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LA NECROPSIA COMO PERITAZGO MÉDICO

La palabra ‘perito’; del latín peritus, significa docto, experimentado, práctico en una
ciencia o arte. En forma general y desde el punto de vista jurídico,designa a la
persona que poseyendo determinados conocimientos científicos, técnicos,
artísticos o simplemente prácticos, es requerida para dictaminar sobre hechos
cuya apreciación no puede ser llevada a cabo sino por quienes, como él, son
poseedores de conocimientos especializados (Bonnet).

La necropsia es un examen complejo, practicado sobre el cuerpo de una persona


fallecida; varias son, entonces, las reglas que deben observarse para que dicha
experticia tenga el carácter objetivo que se requiere en el momento de analizar su
resultado en un proceso judicial. El perito debe actuar con la ciencia del médico, la
veracidad del testigo y la ecuanimidad del juez, ha dicho con acierto Nerio Rojas;
igualmente, para el caso de las necropsias, recomienda tener presente que «;una
autopsia no puede rehacerse.»

 MARCO LEGAL:

Medicina Legal tiene a su cargo la expedición de una serie amplia de peritajes,


pues además de los

destinados a establecer la causa de la muerte, debe conceptuar sobre casos de


lesiones, enfermedades físicas y mentales, violaciones, embriagueces,
toxicomanías, incapacidades, etc.

En este escrito únicamente estamos refiriéndonos al trabajo de los médicos-


legistas en la autopsia.

En ésta, la verdad científica de los hechos requeridos y sometidos a proceso


depende de la investigación y análisis en el marco de las ciencias forenses, y para
el caso de los médicos, del conocimiento y aplicación de la normatividad de las
actividades médico-legales. Dada, pues, la importancia de esta prueba, el médico-
legista debe conocer y comprender por lo menos las siguientes disposiciones:

CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL


ARTÍCULO 233. Procedencia de la peritación. La peritación es procedente para
verificar hechos que interesen al proceso y requieran especiales conocimientos
científicos, técnicos o artísticos.

Sobre un mismo punto no se podrá decretar en el curso del proceso, sino un


dictamen pericial, salvo en el incidente de objeciones al mismo, en el que podrá
decretarse otro. Tampoco se decretará el dictamen cuando exista uno que verse
sobre los mismos puntos, practicado fuera del proceso con audiencia de las
partes. Con todo, cuando el tribunal o el juez considere que el dictamen no es
suficiente, ordenará de oficio la práctica de otro con distintos peritos, si se trata de
una prueba necesaria para su decisión.

No será menester la intervención de peritos para avaluar bienes muebles


cotizados en bolsa; su valor se determinará por la cotización ebidamente
certificada que hayan tenido en la oportunidad correspondiente. El juez podrá
ordenar que se presente nuevo certificado de la cotización cuando lo estime
conveniente.

ARTÍCULO 237.Práctica de la prueba. En la práctica de la peritación se procederá


así:

1. Cuando la peritación concurra con inspección judicial, ambas se iniciarán


simultáneamente.

2. Los peritos examinarán conjuntamente las personas o cosas objeto del


dictamen y realizarán personalmente los experimentos e investigaciones que
consideren necesarios, sin perjuicio de que puedan utilizar auxiliares o solicitar por
su cuenta el concurso de otros técnicos, bajo su dirección y responsabilidad; en
todo caso expondrán su concepto sobre los puntos materia del dictamen.

3. Cuando en el curso de su investigación los peritos reciban información de


terceros que consideren útiles para el dictamen, lo harán constar en éste, y si el
juez estima necesario recibir los testimonios de aquéllos, lo dispondrá así en las
oportunidades señaladas en el artículo 180.

4. El juez, las partes y los apoderados podrán hacer a los peritos las
observaciones que estimen convenientes y presenciar los exámenes y
experimentos, pero no intervenir en ellos ni en las deliberaciones.

5. Los peritos podrán por una sola vez, pedir prórroga del término para rendir el
dictamen. El que se rinda fuera de término valdrá siempre que no se hubiere
proferido el auto que reemplace al perito.

Los peritos principales deliberarán entre sí y rendirán el dictamen dentro del


término señalado. El perito tercero emitirá su concepto, en la oportunidad que el
juez le fije sobre los puntos en que discrepen los principales.
6. El dictamen debe ser claro, preciso y detallado; en él se explicarán los
exámenes, experimentos e investigaciones efectuados, lo mismo que los
fundamentos técnicos, científicos o artísticos de las conclusiones.

ARTÍCULO 241.Apreciación del dictamen. Al apreciar el dictamen se tendrá en


cuenta la firmeza, precisión y calidad de sus fundamentos, la competencia de los
peritos y los demás elementos probatorios que obren en el proceso.

Si se hubiere practicado un segundo dictamen, éste no sustituirá al primero pero


se estimará conjuntamente con él, excepto cuando prospere objeción por error
grave.

ARTÍCULO 242.Deber de colaboración de las partes. Las partes tienen el deber


de colaborar con los peritos, de facilitarles los datos, las cosas y el acceso a los
lugares que ellos consideren necesarios para el desempeño de su cargo; si alguno
no lo hiciere se hará constar así en el dictamen y el juez apreciará tal conducta
como indicio en su contra, sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral 1º del
artículo 39.

Si alguna de las partes impide la práctica del dictamen, los peritos lo informarán al
juez, quien le ordenará facilitar la peritación; si no lo hiciere, la condenará a pagar
honorarios a los peritos y multa de cinco a diez salarios mínimos mensuales. Tal
conducta se apreciará como indicio en su contra.

ARTÍCULO 243.Informes técnicos y peritaciones de entidades y dependencias


oficiales. Los jueces podrán solicitar, de oficio o a petición de parte, informes
técnicos o científicos sobre avalúos y otros hechos de interés para el proceso, a
los médicos legistas, a la Policía Judicial, al Instituto Geográfico "Agustín Codazzi"
y en general a las entidades y dependencias oficiales que dispongan de personal
especializado, y a las que tengan el carácter de consultoras del gobierno.

Tales informes deberán ser motivados y rendirse bajo juramento, que se


entenderá prestado por el solo hecho de la firma, y se pondrán en conocimiento de
las partes por el término de tres días para que puedan pedir que se complementen
o aclaren.

También podrá el juez utilizar los servicios de dichas entidades y dependencias


oficiales, para peritaciones que versen sobre materias propias de la actividad de
aquéllas, con tal fin las decretará y ordenará librar el oficio respectivo para que el
director de las mismas designe el funcionario o los funcionarios que deben rendir
el dictamen, de lo cual se dejará constancia escrita.

Dichos funcionarios deberán rendir el dictamen en el término que el juez les


señale, el cual se considerará rendido bajo la gravedad del juramento de que trata
el numeral 3º del artículo 236, por el solo hecho de la firma, y se remitirá al juez
por conducto del mismo director.
Dentro de la ejecutoria del auto que decrete el dictamen, podrán las partes
ejercitar el derecho que les concede el numeral 4º del mencionado artículo.

Antes de que el dictamen sea rendido, el director de la entidad o dependencia


oficial podrá solicitar al juez que se suministre a aquélla el dinero necesario para
viáticos, transporte y demás costos de la pericia, si fuere el caso. El juez ordenará
que el dinero sea consignado en la mencionada entidad o dependencia, dentro de
los tres días siguientes al de la ejecutoria del respectivo auto, por la parte que
solicitó la prueba o por cada parte en igual proporción si se hubiere decretado de
oficio. De este auto se informará por telegrama al mencionado director, quien, si
transcurre dicho término sin que se le haya hecho el depósito, devolverá el oficio
al juez con el correspondiente informe, y se prescindirá de la prueba.

CODIGO GENERAL DEL PROCESO

Artículo 226. Procedencia.La prueba pericial es procedente para verificar hechos


que interesen al proceso y requieran especiales conocimientos científicos,
técnicos o artísticos.

Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal solo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito.

No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de


derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 para la prueba de
la ley y de la costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrán asesorarse de
abogados, cuyos conceptos serán tenidos en cuenta por el juez como alegaciones
de ellas.

El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.

Todo dictamen debe ser claro, preciso, exhaustivo y detallado; en él se explicarán


los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuadas, lo mismo que
los fundamentos técnicos, científicos o artísticos de sus conclusiones.

El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:

1. La identidad de quien rinde el dictamen y de quien participó en su elaboración.

2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos


que faciliten la localización del perito.
3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el
dictamen y de quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los
documentos idóneos que lo habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los
documentos que certifiquen la respectiva experiencia profesional, técnica o
artística.

4. La lista de publicaciones, relacionadas con la materia del peritaje, que el perito


haya realizado en los últimos diez (10) años, si las tuviere.

5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro (4)
años. Dicha lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el
nombre de las partes, de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual
versó el dictamen.

6. Si ha sido designado en procesos anteriores o en curso por la misma parte o


por el mismo apoderado de la parte, indicando el objeto del dictamen.

7. Si se encuentra incurso en las causales contenidas en el artículo 50, en lo


pertinente.

8. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de los que ha utilizado en peritajes rendidos en anteriores
procesos que versen sobre las mismas materias. En caso de que sea diferente,
deberá explicar la justificación de la variación.

9. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de aquellos que utiliza en el ejercicio regular de su
profesión u oficio. En caso de que sea diferente, deberá explicar la justificación de
la variación.

10. Relacionar y adjuntar los documentos e información utilizados para la


elaboración del dictamen.

Artículo 227. Dictamen aportado por una de las partes.La parte que pretenda
valerse de un dictamen pericial deberá aportarlo en la respectiva oportunidad para
pedir pruebas. Cuando el término previsto sea insuficiente para aportar el
dictamen, la parte interesada podrá anunciarlo en el escrito respectivo y deberá
aportarlo dentro del término que el juez conceda, que en ningún caso podrá ser
inferior a diez (10) días. En este evento el juez hará los requerimientos pertinentes
a las partes y terceros que deban colaborar con la práctica de la prueba.

El dictamen deberá ser emitido por institución o profesional especializado.

Artículo 228. Contradicción del dictamen.La parte contra la cual se aduzca un


dictamen pericial podrá solicitar la comparecencia del perito a la audiencia, aportar
otro o realizar ambas actuaciones. Estas deberán realizarse dentro del término de
traslado del escrito con el cual haya sido aportado o, en su defecto, dentro de los
tres (3) días siguientes a la notificación de la providencia que lo ponga en
conocimiento. En virtud de la anterior solicitud, o si el juez lo considera necesario,
citará al perito a la respectiva audiencia, en la cual el juez y las partes podrán
interrogarlo bajo juramento acerca de su idoneidad e imparcialidad y sobre el
contenido del dictamen. La contraparte de quien haya aportado el dictamen podrá
formular preguntas asertivas e insinuantes. Las partes tendrán derecho, si lo
consideran necesario, a interrogar nuevamente al perito, en el orden establecido
para el testimonio. Si el perito citado no asiste a la audiencia, el dictamen no
tendrá valor.

Si se excusa al perito, antes de su intervención en la audiencia, por fuerza mayor


o caso fortuito, el juez recaudará las demás pruebas y suspenderá la audiencia
para continuarla en nueva fecha y hora que señalará antes de cerrarla, en la cual
se interrogará al experto y se surtirán las etapas del proceso pendientes. El perito
solo podrá excusarse una vez.

Las justificaciones que por las mismas causas sean presentadas dentro de los tres
(3) días siguientes a la audiencia, solo autorizan el decreto de la prueba en
segunda instancia, si ya se hubiere proferido sentencia. Si el proceso fuera de
única instancia, se fijará por una sola vez nueva fecha y hora para realizar el
interrogatorio del perito.

En ningún caso habrá lugar a trámite especial de objeción del dictamen por error
grave.

Parágrafo.En los procesos de filiación, interdicción por discapacidad mental


absoluta e inhabilitación por discapacidad mental relativa, el dictamen podrá
rendirse por escrito.

En estos casos, se correrá traslado del dictamen por tres (3) días, término dentro
del cual se podrá solicitar la aclaración, complementación o la práctica de uno
nuevo, a costa del interesado, mediante solicitud debidamente motivada. Si se
pide un nuevo dictamen deberán precisarse los errores que se estiman presentes
en el primer dictamen.

Artículo 229. Disposiciones del juez respecto de la prueba pericial.El juez, de


oficio o a petición de parte, podrá disponer lo siguiente:

1. Adoptar las medidas para facilitar la actividad del perito designado por la parte
que lo solicite y ordenar a la otra parte prestar la colaboración para la práctica del
dictamen, previniéndola sobre las consecuencias de su renuencia.

2. Cuando el juez decrete la prueba de oficio o a petición de amparado por pobre,


para designar el perito deberá acudir, preferiblemente, a instituciones
especializadas públicas o privadas de reconocida trayectoria e idoneidad.
Artículo 230. Dictamen decretado de oficio.Cuando el juez lo decrete de oficio,
determinará el cuestionario que el perito debe absolver, fijará término para que
rinda el dictamen y le señalará provisionalmente los honorarios y gastos que
deberán ser consignados a órdenes del juzgado dentro de los tres (3) días
siguientes. Si no se hiciere la consignación, el juez podrá ordenar al perito que
rinda el dictamen si lo estima indispensable.

Si el perito no rinde el dictamen en tiempo se le impondrá multa de cinco (5) a diez


(10) salarios mínimos legales mensuales y se le informará a la entidad de la cual
dependa o a cuya vigilancia esté sometido.

Con el dictamen pericial el perito deberá acompañar los soportes de los gastos en
que incurrió para la elaboración del dictamen. Las sumas no acreditadas deberá
reembolsarlas a órdenes del juzgado.

Artículo 231. Práctica y contradicción del dictamen decretado de oficio.Rendido el


dictamen permanecerá en secretaría a disposición de las partes hasta la fecha de
la audiencia respectiva, la cual solo podrá realizarse cuando hayan pasado por lo
menos diez (10) días desde la presentación del dictamen.

Para los efectos de la contradicción del dictamen, el perito siempre deberá asistir a
la audiencia, salvo lo previsto en el parágrafo del artículo 228.

Artículo 232. Apreciación del dictamen.El juez apreciará el dictamen de acuerdo


con las reglas de la sana crítica, teniendo en cuenta la solidez, claridad,
exhaustividad, precisión y calidad de sus fundamentos, la idoneidad del perito y su
comportamiento en la audiencia, y las demás pruebas que obren en el proceso.

Artículo 233. Deber de colaboración de las partes.Las partes tienen el deber de


colaborar con el perito, de facilitarle los datos, las cosas y el acceso a los lugares
necesarios para el desempeño de su cargo; si alguno no lo hiciere se hará constar
así en el dictamen y el juez apreciará tal conducta como indicio en su contra.

Si alguna de las partes impide la práctica del dictamen, se presumirán ciertos los
hechos susceptibles de confesión que la otra parte pretenda demostrar con el
dictamen y se le impondrá multa de cinco (5) a diez (10) salarios mínimos
mensuales.

Parágrafo.El juez deberá tener en cuenta las razones que las partes aduzcan para
justificar su negativa a facilitar datos, cosas o acceso a los lugares, cuando lo
pedido no se relacione con la materia del litigio o cuando la solicitud implique
vulneración o amenaza de un derecho propio o de un tercero.

Artículo 234. Peritaciones de entidades y dependencias oficiales.Los jueces


podrán solicitar, de oficio o a petición de parte los servicios de entidades y
dependencias oficiales para peritaciones que versen sobre materias propias de la
actividad de aquellas. Con tal fin las decretará y ordenará librar el oficio respectivo
para que el director de las mismas designe el funcionario o los funcionarios que
deben rendir el dictamen.

La contradicción de tales dictámenes se someterá a las reglas establecidas en


este capítulo.

El dinero para transporte, viáticos u otros gastos necesarios para la práctica de la


prueba deberá ser suministrado a la entidad dentro de los cinco (5) días siguientes
a la fecha en que el respectivo director o el juez haya señalado el monto. Cuando
el director informe al juez que no fue aportada la suma señalada, se prescindirá de
la prueba.

Parágrafo.En los procesos donde hubiere controversias sobre las liquidaciones de


créditos de vivienda individual a largo plazo, deberá solicitarse a la
Superintendencia Financiera de Colombia que mediante peritación realice la
liquidación de los mismos. De igual manera, emitirá concepto en el que se
determine si las reliquidaciones de los mencionados créditos fueron realizadas
correctamente por los establecimientos de crédito y, cuando hubiera lugar a ello,
efectuar la reliquidación.

Artículo 235. Imparcialidad del perito.El perito desempeñará su labor con


objetividad e imparcialidad, y deberá tener en consideración tanto lo que pueda
favorecer como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las
partes.

Las partes se abstendrán de aportar dictámenes rendidos por personas en


quienes concurre alguna de las causales de recusación establecidas para los
jueces. La misma regla deberá observar el juez cuando deba designar perito.

El juez apreciará el cumplimiento de ese deber de acuerdo con las reglas de la


sana crítica, pudiendo incluso negarle efectos al dictamen cuando existan
circunstancias que afecten gravemente su credibilidad.

En la audiencia las partes y el juez podrán interrogar al perito sobre las


circunstancias o rezones que puedan comprometer su imparcialidad.

CÓDIGO PROCEDIMIENTO PENAL

Art. 264.- Procedencia. Cuando se requieran conocimientos especiales científicos,


técnicos o artísticos, el funcionario judicial decretará la prueba pericial.

Art. 267.- Dictamen. El dictamen debe ser claro, preciso y detallado; en él se


explicarán los exámenes, experimentos e investigaciones efectuados, lo mismo
que los fundamentos técnicos, científicos o artísticos de las conclusiones. Cuando
se designen varios peritos, conjuntamente practicarán las diligencias y harán los
estudios o investigaciones pertinentes para emitir el dictamen. Cuando hubiere
discrepancia, cada uno extenderá su dictamen por separado.

En todos los casos, a los peritos se les advertirá sobre la prohibición absoluta de
emitir en el dictamen cualquier juicio de responsabilidad penal.

Art. 270.- Contradicción del dictamen. Cuando el funcionario judicial reciba el


dictamen, procederá en la siguiente forma:

1.) El funcionario verificará si el dictamen cumple con los requisitos señalados en


este Código. En caso contrario ordenará que el perito elabore el dictamen
cumpliendo con ellos.No se admitirá como dictamen la simple expresión de las
conclusiones.

2.) Si el dictamen cumple con los requisitos indicados, se correrá traslado a los
sujetos procesales por el término de cinco días para que soliciten su aclaración,
ampliación o adición. Para la ampliación o adición el funcionario judicial fijará
término. La objeción podrá proponerse hasta antes de que finalice la audiencia
pública.

Art. 272.- Comparecencia de los peritos a la audiencia. Salvo lo previsto en el


artículo 158 de este Código*. los sujetos procesales podrán solicitar al juez que
haga comparecer a los peritos, para que conforme al cuestionario previamente
presentado, expliquen los dictámenes que hayan rendido y respondan las
preguntas que sean procedentes; el juez podrá ordenarlo oficiosamente.
*lnexequible: C - 150 de 1993

Art. 273.- Criterio para la apreciación del dictamen. Al apreciar el dictamen se


tendrá en cuenta la firmeza, precisión y calidad de sus fundamentos, la idoneidad
de los peritos y los demás elementos probatorios que obren en el proceso.Médico-
Legal 4 Enero - Abril 2000 - Médico-Legal

CÓDIGO PENAL MILITAR

Art. 504.- Procedencia. Cuando la investigación de un hecho requiere


conocimientos especiales de determinadas ciencias o artes o exija avalúos, el juez
decretará la prueba pericial.
COMPETENCIA PARA LAS AUTOPSIAS MÉDICO-LEGALES

La reglamentación de las normas técnicas que deben cumplir las personas y


entidades que en determinado momento realizan funciones periciales, están
reguladas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Luego de la aparición en Colombia del Instituto de Medicina Legal mediante la


expedición de la Ley 53 de 1914, se llegó a la creación de un sistema único de
medicina legal con organización y control del Instituto Nacional de Medicina Legal
y Ciencias Forenses, enmarcado dentro del Decreto 2699 del 30 de noviembre de
1991, que también le dio vida a la Fiscalía General de la Nación. De éste se puede
resaltar el capítulo primero «De la Naturaleza y Funciones Básicas:

Artículo 159. A partir de la fecha habrá un sistema único de medicina legal y


ciencias forenses en todo el territorio nacional, el cual será organizado y
controlado por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Sin
embargo, los servicios médico-legales departamentales y municipales que
funcionan actualmente, continuarán siendo prestados por estas instituciones hasta
el 31 de diciembre de 1992. A partir del 1 de enero de 1993 pasarán con todos sus
recursos humanos, físicos, económicos y financieros al Instituto Nacional de
medicina Legal y Ciencias Forenses.

Artículo 161. En desarrollo de su misión el Instituto Nacional de Medicina Legal y


Ciencias Forenses tendrá las siguientes funciones:

1 - Organizar y dirigir el sistema único de medicina legal y controlar su


funcionamiento.

2- Prestar en forma oportuna los servicios médicolegales y de ciencias forenses


que sean solicitados por fiscales, jueces, policía judicial y demás autoridades
competentes en todo el territorio nacional.

3- Desarrollar funciones asistenciales, científicas, extrapericiales y sociales en el


área de la medicina legal y las ciencias forenses.

4- Prestar asesoría y absolver consultas sobre medicina legal y ciencias forenses


a las Unidades de Fiscalía, Tribunales y demás autoridades competentes.

5- Definir las normas técnicas que deben cumplir los distintos organismos y
personas que realicen funciones periciales asociados con medicina legal ciencias
forenses y ejercer control sobre su desarrollo y cumplimiento.

6- Servir como órgano de verificación y control de las pruebas periciales y


exámenes forenses practicados por los cuerpos de policía judicial del estado.
7- Servir como centro científico de referencia Nacional en asuntos relacionados
con medicina legal y ciencias forenses.

8- Coordinar y adelantar con el Ministerio de Educación, el ICFES, la Asociación


Colombiana de Facultades de Medicina y demás entidades del sector educativo, la
promoción, programación y ejecución de investigaciones científicas, programas de
posgrado y eventos educativos en el área de la medicina legal y ciencias forenses.

9- Divulgar los resultados de las investigaciones, avances científicos, desarrollo de


las prácticas forenses y demás información considerada de interés para la
comunidad en general.

10- Delegar y contratar en personas naturales o jurídicas la realización de algunas


actividades periciales y controlar su ejecución.

Como quiera que en todo el territorio nacional la cobertura que el Instituto no


puede ser total, es válida la normatividad que con relación a peritos; del sistema
alterno de medicina legal existe, en cabeza de los médicos en el ejercicio del
servicio social obligatorio o en médicos oficiales del sector salud, basados en el
Decreto 2455 del 31 de julio de 1986.

A su vez, el Decreto 0786 del 16 de abril de 1990, reglamentario de la Ley 9 de


1989, fijó las pautas para la práctica de la autopsia clínica y médico-legal; en él, se
relacionan los eventos en que obligatoriamente debe practicarse:

- Homicidio o sospecha de homicidio

- Suicidio o sospecha de suicidio

- Cuando se requiere distinguir entre homicidio y suicidio

- Muerte accidental o sospecha de la misma

- Otras muertes en las cuales no existe claridad sobre

su causa.

La causa de una muerte, en muchos casos no es fácil de determinar con base en


los hallazgos; los signos patognomónicos no conllevan necesariamente a un
resultado matemático. El perito no puede confiar en la indicación de un solo signo,
consciente de la trascendencia de su autorizada opinión, cuyas consecuencias
son a menudo irremediables. La excepción puede tener tanto valor como la regla .
Por todo ésto, se impone que el médico forense tenga , de veras, la calidad de
experto en el tema sobre el que está opi-nando con criterio de autoridad. Si de los
exámenes no puede extraerse la prueba de la CAUSA DE LA MUERTE, sino
apenas una hipótesis sobre ella, el médico forense está en la obligación ética y
profesional de acudir al criterio de otros expertos. No es lo mismo encontrar la
prueba de la muerte en el cuerpo exánime (una herida necesariamente mortal),
que ver signos (un coágulo en vías respiratorias, unas manchas en pleura, etc.) de
los que pueda inferirse la causa probable mas no única. La alteración fisiológica
producida (shock hemorrágico, septicemia, arritmia cardiaca, bronco-aspiración,
etc.) se llama MECANISMO DE MUERTE, pero nunca podrá ser considerada
como la CAUSA DE LA MUERTE.

Cuando se acusa a un anestesiólogo de haber provocado la muerte de un


paciente, el cadáver debe ser examinado para buscar o descartar lesiones
producidas por la droga anestésica o por los procedimientos anestésicos
(intubación, v.g.) en el organismo. Si es un cirujano cardiovascular el acusado, la
necropsia tendrá que establecer el daño producido a nivel de ese órgano o de los
órganos y tejidos vecinos por un procedimiento quirúrgico, pues no sería fundada
una acusación de esta naturaleza, cuando el cadáver presente heridas mortales
en el cráneo, v.g., o herida igualmente mortal en el corazón, pero producida por
arma de fuego. Igualmente, si no se encuentra lesión que pruebe su
responsabilidad, sino «signos» que indiquen una posibilidad entre varias, es
preciso ser prudente y presentar las conclusiones de hallazgos «compatibles con»,
«asociado a», «hallazgos susceptibles de», en vez de dar respuestas
concluyentes, que cierren la posibilidad al debate científico dentro del juicio.

Esta confusión entre CAUSA y MECANISMO de muerte es bastante frecuente en


los dictámenes de Medicina Legal, y genera muchos problemas procesales, pues
el juez considera que el médico legista es un verdadero experto que ha rendido un
dictamen desapasionado y objetivo, pues carece de motivos para querer
perjudicar con su experticia al médico sindicado o demandado. Este voto de
confianza irrestricto, hace tanto más difícil la controversia del dictamen, por cuanto
quien pretende socavar la conclusión del mismo es un lego (abogado), prevalido
únicamente de la opinión interesada de su defendido (médico encartado).

Recordemos nuevamente que debe practicarse obligatoriamente la autopsia,


siempre que se trate del cadáver de una persona que haya sido atendida
clínicamente y se sospeche «que la muerte pudo haber sido causada por un acto
médico»; (art.7°, literal «e» del Decreto 0786 de 1990), en este caso es necesario
contar con:

 Solicitud escrita de autoridad competente:

usando para ios efectos el Formato Nacional de Acta de Levantamiento del


Cadáver.

 Historia Clínica:
Su importancia como documento probatorio debe ser conocida por quienes tienen
la obligación de elaborarla o participan en su confección. La historia clínica en los
procesos por ejercicio inadecuado de la medicina, constituye importante prueba
documental de cargo o de descargo. Igualmente ayuda al médico forense que va a
practicar la autopsia a orientarlo en la búsqueda, teniendo en cuenta la patología
preexistente o las circunstancias que rodearon el fallecimiento y evitando así un
error suyo, por desconocimiento del objetivo de la autopsia que puede perseguir,
además de dictaminar la causa de la muerte, el proceso que condujo al
fallecimiento.

 Diligencia de levantamiento del cadáver:

Cuando se haya procedido por autoridad judicial debe levantarse el acta


correspondiente, para ser enviada al perito conjuntamente con la historia clínica.

 AUTOPCIAS CLINICAS

También es procedente realizar la autopsia en el mismo centro asistencial en el


que falleció el paciente y por los médicos que pertenecen a dicha institución
(autopsias clínicas). En estos casos. Medicina Legal, si interviene posteriormente,
se basará en ella.

En instituciones de salud la importancia y la práctica de las autopsias clínicas se


ha relegado, desconociéndose su valor como procedimiento descriptivo que busca
evidencias físicas o pruebas físicas relacionadas con las circunstancias que
rodearon la muerte y cuyos reales y puros fines no pueden ser más que científicos
y jurídicos. El artículo 15 del citado Decreto 0786 de 1990 fija como objetivos de
esta clase de examen post-mortem:

- establecer las causas de la muerte, así como la existencia de patologías


asociadas.

- aportar información necesaria para la certificación de defunción

- confirmar o descartar la existencia de una entidad patológica específica.

- determinar la evolución de las patologías encontradas

y modificaciones debidas al tratamiento, en orden a establecer la causa directa de


la muerte; efectuar la correlación entre los hallazgos de la autopsia y el contenido;
de la Historia Clínica.

- practicar viscerectomías para fines de docencia o investigación, previamente, el


médico tratante deberá obtener permiso de los familiares o deu-dos responsables.
 LIBERTAD DE LA PRUEBA DE LA CAUSA DE LA MUERTE

No obstante su poder de convicción, derivado del grado de certeza la ciencia


médica le presta, la necropsia puede ser desestimada en sus conclusiones,
porque como prueba que es, entra en juego con las demás piezas demostrativas
del proceso. «Al regular la parte probatoria del código, el legislador acogió la
técnica de la libertad de los medio de convicción para probar cualquier hecho o
circunstancia del proceso. Ello significa que la enumeración de pruebas que
plasmó el artículo 248 de la codificación, es enunciativa; de allí que un hecho se
pueda probar con los medios allí enunciados, e igualmente con cualquier otro no
previsto en esa preceptiva, como claramente lo estipula el inciso segundo del
artículo que se comenta.

De esta manera, la libertad probatoria consagrada lleva a concluir que los hechos
y circunstancias del proceso pueden ser demostrados con cualquier medio que
tenga esa capacitada, quedando por fuera la hipótesis de que determinado hecho
sólo se puede establecer a través de un especial medio de convicción.

Lo que no obsta para admitir que existen elementos de juicio con mayor idoneidad
probatoria que otros; por ejemplo, las pruebas ideales para demostrar la tipicidad
de un homicidio, obviamente serían la necropsia, el acta de levantamiento del
cadáver y la partida de defunción, pero lo anterior no imposibilitaría probar la
muerte por otro medio de convicción.

Para la controversia del dictamen, han de considerarse:

Declaraciones de médicos tratantes: Que confirman, amplían, explican


descripciones que han sido plasmadas en la historia clínica, así mismo que sirvan
y ayuden a dilucidar más completamente el acto médico realizado.

Testimonios: Elementos adicionales y de suma importancia en la búsqueda de


esclarecer la verdad objetiva de los hechos; sin importar que puedan contradecir
las conclusiones de la necropsia, el juez debe estar listo a sopesarlos, para
asignarles su justo valor dentro del proceso. Un buen testimonio valdrá tanto como
un buen examen médico-legal.

Teniendo en cuenta que no puede ser obligado a declarar sobre lo que se les ha
confiado y que tiene relación con el secreto profesional, el testigo experto ayudará
a aclarar en muchas ocasiones lo ocurrido en una sala de cirugía o al interior de
una institución hospitalaria. Piénsese en cuántas veces el médico acusado ha
interactuado con otros médicos durante el tratamiento del paciente ahora fallecido;
en la cantidad de enfermeras, laboratoristas, auxiliares y especialistas que pueden
contribuir al esclarecimiento de la verdad. En la ayuda que un experto no
nombrado como perito, pero de la mejor calidad en su área, pueda dar al juez para
la cabal comprensión del asunto que debe resolverse.Son, realmente, luces
valiosísimas dentro del proceso.

 LA NECROPCIA Y LA CAUSA DE LA MUERTE

De todas formas, si no se determina con toda claridad la causa de la muerte, no


habrá posibilidad de condenar al médico denunciado o demandado. Y la necropsia
puede dar, como hemos visto, una respuesta contundente con base en los
hallazgos, o puede llegar a la conclusión de que esos hallazgos son compatibles,
pero no concluyentes, con una causa de muerte.

Sabemos que la labor del experto es, simplemente, la de examinar las piezas
procesales y (ayudados con los conocimientos que tiene acerca de las ciencias
médicas y legales), CONCEPTUAR, OPINAR CON RAZONES, para que el juez
decida. «La prueba pericial es una lente que agranda los objetos; un medio de
verlos con mayor claridad; el juez es quien tiene la facultad de servirse de ella y
examinar con toda libertad si las conclusiones periciales son admisibles.

No todo error o equivocación puede considerarse como culpa del médico o falla en
el servicio. Si bien es cierto que al médico por la especial naturaleza de su oficio,
en el cual se involucra la vida humana, debe exigírsele una especial prudencia y
diligencia, Médico-Legal no es menos cierto que si en el proceso parece probado
que un médico especialmente prudente y diligente habría podido incurrir en el
mismo error, es claro que no puede endilgársele culpa, en la medida en que aquí
la culpa sólo puede deducirse cuando comparado el comportamiento del
responsable con el que en abstracto habría tenido una persona diligente, la
conducta del primero puede ser susceptible de un juicio de reproche. En este
punto señalan los hermanos Mazeaud que la pregunta que debe formularse el
tribunal es : «¿ un médico prudente colocado en igualdad de condiciones externas
habría obrado como el autor del daño?.

El comportamiento del médico y de la institución prestadora del servicio, solo


pueden ser juzgados teniendo en cuenta de una parte la denominada lexartis, lo
que, de acuerdo con lo expresado en la obra «La práctica de la medicina y la ley»,
implica tener en cuenta «las características especiales de quien lo ejerce, el
estado de desarrollo del área profesional de la cual se trate, la complejidad del
acto médico, la disponibilidad de elementos, el contexto económico del momento y
las circunstancias específicas de cada enfermedad y cada paciente»; razón por la
cual se comparten las apreciaciones de la misma obra en la que se señala que
«no se puede pedir a ningún médico, como no se puede hacer con ningún otro
miembro de la sociedad, el don de la infalibilidad. De lo contrario, todas las
complicaciones posibles y las muertes probables deberían ser «pagadas» por los
profesionales de la salud, lo cual es absurdo. Lo que se juzga no es en realidad un
resultado inadecuado, sino si ese resultado se origina en un acto negligente que
no sigue las reglas del arte del momento, habida cuenta de la disponibilidad de
medios y las circunstancias del momento en el cual se evalúe el caso.

 CARACTERÍSTICAS DE LA NECROPSIA

Como peritaje que es, la necropsia debe tener las siguientes características:
«claridad, «precisión, «detalle,» explicación de los exámenes practicados y»
fundamentación de las conclusiones.

En la práctica, la autopsia sobre el cadáver del paciente fallecido es un elemento


de prueba obligatorio para determinar la responsabilidad de un profesional de la
medicina o la salud y sus conclusiones están basadas en un proceso científico;
sus principios son universales:

La Objetividad: la determinación y evaluación de los hechos se basa y fundamenta


en hechos concretos, nunca en supuestos, contenidas aquí algunas
características de sentido común y reflexión en ello, imparcialidad y veracidad.

La Metodología: el empleo de técnicas ínterelacionadas en la búsqueda de un


resultado con Actualidad Médico Legal varias fases, de las cuales se distinguen: la
analítica que en primer lugar acumula todos los elementos básicos en el hecho
que se investiga; la de interpretación con varios mecanismos referidos por la
inducción,deducción y analogía; ¡a discusión y síntesis con relación lógica y
científica de todas las circunstancias de producción para una conclusión valedera
y veraz.

El Saber: depende del conocimiento médico que se posea, de la experiencia en


relación al ser perito, la jerarquización de los elementos que se evalúan y los
conocimientos jurídicos que se involucran.

La ciencia es cambiante y dinámica, de modo que posiblemente el o los peritos no


ostenten el último conocimiento científico. Pero si el ejercicio se realiza con
seiredad y fundamentación, será válido, y este valor será asignado por el juzgador
con base en su capacidad para evaluar los hechos, en su sano juicio o capacidad
de sana crítica, y dependiendo de las características de la prueba médico-pericial,

cuya fuerza radica en un elemento: la calidad (la calidad científica de los medios,
términos y enunciados empleados por el perito, la calidad del perito relacionada
con sus conocimientos y su experiencia, y la responsabilidad jurídica del ejercicio
que realiza como perito).

 ALGUNAS CUESTIONES RELACIONADAS CON EL DICTAMEN

EN MATERIA PENAL

En relación con este tipo de prueba, es recomendable tener claridad sobre los
siguientes aspectos básicos:

¿Cuándo se rinde?

Dentro del término que se le señale, so pena de sanciones.Es necesario entender


que el proceso, hasta tanto no llegue la experticia, va a quedar prácticamente
paralizado, pues se tratará de una de las principales pruebas, sin la cual no es
posible resolver el asunto.

¿Qué puede pedirse luego de rendido?

-Aclaración, cuando el resultado se preste a confusión o a interpretación ambigua»


ampliación, cuando luego de rendido se eche de ver que faltan datos o estudios
previamente solicitados.

- Adición cuando con base en los resultados del dictamen, se encuentre que es
conveniente o necesario examinar otros tópicos o determinar otros asuntos que
originalmente no se habían considerado importantes.

-Objeción. No puede ser objetado el peritaje por cualquier tipo de equivocación o


desacuerdo entre las partes; para estos eventos, resulta suficiente solicitar las
aclaraciones o ampliaciones necesarias.

¿Para qué se cita al perito a la audiencia?

Art.272 C.P.P. para que: explique su dictamen y responda preguntas procedentes,


conforme a un cuestionario previamente presentado por la parte solicitante.

La idea en este punto, es que el perito pueda ilustrar a las partes del proceso
sobre el significado de los términos técnicos utilizados, los experimentos
realizados, los fundamentos científicos que soportan su criterio, y sobre el carácter
de probabilidad o de necesidad causal de las conclusiones a que el perito arriva
luego de sus estudios.

Igualmente podrán las partes solicitar en esta audiencia aclaraciones sobre las
dudas surgidas a raíz del dictamen.
¿Qué puede y qué no puede hacer el perito en la audiencia?

Puede: aclarar, ilustrar, complementar. No puede pronunciarse sobre cuestiones


jurídicas. Vamos a recordar que el perito da opiniones sobre su ciencia, pero no se
pronunciará sobre aspectos netamente jurídicos, como podrían ser los referentes
a la culpabilidad o responsabilidad de determinada persona en el hecho, o las
circunstancias de agravación o atenuación, o la validez de un documento, la
validez o nulidad de un acto realizado en determinado estado de salud por el
examinado, etc.

¿Cuál es la diferencia entre peritaje y testimonio técnico?

Art.257 C.P.P. Los testigos técnicos son expertos que asesoran al juez en la
materia.- Ya vimos que el artículo 257 del Código de Procedimiento Penal hacer
referencia a los asesores especializados que podrán nombrarse por el juzgador,
de entidades oficiales o privadas cuando lo requieran en la investigación de
hechos que por su naturaleza requieran de su concurso.

CONCLUSIÓN

Dados los antecedentes, la situación cambiante de nuestro sistema judicial, y la


complejidad de principios, procedimientos y técnicas utilizadas en la actividad
pericial, consideramos necesaria la creación de una especialidad en estas ciencias
por parte de centros universitarios de prestigio, como son la Universidad de
Antioquía o la Universidad Nacional, con la dirección y control del Instituto
Nacional de Medicina Legal.

Mientras esto ocurre, la práctica judicial impone, cada día con mayor urgencia, la
necesidad recurrir a la ayuda del testimonio técnico, para que otros médicos de la
especialidad de que se trate según el problema jurídico que tratado, conceptúen
acerca de la posible causa de la muerte.

El abogado defensor y el médico acusado, tienen la posibilidad de solicitar estos


testimonios como prueba; además, si el médico acusado de homicidio desea
presenciar la realización de la necropsia, es recomendable que concurra y preste
al médico forense la colaboración que éste le solicite, como quiera que la ley
garantiza el derecho procesal del encartado a presenciar la práctica de todas las
pruebas y autoriza al perito para exigir colaborado de las partes, dejando a éstas,
finalmente, la facultad de controvertirlas una vez que éstas se hayan realizado.

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