ESPINOSAURIO

El espinosaurio se ha podido conocer por una cantidad pequeña de fósiles, y su físico ha

sido determinado con exactitud por investigaciones y escritos compilados. Estos últimos
indican que el espinosaurio se caracterizaba por tener mandíbulas estrechas y
aplastadas, parecidas a la de los caimanes.

Restos de las mandíbulas del espinosaurio demuestran que poseía aproximadamente 38

dientes en la parte superior y 30 en la inferior. Eran de forma cónica y semicurvados,
presentando una diferencia con el resto de los terópodos (grupo al que perteneció): en el
extremo de la boca el espinosaurio tenía dientes bastante largos.

De igual manera, los escasos fósiles encontrados han posibilitado estimar que el cráneo
medía unos 175 cm, y que el animal tenía una longitud total de unos 16 a 18 metros, con
un peso de 4 a 6 toneladas, siendo el mayor terópodo hasta hoy encontrado. Se cree que
podía regular su temperatura corporal, a través de su formidable cresta que absorbía e
irradiaba calor.

REPRODUCCIÓN

Se cree que, en la época de reproducción, existía alguna forma de elección de pareja. Entre
los machos, quizás surgían enfrentamientos con el fin de amedrentar al oponente y
conquistar el acercamiento a las hembras. Un macho podría aparearse con diferentes
hembras e igualmente, las hembras poseerían varias parejas, análogo a los cocodrilos. Al
acabar el tiempo de la reproducción, los montones se desharían y las hembras tendrían que
buscar su propio destino para desovar y atender solas a sus crías, por un corto espacio de
tiempo.

HÁBITAT DEL ESPINOSAURIO

El espinosaurio vivió en lo que hoy es el Desierto del Sahara, al Norte de África, hace unos
94 millones de años atrás. En ese tiempo, el desierto era una llanura inundable, pantanosa
y de pequeñas selvas tropicales. Asimismo, amplias sabanas, terrenales áridos y bosques
secos había en ese territorio. Lo más asombroso, sin embargo, es que este pedazo del
continente colindaba con el mar por el Norte, el Este y el Sudoeste, por lo que se cree que
el espinosaurio moraba en zonas húmedas, donde se nutría de peces y animales pequeños.