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A medida que el mercado evoluciona las habilidades comerciales y el marketing se tienen que

poner al ritmo de esta evolución, hoy en día existen clientes que saben más que los
vendedores, clientes más críticos los cuales siempre se inclinaran por el mejor postor, y solo
quien tenga la capacidad de ir mas allá de satisfacer una necesidad es quien tiene éxito en
cualquier tipo de negocio. Se han hecho cantidad de películas donde se refleja lo que podría
tener una persona o una empresa para saber cómo llegar a donde sus clientes y que es lo que
están buscando, la película El lobo de wall Street es una de estas películas donde muestra
técnicas de venta y lecciones de como por medio de estas técnicas ser exitoso.

En primer lugar encontramos como identificar a tu cliente ideal y especializarte, este debería
ser el primer paso cuando se quiere dar a conocer tus productos o servicios. El cliente ideal es
aquel que está dispuesto a pagar por lo que ofreces porque conoce su valor y le da solución a
su necesidad pero también es aquel que te ayuda a hacer crecer tu negocio porque es un
cliente rentable (deja dinero) y te refiere con más clientes. La idea del éxito de Jordán Belfort
fue vender acciones de ''a centavo'' de dólar únicamente al 1% más de la sociedad, así que
identificando a su cliente ideal fue capaz de hacer una fortuna. Por otro lado esta crear un
sistema de venta, este punto es crucial a la hora de vender, ya que de alguna manera se tiene
que saber llegar a los diferentes tipos de clientes y saber cuáles son sus características, en
pocas palabras analizar un segmento de mercado. Normalmente la gente que se dedicaba a
vender acciones por teléfono a gente adinerada fallaba irremediablemente porque no sabían
cómo dirigirse a este tipo de personas, asi que Jordan Belfort ideo un sistema para entrenar a
su equipo y escribió un guion que debían seguir cuando tenían que venderle a gente con dinero
es ahí donde vemos que cuando conocemos cuales son las características del cliente se puede
llegar a tener un buena relación.En tercer lugar está la motivación a tu equipo de trabajo que
hace parte de la cultura organizacional, pero cuando hablamos de motivación nos referimos a
el cumplimiento de la expectativas que como empleado se tiene a la hora de trabajar y además
del ambiente competitivo en el equipo de trabajo, esto se traduce en aumento de productividad
y ganancias. Luego encontramos la persistencia, un rasgo del carácter de Belfort era su
persistencia, Antes de entrar en el negocio de la bolsa, trabajaba en un negocio de reparto de
comida a domicilio. Su problema fue que creció demasiado, le comieron las deudas y la
empresa terminó quebrando. Mucha gente hubiera dejado a un lado sus sueños empresariales,
pero como el mismo Belfort decía: ''Si quieres ser rico, no te rindas nunca. La gente tiende a
darse por vencida. Si tienes persistencia, saldrás adelante por encima de la mayoría de las
personas. Más importante aún, aprenderás. Cuando hagas algo posiblemente fracasarás, pero
eso no es porque seas un fracasado, es porque no has aprendido lo suficiente. Hazlo distinto
cada vez. Un día, lo harás correctamente. El fracaso es tu amigo”. Y por último se encuentra
aportar una solución a un problema grave, en marketing hay un término que se conoce
como''staiving crowd'', que más o menos quiere decir en español “muchedumbre hambrienta”.
en pocas palabras esto quiere decir que es mucho más fácil venderle a alguien que está
desesperado por encontrar una solución ( esa es la muchedumbre hambrienta) como el mismo
Belfort decía: ''Llegados a un punto, una de las preguntas que siempre hago es: ¿Cuál es tu
mayor dolor de cabeza ahora mismo?'', cuanto mejor puedas entender cuáles son los
problemas de tus clientes, sus mayores dolores de cabeza, más fácil te resultará venderles tus
productos o servicios.
En las últimas décadas, toda la sociedad se ha visto inmersa en esta obsesión de producción y
consumo, de búsqueda del máximo beneficio. Un beneficio inmediato sin tener en cuenta las
consecuencias que esta manera de trabajar estaba produciendo. Cuando hablamos de modelo
económico estamos hablando de una economía moderna, que nace en el siglo XVIII con Adam
Smith, basada en la desconfianza en el ser humano pero que también se tiene en cuenta que
todas las personas quieren obtener poder El lobo de Wall Street es una película que
desmuestra lo que se puede llegar hacer por la obsesión de poder y beneficio propio en las
primeras escenas vemos a DiCaprio y a sus colegas brokers lanzando dinero y estafando por
pura diversión es ya una declaración de intenciones. Y lo que sigue no defrauda, pues
asistimos a tres horas de una orquesta de sexo, drogas, y derroche de dinero a raudales. Y lo
mejor es que todo, absolutamente todo está inspirado en la realidad. Más concretamente, en la
realidad de Jordan Belfort, el corredor de bolsa en quien se basa la película. El auténtico y
sádico lobo de Wall Street. Él mismo se ha encargado de asegurar que todo lo que aparece en
la cinta es cierto.

Los brokers de Wall Street hacen mucho dinero virtualmente estafando a las personas y lo
hacen rápido. Suelen ser muy listos y con una laxa moral en el proceso de hacer dinero pierden
el piso, engañan a sus esposas y traicionan a sus amigos, inhalan islas de cocaína y
desarrollan egos que no caben en los edificios más altos, la imagen primordial es que sonríen
sardónicamente ante un espejo, mientras se observan a sí mismos recibiendo dinero. El mundo
es suyo, porque han sabido burlar las reglas (que no son para todos). La película nos dice que
eventualmente caen ante la ley (aunque lo cierto es que la mayoría logran escaparse sin tener
que rendir cuentas porque como dice el Lobo de Wall Street, el dinero es mágico, es mágico
porque creemos en él). Hacer dinero es cuestión de actitud “Vendía basura a hombres basura.
Su dinero estaba mejor en mi bolsillo, yo sabía mejor cómo gastarlo”, dice DiCaprio en la
película. Y esta fue de hecho una de las claves del éxito de Belfort: saber vender, aunque lo
que vendiera fueran acciones “basura” a personas que lo perdían todo.

Por supuesto, Belfort no es un buen ejemplo a seguir no hay nada de malo en gastarse el
dinero que uno gana en pasárselo bien. De hecho, esa es probablemente la principal razón por
la que cualquier persona querría ganar un montón de dinero. No obstante, hay que tener
cuidado con los excesos, especialmente cuando tienen forma de drogas y pueden arruinarte la
vida. Como presidente de Stratton Oakmont, empresa que fundó a los 26 años y desde la que
estafó millones de dólares a sus inversores, Belfort inició una loca carrera hacia el infinito llena
de drogas, fiestas non-stop, despilfarros y una total falta de disimulo sobre sus actividades
delictivas. Sus gusto por todo lo que le colocase jugó un papel decisivo en su caída profesional
y personal, este autodestructivo estilo de vida le llevó a querer más y más, lo que sin duda no
solo afectó a su salud sino a su equilibrio mental: si ya era un mal hombre estando sobrio, bajo
los efectos de las drogas lo era más todavía. Ahora, Belfort lleva 12 años “limpio” y afirma que
solo es adicto a las bebidas energéticas y al dinero. En fin, hay adicciones imposibles de
superar pero nos enseña que el éxito es también una cuestión de actitud. Una bonita sonrisa,
un aspecto elegante y un discurso convincente pueden abrirte muchas puertas. Proyectar
imagen de éxito es una de las claves para conseguir éxito, y creerte lo que dices es el primer
paso para que los demás lo crean también.
Ensayo sobre la película el Lobo de Wall Street

Daniela Yusti Urbano

Fidelizar al cliente incrementando los vínculos comerciales y logrando la rentabilidad


del negocio de acuerdo con la políticas institucionales.

Ruben Dario Narvaez

Corporacion Universitaria de los Andes- SENA

Banca 2

Cali

2015

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