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El Concepto de Alteridad
El Concepto de Alteridad
Sustentante
QUIROBERT RAMÍREZ CALDERÓN
Asesor
MG. FREDDY ANTONIO GARCÍA ALVARADO
Emmanuel Lévinas.
A Mons. José Dolores Grullón Estrella, por su gran entrega en esta Diócesis de San
Juan de la Maguana. Por su gran sentido de pastor que guía al pueblo de Dios en
nombre de Jesucristo.
Por todos los niños, niñas y jóvenes que no tienen la facilidad de estudiar, para que
Dios les asista en su ayuda a personas que se compadezcan y les puedan brindar una
mano amiga y que así ellos puedan estudiar.
Por último y no porque sea menos importante, dedico este trabajo por todas las
personas que cada día oran, promueven y colaboran por las vocaciones sacerdotales y
religiosa para que Dios siempre le escuche y les cuide con su infinito amor.
AGRADECIMIENTO
En primer lugar, agradecer a nuestro Papá Dios por darme el gran don de la vida, y es
él quien me ha dado las fuerzas para llegar hasta este gran momento de mi existencia, ya
que sin él yo no fuera nada. Dios es la fuente central de mi ser, él es el gran arquitecto
diseñador del proyecto más grande que es la vida misma y el amor hacia los demás.
Agradezco a la virgen María: por ser mi madre espiritual, por siempre estar ahí, en
esos momentos difíciles de soledad porque nunca me ha abandonado ni me ha dejado
solo en estos cuatros años de formación que verdaderamente tornarían muy difícil
caminar en este trayecto sin su compañía.
A Mons. José Dolores Grullón Estrella: que como amigo y servidor de Jesús ha
sabido verdaderamente guiar a la Diócesis de San Juan de la Maguana. Además, les ha
enseñado a nuestras gentes a salir de la baja autoestima y la dependencia en donde ya
las personas tienen una mejor visión de misma y, sobre todo, que con la ayuda de Dios y
el sacrificio se pueden lograr las metas y los sueños alcanzar. En donde él nos instruyó
«que hay que dejar el mundo mejor, que como lo hemos encontrado».
Al padre Rodolfo y al seminarista Jeysis Armando Pérez: por recibirme y por ser mis
formadores en mi primer año del Seminario Menor. Por trasmitirme los valores éticos y
cristianos del reino de Dios como son la justicia, el trabajo, el sentido común, el amor y
el servicio entre otros.
Al Seminario Menor El Buen Pastor de San Juan de Maguana: por ayudarme a
crecer de una forma integral y humana. También porque me ha dado una sólida
formación y me ha enseñado a luchar por los demás, ya que la misma entrega al señor
necesita de ese gran elemento.
A los profesores del Seminario Santo Tomás de Aquino que me dieron clase como
son: María Angel Herrera, P. Eric Wilson Cosme Tavera, P. Eusebio Cabrera, P. Daniel
Elías de los Santos, Carlos Hernández, Carlos Miguel Mendoza.
A mis compañeros de camino del Seminario San Pío X: Yoryis, Isaías Pinales, Isaías
Hernández, Caoris Aquino, José Ramón Collado, Yendy, Henry, Plinio, Adalberto y
Leudis Manuel Fría (Balaguer).
A los compañeros del curso del Seminario Santo Tomás de Aquino: Edwin Regalado
Lebrón, Emanuel Briceño, Juan Manuel De La Cruz, Duanny Henríquez, Jesús M.
Villafaña, Jhanfri, Adelso Guzmán, Olibier Hernández, Wilmi Abbout, Aquile Morel y
Miguel Ortiz.
A mis amigas y hermanas en la fe: Eyra Brazoban, Brendalis Toribio, Virginia Dolly,
Anny Peguero De Oleo, Ángela María De Oleo, Iladys Nicoles Pérez Rodríguez,
Carmen Grecia Mejía Guzmán, kimberly C. Benzan Mercedes, Yesmin Alejandra R,
Sánchez, Betania Mercedes Guzmán Vásquez, Yaritza Regalado Lebrón, Claritza
Valentina Guzmán y a todas las demás por su gran amistad y preocupación por mí
durante este proceso y por su gran sinceridad.
A mis amigos y hermanos en la fe: José Ramón Ortiz, Elvin Ramón Jiménez Familia,
Ramón Antonio Victoriano Lara, Eduardo Sánchez Figuereo, Walky Dorisca, Luis
Alfredo Morillo Arias y otros tantos más hermanos que me han ayudado a crecer a
través de su ejemplo de vida. Muchas gracias y nuestro padre Dios les bendiga siempre.
«Muchas gracias a todos y a todas que Dios en su infinita misericordia les siga
bendiciendo grandemente».
RESUMEN
ABSTRAC
In this research we present the subject titled: The conception of alterity as the
foundation of interpersonal relationships in the philosophical proposal of Emmanuel
Lévinas. The other for Lévinas is the foreigner, the orphan, the widow and all the people
who need our help. The other is not a me commensurable by approximation, but it is
absolutely another. The central one that has moved us to carry out this theme is with the
intention of looking back at the intrinsic value of the people themselves, since in our
twenty-one-century people are being discarded, especially the elderly, children and the
sick. Today and every day of our lives it is important that we see others as a gift from
our creator.
This final research work is divided into four chapters: the first chapter, the
philosophical notion of the person in some contemporary philosophers, in the second
the notion of alterity in the philosophical thought of Emmanuel Lévinas, in a third
chapter we will analyze language as relational element with the Other and, finally, the
importance of the thought of otherness: the Other, intersubjectivity today. A society that
does not worry about the well-being of the neediest will always be adrift because every
day these people will be shaped in our conscience and at the same time demand justice
because we were not in solidarity with them.
Translated by:
Lic. Carlos Hernández
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
El luchar por el Otro nos ayuda a darles una valoración a aquellas personas que hoy
son rechazados. Por lo tanto, Emmanuel Lévinas comienza a darle un giro más eficaz y,
sobre todo, a buscar otro modo de ver la filosofía y su pensamiento estará enmarcado
con la alteridad. El Otro en el pensamiento de nuestro autor tiene una primacía especial,
en donde se sienta amado y acogido que no sea un mero objeto. Ahora bien, uno de los
puntos principales de la filosofía de Lévinas es que habla desde su propia experiencia,
no es dogmática sino es humilde y la propone para una vivencia personal. Para él lo
importante es crear una filosofía que esté al servicio del hombre y no viceversa. El
busca romper todos los esquemas que miran al ser humano encerrado en sí mismo
(egoísmo) que es lo que ha causado toda la violencia en la humanidad.
El otro para Lévinas es el extranjero, el extraño, y la viuda y todas las personas que
están en nuestro entorno, al cual, la conciencia no puede aprehender, ni tematizar. Es
18 «CONCEPCIÓN DE LA ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
todo ser humano que está frente a mi (mismo, yo), y que pide justicia. El otro se
aparece, se me muestra, está ahí. No es un yo conmensurable por aproximación, sino
que es absolutamente otro. Es decir, el otro responde a aquello que no soy yo, a aquello
que es anterior a mí y, gracias a lo cual yo soy quien soy. El otro nos constituye, porque
si negamos la presencia del otro estamos negando nuestra propia existencia.
El primer capítulo consta de seis acápites en los cuales hacen un recorrido en algunos
autores contemporáneos sobre la persona. En esta primera parte se va a analizar a la
persona desde diferentes autores en la cuales cada uno da su punto de vista acerca de la
misma. Por lo tanto, con esta parte se trata de ver a la persona como un valor arraigado
en sí mismo. La persona es un ser capaz de vivir en sociedad y, sobre todo, que tiene
una sensibilidad no es un monstruo, aunque otros autores digan otras cosas acerca de la
misma.
INTRODUCCIÓN 19
El tercer capítulo, consta de siete acápites en los cuales se da conocer la noción que
tiene nuestro autor acerca del lenguaje y qué papel juega éste con respecto a la relación
con los demás. En la actualidad tenemos la gran facultad de distinguir a los seres
humanos del resto de los seres vivos es por tener la capacidad para poder comunicarse
de una manera sistematizada y comprensible, es decir, utilizando un lenguaje. Por lo
tanto, en esta parte el autor nos muestra la importancia que tiene el lenguaje al momento
de interactuar con los demás.
1. Introducción
El concepto de persona ha venido desarrollándose hasta convertirse en algo muy
simple o relativo en nuestro pleno siglo XXI, que ni se menciona. En el cual, la palabra
persona tiene un gran valor no por un simple sonido atractivo, sino más bien por el
significado propio en que esta se envuelve. Es preciso decir que, en los últimos tiempos
de la humanidad, nuestra sociedad, al pasar de los siglos, ha ido progresando
enormemente; en el cual podemos destacar dos siglos en la historia importante, en
donde ha habido un gran progreso en el conocimiento de la ciencia, por mencionar
algunos: el motor de vapor, el avión, la medicina moderna, la informática1. Es por esto,
que ante tantos cambios hoy tenemos que alegrarnos porque no podemos ser
inconformes ante los progresos de la humanidad.
Por otro lado, después de dar un recorrido histórico por aquellos grandes avances del
razonamiento es conveniente decir, que se ha olvidado de la parte más importante, que
es él mismo y de las buenas relaciones interpersonales en las que tenemos que vivir más
con los que están en nuestro alrededor. Es necesario que volvamos la mirada al gran
valor de la alteridad de ser otro con el otro. Pero ese ser otro con el otro tiene que ser
acciones positivas en donde se busque siempre el bienestar de las demás personas en el
cual ella misma prevalezca ante todas las cosas materiales que la rodean. Por lo tanto, la
persona es el ser más importante del mundo porque está dotada de un razonamiento y,
sobre todo, de una capacidad de diálogo que lo hace ser diferente a las demás especies,
hasta que no se muestre lo contrario.
1
FRANCISCO, Laudato Si, 79.
24 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
algunos filósofos como: Max Scheler, Gabriel Marcel y Karol Wojtyla han dado sus
puntos de vista acerca de la misma. En este capítulo se pretende analizar la noción de
persona desde diferentes perspectivas. A continuación, se presentará una idea general
del concepto de persona y su procedencia en el campo histórico de la humanidad.
El ser humano siempre aparece relacionándose con otros seres de su misma especie.
Por consiguiente, en cualquier caso, la sociedad y las personas no pueden ser entendidos
sin una relación intrínseca con los otros. Por otro lado, cuando nos referimos a la
sociabilidad de la persona humana nos situamos en el contexto en que el hombre es por
esencia un ser social. Es una realidad que necesitamos de los otros, no podríamos vivir
solos. La persona es mucho más que un ser lleno de necesidades, el ser humano es
esencialmente comunicativo, por lo que está llamado a compartir y a dejarse ayudar por
los demás.
2
Cf. L. ALONSO. SCHOKEL, Biblia del pueblo de Dios, 75.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 25
En este mismo orden, la Iglesia Católica contempla y nos exhorta: que la persona es
constitutivamente un ser social, porque de esa forma la ha creado Dios. Ahora bien, la
naturaleza del hombre se manifiesta, en efecto, como naturaleza que responde a sus
propias necesidades. Aquí la persona humana tiene la oportunidad de vivir y compartir
en la sociedad donde a ésta se le exige un comportamiento tal, para poder entablar una
buena relación interpersonal con otros individuos. A su vez, es de suma importancia
destacar que la vida en sociedad o comunitaria es una característica esencial que
distingue al ser humano del resto de las demás criaturas que se encuentran en la faz de
la tierra3.
En todo lo antes dicho, es bueno saber que hay otras definiciones que hacen alusión
a este concepto que se ha trabajado tanto desde el inicio de la historia de la humanidad.
El término persona viene del latín personare, máscara de actor, carácter o personaje que
corresponde al griego «πρóσωπον», próposon, rostro, cara o persona. En esta expresión
podemos decir, que se deriva de la máscara del actor persona, originario a su vez de
personare, resonar en donde una persona se identificaba con un papel que le tocaba
desempeñar como actor4. En la filosofía el concepto de persona ha sido motivo de
extensos debates, ya que muchos pensadores siguen todavía cuestionándose sobre dicho
concepto5.
Es por tal motivo, que no todas las definiciones que se dan acerca de persona
encajan en un contexto filosófico que incluya todo lo que es ella de manera integral.
Según Boecio, un filósofo antiguo, definía a la persona como: racionalis nature est
individua substancia. Traduciendo esto al español nos dice que, la persona es de una
sustancia individual de naturaleza racional. Esta breve definición de persona inicia
dándoles una explicación universal a todos los hombres del mundo, en la cual designa
una singularidad en cada ser humano en la igualdad ante el creador «la persona se
piensa como un ser necesario, en sí y por sí, más que una simple realidad en cualquier
necesidad humana»6.
3
Cf. PAPA PIO XII, Radiomensaje de Navidad (24 de diciembre de 1942), AA S 34 (1943) 11-12; PAPA
JUAN XXII, Carta enc. Pacem in Terris: AA S 55 (1963), 264-165.
4
BOECIO filósofo romano siglo V, Historia del concepto de persona [Edición en Línea] en:
http://www.filosofia,net/materiales/sofiafilia/eec/eec2.html#Materiales_de_apoyo_para_alumns_de_2%B
B- d. (Visitado 03/02/ 2018).
5
J. PÉREZ PORTO ̶ A. GARDEY, Concepto de persona [Edición en Línea] en: https://definicion
.de/persona/. (Visitado 08/02/2019).
6
Cf. Á. GARCÍA CUADRADO, Antropología Filosófica, 121.
26 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
La gran riqueza del ser de la persona no es fácil conceptualizarla. Ya que la persona
es un ser misterioso por su gran composición sustancial y enigmática. Es por esto, que
la filosofía y la teología consideran la definición de Boecio como base principal:
«Sustancia individual de naturaleza racional»7. Por consiguiente, es bueno que
tengamos claro que este concepto de persona deriva de una filosofía sustancialista de
ahí la definición de sustancia individual, que entiende lo real como ontológico, es decir,
deriva de la concepción óntico-ontológico de la realidad. Indiscutiblemente, una
filosofía realista no puede abandonar esta definición; más aún, si se ha de considerar a la
persona como ese ser individual, distinto a cualquier realidad del entorno en que vive, y
que se caracteriza por ser de «naturaleza racional», frente a los demás seres de la tierra
que no alcanzan la facultad racionalidad8.
Los padres de Max Scheler eran protestantes, su padre era luterano y su mamá judía,
lo que le impidió rotundamente cristianizarse al catolicismo en su adolescencia.
Después se bautiza en la Iglesia Católica durante la realización de sus estudios
7
Ibíd.
8
Ibíd.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 27
secundarios, en 1889, gracias a la influencia del capellán de una escuela. Por lo tanto,
esta conversión fue algo muy pasajero porque no le causó ningún cambio interior en su
vida como cristiano. Ahora bien, éste después de bautizarse en la Iglesia Católica
cambió su perspectiva religiosa hacia una forma panteísta9. Inmediatamente después de
conocer brevemente la vida de este filósofo nos disponemos a ver la noción que tiene
acerca de la persona.
Para Max Scheler hay que ver a la persona en el contexto de los valores, su gran
creación, pero no en el sentido de considerarla un valor más, sino de apreciarla como el
valor por antonomasia. A la luz de esta consideración tenemos que aproximarnos a su
afirmación en donde se sustenta en la frase de Immanuel Kant que dice: «la persona es
un valor en sí misma»10. Dice en la Ética:
Sin embargo, en otros dos puntos Kant y Nietzsche se colocan al mismo lado, mientras que
nuestra exposición se aleja considerablemente ambos. Por lo tanto, la persona no sólo es el
depositario del valor moral, sino también y ante todo lo que pone ese valor como tal; es
decir, en ambos, el individualismo va unido al subjetivismo y al nominalismo axiológico; en
Kant, es un subjetivismo trascendental; en Nietzsche, un subjetivismo empírico. Para
nosotros, en cambio, la persona es exclusivamente es un depositario último de valor, pero
bajo ningún respecto el que pone valores11.
Esta cita nos aclara que el hombre no es un sujeto de valores, sino que es un valor
personal en sí mismo. En virtud de su humanismo, el hombre es un ser dotado de
autoconciencia y libertad, que son propiedades exclusivas del mundo racional, y puede
ser considerado como un microcosmo12 por ser quien preside el mundo, puede darle
sentido y perfeccionarlo. La persona es la unidad de la existencia concreta, de actos
esencialmente diversos. Con esto no entiende afirmar que la persona se reduzca a sus
actos, sino que su unidad se realiza en la ejecución de estos. Por consiguiente, y con sus
mismas palabras, «La persona es la unidad de ser concreta y esencial de actos de
diferentes clases de esencia, que en sí antecede a todas las diferencias de actos
9
El panteísmo tiene una sola y única sustancia o naturaleza, a saber: que el ser existe por sí mismo,
absoluto, eterno, infinito e impersonal. Éste está concebido por diversas maneras: como vida (Bergson),
como substancia inmutable (Espinosa), un ser abstracto indeterminado (Hegel), absoluto (Fichte),
voluntad ciega (Schopenhauer), idea y voluntad a la vez (E.V. Hartmann).
10
M. SCHELER, Der Formalismus in der Ethik und die materiale Wertethik, 129-156-169-224.
11
M. SCHELER, Ética, 666.
12
Cf. A. PINTOR RAMOS, Historia de la filosofía contemporánea, 219.
28 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
esenciales percepción interior y exterior, querer, pensar, sentir, amar. El ser de la
persona se funda en todos los actos esencialmente diversos»13.
El ser personal es un ser activo, que está presidido por un dinamismo interno. Scheler
considera que la persona es un ser dotado de «una autoconciencia que integra todas las
clases posibles de conciencia: la cognoscitiva, volitiva, sentimental, la del amor y la del
odio»14. La autoconciencia integradora que es la persona va unificando todos los
elementos de las diversas conciencias, todos los valores y los va elevando a modo de
una escala, que «mediante una ascensión gradual culmina en el vértice más alto de la
persona, que es el amor, con su antípoda el odio, correspondientes al valor y a su
antivalor, en la más absoluta asimetría»15.
Es por esto, que la persona no es una simple actividad práctica es más que eso, va a
decir Max Scheler: «que la persona es una unidad convivida del propio vivir, pero no es
una cosa simplemente pensada fuera de lo inmediatamente vivido»17. Por consiguiente,
Scheler afirma: «La persona es un valor por sí misma»18. Solo la persona es susceptible
de ser contemplada en la escala de valores, como un valor de tal suerte singular que se
13
M. SCHELER, El formalismo en la ética y la ética material de los valores, 388.
14
M. SCHELER, Der Formalismus in der Ethik, 393-75-393-394.
15
J. GONZÁLEZ. MARTÍNEZ, Introducción al pensamiento de Max Scheler, 245-267.
16
G. REALE ̶ D. ANTISERI, Historia del pensamiento Filosófico y Científico, 507.
17
Ibíd.
18
E. HUSSERL, Cartesianische Meditationen, 35.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 29
le pueda calificar como único dentro del mundo. Nuestro autor nos define al hombre en
tanto que es un valor por antonomasia. Esta afirmación va a ser la estrella que nos va a
mostrar el valor que tienen los otros. La persona está también abierta al mundo y, en la
concepción scheleriana, esta apertura se da por medio del conocimiento y el amor19.
Mediante el conocimiento la persona puede conocer todo; por el amor la persona
simpatiza con las demás personas y cosas que están en su alrededor.
La persona tiene en su interioridad una intimidad profunda que sola ella puede entrar
y relacionarse consigo mismo. Pero al estar situada en sí misma, refleja lo que tiene
dentro hacia lo externo, hacia la humanidad, hacia las mismas relaciones interpersonales
en el cada día. Es por esto que, la persona es relación interpersonal con otros, que entra
en contacto con otras personas y se enfrenta con el rostro del otro. De aquí que la misma
persona es libre en aceptar y no aceptar, en refutar cualquier propuesta mal
intencionada, ella es libre en su toma de decisiones23. Las personas en su esencia es un
ser digno de sí mismo, pero necesita el aporte de otras personas para luego lograr su
propia perfección en su vida; es un ser afanoso por esencia, capaz de enfrentar el mundo
y de lograr sus propias metas; es espiritual y corporal, heredero de una libertad que le da
autosuficiencia y pueda lograr sus metas en el futuro. La persona está expuesta en el
mundo de la afectividad y está condenado por origen a trascender.
19
M. SUANCES MARCOS ̶ M. SCHELER, Principios de una ética personalista, 23.
20
Ibíd., 28.
21
E. LUKAS ̶ C. GARCÍA PINTOS, De la vida fugaz, 27.
22
D. VARGAS PEÑA, Al paso de los sabios senderos de la filosofía, 454.
23
Ibíd.
30 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
1.2.1 La persona humana en simpatía con los demás
En consonancia con todo lo antes dicho acerca de la persona, ahora nos disponemos a
verla desde el elemento de la simpatía con los demás. La simpatía es sentir con el otro,
precisamente en el orden de los estados afables, no de un aprender cognoscente. Por lo
tanto, el sentimiento ajeno se vive en realidad es acompañando al otro en su dolor, en
donde esto se aprende es en el diario vivir con las relaciones interpersonales del día a
día. La simpatía es propia de una participación afectiva del sentimiento del otro24.
24
T. URDANOZ, Historia de la Filosofía VI, 443.
25
Ibíd.
26
A. PINTOR RAMOS, El humanismo de Max Scheler, Estudio de su antropología filosofica, 229-230.
27
Cf. M. SCHELER, La autoestima es un valor constitucional de la persona, 420.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 31
esta manera, la persona está consolidada como el referente obligado de todo otro valor
infrahumano. Porque sin la presencia de ese valor, todos los demás valores parecen
temblar, sin consistencia alguna. La luz que ilumina todos los objetos de tal forma que
le da su apariencia externa. Sin ella, todo queda, como dice Verges, en el anonimato de
la oscuridad28.
Por otra parte, cabe decir que la antropología no sólo invalida el tesoro acumulado
del pensar filosófico, sino que lo «integra», al pasarlo por el catalizador del «ser
personal»34. Es necesario añadir que esa hipótesis de trabajo de Scheler es susceptible
de otras posibles revisiones críticas. A estas alturas, deberíamos cuestionarnos acerca de
si estamos o no en la auténtica dirección de la antropología «axiológica» de Max
Scheler o hemos perdido la brújula. Esa supremacía del valor del hombre responde a la
dignidad de su ser personal. De suerte que dignidad y valor registran una simbiosis tal
que se intercambian mutuamente35.
El valor del hombre asegura Scheler, es un valor único, en virtud del valor intrínseco
de la dignidad de la persona, que sobrepasa cualquier comparación con el reino no
humano36. Así, el humanismo va cobrando cada vez mayor consistencia en la línea
scheleriana37. Debe ser así, pues si el plano axiológico no coincidiera totalmente con el
28
M. SCHELER, La persona es un valor por sí misma, 247.
29
Ibíd., 130.
30
Ibíd., 55-65.
31
Ibíd., 130.
32
Ibíd., 132.
33
Ibíd., 202-243.
34
Ibíd., 397.
35
Cf. M. SCHELER, En el derrocamiento de valores, 235.
36
Ibíd., 248.
37
Ibíd., 393-394-317.
32 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
ser de la persona, podría abrigarse alguna duda; pero si las líneas de aquél se confunden
con las de ésta, desaparece la más mínima sospecha. Pues responde a la coherencia,
sólida y unidad del sistema scheleriana, adjudicado de tal forma a la persona que ésta es
contemplada como un ser valioso38. Lo cual explica el alcance del valor del hombre por
sí mismo.
Este gran personaje comenzó sus estudios en la escuela primaria cuando tenía seis
años, destacándose desde el primer momento como el mejor estudiante en excelencia.
Después de cursar sus primeros estudios, pasó al Liceo-gimnasio Estatal Marcelo
Wadowita. En donde terminó sus estudios secundarios y se inscribió en la Universidad
Jaghellonica para estudiar filosofía polaca, yéndose a vivir a Cracovia. Wojtyla aclara
su elección de estudiar filosofía polaca debido a su interés por la literatura, aunque solo
logró terminar su primer año, porque estalló la II Guerra Mundial el 1º de septiembre de
1939.
En este momento nos disponemos a ver la visión que tiene este autor este acápite.
Ahora bien, para Karol Wojtyla, la persona es un ser en relación con el otro, lo cual va a
decir: «La persona solo se revela a sí misma es en la acción, y a través de la acción»39.
Wojtyla aquí ve a un hombre que actúa, y esa actuación debe estar de acuerdo a la
experiencia. Por lo tanto, conocer a la persona en él es conocer su actuación, que debe
nacer de su experiencia en el diario vivir. La persona para el otro es importante porque
en sí forma parte de esa experiencia que se realiza en su entorno. Esto nos ayuda, sobre
todo, a poder desarrollarnos más y nos da una solidez o una fuerza para luego seguir
evolucionando en el día a día.
38
Cf. J. GAOS, Esencia y formas de simpatía, 109.
39
Cf. K. WOJTYLA, Persona y acción, 33.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 33
Según Wojtyla invierte la postura clásica, «operi seguitter esse», esto quiere decir, en
español seguir trabajando sin anular el trabajo, pero esta frase se completa de forma que
vea a la persona como ese fundamento de toda acción humana. Ahora bien, si
conocemos la acción misma de la persona en el diario vivir entonces podremos
adentrarnos en la interpretación ontológica de la acción misma de la persona. Esto
quiere decirnos, que si entendemos la manifestación de la realidad concreta a través de
la convivencia con los otros así podremos adentrarnos en tan gran misterio que la
persona misma en su accionar.
La experiencia del hombre como punto de partida del estudio inicia es en la acción
cuando está en movimiento. La persona se debe a que muestra se fenoménicamente en
la acción, como persona no está estática en un solo lugar. Hay que tener en cuenta, la
práctica de la persona en su accionar porque esto lo lleva a desarrollar sus dotes y
capacidades, ya que la persona se va perfeccionando en la jornada propia de la vida. Así
pues, el hombre libre, es responsable de todas sus acciones. Además, esto le abre
puertas como posibilidades de poder vivir más con responsabilidad en una comunidad
con demás persona. A esto Wojtyla lo llama participación al poder entrar en contacto
con las demás personas y culturas. Es decir, esto se explica de dos maneras: primero,
cuando la persona trabaja en común despierta en él el valor de la solidaridad y no se
siente autosuficiente en su totalidad y segundo, la participación se entiende en el trato a
las relaciones interpersonales con las demás personas40.
La importancia de vivir en comunidad reside en que las persona pueden poner sus
capacidades al servicio de esta. Ya que, la experiencia que recibe la persona es
fenomenal y que le marca la existencia para siempre. Ahora bien, aquí hay que ver
observar, sobre todo, el impacto que tiene la intersubjetividad en donde es abordada
desde esa experiencia que vive la persona a través del encuentro con el otro. A saber,
que todo esto, despierta en la persona una alegría que brota de su interior en el cual, lo
lleva a despojarse de su egoísmo para luego entrar salir al encuentro de su prójimo más
cercano.
La persona tiene una unidad de ser concreto y esencia de actos que antecede a todas
las diferencias que exista en los seres humanos que existen a su alrededor. El hombre
como persona es un ser constituido de dos elementos: de materia y espíritu, lo que lo
40
Cf. K. WOJTYLA, La persona y su destino, 75.
34 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
hace ser persona, que en todo su ser-persona le debe toda su especificidad a su alma
espiritual, esto hace que las relaciones interpersonales de la persona tengan un matiz
más centrado hacia un objetivo lógico recíproco. Es por esto, que la persona se realiza
en ese accionar del darse al otro en su diario vivir. Es de tal manera, que Wojtyla dice lo
siguiente con respecto a la diferencia entre una persona y un individuo:
El término persona se ha cogido para resaltar que el hombre no se deje encerrar en la noción
de individuo de la especie, sino que hay en él algo más, una plenitud y una perfección de ser
particulares, que no se puede expresar más que empleando la palabra persona para que no
pueda andar en la vida errado y comparándose con cual cosa de su entorno41.
Al usar este concepto se resalta que la persona es un ente que se diferencia de las
demás cosas, en cuanto es libre e inteligente. La persona tiene una semejanza con Dios,
que no poseen los demás entes que son solo cosas. El hombre es el único ser que tiene la
capacidad de conocer la verdad y de amar el bien. A la persona le es propia la
interioridad, que está formada en el hombre por el conocimiento y el deseo, que
adquieren carácter espiritual. La vida interior es lo mismo que la vida espiritual 42. La
notación distintiva de la persona es su interioridad, es el único ser que se cuestiona. Es
decir, que pregunta qué es lo verdadero y qué es lo bueno, hacia donde voy después de
la muerte.
41
Ibíd., 31.
42
Ibíd., 15.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 35
hombre que trasforma el objeto que tiene a su alcance y lo utiliza para poder realizar sus
tareas en el trabajo donde tiene que actuar como responsable de sus propios actos43.
Esto quiere decir que, al realizar la acción asume sus responsabilidades, por lo
general, este tiene un gran reto de lo que realiza en su vida. Ahora bien, sus propios
actos le convierten en testigo de sus propias acciones que comete como persona. Todo
esto implica que la persona como un ser racional y que su propia naturaleza le lleva
como finalidad a la reflexión interior, esto le hace aún más responsable de todas sus
acciones. Es por lo tanto, que para Wojtyla la experiencia del hombre como punto de
partida del estudio inicia es en la acción cuando está en movimiento. La persona se debe
a que se muestre fenoménicamente en su acción, como persona no está estática. El
hombre, por ser libre, es sumamente responsable de todas sus acciones y es responsable
ante todo de la otra persona. A esto Wojtyla lo denomina participación44.
Gabriel Marcel nació en París en 1889. A la edad de cuatro años quedó huérfano de
parte de su madre, acontecimiento que le marcó a lo largo de su vida. Su padre era
encargado y director de una biblioteca y de los museos Nacionales de París, desde muy
temprana edad tuvo una gran sensibilidad por la cultura. Con respecto a su formación
intelectual este sentía mucha pasión por la música, y se interesaba por la literatura,
43
R. BUTTIGLIONE, El pensamiento de Karol Wojtyla, 17.
44
K. WOJTYLA, La persona y su destino, 73.
36 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
llegando a escribir muchas obras de teatro, algunas de ellas revisada por algunos autores
y autobiógrafos45.
En cuanto a su formación académica hay que destacar que Marcel fue un estudiante
muy brillante. Este detestaba la educación escolar porque solo se basaba en la
competición por alcanzar el puesto más alto. Ya en 1908 Marcel realizó un trabajo para
obtener un Diplomado en Filosofía y eligió como tema a trabajar las relaciones de las
ideas metafísicas de Coleridge con las de Schelling. Por otra parte, cabe enfatizar que en
el contexto socio cultural que este filósofo vivió, estuvo marcado por la Primera y
Segunda Guerra Mundial, las cuales causaron en la sociedad una gran miseria. Para
Marcel estas guerras, especialmente la Primera, le convirtieron en un filósofo
existencialista. Después de haber dado este recorrido por la historia de la vida de
Gabriel Marcel nos disponemos ahora a ver la idea que tiene acerca de la persona.
La visión que presenta Marcel con respecto a la persona dice con sus propias
palabras: «entiendo aquí la idea de que el valor inalienable de la persona está en el
hecho de que es un ser racional»47. Aquí nuestro autor le da un valor importante a la
capacidad de la razón a diferencia de los demás animales. La razón es lo que le da ese
sentido de ser al sujeto en su diario vivir con las demás personas y en su entorno. La
persona en sus entrañas asume un espesor y sacralidad en la medida en que esta se
relaciona con el ser y con la trascendencia, ya que «existe un pacto, diría casi un vínculo
nupcial entre el hombre y la vida»48. Es por esto, que la escritora Julia Urabayen Pérez
argumenta de esta manera acerca del cómo se puede conocer a una persona y dice:
45
Cf. M. CABALLERO et al, Historia de la filosofía Noesis, 407.
46
Cf. J. URABAYEN PÉREZ, El pensamiento Antropológico de Gabriel Marcel, 25.
47
G. MARCEL, La dignità umana et ses Assies Existentielles, 129.
48
G. MARCEL, Homo Viator, 100.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 37
De la única forma en que se le puede llegar a las personas es a través: del amor, el espacio, la
apertura y la gracia, con estas actitudes tiene lugar, verdaderamente, el encuentro con los
demás. Este como experiencia, que alguna vez hemos experimentado en presencia de
personas específicas en un contacto inmediato que se crea entre dos seres en el cual no
responde a ninguna lógica, a ningún razonamiento, simplemente es un don49.
En este hecho se utilizan, sobre todo, los elementos el amor, el espacio, y la apertura,
a su vez, les dan un sentido muy eficaz a las relaciones interpersonales con los demás.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el amor se da en un espacio y en un lugar
específico que, sobre todo, nos ayuda a quitar la venda del odio y así poder tener una
mejor interacción con los demás. Ahora bien, en la apertura encontramos una fuerza
para ir hacia el otro que nos necesita y que ni la razón ni otras novedades nos detienen
para poder hacer el bien.
49
J. URABAYEN PÉREZ, La concepción de la persona y la dignidad personal, 330.
50
G. MARCEL, En busca de la verdad y la justicia, 163.
51
G. MARCEL, La dignità umana et ses Assies Existentielles, 191.
38 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
personalidad es una señal de la individualidad, es cualidad innata que se puede descifrar
en la voz o en la cara52.
Así mismo, el hablar sobre la persona es preciso decir, que nunca se puede ver
separado del valor de las relaciones interpersonales porque esto lleva al sujeto el vivir
en fraternidad. Es decir, que la persona no puede existir aislada o viviendo sola, sino
más bien, que la persona no es el «soy», sino el «somos»53, es decir que la persona es un
don para los demás sujetos. En efecto, la persona está abierta para escuchar a los demás,
es de esta forma la necesidad de vivir en comunidad de manera fraterna. Vale pena
decir, que solo de esta forma es que la persona puede rescatar el amor y la moral
completa de los otros, puesto que la tarea es enfrentar la situación actual del mundo
moderno donde las personas que más sufren son rechazadas y abandonadas dándoles
cabida al egoísmo y al mal.
Además, como dice Monseñor José Dolores Grullón Estrella, «lo único que necesita
el mal para crecer, es que los buenos se crucen de brazos»54. De esta frase podemos
interpretar que en la medida que las personas se hacen indiferente antes lo que pasa a su
alrededor con las miserias de los otros los males crecen y se hacen más fuertes porque
se le ha dado autoridad para que progrese y se desarrolle. Hay que tener en cuenta, que
la persona solo encuentra el verdadero significado de su existencia es cuando se
relaciona con los demás. Donde esta relación, desemboca una comunión de
interrelación, pues la persona nunca se puede escapar de las relaciones interpersonales.
Es decir, según Marcel nos dice, acerca de la intersubjetividad que es el encuentro en
donde los seres humanos confluyen entre ellos.
Es por esto, que tratar al prójimo como un hermano, quiere decir, saber entristecerse
y alegrarse junto con él, dejando a un lado la búsqueda de una igualdad a toda costa
basada en reivindicación de los propios derechos. Esto significa aceptar, que todos
poseemos los mismos derechos fundamentales, no en todo debemos ser iguales, ya que
el logro del hermano se considera y se goza como si fuera un logro propio. Para
finalizar con este capítulo hay que resaltar lo anteriormente dicho sobre las diferentes
posturas que tienen Max Scheler, Karol Wojtyla y Gabriel Marcel. Es por tal razón, que
después de haber contextualizado todo lo concerniente a la persona podemos llegar a las
52
J. URABAYEN PÉREZ, La concepción de persona y la dignidad personal, 281.
53
Ibíd.
54
Cf. J. GRULLÓN ESTRELLA, Una experiencia pastoral que produce cambio, 127.
CAP. I: LA PERSONA EN SCHELER, WOJTYLA Y MARCEL 39
conclusiones que hemos descubierto en dicha investigación. Para Max Scheler la
persona es un valor en sí misma, no sólo a nivel individual, sino también social. La
persona es el valor por antonomasia.
Estos dos autores antes mencionados tienen una gran relación en la forma de percibir
a la persona en el elemento del amor, cabe subrayar que Gabriel Marcel ve a la persona
como un ser espiritual trascendente que es capaz de darse cuenta de su propia existencia
dentro del universo a través de la razón y la subsistencia del otro. En este sentido, es de
vital importancia recalcar que los actos de la persona no fundan la dignidad del hombre,
sino que estos sólo la manifiestan. En esta parte donde habla que los actos solo
manifiestan a la persona, esto nos remonta a que no está de acuerdo con la postura de
Wojtyla que decía que la persona se realiza a través de la acción que lo lleva a crear.
CAPÍTULO II
LA CONCEPCIÓN DE LA ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO
FILOSÓFICO DE EMMANUEL LÉVINAS
CAPÍTULO II
2. Introducción
En el presente capítulo se expondrá el pensamiento filosófico de Emmanuel Lévinas
sobre el otro, pero sobre todo, hay que destacar la gran relación que tiene este capítulo II
con el capítulo anterior. En dónde, expusimos la gran importancia que tienen las
personas en las relaciones interpersonales hoy en la actualidad. Es importante saber que
Lévinas en su planteamiento filosófico hace una predilección por el otro (la persona)
especialmente por los pobres, los huérfanos y las viudas. Nuestro autor busca con esto a
que cada día nosotros nos comprometamos a ayudar a crecer aquellos que no tienen las
oportunidades económicas y que, a su vez, son rechazados por algunas entidades de la
sociedad.
Por otra parte, Lévinas tiene preferencia por estas personas mencionadas
anteriormente, porque han sido, abandonadas y olvidada y que a nosotros nos invita
hacer algo y no quedarnos estáticos ante estos hermanos nuestros. Además, resaltar que
hoy el mismo enfoque desenfrenado de las redes sociales y el desarrollo de las
tecnologías en la actualidad, nos hacen más indiferentes a la hora de actuar en un
accidente o en una tragedia. Actualmente, necesitamos a que se vuelva a esa
preocupación por los otros que están ahí y que no se han ido a otro sitio. Si se atiende
con amor a lo más débiles y necesitados la realidad sería más diferentes porque esas
personas que sufren le cambiarían la vida totalmente.
Lo que se pretende con este tema es hacernos recapacitar de una forma drástica
sobre el otro que sufre. En la actualidad se necesita y debe ser nuestra prioridad el
educar a las próximas generaciones con el valor del sentido común, donde en las
familias se inculquen los valores éticos y cristianos para que nuestras generaciones se
conviertan en grandes héroes de este mundo. Los valores nos ayudarían a constituir
ciudadanos con don de persona y, sobre todo, formar sujetos sensibles antes las miserias
44 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
de los otros. Si sacamos los valores de nuestra formación solo vamos a crear monstruo
insensible donde nadie es para nadie.
Es por esto, que Emmanuel Lévinas crea su propio estilo de pensamiento filosófico
que, está enmarcado por el elemento de la alteridad. El otro en el pensamiento de
nuestro autor tiene una primacía monumental ante el yo (Mismo). El otro es absoluto y
permanece intacto en su alteridad, no es un simple concepto, ni una idea a la cual la
conciencia del yo puede apresarla y hacerla suya y darle sentido. El viene de un mundo
que yo desconozco, es la huella de Dios, es presencia del infinito.
Fruto de esa irresponsabilidad con los valores es que actualmente las personas no se
sienten capaces de amar, de respetar la vida de los demás, especialmente de los
indefensos. Todo esto, es porque no se han formado personas en valores, sólo son
individuos intelectuales desvirtuados de la realidad humana. Actualmente, necesitamos
de profesionales que se entreguen y vean en el otro un ente necesitado de que se le trate
con amor no es una simple persona, en el cual le brindamos un servicio cualquiera.
En año 1040, fue tomado como recluso por las guardias alemanas en donde lo
trasladaron a un campo de concentración en cual nuestro pensador era exégeta del ruso
al alemán, ya que había aprendido perfectamente dicho idioma. Posteriormente de la
cruenta Segunda Guerra Mundial, 1946, fue elegido para ser rector de la Escuela
Normal Israelita Oriental, por sus magnas capacidades humanas y eruditas. Lévinas se
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 45
enfatizará a las distintas actividades de la academia y de manera muy específico a crear
diferentes publicaciones filosóficas entre ellas podemos destacar de tantas que escribió
las siguientes:
55
Cf. E. LÉVINAS, El humanismo del otro hombre, 105.
46 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
es que halla en su forma de pensar una recta objetivación que va en contra de la
aspiración de sustancialización del objeto para entrar a la conciencia de la persona.
No lo creo, ni siquiera tengo derecho, pero nunca puedo renegar el aporte de ese
pensamiento a mi vida y sobre todo el asombro cuando aún leo un contenido heideggeriano,
y sobre todo cuando entro en contacto con el tema del Dad Zeit con el que concebí de un ser
arrojado al mundo y aquí se nos hace un análisis de la persona58.
En este contexto, del Dad Zeit Heidegger nos habla sobre el ser arrojado al mundo.
Donde nos permite recapacitar que Lévinas pudo haber sido muy influenciado por estos
escritos que leyó de Heidegger. Aunque la postura filosófica Lévinasiana no sea
radicalmente hegeliana, si se podemos afirmar que Lévinas parte de Heidegger para
hablarnos sobre el otro. Tal vez, no sea para confirmar lo dicho por Heidegger, ya que
56
E. LÉVINAS, El tiempo y el otro, 53.
57
F. POIRÉ ̶ E. LÉVINAS, Ensayo y conversaciones, 66.
58
Ibíd.
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 47
Lévinas tiene una postura totalmente radical con respecto al valor de la persona
especialmente aquellos más necesitados y rechazado por nuestra sociedad. El lituano ve
al otro como ese ser necesitado que se me acerca y nos pide ayuda a través del acercase
al otro en donde podemos entablar una relación interpersonal que nos ayude a
conocernos más. Es por esto, que Heidegger va a decir:
Heidegger, aborda con el Dad Sein desde una perspectiva fenomenológica que busca
acceder a su esencia de una forma más directa a partir de la experiencia de su propio
acontecer. De esta manera, se puede ir más allá de una simple perspectivas que reducen a la
persona a un simple objeto instrumentalizado al servicio del materialismo del mismo
hombre, considerándoles como un objeto arrojado en el mundo59.
En armonía con lo antes dicho, esta ética de la alteridad busca la defensa de los seres
humanos en su totalidad sin mirar sus condiciones de personas. Para nuestro autor la
59
A. ROCHA, Más allá de las palabras, 45.
48 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
lógica de la alteridad, el otro es el dominado, es el pobre, el explotado, el huérfano, el
extranjero, la viuda y todas aquellas personas marginadas y rechazadas por los mismos
individuos de la sociedad. De tal manera que, Lévinas aquí se refiere a el amor al otro
como otro por el hecho de ser alguien, aunque todavía no le conozca, porque el respeto
al otro como otro es un acto que no puede ir en la línea de la razón o de la inteligencia,
es el acto supremo humano60.
La sublimidad del tema de la alteridad hoy radica es en que nos permite una mejor
convivencia con otros individuos. Es por esto, que el valor intrínseco del elemento de la
proximidad del otro especialmente en el pensamiento de nuestro autor se entiende como
esa cercanía que tiene la otra persona ante mi propia existencia 61. La proximidad del
otro es una significación del rostro del que sufre que se nos presenta frente a nosotros
con sus propias dificultades. Es por esto, que va a decir, Ferrater sobre la importancia
que tiene el respecto al otro al momento de interactuar:
El respecto de uno con el otro, como hábito del ser humano que conlleva a la compresión en
la alteridad con el otro. Es tanto así, que en el otro se encuentra una persona en la cual
resuena nuestro propio ser en donde hay una preocupación por ella que no nos deja descansar
la conciencia porque se nos imprime verdaderamente en nuestro propio ser y no nos
podemos librar de ella62.
Esto nos ilumina, que el otro es nuestra responsabilidad porque tiene un significado
para nosotros, que sobre todo se convierte en una orden en el rostro del prójimo, no es
para nosotros un ser63. Ahora bien, ya se ha dicho anteriormente al inicio de este
acápite, de un modo general, que el otro tiene un significado importante. Lo que nos
transmite Emmanuel Lévinas con su pensamiento no es tener un dominio sobre el otro,
sino que podamos vivir en comunión fraterna, porque así nos exponemos hacer un
recorrido en la sociedad que dejemos huella de hermandad. Pero para lograr esto hay
que salir obligatoriamente del ensimismamiento de nuestro propio yo, pero no está de
más plasmar lo siguiente, con referencia a esa responsabilidad ya dada:
El rostro del otro nos concierne sin que la responsabilidad nos obligue para con el otro, que
él ordena y nos permita remontar hasta la presencia temática de un ente, que será la causa o
fuente de una orden. Esto nos lleva a salir de nosotros mismos y nos convierte en próximo
60
E. DUSSEL, Introducción a una Filosofía Latinoamericana de la Liberación, 41.
61
Cf. E. LÉVINAS, Alteridad y Trascendencia, 35.
62
J. FERRATER, MORA, «Respecto» Diccionario de filosofía Ariel, 225.
63
Ibíd., 40.
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 49
del otro, ya sea por su responsabilidad con el otro, condición de rehén; que la
responsabilidad como respuesta sea decir aquí estamos que implica ir más allá de un simple
intercambio de signos64.
Ante lo expuesto sobre la proximidad designa un tipo de relación distinta del saber y
de la representación. Lo próximo es lo que incumbe al sujeto, lo que le afecta antes que
él lo elija y frente a lo cual no podemos guardar distancia. Se impone la responsabilidad
y reside en el rostro del Otro. Es el espacio intersubjetivo trazado por el yo responsable.
En continuidad con la proximidad está la responsabilidad. La relación con el Otro tiene
en su origen una orientación ética. Antes de conocerle debemos responder incluso de su
propia responsabilidad. La desnudez del rostro nos reclama y nos exige que le
ayudemos y podamos solidarizarnos con él es por esto, por lo que nos va a explicar
nuestro autor:
La mirada del extranjero, de la viuda, del huérfano y que sólo puedo reconocer al dar o al
negar una mano amiga soy en sí, libre de dar o de negar la relación que de mí Mismo sale
para estar en una relación interpersonal con el Otro, mi recibimiento del Otro, es el hecho
último y en el que sobrevienen las cosas, no como eso que se edifica, sino como lo que se
regala o con lo que se le ofrece65.
64
Ibíd., 41.
65
Ibíd., 79.
50 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
2.4 La manifestación del otro
La importancia de la manifestación del otro radica en tener en cuenta al que sufre y
al más necesitado. A través del rostro del otro, el ser humano se nos manifiesta o se da a
conocer a las demás personas que entran en contacto con él. Pero, sobre todo, el ser
humano se da a conocer de muchas maneras, especialmente con su propia manifestación
que con palabras expresada. Pero hay que tener muy en cuenta el valor del propio rostro
que se muestra en el Otro de manera total y sin reservas, y se transforma en una forma
de dar a mostrar sus propias necesidades que hablan por sí sola. En sintonía con esta
postura de la manifestación del otro nos va a exhortar Heidegger lo siguiente al
respecto:
El ser -ahí está manifestado al mundo con otras personas, existiendo en una situación en la
que se halla inmerso al estar en relación con el otro y, que a su vez se encuentra en una
situación de realización juntos con las demás personas habitan en la sociedad. El hombre se
comprende en su totalidad cuando se ocupa de sus responsabilidades y de las necesidades de
los demás dotando sus modos de desarrollo que lo trasforman en un ser más humano66.
Esto lo que nos quiere decir, es que en la medida que nos responsabilizamos de los
más sufrientes nosotros nos humanizamos más. Hasta tal punto, que nuestra conciencia
sufre una trasformación que se enriquece todo nuestro ser. Ahora bien, esto va a exigir
de nosotros una entrega de mucha responsabilidad. Heidegger afirma: «Antes de todo
conocer y querer y muy por encima del alcance de lo que estos son capaces de abrir, el
ser- ahí está abierto al mundo y a lo que lo rodea»67. El ser humano está arrojado en el
mundo en relación con los otros y con su entorno. Y, sobre todo, que el hombre se
realiza a lo largo de su propia vida. En donde somos resultado de nuestras propias
elecciones que hacemos en la medida de nuestra existencia.
De forma tal, que sin el otro nunca puede haber una relación interpersonal entre un
yo y un tú. Es por eso, que cuando el rostro se presenta ante alguien, lo hace
expresivamente, ya que «el rostro no es una presencia que anuncia algo y que se queda
ahí, esto hace una revolución trasformadora en la conciencia de las demás personas»68,
sino que juntamente con él, trae su propio mensaje o su propio decir. Toda esta forma
de poder manifestarse el Otro trae una relación con el rostro del otro y consigo mismo
66
M. CABALLERO et al, Historia de la filosofía Noesis, 461.
67
Ibíd.
68
Cf. E. LÉVINAS, De otro modo que ser, o más allá de la esencia, 233.
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 51
porque tiene una dimensión ética, o bien, está sumamente relacionado con ésta. Es por
eso, que en la filosofía de Lévinas, todo está regido por una ética que lleva al Otro a
tener una reflexión de manera radical.
Con respecto a lo antes tratado sobre la manifestación del otro. Ahora nos
detendremos a reflexionar acerca de la relación con los otros como asimetría en donde
esto juega un papel extraordinario, ya que sin el otro las relaciones interpersonales
carecerían de sentido. Así mismo, rechaza que se trate de una relación cognoscitiva, o
de una relación entre dos términos que participan de un elemento común (el ser).
Entonces, ¿cómo entender positivamente esta relación de asimetría? Son varios los
términos utilizados por Lévinas para describirla, pero se pueden destacar estos tres:
proximidad, responsabilidad y asimetría. En esto va, a decir el propio Lévinas que:
El amor nos abre a los demás seres, de donde brota un encuentro afectivo que nos integra e
interrelaciona a un yo con un tú y que ambos se hacen uno. Este amor es sin lugar a duda el
núcleo de una relación interpersonal, la cual se da en una apertura con los otros en la que el
tiempo no puede vivir sin encontrarme con los demás porque desde que me acuesta hasta que
me levanto estoy en una profunda relación con los otros70.
69
Cf. E. LÉVINAS, Alteridad y trascendencia, 107.
70
F. ROBERT, «Amor» Diccionario técnico de filosofía, Emmanuel Lévinas, 28.
52 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
Vale la pena decir, con referencia al elemento del amor en las relaciones sociales
desde una experiencia exterior. A esta relación social es donde se fundamenta la
conciencia moral. Según Emmanuel Kant va a decir lo siguiente al respecto: los seres
relacionales son llamados personas porque su naturaleza les constituye como fines en sí
mismo71. La relación social se constituye entre el yo y un tú en que la experiencia de
una persona no se basa en un mero concepto porque lleva una apertura a la dimensión
trascendente, es decir, a la religión misma.
Nosotros somos todos culpables de todo y de todos delante de todos, y yo más que los otros.
Yo soy el más culpable de todo porque soy yo que me doy cuenta de lo que está pasando en
el otro. En todo esto, nunca puedo callar porque a su vez, me hago yo cómplice de aquellos
que aún se dan cuentan que hay personas en su alrededor pasando calamidad y pasan de lago
como que si nada pasara72.
La idea central aquí es que tenemos que responsabilizarnos de los demás sin ver sus
cualidades y situaciones vida. Es tanto así, que la pasividad originaria del bien que no
da lugar a la elección. Esto se traduce en la imposibilidad moral de exigir al Otro lo que
nos exijo a nosotros mismo. Para Lévinas es importante caracterizar la relación en
términos de asimetría, pues es así como el Otro nos interpela desde su propia
humanidad. La asimetría ética se funda en la idea de que nuestra inquietud por el Otro
no depende de ninguna manera de su eventual preocupación por mí. Si fuera así no se
concretaría nunca y todos estaríamos a la espera del movimiento del Otro respecto de
nosotros.
71
Ibíd.
72
Cf. E. LÉVINAS, Ethique et Infini, 105.
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 53
Esta asimetría aparece como algo discutible y hasta contrario a la naturaleza de las
cosas. La naturaleza de la persona lleva a entablar una sólida convivencia con los
demás, ya que la persona por esencia esta evocada a estar con el Otro. Cada uno de ellos
tiende espontáneamente a preservar su ser y a defenderlo del otro. Así, el egoísmo
arraigaría en la realidad ontológica. Luego, no hay que fundar la ética en la ontología.
Por el contrario, Lévinas procura pensarla como sometida a las prescripciones de un
bien que introduce al hombre en la responsabilidad por el Otro.
La ética trata de la reflexión de la persona que se sabe ser libre, ante su propia libertad que
lo lleva hacer el bien a los demás. Por lo tanto, cada uno de nosotros no conocemos más que
una persona desde el punto de vista de su propia libertad. La libertad es un instrumento que
nos lleva hacer de la conducta una ética, gracia a la particularidad misma de la ética es que
esta está siempre a nuestra mano73.
Esto quiere iluminarnos, que la ética es dar una respuesta consolidada a unas
exigencias que se dan en nuestra sociedad en donde residimos. A menudo, les
atribuimos la puerta de nuestra vida a los valores morales a diferentes de aquellos
animales irracionales que no tienen valores éticos de vida en donde establezcan una
buena convivencia con los demás. Es por esto, que la misma indigencia escrita en el
rostro del Otro nos pone en cuestión y transforma nuestra vida en la responsabilidad.
Lévinas sostiene su tesis de la asimetría ética como la única cosa que es capaz de
convertir en la persona a la humanización del mundo. Su originalidad consiste en
mostrar cómo la ética ratifica una llamada a poder valor a las demás personas.
73
F. SAVATER, Ética y ciudadanía, 10.
54 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
aportación más original. El modo por el que se nos presenta el Otro dice Lévinas lo
llamamos rostro. El rostro es una categoría metafísica y ética que el autor utiliza para
concebir un tipo de relación con el Otro compatible con la trascendencia. El rostro es
aquí algo distinto de los rasgos característicos de una persona, que se ofrecen a través de
la mirada. La identidad personal se consolida es a través del rostro en la relación que
tenemos con los demás. En la que Lévinas nos recuerda que:
El ser de las personas es apertura a los otros, en los huérfanos, las viudas y los extranjeros,
en una sola palabra, en toda la humanidad, por lo que el hombre no se encierra en sí mismo,
sino que, por el contrario, se abre al ser del otro; puesto que es un ser que esta siempre
abierto al mundo del otro74.
La alteridad es el hecho de ser una persona que vive una vida por sí mismo; y que dicha
experiencia a su vez, tenga un cuestionamiento de sí que sea esencialmente la aceptación
absolutamente del otro. Por lo que esto conlleva de una unicidad del yo que es el hecho de
que nadie puede responder en mi lugar porque la experiencia con el otro es personal e
irrepetible76.
74
S. VERGÉ, Comunión y realización de la persona, 215.
75
E. LÉVINAS, Humanismo del otro hombre, 63.
76
Ibíd.
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 55
busque al otro, es decir, que luchemos por el bienestar de los demás que nos necesitan
en su vida. En donde el único valor absoluto para Lévinas es la posibilidad humana de
dar prioridad al Otro por encima del yo: ese es el ideal de la santidad. Lévinas describe
el rostro como una vulnerabilidad y una indigencia que, en sí, sin necesidad de añadir
palabras explícitas, suplica al sujeto. Es de tal manera, que al otro hay que verlo con
importancia para no poderles agredirles su integridad es por eso, que nos va a recalcar
Joseph:
El otro no es otro con una alteridad relativa como, en una composición, la alteridad del Otro
no depende de una mera cualidad de lo que me distingue del yo, esto implica ir más allá de la
comunicabilidad entre nosotros en la nos ayude a ver al otro desde un punto de vista más
humano77.
Desde este aspecto, lo que se está refiriendo es que, en la alteridad, del otro nos habla
a través de su existencia distinto a nuestro yo de ser persona. Por lo que va a implicar
una acogida del rostro que nos conmueve y, imprime la certeza de que cada cual procura
adquirir sobre el Otro y sobre sí mismo. Constituye para Lévinas una experiencia del
infinito, e incluso, la experiencia por excelencia. El rostro es una presencia viva, habla:
se presenta al significar. Lo que es absolutamente Otro no se niega solamente a la
posesión, sino que la pone en duda y precisamente por eso puede consagrarla. El acceso
a los seres, si se refiere a la visión, los domina, ejerce sobre ellos un poder.
Finalizando con esta parte de este acápite, cabe decir que en el otro se da una
desnudez y una altura en la se me muestra tal y cual en la que no podemos rechazar ni
olvidar. Por lo tanto, desde que veo al otro ya se inserta en nosotros lo que es una
responsabilidad que nos lleva a humanizar nuestros intereses. Es por esto, que,
precisamente hablando, expondríamos «ama a tu prójimo como a ti mismo»78 y
psicológicamente hablando podríamos decir, «tratar a los demás, como si tu fueras los
demás»79. Lévinas nos está diciendo; conviértete en un tú un yo para el otro. Esto quiere
decir: responsabilízate del otro, no viéndolo como una carga, sino, que el otro nos pide
inmediatamente que lo haga. El otro es precisamente lo que no se puede neutralizar en
un simple contenido porque va más allá y sobre todo que es la fuente central de toda la
racionalidad y de toda universalidad.
77
J. GEVAERT, El problema del hombre, 59.
78
MATEO 22, 39-40.
79
M. ANDRÉS, Hacia la realización del hombre, 75.
56 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
2.7 La trascendencia del otro
Antes de entrar en este acápite de este capítulo enfocado en la transcendencia es
bueno saber de dónde viene la palabra trascendencia para situarnos en el contexto
propio. La palabra trascendencia viene específicamente del latín «transcendere», pasar
por encima, sobrepasar, o ir de un extremo a otro80. La importancia de esta terminología
filosófica está en el rasgo, opuesta a la esencia, de lo que es trascendente. De tal forma,
que su grandeza nos vendría de su solución en un dominio superior que sería lo absoluto
a la eternidad81. El ser humano, según lo dice la Iglesia Católica tiene una apertura a la
trascendencia porque, aunque muera no se destruye su ser. Ahora bien, cuando
hablamos de trascendencia nos referimos a que el ser humano no se queda de manera
material en este mundo, sino que va más allá de donde está situado82.
De este modo, esto quiere decir, que a los hombres no se le pide que piensen en una
realidad superior, puesto que la trascendencia se convierte en una estructura intima de la
subjetividad. Ahora bien, dicho de otra manera, es la subjetividad lo que hace que nos
encontremos en el origen del movimiento de lo trascendente. Por lo tanto, Lévinas aquí
apela a Jean Wahl, para expresar: «El hombre está siempre más allá de sí mismo. La
80
W. BRUGGER, «Trascendencia» Diccionario de filosofía Biblioteca Herder, 471.
81
Ibíd.
82
Cf. PONTIFICIO CONSEJO JUSTICIA Y PAZ, Compendio de la doctrina social de la Iglesia Católica, 65.
83
Cf. K. WOJTYLA, La Estructura Personal de la Autodeterminación, 11.
84
E. LÉVINAS, Alteridad y trascendencia, 10.
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 57
trascendencia de la subjetividad atestigua esta sorprendente posibilidad de sobrepasar
toda situación de hecho y de exceder toda definición.
En armonía, con lo que dice al respecto Sartre nos sostiene: que para que haya
trascendencia es importante que el otro se ha libere del Yo, permaneciendo a la vez libre
de todo egoísmo. Hace falta, ante todo, su interioridad misma, por su alteridad el otro
tenga que salir del Yo del sí para poderse liberar de eso que no lo deja trascender. Por
consiguiente, es el egoísmo, el ensimismamiento, el materialismo y el ansia de poder es
lo que causa el olvido del otro hasta tal punto que lo convierte en uno monstruo o en
una máquina sin sensibilidad.
El Otro se me presenta como inviolable en su alteridad, o sea, como santo y portador de una
voz que es mi deber, mi responsabilidad. […] La orden de la alteridad no se puede dejar a
un lado porque es una voz que se me plasma en mi conciencia en la no puedo yo nunca
escapar de esa realidad. Esto aparentemente quizás algunas personas no le digan nada, pero
hay otros que si se conmueven ante gran necesidad y realizan algo en post de esa persona
necesitada. Sólo, es posible que esta persona haga algo porque el otro se le expresa es en el
cara a cara, es alguien que se te presenta, es otro, que en realidad puede ser una viuda, o un
huérfano o un extranjero85.
Esto nos sitúa, a que hay que luchar por lo más débil y, sobre todo, a
responsabilizarnos de ello. Al respecto Miguel Baró comenta: «manda solo el débil;
manda el inocente, porque solo el interrumpe de veras, poderosamente, toda posible
relación de guerra entre las cosas y yo. La violencia no se interrumpe jamás con más
85
M. GARCÍA BARO, La compasión y la catástrofe, 59-60.
58 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
violencia»86. Esto nos dice, que la falta de justicia la división de los pueblos en el
mundo, hacen que el Otro rechazado, la viuda, el huérfano y el extranjero caigan en un
olvido eterno. La viuda, el huérfano y el extranjero son sujeto muy especial para la
protección de la ley, y su dignidad como mujer y como hombre respetivamente, es
reivindicada por Yahvé su Dios (Ex 22, 20-22).
Por lo tanto, la ley acoge y protege, por ende, cuando el aval de protección del
mismo Yahvé, quien le hace justicia y le da pan y vestido (Dt 10, 17-19). Emmanuel
Lévinas se vale de esta categoría teológica para fundamentar la urgencia de una ética a
favor y radicalmente del excluido y que, a su vez, integra perfectamente a la alocución
filosófico. Aunque Emmanuel Lévinas no es apreciado un gran teólogo, sí reconoce en
el Otro lo divino que nos conduce a Dios, quien nos llama a tener una responsabilidad
especial con los que más sufren. Ante nuestros malos actos morales destruyan a los
demás, va a decir Julián María:
La relación con el otro es, ante todo, es una relación ética, una relación de un origen distinto
al conocimiento en el objeto que es inverso al saber, lo cual solo es válido para la relación
con los seres […], siendo así un ser situado en una relación ética, el otro hombre permanece
es con el otro en una relación interpersonal donde puedan interactuar juntos para compartir
sus ideas87.
La ética es pensar en el bien para todo conmigo mismo y con los demás. La ética
solo se realiza es con el otro, que está en nuestro lado de una manera más cercano a mi
existencia. En efecto, podríamos decir que la ética es el conjunto de reglas
fundamentales de la conducta del ser humano para poder actuar de manera coherente
donde este se encuentre situado. La ética por su parte no es un simple pensamiento
teórico, sino que va más allá con respecto a la apertura del otro, pues solo la persona, en
su ser persona puede vivirla a profundidad. El otro es para nuestro autor el rostro del
huérfano, la viuda y el extranjero. Por lo que, nos exhorta nuestro que la ética consiste
es en la relación con el otro que en su entomología Lévinas dice que es el rostro, es el
hombre que sufre, el prójimo.
86
Ibíd., 602.
87
E. LÉVINAS, Alteridad y Trascendencia, 163.
CAP. II: LA NOCIÓN DE ALTERIDAD EN LÉVINAS 59
verdadero fundamento de las personas para poder interactuar con los demás en nuestra
sociedad en que vivimos. Pero es muy imposible porque actualmente solo se vive un
yoísmo enfermizo en donde solo valgo por lo que tengo. Ahora bien, este pensamiento
es difícil de vivir porque está muy separado de la realidad en la que vivimos en mundo.
Un mundo caracterizado por ser egocéntrico, ensimismado así mismo en sus propios
pensamientos que solo le importa es estar en una zona de confort donde nada le resulte
sufrimiento ni angustia.
3. Introducción
El lenguaje es uno de los temas en el cual se ha investigado mucho en la historia de
la humanidad y, sobre todo, forma parte de todas las personas, aunque algunos tengan la
dificultad de no poder hablar por causa de alguna enfermedad. Es por esto, que este
capítulo tercero tiene una correlación con el segundo antes tratado, ya que el elemento
del lenguaje es fundamental para una eficaz relación interpersonal con los otros. Esta
gran cualidad es innata de todos los seres humanos en donde podemos decir que este
elemento es una riqueza. El lenguaje es lo que nos permite a cada sujeto el poder
expresarse y así entrar en diálogo con las demás personas expresando sus pensamientos,
sentimientos y sus necesidades en el día a día.
En este tercer capítulo se dará a conocer la noción que tiene nuestro autor acerca del
lenguaje y qué papel juega éste con respecto a las relaciones interpersonales con los
demás. Hoy tenemos la gran facultad de distinguir a los seres humanos del resto de los
seres vivos es por tener la capacidad de poder comunícanos de una manera
sistematizada y comprensible, es decir, utilizando el lenguaje. El lenguaje es una
facultad del pensamiento que se caracteriza por un complejo sistema de símbolos tanto
fonéticos como escritos que nos permiten comunicar ideas, sentimientos y diferentes
situaciones entre dos o más personas.
Esta facultad innata del ser humano tiene como misión ir al encuentro del Otro,
acogiéndola a través de la escucha que es un proceso activo que atiende la diferencia y
que la deja ser en toda su amplitud sin intentar delimitarla ni coartarla, que la deja
expresarse en tanto que alteridad. La palabra es un puente entre dos alteridades, y en
este sentido afirma Lévinas que el lenguaje implica siempre una conexión de lo
heterogéneo: «hablar es volver el mundo común»88, es buscar la koiné que permite que
los sujetos tengan un devenir recíprocamente inteligible, al menos en parte.
88
E. LÉVINAS, Totalidad e infinito, 99.
89
Ibíd., 63.
90
J. REYES PEDRAZA, La Alteridad en Lévinas, 162.
91
P. FRANCISCO A, Intersubjetividad dialógica en el pensamiento de Martin Buber, 30.
CAP. III: EL LENGUAJE COMO ELEMENTO RELACIONAL CON EL OTRO 65
En todo caso, el lenguaje ha de ser percibido como un operar, es decir, no es un
simple estar aquí, de manera estancada y conforme, sino que es una acción humana que
se da en vida ordinaria en el día a día con el otro. Según nuestro autor, dice:
«positivamente, se puede concebir el lenguaje como un hecho, como un gesto de
actuación»92. Ahora bien, el lenguaje es un don maravilloso de aquel que informa, que
lucha, que se hace sentir en una asociación, que quiere ser escuchado y que manifiesta
por medio de dicho, el gesto evidente que muestra de manera clara el camino del
hombre en todas sus dimensiones de la vida.
Esto quiere decirnos, que en las relaciones interpersonales que existe entre las
personas que son calificada y el tú que juzga, perenemente tendrá un carácter de unidad
y supremacía, pero esa supremacía se sitúa al otro fuera del yo, «frontalmente de mi
conocer»97. De todo modo, nuestro autor nos exhorta cuando dice que las ideas en el
diálogo son de carácter solidario, en donde no se puede ocultar la esencia de este, en el
cual indispensablemente se relacionan las personas entre sí. Ante lo dicho esta parte se
puede comparar con la postura de otros pensadores, que también nos hablan sobre el
tema del lenguaje como es el caso de Martin Buber que nos dice:
La palabra brota de un sujeto que es una persona y se dirige a otro ser persona; en donde
ambos examinan por la fuerza que en sí tiene la palabra de que, sale de uno, y que otros la
reciben para luego ser comentada entre un grupo colectivo de persona. Él piensa que el
espacio o el lugar donde el yo se halla con el tú es el lenguaje98.
En otras palabras, esto quiere decirnos que, en otro filósofo, sale el resplandecer del
tema en cuestión y que no solamente nuestro autor habla de él. De manera tal forma,
que para Lévinas, quien es solicitado es aquel que recibe el llamado, es decir, a quien se
le habla; a diferencia de Buber que cree, que la llamada al igual que el que responde son
los solicitados a la vez porque los dos están involucrados. Lévinas entonces dice: que el
lenguaje solo interpela al otro, no al yo; sin embargo, Buber dice que no, que los dos
son interpelados por la fuerza que sale del lenguaje o las palabras que dice uno. Ambos
95
E. LÉVINAS, De modo que ser, o más allá de la esencia, 83.
96
Ibíd., 84.
97
Ibíd., 124.
98
Ibíd.
CAP. III: EL LENGUAJE COMO ELEMENTO RELACIONAL CON EL OTRO 67
pensadores a pesar de sus formas de pensar coinciden en que el lenguaje que es aquello
que permite la alianza o las buenas relaciones interpersonales entre los seres humanos.
La razón es lo que hace vivir al lenguaje, en oposición del cara a cara no se podría estar en
una relación con las demás personas. Si la racionalidad lo inteligibilidad, entonces la
significación es lo que hace que la persona lo respecte «es decir, que me habla» en el rostro;
si la razón lo define en la estructura interpersonal, la sociedad hace que se reconozca y lo
pueda poner en presencia de la humanidad en los ojos de las demás personas para que así lo
puedan reconocer o mirar. Queda claro recordar que en la mirada requiere de nosotros una
responsabilidad y donde la misma sociedad no se escapa ante la significación que hace la
razón»102.
99
J. M. AGUILAR L, Transcendencia y alteridad, 239.
100
Cf. E. LÉVINAS, Totalidad e infinitud, 332.
101
Ibíd., 222.
102
Ibíd.
68 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
Así pues, lo que expone nuestro autor es que, la razón está implantada en el lenguaje,
no importa que tan impersonal sea lo que instaure la razón en nuestra persona. Ahora
bien, la persona como ser social por naturaleza esto lo lleva a profundizar más de su
propia existencia, lo lleva a ser un individuo que siempre está en sociabilidad con los
Otro. Lévinas no da la supremacía a lo racional, sino más bien lo lleve a la humanidad
sin olvidarse de los otros y lo más necesitados. Sobre todo, sin olvidar que los ojos del
otro nos miran, no con una mirada que solamente brillan sin decir nada más, que los
ojos hablan. Hay que destacar, sobre todo, que los ojos tienen un lenguaje
indisimulable, pues por más que se quiera encubrir la verdad de las cosas, los ojos se
encargan de revelarla.
Los seres humanos tenemos la gran necesidad vital de relacionarnos. Estas relaciones en el
contexto social son posibles gracias a la comunicación, que implica entrar en relación con los
demás y en un intercambio de pareceres, por cuanto que alternativamente somos emisores y
receptores103.
Esto nos explica, que las relaciones interpersonales de suma importancia, ya que la
persona nace en una comunidad especifica en relación con los demás. El comunicarse
es, entonces, expresar o manifestar a las demás personas un sentimiento y unos deseos
que siente el sujeto en su interior. Todo esto, sin embargo, no es posible sin el lenguaje,
ya que es a través de éste que se establecen las relaciones de comunicación. El lenguaje
viene a ser una actividad única y exclusivamente de ser humano, en el cual nos permite
comunicarnos y relacionarnos con nuestros semejantes mediante la expresión y la
agudeza misma de un mensaje.
103
Ibíd.
CAP. III: EL LENGUAJE COMO ELEMENTO RELACIONAL CON EL OTRO 69
Nuestro autor en su filosofía nos destaca: «que la relación del yo y el otro es por
medio del lenguaje. Solamente el lenguaje nos puede llevar a cabo una relación donde
no hay términos que nos limitan en la relación interpersonal»104. Todo esto, nos exhorta
que el lenguaje no acepta términos que dividen la relación que se da entre el yo- y el
otro, sino que nos acerca de manera directa; de modo que sin el lenguaje prácticamente
no sería posible la relación entre el Yo, el Tú y el Otro. Por lo general, el lenguaje parte
con todos los esquemas, las estructuras, rompe esa muralla que no permite la
proximidad con el otro. El propio Lévinas nos expone en su obre Totalidad e Infinito:
«aquí nos disponemos a mostrar que la relación de este y del Otro […] es el
lenguaje»105.
Este contenido del lenguaje como elemento relacional con el otro es tan central
dentro del pensamiento filosófico de Emmanuel Lévinas que él mismo dice que cada día
las personas le dan un mal uso a este elemento y, es por eso, que hay tantos problemas
en las relaciones interpersonales con las demás personas por la falta de respecto al
momento de enunciar una palabra. Es por esto, que «todo lo que afecta en materia de
moral y lo ético al prójimo, instaura una falta para con las personas»106, por lo tanto,
está en manos del hacer el mal o de destruir tus semejantes.
El lenguaje nos ayuda en nuestro diario vivir para mantener una sólida relación
interpersonal. Es decir, «hablar es un arriesgarse a un acercarse al otro, es intentar
formar una amistad con el otro»107. El lenguaje como forma de relacionarse con el otro,
no es una expresión del pensamiento, «sino una condición del poder comunicarnos»108.
Es decir, que el yo busca de toda manera posible comunicarse con el tú (tú), para que
104
J. SÁNCHEZ GARCÍA, Visión ética de la primacía del otro en Emmanuel Lévinas, 58.
105
E. LÉVINAS, Totalidad e infinito, 63.
106
E. LÉVINAS, Cuatro lecturas Taltamùdicas, 33.
107
F. POIRÉ ̶ E. LÉVINAS, Ensayo y conversaciones, 22.
108
Ibíd.
70 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
juntos puedan formar una amistad. Esta práctica es la que alcanza la relación o amistad
que se logra al entrar en contacto con las demás personas en la jornada del día a día. El
lenguaje no es una experiencia ni un simple medio de conocimiento, sino que es una
facultad del ser humano que busca un encuentro con las personas abandonada, con el
extraño y el extranjero»109, el lenguaje nos sirve para relacionarnos con los otros, para
descubrir en él cosas que no conocíamos.
La persona en todo su ser esta evocada a estar en comunicación con otros individuos
no se entiende nuca a un sujeto que viva solo centrada en sí mismo. La relación
verdadera debe existir entre dos seres humanos de la misma proporción en donde hay
una estrecha comunicación que de un modo u otro los una. El lenguaje como actitud
primordial del sujeto quiere evitar el hecho que ya se ha señalado anteriormente, y es
que el sujeto tome al otro como objeto. Esto se da muchísimas veces en los casos de
esclavitudes, de explotación de los derechos de los demás en donde el amo ve al esclavo
como una cosa, como algo que solo sirve para darles beneficios personales nada más; es
por esto por lo que Emmanuel Lévinas va a decir lo siguientes:
109
Ibíd., 22-23.
110
E. LÉVINAS, Totalidad e Infinito, 38.
111
Ibíd., 136.
CAP. III: EL LENGUAJE COMO ELEMENTO RELACIONAL CON EL OTRO 71
Emmanuel Lévinas nos recuerda que al esclavizar a los demás el otro es también una
persona que tiene dignidad. La persona no es una máquina, ésta necesita descanso y
tiene derechos y deberes, ya que no es un objeto mecánico que puede ser movido a
todas las partes sin que este se dé cuenta, sino que es un sujeto que tiene sentimientos y
emociones. El trabajo como tal, requiere del discurso, porque el amo siempre está
llamando o mandando al siervo, y la forma en que lo hace es hablándoles, utilizando el
lenguaje. Pero la forma de hablarles a esas personas trabajadores tiene que ser bajo la
amabilidad y a la delicadeza, a la altura del de otro, tomando en cuenta que cada
persona en particular tiene en su ser persona.
112
Ibíd., 223.
113
Ibíd.
114
E. LÉVINAS, Dios, muerte y el tiempo, 227.
72 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
conocimiento previo de las cosas, pues de ser entendido de este modo, se estaría
cayendo en una ontología.
Es por esto, que el lituano lo que quiere resaltar con lo antes dicho es que el diálogo
es parte del lenguaje, pero al mismo no es primordial dentro del lenguaje. El diálogo no
es lo que hace que el lenguaje sea lo que es; este no es constitutivo del lenguaje
propiamente dicho. Esto sucede porque el diálogo está inserto dentro del lenguaje lo que
hace que la persona tenga un mejor desenvolvimiento a la hora de relacionarse con los
demás. Pero cada día el diálogo resulta más difícil porque cada individuo le da un precio
distinto en el cual esto hace que se pierda el valor que tiene.
Esto se entiende que cuando se comunican las ideas, cuando hay reciprocidad en el
diálogo, en el momento en que cada persona se involucra en la conversación, entonces
se oculta la esencia más central del lenguaje, la cual la moral en la reversión de la
relación que existe entre el Yo y Tú. Pero la relación no se da porque existe un diálogo,
sino que se da por el lenguaje en la interacción con el otro. En esto dice Lévinas: que el
lenguaje no debe ser pensado simplemente como una comunicación de una sencilla
idea. En esto básicamente la gran diferencia que hay entre estos dos pensadores no es en
el tema como tal del lenguaje en sí, sino en la forma en la que ellos desarrollan en
cuestión. Es por esto, que va a decir Buber:
Si ha de surgir un legítimo diálogo, que cada uno de los que participen de una gran
introducción de poder adentrarse en sí mismo. Y esto significa que ha de tener la intensión
de decir, en cada caso, lo que se piensa acerca del tema en cuestión115.
115
M. BUBER, Diálogo Elementos de lo interhumano Distancia originaria y relación, 87.
116
E. LÉVINAS, Entre Nosotros, 18.
CAP. III: EL LENGUAJE COMO ELEMENTO RELACIONAL CON EL OTRO 73
Mencionamos, antes que nada, que la filosofía del diálogo se orienta hacia un concepto de lo
ético […]que se retira de la costumbre, la cual deducía lo ético […] del conocimiento y de la
Razón entendida como facultad de lo universal, y veía en ello una capa superpuesta al ser117.
Lévinas indaga al hacer un diálogo en el campo más adentrado del cual se puede
aplicar la ética. Pero en este sentido ético no se deriva del conocimiento que tengan los
hombres de las cosas, ni mucho menos de la razón. En todo esto, lo ético nace del
contacto con el otro, de ese acercamiento y de la responsabilidad para con ese otro que
nos necesita por las faltas de oportunidades que en ese otro se encuentran en el día a día
de su vida. Es de esta manera, que tenemos que ver a las demás personas de forma que
se sientan acogida con amor de hermanda.
Para Buber, el hombre «auténtico» es aquel que, independientemente de las situaciones más
variadas, tiende a vivir en una comunicación tan intima con el mundo y especialmente con
las personas de este mundo, que los límites entre el Yo y el Tú se rompe en un dialogo
intima118.
117
E. LÉVINAS, De Dios que viene la idea, 197.
118
Ibíd., 100.
119
E. LÉVINAS, Totalidad e Infinito, 96.
120
E. LÉVINAS, De la existencia al existente, 50.
74 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
nosotros, lo cual es totalmente opuesto al cara-a-cara. Esto lo expone Lévinas de la
siguiente manera:
La relación con el rostro en la fraternidad en la que el otro aparece a su vez como solidario
de todos los otros, constituye el orden social, la referencia de todo diálogo con el tercero por
lo cual el Nosotros o la fracción engloba la oposición del cara a cara. Es en la relación
interpersonal con las demás personas en que los seres humanos crecen y se dan cuentan de
aquellas cosas que tienen que mejorar en la interacción con los demás121.
En ese relacionarse con el otro por medio del diálogo en cual, los seres humanos se
relacionan entre ellos, Lévinas busca con todo esto que el mismo, ante todo, tenga una
moral que le permita englobar a todos los participantes y no que solamente participen
solo un grupo étnico, sino todas las personas. Nuestro autor explica que «en realidad, se
trata de moralizar el diálogo, para que ninguno de los interlocutores se quede fuera, ni
nadie se sienta apartado del grupo, todo esto lleva a defender unos intereses propio»123.
Todo esto quiere decirnos, que si el diálogo está guiado por la moral, todos los que
participan de una conversación tendrán la oportunidad de defender sus puntos de vistas
y los intereses que todos tienen en particular y comparten en común.
La facultad del diálogo es un don de poder comunicarse con las demás personas que
están en todo nuestro alrededor y fuera de nosotros. Indubitablemente «comunicarse sin
lugar a duda es abrirse al compartir con los otros; pero la apertura no es completa si se
acecha el reconocimiento para dárselo al otro»124. La apertura es completa, no en el
sentido de que se abre al espectáculo, sino convirtiéndose en responsable con respecto al
otro125. En fin, lo más importante, sobre todo, es que el yo llegue a tener una gran
121
Ibíd., 287.
122
E. LÉVINAS, Fuera del sujeto, 31.
123
E. LÉVINAS, Humanismo y ética, 38.
124
E. LÉVINAS, De otro modo que ser, o más allá de la esencia, 189.
125
Ibíd., 190.
CAP. III: EL LENGUAJE COMO ELEMENTO RELACIONAL CON EL OTRO 75
preocupación por el tú, la cual lo lleve a ser responsable ante aquel que sufre y están
olvidado por lo que están en su alrededor.
Pues, aunque yo vea al Otro, yo no soy Otro126. Esto no simboliza que haya que
cambiar de un lugar al otro, porque «la apertura de la comunicación no es un simple
cambio de sitio»127. Todo esto acontece, es por tratar de esconder la verdad, como si la
realidad consistiera solo en un descubrir cosas que se encontraba de manera oculta, y no
es así, sino que la verdad va más allá de eso. Esta reflexión está dentro de la cual,
naturalmente debe incluir el tema del diálogo, ya que este es uno de los temas fuertes de
Buber. Y dice Lévinas en una de sus majestuosas obras, que:
126
Cf. E. LÉVINAS, El tiempo y el Otro, 80.
127
Ibíd., 190.
128
E. LÉVINAS, Fuera del sujeto, 30.
76 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
otro siempre es más que yo; no es una relación de yo-tú, o de iguales, sino de
disponibilidad radical del otro. Según nuestro autor dice al respecto al lenguaje:
El lenguaje, como presencia viva del rostro del otro, nos invita a la connivencia con el ser de
la otra persona. En el cual, no podemos pasar por alto su presencia en el universo; si se
rechaza a la otra persona en las relaciones interpersonales se niega el amor y se le da sentido
al orgullo y al egoísmo. El tercero me mira en los ojos del otro: el lenguaje es justicia, amor
y sentido común129.
El tercero se refiere a una realidad de todo el que nos mira en el rostro, y nos señala
en su presencia y nos da una respuesta a las cuestionante mismas que surgen en la
conversación. Cabe mencionar, en concordancia con lo ante dicho, que la justicia está
establecida en combinación de la igualdad en que tenemos con demás seres humanos
con el elemento de la dignidad que nos hace valioso y, a su vez, importante. Ya, por
último, casi contrasta con los textos posteriores donde la primacía radica en torno a la
persona que es contextualizado aquí como el otro (el sujeto). Así entonces, se da toda
posibilidad de lenguaje y justicia desde la exigencia ética siempre va acompañada del
valor que tiene la persona en sí misma. En este mismo sentido, nuestro autor nos
introduce en el elemento de la responsabilidad ante la relación del rostro con el otro que
sufre y que está ahí y nos dice:
La relación intersubjetiva es una relación asimétrica. En este sentido, yo soy responsable del
otro sin esperar la recíproca [...] La recíproca es asunto suyo. Precisamente, en la medida en
que entre el otro y el yo la relación no es recíproca, yo soy sujeción al otro; y soy «sujeto»
esencialmente en este sentido. Soy yo quien soporta todo. Conoce usted esta frase de
Dostoievski: Todos nosotros somos culpables de todo y de todos ante todos, y yo más que
los otros. No a causa de esta o de aquella culpabilidad efectivamente mía [...] sino porque
soy responsable del otro con una responsabilidad total, que responde de todos los otros y de
todo en los otros, incluida su responsabilidad. El yo tiene siempre una responsabilidad de
más que los otros130.
El encuentro con el Otro es una entrada, una responsabilidad de todos los seres
humanos que habitamos en la faz de la tierra. Esto significa que cada persona tiene la
autoridad de cuidar a los demás, de no hacerles daño porque ella es de su misma
condición humana. En esto radica la unicidad del yo que es el hecho de que nadie puede
129
E. LÉVINAS, Totalidad e Infinito, 226.
130
E. LÉVINAS, Ética e infinito, 82-83.
CAP. III: EL LENGUAJE COMO ELEMENTO RELACIONAL CON EL OTRO 77
actuar de indiferente ante las precariedades de los demás. El otro es una respuesta a la
llamada, a la responsabilidad, que hace al hombre ser libre y lo transforma en un ser
humano y no en una bestia feroz.
Emmanuel Lévinas busca en este sentido la importancia absoluta que tiene el sujeto
en relación con los demás, esta correspondencia que no puede expresarse en términos de
ser, sino de bondad. La bondad no se realiza voluntariamente: se apodera del yo, lo
expone. Todos los seres humanos estamos comprometido con el bien antes que nuestra
libertad: el bien nos ha nombrado antes que las personas lo elijan131. La bondad es la
razón misma de la persona que lo trasforma a salir de su egoísmo y lo hace libre. De tal
manera, que la persona tiene que soportar las miserias de los demás por amor, va
guardada por él, por lo que no contradice a la libertad, sino que, antes bien, la trasforma
al más alto camino que pueda ésta iniciar: el de una humanidad nombrada como
bondad.
Al finalizar, con antes dicho en este capítulo, Emmanuel Lévinas nos quiere recordar
la importancia que tiene el lenguaje y a su vez, nos introduce el valor de la
responsabilidad frente al otro. Por otra parte, nos ayuda a reconocer la importancia que
tiene el rostro. Para Lévinas, el rostro es una verdadera condición metafísica, esto no se
refiere a las facciones de la cara de alguien. En la actualidad es necesario educar en la
responsabilidad de las personas, cabe plantearse si lo que Lévinas demanda no es
excesivo, si el yo no es algo más que dicha responsabilidad. Ciertamente, no es posible
que el yo llegue a ser quien es sin los otros.
131
Cf. E. LÉVINAS, De otro modo que ser, o más allá de la esencia, 206.
CAPÍTULO IV
LA IMPORTANCIA DEL PENSAMIENTO DE LA ALTERIDAD: EL OTRO,
EN LAS RELACIONES INTERPERSONALES HOY
CAPÍTULO IV
4. Introducción
En este último capítulo nos proponemos analizar la categoría que tiene el tema de la
alteridad desde diferentes puntos de vista, cómo se está viviendo. La importancia que
tiene la alteridad en este momento en nuestra sociedad, especialmente en nuestro país de
la República Dominicana. En concatenación con los demás capítulos que se han
trabajado anteriormente podemos decir, que en este cuarto capítulo predomina la
importancia absoluta que tiene la persona en sí misma y en las relaciones
interpersonales que sin ella nunca se podría hablar y ejecutar las relaciones
interpersonales.
Por otra parte, en la Rep. Dom. se hace muy complejo el poder vivir en su totalidad
el valor de la alteridad. Sin lugar a duda, en la actualidad la alteridad es limitada en la
vivencia de las personas porque no se ha inculcado en el corazón de la formación de los
individuos que la reciben en los hogares. Es nuestra responsabilidad que este gran valor
se propague en nuestro país para que formemos hombres y mujeres más sensibles al
momento de compartir con los otros. Pero, si solo formamos simples intelectuales sin un
humanismo ético moral nuestra sociedad solo estará transformada de personas
preparadas con un simple bagaje académico de contenidos y teorías vacías sin una
práctica que la consolide.
En la actualidad, cabe destacar, el aislamiento de las personas y el individualismo
que minan en los sujetos es otra causa destructora de la alteridad. En pocas palabras,
mientras no pongamos en práctica el valor de la alteridad, es decir, hasta que no
empecemos a ver el mundo a través de los ojos de los demás, entonces no tendremos
una convivencia familiar o social armoniosa y plena. Para que esto acontezca en nuestra
sociedad hay que volver a la fuente de los valores que actualmente se han echado al
zafacón del olvido. Tanto así, que los padres de familia ya no tienen tiempo para estar
con sus hijos e hijas. Ahora bien, hay que llevar a las personas a una profunda reflexión
de su propia existencia y de introducirles los valores con la visión de que ellos puedan
82 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
vivirlo en el día a día, tanto en la familia como en su entorno donde interactúan con las
demás personas.
El llevar unas relaciones interpersonales positivas es, sobre todo, estar dispuesto a romper
con todos los malos pensamientos que se van formulando en la mente del ser humano y se
formulan al entrar en contacto con el otro. Convivir de modo que, conviviendo, crezca yo y
crezca el otro con quien convivo, ¿no es un sueño lejanísimo? Y, sin embargo, ese sueño
puede ser muy real132.
Esto quiere decir, que en la vida comunitaria cada persona tiene un papel importante
en el cual cada uno tiene que ejercerlo particularmente. Esto no quiere decir, que haya
un individualismo, sino más bien que hay una participación en la que cada uno
desarrolla sus dotes que en sí mismo y, sobre todo, que lo pongamos al servicio de la
misma comunidad donde estemos situados. El vivir en comunidad se torna complicado
porque cada persona tiene que despojarse de sus propios intereses, del egoísmo de
querer ser el centro de todo al momento de realizar una actividad. Ahora bien, en la
historia de la sociedad misma no se concibe a una persona vivir absolutamente solo o
aisladamente. En esto, va a señalar Juan Pablo II en la carta encíclica Fides et ratio,
que:
El hombre no ha sido creado para vivir solo. Nace y crece en una familia para insertarse más
tarde con su trabajo en la sociedad. Para ser un portavoz de las enseñanzas que ha recibido y
así poderlo poner en práctica con las demás personas que le rodean. La persona que vive sola
132
Cf. M. ANDRÉS, El hombre en busca de sentido de sí mismo, 109.
CAP. IV: IMPORTANCIA DE LA ALTERIDAD INTERPERSONAL HOY 83
se estanca y no se puede desarrollar porque no hay quien le guie y le corrija los errores que
cometa en su accionar que realiza133.
La relación interpersonal es una interacción recíproca entre dos o más personas. En esto, es
que se trata las relaciones sociales que, como tales, se encuentran reguladas por las leyes e
instituciones de la interacción social. En algún, momento de la historia las personas pueden
estar solas para encontrarse consigo mismo, pero nunca el ser humano puede creer que sin
otra persona no podría entrar en una amistad de fraternidad y de hermandad 136.
133
JUAN PABLO II, Carta Encíclica Fides Et Ratio, 48.
134
FRANCISCO, Laudato Sí, 80.
135
JUAN PABLO II, Discurso a los representantes de la ciencia, de la cultura y de los altos estudios en la
Universidad de la Naciones Unidas, Hiroshima (25 febrero 1981), 3: AA S 73 (1981), 422.
136
JULIÁN PÉREZ PORTO ̶ ANA GARDEY, Definición de relaciones interpersonales [Edición en Línea]
en: https://definición/relación interpersonales. (Visitado 09/05/2015).
84 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
4.2 El papel de la comunión de la persona en la comunidad
Aquí nos proponemos a relacionar el pensamiento de Emmanuel Mounier con la
postura de Emmanuel Lévinas sobre la importancia que tiene la comunión en la
vivencia de las personas en la comunidad. Esta comunión nos ayuda a poder entrar más
armonía en las relaciones interpersonales en donde la sociabilidad como capacidad nos
lleva a ponernos en los zapatos del otro. La sociabilidad es la que nos permite a las
personas el podernos relacionar en el mundo, el poder entrar en contacto vivo y
concreto con los otros. Aportando a esta parte Emmanuel Mounier dice lo siguiente:
La presencia de los otros no limita a las demás personas, sino que la hacen ser y
desarrollarse. La práctica prehistórica de la persona es la experiencia de la segunda
persona. El tú y en él, el nosotros, preceden al yo, o al menos le acompañan. Y así es
como suscita con otros una sociedad de personas. Según Mounier la persona se
fundamenta en unos actos originales, que no encuentran ninguna equivalencia en otras
partes del universo. Estos actos son: salir de sí, comprender, tomar sobre sí, dar y ser
fiel138, cinco elementos donde la verdadera y más radical comunicación humana,
encuentra su sentido. En relación con esta postura tan certera y ilustrativa para nuestro
acápite, Emmanuel Lévinas está totalmente de acuerdo con Mounier en donde Lévinas
sostiene:
El encuentro con el Otro en la convivencia del día a día es ante mí una responsabilidad
respecto a él. Este hacerse responsable del prójimo es, sin dunda, el amor al prójimo un amor
sin eros, más bien, es un amor ágape de caridad, un amor en el cual el momento ético venza
sobre el momento pasional. El amor implica un hacernos responsable por el otro en sus
aflicciones y angustia solo así se vive en comunidad139.
Esto nos explica, que en la medida que nosotros podemos responsabilizarnos de los
Otros es que cumplimos la verdadera misión de lo humano, que es ayudarnos los unos a
los otros. En esto nos va a fortalecer mucho el elemento del amor ágape, ese amor de
137
Ibíd., 477-78.
138
Ibíd., 476.
139
E. LÉVINAS, Entre Nosotros, 129.
CAP. IV: IMPORTANCIA DE LA ALTERIDAD INTERPERSONAL HOY 85
caridad con el cual vamos a romper con todos nuestros egoísmos e intereses personales.
En esta parte notamos la armonía entre Lévinas y Mounier que es demostrarnos que el
otro es indispensable para nuestra vida personal y nuestro proceso de personalización.
El otro nos permite conocernos más. El otro es el tú, aquel que está delante de mí, es mi
prójimo, es decir, todo ser que encuentro en el momento presente de nuestra vida.
En fin, en este acápite lo que se ha resaltado es, que la persona sólo se encuentra
dándose a la comunidad y a los demás en donde se integra con otros sujetos. De esta
manera, podemos decir que la persona es el ser más importante de la faz de la tierra140.
Porque esta es quien reconoce lo que está en su entorno y le da valor a lo que tiene.
Ante lo dicho, en nuestro encuentro cotidiano con las demás personas, él es el resultante
de tres posibilidades, combinadas en cada uno de manera única: El amor, la alteridad y
la solidaridad.
La relación con el rostro en la fraternidad en la que el otro aparece a su vez como solidario
de todos los otros, constituye el orden social, la referencia de todo diálogo con el tercero por
lo cual el nosotros la fracción engloba la oposición del cara a cara, hace desembocar lo
erótico en una vida social, hecha de significancia y decencia, que engloba la estructura de la
familia misma. Pero lo erótico y la familia que lo articula, aseguran a esta vida en la que el
yo no desaparece, pero es prometido y llamado a la bondad, el tiempo infinito del triunfo sin
el cual la bondad sería subjetividad y locura141.
140
Ibíd., 213.
141
E. LÉVINAS, Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad, 287-288.
86 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
A saber, que en el rostro del otro hay un reflejado en la bondad y el buen trato de la
hospitalidad, en el contexto de la familia, que ha de ser interpretado como la presencia
de otro que nos llama al vínculo y a una vivencia mutua. La familia aquí es entendida
como escenario de la alteridad porque en ella es que surgen las interacciones que dan
acogida y en la se aprenden los valores fundamentales de la vida; es por eso por lo que
la familia es el escenario de la esperanza, de las relaciones de alteridad y que tiene
potentes influencias en el contexto social. La alteridad en la familia puede ser entendida
como un enigma y la alteración que se da en la intersubjetividad. Así la menciona
Vásquez cuando se refiere a la alteridad que propone Lévinas:
Sólo desde esa anterioridad ajena a toda forma de cálculo, sistematización es pensable la
alteración […] No es el resultado de un proceso, ni el excedente de un procedimiento. Estaba
antes de uno y otro. Es lo inexpresable. Y eso tiene para Lévinas las formas de enigma142.
De todo modo, si bien de la familia ofrece un «cara-a cara», es en el enigma del otro
y la diversidad donde éste cobra sentido. Los relatos de sí, las relaciones del nosotros
surgen en el reconocimiento del rostro. Si además se entiende la familia con un
potencial social, lo que se de en su interior se reflejará en lo social. Lévinas nos propone
hacer énfasis al estudio de la familia, de la fraternidad, a la fecundidad, al amor erótico,
a la paternidad, a la acogida, a la hospitalidad; desde ahí podemos hacer una
profundización en términos de interacción, intersubjetividad y construcción del mundo
de la vida familiar. En este sentido dicen Gracia y Musitu:
La idea subyacente es que la familia […] ofrece oportunidades para una mayor proximidad e
intimidad que en las sociedades preindustriales. Una función clave de la familia […] es su
habilidad para proporcionar un lugar para el apoyo emocional y para las relaciones
complementarias y satisfactorias […] la familia contemporánea es una red relacional143.
De cualquier manera, aquí se nos invita a resaltar el gran valor que tiene la familia en
la sociedad. Ya en que en esta es que aprendemos a relacionarnos de manera afectiva y
moral. La familia es la primera institución doméstica en donde aprendemos el gran valor
de la empatía, el valor de la vida, el servicio para tener un buen trato con los demás.
Ahora bien, la familia es un pilar decisivo para este mundo y para el futuro de la
sociedad. De tal modo, que la familia contemporánea tiene que valorar más la
comunicación personal entre los esposos, así estarán contribuyendo a humanizar toda la
142
E. M, VÁSQUEZ, Presentación del enigma, 21.
143
E. GRACIA ̶ G, MUSITU, La definición de la familia, 57-35-62.
CAP. IV: IMPORTANCIA DE LA ALTERIDAD INTERPERSONAL HOY 87
vivencia de la prole en donde se elimina la violencia y la discriminación que tanto hace
daño a nuestra sociedad144.
Por el atrevimiento a dar la bienvenida, tal vez pueda insinuarse que uno está aquí en casa, y
que en casa de uno se le recibe, invita u ofrece hospitalidad, que uno se apropia así de un
lugar para acoger a otro o, peor, que acoge en él a otro para apropiarse un lugar y hablar
entonces el lenguaje de la hospitalidad y, por supuesto, no tengo en ello más pretensiones
que cualquiera145.
Al abordar al otro es recibirlo con amor de hermano, abrirse a él, ir más allá de la
propia mediocridad; se trata de hacerlo familiar, aproximarlo, acercarlo, nombrarlo;
construir una práctica basada en la responsabilidad con él, hacerse a sus palabras, a sus
gestos, a su rostro. La familia es aproximación constante, más allá de la esencia, salida
de la ontología, filosofía primera de la hospitalidad y la ética. La familia es aquello que
se abre hacia el rostro para dejar en él una huella por medio de una obra, ir hacia el otro,
abrazarlo. La familia, si es un escenario de la hospitalidad y la acogida, es irreductible a
un tema, a una objetivación, a una mera explicación; la hospitalidad se opone a la
indiferencia, a la excesiva racionalización del otro que, de esta manera, ya no es sólo
asunto metafísico sino estético y ético.
144
Cf. FRANCISCO, Exhortación Apostólica post sinodal Amoris Letitia, 26.
145
J. DERRIDA, Adiós a Emmanuel Lévinas, 33.
88 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
es sentirse incapaz de huir a la responsabilidad del otro, lo que para efectos de este
trabajo puede interpretarse como si toda la estructura familiar descansara sobre los
hombros propios, sobre cada acto que uno haga en este grupo. Es, por consiguiente, que
Lévinas va a decir en el libro del humanismo del otro hombre lo siguiente acerca de lo
ante dicho:
Para lograr esto, es menester el ejercicio de la reflexión, ésta insta a hacer una
descripción de la propia subjetividad, volver a las significaciones, elaborar sentidos
sobre la propia vida. Pero no debe quedarse allí. Debe superar la reflexión. A la vez ha
de aceptar, desde la propia humanidad ya interpretada, ya pasada por una exégesis y en
medio del esfuerzo por superarla la búsqueda de Otro. Esto, sin tratar de volverlo lo
Mismo, con ayuda de la obra que le cuestiona constantemente su lugar.
146
E. LÉVINAS, Humanismo de otro hombre, 63-63.
CAP. IV: IMPORTANCIA DE LA ALTERIDAD INTERPERSONAL HOY 89
éticos y morales en donde la otra persona o el más necesitado sea una prioridad, pero
que se le respete íntegramente su ser persona. La alteridad es un tópico que se ha echado
al olvido y es por esta razón que tenemos una sociedad que cada día se convierte en
personas insensibles ante las necesidades de los más necesitados. Pedro Ortega Ruiz nos
va a decir lo siguiente al respecto:
El amor. Es una fuerza centrífuga que va siempre en busca del bien del otro150.
El amor tiene que ser fraternal en donde todos necesitamos de todos. Este amor
fraternal, o amor al prójimo, comienza por el más próximo o por el más cercano
a nosotros por los lazos de sangre, de raza, o de la vecindad. Pero se va
extendiendo a todos los seres humanos hasta alcanzarlos en un abrazo universal
de fraternidad. Esta universalidad del amor es un elemento importantísimo151.
La empatía. Aquí el niño tiene que aprender a ponerse en el lugar del otro,
entender cómo piensa y las emociones que siente. Este es un valor muy
necesario en la vida del ser humano y, sobre todo, para estar en convivencia con
los demás.
147
P. ORTEGA RUIZ, La educación moral como pedagogía de la alteridad, 30.
148
Ibíd.
149
Cf. C. CHALIER, la inspiración de la filosofia, 146.
150
R. PRADA RAMIREZ, Sexualidad y amor, 48.
151
Ibíd., 68.
90 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
La humildad. Debe de saber que es igual que al resto de los niños, no es mejor ni
peor en ninguna circunstancia de la vida, es por eso que no puede humillar a los
demás compañeros. Vivir con actitud humilde le permitirá conocerse mejor,
valorar sus fortalezas e intentar paliar sus debilidades.
La autoestima. Sobre todo, debe valorarse a sí mismo. Para poder potenciar su
autoestima, sin pasarnos, podemos utilizar el elogio cada vez que realice una
buena acción o tarea.
El compromiso. Este es un valor que se va adquiriendo al pasar de los años. Los
niños demostraran su madurez y responsabilidad mientras van creciendo. Debe
de saber la importancia y el valor que tiene el prometer algo o dar su palabra.
El optimismo. Es importante que sepan vivir el día a día con entusiasmo y
optimismo, buscando siempre el lado bueno de las cosas a pesar de los
sacrificios que se presenten en nuestra vida.
La amistad. Nuestros niños deben de aprender el valor de la mistad y del mutuo
afecto que nace de ese contacto con la otra persona.
La paciencia. Ayudará a controlar y a canalizar su impulsividad mostrando una
actividad paciente y serena con los demás al entrar en una relación
interpersonal152.
152
N. SANTIAGO, M, Diez valores para transmitirlo en la familia [Edición en Línea] en: https://www.
hacerfamilia.com/actualidad/noticia-familia-transmisora-valores 20121204120651.html. (Visitado 07/
11/ 2017).
CAP. IV: IMPORTANCIA DE LA ALTERIDAD INTERPERSONAL HOY 91
colectiva. Así que la preocupación entre los familiares por ellos mismos es una forma de
practicar otro humanismo diferente al humanismo individualista, centrado en sí mismo.
Luego de dar este gran recorrido, por este acápite especialmente resaltando los
diferentes valores que los padres deben transmitirles a sus hijos. En donde su finalidad
sea convertirlos en un amante de hacer el bien y de obrar la caridad con los más
desposeído de nuestra sociedad. Por lo tanto, en el siguiente acápite se tratará de
exponer la importancia que tiene la alteridad en el campo educativo. Es en la familia, en
la universidad y en los centros educativos en donde los niños, los adolescentes y los
jóvenes están más tiempos compartiendo con las demás personas.
Hoy es necesario de una serie y definida reflexión sobre el modelo antropológico y ético
(qué enseñamos y para qué) que sirve de apoyo a la práctica educativa. Nos hemos instalado
en un modelo que ha entendido la educación simplemente en un marco conceptual, que la ha
priorizado solo a la planificación tecnológica y sobrevalorado los resultados y el éxito
profesional154.
Dicho de otra manera, es que el sistema educativo tiene que tener como prioridad el
humanismo. Donde la persona sea el centro y el principio de la alteridad, donde se le
enseñe al alumno acoger las necesidades del otro es una tarea que se tiene que realizar
en el diario vivir. En este momento, muchos de nuestros niños y niñas, jóvenes y
adolescentes no tienen las mismas sostenibilidades económica. Es por esta razón, que
153
J. GALLEGO ORTEGA – A. RODRÍGUEZ FUENTES, La alteridad en la educación [Edición en Línea] en:
www.edicionespiramide.es/libro.php?id. (Visitado 12/ 10/ 2017).
154
Cf. F. BARCENA, La educación moral como pedagogía de la alteridad [Edición en Línea] en:
https://www.ateiamerica.com/edumoral122.pdf. (Visitado 20/06/ 2017).
92 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
muchos estudiantes de la sociedad dominicana cuando terminan el bachillerato no saben
a dónde ir para seguir preparándose en una carrera donde se identifiquen con ella
especialmente con alegría. Es por esto, que la declaración «Gravissimum Educationis»
del Vaticano II, nos dice lo siguiente al respecto:
Todos los hombres de cualquier raza, condición y edad, puesto que están dotados de la
dignidad de la persona, tienen derecho inalienable a una educación, que responda al propio
fin, al carácter propio y a la diferencia de sexo, que sea conforme a la cultura y a las
tradiciones patrias, y al mismo tiempo que este abierta a la asociación fraterna con los otros
pueblos para fomentar la verdadera unidad y la paz en la tierra155.
Esto nos ilumina, a que nuestra educación está muy lejos con respecto a una
formación sólida y eficaz de nuestras próximas generaciones. La verdadera formación
que nos propone la Iglesia Católica en su documento del vaticano II, es la que radica
que la persona humana tenga una radical responsabilidad donde no venda sus criterios y
principios formativo por simple moneditas. Pero, además, que nuestros jóvenes, sean
preparados de tal manera, que puedan compartir su vida social. En donde, se inserten
activamente en los diferentes grupos de la sociedad humana. Donde se habrán al diálogo
con otros y aporten con interés y gusto al trabajo que realizan para el beneficio del bien
común156.
155
CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Gravissimum Educationis, sobre la educación cristiana, 444-445.
156
Ibíd.
CAP. IV: IMPORTANCIA DE LA ALTERIDAD INTERPERSONAL HOY 93
el hambriento, todo hombre que pide justicia y pide al yo que sea responsable ante su
necesidad. El otro se impone por sí mismo en nuestra sociedad de República
Dominicana que irrumpe con nuestro egoísmo. El otro para Lévinas es la huella de
Dios, significando así que debemos servir a toda la humanidad. También debemos tener
claro que nosotros, los cristianos, creemos que habrá un juicio final como lo dice el
evangelio de Mateo:
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañados de todos sus ángeles, entonces
se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él
separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las
ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda157.
Emmanuel Lévinas a pesar de no ser cristiano nos da pautas específicas para así tener
un encuentro vivo con Jesucristo a través del otro (prójimo) en su miseria y en su
grandeza como persona al cual debemos servir sin condición y corregir con caridad.
Cada día nuestro prójimo clama a nuestra conciencia para que nosotros tomemos una
157
MATEO, 25, 31 - 34.
94 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
actitud frente las calamidades del otro. Por lo tanto, hoy está el mal de la indiferencia
que destruye las relaciones interpersonales del diario vivir con la convivencia con los
demás. Hasta llevarnos, a cometer falta como es el homicidio que vemos en algunas
familias de la República Dominicana, ejemplo de ello: hombres que matan a sus esposas
y viceversa. Ante esta situación es necesario que nosotros podamos salir del odio, del
egoísmo y resentimiento que tenemos ante el otro representado en personas concretas
que son asesinadas.
Otro punto muy importante por destacar aquí en esta investigación es que la filosofía
de Emmanuel Lévinas parte de una situación familiar. Es por tal razón, que el
pensamiento de la alteridad es una experiencia de vida porque nuestro autor la
experimentó en carne propia. Emmanuel Lévinas fue rehén por los guardias alemanes
como intérprete del alemán, ya que éste tenía el gran don o facultad de hablar el idioma
perfectamente bien. En la Segunda Guerra Mundial Lévinas perdió a sus familias hecho,
que le trasformó la vida y su existencia de manera radical.
96 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
Así pues, Emmanuel Lévinas nunca vio a la otra persona como un infierno, sino más
bien, como un ser necesitado. Es por esto, que el pensamiento de nuestro autor es muy
excelente para entablar unas relaciones interpersonales de convivencias con las demás
personas en nuestro diario vivir, pero hay que destacar también, que Lévinas ve la ética
como la misma filosofía cosa que nos es correcto, porque la ética es una rama de la
filosofía, es decir, que la ética se puede estudiar dentro del conocimiento mismo de la
filosofía. Vale la pena decir, que el yo es importante porque sin una persona no se
valora así mismo nunca podrá valorar a los demás. De manera, que si no estamos en
relación consigo mismo nunca podremos ver al otro como un don de manera especial,
porque entonces nuestro egoísmo no va a dejar que nunca nos liberemos para poder salir
a reconocer al que sufre, y a los más débiles de nuestra sociedad.
3. Velar por todos los grupos que están surgiendo y que promueven ideas que no les
hacen bien a las personas. Así pues, que los grupos étnicos de feministas no se aferren
en seguir promoviendo una cultura de muerte y de pecado matando a unas criaturas que
no tienen la culpa del mal comportamiento de sus padres, sino más bien que puedan
reconocer que lo que traen en el vientre es un ser que tiene vida y que pide que se le
deje vivir y grita justicia al igual que su madre, es decir.
5. Que las personas que están al frente de nuestro país y aquellos que aspiran algún
cargo político lo han por vocación y no por amor al dinero y al poder, ya que el poder en
mala manos hace mucho daño a las personas que componen el país. Sobre todo, que
recuerden que es el pueblo es quien los elije a través de su voto para que sepan
solucionar las carencias y miserias que viven muchos de los ciudadanos y ciudadanas,
es decir que les brinden trabajos con salarios dignos.
6. Que en los hogares los padres de familia inspiren a sus hijos con el buen ejemplo el
valor del servicio a las demás personas de manera desinteresada porque en la medida
que sirvo con amor a los demás puedo desarrollar más mi inteligencia y mis dotes de
sabiduría.
98 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTO DE LÉVINAS»
En el campo religioso:
3. Tener en cuenta que quien sirva lo haga con amor y respeto en donde el amor al
prójimo se ha el motor que nos mueva a servir a las demás personas sin importar la
Iglesia o sectas a la que se pertenezca, ya que el fundador del cristianismo fue un pilar al
servir hasta entregar su propia vida por la humanidad entre buenos y mala refiriéndonos
aquí, aquellas persona que tiene una mala conducta en su existencia al entrar el contacto
con los demás.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Poseyendo los resultados obtenidos en esta investigación para todos los seres
humanos de nuestra sociedad, ya que, al profundizar en cada apartado, nos dimos cuenta
del gran valor incondicional de la persona como fundamento de las relaciones
interpersonales. En esta investigación titulada: La concepción de la alteridad como
fundamento de las relaciones interpersonales en la propuesta filosófica de Emmanuel
Lévinas.
En el primer capítulo pudimos darnos cuenta de que cada uno de los pensadores
mencionados anteriormente tienen una noción diferente acerca de la persona. Después
de haber profundizado en esta investigación podemos decir las diferentes conclusiones a
la que hemos llegado. Para Max Scheler la persona constituye un valor central en sí
misma, no solo de forma particular, sino más bien de manera integral. Durante la
profundización de este trabajo Scheler nos ha dado unos elementos importantes que en
la persona no se pueden nunca dejar de destacar que son: el amor, la simpatía, la razón,
la socialización, la libertad, ser afectivo y por último un ser en comunicación.
Ya, por último, Gabriel Marcel ve a la persona como un ser espiritual trascendental
que es capaz de darse cuenta de su existencia y de la existencia de los demás por medio
de la razón. En este sentido, es de vital importancia recalcar que los actos de la persona
no se fundan en la dignidad del hombre, sino que solo se manifiestan. La persona solo
llega a reconocer su propia individualidad viendo en el prójimo en el otro a una persona
que, a su vez, comparten una misma dignidad para poderse relacionar con el universo
del ser.
Por otra parte, en esta investigación nos hemo dado cuenta y hemos entendido que
sin una preferencia por los más débiles de nuestra se convertiría en una masacre en
donde nadie es para nadie. Es por esto, que en este trabajo de investigación hemos
cumplido satisfactoriamente todas las expectativas trazada al inicio de este trabajo. El
hombre nunca puede ser visto como un objeto manipulado, sino como un ser de
comunión y amor que sirve sin mirar la condición social del otro, abierto a los demás
sin distinción. La alteridad (ser otro con la persona) tiene la gran tarea de
responsabilizarse de aquellas personas que sufren. Especialmente, de entablar una
comunicación y comunión con aquellos menos tomados en cuentas de nuestra sociedad.
Es por esto, que cada día hay que hacer consiente a nuestra generación de ese gran don
que tenemos de darles un buen trato al otro con sensibilidad de hermano. Actualmente,
tenemos la gran escasez de volver al respecto de la vida de todos los seres humanos, ya
que en ellos esta insertado una dignidad propia.
CONCLUSIÓN 103
Para Emmanuel Lévinas las relaciones interpersonales son a su vez esencial, porque
nos ayudan a ver a los demás más humanamente y, sobre todo, que nos exige a nuestra
conciencia hacer algo por aquellos abandonados por la sociedad. Por lo tanto, Lévinas
nos propone que esos abandonados son: los huérfanos, las viudas y los extranjeros y
todas aquellas personas que sufren y pasan necesidades. Es por esto, que el hombre que
no vive con los demás se convierte en una isla y, sobre todo, pierde la gran capacidad de
apertura y disponibilidad, donde las relaciones interpersonales se convierten en causales
sin sólidos vínculos de fraternidad y de hermandad.
Para poder reconocer la alteridad del otro hay que tener como base el elemento del
amor en donde este es considerado como el sostén o cimiento de toda existencia en el
pensamiento de Emmanuel Lévinas, por lo que el hombre de nuestra época no puede
nunca echar en saco roto los valores como son: el amor, la empatía, la humildad, la
autoestima, el compromiso, el optimismo, la amistad y la paciencia en el sentido de que
estos valores nos ayudan deportarnos de nuestro ensimismamiento personal.
Analizar al Otro desde el lenguaje como elemento relacional con las demás personas.
En este tercer capítulo podemos ver el gran papel que juega el lenguaje en las
relaciones interpersonales con las demás personas. En donde decíamos que el lenguaje
es uno de los grandes dotes que tiene el ser humano para comunicarse con aquellos que
están a nuestro alrededor. Ahora ben, la capacidad del lenguaje nos ayuda al momento
de entrar en una relación interpersonal a conocer a través de su expresión sus
sentimientos. Es por esto, que el lenguaje es están significativo en las diferentes culturas
y los diferentes países del mundo porque este es uno de los primeros elemento o recurso
que los seres humanos utilizamos para comunicarnos y saber cómo está la otra persona.
104 «CONCEPCIÓN DE ALTERIDAD EN EL PENSAMIENTOS DE LÉVINAS»
El lenguaje está combinado de signo y de palabras de nombres y pronombre que en
su entonación despierta en el otro una energía en la conciencia que nos hace reconocer
que el otro es de nuestra misma especie. Ahora bien, el lenguaje no se puede limitar a
un simple sistema que lo limite a entrar en contacto con las personas. de manera tal, que
el lenguaje en su diversidad se lleva a cabo en el cara-cara, que es el primer canal para
emplear una grata comunicación entre dos o más personas.
Continuando con lo anteriormente dicho, el lenguaje nos lleva a las personas a salir
del egoísmo, lo despoja y lo hace salir de sí mismo para entrar en simpatía con los
demás en día a día. En esa misma medida cuando entramos en comunicación con las
demás personas ya no veo al otro como un mero objeto o un simple medio para lograr
mis fines, sino más bien, que veo al otro como un sujeto dotado un de valores que lo
hacen igual a mí en dignidad.
Por medio de este último capítulo llegamos a la conclusión que, el pensamiento ético
de Emmanuel Lévinas aún no ha calado a profundidad en el corazón de los ciudadanos
y ciudadanas de nuestra República Dominicana. Hoy es necesario volver a la esencia del
ser humano que lo diferencia de los demás animales irracionales. Entronizar los valores
éticos en la formación de las próximas generaciones en donde prevalezca la vida de la
persona sin importar las dificultades físicas que esta tenga. Es por esto, que, si se
forman en valores a los niños, a los jóvenes, adolescentes y adultos en los hogares, las
escuelas y las universidades el elemento de la alteridad impactaría en la sociedad. Pero
para esto, se necesitaría romper el pesimismo feroz, el egoísmo, el individualismo, la
indiferencia y otros males que están arraizado en la conciencia de las personas.
CONCLUSIÓN 105
Cf. Cónfer
Dt. Deuteronomio
Etc. Etcétera
Ex. Éxodo
Mt. Mateo
S. A Sociedad anónima
APENDICE
APÉNDICE
Alteridad:
La palabra Alteridad significa, según el Diccionario de la Real Academia Española de la
lengua: «Condición de ser otro». Que se traduce como «el otro» y se refiere a la
capacidad que adquirimos los seres humanos para poder ver el mundo desde la
perspectiva del «otro», de los otros o de las demás personas.
Axiología:
Del griego «áxios» (lo que equilibra, lo digno) y logos (tratado, doctrina) y que
etimológicamente remite al estudio o doctrina de lo digno, de los valores. La axiología
es pues el estudio de los valores que, desde distintas propuestas metafísicas, establece
jerarquías de valores humanos a los que deberían ajustarse las conductas de los
individuos.
Contingencia:
Concepto filosófico que hace referencia a todo aquello en lo que no hay necesidad.
Según afirmaba Aristóteles, contingente es aquello que se opone a lo necesario. Santo
Tomás de Aquino y con él, gran parte de la metafísica medieval oponía el «ser
contingente» con el «ser necesario». Tal perspectiva permitía a Aquino distinguir entre
Dios el ser necesario, que es por sí mismo) y las criaturas seres contingentes, que no son
por sí mismos y necesitan la concurrencia de otros para existir.
Dignidad:
El término de dignidad significa algo que es valioso, lo que estimado o considerado por
sí mismo, y no en función de otra cosa. La dignidad humanidad radica en el valor
interno e insustituible que le corresponde al hombre debido a su ser, no por ser ciertos
rendimientos que prestara ni por fines distintos de sí mismo.
Epifanía:
Lo que es. Término que procede del latín «ens, entis». Denominación con la que nos
referimos a «lo que es», independientemente de la clasificación que adoptemos o del
tipo de ser que consideremos, no pudiendo identificarse con ningún modo especial de
«ser».
Intersubjetividad:
Individualismo:
En general, doctrina que afirma el valor predominante del individuo, que es concebido
como un «átomo» social, y al que se considera el fundamento de las formas de
organización social y de la ley. El individualismo puede ser, en función de la actividad
humana que se contemple, ético, económico, social, religioso.
Ontología:
De los términos griegos «ontos» y «logos», etimológicamente remite al estudio del ser,
a la ciencia del ente. La ontología es el estudio de los seres en cuanto a la naturaleza del
Ser. Esto es, el estudio de por qué existen cosas y por qué esas cosas cambian. El
término comienza a utilizarse a mediados del siglo XVII y alcanza gran difusión a raíz
del uso que de él hace el filósofo alemán C. Wolff.
Proximidad:
Reciprocidad:
Del latín reciprocĭtas, es la correspondencia mutua de una persona o cosa con otra. Algo
recíproco es aquello que se hace como devolución, compensación o restitución.
APÉNDICE 115
Rostro:
Ser:
(«Esse»). Designase con este nombre aquella perfección por lo cual algo es ente (ens),
el ser, en efecto, es la perfección primera y fundamental de todo ente cuyas restantes
perfecciones se presentan como participación en el ser, como ser en sí o ser de otra
manera.
Simpatía:
Deriva del griego συμπάθεια [sympatheia], palabra compuesta de συνπάθος y
συμπαθος, literalmente, «sufrir juntos», «tratar con emociones» es la solidaridad con el
sufrimiento del otro. La simpatía, además de implicar la sintonía con el otro, conlleva
una respuesta emocional en forma de comprensión y ayuda ante la situación ajena.
Sustancia:
es una de las traducciones latinas del término griego ousía (la otra traducción es una
esencia). Aristóteles la define como lo que ni se dice de otro sujeto, ni está en cualquier
otro sujeto.
Trascendencia:
(Del latín transcendere) denota la acción de «trascender», Término con el que nos
referimos a la acción de «ir más allá», o al estado de encontrarse «más allá», respecto de
algo.
BIBLIOGAFÍA
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HOJA DE FIRMAS
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Quirobert Ramirez Calderón Mg. Freddy Antonio García Alvarado
Sustentante Asesor
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Pbro. Ángel Díaz Gil
Decano