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Trabajo Encargado - Envejecimiento
Trabajo Encargado - Envejecimiento
DOCENTE:
NATTALY LAZO
TRABAJO ENCARGADO:
ENVEJECIMIENTO
PUNO – PERU
2019
ENVEJECIMIENTO HUMANO
CONCEPTO:
Radicales libres
Para protegerse de los radicales libres de oxígeno (entre los que se encuentran
el ion superóxido, el peróxido de hidrógeno o el ion hidroxilo, que es el más
tóxico), el plasma, los fluidos tisulares y las células poseen mecanismos
antioxidantes, entre los que se encuentran:
Glicación
Por tanto, a medida que aumenta la edad de una persona, los procesos
fisiológicos normales del organismo van a provocar una acumulación de las
lesiones debidas a la oxidación producida por los radicales libres y van a
"caramelizarse" por efecto de la glicación. Este fenómeno sinérgico se conoce
con el nombre de glicoxidación, que está implicado en numerosas condiciones
patológicas asociadas con el envejecimiento y/o la diabetes, como las cataratas,
el alzheimer, la aterosclerosis, las nefropatías o las alteraciones vasculares
periféricas, entre otras.
Cuando los telómeros alcanzan una talla crítica, se activa una respuesta de daño
del ADN, dependiente del gen supresor tumoral denominado p53, que
desencadena la muerte celular por apoptosis. En general, este mecanismo
dependiente de p53 se activa cuando se produce cualquier tipo de lesión
oxidativa del ADN, o por modificaciones de la cromatina que alteran su
estructura (por ejemplo por efecto de un fármaco) o también cuando se producen
modificaciones oncogénicas. Para evitar la acumulación de daños en el ADN, la
célula posee una batería de enzimas responsables del mantenimiento y
la reparación del ADN, así como una telomerasa encargada de restituir la
longitud de los telómeros. Sin embargo, la telomerasa se reprime en tejidos
somáticos, mientras que los mecanismos de reparación, como el resto de los
componentes celulares, acumulan también daños que los inactivan de forma
progresiva.
Desde este punto de vista, la senescencia y la muerte celular constituye un
mecanismo de defensa, evitando que células que acumulan daños en su ADN
puedan proliferar, dado que las células dañadas pueden convertirse en
oncogénicas y aumentar el riesgo de cáncer.
CAMBIOS EN LA PIEL
CAMBIOS EN EL SMAS
El SMAS actúa como una red que posiciona y tensa los músculos. Cuando pierde
su tensión por el paso de los años, los músculos faciales se descuelgan,
produciendo al mismo tiempo flacidez.
Los ligamentos soportan los tejidos blandos. Cuando los ligamentos pierden su
tensión, las almohadillas grasas descienden, produciendo surcos como el
nasogeniano o descolgamientos en la barbilla (mofletes).
Arrugas y surcos.
Manchas marrones en la piel.
Manchas rojas o rojeces faciales.
Venitas o capilares dilatados.
Poro dilatado.
Flacidez facial.
Cara caída.
Cejas caídas.
Doble mentón.
Descolgamiento facial.
Piel adelgazada.
Deshidratación facial.
Bolsas en los ojos y ojeras.
Pérdida de volumen en pómulos, mejillas y labios.
Caída de la punta de la nariz.
Radiación solar.
Tabaco y alcohol.
Estrés.
Mala alimentación.
RADIACIÓN SOLAR
TABACO Y ALCOHOL
Las sustancias nocivas del tabaco, además de afectar a la salud general del
paciente, aceleran el envejecimiento facial.
ESTRÉS
MALA ALIMENTACIÓN
En nuestra mano está, sin embargo, reducir los factores externos que empeoran
o aceleran el envejecimiento:
La protección solar debe aplicarse todos los días, en cualquier época del año y
en todas las zonas expuestas, tanto en la cara como en el cuello, escote y
manos. Para facilitar su uso diario, podemos elegir texturas que hidraten además
de proteger del sol. Así nos acostumbraremos más fácilmente a usar el protector
solar, por ejemplo, como base para el maquillaje.
Una dieta equilibrada que aporte al organismo la hidratación y los nutrientes que
necesita para su regeneración y para luchar contra el estrés oxidativo ayuda a
mantener la piel sana.
Se recomienda incorporar a la dieta más frutas y verduras, legumbres y ácidos
grasos omega 3.
DESCANSAR
Los antioxidantes como las vitaminas, los polifenoles o las isoflavonas ayudan a
mantener la piel en buen estado. Es recomendable consultar con el médico,
quien indicará al paciente cuáles son sus carencias y las sustancias más
adecuadas en cada caso.