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EN Internacional cumplirá, en octubre de zación sino la de cada uno de los centros que
A Actividad en Chiapas
T Juan Antonio Canel Cabrera y Eduardo Blan-
dón, miembros del Centro PEN Guatemala, asis-
la lengua compartida, los lazos de la comunidad
se preservaban a pesar de todas las presiones, a
tirán a la Reunión del Comité de Traducción y pesar de la «urgencia» de la asimilación. Para to-
E Derechos Lingüísticos, de PEN Internacional, das esas comunidades, el presente era innegable.
convocada para tratar el tema:Escribir el futu- Pero sin la escritura, el pasado se desdibuja. Una
M ro en lenguas indígenas. El encuentro será en
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México,
tradición tan escondida no deja registro visible. Y
el futuro es una meta demasiado lejana, porque
del 2 al 4 de mayo de 2019. La actividad se todo cambio puede poner en riesgo la existencia
A realizará en coorganización con la Oficina de la misma de la comunidad. Los equilibrios han sido
UNESCO en México; el Instituto Nacional de demasiado frágiles.
L Lenguas Indígenas; y la Universidad de Cien- Los pueblos indígenas hoy ya no aceptan
cias y Artes de México, en el marco del Año vivir en la invisibilidad. Desde hace décadas, en
A Internacional de las Lenguas Indígenas, decla-
rado por la UNESCO.
los lugares más remotos del planeta se perciben
signos de una resolución firme: restituir el orgu-
Simona Škrabec,Presidenta del Comité de llo y recuperar la memoria compartida. Recons-
Traducción y Derechos Lingüísticos (CTDL) truir la identidad y sanar las heridas es imprescin-
de PEN Internacional, resaltó la importancia del dible para poder progresar. Con este encuentro
encuentro, así: en Chiapas, el Comité de Traducción y Derechos
La escritura es una herramienta para con- Lingüísticos de PEN Internacional se reafirma en
servar la memoria histórica, documentar el pre- la convicción de que en el mundo caben muchos
sente y definir el futuro. Las lenguas indígenas mundos. Con los participantes de los cinco con-
han sobrevivido a siglos de exclusión viviendo tinentes abriremos el diálogo de cómo unir la es-
en la sombra, forzadas a la invisibilidad. Su le- critura y la libertad de pensamiento. Intentare-
gado cultural pasaba de voz en voz. La proxi- mos convertir el dolor en sabiduría y la aparente
midad absoluta que requiere la oralidad ha sido, debilidad en la fuerza de los que no temen a los
no obstante, su aliado. Con el uso cotidiano de retos del futuro, por difíciles que sean.
DIRECTORIO
Presentación
a muerte de dos miembros del Centro PEN Guatemala, ocurridas en
CÓDICE / 3
P
uedo imaginar lo los infiernos Un cucara-
que sucedió. La chón blanco le anuncia su
fiesta terminó cercanía. Las antenas son
temprano: iban a dos látigos que hace reso-
dar las siete de la maña- nar para atemorizar a los
na. Cuando ella llegó a caídos, a los insectos ras-
casa, aún humeaban los treros como yo… Se
rescoldos en la chimenea. arrastra hasta el baño Ay
Le tocaba la dura jornada ¡Ayúdenme! Golpea la
de recoger y limpiarlo puerta Golpeo a Gritos Se
todo. ¿Por dónde empe- abre… El piso está sucio
zar?, se preguntaría, ¿por Mis manos son unos guan-
la cocina?, ¿Por la sala, tes pegosteosos. Llega al
¿Por las recám…? Por la lavabo.
cocina, con un café late y Se incorpora soste-
un trozo de ese pastel de niéndose en los tubos Ayy
chocolate. el mareo. Me siento en el
Imagínensela. ¡Qué retrete. La cortina de plás-
bárbaros, casi se lo aca- tico de la ducha ondula
baron¡ ¡Hummm, qué frente a mí en mareas don-
rico! Humm… Humm… de saltan un grupo de del-
Con un vaso de leche. fines… Quiero treparme a
Humm! Qué delicia! uno de ellos… Lo atrapo
Hummm… Qué raro sabe ¡Aaayyy! Cae ebnvuelta
la leche… Humm…! No, en olas de plástico y un
es el sabor del pastel… tubo de la cortina la gol-
Como a… Hierbabuena pea ¡Aaayyy! ¡Aaayyú-
con orégano. No… dennmee!
Co… El piso es de domi- —¡Qué pasa doña
nó de cuadros negros y Mary …?!
blancos. Mis zapatos de Dibujo de Carlos González. —
suela y tacón Mis mareos ¡Ayuda..Ayúd…!Vennenno…
¿De dónde son…? Estaba parada so- Epstel
bre un par de agujeros blancos, flo- Le quito la cortina de delfines,
tando encima de unos agujeros negros náugraga llorando se me abraza.
Abismos cuadrados Uyyy que me cai- —¡Señor.,! ¡Me muero…!
go Uyyy se sostiene en la mesa Ayy
Uyyy todo le da vueltas ¿Ayy Dios
mío! Ayyy… Ayuuda ¿Ayuúdenme…!
Inocencia ¡Vennenoo…!
Salimos del baño, llegamos a la
cocina.
El ppapas… Epstel…
Nadie la escuchó. Me arrastro
por el piso sucio. Me apoyo en los
en —EL ppstel, señor. El pstelen-
veenenado…
—¿Comió de ese pastel…? —
cuadros blancos para no caer en los
negros abismos del color del pecado
¡Ayuúdenme! Aayy Santa María…
ayunas Mi propia carcajada me despierta por
completo.
—¿…………………………?
Llega a la alfombra. Arrastro el tape- —Ningún veneno, ¡Está usted
te con las manos como garras Me subo Víctor Sahuatoba1 bien pacheca…
en él. Es una alfombra mágica Cierro
1
los ojos Me dan miedo las alturas. Ayy Víctor Sahuatoba, escritor mexicano nacido
¿Adónde me llevará? Segurito que a en San Miguel de Allende, editor y autor de
poesía, ensayo, narrativa y drama.
4 / CÓDICE
Niña de mis mil historias
Nicté Serra1
Pero no desvanece los tuyos Niña que volabas por las noches
ni borra la imagen sepia de tu cuerpo pequeño niña que bailabas sobre espuma
ni debilita las flores de tu imaginación niña que sabías encontrar
magia y música
Tampoco cubre en el placer de jugar
con desencantos o con niebla
niña de sonrisa eterna No mueras bajo el peso de la vida
tus deseos multicolor no te evapores en el sinsentido
inútil
No te des por vencida del desencuentro
pequeña no fallezcas
tú que custodias mi historia primera en la sombra de la indiferencia
niña de ímpetu y salvaje ingenio
niña de los mil planes No los veas
no te dejes apagar no los sientas
por el hierro de los cambios se por siempre, para siempre
la niña alegre
Niña que soñabas con alas gigantes de mis mil historias
no dejes de hacerlo
1
no abandones Escritora guatemalteca.
CÓDICE / 5
E
ra su última noche. La — ¿Cómo se le ocurre? Yo —¿Y qué reciben a cambio?
hormiga descansaba en trabajo para ella. Hubiera sido un ¿O lo hacen por pura amistad?
su celda. Al día siguiente suicidio. En el mejor de los casos —Pues, no sabemos, pero
la traspasaría una espina nos vuelan las antenas, y sin ellas, nuestras reservas de hongos y se-
hasta que sus patas dejaran de mo- usted bien sabe que estaríamos per- millas han disminuido considerable-
verse. Se sobresaltó al escuchar los didos. mente. Creemos que se los llevan
golpes en la puerta. Un guardia cor- —Lo sé. Sin esos apéndices, por vía aérea, con la complicidad
pulento, de abdomen alargado y ro- ¿para qué quiere uno la vida? de las libélulas.
jizo, se dirigió a ella con voz autori- —Los guardias tampoco es- —Eso es inaceptable. A no-
taria. tamos muy contentos. Ayer Su Ma- sotras nos molestó que vendiera los
—¡Prisionera 477! Debo jestad se negó a poner huevos, y es alrededores del hormiguero a las ter-
comunicarle algo urgente. Tengo ór- lo único que debe hacer. La alimen- mitas. ¿Se imagina? En unos meses
denes de cumplir su último deseo. tan, la acicalan. acabarán con todo. No tendremos
—¿Mi último deseo…?— —¿No puso huevecillos? cinturones verdes, sólo esos rasca-
preguntó la hormiga. —No. Parece que esa acti- cielos que ellas construyen.
—Lo que quiera, excepto es- vidad deforma sus pliegues rollizos, —¿Por eso decidieron re-
capar, claro. y ahora quiere ser esbelta. Ha con- unirse?
—¿Cómo se llama? tratado a unos pulgones expertos en —Sí, para que viera que so-
—Mi nombre es Fórmiko. reformas corporales. mos muchas. Es grande y podero-
—¿Y puedo pedirle lo que —¿Y qué le hacen esos sa, pero es una al fin. Tal vez para
sea? duendes verdes? ella no somos nada, pero si deci-
—Cristales de azúcar, migas —Incisiones muy finas por diera contarnos, una por una, no
de pan, fruta, una lombriz a medio donde extraen un líquido pastoso de acabaría nunca. Esa tarde, antes de
morir… las curvas prominentes. que me atraparan, llevamos hojas
—Mmmm… déjeme pen-
sar… mi nombre es Pelúcida. 477
suena a prisionera de guerra y lo mío
fue una insignificancia.
—Piénselo, Pelúcida, pero
recuerde que el tiempo avanza.
Hubo un breve silencio.
—He probado demasiados
alimentos. No tengo sed ni apetito.
Más bien quisiera… aunque… me
da pena. Tal vez usted no pueda…
Dibujo de Juan Antonio Canel Cabrera.
—Se lo repito, tengo órde-
nes expresas de Su Majestad de
cumplir su último deseo.
Condena
—Lo que se me antoja en
este momento es un masaje relajan-
te. Estuve parada todo el día en
medio de esa multitud. Ahí estaba
medio hormiguero. Usted no fue,
¿verdad? Ana Fortuny1
6 / CÓDICE
gigantes a cuestas y pequeños tron- lantera de la otra con su primer par —¿No se siente a gusto? —
cos para demostrarle nuestra fuer- de patas, y le tocaba el vientre con preguntó Pelúcida con las antenas
za. También cargamos cuerpos mucha delicadeza con el segundo caídas.
enormes de escarabajos. Ella no par. Nunca imaginé que esas bes- —Pues, ¿qué le diré? No ha-
puede cargar ni siquiera un pétalo. tias tan toscas pudieran hacer eso. bía hecho esto antes.
—Pero, volviendo a su con- La grande parecía hipnotizada con — A veces lo nuevo es mis-
dena, ¿a quién se le ocurre protes- los movimientos, pequeños golpes terioso, y en este momento, lo que
tar sin cubrirse el rostro? Todas las rítmicos en la parte vulnerable de es incómodo para usted, para mí es
demás llevaban barba de viejo so- su cuerpo, uno tras otro, con un placentero. De eso se tratan los úl-
bre la cabeza. Ningún centinela hu- ritmo de otro mundo. No se oía timos deseos, ¿no cree?
biera podido identificarlas. nada, o tal vez sí. Los golpecitos —Quizás.
—No sé, creo que tengo, allá eran música inaudible, pero yo la —¿Podría pasar después al
a lo lejos, alguna tatarabuela babo- escuchaba. Hacían vibrar todo el tórax y al abdomen? Tal vez así me
sa. Pero es que… eso de las capu- cuerpo de la araña grande. Pare- duermo. Dormir también es mi de-
chas no va conmigo. ¿No escuchó cía dormida, pero aún así lo dis- seo.
al defensor de nuestros derechos? frutaba. —Y el procedimiento, ¿sería
¿Aquella pequeña hormiga que ele- —¿Y? el mismo?
gimos por sentido común? Nos dijo —Luego de unos minutos la —No, para esas regiones
que nos sintiéramos libres, que los bajó lentamente y se quedó tran- cambiaremos las maniobras. Creo
tiempos ya cambiaron. quila. que lo más fácil será que le mues-
—Y usted, ¿le creyó? —¿Y usted qué hizo? tre.
— Pues, sí. Nos dijo que —Me di la vuelta despacio, —Pero…
ahora los mensajes viajan más rá- y salí corriendo, con ganas de ser —Tranquilo, recuerde la or-
pido, de forma diferente a como lo araña. Y como ya queda poco tiem- den. A ver, tiene que aflojar las co-
hacían nuestras señales químicas. po, puede empezar con la primera yunturas. Cierre los ojos, olvídese
Ahora usan unas ondas de no sé pata. A ver, la voy a poner sobre de todo, inclínese, como si estuvie-
qué. Pero creo que las bloquearon. este grano de arena para que tenga ra muertito. Perfecto. Y ahora,
Nadie vino a apoyarnos. apoyo. guarde en su memoria cada uno de
— Lo siento. —Pero yo no sé cómo pro- mis movimientos porque los va a
— Entonces, si me pregunta ceder. repetir conmigo.
qué es lo que quiero… tal vez un —Obedezca el comando de Las horas pasaron livianas
poco de cercanía. Siempre estamos Su Majestad. Presione suavemente para ambos. Una espina atravesó
corriendo en busca de comida. Lle- entre sus patas y mueva la mía como cada cuerpo, pero las patas, entre-
vamos tanta prisa y a lo único que si hiciera una bola con granos de lazadas, apenas se movieron.
llegamos es a un leve roce de ante- polen. Así… así Fórmiko, se le da
nas, algo muy fugaz. muy bien. Despacio... desde la ar-
—No sé a qué se refiere. ticulación hacia afuera… y de nue- 1
Es bióloga graduada de la Universidad de San
—Yo tampoco había repara- vo, desde la articulación hacia afue- Carlos de Guatemala. Sus cuentos han sido
do en eso antes, pero una vez me ra. Es relajante, ¿comprende? Pue- publicados en La Ermita, Revista de la Usac,
La Revist a del Diario de Centro América, El
detuve frente a una cueva de ara- do ser una pluma que flota en el Acordeón, El puro cuento de la editorial
ñas. Andaba perdida. viento. Praxis de México y Les lettresfrançaises, de
Francia. Ha sido alumna de Gloria Hernández,
— ¿Y qué vio? —Pensé en un último deseo Marco Antonio Flores, Mario Roberto Mora-
—Vi cómo una de ellas, la distinto. les, Luis Aceituno, Raúl de la Horra y Arturo
Monterroso. En 2014 F&G publicó su libro
más pequeña, elevaba la parte de- Caricias para Beatriz y otros relatos.
CÓDICE / 7
(***) o nos ha perdonado
La pena viene con alas negras
con las medias roídas y no dejamos de reír
hambrienta de subirle volumen a la tele
de somatar puertas
con lágrimas
nos da miedo que al callar
infestada de oscuridades se escuchen por la calle
menesterosa
sus pasos agónicos
por eso nadie la quiere recibir en casa
(***)
por eso reímos en voz alta Vamos a ponerle un cascabel a la Esperanza
y hacemos bulla para ver a dónde se va cada vez que se aleja
para espantarla Para seguirla aunque sea unas cuadras
que se vaya a donde si la merezcan unos metros más adelante de esta angustia
aunque no se deje alcanzar
Y creemos que nunca vendrá aunque de plano ya no quiera vivir con nosotros
que extravió el sentido
vamos a correr quebrándonos la cara tras la Esperanza
sin mirar atrás
(***)
A veces parece
que no sé atravesarme las esquinas de las calles
No me comprendan
no me tengan paciencia
Sé a dónde voy
(***)
Hay aún muchas formas que no discierno
magnitudes que no alcanzo a vislumbrar
la pequeñez humana me entrampa
y caigo repetidamente
nada me es propio
Dibujo de Carlos González. ni el fugaz deleite de esta vida a medias
ni las personas amadas
ni los objetos deseados
8 / CÓDICE
P
CÓDICE / 9
C
uando un niño se acerca a un libro por primera
vez en su vida, en realidad no se acerca él solo.
Con él van sus padres, sus abuelos, sus herma-
nos, sus amigos, sus vecinos, sus maestros… y
Cada lector po
BrendaCarol Morales1
claro, también su propia historia, sus meses o
años de recorrido de vida. A veces, su primer acerca- Para estos niños,
miento a un libro empieza con apenas unos meses de la intervención de los
vida; el mundo conformado por sus padres y familia cer- maestros sería vital. Sin
cana posiblemente también esté lleno y lo llene de pala- embargo, muchos de es-
bras, de relatos y lecturas encantadores contados en la tos maestros tampoco
cercanía, cantos y rondas para el solaz y el juego, símbo- son lectores y su voca-
los que quizá no comprenda a tan tierna edad pero que se bulario es casi tan esca-
van registrando en su cerebro y en su emotividad. Cuan- so como el de los chi-
do ese niño aprenda a leer, los libros ya formarán parte cos. Y nunca nadie ha
de su vida y «descifrarlos» le proporcionará un placer podido enseñar lo que no
adictivo que lo hará lector asiduo de cualquier tipo de sabe o siente. No se
lectura. En ese caso, los maestros no influirán mayor cosa puede enseñar a ver la
en su vida; a lo sumo, y en el peor de los casos, frenarán lectura como placer si
un poco su impulso o no le enseñarán cómo organizar lógi- ellos mismos no lo sien-
camente lo que lee, pero jamás lo detendrán ni impedirán ten. Algunos podrán de-
que se aventure con cada libro que caiga en sus manos. cir: lean, es bueno hacer-
Hay otros niños —tristemente, los más— cuyo lo. Pero como sucede
primer acercamiento a un libro empezará justo cuando con los fumadores, al de-
inician su vida escolar. A un cambio brusco y muy fuerte cir no fumen con el ci-
como es ingresar a la escuela, se unirá la tarea de apren- garro en la mano, sus
der a «reconocer» de qué se trata ese objeto que tiene en palabras se vuelven poco
sus manos y que al parecer dice algo. El proceso de des- creíbles.
codificar un texto es, en realidad, algo mecánico: se apli-
can las reglas del código lingüístico (idioma) para obte- Y sin placer… el
ner los sonidos que son representados por letras o gra- proceso de lectura se
fías. Es tan mecánico y los maestros le dedican tanto queda en el reconoci-
tesón, que son muy raros los niños que no logran comple- miento de fonemas y le-
tar el proceso. No importa el método que se use, ni qué tras. Únicamente. Este
libros se utilicen. Lo lamentable es que llegarán solo has- reconocimiento es sen-
ta allí porque les faltarán recursos para continuar: voca- cillo cuando se lee una
bulario, comprensión, afecto… página del libro Victoria
Insisto: cuando un niño se acerca a un libro, no lo o Nacho. Luego se
hace solo. O sí. Cuando un niño se acerca por primera agrega el problema del
vez a un libro recién iniciada su vida escolar, trae consigo vocabulario escaso. Se
un mundo donde sus papás, sus abuelos, sus amigos y sus vuelve una encrucijada
vecinos no leen y no ven en la lectura una fuente de dolorosa cuando deben
alegría. Tampoco han de brindarle muchos cantos, ni re- leer un texto más gran-
latos o historias llenos de palabras. Quizá le hablen se- de y complejo: casi
guido, pero con un lenguaje cotidiano, coloquial, a veces como lanzar al mar a al-
limitado, para regañar o dar órdenes; para apresurar la guien que apenas empieza
vida. Para otros, el acercamiento familiar no existe y por a flotar en el agua.
ende, tampoco hay palabras que creen lazos entre ellos y ¿Qué hacer? Dejar esta tarea en manos del go-
el mundo. No es de extrañar, entonces, que el acerca- bierno es tanto más fallido que pedirles seguridad. La
miento a los libros carezca de magia y de desciframiento, programitis de que adolecen las autoridades educativas
de un descubrimiento confiado y alegre que los vuelva es el cuento de nunca acabar. Con cada gobierno se ins-
amigos y compañeros de vida. taura una nueva idea y un programa que no analiza los
10 / CÓDICE
miento y la palabra a quienes no tienen acceso. Sobre
osee un mundo todo la palabra.
Considero vital que se promuevan actividades
que acerquen a las personas a la cultura general por-
que en la actualidad solo tienen contacto con los me-
aciertos y los yerros de dios de comunicación que en lugar de incentivar nue-
los programas anteriores; vos conocimientos, preconizan lo burdo, lo cursi y kits-
se cometen los mismos ch, con un lenguaje limitado. Nuestra sociedad y sobre
errores una y otra vez. todo los niños y jóvenes necesitan un vocabulario y un
Los maestros no son for- contexto más amplio. El diálogo entre escritores y fu-
mados ni desde su casa turos lectores debe partir de encontrar puntos de con-
ni desde la academia tacto y ayudar a los lectores a ampliar y mejorar su
para ser lectores y ense- vocabulario y la comprensión del mundo. Esos espa-
ñar a ser lectores. En la cios en los que se conversa de literatura y en los que
actualidad se enfatiza en siempre asisten los mismos a hablar de lo mismo de-
estrategias de compren- ben cambiar, ¡romper los muros y acercarlos a la gen-
sión lectora que son fá- te común, a la que en verdad necesita la cercanía con
ciles para quien por lo los autores, con la palabra que libera! Además, creo,
menos tiene compren- es momento de dar un fuerte impulso a la literatura
sión literal; sin embargo, para niños y jóvenes, no desde una visión ñoña y des-
hay muchos niños y actualizada, mucho menos moralizadora sino que les
maestros que no son ca- permita la oportunidad de desarrollar la curiosidad y la
paces de comprender ni criticidad. Hay que darles también la vivencia del re-
siquiera lo que dice el tex- lato oral, de la poesía cantada, del conocer aquello que
to en un primer nivel por- ya no está pero que formó los cimientos de lo que se
que sus palabras y su co- tiene ahora.
nocimiento de ellas es Lamentablemente, el sistema educativo está co-
muy limitado. El que no lapsado. Quienes podrían tomar las decisiones para
comprende, no será un lograr cambios profundos, andan como en un laberin-
lector asiduo y el que no to, yendo y viniendo sin poder encontrar la salida. Sus
es un lector asiduo, difí- programas son como curitas para aliviar una hepatitis.
cilmente podrá compren- Jamás servirá porque no buscan el meollo del asunto.
der. ¡Qué dilema! No se trata solo de «incentivar la lectura» o «mejorar
¿Debemos ver el la enseñanza de la lectoescritura inicial».
problema con apatía o Se trata de que detrás de todo lector hay pa-
impotencia? Es una sali- dres, hermanos, abuelos, vecinos, maestros, una co-
da fácil. Para quienes munidad que les trasladaron la magia, el poder de la
escribimos, es una tarea palabra, primero en forma oral y luego escrita. Y con
pendiente. La época ya ello, cada libro se convirtió en una caja de sorpresas y
no permite una visión del encantamiento.
escritor ajeno al mundo. Quizá llegó el momento de una revolución inte-
Halliday hablaba de la lectual que parta del acercamiento y el encantamiento
función interactiva del mutuo entre los escritores y la gente del común, la que
lenguaje; quien escribe en verdad necesita la liberación y el poder que da la
interactúa con quien lo palabra.
lee. Y cada uno aporta al texto y se apropia de él. Pero
esto solo puede suceder cuando el interlocutor nos com- 1
Licenciada en la enseñanza de Idioma Español y Literatura, M. Sc. en
prende y acepta escucharnos. No quiero decir con esto
Formación de Formadores, becaria de la Academia Guatemalteca de la
que debamos «bajar el nivel» como se está volviendo moda Lengua en 2013 y 2014, catedrática de Lengua y Literatura en la USAC,
en los ámbitos educativos de todo nivel en nuestro país. especialista en currículo en el área de Comunicación y Lenguaje.
Al contrario. Se trata de acercar la cultura, el conoci-
CÓDICE / 11
Eliminando mis
Lo que siento…
Lo que siento…
Lo que pienso…
sentimientos
Lucía Margarita Hernández Sosa1
Lo que pienso…
12 / CÓDICE
No hay nada bueno que pueda encontrar en mi caso Ya entiendo por qué me estoy ahogando
Pero por dentro me estoy quemando
Dos temores persisten… Sólo estoy medio flotando…
Corro, pero me alcanzan
Vuelo, pero me jalan Aunque, sólo floto cuando por medio de las olas me
Empujo; pero me amarran dirijo
Huyo; pero me atan con unas cadenas que no pueden Cuando a lo lejos visualizo lo que ella siempre quiso
ser destruidas Pero por una desgracia le tiraron un hechizo
Unas cadenas que no son finas Y poco a poco todo se deshizo
Unas cadenas que sólo causan heridas
A su alrededor no hay nada
Grito, pero no tengo voz Sola, quieta, desolada
Escucho, pero todos me dicen adiós Nada la alcanza porque ella está
Todo se Encerrada, atada
va Drogada, negada
Todo está mal Odiada, desanimada
Ya no tengo a nadie más Vaciada, empolvada
…Entre tantas…
No puedo, me repito
No saldré, me adelanto Sigue sin poder dar a conocer las dos causas que las
Yo puedo, me retracto tienen con esos pensamientos
En mi corazón un delito Con esos sentimientos tan incompletos
A los cuales les tiene miedo
Jalan más fuerte Y por ello se repite que ya no juego
Un montón de tiempo sin verme Yo ya no vuelo
Cada día más hiriente Sólo espero y me siento
Y yo sigo sin poder detenerte Ojalá que algún día se me pase todo esto
1
Estudiante de Bachillerato en Ciencias y Letras.
Madre, que complicado…
CÓDICE / 13
J
osé se dio por vencido, era tanta la insistencia de pas, se pusieron cómodos y emprendieron la caminata
Mía para se fuera con ellos de viaje; ella había hacia el cenote que les había recomendado Carlos, el
escuchado en una plática de Andrés y Antonio administrador del lugar, ya que a esa hora no les reco-
que el lugar era genial, pero José no se encontraba bien mendaba entrar al río, porque la corriente en él era muy
de ánimos, su madre Rosa se encontraba mal, le habían fuerte. Con cámara en mano, los amigos tomaron el ca-
diagnosticado cáncer y había caído en cama, pero su mino del mapa, pasando por el lugar en el cual, al día
propia mamá se vio obligada a decirle que se fuera de siguiente, demostrarían sus habilidades en el salto de
viaje con sus amigos, pues había notado que su hijo no garrucha y en canopy.
andaba de buen humor últimamente. Llegaron al puente desde el cual se podría ver la
Nelly, una colocha súper agradable, por quien catarata que desembocaba con gran fuerza el agua que
Andrés perdía la cabeza, acompañaría a Mía al viaje, emanaba del nacimiento; luego de varias fotos desde
por lo que él se dio a la tarea de organizarlo todo; había todos los ángulos posibles, los cinco amigos subieron
alquilado casas de acampar, ya que los chicos no con- una poco más hacia el cenote.
taban con esos instrumentos para hacer del camping. El lugar, a primera vista, tenía un aire de miste-
Le pidió prestada la camioneta a sus padres, por lo tan- rio, una vibra que los hacia percatarse de todos los
to todo estaba detalles del sitio, las estalactitas, el color turquesa del
organizado, agua, ellos querían conocer y adentrarse más; para su
Un paseo por cada quien lle-
varía su comida
mala suerte el cenote era solo una pequeña gruta. José
había leído que en el lugar se llevaban a cabo impor-
HunNal Ye y bolsa de dor-
mir.
tantes rituales mayas, en donde estos les pedían a sus
dioses por las cosechas, lluvia, salud y demás necesi-
14 / CÓDICE
sus accesorios y se fueron camino a los servicios sanita- hablar más rápido de lo común; se escuchaba un tipo de
rios. A las nueve apagan las luces, les dijo Carlos, ob- canto o rezo, que él seguía sin entender, cuando el an-
servándolos venir; por lo tanto, los chicos se apuraron a ciano llegó con las otras personas, estos le llamaron
salir y retomar el camino al campamento, platicaban que Chilam, lo veían con gran respeto.
el viaje les estaba pareciendo la mejor idea que había Este se integró al grupo; los hombres seguían sen-
tenido Andrés en años. tados en su lugar y las mujeres colocaban en el centro
José se sentía relajado con un gran ánimo, los del brasero, maíz, incienso y velas. Uno por uno toma-
tres se quedarían en la misma carpa; él fue el último en ban de un mismo envase un líquido que los hacia gritar
entrar pero por el rabillo del ojo, vio una silueta de una más sus suplicas a sus dioses. El Chilam empezó a ha-
persona mayor, se percató de esto por la leve inclina- blarles, le parecía extraño pero cuando él lo hacía le
ción en la espalda y su rara vestimenta. Las luces se entendía a la perfección cada palabra que este emitía.
apagaron, le tomó tiempo acostumbrar sus ojos Cuando salió de su asombro vio
y distinguir en la oscuridad; la luna le brinda- que el grupo de personas se di-
ba un poco de luz. Tomó el rastro nuevamen- rigía hacia el cenote invitado por
te de la persona y pensó en seguirlo, le costó el Chilam. Por ahí no hay salida,
levantarse, algo le decía que no debía hacer- pensaba él. Salió de su escon-
lo, por lo que su cabeza se llenó de cu- dite y, por la curiosidad,
riosidad y duda, pero por su cuerpo siguió de cerca a las
la adrenalina empezaba a hacer efec- personas que por arte
to, así que siguió por el camino de- de magia desaparecían
trás de la extraña figura. dentro del cenote. Notó
Le costó seguirle el paso, ya que que el Chilam le tomaba
la figura que seguía no parecía importar- la mano; entró y el lugar se
le el mal terreno que tenía a sus pies, transformó. Era de día, las
las grandes piedras que lo ha- otras personas no se percata-
cían resbalarse y a pesar ron de su presencia, sólo el Chi-
que la noche estaba fría, lam que todavía lo sostenía de la
por su frente se empe- mano. Cuando pudo percatarse que
zaba a formar una capa estaban en el mismo lugar, el Chilam se le
de sudor; mientras cami- acercó y le dijo:
naba no se percató que —Sé del pesar en tu corazón.
la figura se dirigía hacia el cenote. La figura parecía que José no salía de su asombro; el anciano, con sus
había salido de algún libro de la materia de Sociales, grandes ojos, le hacía saber que todo estaría bien, que
situación que le hizo sentir aún más curiosidad; taparra- no tuviera miedo, todo tenía una explicación. Bajaron
bo había leído en sus libros que se llamaba la indumen- para tomar el camino por Hunnal ye, pero todo le pare-
taria que vestía la persona que seguía. cía más limpio, todo era más verde. Se le dificultó la
Oía el cantar de los grillos, el correr del agua; bajada ya que no había gradas; pasaron por donde en
subió las gradas hacia el lugar y se escondió detrás de el día había estado con sus amigos tomándose fotos en
unas piedras al darse cuenta que un grupo de personas el puente, pero este ya no estaba, los caminos de made-
estaba reunido. Cuatro hombres sentados alrededor ha- ra desaparecieron, la vegetación era más tupida y el
blando en una lengua extraña, usando su lengua para camino más resbaloso. Caminaron cerca del río y to-
CÓDICE / 15
maron el camino contrario al campamento. José, a lo Estaba amaneciendo en el Hunnal ye que él em-
lejos, divisó chozas hechas de estuco y palapas. Su cla- pezaba a conocer. José, lleno de alegría, se encaminó
se favorita era historia, pero en su vida imaginó que ante al campamento. Cuando llegó y abrió la carpa para
sus ojos todo lo que había leído, tomaba vida: niños contarle todo a sus amigos, se encontró con su cuerpo
jugando alrededor de las casas, las mujeres cocinando inerte, acostado a la par de Antonio y Andrés. A su
en vasijas, hombres con sus instrumentos para trabajar cabeza llegaron miles de ideas, pero dedujo que nunca
la tierra, otros acarreando trozos de leña. había dejado el campamento; que lo que el Chilam
El Chilam entró en lo que supuso era su choza; había llamado para seguirlo era su espíritu; por eso las
trajo consigo un manojo de hojas y se dirigieron al río. demás personas de la comunidad no se percataron de
Empezó a hablarle a José de la sanación, de la impor- su presencia. Se recostó sobre su cuerpo y cayó en un
tancia de que alma estuviera en paz. sueño profundo, hasta que escuchó unos gritos y risas
—Te llevaré con el curandero de la región. que lo despertaron. Salió de la carpa y vio cómo An-
Llegaron al río en donde lo llevó con el Dzac Yah; drés cargaba a Nelly para tirarla al río; Mía lo llamó
le entregó las hojas que llevaba a éste y las introdujo a para que los acompañara; lo molestaron ya que no
una vasija, se inclinó en el río donde tomó agua, y con tenía buena cara.
los dedos el curandero hizo una pasta, la cual mezcló Juntos tomaron el camino al río. José dejó el gru-
con unas flores amarillas que había tomado de su malla, po y se apresuró para llegar al cenote; quería ver si ha-
mientras pronunciaba sus oraciones. José le dio una rá- bían quedado restos del ritual que observó; para su de-
pida inspección al lugar hasta que vio que el curandero cepción, solo encontró una mancha negra en el piso.
se dirigía a él, No les comentó nada a sus amigos; no quería parecer el
—Ixchel me ha otorgado la sabiduría para darte loco del grupo. Tal vez solo fue un sueño, se decía. Sus
esta mezcla que curará el alma de tu madre, debes dár- amigos se divirtieron a lo grande en el salto de garrucha.
sela. Todos se inscribieron en canopy, realizaron el viaje en
José estaba lleno de la paz que le transmitía el balsa por el río y anduvieron a caballo.
curandero al solo oírle hablar de su madre y la recupe- Era la una de la tarde y comenzaron a preparar
ración que tendría esta con solo darle la mezcla. Dentro todo para su regreso. José, decepcionado, no encontró
de él notaba un cambio, una fuerza interior y un agrade- entre sus pertenencias la vasija que le había entregado
cimiento infinito. Los ojos se le llenaron de lágrimas, no el curandero; «no puedo creerlo sólo fue un sueño», no
sabía cómo agradecerles. Primero, no sabía cómo el dejaba de repetirse. Todo listo para el regreso. Pasaron
Chilam y el curandero sabían de la enfermedad de su almorzando a Cobán. Cuando fue a la parte de atrás
madre, pero tuvo la confianza que todo lo que le dijo se para sacar la billetera de su maleta, se percató que en-
llevaría a cabo: su madre ya no padecería de ningún vuelta en hojas de plátano se encontraba la vasija que el
mal. curandero le había entregado. No cabía de la alegría.
La alegría le inundaba el corazón. El Chilam le Esperaba con ansias llegar a su casa y contarle todo a
hizo señas, era tiempo de su partida. Tomaron el cami- su mamá. Él y sus amigos retomaron su camino a la
no de regreso al cenote, al llegar al lugar, el Chilam le capital; Andrés pasó dejando uno a uno a sus respecti-
tomó la mano y se introdujeron en el lugar. Al pasar al vas casas. José fue el penúltimo, se despidió y agrade-
otro lado, él estaba solo; el anciano ya no se encontra- ció por todo. Se dirigió a su casa corriendo, introdujo la
ba, José se sentía decepcionado ya que no pudo agra- llave en la chapa, «Mamá»…
decerle.
1
Maestra de Educación Pre Primaria. Escribe relatos surrealistas.
16 / CÓDICE
Manifiesto de Girona Sobre
Derechos Lingüísticos
D
esarrollado por el Comité de Traducciones y para que sea valorada y protegida como patrimonio de
Derechos Lingüísticos, el Manifiesto de Gi- la humanidad. En 2011, el Manifiesto de Girona Sobre
rona es un documento de diez puntos; está Derechos Lingüísticos fue aprobado por la Asamblea
diseñado para ser traducido y difundido am- General en el 77 ° Congreso Anual Internacional PEN.
pliamente como una herramienta para defender la di- Por su importancia, el Manifiesto de Girona, que re-
versidad lingüística en todo el mundo. Para Guatemala, coge los diez principios centrales de la Declaración Uni-
con su rica diversidad lingüística, este documento es muy versal de Derechos Lingüísticos, adoptada por la
importante para reflexionar y, sobre todo para luchar UNESCO en 1996, lo compartimos aquí:
CÓDICE / 17
Invitación para escritores,
Anúnciese en Revista Códice
periodistas, editores y
traductores Tarifas:
Página completa, en interiores: Q. 1,000.oo
18 / CÓDICE
Elección de nueva Junta Directiva
El 2 de marzo de 2019 te. Enseguida se realizó la
se celebró la Asamblea elección de la nueva Junta
Ordinario del Centro Directiva del Centro PEN
PEN Guatemala. En tal Guatemala, que quedó con-
actividad se presentó, formada de la siguiente ma-
por parte de Víctor nera:
Muñoz, un informe fi-
nanciero de nuestra Presidente, Juan Antonio
organización. Ense- Cabrera
guida, Gustavo Braca- Vicepresidente, Dennis Es-
monte leyó un infor- cobar Galicia. Noticias
me general de las acti- Eduardo Blandón, Víctor Muñoz, Karla Olascoaga, Secretario, Eduardo Blandón
Juan Antonio Canel Cabrera, Gustavo Bracamonte.
vidades realizadas por
la Junta Directiva
No aparecen en la foto: Dennis Escobar Galicia y
Tesorero, Víctor Muñoz
Vocal I, Gustavo Bracamonte
del
Roberto Cifuentes.
2017-2019, que él pre- Vocal II, Karla Olascoaga
sidió como presiden- Vocal III, Roberto Cifuentes Centro
PEN
Los jueves literarios
El Centro PEN Guatemala, desde el 13 de agosto de G
2018, celebra su actividad mensual «Jueves literarios
del Centro PEN Guatemala». Es un esfuerzo que bus- U
ca recordar, analizar y comentar la vida y obra de
escritores ya fallecidos y que han sido importantes
para la literatura guatemalteca. A continuación mos-
A
Jueves literario dedicado a Marco Augusto Quiroa,
tramos el calendario de las actividades realizadas y el 24 de enero de 2019. De izquierda a derecha:
las que están por realizar durante este año: Gustavo Bracamonte, Juan Antonio Canel T
Cabrera, Eduardo Villagrán y Rocío Quiroa.
Abreviaturas y direcciones:
BN: Biblioteca Nacional Luis Cardoza y Aragón FCE: Fondo de Cultura Económica
E
5ª. Avenida 7-26 zona 1, ciudad de Guatemala 6ª. Av. 8-65 zona 9, ciudad de Guatemala
M
FECHA AUTOR LUGAR FECHA AUTOR LUGAR
BN
A
Agosto 18 Antonio Morales BN Julio 25 Enrique Juárez
de 2018 Nadler de 2019 Toledo
L
Octubre 18 Luis Ortíz BN Agosto 22 Carlos René García FCE
de 2018 de 2019 A
Enero 24 Marco Augusto BN Septiembre 26 Luz Méndez de la FCE
de 2019 Quiroa de 2019 Vega
CÓDICE / 19
Ladydi, de Jeniffer Clement
Por Juan Antonio Canel Cabrera
E
l año pasado viajé a Buenos Los primeros en largarse de
Aires para asistir al Encuen- Chulavista fueron los hombres. A to-
tro de Centros PEN de Amé- das las mujeres se les afeaba para que
rica. Meses antes, mi mente no fueran raptadas por los narcotrafi-
comenzó a preparar una bolsa mental cantes. Pero los secuestros ocurrían y
para depositar allí las sorpresas que más gente huía para escapar de esa
estaba seguro recibiría. Ni poniendo a amenaza.
todo vapor mi imaginación pude intuir En las tres partes, en las cuales
que mi alforja rebalsaría. Fueron mu- se divide la novela, los personajes de
chas y hermosas. Una de ellas fue re- carne, más que anhelar figurar parecen
cibir de manos de Jennifer Clement su querer esconderse. Todo parece fatali-
novela Ladydi. dad. Los tres pre personajes territoria-
De entrada, al nomás leer el títu- les parecen negarles la felicidad a to-
lo, pasaron como tromba miles de pen- dos. A veces, esa realidad es tan cruel
samientos asociados a la fascinación que amaga con cierto goce para luego
que la princesa Diana despertó en todo transformarlo en más dolor y en otro pel-
el mundo. Nada de eso. Pero no fue daño que desciende hacia el desconsue-
decepción lo que sentí sino intriga. En lo, el amor fallido y la infelicidad.
la novela, la madre de la protagonista Y cuando uno cree que en esos
le pone ese nombre a su hija no como homenaje a la prin- tres pre personajes territoriales sólo puede ocurrir la desgra-
cesa inglesa, sino por venganza. Pero me estoy adelantan- cia, entonces surge un poco de ternura. Una madre que se
do. conmueve por la desgracia de su hija, un jardinero que prime-
En una novela, el lector no tiene mayor problema ro no se atreve a corresponder a su novia; luego, cuando se
para enfrentarse al texto cuando los personajes son de decide, tiene que huir y volver a esconderse; a ser un fantas-
carne y tienen cabeza, tronco y extremidades; tales: los ma: vive en medio de todos, pero no se deja ver por ninguno.
que conviven con él en la cotidianidad. Lo que causa de- Al final, la cárcel. Un territorio donde no puede es-
sazón y aguza la atención es cuando uno comienza a sentir perarse nada bueno. No obstante, allí ocurre la solidari-
que en la novela, además de los personajes hay pre perso- dad, el afecto genuino. Ladydi encuentra a Luna, una indí-
najes. Y más, cuando los pre personajes no son humanos gena guatemalteca y manca; una asesina capaz de la soli-
sino ubicaciones geográficas. A un lugar llamado Chula- daridad y la ternura. Una guatemalteca que, en la cárcel le
vista, colindante con Chilpancingo, en el Estado de Gue- dice a Ladydi: «Este es el mejor lugar en el que he estado.
rrero uno comienza a sentirlo, como el modelador de los En mi pueblo el gobierno masacró a todos». Las acciones
personajes. Una ubicación geográfica que tiene la movili- solidarias de Luna hacen pensar a Ladydi: «Yo ya había
dad narrativa de un personaje; que nos dice cómo es ca- conocido la misericordia de los alacranes. Ahora la miseri-
paz de moldear a sus habitantes, transformarlos o hacer- cordia de una asesina».
los que se larguen a otra parte. Hasta que queda casi des- Uno de los aspectos narrativos que más me gustó,
habitado y maldito. Un personaje-territorio que fue her- además de la fuerza e intensidad que fluye por toda la
moso con sus montañas y su selva, hasta que una carrete- obra, fue el remate final; la autora le pone al lector una
ra lo partió y el narcotráfico lo usurpó. ventanita por la cual uno puede ver que la felicidad no
Pero no todo queda en el personaje-territorio esté- puede ocurrir en la novela sino solo en nuestra imagina-
ril; este engendra a otros personajitos. En cada una de las ción. Es decir: la historia comienza cuando termina la no-
tres partes de las que consta la novela Ladydi, uno, al es- vela. Cuando los territorios han moldeado a los personajes
tar metido en la narración, siente cómo los tres persona- de carne y los dejan a merced nuestra para que continúen
jes-territorio cuentan la historia y moldean a los persona- su vida en nuestra imaginación. Y cuando los personajes
jes de carne. Entonces, el alma de esos personajes es la salen del escenario narrativo, Ladydi parte con la panza
transpiración de tres lugares: Chulavista, una casa de már- crecida. Con el fruto de su amor fallido con Julio, el jardi-
mol en Acapulco y la cárcel de Santa Marta, en el sur de nero. Entonces, la felicidad se asoma; pero ya no ocurre,
la ciudad de México. repito, en la novela: continúa en nuestra mente.