos e&-, sino tambien de c o k m m p hGC&SZ).
10s raieltibrw de los pueyas indígenas mayma de 15 años iuinlfabe-
de alrededor del N%, rnientmhqne lamedia n ~ n i ~ nera
a l del la,p
et DF el analfabetismo entre los mlembm de las pueblos indigenrrs era
Itt-as que la d i a de la ciudad m& 5'3.6 ( m m , q&. &&,:41). Estu es,
h q mucho menos indígenas analfabetas e en el resto de la n;rclád, pero
m&btas en la ciudad la tasa entre loa i d g e n a s es casi c u a m wce?
k de la goblad6n no indígena.
más, esta diferencia es aún más pronunciada entre hombres y mujem
entre &tos y la población no indígena, En ambos casos kos hombres de
o indígena tienen una tasa de anaE;abe&rna 2.5 veces menor que la
no indígenas, que es del 4.O%, pero la tasa de de&Wno de las
ndfgefim en la citdad Iiega d 17.276, mes veces su@$
&&@mas, quienes, a. su vez, rimen &m de malfatseti9,mo
gikx I$ de los hombre8 no indígenas y y m d a Tez a h de las mujeres
m.
sm esta capilarizaci6n de la desigaddfid e n %@mitras de andfaberismo, los
mtanes de ~ ~ a u?s pucb1.0
c hdígénad
h al&S hmisib
ftsr re-eneo =faJ., ger kxipimte en la ea&mación (deun
derechos, se d r a l i z a e m e un poderoso Eactor de d a w u @ u ~

d :44).
a34 ,

e1 pstrdsn dominanteen la ciudad de progreha t e r M 6 n de la actividad eco


En este secm participan el 76.2%de los no incligenasy el 75.0%de los indígenas.

~ , del DF,en donde s610 participanel 0.6%de los n


el produclo i n t e ~ fb.nieo

la fuerza de tmkaj9 iQwttial que se desprende del hecho de que, pr

piincipaimmte -p&ernm &elarrm-$en el traba& d ~ s c i c remunrer


o
~xxnereioimfo~md.
San claroa 108 amfm~%@=s
en los ~~~ mupafionh entre indi
digenas, c m pWmS.=cb de labores manuales y de h a cdificac
mwm, y de miztyur &mi&, mancto y direccih crs l
a segundos.
el 97,396 de i s d i ~ a en el trabajo domé&, sibk ~45.9%
no indígena se &dica a ene.

uno de cada cinco m n e s i


nww se eQ

, y 181%
rnm&c p ~ e w , t e18.8
no, en las policías p e1 ejército, 3 aunqw en una menor proporcisn, en

q p~oeetmde refiexi6n, desde una p p e c t m a política p. de dere-


et
y pxqrama:de les Pndigenas urbanos.

, en una menor proporcidn


6n de las ingresos. Más miembros de la familia trabajan dede m&
d a d F a1 frnd del día, obtienen ingreso&kdkriores a los de la d i a de

ss m h i m ~ s.frente
,

eiamsalmiw mínimos, es aún pea&ea d caso $e b miembros

, en efecto, en
todas las
ser menos bajos en la

Sin embasp, nain cuando


dmiguddadeatre ambos universos de , los niveles de hgrem son

mxiben ingresas a k q
no es ~he@e&immnte
a mcz~aai*ubn de
en d con- y en
a36 -

cktraam~con

Lo anterior nq WDi1nstt-a la diferencia entre


en el resto +S# sino tambih el a-ento

%MNl de Gini ,enel DF y el resto del p& fueron respec


~oeñiWL

&mnbiucih del ingrem, cerca de Yuaa%n.

u FAMILIA P E Q ~ p
~ ~mA mjaa?

La viviendoes erro de los indicadores relevantes sobre k situación de


de h pueblos idgenas en la ciudad de M&xico.
Lo primero que debe destacarse es el proceso de conso
de los procesos migraeorios q

nes cu1turale y ffo~masde


mismo tiempo, mantienen
@anes rituales o poUti
de la comunidd de origen.
El asentamiento y la
cados en el DF m
Y DESIGUALES: LOS INDÍGEWAS URBANO3 EN EL DISTRITO FEDERAL 237
de la ciudad,pues al tomar el iíi* de habhtes de lengua obtiene una cifi-a
41 000 personas, mientras que d basarse en el hdi& de viviendas
areceamásde507OOppersonas (m, @. 9.77).
-O, el oso indicador +e revela la consoIidaci6n y maduración de las
ades de indígenas urbanos es el sensible crecimiento en el porcentaje de
en propiedad. Así, e n m 1990 y el 2 W se ~egbtm an salto en el n h e r o
as inQenas r e p o r h como propias, al p m de 52.5% en el primer
,196 en el s-do. Ello puede derivarse de diferentes dinamitas, entre las
encuentran la mnuhuacibn de los prcxesos de m ~ ~ i popular ó n en las
rií&icas, la regularización de asentamientos n-I.eguhes, el acceso a p m
de interés social e, incluso, el murnir o reportar como vivienda
stente en predias sobre los que se ha tenida una larga posesión
to de invasiones y ocupaciones.
te, h persistente desíe;uzildad se expresa, una vez más,en la &dad y en
ones de la vivienda. En primer lugar, el tamaño de la misma, medido por
de cuarm y. el nfimero de habitantes. Cabe d a r m que si bien las familias
son un pom maymes, en promedio, que k d k t s no Wgenas, esta
e como pudiera creerse, y en redidad ha venide disminu-
, las Wika ipdigenas en d DI?p a m n de un promedio
4'49 en el 4000,cera del prootedio de las viviendas no
e es de 4.02 C ~ I op. , d.:77). Lo anterior es, de* consZ,tentgcon
que las m u j m indígenas en el DI?tienen una tasa de b e t i d a d
muy inferior al promedio de las mujeres , de 416, y en
cercana y en proceso de conwrgmcia con undidad de las
o indígenas en la ciudad de Mbico, que es de 2.03 (INEGI, op. cit.: 24).
Nema radica, en consecuencia, no en el tamafio de las familias, sino en el
endas. Aquí se encuentra el núcleo de la diferencia.
que únicaniente el 16.4%de las viviendas del DF cuentan con un solo
e1asode das vivimdw indigenits esta propo~cióncrece al esto es,
. Más de la mitad de las viviendas indígenas, d 55%,tienen entre uno
, comprado con el 36%de las no indígenasi y mientra el 39% de liw
en la ciudad de MOAco tienen cuma y más cururtm, esta proporción e8 de
5% ht6ndose de viviendas i d p w (INEGI, op. d.:78).
en se reptt%ndiferencias por f i a m h h a b h t a de lengua inctipna res-
promedio de ocupantes de Menda, siendo m& altos entre m a & ~ ,
as y otomía, p más bajos emre totonacas, zapotmos y chimantecos.
existen diferencias importantesen relaciiin con el t;unaño de las vivien-
también en .di?imtoaja calidad de loa materiales. Así, tenemos que 86.7%
das d e la ciudad cuentan con materiales sólidos en m camtrwcióai,
d e las viviendwindígenas, pera esta proporción se invierte amado
cuenta con lihhas de asbeato;aquí hay l&1% de viviendas mdíge-
8% en 1w m indígena. A&mimo, las lánsrasta de d n se iocaliaan
en vivieadas iadigeaas que en no inaígeniw (mw-1,q@. &:81).
038

a$n si nw referimosa ia

W HORIZONTE DE RETOS

existe una sola de&guddadsacia1 en la cirrdad, sino un can^^^ de d


en las que se acumulany* pxtapoaen las mlaciones de adusibn, de
destacada por pertenmcia érnica y roies de género.

nes y servicios ptibkitxwpor it~;(5nes


& pertenencia tmica es una de 1
das, Agidzis 7 m& hvisibles en la &dad, que &&diiza relacione
de pertenencia étnica.
on sus iqlicaciones profundas para
es, sus relaciones de poder, su marco
ulación de políticas y la distribución

erte composición indígena, implica


construir el nuevo entramado de derechos, políticas y ética
ncia social que ello implica.
sencillo visibilizar la presencia indígena en la ciudad, y aún es objeto de
polémica determinar su magnitud y composición. No es asunto menor
en proporciones tan significati= la estimacibn de la población indígena
ad si se emplea e1 criterio de población hablante de lengua indígena ma-
años (INEGI),O la combinación de autoadscripción, h a b h t e s y hogares
). Así, para d m m I la poblaciOn indígena en la ciudad es casi tres veces

n las la tendencia apunta a


lación indígena en el DI: superior a la tasa media
lo que porcentualmente el peso de la población
n el DF dende a incrementarse, y ello, nos permitimos subrayar, mucho
aciones que por 1% diferentes tasas de fecundi-
den en la ciudad a converger entre mujeres

este proceso de reindianización de la ciudd de Mkico se manifiesta


ompleja diversidad por pueblos y comunidades, procesos diferenciales
de concentracih en la ciudad central y
ón en d resto de la ciudad, y la reproducci$n de relaciones de domi-
ernriten hablar de una inserción urbana
nada, sin reconocimiento de derechos

mación de los sujetos políticos tarn-


gnificación. De un lado, hay un proceso
ultmd, organizativa y política en la zona de pueblos dginarios,
de un discurso constitutivo y pragrzadtico en clave de reivindica-
los pueblos originarios:
cursos naturales, autoadministra-
autoridades propias, entre otras, se

do, de codoSrnación úe
ustenta tzwbih en e l Convenio 169
ones indgpnas nacidas de rarrknm
egriginadag en el estado de Oaxaca; y firdmmte, también un p m s o
ivindicacián étnica de las organkiotws ~ d i g e n a aconstituidas fun-
240
damentalmente para la lucha y gestii. por la vivienda, 1m servicios públi
derechos labarales o el comercio en la vla pública.
El proceso de r c h d i e i ó n de la &dad de Méxic~no es &lo un £río
de tendencias d e m a @ f h s ,sino m b i h un intenso proceso o r ~ t i v o ,
y de disputa de la imagen social y el imaginario colectivo urbano.
Frentealdiscm
d ha-yque subrayar que la in
ante todo por la feproducción de una de
&as de aclu86n social.
Por eilo pmbabJemeate lnya que precisar el uso de im conceptos de
y p l d h d . En sen
nimas de equidad y de i p
tud. Lar ~~, p.ara serlo, presupon
y goce de dérechw. En sentido esbricto, diversidad sin derechos no es
Más bien deberíamos h
La diversidad, en d i o , se construye
lo que es hetesog&Ireoes divemo.
Hoy los pueblos kdígenas se encue
txx.W&rrim*cy~i

~ w u atetr?toi.ias de m e r a permanente, estaciona1o inmmite


va o subjetiyamentecon eiios. La relacihn con los territorios
en unos casw, con kpopieidiud agraria, en otros con el sistema de auto
la comunidad de lengua o variante dialectal o con otras instituciones
Pero esta extraabinaria eompleji
m% de autoridades se produce en un contexto en donde b predomi
terkm de las condicbnes materiales de r ~ o d u c c i ó nrie las com
lis.' ~perdida
a creciente de la integridad del territorio y de los rec
la continuación de pr
están en la base de migraciones ob
esziuión de los p d b s h a e n a s .
M mmo la &6n mexicana, con al menos el 10% Be la población
fumdel paíh es más grande que el
de Mxico m, sirndCanmenk,
tatales y bin&naEes+ y son tam
de aucoridaidm, en m xmwco g
Per ello el ~ C Q Be W reco
sino por rmmmcer y ~~ sus derechos coiec
aari como m &echos +h &era de ellos.
s 7 fuera de ellas, en el DF y en el país.

Mi+xico,Universidad Aut.6

Pueblas Originarios del D.F., "Evaluación del 2 de juSm de 1999 zd 24 de marzo


, mun-o, Miéo.

Equidad y Desasroh Social.


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F", mimeagrafiado, M&ico.


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242
de ~omsbd6na e T d u ~ t o r e sIntLkpretes
, Cu~turalesy Gestores Conamitarios de
dad de México", mimeografiado. -
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, Amuiib h b r i z Omrio, F'atncia Fern

Vddb, LW Mar-fa,4003,
Valencia Rojas, Alberto

de México-'-

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