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Semiología - Signos y síntomas

Trastornos de la presentación y expresión

Reacciones al contacto con el profesional: Las personas pueden concurrir voluntariamente a


consulta pero en instituciones de Salud Mental públicas o privadas no es frecuente que ocurra así
sobre todo en internaciones. Esto condiciona una situación de resistencia que modifica –a veces
profundamente- el vínculo con el profesional. También esto depende del tipo de trastorno del
paciente
a. Normales y adecuadas a la situación vivida
b. Evasivas (paranoias – histerias – pericias – simuladores)
c. Negativistas (esquizofrenias – melancolías)
d. Indiferentes (histerias – retrasos mentales)
e. Hipercolaboración (manías – simuladores)
f. Seductoras (histerias – manías)
g. Manipuladoras (histerias – psicopatías)
h. Violentas (psicopatías – excitaciones y estados agitados – paranoias)
i. Pasivas (melancolías – retraso mental)

Vestimenta y ropajes:
a. Normal y adecuada a sexo y edad
b. Inadecuadas a sexo y edad (histerias – manías - travestismo)
c. Mezclas extravagantes y bizarras (esquizofrenias)
d. Desorden o desnudez (manías – retrasos mentales)
e. Desorden, desaseo y descuido (alcoholismo – otras adicciones)
f. Desgarrada o rota (diversos episodios de agitación violenta)

Mímica y gestualidad:

Hipermimias o mímicas exageradas manías


Hipermimias polarizadas crisis angustiosas
paranoias
delirios místicos
Hipomimias melancolías
confusión
negativismo esquizofrénico
estupor
Dismimias
1) mímicas paradojales esquizofrenias
1) mímicas reflejas o ecomimias retraso mental esquizofrenias
demencias
simulación

Trastornos psicomotores.

Agitación: Estados de crisis con movimientos desordenados y conductas agresivas,


amenazadoras, coléricas o impulsivas. En otros casos desorden conductual sin finalidad aparente.

a. Excitación psicomotriz: manías – alcoholismo - drogas – crisis angustiosas – crisis


ansiosas – esquizofrenias – alcoholismo – paranoias – histerias.
b. Impulsiones: Conductas compulsivas, frecuentemente violentas, con imposibilidad de
control voluntario. Delirios agudos – psicopatías – “raptus” suicidas
c. Estupor: Suspensión de la actividad motora, facies de perplejidad y amimia:
esquizofrenias (estupor catatónico) – histerias – epilepsias – neurosis traumáticas (estrés
agudo) – accesos melancólícos – estados confusionales.

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d. Paracinesias: Movimientos estereotipados, automáticos y reiterativos que reemplazan
la actividad normal: Demencias – retrasos mentales profundos – esquizofrenias crónicas con
deterioro.
e. Discinesias: Movimientos estereotipados o posturas rígidas en cuadros de
impregnación por medicación neuroléptica antipsicótica; Discinesias agudas con rigidez de
los músculos paravertebrales y del cuello, movimientos seudoparkinsonianos de las manos
(agitación de las manos – “contar billetes”) – dificultades en la articulación de la palabra por
rigidez de los músculos maxilares. Taquicinesias o hipercinesias: Incoercible necesidad de
movimiento. Acatisias: Imposibilidad de estar sentado o quieto. Todo lo anterior cesa con
medicación antiparkinsoniana o suspensión de la medicación.
f. Tics: Movimientos circunscriptos inevitables y reiterados, súbitos y rápidos. Se
desencadenan espontáneamente o por aumento de la ansiedad.

Trastornos de las conductas sociales

Conductas agresivas:
a. Impulsividad (ya definido): psicopatías – paranoias – alcoholismo y otras drogas
psicoactivas. No existen (psicopatías) o desaparecen por acción tóxica los frenos
inhibitorios normales y culturales.
b. Conductas antisociales: Trasgresión constante de las normas sociales: psicopatías.
Trasgresión tóxica: alcoholismo y otras drogas. No es infrecuente la combinación de
ambas..
c. Homicidios: Actos héteroagresivos a veces brutales y compulsivos: Delirios en fases
agudas – Psicopatías (“raptus” homicidas) – Intoxicación alcohólica aguda – psicosis
puerperales o del post-parto: agredir al recién nacido.

Conductas autoagresivas:
a. Suicidio: melancolías y esquizofrenias en fase de remisión sintomático pues el suicidio
requiere de la recuperación de ciertas capacidades instrumentales – paranoias – delirios
místicos (suicidio altruista) – síndromes predemenciales y demenciales.
b. Mutilaciones (esquizofrenias – psicopatías – retrasos mentales)
c. Tricotilomanía: (esquizofrenias – retraso mental)

Conductas disociales:
a. Exhibicionismo: perversiones – travestismo – retrasos mentales – demencias.
b. Robo compulsivo o cleptomanía: psicopatías y trastornos de la personalidad –
demencias – toxicomanías – epilepsias (estados de “ausencia”) Robos pueriles y compulsivos,
frecuentemente autoincriminatorios a diferencia del robo del delincuente.
c. Fugas: Abandonos súbitos e inmotivados de la residencia: psicopatías – demencias –
epilepsias.

Trastornos de la conciencia

Trastornos de la conciencia (desde los profundos hasta los más superficiales):


a. Coma: Abolición total de la conciencia. Enfermedades sistémicas terminales –
Traumatismos craneoencefálicos – Alcoholismo y otras drogas psicoactivos en cuadros de
intoxicación masiva.
b. Sopor: Estados similares al sueño profundo en que se pueden efectuar automáticamente
actividades habituales del enfermo (delirio ocupacional) Solo puede ser despertado mediante
estimulaciones intensas pero enseguida regresa al estado soporoso. Toxicomanías alcohólicas
y otras – epilepsias – tumores cerebrales – meningitis – psicofármacos en tentativas de
suicidio.
c. Estupor (ya definido): Epilepsias – histerias – neurosis traumáticas (estrés agudo o
TEPT: Trastorno por estrés postraumático)
d. Confusión mental: Desorientación temporal y espacial con falsos reconocimientos de
personas y lugares. Desorientación autopsíquica: Con respecto a sí mismo. Desorientación
alopsíquica: Con respecto a los demás. Intoxicaciones por fármacos en tentativas de suicidio –
Fases de comienzo de brotes psicóticos – Alcoholismo crónico (Síndrome de Korsakof ) y otras

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toxicomanías – Trastornos orgánicos cerebrales (encefalitis – meningitis) y sistémicos en, por
ejemplo, hiper o hipoglucemias en diabetes.
e. Obnubilación de la conciencia: Torpeza mental, falta de lucidez y claridad de las
percepciones internas y externas, incapacidad de elaboración cognitiva e intelectual. Se trata
generalmente de acción de tóxicos o sustancias psicoactivas o de cuadros orgánicos
cerebrales. Puede ocurrir en estados de intensa fatiga.
f. Reducción o estrechamiento del campo de la conciencia: Polarización de la
conciencia que queda “fijada” en algún contenido como en una suerte de fascinación de la
cual no puede desprenderse: Crisis emocionales intensas – paranoias.

Trastornos de la vigilancia: La vigilancia es la capacidad de estar activa y voluntariamente


atento.
a. Reducción del campo de la conciencia o conciencia polarizada: la conciencia queda
fijada, fascinada en un solo contenido. Histerias – Reacciones neuróticas aguas – Neurosis
traumáticas.
b. Estados crepusculares: Disminución de la lucidez, fallo en la síntesis perceptiva,
procesos cognitivos incompletos e ideación lenta y dificultosa. Demencias – Alcoholismo
crónico – Epilepsias.
c. Hipervigilancias: En accesos maníacos hipervigilancias “saltígradas” (va de un tema a
otro) e inconstantes. En paranoias por temor (a ser envenenado, atacado, etc). Drogas
psicoactivas
d. Hipovigilancias: Confusión mental – melancolías – estados de fatiga extrema.
e. Desorientación temporoespacial: Ver confusión mental

Trastornos de la atención: La atención es la capa de la conciencia de orientarse


voluntariamente hacia contenidos internos o situaciones externas. La euprosexia es la atención
normal
a. Hiperosexia: Manías – paranoias – drogas.
b. Hipoprosexias: Melancolías – demencias – estados tóxicos.
c. Aprosexias: Coma – estados soporosos.

Trastornos de la conciencia de sí mismo.

Trastornos del esquema corporal.


a. Lesiones neurológicas del lóbulo parietal del encéfalo
b. Esquizofrenias: Síndrome de Cotard: el cuerpo ha sido vaciado y los órganos no existen,
están podridos o malolientes.
c. Cenestopatías. Las cenestopatías (Dupré) son alteraciones de la sensibilidad local: el
paciente siente partes de su cuerpo deformadas, vacías, con vivencias no de dolor pero si
de molestia o rareza. Histerias – psicastenias – hipocondrías – algunos delirios.

La Despersonalización: Es la vivencia de extrañamiento de sí mismo o de no ser uno mismo,


estar cambiado, distinto, diferente al que antes era sin saber precisar porqué. Se habla de
desencarnación cuando se refiere al cuerpo; de desanimación cuando se refiere al psiquismo; de
verdadera despersonalización cuando la referencia es a ambos, de seudodespersonalizaciones en
simuladores o trastornos histriónicos.
Despersonalizaciones neuróticas:
a. Histerias
b. Crisis angustiosas y trastornos de pánico
c. Reacciones neuróticas agudas
d. Neurosis obsesivas - psicasténicas
Despersonalizaciones psicóticas:
a. Brotes delirantes
b. Fases de comienzo de esquizofrenias
Despersonalizaciones traumáticas:
a. Estrés agudo (TEPT)
b. Neurosis traumáticas o neurosis de guerra
Despersonalizaciones tóxicas:
a. Drogas psicotomiméticas (LSD – Mescalina _ Peyote)

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b. Alcoholismo patológico

Trastornos del Humor o Estado de Ánimo

Humor, estado de ánimo, afectividad o timia: Todos los anteriores términos han sido usados en
psicopatología para designar lo mismo (de lo cual todos tenemos una experiencia inmediata),
esto es, afectos, emociones y vivencias que caben entre los límites del placer-displacer, del odio y
el amor. Actualmente se impone la designación “humor”, traducción del inglés “mood” (Mood
Disorders del DSM-IV) En psicopatología nos remitimos a las siguientes formas de significación
clínica:
Humor depresivo:
a. Melancolías
b. Neurosis depresivas
c. Reacciones al estrés crónico
d. Fases de comienzo de psicosis o síndromes depresivos agregados en el curso de psicosis
esquizofrénicas o paranoides.
e. Psicopatías por tedio de la existencia
f. Abuso de medicación ansiolítica
Humor expansivo:
a. Manías
b. Delirios místicos y extáticos
c. Tóxicos
d. Fases de comienzo de esquizofrenias
Las indiferencias afectivas:
a. Esquizofrenias autistas
b. Melancolías en fases de desinterés y apatía
c. Demencias
d. Psicopatías por incapacidad de sentir.
Aplanamientos afectivos: Ausencia de manifestaciones afectivas en esquizofrenias.
Afectos embotados: Expresividad emocional restringida y reducida. Trastornos de personalidad
– Alcoholismo y otras drogas psicoactivas – Abuso de medicación ansiolítica – Psicopatías graves
- TEPT.
Afectos inapropiados o discordancias afectivas: Inadecuados a la situación vivida o
contradictorios entre lo verbalizado y la conducta. Esquizofrenias.
Afectos restringidos: Expresión emocional pobre y contenida. Grados leves de retraso mental –
Simuladores reticentes a aportar información
Afectos expansivos: Sobrevaloración y descontrol de los propios movimientos afectivos.
Afectos irritables: Humor sombrío y colérico. Manías explosivas y coléricas – Paranoias –
Psicopatías.
Incontinencia afectiva: Incapacidad de inhibir las manifestaciones anímicas. Demencias –
Retrasos mentales.
Labilidad afectiva: Oscilación súbita y cambiante de los afectos de escasa duración entre fase y
fase. Demencias – Retrasos mentales – Epilepsias.
Ambivalencias afectivas: Sentimientos contradictorios ante el objeto, oscilantes y transitivos, a
menudo extremos. Neurosis en general – Esquizofrenias (la ambivalencia afectiva era, para
Eugen Bleuler, uno de lo síntomas centrales de esquizofrenia)
Afectos extáticos: Extrema euforia placentera con inmovilidad y quietud en la visión arrobada
de Dios o la Virgen u otros similares. Delirios místicos – Fases místicas de paranoias y
esquizofrenias.
Afectos angustiosos: Vivencias penosas de incertidumbre y extremo displacer ante el pasado o
el futuro generadas en el presente por situaciones de pérdida inaceptables para el sujeto.
Siempre están presentes los llamados “concomitantes orgánicos” de la angustia: Opresión
precordial y epigástrica – Disnea o respiración dificultosa – Sudoración – Temor de muerte por
fallo orgánico súbito – Diarrea – Hormigueos en las extremidades o el cuerpo, calores o dolores,
etc. Neurosis – Fases de comienzo de psicosis delirantes o esquizofrénicas – Reacciones de pánico
homosexual.

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Moria o manía chistosa: El paciente refiere, uno tras otro, chistes pueriles o de subido tono
sexual u otros pero en un discurso interminable y descontextualizado en la situación vivida.
Manías o Trastornos Bipolares – Lesiones del lóbulo frontal del encéfalo.

Trastornos de la percepción

Ilusiones o percepciones deformadas:


La clásica definición de ilusión es “percepción deformada de un objeto real” y la formuló Magnan
en el siglo XIX. Esto es, que el objeto existe pero se lo percibe mal e incorrectamente..
a. Ilusiones catatímicas. Son aquellas en que un estado afectivo especial deforma la
percepción
b. Ilusiones por desatención
c. Ilusiones por fatiga
d. Pareidolias. Se le da forma a figuras en las nubes o se ve un rostro en la mancha de
humedad de la pared
e. Ilusiones infantiles normales. Se ven monstruos en la ropa de pies de la cama.

Las alucinaciones o falsas percepciones.


Clásicamente se las definió como “percepción sin objeto”. Después Henri Ey agregó “percepción
sin objeto a percibir” puesto que el alucinado percibe efectivamente algo (por ejemplo, voces o
imágenes) aunque estas no existan realmente. Se clasifican de acuerdo al área sensorial
afectada.
a. Alucinaciones auditivas o alucinaciones psíquicas: Se perciben voces “dentro de la
cabeza”, en el psiquismo. A veces claramente (voces dialogantes), en otras sin claridad.
Esquizofrenias – Delirios paranoides – Drogas psicoactivas - Alcoholismo – Brotes
delirantes (Bouffée Delirant) – Delirios místicos.
b. Alucinaciones auditivas o alucinaciones psicosensoriales: Se oyen voces “fuera de
la cabeza”, en el espacio externo con características similares a la percepción normal:
Esquizofrenias – Brotes delirantes y alucinatorios - Drogas psicotomiméticas – Alcoholismo
y otros estados tóxicos – Delirios místicos - Tumores cerebrales.
c. Alucinaciones olfativas y gustativas: Olores de podredumbre o relacionados con el
sexo – Gusto a veneno en las comidas: Paranoias – Esquizofrenias – Melancolías –
Brotes delirantes.
d. Alucinaciones táctiles y cenestésicas: Sensaciones de quemazón, de electricidad
superficiales, en la piel o bajo la piel – Cenestésicas relacionadas a la sexualidad: de
penetración sexual – de orgasmos – En los órganos internos: desaparecidos – extirpados,
inexistentes o podridos: Esquizofrenias – Melancolías – Delirios alucinatorios.
e. Alucinosis: Se designan así los fenómenos alucinatorios del Delirium Tremens alcohólico.
Zoopsias: Alimañas o insectos trepan por las paredes o por el cuerpo. Micropsias:
Personas diminutas corretean por la habitación. Macropsias: Figuras animalescas enormes
o coloreadas
f. Alucinaciones visuales: Existe un aforismo en psicopatología: “Toda alucinación visual
es de causa orgánica o tóxica hasta que se demuestre lo contrario”. Se pueden generar
por epilepsias, cuadros febriles y tóxicos o tumores del lóbulo temporal. Pero también
ocurren en psicosis alucinatorias, en esquizofrenias o en delirios místicos o por el uso de
drogas psicotomiméticas (drogas alucinógenas) Las imágenes pueden ser nítidas o
borrosas o consistir en destellos, luces o manchas
g. Alucinaciones extracampinas: En esquizofrenias el paciente puede percibir fuera de su
campo perceptivo normal, por ejemplo alguien a sus espaldas. La heatucoscopía o delirio
del sosías se percibe una imagen del propio cuerpo como “desdoblada” del propio, al lado
o a las espaldas. Se da en esquizofrenias.
h. Síndrome de automatismo mental de Clerambault: Eco del pensamiento: lo que el
sujeto piensa una voz lo repite. Robo del pensamiento: Una máquina le sustrae los
pensamientos o fenómenos similares. Comentarios del pensamiento: Voces que opinan
sobre los pensamientos. Todo puede acompañarse de movimientos “impuestos” en la
corporalidad o de sensaciones complejas de quemazón, penetración, electricidad, etc. Para
Kurt Schneider se trataba de signos evidentes (patognomómicos) de esquizofrenia pues
los estimaba “patopsicológicos”, esto es, deformación patológica del material psíquico que

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no aparecen nunca en la normalidad. Diferenciaba así lo patopsicológico de lo
psicopatológico, más cercano a la normalidad.
i. Alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas: Las primeras aparecen en el
“duermevela”, antes de dormir y pueden consistir en imágenes humanas al pié de la cama
u otras. Las segundas son similares pero ocurren al despertar. Pueden ocurrir en la
normalidad y suelen estar influidas por los acontecimientos del día.

Trastornos del pensamiento

Pensar es ordenar los procesos mentales de modo significativo, coherente y adecuado a finalidad
instrumental psíquica o conductual. Se trata de un proceso cognitivo en el que se integran ideas,
afectos, emociones, y recuerdos alrededor de la particular situación vivida.
Los contenidos del pensamiento son solo accesibles mediante el lenguaje y a partir de allí se
infieren en psicopatología no sólo en lo dicho sino también en lo omitido.

En psicopatología se distingue clásicamente entre trastornos de la forma o curso del pensamiento


y trastornos del contenido.

Trastornos del curso del pensamiento.


a. Taquipsiquia o pensamiento acelerado: Es típica de los accesos maníacos
(trastorno bipolar) Se traduce en una verborragia o logorrea que, en sus extremos o fuga de
ideas deviene incoherente. El proceso del pensar se acelera y precipitan ideas tras ideas sin
permanecer en ninguna salvo escaso tiempo (pensamiento saltígrado) También puede darse
en intoxicaciones anfetamínicas y, en menor medida, en estados ansiosos.
b. Bradipsiquia o pensamiento enlentecido: Propio de los estados melancólicos
(trastorno depresivo mayor) en los cuales aparece la “rumiación” depresiva con reiteración de
temas de ruina, culpa, indignidad, etc. El pensamiento escandido es un grado extremo de
enlentecimiento en el cual tras largos silencios se musitan una o dos palabras. En la confusión
mental pueda haber pensamiento lento pero por dificultad de síntesis.
c. Pensamiento prolijo: El sujeto se detiene en el relato interminable de detalles
secundarios e irrelevantes de modo tal que resulta carente de coherencia y difícil de seguir.
En epilepsias y demencias o cuando se elude algún tema central ansiógeno
d. Pensamiento perseverante: Se repiten palabras o frases cortas como “muletilla” que
se intercalan constantemente en el relato que de este modo pierde plasticidad. En otros casos
se repiten las preguntas o las últimas palabras del profesional. En epilepsias, confusiones
mentales o estados de retraso mental..
e. Pensamiento estereotipado: Propio de esquizofrenias crónicas en donde se
acompaña de estereotipias de movimiento o corporales. Se reiteran temas de pobre
contenido. Una variante es la verbigeración que es una reiteración de frases en el contexto de
un relato pobre pero desprovistas de carga afectiva.
f. Pensamiento interceptado: El paciente interrumpe bruscamente su discurso y queda
como “suspendido” y ausente y su rostro refleja la atención prestada a voces internas o
externas. Continúa con el mismo tema o con otro. Sucede en delirios alucinatorios y
esquizofrenias.
g. Pensamiento disgregado: En esquizofrenias cuando falta la función de síntesis del
Ego pero también en demencias o fases finales del alcoholismo crónico. El relato es
incoherente y no sigue ninguna idea directriz sino que aparecen fragmentos de ideas,
verdaderas ruinas psíquicas sin sentido alguno.
h. Neologismos: El paciente expresa palabras inventadas por él y de significado oscuro e
inaccesible para los demás. Puede llegar a la creación de verdaderos lenguajes neológicos.

Trastornos del contenido del pensamiento:


a. Las ideas fijas: Se trata de ideas que se imponen con tal pregnancia que el sujeto
no puede abandonarlas tendiendo a invadir (y paralizar) el resto del psiquismo.
Aparecen en situaciones de pérdida afectiva (el objeto perdido) – estados
melancólicos (ideas de ruina y perjuicio) Cuando es excluyente de toda otra idea

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hablamos de monoideismo. En grados extremos (delirios querulantes y pleitistas
– delirios de celos) se las conoce como ideas prevalentes
b. Las ideas sobrevaloradas: Similares a las anteriores pero se refieren a sectores
circunscriptos de la personalidad o del mundo en general. Engrandecer
desmesuradamente los propios logros (personalidades narcicistas o psicopáticas) o
una causa religiosa o política (personalidades dependientes) No invaden el resto del
psiquismo lo que las diferencia de las ideas fijas.
c. Las ideas obsesivas o anankásticas (del griego anankhe: destino
inexorable): Ideas que se imponen al psiquismo pese a su carácter desagradable
e, incluso, intolerable. El paciente las reconoce como absurdas pero no las puede
evitar y lucha penosamente contra ellas. Se distinguen: Obsesiones ideativas:
Saturan el pensamiento e impiden otras actividades pensante. Puede tratarse de
aritmomanías (números o fórmulas matemáticas; de onomatomanías (palabras)
o de temas religiosos o místicos.
d. Obsesiones fóbicas: Miedo constante e inevitable a situaciones que el paciente
reconoce como absurdas pero no puede evitar: Neurosis Fóbicas y Obsesivas
e. Obsesiones y fobias impulsivas: El paciente no puede dejar de pensar en actos
que teme, impulsivamente, cometer: Insultar en la misa – arrojarse por la ventana,
etc. Neurosis fóbicas y obsesivas.
f. Fobias: Ideas angustiosas reconocidamente referidas a situaciones en sí mismas
no temibles pero que el paciente no puede evitar pero que desaparecen en
ausencia del objeto temido o apelando a conductas evitativas.
g. Ideas delirantes: Más que un trastorno puro de las ideas se trata de un complejo
vivencial ideativo-afectivo y alucinatorio. No es un mero trastorno de las ideas
excepto en fases crónicas de empobrecimiento (delirios encapsulados). Se
fundamentan en la convicción delirante, idea irrebatible y resistente a todo
razonamiento que el sujeto sostiene pese a su irrealidad evidente (un aparato de
influencia que roba sus pensamientos, como ejemplo). Es solitaria y poco
comunicable. Es una convicción privada y privativa acerca de sí mismo y del mundo
(Scharfetter 1979). Refiere a contenidos poco o nada verosímiles. Se trata de ideas
falsas sostenidas negando toda evidencia y la realidad (Lemperiere y Feline 1979).

Los temas delirantes:


a. La persecución: Prima el fenómeno de la interpretación delirante. El paciente
entiende hechos reales con un sentido autoreferencial y de perjuicio. Le “han
hecho” algo (fenómeno de lo hecho); le “han puesto” algo (fenómeno de lo
puesto) o se han armado vastas confabulaciones internacionales en contra de
él (delirios expansivos) Esquizofrenias – Paranoias – Brotes delirantes –
Delirios secundarios a intoxicaciones por sustancias psicoactivas.
b. Los delirios megalomaníacos o de grandeza: Pueden tomar la forma de
delirios de filiación (el sujeto es hijo no reconocido de personajes famosos);
de riqueza en donde dispone de cantidades incalculables de dinero con ciertos
objetivos; de descubrimientos fabulosos. Requieren de diagnósticos
diferenciales con accesos maníacos.
c. Los delirios de influencia: los espiritistas o máquinas de influencia le sustraen
los pensamientos; fuerzas ocultas le obligan a hacer cosas; en los delirios
telepáticos le transmiten instrucciones.
d. Los delirios erotomaníacos: En climas de gran excitación sexual se sienten
sensaciones orgásmicas, penetraciones profundas, placeres inefables con
amantes infatigables. No es infrecuente la asociación con delirios místicos por el
tema de la culpa relacionado a la sexualidad: Dios los ha de redimir, todo es
una ofrenda de amor, etc.
e. Los delirios celotípicos: Es uno de los delirios donde la convicción delirante se
manifiesta con más fuerza: Otro (la “otra persona”) se acuesta con su pareja y
teje manipulaciones para perjudicar la relación. Las interpretaciones delirantes
son muy frecuentes y casi la regla. Todo es entendido en función del delirio. El
celotípico delirante es un perseguidor de sus propias fantasias. Freud ya
estableció las relaciones entre celotipia y homosexualidad inconsciente. Suelen

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solazarse en interrogatorios minuciosos acerca de “que le hizo el otro y como se
lo hacía”.
f. Los delirios místicos: Contactos directos con Dios; voces que anuncian una
misión celestial de redención de la humanidad; fenómenos alucinatorios de
visión de la corte celestial. Se designan como delirios extáticos aquellos en
que el sujeto permanece perplejo en la contemplación de sus imágenes
alucinatorias.
g. Los delirios de perjuicio y ruina: Propios de las depresiones melancólicas. El
paciente es indigno, merece todo lo malo que le ocurra y aún más, tiene la
culpa de todo, su familia se arruinará y quedará en la miseria, etc.
g. Los delirios de negación de órgano (Síndrome de Cotard): Órganos internos
están congelados o putrefactos, no existen ya, han sido extirpados. En
esquizofrenias graves.

Trastornos de la memoria (Trastornos mnésicos)

La memoria implica dos funciones esenciales: a. La capacidad de fijación o notación; b. La


capacidad de evocación o reproducción. Por la primera se incorporan a la memoria nuevas
experiencias; por la segunda pueden traerse al presente datos del pasado. Las alteraciones de la
memoria pueden ser cualitativas y se designan como disenmesias o cuantitativas o hipomnesias
o amnesias. Las hipermnesias son raras y de escaso interés psicopatológico.
a. Amnesias anterógradas o de fijación: Fallos en la memoria de fijación actual:
Estados confusionales – estuporosos – de obnubilación de la conciencia –
Psicosindrome orgánico de las demencias – Síndrome de Korsakov alcohólico.
b. Amnesias retrógradas o de conservación: Fallos en la evocación de recuerdos:
Demencias y otros estados seniles – Amnesias lacunares (recuerdos inexistentes
por períodos breves de tiempo o a veces –traumatismos craneoencefálicos- más
prolongados). También en estados crepusculares epilépticos o histéricos o en la
intoxicación alcohólica masiva, en donde hay olvido del período de borrachera y el
sujeto no recuerdo nada al despertar. Esta forma se designa como palimpsesto y
es de importancia legal. Amnesias Psicógenas: Olvido selectivo de ciertos temas
por efectos de represión.
c. Disemnesias: Delirio ecméstico: El paciente delira con falsos recuerdos de su
pasado. Confabulaciones mnésicas: recuerdos engañosos con que el sujeto
rellena sus lagunas mnésicas. Se da en el Síndrome de KorsaKov. Ocurrencias
delirantes mnésicas: Algún recuerdo cierto del pasado es interpretado en el
presente de modo delirante.
d. Hipermnesias: De escaso interés psicopatológico. Puede suceder en situaciones
de riesgo de muerte (ver pasar “una película de la vida)

Trastornos del juicio

Estos trastornos se refieren, en psicopatología, fundamentalmente al juicio de realidad que es


capaz de formular el paciente. Tiene importancia legal. Si se ubica en la situación vivida, la
falsea, la ignora o la interpreta de un modo delirante.
a. Carencias de juicio: En los estados estuporosos, soporosos o en la confusión mental y
otros de obnubilación de la conciencia.
b. En estados demenciales: Insuficiencia del juicio de realidad por psicosindrome orgánico
y daño cerebral.
c. En esquizofrenias: El “racionalismo mórbido” (Minokowski) destaca una razonamiento
frío, sin carga afectiva pero coherente pero sobre fundamentos delirantes
d. En Psicopatías: La alteración del juicio se funda en tendencias profundas que
distorsionan la percepción de la realidad. La violencia y la agresividad son habituales aún
en contra de sus propios intereses.
e. En Neurosis: Las pulsiones inconscientes deforman la percepción de la realidad y el
sujeto “arma” su propia realidad y acomoda los datos de la misma en función de esas
pulsiones que reprime e ignora. No es infrecuente la combinación con rasgos psicopáticos
y manipulatorios sobre todo en histerias.

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