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MATERIA: Ecología II – SEMESTRE: II/2015

ACTIVIDAD: Dispositivo académico Elaboración de Proyectos: Mi utopía 2065


TAREA: Diagnóstico de la situación biológica – ambiental – ecológica actual de la sociedad en la que vivimos
hoy en día (mi ciudad – mi región (región andina de Bolivia – Sudamérica) – mi planeta)
FECHA: Sep.18.15.Vie.

DIAGNOSTICO DE LA SITUACIÓN BIOLÓGICA – AMBIENTAL – ECOLÓGICA


ACTUAL

DEFORESTACIÓN
La primera consecuencia de la deforestación es la destrucción del hábitat. Muchas especies distintas de plantas
y animales viven en los bosques y, al ser destruidos, también se elimina el hábitat y los seres vivientes pierden
su hogar. Por ejemplo, algunas aves como los pájaros carpinteros, que están acostumbrados a la humedad del
suelo y construyen nidos y viven en los árboles o las plantas que buscan la sombra, podrían verse expuestos a la
totalidad de la luz del sol y el desecamiento rápido de la tierra. Los organismos que son incapaces de competir
o sobrevivir en estas condiciones alteradas podrían morir y, los demás organismos que dependan de las especies
en extinción como fuente de alimentos también terminarían muertos. Según "Medio ambiente esencial", la
destrucción del hábitat es una de las causas principales que contribuye a la desaparición de la vida salvaje.
A niveles:

LOCAL

En la ciudad de la paz las áreas verdes no son muy cuidadas, los arboles alrededor de la ciudad no son
cuidados, y por la causa de contaminación es que el gobierno autónomo de la paz lanza campañas para la
reforestación que trata de plantar un árbol por persona.

REGIONAL

Superficies de repetitividad de quemas e incendios en Bolivia por departamento, monitoreo desde 2000 hasta
2010.

Los bosques de tierras bajas y los Yungas de La Paz ocupan cerca de 499.622 kilómetros cuadrados (Km2),
representando el 45 por ciento de la superficie de Bolivia. Los últimos diez años se redujo la deforestación en el
departamento de La Paz, que se mantiene como la tercera región con más hectáreas de bosque, con el 12 por
ciento, después de Beni y Santa Cruz.

La Paz tiene más regiones boscosas que Cochabamba y Pando, debido a las áreas protegidas que posee: el
Parque Nacional Madidi, Apolobamba, el Parque Nacional Cotapata y comparte con el Beni la reserva Pilón
Lajas.
Los mayores niveles de deforestación se encuentran en Cotapata, Apolobamba y Madidi, aunque en muy poca
medida, al igual que en el sector compartido con el departamento del Beni.
En 1990, La Paz tenía 6.430.573 hectáreas de bosque, en 2000 bajó a 6.380.524 y finalmente en 2010 recuperó
el tercer lugar con 6.403.756 hectáreas. La deforestación en el primer período subió a 105.857 hectáreas, se
incrementó en 2000 a 144.276 y en 2010 cayó a 118.832 hectáreas.
Respecto a la regeneración de bosque, el departamento de La Paz estaba entre los más bajos con 41.321
hectáreas, subió en 2000 a 49.520 y en 2010 registró un salto en casi 281 mil hectáreas de bosque reforestadas.
 NIVEL MUNDIAL

Hace unos 10.000 años la mitad de la superficie del planeta estaba cubierta por bosques. Debido a la acción del
hombre cada semana desaparece, a nivel mundial, una superficie forestal superior al equivalente a 325.000
campos de fútbol. La superficie de bosques existente en el mundo es de 3.870 millones de hectáreas, de acuerdo
con un informe del 2001 de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
sobre Situación de los Bosques del Mundo.

Cada año se pierden 14,2 millones de hectáreas a causa de la deforestación, y se plantan 5,2 millones, lo cual
implica una disminución neta anual de 9,4 millones de hectáreas. En la actualidad ya se han perdido la mitad
del total de la masa forestal mundial, estando protegido menos del 6% de los bosques del mundo. A su vez, la
pérdida de bosques genera 2.000 millones de toneladas de CO2 al año, representando la deforestación el 25 por
ciento del total de las emisiones de bióxido de carbono (CO2), uno de los gases que producen el efecto
invernadero.
Cerca del 78% de los bosques primarios (bosques originales del planeta que no han sido transformados o
alterados por la actividad humana industrial y que albergan, al menos, la mitad de las especies de plantas y
animales terrestres del mundo, muchas de las cuales todavía no han sido descubiertas por la ciencia) han sido
ya destruidos y el 22% restante están amenazados por la extracción de madera, la conversión a otros usos como
la agricultura y la ganadería, la especulación, la minería, los grandes embalses, las carreteras y las pistas
forestales, el crecimiento demográfico y el cambio climático. El 55% de la madera que se extrae anualmente se
usa como combustible, ya sea leña o para producir carbón vegetal. Cerca de 2.000 millones de personas
dependen de la leña y el carbón vegetal como fuente principal de combustible.

Situación de la masa forestal mundial.


En marrón: superficie boscosa perdida.
En verde: superficie boscosa que permanece…
Según el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) el comercio de madera es sin duda la causa principal de la
pérdida de bosques, no sólo en los trópicos, sino también en los países templados y boreales que todavía tienen
importantes bosques autóctonos. Afecta a más del 70% de los bosques primarios del planeta. En 1998 se
consumieron 294 millones de toneladas de papel y cartón, lo que representa un consumo anual por habitante de
50 kilogramos en el mundo, aunque el consumo en muchos países africanos no llegó ni a 1 kilogramo por
habitante, cifra muy alejada de los 330 kilos del norteamericano medio o los 135 kilos de España. Estados
Unidos, Europa Occidental y Japón, que representan menos del 15% de la población mundial, consumen el
66% del papel y cartón.

Cada tonelada de papel reciclado evita la tala de una docena de árboles, ahorra energía (de 0,25 a 0,4 toneladas
equivalentes de petróleo), agua y contaminación; en general supone una mejora notable sobre la obtención de
papel a partir de pasta virgen, pero el reciclaje también tiene un cierto impacto ambiental. Además, el papel
puede ser reciclado varias veces (de 3 a 15 veces, según procesos y productos) pero no indefinidamente, al ir
perdiendo calidad y ser necesario añadir una cantidad mayor o menor de fibras vírgenes.
No toda la deforestación es consecuencia de la intencionalidad. Alguna es causa de factores humanos y
naturales como los incendios forestales y el pastoreo intensivo, que puede inhibir el crecimiento de nuevos
brotes de árboles.
La deforestación tiene muchos efectos negativos para el medio ambiente. El impacto más dramático es la
pérdida del hábitat de millones de especies. Setenta por ciento de los animales y plantas habitan los bosques de
la Tierra y muchos no pueden sobrevivir la deforestación que destruye su medio.
La deforestación es también un factor coadyuvante del cambio climático. Los suelos de los bosques son
húmedos, pero sin la protección de la cubierta arbórea, se secan rápidamente. Los árboles también ayudan a
perpetuar el ciclo hidrológico devolviendo el vapor de agua a la atmósfera. Sin árboles que desempeñen ese
papel, muchas selvas y bosques pueden convertirse rápidamente en áridos desiertos de tierra yerma.

PROBLEMAS DE SUELO
El suelo es un recurso natural que corresponde a la capa superior de la corteza terrestre. Contiene agua y
elementos nutritivos que los seres vivos utilizan. El suelo es vital, ya que el ser humano depende de él para la
producción de alimentos, la crianza de animales, la plantación de árboles, la obtención de agua y de algunos
recursos minerales, entre otras cosas. En él se apoyan y nutren las plantas en su crecimiento y condiciona, por
lo tanto, todo el desarrollo del ecosistema .

 NIVEL LOCAL

En la ciudad de La Paz la urbanización el avance y crecimiento de las ciudades y la edificación de nuevas


poblaciones, las que generalmente se ubican sobre suelo fértil. De esta forma se pierde el mejor suelo agrícola,
se impide la recarga de los depósitos de agua subterránea y se destruye mucha microflora y micro fauna que
vive en el suelo. Una gran parte de los suelos con alto potencial agrícola de muchos países se encuentran dentro
de límites urbanos y el rápido crecimiento de las urbes amenaza las tierras.

 NIVEL REGIONAL
En la región tropical de los departamentos de Santa Cruz, La Paz, Beni y Cochabamba, la deforestación de
bosques, el monocultivo y la intensificación de cultivos de coca son la principal problemática que enfrenta la
región. Ante esta situación las alternativas propuestas están orientadas a la producción de cultivos asociados
para el autoconsumo, y solo los excedentes para el mercado.

Las alternativas pasan inicialmente por reducir los cultivos excedentarios de coca en La Paz y Cochabamba,
diversificar la producción en Santa Cruz, e implementar la asociación de cultivos en Beni y Santa Cruz.

En la región altiplánica en los departamentos de La Paz, Sucre, Cochabamba y Oruro, los suelos carentes de
fertilidad tienen una doble presión ocasionados por el monocultivo de quinua y papa, y la degradación de
suelos a causa de fenómenos naturales.

En esta región la pérdida de material genético es una de las consecuencias más evidentes. Según datos del
Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) en Bolivia, en el último tiempo solo se
cultiva 25 variedades de papa, existiendo un potencial productivo de más de 1.555 variedades.

 NIVEL MUNDIAL

Hoy en día el crecimiento rápido de la población mundial, con mayores demandas de comida y agua, provoca
mayores influencias del hombre sobre el suelo, tanto que a través de la expansión y de la intensificación de
actividades agrícolas como por el crecimiento del número y tamaño de áreas pobladas e infraestructuras
asociadas. Se estima que a lo largo de la historia de 1/3 a ½ de la superficie de la tierra han sido transformadas
por actividades humanas, en especial a través de la agricultura. Alrededor de un 12% de la superficie de la
tierra a nivel mundial está bajo cultivo permanente. Aparte de la agricultura, la tendencia mundial hacia la
urbanización, deriva del incremento de la población y de la creciente emigración de la población rural hacia las
ciudades, hace que áreas crecientes de tierras agrícolas, en especial de países industrializados, sean convertidos
en áreas urbanas. La principal consecuencia es un descenso en las limitadas reservas de tierras arables,
incremento de desarrollos agrícolas en nuevas tierras con climas y topografía menos favorable.

El resultado, aparte de la degradación de suelos y tierras es un descenso de la disponibilidad de agua de buena


calidad para cubrir necesidades agrícolas, urbanas e industriales, y un descenso de la diversidad biológica. A
nivel mundial estos problemas pueden conducir a consecuencias dramáticas ambientales, sociales y
económicas, en que países pobres en desarrollo se manifiesten a través de descensos en la producción de
alimentos, incremento en la pobreza y necesidad de emigrar.

Efectos
Causas de la degradación

El bosque es sustituido por


Disminución y degradación de la cobertura vegetal formaciones secundarias de arbustos y
natural. matorral. El suelo menos rugoso o desnudo
es más vulnerable a la erosión.
Pérdida de fertilidad: Física (peor estructura);
química (disminuye poder amortiguador e
Reducción en el contenido en materia orgánica.
intercambio iónico) y biológico (sustento de
organismos).
Alteraciones en la evolución de la materia
Disminución de los organismos del suelo
orgánica, edafización y fijación del nitrógeno
Reducción excesiva de la biomasa y pérdida de Invasión de especies vegetales específicas de
biodiversidad natural. suelos degradados.
Aceleración de la erosión del suelo tanto causada por Erosiones hídrica y eólica, como
el agua como por el viento, por alteración del suelo y consecuencia de la menor cobertura vegetal
vegetación.
Disminución de la porosidad, de la capacidad
Compactación del suelo, por el uso de maquinaria o
de infiltración y de la capacidad de retención
labores inadecuadas, o sobre pastoreo.
de humedad
Deterioro, incluso pérdida, de la estabilidad
Se incrementa los valores de las escorrentías
estructural del suelo y tendencia a la formación de
superficiales y su potencial erosivo.
costras.
Transferencias de materiales edáficos y nutrientes de Eliminación de los horizontes superficiales
las partes altas de las laderas a las bajas. en las partes elevadas de las laderas.
La acumulación puede convertir en
Acumulación de sedimentos y nutrientes al pie de las
improductivo el suelo cubierto, o puede
laderas, vaguadas, lechos fluviales y embalses.
colmatar embalses.
Aumento de la pedregosidad por transporte de los El suelo puede llegar incluso a quedar
materiales más fino del suelo. cubierto en superficie totalmente de piedras.
Deja patente en el paisaje un vistoso mosaico
de colores, por truncamiento de los
Disminución del espesor del perfil edáfico. Incluso
horizontes superiores. Pérdida de suelo fértil
puede aflorar en superficie el material parental.
en las zonas altas. Alteración de la
infiltración en el perfil edáfico.
Pérdida de los materiales más finos superficiales. Presencia de columnas, pedestales y
Pérdida de la base de sustentación de las raíces de las montículos de erosión. En árboles pueden
plantas. aparecer las raíces al aire.
Incisiones de diversa magnitud en el terreno. Surcos, cárcavas, y barrancos.
Hundimientos y socavones por remoción Subfusión o piping.
y evacuación de material por conductos debajo del
suelo
Contaminación del suelo. Salinización y Perdida de fertilidad. Contaminación de
alcalinización del suelo. Acidificación. aguas superficiales y acuíferos.
Ocupación del suelo por obras e infraestructuras. Pérdida horizontal de suelo fértil
Pérdida de biodiversidad y de suelo fértil.
Incendios forestales provocados Alteración del equilibrio en el ecosistema
edáfico.
Reduce la capacidad de almacenamiento de
agua en el suelo y agravar los efectos de la
Perturbación en la regulación del ciclo hidrológico.
sequía. Puede haber mayores riesgos por
inundación y avenidas.
Reducción del agua disponible debido a la
alteración del ciclo hidrológico y a la
Degradación de los recursos hídricos. sobreexplotación de acuíferos. Desaparición
de fuentes y manantiales y de los humedales
y fauna a ellos asociados

PROBLEMÁTICA DEL USO DEL AGUA


 NIVEL LOCAL Y REGIONAL

En la ciudad de La Paz, los ríos son el alcantarillado natural y por lo mismo tienen un alto grado de
contaminación. En primer lugar, los desechos domésticos: aguas negras y servidas, sólidos orgánicos
biodegradables (estos últimos que suman 140 toneladas diarias no recogidas por el servicio municipal), son una
de las principales fuentes de contaminación de las aguas. (Morales, 1995, 86).

Se estima que la contaminación orgánica generada por la ciudad de La Paz es de 16.070 Ton/año de las cuales
el 92% es vertido a los ríos que desembocan al Choqueyapu. Se estima que un 3.0% de los residuos sólidos que
son generados en la ciudad, son también lanzados a los afluentes del río.

Como resultado del uso doméstico del agua en las viviendas y servicios propios de la ciudad, se vierte al río
Choqueyapu 700 mil litros de materias en suspensión, 42 mil litros de materia orgánica y 7 mil litros de
nutrientes, en una relación per cápita de 100 g. ha./día de materias de suspensión, 60 g. hab./día de materia
orgánica, 1O g. hab/ día de nutrientes. Además de las bacterias, virus y sales disueltas que contienen las aguas
servidas (H.A.M. 1991).

Las zonas no cubiertas por el servicio de recojo de basura, son aquellas de una población de bajos ingresos y
zonas donde la accesibilidad vehicular está restringida por las altas pendientes y quebradas.
Los desechos industriales y particularmente los desechos de las industrias alimentarias (industrias textiles, de
cuero, de papel y sustancias químicas, por un lado, y por otro, industrias alimentarias incluido el matadero)
generan altos grados de contaminación de las aguas de la ciudad.

De acuerdo al registro de la Cámara Nacional de Industrias, los establecimientos industriales en la ciudad de La


Paz alcanzan a 204, sin incluir los establecimientos pequeños que corresponden a las microempresas y, son de
los siguientes tipos:

Virtualmente el 70% de las industrias existentes en la ciudad de La Paz, vierten sus residuos directamente a los
ríos sin tratamiento alguno a través de las alcantarillas.

Además de los afluentes industriales de la ciudad de La Paz, se han detectado la presencia de ácidos, álcalis,
grasa y agentes espumantes que son la causa del 56% de la contaminación del río Choqueyapu, es decir la
contaminación industrial equivalente a más de la que produce la población de La Paz. (UMSA, 1990).

Las fábricas de ladrillos y los talleres de reparación de baterías que despiden residuos con alto contenido de
plomo, junto con los cadáveres de los animales, son también factores de contaminación ambiental importantes.

Por último, los desechos hospitalarios: residuos de material quirúrgico (gasas, vendas, algodones, etc.)
excretas de enfermos, desperdicios de comidas, aguas servidas, líquidos corporales y medicamentos,
contribuyen a la contaminación de las aguas de la ciudad.

El río Choqueyapu, recibe en definitiva toda la carga de la ciudad que se traduce en 500 mil litros de orina, 200
toneladas de excretas, parte de las 140 toneladas de basura no recogidas, residuos líquidos y sólidos de las
industrias, desechos hospitalarios etc. (Mendizábal, 1990, 55).

El río Choqueyapu es el principal colector de aguas de la ciudad de La Paz, cuya longitud en la zona urbanizada
es de 25 km. de los cuales 15 km. están canalizados (12 abiertos y 3 cerrados). El curso superior e inferior no
está canalizado.

Al río confluyen alrededor de 20 ríos canalizados con una longitud de 50 Km. Entre los principales ríos se
encuentran el Achachicala, Orckojahuira, lrpavi y Achumani.

Las funciones que cumple el río son las siguientes:


-En su curso superior, el río Choqueyapu se constituye en fuente de abastecimiento parcial de agua, previo
tratamiento de la planta de Achachicala.

-Continuando su curso hacia el sur, el río se ha convertido en una gran alcantarilla abierta que recibe los
afluentes de la actividad industrial y doméstica, además de una parte de la basura urbana. - En su curso inferior,
las aguas del río Choqueyapu son aprovechadas para el riego.

Las turbulencias ocasionadas en la pendiente del norte a sur facilitan la aireación de las aguas del río
Choqueyapu, sin embargo, este proceso de auto purificación se hace crítico en períodos de mínima
precipitación y de estiaje. En la actualidad el río Choqueyapu tiene una constante de oxigenación relativamente
alta y una re oxigenación bastante lenta, no obstante que existe un de nivel de 1.000 mts. En su recorrido
(H.A.M., 1992).

En vista que el río Choqueyapu y sus afluentes han reducido su capacidad natural de auto purificación, se han
planteado alternativas para la reducción de las cargas contaminantes a través de la implementación de tanques
de lmholb o la simple sedimentación. La Misión Técnica Japonesa propuso a la H.A.M. la construcción de una
planta de tratamiento en la zona de Aranjuez, para la remoción de las cargas orgánicas expresadas en la
Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) del orden de 85% al 95%. La planta estaría compuesta de unidades
de debaste, sedimentación, desarmadores, tanques de aireación, coloración y bombeo de lodos.

Otra alternativa viable, sería la utilización de la totora para descontaminar el río, por cuanto esta planta asimila
iones metálicos como el potasio, nitrógeno, calcio, fósforo, manganeso, zinc, cobre e incluso el plomo en
pequeñas cantidades. Este vegetal también neutraliza el pH. Del agua y elimina bacterias patógenas.

En el caso de la ciudad de La Paz, el proceso de re aireación, es insuficiente para reducir la demanda de


oxígeno, como consecuencia del incremento de descargas con alta cantidad de materia orgánica.
Consecuentemente la capacidad de autodepuración del río Choqueyapu, que reúne al resto de los ríos de la
ciudad, es cada vez más débil, necesitándose cada vez más tiempo y distancia. Hace años la recuperación se
producía en Río Abajo, actualmente se estima que la depuración recién se produce en Alto Beni.

 NIVEL MUNDIAL

El agua salada del mar representa el 97% de las reservas del planeta, mientras que las aguas superficiales (ríos
y lagos) y subterráneas representan el 1 % con el agravante de que el hombre ha ido sistemáticamente
contaminando este raro recurso de agua dulce.

En los países industrializados, las necesidades domésticas de agua son del orden de 150 litros por habitante día
(20% wc., 40% baños de regadera, 22% lavado de ropa y trastos, y 19% otros usos: riego, cocina, bebida, etc.)
Sumando las necesidades comunales (escuelas, hospitales, limpieza de calles, jardines, etc.), la demanda de
litros por día habitante llegaría a 200.

Se estima que el 80% de las contaminaciones del mar provienen de la tierra a través de los ríos, las emisiones
costeras y la atmósfera. Una de las contaminaciones más importantes es la orgánica, que producen las
ciudades y las industrias que trabajan con productos naturales y las empresas agroalimentarias.

El procedimiento de depuración de las materias orgánicas en las plantas creadas para este propósito, consiste en
proporcionables oxígeno artificialmente mediante insuflación o movimiento de aguas, para que actúen las
bacterias que precisamente depuran las materias orgánicas. En el tratamiento, posteriormente se degradan las
bacterias y se devuelven las aguas al río con el objeto de preservarlo de la contaminación.

Una otra forma de contaminación de las aguas es la tóxica, que proviene de las industrias y sobre todo de
las industrias químicas.
Los metales pesados como el plomo, cadmio y mercurio, con graves consecuencias neurológicas para el ser
humano, y los insecticidas y herbicidas, principalmente el DDT, son productos tóxicos que actúan a corto y
largo plazo, contaminando las aguas con emisiones directas, por transporte atmosférico y por el lavado de los
suelos y vegetales contaminados con pesticidas.

La toxicidad puede quedar atrapada en sedimentos y liberarse después de mucho tiempo. Existe también la
llamada bioacumulación, cuando algunas especies vivas concentran los tóxicos en su organismo, causando
trastornos en la cadena alimentaria posterior. Es clásico el ejemplo de los pelícanos americanos que murieron
en la década de los 60 por comer peces contaminados con DDT.

Las aguas se cargan con materias en suspensión, con partículas de la erosión de los suelos y con las
emisiones artificiales de las ciudades e industrias. Enturbian el agua también otras formas de contaminación, es
el caso de las lluvias que lavan terrenos, caminos, techos y alcantarillas que acarrean considerables materias en
suspensión.

Los nitratos y fosfatos en el agua, que son materias nutritivas pueden contribuirá una contaminación. En
efecto, el exceso de nutrientes favorece a una explosión de algas que pronto se descomponen y consumen
cantidades enormes de oxígeno y, el agua sin oxígeno se transforma en el asiento de fermentaciones y
putrefacciones.

Los fosfatos provenientes de los desechos humanos, detergentes, centros industriales y agrícolas y los nitratos
provenientes esencialmente de los abonos de la agricultura y del estiércol de los animales de la ganadería
intensiva, contribuyen directamente a la contaminación. Del mismo modo las emisiones urbanas están muy
cargadas de nitrógeno por la orina y por las fábricas que aportan fertilizantes y petroquímicos.

La contaminación bacteriana, se daba y se da todavía en la cohabitación en el mismo lugar de pozos negros


de desechos con pozos de agua para el consumo humano.

La proximidad que existe entre los pozos negros, cámaras sépticas, pozos absorbentes, y los pozos cavados para
la extracción del agua, pueden fatalmente contaminar el agua consumida, aumentando la mortalidad y la
morbilidad de la población.

Por último, la contaminación llamada térmica, se refieren a las aguas de refrigeración que calientes se
eliminan directamente a los ríos y desagües, causando directamente consecuencias sobre la vida de algunas
especies animales y vegetales y, permitiendo una intensa actividad bacteriana.
CAZA EXCESIVA
 NIVEL LOCAL

En la ciudad de La Paz, el problema abundante seria la crianza y saqueo excesivo de los peces para el consumo
de la población, ya que a lo largo de los años, los criaderos fueron desapareciendo por el simple hecho que ya
no tenían mas pescado, ese llegaría a ser otro prueba de las extinciones y desapariciones de animales a causa
por el hombre.

 NIVEL REGIONAL

La exterminación del jaguar que es un animal Solitario por naturaleza y principalmente nocturno. Es el único
felino de Sudamérica que ruge, es buen nadador y trepa a los árboles con facilidad. Los diseños de las manchas
de la piel son patrones de identificación para cada individuo;la coloración más común es amarilla rojiza con
manchas negras sin embargo existen otros con un color pardo. Son muy activos durante la noche, aunque no es
extraño verlos por el día. Frecuenta las orillas de los ríos y otros depósitos de agua dulce. Usualmente las
madres tienen de 1 a 4 cachorros después de un período de gestación de unos 100 días.

Son animales carnívoros, se alimentan de animales grandes incluyendo tapires, caimanes y otros animales, su
dieta varía de acuerdo a la disponibilidad de alimento.

Viven en bosques húmedos tropicales, bosques secos pantanos, pastizales y pampas de tierras bajas cercanos a
cuerpos de agua.
Felino exclusivo del continente Americano se lo puede encontrar desde el sur de México hasta el norte
argentino. En Bolivia se encuentra en los departamentos de La Paz, Pando, Beni, Santa Cruz, Cochabamba,
Chuquisaca y Tarija.

Es difícil estimar su población, pero esta especie es rara o ausente en muchas partes de su antigua distribución
debido a la caza excesiva por el comercio de su piel, pérdida de hábitat y persecución por los ganaderos. Se
cree que sólo unos cientos de individuos quedan en Mesoamérica, pero todavía está ampliamente distribuida y
puede ser común localmente en la Amazonía.

 NIVEL MUNDIAL

Los desastres ecológicos, la deforestación y otras consecuencias de la acción humana provocan daños en la
cadena trófica. Sin embargo, en el mundo actual la extinción de especies animales no está tan directamente
relacionada con la escasez de alimentos o la contaminación, como con acciones violentas directas (la caza no
reglamentada y el comercio ilegal de especies salvajes).
Dado el peligro de extinción de muchas especies, la caza está prohibida o reducida a determinados lugares y/o a
determinada cantidad de especies por año. Cuando se caza sin atender a estas restricciones se está en presencia
de la caza indiscriminada

A pesar de los esfuerzos de las organizaciones medio – ambientales para la protección de la fauna, la pasividad
de los gobiernos a la hora de solucionar el problema tiene expuesta a mas del 20% de la fauna mundial en
extinción

La naturaleza funciona como un todo armonioso. Cualquier alteración en uno de sus componentes, afecta el
equilibrio ecológico. La extinción de especies animales o la disminución en su número, provoca una variación
drástica en la cantidad de otras especies pertenecientes a la flora y fauna. Este hecho produce entre ellas una
relación de competencia que lleva a la desaparición de unas especies, al aumento de otras y, en consecuencia, al
rompimiento del delicado equilibrio de la naturaleza.
LA PESCA EXCESIVA

Forma parte de una serie de documentos que tratan desde los procesos productivos de piscicultura,
transformación y comercialización de productos pesqueros los que a su vez, se complementan con el área de
técnicas sostenibles de pesca, teniendo como elemento fundamental el “análisis sobre la pesca de especies
ícticas nativas y sus medidas de ordenación en el Sistema TDPS del Proyecto de Conservación de
Biodiversidad”.

LA PESCA Es una actividad de extracción o captura de peces de un recurso acuático para satisfacer sus
necesidades alimenticias y económicas, utilizando diversos métodos para este efecto. Preparación de redes para
la pesca, PESCA SOSTENIBLE quiere decir, aprovechar en forma adecuada y responsable los recursos
pesqueros, de la cuenca del Lago Titicaca para la satisfacción de necesidades, pero se debe guardar este recurso
para las futuras generaciones o sea para los hijos de nuestros hijos. El pescador, botes y redes de pesca CUOTA
DE PESCA es la cantidad de pescado que cada pescador puede capturar al año, este valor se determina del
recurso pesquero existente que contiene peces de todo tamaño. El pescador puede capturar su cuota en un año o
solo en algunos meses, esto depende del uso de esfuerzo de pesca, pero debe mantener su cuota de pesca de
acuerdo a reglamentación. Como una medida de control de los recursos pesqueros se implementa las cuotas de
pesca, que permite un uso sostenible de estos recursos. Dependiendo de la cantidad de recurso pesquero
disponible para la pesca, se determina la cuota de pesca, el mismo se maneja como una medida de control, es
decir cada pescador tiene una cuota para poder pescar de cada especie, puede utilizar diferentes esfuerzos de
pesca, pero no puede exceder de su cuota.

Muchos científicos marinos creen que la sobrepesca es la mayor de estas amenazas. El Censo de Vida Marina,
un estudio de la vida oceánica que se llevó a cabo a lo largo de una década y que se completó en 2010, estimó
que el 90% de los peces grandes han desaparecido de los océanos del mundo, víctimas de la sobrepesca,
principalmente.
Cada año, durante las décadas de 1930 y 1940, fueron capturados en el Mar del Norte decenas de miles de
atunes aleta azul. Actualmente, han desaparecido de los mares de Europa del Norte. El lenguado ha tenido un
destino similar y prácticamente desapareció del Atlántico Norte en el siglo XIX.
En algunos casos, el colapso se ha esparcido a sectores pesqueros completos. Las redes de arrastre que quedan
en el mar de Irlanda, por ejemplo, no obtienen nada más que camarones y vieiras, de acuerdo con el biólogo
marino, Callum Roberts, de la Universidad de York en Reino Unido.

"¿Acaso el ambiente marino que queremos o necesitamos es solo un montón de proteínas? No, necesitamos un
mar con una variedad de especies, que sea más resistente a las condiciones que traerá consigo el cambio
climático", dijo Roberts.

La situación es aún peor en el sureste asiático. En Indonesia, la gente está pescando peces jóvenes y extrayendo
proteínas que pueden moler para abastecer a las granjas costeras de camarones.
La pesca de arrastre lleva hacia el desastre una técnica de pesca en particular, la pesca de arrastre de fondo, es
responsable de algunos de los peores daños innecesarios. Consiste en arrojar al mar una gran red con pesas, en
algunos casos de hasta 60 metros de ancho, y arrastrarla con un remolcador.

Los ambientalistas lo comparan con un tractor, ya que las redes que se arrastran hasta por 20 kilómetros,
atrapan tortugas, corales y todo lo que encuentren a su paso. Las capturas accidentales, los peces no deseados y
otra fauna marina se arroja de nuevo al mar y puede representar hasta el 90% de la pesca total de la red.
Se calcula que durante el periodo que va de 1990 a 2008, murieron hasta un millón de tortugas marinas a causa
de esta técnica, según un reporte que se publicó en 2010 en la revista Conservaton Letters; muchas especies
están en la lista de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN).

Con el apoyo de los científicos marinos, en varias ocasiones, los activistas han tratado de persuadir a los países
de acordar una prohibición internacional bajo los argumentos de que la naturaleza indiscriminada de la pesca de
arrastre de fondo está provocando daños irreversibles a los arrecifes coralinos y a las especies de lento
crecimiento que pueden tardar décadas en alcanzar la madurez, por lo que su población tarda más en
recuperarse.

"Es como si alguien arara un prado de flores silvestres solo porque puede", dice Roberts. Otras personas lo
comparan con la deforestación de los bosques lluviosos tropicales.

Los terribles efectos de la pesca de arrastre de fondo se ilustran mejor con la difícil situación de los peces
pelágicos, como el pez reloj anaranjado, cuya población ha disminuido en más de un 90%, de acuerdo con los
científicos marinos.

"A donde quiera que vayas e intentes pescar con una red de arrastre, destruirás todo el coral que viva allí; hay
muchos ejemplos del daño que estas redes ocasionan", señala Ron O"Dor, científico sénior del Censo de Vida
Marina.
"Si yo gobernara el mundo, las prohibiría porque son una forma muy destructiva de pescar. Los pescadores
tienen otros métodos, como las líneas largas, que ocasionan menos daños. La perturbadora verdad es que los
humanos tienen impacto no reconocido en todas partes del océano y hay muchas cosas que desaparecerán antes
de que tengamos la oportunidad de conocerlas", dice O"Dor

Los ambientalistas marinos calculan que al menos el 35% de los océanos tienen que contemplar áreas marinas
protegidas en las que se prohíba o limite la pesca y la explotación de minerales valiosos que se encuentran en el
suelo marino.

Callum Roberts, quien ayudó a formar la primera red de áreas marinas protegidas en alta mar en 2010, dice que
por sí solas no son suficientes. "Podría resumirse de esta forma: tenemos que pescar menos y con técnicas
menos destructivas, desperdiciar menos, contaminar menos y proteger más", afirmó Roberts.

"Este cambio de rumbo nos llevará a restaurar la abundancia, variedad y vitalidad de la vida marina, lo que dará
a los océanos la flexibilidad necesaria para sortear las dificultades que se avecinan. Si no actuamos, nuestro
futuro será sombrío".

Las poblaciones de animales marinos (mamíferos, aves, reptiles y peces) se han reducido a la mitad desde los
años 1970 como resultado de la pesca excesiva, la contaminación y el cambio climático, advirtió ayer el
Organismo No Gubernamental WWF.

“En la acción del hombre está el origen de estas tendencias: de la pesca excesiva y las industrias extractivas
hasta la ordenación del litoral y la contaminación, pasando por la emisión de gases con efecto invernadero
responsables de la acidificación oceánica y el calentamiento de los mares”, denuncia World Wildlife Fund
(WWF) con sede en Suiza.
Además el apetito del hombre por el pescado no deja de aumentar: a escala mundial el consumo medio por
habitante ha pasado de 9,9 kg en 1960 a 19,2 kg en 2012. El índice Planeta Vivo de WWF, que mide la
población de animales marinos, registró un descenso del 49% entre 1970 y 2012.

El exceso de la pesca no sólo reduce la existencia de especies, sean o no objeto de pesca, sino que también
causa un fuerte impacto en el ecosistema marino. Más aún, una mala administración sumada a esta actividad le
hace perder a la industria pesquera miles de millones de dólares de ingresos potenciales.

En la última década se hizo evidente que los recursos pesqueros que se creían prácticamente inagotables, han
comenzado a declinar de una manera inimaginable. Durante las décadas que se desarrollaron entre los años de
1960 y 1980, la producción de las flotas de alta mar y aguas interiores aumentó significativamente, alrededor de
un 6% anual en promedio. En la década de 1980, la tasa de crecimiento disminuyó y en la década de 1990, la
cosecha se niveló, la curva de producción mundial de pescado se volvió horizontal al alcanzar los 100 millones
de toneladas anuales, y no se ha modificado en los años posteriores.

Sin embargo, el problema continúa siendo evidente, mientras el producto de acuacultura crece, los rendimientos
de las pesquerías que capturan especies no cultivadas en los océanos y aguas interiores es desparejo.
Abundantes pesquerías de especies de mares profundos como el bacalao de Nueva Inglaterra y el Canadá
oriental empezaron a desaparecer, las del atún gigante del océano Atlántico se redujeron a niveles que ponían
en peligro su capacidad de reproducción y varias especies del salmón del océano Pacífico y Atlántico fueron
colocadas en la lista de especies en peligro.

La pesca sin control se ha extendido tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo. Este tipo
de pesca tiene efectos perjudiciales obvios en las especies que son objeto de capturas y al mismo tiempo, se
afecta el ecosistema en el cual viven esas especies causando perjuicios a los pescadores y sus comunidades.

Causas del exceso de pesca

En los últimos treinta años el consumo de pescado se ha duplicado.

Las causas son múltiples: aumento de la población mundial; economías de escala ejecutadas por la pesca
industrial (economías que no tienen en consideración los costes ambientales y sociales) que permiten un más
amplio acceso a este alimento; incremento del poder de adquisición en los países emergentes; un mayor
atractivo nutricional del pescado. Frente a la creciente demanda y a partir de los prodigiosos progresos
tecnológicos del sector, la pesca se ha transformado en una colosal industria mundial que, si bien no cuenta con
más allá de algún millar de naves industriales, está en grado de modificar radicalmente el equilibrio natural de
los ecosistemas marinos, privando así a la naturaleza de la capacidad de renovar los recursos propios.

Los ambientes científicos, y asimismo los políticos (incluida la Banca Mundial que, en verdad, jamás se ha
distinguido por sus tomas de posición en defensa de la naturaleza), reconocen unánimemente que el capital
natural de la fauna marina, incluidos los peces consumidos por el hombre, sufre asaltos intolerables.

El aumento de la potencia efectiva de la pesca no ha venido acompañado de incremento alguno en la


producción mundial desde hace diez años. Por otra parte, el estancamiento, por no decir la disminución, de las
capturas, enmascara una evolución de importancia capital: los peces de talla pequeña (incluidos los ejemplares
no adultos) y las especies en el inicio de la cadena alimentaria –frecuentemente desechados por su escaso
interés comercial- componen una parte creciente de lo pescado.

Y sin embargo, los gobiernos (sobre todo asiáticos, pero también europeos), con la ayuda de ruinosas
subvenciones, siguen prestando su apoyo, hasta los límites de lo absurdo, a flotas industriales, que con
frecuencia actúan sin control y cada vez más alejadas de las aguas nacionales.

Respecto de las dimensiones del planeta, hoy se hallan en función el doble de pesqueros de los que consentiría
un desarrollo sostenible y armonioso del sector. Algunos de estos pesqueros son auténticas industrias en mar
abierto: utilizan sonar, aviones y plataformas de satélite para localizar los bancos de peces, sobre los que se
lanzan de inmediato con redes de deriva o palangres de bastantes kilómetros de longitud dotados de millares de
anzuelos, y están en condiciones de tratar los pescados, congelarlos y embalarlos. Los pesqueros más grandes,
que alcanzan los 170 metros de eslora, tienen una capacidad de almacenamiento en mar equivalente a varios
Boeing 747. Las naves más grandes y más apartadas de la pesca sostenible son las de la ex URSS,
especialmente de la Federación Rusa y de Ucrania, las que navegan bajo banderas de conveniencia como Belice
o Panamá, o aun las naves piratas, sin bandera registrada, muchas de las cuales proceden de las flotas de la
Federación Rusa, del Japón, de Belice, de Panamá y de Honduras.

El problema del exceso de pesca surge del hecho de que más allá de las primeras 200 millas náuticas que
trascurren a lo largo del litoral de un país (zona de exclusividad económica de ese país), el acceso a los recursos
no está reglamentado. De esta forma, quien dispone de una embarcación puede ir a pescar y explotar los
recursos marinos. La Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del mar (que entró en vigor en
1994), condiciona la libertad de pesca en alta mar a la disponibilidad de los Estados a cooperar entre ellos para
garantizar la conservación y una sana gestión de las reservas ícticas, pero estas disposiciones actualmente no
son sino buenos propósitos.

Las consecuencias ambientales de esta actividad son muchas, entre las cuales se pueden enumerar:
 Cosecha no intencional excesiva de especies que no son objeto de pesca.
 Cosechas reducidas de los peces objeto de pesca.
 Cosecha de especies protegidas.
 Modificaciones en los ecosistemas.
Si tomamos el caso de peces que no se pretende pescar o la denominada pesca colateral, se estima que
representa cerca de una cuarta parte del total de la pesca mundial. La pesca colateral comprende todos los peces
que son capturados pero no se desea retener o utilizar, o que se debe descartar debido a la regulación de su
manejo. Pueden incluir especies especialmente protegidas como mamíferos marinos, o especies en peligro de
extinción, o individuos jóvenes demasiado pequeños para comercializarlos, u otras especies de peces sin el
valor que se busca o recreativo para el pescador. Es común, que las especies no deseadas se descarten en el mar
o en la costa, cuando ya han perdido la vida.

Varios tipos de aparejos de pesca no son selectivos y pueden capturar pesca no deseada. Las redes verticales
sostenidas por dos embarcaciones pueden capturar peces jóvenes y mamíferos marinos como los delfines. Los
sedales largos capturan aves marinas, tortugas de mar y peces que no se desea comercializar, junto con la pesca
que se busca recoger. Las redes verticales que capturan a los peces atrapándolos por las agallas pueden atrapar
también aves marinas, y ese tipo de redes, una vez descartadas, pueden seguir capturando y matando animales
marinos, lo que es conocido como pesca fantasma. Las redes de arrastre son un tipo de aparejo particularmente
no selectivo y pueden realizar una pesca colateral de muchas especies diferentes. Además, aumenta la
preocupación respecto de los problemas que las redes de arrastre pueden causar en los ecosistemas marinos.

 NIVEL LOCAL
A nivel la paz la pesca excesiva se da mayormente en el rio Titicaca que en el trascurso del tiempo tuvo un
gran exceso de explotación en pesca, hace no más de 10 años atrás uno de los grandes atractivos turísticos era
el consumo de trucha, la mayoría de las personas iban por el consumo de tal plato típico de ese lugar,
actualmente por este tema de la pesca excesiva junto con la contaminación de las aguas del lago dicho atractivo
ya es inexistente dejando como consecuencia el desempleo de los que vivían de este trabajo y reduciendo
notablemente la existencia de esta especie de pez.

 NIVEL REGIONAL Y MUNDIAL


No se puede hablar de uno tema regional solamente, sin tocar el tema global. Los diferentes lugares donde
abundaba las especies de peces actualmente se podría decir que se redujo esa variedad significativamente ya
que las mismas personas no pudieron y no pueden seguir la llamada pesca sostenible, a causa de esto no solo
están atentando con las diversas especies de peces sino también con varias especies de animales marinos,
siendo así se estima que para el 2050 varias especies ya estarían en extinción.

INTRODUCCION DE ESPECIES

Uno de los problemas medioambientales que en los últimos tiempos está adquiriendo dimensiones
extraordinariamente graves, es el producido por ciertas especies de la fauna y flora exóticas que se han
introducido en biotopos ajenos a sus lugares de origen. Algunas están provocando descalabros monumentales
en nuestros ecosistemas.

Desde hace bastantes décadas, los científicos han ido demostrando que el planeta Tierra no está compuesto por
una serie de compartimentos estancos, desconectados entre sí, en los que la evolución sufre un proceso
acrisolado. Desde la noche de los tiempos, las especies han transgredido fronteras e invadido territorio ajeno sin
que eso haya supuesto un problema especial para el equilibrio de los ecosistemas; éstos últimos se van
remodelando constantemente debido a ese fenómeno natural. Es el caso, por ejemplo, del camaleón del sur
peninsular, introducido hace unos tres mil años desde el norte de África, perfectamente adaptado en los
ecosistemas litorales andaluces, donde no ha desplazado a ninguna otra especie y ha ocupado un nicho
ecológico desocupado, u otros como los de la jineta o el meloncillo, que se piensa que fueron introducidos por
los árabes como animales domésticos y no presentan problemas de conservación. De hecho, dicha movilidad de
fauna y flora forma parte del propio fenómeno histórico-evolutivo terrestre. En la actualidad, por motivos
diversos (fundamentalmente comerciales, entre los cuales no pocos tienen que ver con la expansión del turismo
y la promoción de la caza y pesca deportiva, pero también por motivos científicos), el hombre está movilizando
especies de un lugar a otro con una desinhibición e insensatez preocupantes. Al producirse este fenómeno en un
espacio de tiempo tan corto y de manera tan reiterativa, el puzle ecológico se está descomponiendo a gran
velocidad.

La acción humana provoca un grave trastorno al introducir constantemente especies animales y vegetales
exóticas en todos los ecosistemas. Tanta y tan rápida profusión de intercambios en la biota (que, a su vez, se
agrava con otras acciones como la deforestación, la contaminación de suelos y acuíferos, o las transformaciones
del uso del territorio) evita el reajuste dinámico de dichos ecosistemas. Entre el sinfín de especies introducidas
siempre hay muchas que, al no poder adaptarse, no sobrevivirán, pero otras, en cambio, poseen mayor
capacidad adaptativa y desplazan a las autóctonas, lo cual puede transformar radicalmente las relaciones entre
las demás especies e incluso, en casos extremos, desnaturalizarlas. Especies fundamentales en un ecosistema
dado van cayendo consecutivamente como las fichas de un imaginario dominó, empobreciendo su diversidad
biológica y, por tanto, las posibilidades de recuperación futura. La rapidez del proceso impide que el mismo se
equilibre autorregulándose, perdiendo de esa manera su identidad y viéndose transformado, en los casos
extremos, en una mera coctelera de especies ecológicamente desconectadas.

La introducción de especies foráneas en un ecosistema acarrea habitualmente graves consecuencias en la


estabilidad del mismo. Cuando menos, a medio o largo plazo, el efecto es imprevisible y suelen producirse
desenlaces insospechados (véanse las desastrosas consecuencias ecológicas de la introducción en el pasado de
los perros, algunos de los cuales se asilvestraron, o de los conejos en Australia).

En un primer momento, el aspecto más llamativo del fenómeno, la punta del iceberg, suele ser el de situar al
borde de la extinción, en un breve período de tiempo, a las especies locales a las cuales sustituyen: aquéllas
cuyo nicho ecológico ocupan, con las que entran en competencia. Las posibilidades de recuperar el estado
anterior de las cosas son ilusorias. Este fenómeno deja habitualmente secuelas irreversibles: véase el ejemplo
de la introducción de cangrejos americanos en España y la regresión inmediata del cangrejo local (antiguo
paradigma de la materia prima de la gastronomía tradicional española y hoy día un auténtico desconocido),
situado actualmente al borde de la extinción; todo ello en una o dos décadas, no más.

Los mecanismos que provocan el impacto de las especies invasoras sobre las poblaciones autóctonas son
diversos: depredación, competencia por el espacio vital o por el alimento, alteración drástica del entorno o
hábitat, hibridación (pérdida de la dotación genética de la especie suplantada) o transmisión de enfermedades
para los que las estirpes locales no están preparadas para combatir. Las especies exóticas que se logran
aclimatar suelen contar con una ventaja añadida, que es la que se refiere a la ausencia de enemigos naturales.

Existen datos para asegurar que en nuestros días está produciéndose un trasiego de especies, a escala mundial,
mucho más intenso que en cualquier momento histórico anterior, y que los desequilibrios provocados en los
ecosistemas son constantes y sus efectos cada vez más brutales. En Madagascar, por ejemplo, la gigantesca isla
en donde la biodiversidad alcanza las cotas más sorprendentes del planeta, la extensión de la colonización
humana, su agricultura y la explotación ganadera y forestal, junto al impacto que produjo la introducción
masiva de animales domésticos, han transformado ya más del 85 % de su superficie y están cambiando hasta la
climatología de la misteriosa isla: hoy, su fisionomía ya no es la misma que la de legendarios relatos de... ¡hace
menos de veinte o treinta años!

Aunque habitualmente nos estemos refiriendo a los vertebrados, la situación se hace extensible a los demás
seres vivos: tanto invertebrados, con especial incidencia numérica en artrópodos y moluscos, como a las
especies del reino vegetal y fungí (hongos), e incluso el de las bacterias.

Los seres humanos han causado cambios sin precedentes en los ecosistemas de todo el planeta y han
redistribuido las especies vegetales y animales de forma voluntaria o accidental. Como consecuencia de estos
cambios ciertas especies tienen un comportamiento invasivo en las localidades de introducción, siendo más
susceptibles los hábitats alterados o degradados. Estas invasiones llevan asociadas varios problemas. A nivel
ecológico destaca la pérdida de diversidad autóctona y la degradación de los hábitats invadidos.
Económicamente son importantes los efectos directos sobre las actividades agropecuarias y la salud pública.
Una vez detectada la invasión, su control y erradicación son costosos y no siempre posibles. Identificar los
invasores potenciales y evitar su establecimiento es el mejor camino para frenar un problema que incrementa al
mismo ritmo que la globalización.

 NIVEL LOCAL, REGIONAL Y MUNDIAL


Hablando de manera general ya que es el mismo impacto en cualquier lugar y momento. La introducción de
especies actualmente se está convirtiendo en una causa muy fuerte para cambios en el planeta, extinción y
cambios difícilmente reversibles de las especies, la introducción de una especie determinada en una
determinada región no se ve peligrosa a simple vista pero el cambio de habitad es la que puede provocar la
extinción ya que esta especie se acostumbra a tal lugar conllevando a ya no poder a lo que antes era su habitad
lo que esto provocaría la muerte y la reducción de la especie. También interviene el humano con su
colonización de territorios exclusivamente solo para los animales salvajes reduciéndoles su habitad y así
logrando que exista competencia o quitando recursos con los cuales estos se alimentaban.

CRECIMIENTO POBLACIONAL HUMANO

La población mundial sigue en aumento. Según las últimas informaciones recabadas por distintas fuentes, ya
hemos superado los 7.200 millones de personas habitando nuestro planeta Tierra.
Desde mediados del siglo XX, es decir, a partir de 1950, la población mundial ha seguido con un alto
crecimiento poblacional, incluso con unas bajas tasas de natalidad en numerosos países, ya que a la fuerte y
constante reducción de la mortalidad se ha unido el aumento generalizado de la esperanza de vida. Así, en
2000 se llegaba a los 6.000 millones de habitantes en el mundo, a 7.000 millones en octubre de 2011 y a los
7.200 millones en octubre de 2013. Desde el año 2.000 a octubre de 2013 la población ha seguido aumentando
significativamente, del orden de 92 millones más al año.

Además las más recientes proyecciones demográficas constatan que la población mundial seguirá en aumento
hasta alcanzar los 9.730 millones, en 2050. Un crecimiento a todas luces excesivo, máxime si, como se prevé,
el mayor desarrollo demográfico recaerá en las regiones más pobres de la tierra (África que llegará a duplicar
su población y Asia).

Efectivamente, como podemos observar en estos datos de la población mundial, el continente africano será el
que más crecerá demográficamente, seguido del asiático y más moderadamente el continente americano (casi
300 millones más en los próximos 38 años) y Oceanía (algo más de 10 millones). Por el contrario, el continente
europeo que lleva ya varios años con su estancamiento poblacional, iniciará un descenso demográfico que
supondrá, según las proyecciones demográficas de que se dispone, una pérdida de, al menos, 14 millones de
personas en 2050.

En cuanto a los datos demográficos por países, la India superará a China en las próximas décadas colocándose
en el país más poblado antes del 2050, seguido por China, Estados Unidos, Indonesia, Nigeria, Pakistán, Brasil
y Bangladesh. Es significativo comprobar, al observar estos datos estadísticos como China (gracias a la política
de un hijo por familia) descenderá ligeramente su población en las próximas décadas, aumentando su población
todos los países más poblados hoy en día (a excepción de Rusia). Estados Unidos, seguirá aumentando su
población de forma significativa, siendo el único país desarrollado que aumentará su población de forma
apreciable ya que todos los demás son y serán países pobres o en vías de desarrollo, siendo el país con mayor
crecimiento demográfico, Nigeria, que es un país africano que según estos datos, llegará a casi triplicar su
población en las próximas décadas.
Según los expertos de la ONU ya dentro de 12 años, en 2025, en nuestro planeta habrá 1.000 millones de
habitantes más. A comienzos del próximo siglo, el número de personas podría superar los 16.600 millones.

La población del planeta aumentará de manera espectacular en las regiones más pobres del mundo, advierte la
ONU. En el año 2028 la India se convertirá en el país más poblado del mundo superando a China. En total los
países en desarrollo experimentarán un crecimiento de 2.300 millones de personas hasta el año 2050, mientras
que la población de las regiones desarrolladas seguirá estable e incluso algunos países desarrollados verán
disminuir su población.

La mejora y cuidado en la alimentación al igual que el mayor desarrollo de la medicina y fármacos, ha ayudado
no sólo a disminuir la mortalidad infantil, sino también a aumentar la esperanza de vida del ser humano. Desde
finales del siglo XIX hasta el 2012, la esperanza de vida de un recién nacido se multiplicó por dos, pasando de
39 años a 77,7 años, lo que también facilita la cantidad de personas viviendo de forma simultánea en el planeta
Tierra. Además, según un informe de la Organización Mundial de Salud se prevé que hasta el año 2050 la
población mayor de 60 años abarcará el 20 % a nivel mundial.

Ahora la pregunta sería, ¿hasta cuándo seguiremos creciendo a esta velocidad? Seguramente un siglo más.
Según las estimaciones de las Naciones Unidas, para finales del siglo XXI, la población mundial se estabilizará
en torno a los 10.000 millones de personas. Lo cual dejaría una segunda pregunta en el aire, sobre la que no
existe un consenso entre los expertos: ¿puede el mundo soportar el gasto de agua, comida y energía de tanta
gente?

El crecimiento de la población ha dado como resultado una población excesiva a nivel nacional y global. El
aumento de la demanda de alimentos, agua, viviendas, medicamentos, aumento de las explotaciones de
recursos naturales y otros elementos necesarios para la supervivencia han provocado auténticos desastres
ecológicos y medio ambientales en nuestro planeta. La tierra cultivable existente produce muchos alimentos
pero la gente del mundo sigue padeciendo hambre debido a que la población ha aumentado mucho y distribuir
la comida para todos es una pesadilla logística pero sobre todo también política. Muchas personas de países
extremadamente poblados siguen reproduciéndose a pesar de la falta de recursos para ayudar a sus hijos,
pensando que éstos les ayudarán a pasar una mejor vejez.

La tasa de fecundidad en el mundo seguirá por encima de los 2,1 hijos por mujer hasta el 2050 en que
descenderá de 2 hijos por mujer que sería la media ideal para mantener la estabilidad poblacional. Muchos
países africanos y asiáticos estarán por encima de 2,1 hijos por mujer que es la tasa de reemplazo generacional,
mientras que los países desarrollados su tasa de fecundidad no superarán los 1,5 hijos por mujer.
A continuación daré una serie de datos estadísticos sobre la fecundidad media mundial así como la de tres
países: España (país europeo y potencia económica media), Estados Unidos (potencia mundial y país en
equilibrio demográfico) y, por último, Nigeria (país africano en expansión demográfica). Los datos
comprenden las décadas de 1960 a 2011 y las proyecciones de la fecundidad de estos países y la previsible
media mundial.

El experto en informática José Antonio Fueyo de la FESDO ha elaborado este interesante histograma en el que
se constata el descenso de la tasa de fecundidad de España, más acusado en la década de los ochenta y noventa
del siglo pasado, respecto a la tasa de fecundidad de Estados Unidos que se mantiene de forma equilibrada en
torno a 2 hijos por mujer que es la idónea para mantener el reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer).
Nigeria es uno de los países con más alta tasa de fecundidad del mundo y, además se resiste a bajar de forma
significativa de tal forma que en 2050 será todavía más del doble de la tasa de fecundidad media mundial.
España seguirá, como ocurre desde la década de los noventa del siglo pasado, por debajo de 2 hijos por mujer
(1,40) en 2050; de ahí que muchos demógrafos señalen un estancamiento de su población en las próximas
décadas (48 millones en 2050).

Además, España será a mediados del s. XXI, la población más envejecida del mundo con el 44% del total de la
población con más de 60 años y el 30% superará los 80. La esperanza de vida será muy alta, en torno a los 90
años, llegando las mujeres españolas a superar los 91 años de edad.

La primera consecuencia del aumento demográfico excesivo será, evidentemente, el crecimiento de los flujos
migratorios de los países del Sur para intentar salir del hambre y la miseria en la que viven y seguirán
desplazándose hacia los países ricos del Norte (Europa y Norteamérica).

El informe elaborado en EE.UU. sobre las grandes líneas conductoras que definirán el futuro más inmediato del
mundo (2015) ha identificado, respecto del movimiento poblacional para los próximos años, dos grandes
tendencias: la urbanización y las migraciones. Para el 2050, más de la mitad de la población mundial será
urbana, (un 70%) lo que acarreará nuevos desafíos, como por ejemplo, la creación de más puestos de trabajo,
vivienda, energía e infraestructuras necesarias para poder enfrentar la pobreza en las urbes, así como
desarrollar mecanismos para frenar la extensión de los asentamientos humanos y evitar la excesiva
contaminación y destrucción del medioambiente.

Por otra parte, las cifras de inmigrantes legales e ilegales crecerán debido a la globalización de los mercados
laborales y la inestabilidad política. Según este informe, en los próximos años dichos movimientos se dirigirán
hacia:

Norteamérica, principalmente desde Latinoamérica y el Este y sur de Asia.

Europa, principalmente desde el Norte de África, el Medio Oriente, el Sur de Asia y los países de Europa del
Este y Eurasia.

De los países menos desarrollados a los más desarrollados de Asia, Latinoamérica, Medio Oriente y el África
sub-Sahariana.

Respecto a Latinoamérica en particular, este informe dice lo siguiente: “En América Latina hacia el 2015, se
acentuarán las diferencias entre los países más prósperos y democráticamente estables y aquellos que no lo son.
Aquellos países con elevada criminalidad y corrupción tendrán un menor crecimiento”.

La Organización Internacional para las Migraciones, asegura que existen aproximadamente 914 millones de
personas que se desplazan en todo el mundo. De estas, 700 millones emigran dentro sus propias fronteras, es
decir, dentro de sus países de origen. Solo 214 millones se trasladan hacia otras regiones cercanas o países
desarrollados. De los 214 millones que emigran a otros países, se estima que aumenten entre 700 a 1000
millones en el 2050, sin contar, el número de migraciones internas o de personas desplazadas dentro de sus
propios países, que en la actualidad ya superan los 700 millones.

Las principales consecuencias que conlleva el excesivo crecimiento poblacional son:

• Una mayor contaminación y deterioro medio ambiental a nivel mundial


• La tala indiscriminada de bosques y selvas.
• Agricultura y sobrepastoreo.
• El agotamiento de los caladeros.
• Uso masivo de recursos naturales.
• Grandes construcciones de edificios y vías de comunicación.
• Mayor facilidad de contagio de enfermedades.
CRECIMIENTO POBLACIONAL HUMANO

Las características actuales de la población latinoamericana han sido determinadas, entre otros, por tres
fenómenos básicos: crecimiento poblacional acelerado hasta muy recientemente, concentración espacial y
fuerte urbanización asociada a migración rural-urbana acentuada que sólo pareciera reducirse --y en algunos
casos sufrir un proceso inverso-- en los años más recientes.

El fenómeno de crecimiento se sintetiza en pocas cifras: desde la segunda guerra mundial hasta mediados de la
década pasada, la población latinoamericana se ha triplicado y al mismo tiempo ha pasado a representar un
porcentaje mayor de la población mundial, señal inequívoca de que la expansión poblacional de la región fue
más acentuada que el promedio mundial, lo que la llevó de representar 6.6% del total mundial en 1950 a 8.4%
en 1995.

Para América Latina la información disponible más actualizada cubre 19 países 8 que, en 1990, sumaban 421
051 342 habitantes comparados con 270 186 028 de 1970 y 156 098 416 de 1950. Esta evolución poblacional
ha sido determinada prácticamente sólo por los factores de natalidad y mortalidad, pues las variables
migratorias, desde y hacia América Latina, son de escasa relevancia.

Hasta mediados de la década de los sesenta, América Latina experimenta un incremento en su tasa natural --
nacimientos menos defunciones-- de crecimiento poblacional debido al aumento de las tasas de natalidad y a la
fuerte reducción en la mortalidad. Pero a partir de la segunda mitad de esa década comienza a disminuir como
resultado de la reducción tanto en las tasas de natalidad como de mortalidad, y se reduce de 27 a 20 por mil al
iniciarse la última década del siglo.

Obviamente la expansión no ha sido similar en toda la región. Así, para el periodo 1950-1980 mientras que en
México y en Centroamérica se manifestaban fuertes tasas de crecimiento: 3% anual promedio, y llegaban hasta
3.8% en Venezuela, en los tres países del Cono Sur --Argentina, Chile y Uruguay-- las tasas demográficas
fueron mucho más bajas: 1.7%, y en el Caribe fueron también inferiores a 2% promedio anual. Esto significa
que la distribución poblacional de la región se ha alterado, pero también que la relación población-recursos o,
en términos más amplios, la problemática población-ambiente no tiene necesariamente las mismas
características en toda la región.

Por otra parte, el comparar promedios oculta la dinámica del proceso. Así, la tasa promedio anual de
crecimiento entre 1950 y 1985 oculta que dicho promedio resulta de tasas decrecientes a lo largo de los 35
años: en la década 1950-1960 la tasa fue de 3.2% promedio anual, pero en la década siguiente era de 2.8%
anual promedio, para caer a 2.6% en el periodo 1970-1980 y ser de 2.5% en el quinquenio 1980-1985.

Las tasas de natalidad de la región cayeron entre 1950 y 1970 de 42 a 36 nacimientos por mil habitantes, lo cual
se asocia a un notable descenso en la fecundidad de la región. Esos descensos se dan aun en las regiones de
acelerado crecimiento demográfico; por ejemplo, se constata que mientras en 1970 el promedio de hijos por
mujer en México era cercano a siete, hoy está entre tres y cuatro; hoy una familia mexicana tiene tres hijos
menos de los que tenía hace quince años. Por otra parte la esperanza de vida ha aumentado de 50 años en la
década del cincuenta a 63 años en 1980.

Lo importante de esa dinámica poblacional es que determina una tendencia a una mayor carga de población
inactiva sobre la población activa por dos razones: aumento del porcentaje de «viejos» y elevado porcentaje de
la población joven que entra en la edad de la reproducción, esta última ha aumentado de 80 millones en 1950 a
200 millones en 1985.

La caída de las tasas de natalidad afecta la pirámide poblacional, que revela una disminución del tramo de cero
a catorce años, que es donde se manifiesta en forma inmediata la caída de la fecundidad: a comienzos de los
cincuenta este tramo de edades se expandía a un ritmo de 32.2 por mil en circunstancias que actualmente lo
hace a una tasa de sólo un 6.1 por mil.
La reducción de la fecundidad en América Latina, a lo largo de las últimas cuatro décadas, es significativa al
pasar de un promedio de 6 hijos por mujer en 1950 a 3 en 1990. Obviamente esta evolución difiere de un país a
otro. En el primer quinquenio de los cincuenta las tasas de fecundidad más bajas se daban en Uruguay y
Argentina con 2.7 y 3.2, respectivamente, Cuba: 4.1, Chile: 5.1 y Panamá con 5.7. Los demás tenían tasas que
fluctuaban entre 6.2 en Brasil y 7.5 en Honduras; siendo de 6.8 en Bolivia, Colombia, México y Paraguay; de
7.1 y 7.4 en Guatemala, Nicaragua y República Dominicana, en Perú era de 6.9 y el resto entre 6 y 6.7.

En 1990 la tasa de fecundidad más baja se da en Cuba con 1.9, mientras que seis países tienen tasas inferiores a
3: Uruguay: 2.3, Colombia y Chile: 2.7, Brasil y Argentina con 2.8 y Panamá 2.9. Seis tienen tasas inferiores a
4: en Venezuela y Costa Rica es de 3.1 y en Perú de 3.6; siendo de 3.2, 3.3 y 3.5, respectivamente, en México,
República Dominicana y Ecuador. Éstas fluctúan entre 4 en El Salvador y 4.9 en Honduras, siendo las más
elevadas: 5 y 5.4 en Nicaragua y Guatemala.

En síntesis, las caídas más acentuadas de la fecundidad latinoamericana se producen en Colombia y República
Dominicana de 6.8 a 2.7 y de 7.4 a 3.3, respectivamente; México de 6.8 a 3.2, Venezuela de 6.5 a 3.1 y Brasil
de 6.2 a 2.8.

En la reducción de la fecundidad inciden factores diversos de índole social, cultural y económica. Una de ellas
es la edad promedio a la primera maternidad, que sigue siendo muy temprana en América Latina. La edad
media del nacimiento del primer hijo es en 50% de los casos inferior a los 22 años, con situaciones extremas
como Guatemala, donde en 50% de los casos la primera maternidad ocurre antes de los 19.9 años de edad de la
madre, y Colombia, donde 50% no tiene su primer hijo antes de los 22 años.

En esto parece influir mucho la escolaridad, pues las estadísticas señalan que a mayor escolaridad más tardía
tiende a ser la primera maternidad. Por ejemplo, se ha señalado que en Benín, en África occidental, las mujeres
que no han tenido educación se casan a una edad promedio de 16.9 años, mientras que aquellas que pasan por
un periodo mínimo de educación de siete años se casan a una edad promedio de 24.1 años. En América Latina
se ha calculado que mientras que 50% de las mujeres sin escolaridad tienen su primer hijo antes de los 20 años,
la primera maternidad se da después de los 23 años en mujeres con educación secundaria. Al mismo tiempo, y
salvo escasas excepciones, se revela una fuerte correlación entre escasa o nula escolaridad y elevada
fecundidad. Así, en América Latina la fecundidad fluctúa entre 6 y 7 hijos por mujer entre las no escolarizadas;
es de 5 a 6 hijos por mujer entre las que alcanzan la educación primaria; de 3 a 4.5 hijos entre aquellas que
logran completar la educación primaria, y es aún más baja para aquellas mujeres que llegan a la educación
secundaria: 2 y 3 hijos por mujer.

La evolución diferenciada coloca a los países de la región en distintas fases de transición demográfica; un
grupo está en la etapa de transición avanzada con tasas de fecundidad por debajo de los dos hijos promedio por
mujer. A su vez, aquellos países que han registrado reducciones drásticas de su fecundidad, es decir República
Dominicana, México, Ecuador. Colombia, Brasil, Panamá, Perú, Costa Rica y Venezuela, están en plena
transición, mientras que los países con tasas de fecundidad superiores a cuatro hijos en promedio por mujer se
consideran en una etapa incipiente de transición demográfica.

La Visión de los precursores de la Demografía

Thomas Robert Malthus (1766-1834), economista inglés y autor del libre Ensayo sobre el principio de la
población, predijo que la población aumentaría más que los recursos necesarios para sostenerla, lo que
conduciría a guerras y catástrofes.
De allí que considerara aconsejable reducir el número de matrimonios y nacimientos para evitar el
empobrecimiento progresivo de las clases sociales pobres.

A partir de las ideas de Malthus, los hombres de ciencia evidenciaron un creciente interés por comprender
cómo las tasas de nacimiento, de mortalidad, de edad media de los matrimonios o las migraciones influían en la
composición, volumen y tamaño de las poblaciones y han sido varios los tratadistas que han señalado el
importante papel de la población en el campo económico, pues del número de habitantes y su composición
dependen la fuerza del trabajo y el nivel de consumo, elementos fundamentales para determinar la capacidad
productiva de una nación.

El debate iniciado por Malthus hace dos siglos hoy sigue vigente: ¿podrá el mundo mantener a un número
creciente de personas? Mientras algunos sostienen que el avance tecnológico lo hará posible, los
neomalthusianos advierten sobre el peligro de la contaminación.

EL FUTURO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL: Las proyecciones de crecimiento demográfico de las


Naciones Unidas (ONU) varían ampliamente ya que dependen en gran medida de una variable impredecible: el
número de nacimientos. Las Naciones Unidas estiman que para el año 2050 la población mundial tendrá un
tamaño de entre 23.600 y 27.000 millones de habitantes. A esta última cifra se llegaría con sólo un hijo más por
pareja.

Según la proyección a largo plazo en su variante media, o proyección más probable, con una tasa de fecundidad
de alrededor de 2 hijos por mujer, la población se estabilizará en 10.800 millones de habitantes para mediados
del siglo XXII.

Si se sigue la variante alta o proyección menos optimista, con un promedio de 2,6 hijos por mujer, la población
actual alcanzará los 27.000 millones de personas. En cambio, con la variante baja o proyección más optimista,
con un promedio de 1,6 hijos por mujer, el total de población mundial descenderá a 3600 millones de
habitantes para el año 2050

 NIVEL LOCAL
A nivel local la paz cuenta con el 1.4% de población total de Bolivia, se estima que este porcentaje se
incremente notablemente el 2050 ya que estudios llegan a la conclusión que los países en desarrollo y países
pequeños incrementaran su tasa de población, exceptuando los países con delincuencia extrema se cree que
estos países mejor bajaran su tasa de población.

 NIVEL REGIONAL
Bolivia se encuentra en el puesto 8 de poblaciones de américa latina, la duda que se tiene es si los recursos del
país aun con la población elevada llegue a abastecer a toda la población, el miedo seria no seguir una ley
estricta de control de natalidad y llegar a un saturación de población.

 NIVEL MUNDIAL
Según datos estadísticos la población llegara a duplicarse en el año 2050 y los principales países con más
población serán desplazados, por ejemplo se cree que el continente africano y oceánico incrementaran su tasa
de población significativamente y el continente europeo por el contrario decrecerá el población. La gran duda y
miedo es no tener los suficientes recursos para el desarrollo general del mundo, y los miedos más grandes en si
para todos en general es no poder manejar los temas que aun ahora en la actualidad ya es difícil de “resolver”.
AUMENTO PER CAPITA EN EL MEDIO AMBIENTE (HUELLA ECOLÓGICA)

 NIVEL LOCAL

El uso de la tierra para el pastoreo de ganado, para cumplir con la obtención de carne y productos lácteos, lana
y cueros, es el principal factor en la generación de la huella ecológica de Bolivia (61,2%). La segunda causa
está en los cultivos agrícolas, seguida de la huella de carbono, los productos forestales y en último y quinto
lugar, la explotación de recursos pesqueros.

Producir alimentos, usar agua y generar energía tienen un impacto ecológico sobre el medio ambiente que
preocupa a los estudiosos. Por eso el Informe Planeta Vivo insiste en la necesidad de impulsar un desarrollo
sostenible, frente a una realidad en la que las especies de vertebrados han disminuido en 52% entre 1970 y
2010 en todo el planeta.

Bolivia tiene una huella ecológica de 1.58 hectáreas globales por persona (gha) en tierras destinadas al
pastoreo (61,2%), en tierras de cultivo 0.43 hectáreas globales por persona (16,7%), la huella de carbón
está en 0,34 gha (13,2%), en el uso de tierras para abastecer de madera, pulpa, productos de madera y
leña (combustible) con base en la explotación forestal 0.17 gha (6.6%), y en suelo urbanizado 0.06 gha
(2.3%).

 NIVEL REGIONAL

América Latina presenta la disminución más dramática: una caída de 83%. La pérdida de hábitats, y la
degradación y explotación debidas a la caza y la pesca, son las principales causas de esta disminución.

El estudio afirma que, en más de 40 años, la presión de la humanidad sobre la naturaleza ha excedido la
capacidad del planeta para reponer ese consumo. “Necesitaríamos la capacidad regenerativa de 1,5 planetas
Tierra para brindar los servicios ecológicos que usamos cada año --dice. El ‘exceso ecológico’ es posible, por
ahora, porque podemos talar árboles a mayor velocidad que el tiempo que requieren para madurar, pescar más
peces que los que los océanos pueden reponer, o emitir más carbono a la atmósfera del que los bosques y
océanos pueden absorber”.

Las consecuencias de este panorama son una reducción de la cantidad de recursos y la acumulación de
deshechos a tasas mayores que las que se pueden absorber o reciclar. Tal es el caso de las crecientes
concentraciones de carbono en la atmósfera, un hecho probado por distintas investigaciones científicas.

Los problemas y desafíos se sostentabilidad que enfrentamos los países latinoamericanos son múltiples y
complejos. Para avanzar más rápido y con efectividad, respondiendo en forma más decidida y eficiente a la
creciente demanda ciudadana, es importante contar con mejor información referente al medio ambiente y la
sustentabilidad.
América Latina cuenta con un tercio de las reservas de agua dulce, 12% de la superficie cultivable y 21% de la
superficie de bosques naturales del mundo. Alberga los arrecifes coralinos más largos del hemisferio occidental
y el Bioma Amazónico es emblema global de la mitigación y adaptación al cambio climático. El bioma provee
bienes y servicios ambientales clave, como la regulación regional y global del clima, la reserva de 2/3 de la
biomasa forestal del mundo y una alta riqueza biológica, recursos genéticos y medios de vida. Además, posee
una identidad cultural diversa, con más de 400 pueblos indígenas viviendo en la región.
En el orden global de riquezas naturales, América Latina se encuentra en la cima. Según el reporte de Global
Footprint Network, la mayoría de los países de la región tienen “superávit ecológico”, o sea, tienen capacidad
para generar materiales biológicos y absorber desechos de las actividades humanas (biocapacidad*) superior a
la demanda de su población. Tal excedente es fundamental para el equilibro ecosistémico del mundo y
convierte a nuestra región en el principal acreedor ecológico del planeta.
El rol de acreedor ecológico, junto con una matriz energética mayoritariamente limpia (con desafíos para países
como Argentina, México o Venezuela), una amplia diversidad cultural y social, y una tendencia aún incipiente
en avances en el desarrollo tecnológico y la innovación social, ponen a América Latina en una posición única
de la geopolítica global. Por un lado, la región dispone de infraestructura natural y conocimientos tradicionales
que fortalecen su resiliencia (**) frente a los impactos del cambio climático, como eventos climáticos
extremos, menor disponibilidad de agua y efectos negativos sobre la agricultura. Por otro lado, sus activos
sientan las bases para que América Latina lidere la transición a una nueva economía baja en emisiones y
compatible con el clima.
Nueva economía baja en emisiones
La posición de acreedor ecológico de América Latina está relacionado a su moderada huella ecológica per
cápita – 2,44 gha (gha: hectáreas globales, por sus siglas en inglés) en comparación a la media global de 2,59
gha. La huella ecológica se calcula en base a las dimensiones de tierra de cultivo, de tierra de pastoreo, de tierra
forestal, de las áreas de pesca, de las áreas de construcción y de la emisión de CO2. En relación al componente
de emisiones, América Latina está significativamente debajo de la media global – la huella de carbono per
cápita de la región es de 0,6 gha, mientras que la huella global es de 1,37 gha. Las emisiones por energía
corresponden al 34% del total de emisiones latinoamericanas y al 27% de América del Sur. El sector emite
significativamente menos que la media mundial por su matriz energética relativamente limpia. En el mundo la
media per cápita de emisiones por energía es de 4,55 tCO2 (tCO2: toneladas cúbicas de dióxido de carbono) y
en América Latina 2,8 tCO2 (datos 2009, CAIT). El sector de agricultura corresponde a 23% de las emisiones
de América Latina y los cambios en el uso del suelo al 33%. El porcentaje de emisiones por cambio de uso del
suelo aumenta a 40% cuando el análisis se focaliza en América del Sur. Este valor está relacionado
principalmente a la deforestación y aunque es muy superior que a la del resto del mundo (la contribución del
sector a las emisiones globales es de 6%), se está reduciendo.

América Latina tiene las condiciones para transitar hacia una economía con bajas emisiones de forma
relativamente costo-efectiva. Si bien el rol de la hidroelectricidad y el liderazgo de Brasil con los
biocombustibles, presentan a América Latina con una matriz energética relativamente “limpia”; aún tiene
mucho margen para mejorar sus estándares en eficiencia energética y aprovechar su potencial en energías
renovables, lo cual aparte de reducir sus emisiones fortalece su seguridad energética. En el sector de la
agricultura, la FAO indica que sería posible reducir las emisiones de ganadería hasta en un 30% a través de la
expansión del uso de las mejores prácticas y tecnologías existentes. La mayoría de las acciones de mitigación
para América Latina le ofrecen importantes co-beneficios para el desarrollo sostenible, como la reducción de la
deforestación, la inversión en agricultura baja en carbono y el fortalecimiento de una matriz energética limpia y
eficiente. Estas medidas promueven calidad de vida, seguridad y resiliencia.

Pero a pesar de la oportunidad para una transición con co-beneficios, las tendencias de desarrollo en América
Latina apuntan en otra dirección. Las extensas reservas de gas y petróleo de la región, los pocos avances en
eficiencia energética en los últimos años y el aumento de la demanda de materias primas sin procesar están
empujando a Latinoamérica a consolidar y perpetuar un modelo económico netamente extractivista, de poco
valor agregado y que será insostenible a largo plazo. Proyecciones del BID indican que, aunque la tendencia de
las emisiones por deforestación es a disminuir, las emisiones por energía van a aumentar en 50% hasta 2050.
En agricultura no habrá cambios sustanciales

 NIVEL MUNDIAL
El estudio advierte que “los países de bajos ingresos tienen la huella más pequeña, pero sufren las mayores
pérdidas de ecosistemas”. Los países más ricos dependen de la biocapacidad de otros países para sostener los
estilos de vida de sus habitantes, mientras que los paísesde ingresos medios y bajos han visto poco incremento
en sus huellas per cápita, ya relativamente bajas.“Necesitamos 1,5 planetas para satisfacer nuestras actuales
demandas de naturaleza. Esto significa que nos estamos comiendo nuestro capital natural, haciendo más difícil
mantener las necesidades para futuras generaciones. El doble efecto del crecimiento de la población humana y
una elevada huella per cápita multiplicará las presiones que ejercemos sobre nuestros recursos”, dice el
resumen de estudio.

A nivel global, se sabe que entre 1970 y 2010, se produjo una disminución de 32% en 6.569 poblaciones de las
1.606 especies en el Índice de Planeta Vivo (IPV) templado. El IPV tropical muestra una reducción de 56% en
3.811 poblaciones de 1.638 especies durante el mismo período.

EEUU, China, Japón, India y los países de la Unión Europea son los que tienen mayor huella ecológica, con
cargas entre el 200% y 600% por encima de su biocapacidad, y consumen el 75% de los recursos mundiales.
Según el Informe Planeta Vivo (WWF 2006), la huella ecológica per cápita de EEUU es de 9,6; y la de Japón,
4,4 (un japonés consume poco menos de la mitad de lo que consume un estadounidense). Mientras que Bolivia
tiene una reserva ecológica de +13,6

Entonces, no sorprende que Japón esté dispuesto a invertir en el país en emprendimientos extractivistas,
especialmente de minería

Hoy la humanidad utiliza el equivalente de 1.4 planetas cada año. Esto significa que ahora le tarda a la tierra un
año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos en un año.

Los panoramas moderados de la ONU sugieren que si las tendencias actuales de la población y de la
consumición continúan, por el medio de la próxima década necesitemos el equivalente de dos tierras para
suportarnos. Y por supuesto, tenemos solamente una.
LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS OCASIONADO POR EL HOMBRE (INFLUENCIA
ANTROPOGÉNICA SOBRE EL CLIMA)

 NIVEL LOCAL

El cambio climático en Bolivia y en la región de La Paz es derretimiento de sus nevados cambio de temperatura
más elevado, se produce más heladas, sequia esto debido a muchos factores que el ser humano provoca como la
deforestación de bosques y la tala excesiva de arboles, el chaqueo descontrolado en muchas zonas, la
contaminación de desechos comunes, contaminamos nuestros ríos, lagos, etc.

 NIVEL REGIONAL

Las reservas de terreno cultivable más grandes del mundo se concentran en América Latina y el Caribe,
con 576 millones de hectáreas, cifra que equivale, aproximadamente, al 30% de su territorio. El 47% de la
superficie regional está cubierta de bosques. El 92% del bosque regional se encuentra en Sudamérica,
principalmente en Brasil y Perú. Estos dos países junto con Colombia, Ecuador, México y Venezuela albergan
entre un 60 y un 70% de todas las formas de vida del planeta.

En América latina somos contaminadores potenciales porque no estamos trabando con desarrollo
sostenible y más que todo como poseemos gran riqueza en recursos naturales estamos utilizando eso para
mejorar nuestra economía, afectamos al medio ambiente con las industrias la explotación de los recursos
naturales, contaminación, sacando la materia prima, deforestando bosques, etc.

Los cambios que se están viendo son alarmantes porque en muchos países hay sequia, inundación, los
animales están muriendo, el ecosistema se está deteriorando, afectamos también a los animales en su
habitad.

Recursos hídricos

La tercera parte de los recursos hídricos renovables del mundo se encuentra en la región latinoamericana. Sin

embargo, tres de sus principales zonas hidrográficas - las cuencas del Golfo de México, el Atlántico sur

brasileño y Paraná y La Plata (Uruguay) -, concentran un 40% de la población regional en un 25% del

territorio, con sólo un 10% de los recursos hídricos totales. Muchas áreas en Mesoamérica, los Andes, el

noreste brasileño y el Caribe, sufren carencia recurrente o crónica de agua.

La circulación atmosférica y las corrientes oceánicas causan la existencia de extensos desiertos en el norte de

México, Perú, Bolivia y Argentina


Efectos Huracanes, sequías, calor y precipitaciones
Los expertos prevén, en los próximos años, un aumento en la cantidad de huracanes, tormentas, sequías,
olas de calor y tornados que afectan a la región. Los climas se harán más extremos: las zonas que sufren
sequías se volverán más áridas y los lugares húmedos contarán con mayor volumen de precipitación.

El aumento de la temperatura del planeta podría provocar la desaparición de los glaciares, disminuir la
disponibilidad de agua potable para 70 millones de personas, intensificar las tormentas tropicales y los
huracanes, y amenazar a las poblaciones costeras

Disminución de los rendimientos agrícolas


En lo que a la agricultura respecta, los modelos proyectados para América Latina y el Caribe indican
una disminución de los rendimientos de varios cultivos, como cebada, viñedos, maíz, papas, soja y trigo. Por
otra parte, el calentamiento global incrementaría los impactos negativos de las enfermedades y pestes en las
personas, animales y plantas, con efectos negativos adicionales sobre la producción.

Derretimiento de los glaciares y aumento del nivel del mar


La criosfera (parte de la corteza terrestre en la cual se forma el hielo) está representada, en América Latina,
por glaciares en los Andes altos y por t*res grandes campos de hielo en el sur del continente*. El
calentamiento en las regiones de las altas cumbres podría conducir a la desaparición de importantes
superficies de nieve y hielo. Las simulaciones proyectan que una subida de 4,0 grados centígrados en la
temperatura "eliminaría casi la mitad de los glaciares del mundo para final del siglo," según la WWF.
Los estudios de vulnerabilidad, ante el aumento del nivel del mar producido por el derretimiento, de los
hielos sugirieren que los países del Istmo Centroamericano, Venezuela y Uruguay podrían sufrir pérdidas de
tierras costeras y biodiversidad, intrusión de agua salada y daños en las infraestructuras costeras.
Gobiernos contra el calentamiento

Políticas regionales contra el calentamiento


Aunque 27 países de Latinoamérica han ratificado el protocolo de Kioto, que establece la reducción de la
emisión de dióxido de carbono y otros gases que retienen el calor en la atmósfera, las crisis económicas y
políticas que sacuden la región han impedido hasta ahora la implementación de acciones efectivas para
combatir el calentamiento.

Los países de la Región han desempeñado un papel muy activo en las negociaciones internacionales vinculadas
al tema. Al mismo tiempo, algunas políticas de los países de la Región constituyen interesantes iniciativas en
materia de energías renovables y eficiencia energética, instrumentos innovadores en políticas de transporte e
instrumentos económicos para la reducción de emisiones de carbono o para la protección y uso sostenible
de la biodiversidad y los recursos naturales renovables.

Pobreza, acelerada urbanización, insuficiente infraestructura básica para el acceso al agua potable y
para el saneamiento, inestabilidad económica y excesiva deuda pública, destacan entre los factores que
imponen estas limitaciones
 NIVEL MUNDIAL

Las actividades humanas contribuyen al cambio climático provocando cambios en la atmósfera terrestre en
cuanto a las cantidades de gases de efecto invernadero, aerosoles (partículas pequeñas) y la nubosidad. La
mayor contribución conocida proviene de la combustión de combustibles fósiles, que libera el gas de dióxido
de carbono a la atmósfera. Los gases de efecto invernadero y los aerosoles afectan al clima al alterar la
radiación solar entrante y la radiación (térmica) infrarroja saliente, que forman parte del equilibrio energético
de la Tierra. La variación de la abundancia de la atmósfera o las propiedades de estos gases y partículas, puede
conducir a un calentamiento o enfriamiento del sistema climático. Desde el comienzo de la era industrial
(alrededor de 1750), el efecto general de las actividades humanas sobre el clima ha sido provocar el
calentamiento. El impacto de los seres humanos en el clima durante esta era es muy superior a esto debido a
cambios conocidos en los procesos naturales, tales como cambios solares y erupciones volcánicas.
PF 2.1, Figura 1. Concentraciones importantes de gases de
efecto invernadero de larga vida en los últimos 2000 años. Los
incrementos experimentados desde aproximadamente el año
1750 se atribuyen a las actividades humanas de la era industrial.
Las unidades de concentración se miden en partes por millones
(ppm) o partes por miles de millones (ppb), indicando la
cantidad de moléculas de gases de efecto invernadero por
millones o miles de millones de moléculas de aire,
respectivamente, en una muestra de la atmosférica. (Datos
combinados y simplificados de los capítulos 6 y 2 del presente
informe.)

Gases de efecto invernadero

Las actividades humanas traen como consecuencia la emisión de cuatro gases de efecto invernadero
principales: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y los halocarbonos (grupo de gases
que contienen flúor, cloro y bromo). Estos gases se acumulan en la atmósfera, provocando un incremento de
sus concentraciones con el paso del tiempo. En la era industrial se han producido incrementos significativos de
todos estos gases (Véase Figura1) Todos estos incrementos se atribuyen a las actividades humanas.

• El dióxido de carbono ha aumentado debido al uso de combustibles en el transporte, los sistemas de


calefacción y aire acondicionado de edificaciones, la producción de cemento y otros bienes. Con la
deforestación se libera CO2 y se reduce la absorción de CO2 de las plantas. El dióxido de carbono se libera
también en procesos naturales como la descomposición de la materia vegetal.

• El metano ha aumentado como resultado de las actividades humanas relacionadas con la agricultura, la
distribución del gas natural y los vertederos. También hay procesos naturales en los que se libera metano, como
por ejemplo, en los humedales. Las concentraciones de metano no están aumentando actualmente en la
atmósfera porque su tasa de crecimiento disminuyó en los dos últimos decenios.

• Como resultado de las actividades humanas se emite también el óxido nitroso con el uso de fertilizantes y la
quema de combustibles fósiles. Los procesos naturales de los suelos y los océanos también liberan N2O.

• Las concentraciones de halocarbonos han aumentado básicamente debido a las actividades humanas. Los
procesos naturales también han sido una fuente pequeña. Entre los halocarbonos principales se incluyen los
Clorofluorocarbonos (como CFC- 11 y CFC- 12), que se utilizaban extensivamente como agentes de
refrigeración y en otros procesos industriales antes de que se conociese que su presencia en la atmósfera
causara el agotamiento del ozono en estratosfera. Las altas concentraciones de Clorofluorocarbonos disminuyen
como resultado de las regulaciones internacionales diseñadas para proteger la capa de ozono.

• El ozono es un gas de efecto invernadero que se produce y destruye continuamente en la atmósfera debido a
reacciones químicas. En la troposfera, ha aumentado la concentración de ozono como resultado de las
actividades humanas en las que se liberan gases tales como monóxido de carbono, hidrocarburos y óxido de
nitrógeno, que reaccionan químicamente produciendo el ozono. Como se menciona anteriormente, los
halocarbonos liberados como consecuencia de las actividades humanas destruyen el ozono en la estratosfera y
han abierto el hueco de ozono sobre la Antártida.

• El vapor de agua es el gas de efecto invernadero más abundante e importante presente en la atmósfera. Sin
embargo, las actividades humanas tienen sólo una pequeña influencia directa respecto de la cantidad de vapor
de agua en la atmósfera. De manera indirecta, los seres humanos tienen la capacidad de incidir sustancialmente
sobre el vapor de agua y cambiar el clima. Por ejemplo, una atmósfera más cálida contiene más vapor de agua.
Las actividades humanas también influyen en el vapor de agua a través de las emisiones de CH4, debido a que
este último sufre una destrucción química en la estratosfera, produciendo así una cantidad pequeña de vapor de
agua.

• Los aerosoles son partículas pequeñas presentes en la atmósfera que tienen un amplio rango de variación en
cuanto a concentración, composición química y tamaño. Algunos aerosoles se emiten directamente a la
atmósfera mientras que otros se forman a partir de compuestos emitidos. Los aerosoles contienen compuestos
que se producen de forma natural y otros que son emitidos como resultado de las actividades humanas. La
quema de combustibles fósiles y de biomasa ha incrementado el por ciento de aerosoles que contienen
compuestos de azufre, compuestos orgánicos y carbón negro (hollín). Las actividades humanas tales como la
explotación minera a cielo abierto y los procesos industriales han incrementado las cantidades de polvo en la
atmósfera. Entre los aerosoles naturales están el polvo mineral liberado por la superficie, los aerosoles de la sal
marina, las emisiones biogénicas del suelo y los océanos, y los aerosoles de polvo y en sulfato producidos por
las erupciones volcánicas.

PF 2.1, Figura 2. Resumen de los componentes


principales del forzamiento radiactivo del cambio
climático. Todos estos forzamientos radiactivos
ocurren debido a uno o más factores que afectan
el clima y se asocian a actividades humanas o
procesos naturales como se analiza en el texto.
Los valores representan los forzamientos en 2005,
en relación con la era industrial
(aproximadamente 1750). Las actividades
humanas provocan cambios significativos en los
gases de larga vida, el ozono, el vapor de agua, el
albedo de la superficie, los aerosoles y las estelas
de condensación. El único incremento de un
forzamiento natural de importancia entre 1750 y
2005 ocurrió en el caso de la irradiación solar.
Los forzamientos positivos conducen al
calentamiento del clima y los negativos, al
enfriamiento. La línea negra delgada anexa a
cada barra de color representa el rango de
incertidumbre para el valor respetivo. (Figura
adaptada de la Figura 2.20 de este informe.)

Forzamiento radiactivo de factores afectados por las actividades humanas

La Figura 2 muestra las contribuciones a los forzamientos radiactivos hechas por algunos de los factores
influidos por actividades humanas. Los valores reflejan el forzamiento total en comparación con el comienzo
de la era industrial (alrededor de 1750). Los forzamientos para todos los incrementos de los gases de efecto
invernadero –los mejor entendidos debido a las actividades humanas-, son positivas porque cada gas absorbe la
radiación infrarroja ascendente en la atmósfera. De los gases de efecto invernadero, el aumento de CO2 ha sido
el que ha causado un mayor forzamiento en este período. Los incrementos del ozono en la troposfera han
contribuido también al calentamiento mientras que la disminución del ozono en la estratosfera ha contribuido al
enfriamiento.
Las partículas de aerosoles influyen directamente en los forzamientos radiactivos y en la absorción de la
radiación solar e infrarroja de la atmósfera. Algunos aerosoles traen como consecuencia un forzamiento
positivo mientras otros producen uno negativo. La suma de los forzamientos radiactivos directos y todos los
tipos de aerosoles es negativa. De manera indirecta, los aerosoles traen como resultado también un forzamiento
radiactivo negativo debido a los cambios que causan en las propiedades de las nubes.

Desde el comienzo de la era industrial, las actividades humanas han modificado la naturaleza de la envoltura
terrestre en todo el mundo, sobre todo mediante cambios en las tierras agrícolas, los pastizales y los bosques.
Han modificado además las propiedades reflectoras del hielo y la nieve. En general, es probable que
actualmente se refleje más radiación solar de la superficie terrestre debido a las actividades humanas. Este
cambio trae como resultado un forzamiento negativo.

Los aviones dejan atrás una cola lineal de condensación (estela de condensación) en las regiones donde hay
temperaturas bajas y alta humedad. Las estelas de condensación son una forma de cirro que refleja la radiación
solar y absorbe la radiación infrarroja. Las estelas lineales de las operaciones aeronáuticas a nivel mundial han
incrementado la nubosidad de la Tierra y se calcula que producen un pequeño forzamiento radiactivo positivo.

Forzamientos radiactivos a partir de cambios naturales

Los forzamientos naturales surgen debido a los cambios solares y las explosiones de las erupciones volcánicas.
La radiación solar total se ha incrementado gradualmente en la era industrial causando un pequeño forzamiento
radiactivo (véase Figura 2). Ello se añade a los cambios cíclicos en la radiación solar que tienen un ciclo de 11
años. La energía solar calienta directamente al sistema climático y puede afectar también la abundancia en la
atmósfera de algunos gases de efecto invernadero, como el ozono estratosférico. Las explosiones de las
erupciones volcánicas pueden crear un forzamiento negativo de breve duración (de 2 a 3 años) mediante el
incremento temporal que ocurre en el sulfato en aerosol de la estratosfera. En la actualidad, la estratósfera se
encuentra libre de aerosoles volcánicos pues la última erupción grande fue en 1991 (Pinatubo).

Las diferencias en las estimaciones de los forzamientos radiactivos entre los valores actuales y los del
comienzo de la era industrial para los cambios en la irradiación solar y los volcanes son muy pequeñas en
comparación con las diferencias en los forzamientos radiactivos que se estima son el resultado de la actividad
humana. Como consecuencia de ello, en la atmósfera actual, los forzamientos radiativos ocasionados por la
actividad humana son mucho más importantes para el cambio climático actual y futuro que los forzamientos
radiativos calculados a partir de los cambios en los procesos naturales.
LA ACUMULACIÓN DE QUÍMICOS TÓXICOS EN EL MEDIO AMBIENTE
(CONTAMINACIÓN)

 NIVEL LOCAL

En Bolivia en la ciudad esto es debido parte de nuestra economía se basa en la minería y de esta manera
afectamos con la contaminación de metales pesados, también con el uso de combustibles fósiles. en la
agricultura con el uso de pesticidas, con aerosoles, las empresas con emisiones de todo tipo de compuestos, etc.
esto afecta a la vida y también a todo lo que nos rodea, los químicos tóxicos contribuyen de manera alta al
efecto invernadero que hoy en día se vive.

 NIVEL REGIONAL

A nivel regional el impacto d la contaminación de metales es muy fuerte, la mayoría de los países latinos
exporta minerales, utiliza aerosoles, y químicos en la agricultura, las emisiones de combustibles fosiles es
bastante fuerte, solo algunos países están trabando con recurso renovables, utilizando energía hidráulica una
energía mas limpia, debido al crecimiento de la población , aunque no somos contaminantes potenciales, como
los países del viejo mundo.

 NIVEL MUNDIAL

Las sustancias químicas se encuentran por doquier en el planeta; todos los seres vivos están constituidos por
ellas y es difícil concebir alguna actividad en la sociedad moderna en la cual no intervengan o hayan
intervenido productos químicos, tanto en el hogar como en los lugares de trabajo e incluso en las actividades de
recreación. De allí que se considere que numerosas sustancias han sido la base del progreso y su
aprovechamiento, en una gran diversidad de procesos productivos, son identificadas como un factor que genera
negocios, ingresos y empleos (Cortinas, 2000).

Sin embargo, a pesar de su importancia en actividades productivas, existen efectos adversos que pueden llegar
a derivarse del manejo de las sustancias químicas peligrosas, incluyendo:

 Contaminación y deterioro de la calidad del agua, aire, suelo y alimentos.


 Intoxicaciones y enfermedades que ocurren tanto en humanos como en la biota.
 Daños a los materiales que entran en contacto con ellas.
 Accidentes que involucran explosiones, incendios fugas o derrames.

Las actividades industriales a nivel mundial han dejado secuelas por las altas concentraciones de
contaminantes liberados, tales como metales pesados y otros residuos de tipo industrial, ya que su pasivo
ambiental sigue presente en los sitios donde han sido utilizados o generados. Por tal motivo, los riesgos
asociados a este tipo de sustancias, cuya toxicidad puede ser tanto crónica como aguda, para especies de flora,
fauna y para los propios seres humanos, deben ser caracterizados y evaluados utilizando metodologías
adecuadas.
Durante los últimos años los ciclos biogeoquímicos de algunos metales, entre otros contaminantes, se han visto
alterados por las actividades antropogénicas, ocasionando su partición en las diversas matrices ambientales
(figura 3). Mientras que las actividades metalúrgicas y mineras, entre otras, han fomentado e incrementado el
uso de metales pesados, la disminución del pH en lluvia y aguas superficiales. Del mismo modo, el elevado uso
de surfactantes (sustancias que reducen la tensión superficial de fluidos, incluyendo el agua), ha aumentado la
movilidad de los metales pesados en el ambiente.

Debido a sus altos puntos de ebullición, los metales están prácticamente ausentes en la atmósfera en
condiciones estables, con excepción del mercurio. Los gases generados en la quema de combustibles fósiles, así
como en incineradores de residuos, son las principales fuentes de emisión de mercurio a la atmósfera. Por su
alta volatilidad e inercia en comparación con otros metales, el mercurio persiste en el ambiente por un largo
periodo. En el caso del plomo, su eliminación en la gasolina en algunos países, afortunadamente ha ocasionado
su disminución en la atmósfera. En las capas de suelo, los metales pesados existen principalmente como
precipitados insolubles o como solutos enlazados a la superficie de micropartículas. La movilidad y destino de
estas especies químicas en suelo son generalmente influenciadas por la composición química de la fase líquida
en contacto (SenGupta, 2002).

Debido a sus propiedades físicas y químicas, los metales pesados pueden entonces presentar un peligro para la
salud o el medio ambiente. Entre las especies más problemáticas se encuentran el mercurio, el cadmio, el
plomo y el arsénico debido a que: 1) son relativamente abundantes en la corteza terrestre, 2) son usados
frecuentemente en procesos industriales o en la agricultura, 3) son emitidos en lugares en los que el público
entra en contacto con ellos 4) resultan tóxicos para los humanos y 5) pueden causar perturbaciones
significativas en los ciclos biogeoquímicos. En los últimos 40 años estos elementos han estado involucrados en
episodios importantes de contaminación con efectos desastrosos para el medio ambiente y en la salud humana:
por ejemplo, el envenenamiento con metilmercurio en la Bahía de Minamata (Japón) en la década de 1950 y la
contaminación actual de agua subterránea por arsénico en Bangladesh y Bengal Oeste.

Los contaminantes orgánicos persistentes

En los últimos 40 años ha aumentado la conciencia respecto de las amenazas provocadas a la salud humana y al
ambiente representadas por la liberación cada vez mayor de sustancias químicas de origen sintético. La
acumulación de evidencia ha concentrado los esfuerzos en una categoría de sustancias denominadas
contaminantes orgánicos persistentes, mejor conocidos en español como COP (en inglés se denominan POPs:
Persistent Organic Pollutants), que son compuestos químicos resistentes a la degradación fotolítica, biológica y
química, y que actúan como potentes plaguicidas y sirven para una gama de fines industriales. Algunos COP
también son emitidos como productos no intencionales de la combustión y algunos procesos industriales.
Mientras que el nivel de riesgo varía de un COP a otro, por definición todos tienen las siguientes propiedades:
1) son altamente tóxicos, 2) son persistentes, es decir, duran varios años o décadas antes de degradarse a formas
menos dañinas 3) se evaporan y viajan grandes distancias en el aire y en el agua y 4) se acumulan en los tejidos
grasos de los organismos vivos, incluyendo al ser humano.

Los efectos de estos contaminantes en los ecosistemas son variados y nocivos e incluyen defectos al nacer,
cáncer, alteraciones del sistema inmunológico y problemas reproductivos en diferentes especies. En los
humanos, la evidencia sugiere que los efectos son similares a los observados en los animales, es decir, cáncer,
problemas de fertilidad, mayor susceptibilidad a enfermedades y alteraciones neurológicas.

Las propiedades tóxicas de estas sustancias pueden perdurar durante largo tiempo en el ambiente y recorrer
grandes distancias antes de almacenarse en los tejidos grasos, particularmente en los peces y mamíferos
marinos; además, tienden a bioconcentrarse a medida que se transmiten a través de las cadenas tróficas.
Dada la gama de efectos adversos potenciales, algunos países, como los Estados Unidos y diversas naciones
europeas han decidido implantar mecanismos de control químico que incluyen tanto aspectos de observancia
obligatoria como medidas voluntarias.

Los contaminantes orgánicos persistentes se distinguen por ser semivolátiles, lo que les permite presentarse en
forma de vapor o adsorbidos sobre partículas atmosféricas

La toxicidad al ambiente

Los contaminantes orgánicos persistentes se han relacionado con efectos significativos para el medio ambiente,
en una gran variedad de especies y prácticamente en todos los niveles tróficos. Si bien la intoxicación aguda
por COP está bien documentada, preocupan en particular los efectos perjudiciales asociados con la exposición
crónica a concentraciones bajas en el medio ambiente.

Los COP tienen una larga vida media biológica, lo que facilita la acumulación de concentraciones unitarias
aparentemente pequeñas durante períodos prolongados. Para varios de estos contaminantes hay algunas pruebas
experimentales de que tal exposición acumulativa, a un nivel bajo, puede estar asociada con efectos crónicos no
letales, entre ellos una posible inmunotoxicidad, efectos cutáneos, alteración del rendimiento reproductivo y
carcinogénesis patente (Ritter et al., 1995).

Diversos autores han notificado inmunotoxicidad asociada con la exposición a diferentes COP. Los
investigadores señalan también que varios COP prevalentes, como los TCDD, los PCB, el clordano, el
heptaclorobenceno, el toxafeno y el DDT han inducido inmunodeficiencia en diversas especies silvestres.

La exposición a dichas sustancias se ha correlacionado con la disminución de la población de varias especies de


mamíferos marinos como la foca y la marsopa común, el delfín tursón y la ballena blanca de la desembocadura
del río San Lorenzo. Además, se ha establecido una relación clara de causa-efecto entre el fracaso de la
reproducción del bisón y la exposición a algunos COP (Ritter et al., 1995).

La bibliografía científica demuestra una relación directa de causa-efecto en el bisón y el hurón, entre la
exposición a los PCB y la aparición de disfunciones inmunitarias, problemas reproductivos, aumento de la
mortalidad de las crías, deformaciones y mortalidad de adultos. De la misma forma, se ha demostrado una
correlación convincente entre las concentraciones de bifenilos policlorados y dioxinas en el medio ambiente
con la reducción de la viabilidad de las larvas de varias especies de peces.

En 1991, el Comité Científico Consultivo de la Comisión Internacional Conjunta de los Grandes Lagos de los
Estados Unidos y Canadá revisó la literatura existente sobre los efectos de los COP en más de una docena de
especies depredadoras incluyendo águilas, cormoranes, truchas, visones, tortugas y otros, encontrando que estas
especies padecían deficiencias de salud importantes, además de una reducción en sus poblaciones debido a
disfunciones reproductivas, adelgazamiento de la pared de los huevos, cambios metabólicos, deformidades y
defectos de nacimiento, tumoraciones, cáncer, cambios en su comportamiento, fallas en el sistema hormonal y
baja de defensas, entre otros. (POPs and Human Health, 2000)

También es digno mencionar un informe en el que se indica que las ballenas blancas encontradas muertas
encalladas en el río San Lorenzo, con una alta incidencia de tumores, contenían concentraciones
significativamente elevadas de PCB, mirex, clordano y toxafeno. Por otra parte, una incidencia del 100% de
lesiones tiroideas en el salmón plateado, el salmón rosado y el salmón real monitoreados en los Grandes Lagos
durante los dos últimos decenios se asocia a un aumento de la acumulación corporal de COP. (Ritter et al.,
1995).
La toxicidad a la salud humana

Los seres humanos están expuestos a los COP a través de los alimentos, siendo los más importantes los que son
ricos en grasa (carne, pescado y otros productos básicos). Como resultado de estudios realizados en los Estados
Unidos se han encontrado ese tipo de sustancias en hamburguesas, helados y pizzas.

Los trabajadores y residentes de sitios localizados cerca de fuentes generadoras de COP están expuestos
además a la inhalación y al contacto cutáneo con estas sustancias. También, se tiene exposición importante de
los habitantes de las regiones árticas por la ingestión de animales con elevados niveles de COP.

Los efectos de los contaminantes orgánicos persistentes pueden ser muy sutiles y desencadenarse a bajas
concentraciones, presentándose después de varios años de la exposición, llegando en ocasiones a presentarse en
las subsecuentes generaciones. Esto hace que su diagnóstico sea difícil de realizar y dificulta la evaluación de
los problemas potenciales de salud pública.

En los últimos años se ha acumulado evidencia científica para relacionar la exposición a COP específicos con
sus efectos a la salud. Entre estas consecuencias se tienen:

 Cáncer
 Impedimento en el comportamiento neuronal, incluyendo desorden en el aprendizaje, bajo desempeño
mental, y déficit en la atención
 Alteraciones en el sistema inmune
 Deficiencias reproductivas
 Reducción del período de lactancia en madres en edad de lactancia
 Diabetes

El mecanismo más importante para la mayoría de estos efectos es la inducción de disfunciones en el sistema
endocrino. Diversos estudios han demostrado que los COP como la dieldrina, DDT, heptacloro, mirex,
toxafeno, dioxinas y BPC pueden causar efectos en el sistema reproductivo y endocrino, en el crecimiento
celular, en el metabolismo de carbohidratos y lípidos, y sobre la concentración de iones y agua en el cuerpo.

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