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Estado America y Argentina
Estado America y Argentina
Primera Parte
INTRODUCCION:
Mas adelante, la imposibilidad en la formación de un orden social estable fue analizada por Juan
Bautista Alberdi y Domingo Faustino Sarmiento. Agradeciendo a Juan Manuel de Rosas (caudillo)
los servicios prestados en cuanto a la generación de hábitos de obediencia.
Después siguen las creaciones y los deseos. La inventiva de Mitre para dotar de una historia
mítica al nuevo país, la generalización de la educación básica, el idealismo de Irigoyen
pretendiendo dialogar con las potencias extranjeras sobre la base de postulados éticos. Y
también siguen las realidades concretas: las inversiones extranjeras, que conllevan progreso y
dependencia, la elite terrateniente, que observa atónita la explosión de la riqueza agraria y no
sabe como conducir esa economía bendecida por la renta diferencial, y los inmigrantes.
CAPITULO 1
Hubo dos utopías: la de los conquistadores que buscaban oro y plata (el mercantilismo), y la de
los misioneros católicos y protestantes que pensaban que los indígenas eran aquellos niños
destinados a oír el llamado de Jesús. El realismo llevo a alianzas y conflictos entre estos dos
grupos. Esto concluyo en un proceso de aculturación y explotación de los indios.
El cambio mas profundo y persistente que marca la historia de los últimos cinco o seis siglos de
la historia de la humanidad, es la transformación de la mentalidad que se produce en el seno de
cristiandad medieval, que es hija de esta, pero rebelde e innovadora, es critica.
América fue el gran laboratorio, donde la modernidad busco probar sus hipótesis; y ese pequeño
grupo de países europeos (España, Portugal, Francia, Holanda, Inglaterra) fueron los sujetos del
proceso. España fue el país europeo que conquisto y colonizo la parte de este continente en la
que se incluye una Argentina.
España a fines del siglo XV, era un país abierto: mantenía relaciones políticas y económicas con la
mayoría de los Estados europeos. Contaba con ventajas geopolíticas.
Isabel I por un lado le dio el mando de los ejércitos castellanos a su marido, el rey de Aragón, en
nombre de la crazada contra los musulmanes. Por otro, obtuvo del papa Sixto IV la institución de
la Inquisición en España, con rasgos muy específicos. La Inquisición española, con poder de
policía para perseguir y condenar a los herejes, era común a los dos reinos, y no dependía del
Papa sino de los reyes del derecho a nombrar a los obispos, redondeo la relación favorable a la
monarquía, con la iglesia, el mayor poder ideológico de la época.
Pocos hombres, que contaban a su favor con superioridad militar y la decisión de enriquecerse,
sometieron a los aborígenes.
Tres elementos transformaron lo que pudo ser una acción depredadora mas: la Iglesia, los
colonos y el descubrimiento de grandes yacimientos de oro y plata.
Otra de las bases necesarias para la construcción del Estado moderno es la integración
ideológica, y en la época no había otra alternativa que la religión para cumplir ese papel, por eso
Isabel impulso una serie de medidas para recuperar su credibilidad.
Dada la amplia autonomía de la Iglesia con respecto al poder militar y la administración civil
podía cumplir la función de controlarlos para asegurar su lealtad a la corona. Los Clérigos pronto
advirtieron que de no imponerse un Estado de derecho, los conquistadores acabarían con los
indígenas y saquearían todas las riquezas, lo que contradecía los intereses a lago plazo de
España.
Por eso y porque de otra manera no tendría a que convertir a la “verdadera fe”, se convirtieron
en un factor de estabilización y administración pacifica.
Los inmigrantes, amparados por las armas de los conquistadores, no vinieron a América en busca
de trabajo, sino para convertirse en propietarios y patronos de la mano de obra indígena, y
ascender socialmente. Todo esto fue alentado por el gobierno español, hasta que se
descubrieron los grandes yacimientos de metales preciosos en Perú y México. A partir de ese
momento, el mayor interés se va a concentrar en su extracción, para lo cual se recurre al trabajo
forzado indígena.
La corona española estableció el monopolio, que obligaba a las colonias a comerciar únicamente
con la metrópoli. Ya a fines del siglo XVII se delinean los conflictos que se extenderán a lo largo
de toda la etapa colonial. Los actores son la Iglesia, la administración colonial, los hacendados, y
los trabajadores. España comenzó a obstaculizar el desarrollo de las manufacturas y la
producción agrícola local, para obligar a los colonos a importar esos bienes de la metrópoli,
pagándolos con el oro y la plata, hacendados y contratistas mineros disputaron con la Iglesia,
debido al control de la mano de obra indígena y presionaron a los reyes españoles para limitar su
influencia. Pero a la corona no le convencía reducir los privilegios eclesiásticos, porque los
necesitaba para limitar el poder de los colonos y de sus propios funcionarios.
A fines del siglo XVII puede decirse que Hispanoamérica se había liberado de la inicial
dependencia de España.
En la primera década del siglo XVIII, España se encontraba inmersa en una guerra de sucesión
que significo la invasión de su territorio por ejércitos extranjeros. La autoridad española no
estaba en condiciones de mantener su imperio. Sin embargo las colonias americanas no se
plantearon su independencia debido a dos razones; porque no tenían su autonomía de facto y
todavía no había surgido la conciencia de americanizad.
De la Guerra de Sucesión surgió triunfante Felipe V de Borbón, príncipe francés que fundo la
familia real que se continua hasta el presente. Entre las concesiones que debió pactar, la que
tuvieron más repercusión en América, fueron las acordadas en el Tratado de Utrecht (1713) con
Gran Bretaña. Esta nación obtuvo el monopolio de tráfico de esclavos y la legalización de parte
de su comercio de bienes de consumo con las colonias.
En la primera mitad del siglo XVIII los esfuerzos de la nueva dinastía reinante en España
estuvieron puestos en asuntos nacionales y europeos. Se unifico la monarquía, se suprimieron o
limitaron los derechos forales y estamentales y se promovieron la educación, la industria y la
navegación. Sin embargo, el peso de la mentalidad dinástica y aristocrática llevo a España a
seguir involucrándose en costosas guerras.
Recién después de la Guerra de los Siete Años (1756 – 1763), se impone el criterio modernizador
en la clase gobernante. Carlos III y sus ministros son los protagonistas de este nuevo proceso.
La principal preocupación no era expulsar a los extranjeros sino controlar a los criollos.
Las reformas impulsadas en el sistema colonial español en la segunda mitad del siglo XVIII
pueden clasificarse como administrativas, económicas y sociales.
Los dos grandes virreinatos, el de México y el de Perú, que abarcaban el primero a América
Central y el segundo a América del Sur, ya eran insuficientes como institución jurídico – políticas
para administrar las colonias. Entonces fueron subdivididos creándose otros nuevos. También se
estableció una nueva institución, la intendencia, que agrupaba en nuevas jurisdicciones a las
distintas provincias, y que dependían directamente del poder central.
Pero para alcanzar el objetivo centralizador era esencial modificar el régimen corporativo. Entre
las corporaciones, la más importante era la Iglesia; no se avanzo demasiado sobre la corporación
eclesiástica, con la expulsión de los jesuitas que eran el grupo más autónomo e irritante, y que
se hizo con la complicidad de otros miembros de la Iglesia, se zanjo la cuestión.
Otro centro de poder y privilegio era el ejercito. España nunca tuvo los hombres, el dinero y las
armas suficientes para organizar un ejército de ocupación. Por eso tuvo que recurrir a las milicias
coloniales formada por los criollos, que de esta manera adquirieron nuevos fueros y la
autoconfianza de saberse responsables de su propia defensa.
En tema de comercio, se implemento el “libre comercio”, lo que se hizo bajo ese nombre a partir
de 1778, fue crear un sistema acotado de centros comerciales, para limitar la libertad en los
intercambios que existía de hecho entre las colonias y asegurarse su control.
El defecto básico de este sistema para América es que margino y destruyo su producción de
bienes primarios y manufacturados, las elites criollas perdían riqueza, debilitarlas era el principal
objetivo de la nueva política colonial.
Los borbones practicaron su política centralista primero en la propia España, reuniendo a las dos
monarquías Castilla y Aragón, y limitando o suprimiendo las autonomías de numerosas regiones.
Permitió el acceso a América de españoles no castellanos. Los que llegaron provenían
mayoritariamente del norte industrioso y comerciantes, y se instalaron a la cabeza de la pirámide
social hispanoamericana. Además la administración imperial siguió prefiriendo a los peninsulares
por sobre los criollos para ocupar los cargos de mayor responsabilidad.
Otro aspecto a considerar es el papel de los indios, los mestizos, los negros y los mulatos que
integran la pirámide social hispanoamericana. Las sociedades coloniales estaban compuestas en
variadas proporciones por una gran masa de indios. Pero salvo excepciones los indios eran
pueblos conquistados, obligados a vivir en una situación social inferior y sometidos a tributos y
servicios personales.
Esta composición racial influyo decisivamente en las relaciones sociales. Las elites criollas tenían
algo de sangre india. El grado de blancura se convirtió en el criterio de status prioritario, y
condiciono las relaciones entre los criollos y los nuevos peninsulares que habían escapado a la
influencia musulmana y que por lo tanto lucían una blancura cristalina.
Esto provocaba en las elites criollas una inseguridad con respecto a su posición social, subrayada
por la inexistencia de un régimen de castas. En efecto, la religión cristiana no avalaba una
distinción basadas en las diferencias étnicas y, por consiguiente, tampoco había un derecho que
fuera explícitamente racista.
Los políticos borbónicos buscaron sacar provecho de esta situación como un medio mas para
someter a los criollos. Implementaron por vía administrativa la venta de blancura, que consistía
en la entrega de certificados genealógicos a cambio de un alto arancel. Muchos mestizos y
mulatos que se habían enriquecido pudieron así mejorar su status y acceder a los privilegios que
monopolizaban los criollos.
Con esta política los españoles ilustrados contribuyeron sin proponérselo a crear un clima
prerrevolucionario en Hispanoamérica. Esto obligo a las elites criollas a buscar por si mismas
nuevas respuestas a sus problemas básicos: poder político y orden social.
CAPITULO 2
1 . La crisis de la independencia
En primer lugar, el modelo de organización estatal que se adoptaría en casi toda Hispanoamérica
luego de la independencia sería el republicano y constitucional.
En segundo lugar, el nacionalismo romántico se impuso como ideología legitimadora del poder.
En cuarto lugar, las elites criollas defendieron la estratificación social preexistente que los
colocaba en la cima de la pirámide. Para lograrlo debieron acudir a otro socio imperial,
Inglaterra. Esto significo la destrucción de la producción nacional.
La política la hacían los nuevos líderes y los grupos económicos locales. Estos desarrollaron sus
intereses edificando nuevas metrópolis y haciendo que otras regiones o provincias dependan de
estas. Ej.: Bs. As con el resto de las provincias.
Las dos invasiones inglesas produjeron la militarización de la sociedad porteña, servicio el cual
era obligatorio para aquellos que tuvieran entre 16 y 50 años.
En la década de 1810, para mantenerse en el poder es necesario contar con los jefes militares,
quienes impondrán y desplazarán a las autoridades en función, lo que explica los continuos
cambios de autoridades y modificaciones organizativas de poder, que producen una progresiva
concentración de este: de la Primera Junta y la Junta grande a un triunvirato y finalmente el
poder unipersonal del director supremo.
Plano económico
En la década del 20 comenzaron a sucederse los conflictos interprovinciales, debido a que las
provincias del centro y norte necesitaban del mercado porteño para colocar las mercaderías que
no podían vender en Potosí. Presionaron a la clase dirigente porteña para que eleven los
aranceles aduaneros y así poder competir con los productos importados. Además, reclamaban el
reparto de la recaudación de la aduana porteña, que era la única fuente importante de ingresos
en el territorio.
Las provincias del Litoral solicitaban la eliminación de la obligación impuesta a los barcos que
navegaban los ríos Paraná y Uruguay de pasar por Bs. As y pagar las aduanas.
Buenos Aires durante 1820-1824 vivió la “feliz experiencia”, donde se instauro un Estado de tipo
moderno para asegurar la tranquilidad de los negocios.
En esta etapa creció la actividad ganadera, y se duplico el territorio, que fue repartido entre los
hacendados, dirigentes militares y políticos y los principales comerciantes porteños.
Hacia la década del 40 el ganado ovino empieza a reemplazar al vacuno debido a la gran
demanda europea de lana.
Plano Político
La necesidad de formar un Estado nacional que permitiera enfrentar la guerra con el Imperio de
Brasil conformo un Congreso que nombro como presidente a B Rivadavia. Luego se dicto la
constitución de 1826 qué las provincias del interior y del litoral NO acataron, hecho que, junto
con el bloqueo comercial brasileño, llevo a Rivadavia a su final caída.
Rosas toma el poder en 1829, y el éxito de su política de imponer la paz en todo el territorio
reforzaba el posible comercio con las zonas limítrofes. Con su gobierno logro el reconocimiento
de soberanía nacional por parte de Inglaterra y Francia.
Fue derrotado por Urquita, que quería institucionalizar el país con la base de los gobernadores
rosistas, que llevo a la secesión de Buenos Aires de la Confederación Argentina.
Buenos Aires prosperaba gracias al aumento de los precios internacionales de sus exportaciones
de lana y cuero y la Confederación se empobrecía cada vez más. En 1859 Derqui sucedía a
Urquiza y Buenos Aires es derrotada en Cepeda y se incorpora a la Confederación. En 1861 era
derrotado en Pavón por B Mitre, cuya presidencia hará que se consolide finalmente el Estado
Nacional.
Estado : Organización que impone u obtiene acatamiento de la población valiéndose tanto del
poder como de la autoridad o legitimidad para lograr ese objetivo. Instrumento para resolución
o regulación de conflictos sociales provocados por el choque de estos intereses.
Nación : Realidad de orden cultural constituida por tradición, lengua, vínculos religiosos, hábitos,
y estilos de vida compartidos, sumado a una historia común. No necesariamente debe estar
junto con Estado.
El Estadio Nacional es donde reside el poder político. Debe cumplir con las siguientes
características:
d) Los individuos delegan sus derechos políticos, y el Estado los ejerce por el bien común.
* Emancipación y proceso de formación del estado argentino: el largo caminito hacia la
organización nacional (1810 – 1860)
1860: Formación del Estado argentino, antes hubo diversos intentos que terminaron el fracaso:
1) 1810 a 1829 2) 1829 a 1852 3) 1852 a 1860 4) 1860 en adelante.
1) Primer periodo (1810 a 1829): La revolución de Mayo y las luchas de emancipación iniciadas
en 1810 marcaron el comienzo del proceso de creación del Estado Argentino. El virreinato del rió
de la plata resultaba un conjunto de regiones y provincias con realidades (Económicas, políticas,
sociales) muy diferentes. No había una clase capas de ejercer un liderazgo centralizado sobre
todo el territorio. Quedaron al descubierto 3 áreas, Buenos Aires, interior mediterráneo y el
litoral. Las posibilidades de expansión de la región interior mediterránea dependían en gran
medida de un Estado que limitara las importaciones provenientes de los países industrializados
europeos, quitara a Buenos Aires el control exclusivo de la Aduana y destinara una porción de las
rentas aduaneras a subsidiar los gobiernos provinciales. Es un periodo caracterizado por el inútil
intento de Buenos Aires de imponer una organización nacional basada en el control político y
económico a trabes del dominio de la Aduana.
2) Segundo periodo (1829 a 1852): Etapa teñida por la autoridad de Juan Manuel de Rosas, su
gobierno asumía la representación exterior y simultáneamente seguía manejando la Aduana
-coalición entre Buenos Aires y las provincias- Pero, al mantener las diferencias económicas
entre Buenos Aires, el litoral y las provincias del interior, el orden rosista, no constituye un
Estado Nacional.
3) Tercer periodo (1852 a 1860): Victoria de Urquiza (Caudillo representativo del litoral) luego de
la batalla de Caseros. Urquiza da lugar a la Confederación Argentina, la cual quiere una
Constitución Nacional, pero no lograba la adhesión de Buenos Aires ya que había 2 cláusulas que
no eran aceptadas (Ceder parte de la aduana y 2 plazas de senadores sin importar la cantidad de
habitantes). Luego viene la batalla Cepeda, la Confederación se empobrece y Buenos Aires se
enriquece. En 1859 la Confederación vence a Buenos Aires.
4) Cuarto periodo (1860 e adelante): En 1861 Mitre derrota a Urquiza en la batalla de Pavón al
mando del ejército de la Confederación Argentina. Esto marco el comienzo de la formación del
Estado Nacional. El gobierno de Mitre debió enfrentar las reacciones de los distintos caudillos
del interior que no se resignaban a perder la autonomía. Es entonces, que Mitre crea, en 1864,
un Ejército Nacional -hasta el momento inexistente- para eliminar los focos de resistencia
armada en las provincias. Mitre usa la Constitución que quería imponer la Confederación.
Buenos Aires y el litoral quieren el libre cambio, para que el interior acepte la política
librecambista, les da subsidios a las provincias, las cuales querían protección arancelaria. Varios
de los motivos por los cuales no se formaba el Estado eran: No había capacidad militar, no había
capital, no había territorio unificado y no había una nación construida. Vale destacar que el
Estado no vive de las exportaciones -Si bien dan buenos ingresos-, se mantiene por los
impuestos de la importación, los impuestos internos.
La penetración del gobierno central sobre el resto del país se hizo efectiva a partir de 1860 con
una serie de mecanismo: Represivos (Creación de una fuerza militar unificada par sofocar todo
intento de alteración del orden impuesto por el Estado), Materiales (Diversas formas de avance
del Estado Nacional a través de obras, servicios y demás, por el territorio) e Ideológicos
(Capacidad de creación y difusión de valores, conocimientos y símbolos patrios reforzados
(Herramienta del gobierno para “argentinizar” a los hijos de los inmigrantes a través de la
difusión de contenidos y símbolos culturales) y Cooptativos ( Crecimiento del personal civil y
militar en el interior, designados por el gobierno nacional y la intervención del Ejecutivo Nacional
y el otorgamiento o suspensión de subsidios a las provincias) .
(TORCUATO S. DI TELLA)
Las tensiones presentes en cualquier sociedad estratificada plantean con particular seriedad el
problema de la representación de los diversos grupos. Los ocupantes de las condiciones mas
bajas estarán insatisfechos, creen injusto ser ellos quiénes estén allí.
Movilización social : Sectores atrasados rompen con la indiferencia política y cuestionan el status
quo vigente y demandan un liderazgo carismático caracterizado por la relación caudillista que se
establece entre el líder y la masa.
Movilizacionismo: es una de las formas que adopta la movilización social que implica una
relación caudillista líder-masa caracterizada por su escasa organización y elaboración ideológica.
El proceso social es uno solo pero lo dividimos en etapas para entenderlo mejor.
Ejemplo histórico: Cacerolazo como ejemplo de movilización social (las personas poseen distinta
organización, ideología…).
Nito Artaza:
(CRISTINA LUCCHINI)
Es la característica de una sociedad estar diferenciada en grupos con mayor o menor recursos
(económicos, culturales, etc.) lo cual genera ‘estratos’ superpuestos. La ‘incongruencia de status’
son los casos en los cuales personas que tienen posición alta en un criterio y baja en otro.
(Ejemplo: Alta educación y bajo nivel de ingresos).
Marx :
En el enfoque marxista se considera al criterio económico (Clase), el mas importante, del cual
dependen todos Al decir “económico” nos referimos a la propiedad de medios de producción o
la posición ocupacional debida a la división del trabajo. Consideran posible a trabes de las etapas
del capitalismo avanzado, la eliminación jerárquica del trabajo, lo que instaura una sociedad sin
clases. En general, el análisis marxista hace una diferencia entre ‘clases en si’ y ‘clases para si’. La
‘clase en si’ seria un grupo estadísticamente diferenciado de los demás pero sin conciencia de
sus propios intereses y sin organización, una vez que adquiere estos elementos pasa a ser una
‘clase para si’, una clase propiamente dicha. Solo toma en cuenta a la burguesía y a los
asalariados. Se refiere a la relación con los medios de producción. Tiene en cuenta las clases
medias pero las toma como secundarias.
Max Weber :
Según Weber, la estratificación es una característica de toda sociedad que puede ser de diversos
tipos. Reconoce 3 dimensiones en la estratificación social: Clase, prestigio y poder. La clase de un
individuo depende de su situación económica (Su posición respecto a un mercado en el que se
negocian tierras, capital, trabajo y otros bienes escasos). En cuanto al prestigio, se basa en la
posesión de características valuadas como superiores o inferiores, pero no necesariamente
comerciables, léase, linaje, cultura, educación, cultura, pertenencia étnica o religiosa, profesión,
desempeño de tareas sacerdotales, militares, o de gobierno. Finalmente, aparece el poder,
definido como la capacidad de influir y hacer actuar a los demás según el deseo o intereses
propio. Esta última dimensión de estratificación no tiene porque coincidir con las demás. Weber
también define los estamentos como el mayor o menor grado de autoconciencia, organización, o
visibilidad social de los estratos formados por estos criterios. Se llaman así, especialmente
cuando existen criterios muy reconocidos y legalmente sancionados para pertenecer a ellos. Se
refiere a la relación respecto al mercado (Capacidad de compra)
Algunos teóricos funcionalistas sostienen que la estratificación cumple una función esencial para
toda la sociedad, la de estimular a los individuos a un mayor esfuerzo en el desempeño de sus
actividades, para así, mejorar su posición. Según las teorías marxistas ello se debe a la escasez
económica, y al tipo de tecnología, por ende, un
sistema tecnológico podría eliminar la necesidad de estratificación social, y una sociedad sin
clases. Aunque para ello se necesitaría un alto desarrollo industrial, técnico y económico.
Desde Siglo XV al XVIII. Situación: Mientras España consolidaba su extenso imperio colonial, en
distintas regiones de Europa occidental se producían transformaciones significativas, el viejo
orden feudal se desmoronaba y era reemplazado por el sistema capitalista (Propiedad privada,
individual y absoluta, y relaciones asalariadas de producción). Este proceso fue acompañado por
varias transformaciones:
4) Aplicación de políticas mercantilistas. “El Acta de Navegación” de 1651 establecía que todo
producto importado debía arribar a Inglaterra en barcos nacionales o del país proveedor.
La ampliación del comercio internacional fue posibles gracias a una seria de innovaciones en el
transporte y la comunicación: Navegación a vapor, ferrocarril y telégrafo. La disminución del
tiempo de navegación posibilitó que los productos arribaran a Europa en condiciones
apropiadas, se incorporan al comercio mundial regiones distantes a los mercados consumidores
(América Latina exporta cereales, carnes, etc.). La rebaja de los precios de los fletes marítimos
por el aumento de la capacidad de carga y la reducción del tiempo de viaje, tornan a los países
periféricos, en competitivos. La expansión del ferrocarril facilitó el intercambio comercial y las
migraciones internas. Permitió la integración económica territorial en algunos países, vinculando
el interior con los puertos. Empresas inglesas financiaron los grandes avances en el tendido de
vías ferroviarias en vastas zonas de Europa, América y Asia. En los países subdesarrollados, si
bien contribuyó a la integración de los mismos al mercado mundial, poco y nada lo hizo en
relación al crecimiento industrial ya que creció el aumento de acero, locomotoras y repuestos
ferroviarios. Finalmente el telégrafo permitió la comunicación rápida entre regiones distantes
(Luego se lo reemplazo por la comunicación telefónica). La expansión de la Revolución Industrial
generó las condiciones para la incorporación de América Latina al mercado mundial como
exportadora de bienes primarios. Los países del “centro”, aparte de producir bienes
manufacturados, controlaban los medios de transporte, el comercio internacional y los precios
de los productos exportados por la periferia.
La influencia británica fue decisiva para imponer las ideas de “librecambio” (Comercio exterior
sin aranceles o trabas aduaneras) con fin de facilitar las transacciones internacionales a Europa,
también en algunos países de Latinoamérica, sus Estados adoptaron la apertura en su comercio
exterior. Los precios de los bienes manufacturados tendieron al alza y la brecha entre países
industrializados y sus proveedores de materias primas y alimentos se incrementó. Sin protección
aduanera era imposible competir con la industria europea.
4. El imperialismo:
Revolución Industrial consolidada, economías que se expandían y crecían a buen ritmo, apareció
el positivismo dentro de los países industrializados. (Visión optimista de la evolución de las
sociedades). Fuera de estos países el positivismo no era ni obvio ni real. Allí solo se beneficiaban
del progreso las pequeñas minorías de los habitantes, ellos eran, la burguesía que identificaba e
interactuaba con estados europeos. La principal característica del comercio internacional fue el
librecambio, el cual reemplazo el complicado sistema de restricciones arancelarias y
discriminaciones comerciales.
4.2. Crisis Económica (1870-1895):
A partir de 1873 comienza una depresión económica producida por la caída de la tasa de
ganancia y la caída de los precios. Desde 1873 a 1890 se dio lugar a la Gran Depresión, la cual,
simplemente fue un ciclo de reacomodamiento y transformación del sistema capitalista en pleno
crecimiento: Las empresas habían aumentado la proporción de capital fijo en equipos, maquinas
y edificios, esto se hubiera equilibrado si esa mayor producción hubiera estado acompañada de
una ampliación del mercado. Aquí surgían dos problemas. Por un lado, los consumidores de
productos manufacturados, eran de las clases medias y altas europeas, y su numero no había
aumentado en la misma proporción que lo hacia la oferta de esos bienes. Por otro, el libre
cambio y el desarrollo de los transportes, permitían la llegada de productos de todo tipo y a
cualquier parte, aumentado la oferta y propiciando la baja de los precios. Los grupos afectados
pedían a sus Estados el abandono del librecambismo y la aplicación de políticas proteccionistas.
Desde 1878 a 1890 una ola de proteccionista cubrió el mercado mundial (Algunas excepciones).
Se produjo una gran expansión de los países mas industrializados hacia otras regiones del
mundo. Las viejas colonias eran de asentamiento, mientras que las ‘nuevas’ eran de ocupación,
en las que una pequeña minoría de residentes europeos ejercía directa o indirectamente el
control político y económico de la sociedad colonizada manteniendo la cultura y la población
autóctonas ajenas a la cultura europea. Este imperialismo fue caracterizado también, por su
velocidad de expansión, en solo 30 años casi se llevaba colonizado el 84,4% del planeta.
Divido en 2 grandes grupos, aquellos que consideran que fue por factores económicos, y otros,
causado por factores políticos.
Tiene 3 interpretaciones. El imperialismo de los hombres de Estado (El cual era el resultado de
maniobras políticas de los hombres de Estado que buscaban en la posesión de colonias atender
el interés nacional consiguiendo mayor poder y seguridad internacional), el imperialismo de las
masas (Producido por la ambición de gloria y grandeza, los gobernantes arrastraban a las masas
hacia la aventura imperialista, el imperialismo apelaba al patriotismo y abusaba de él. Las masas,
entonces entusiasmadas detrás de un proyecto colonial, abandonan sus reclamos económicos,
políticos o sociales, y eran fácilmente controladas por la dirigencia.) Y el imperialismo como
respuesta a los problemas suscitados en la periferia (Algunos autores sostienen que el
imperialismo es un proceso multicausal, y que si bien todas las anteriores tienen un grado de
razón, ninguna lo explica en su totalidad. Sostienen que el imperialismo responde a situaciones
litigiosas no previstas que se suscitaban en esas regiones, y que los gobiernos europeos
solucionaron con la anexión territorial. El imperialismo seria la respuesta a los problemas
suscitados a la periferia, en general, eran respuestas políticas a problemas de índole económica,
eran además respuestas del Estado a problemas económicos privados).
4.7. La descolonización:
(TORCUATO S. DI TELLA)
En muchos países de América latina se da comúnmente entre grupos industriales una cierta
tensión contra el complejo agroexportador previamente dominante.
un sector de los estratos altos enfrentados al status quo, antagonista del sistema dominante e
inseguro en su posición, lo que lo transforma en el origen o el sostén de un comportamiento
político heterodoxo entre las elites;
una masiva y rápida transformación entre las clases trabajadoras, que cambia la cultura y las
características sociales de su ambiente de trabajo, haciendo peligrar el anterior sistema de
organización y representación sindical y política.
Cuando estos dos factores se hacen presentes, es muy probable que se forme una alianza entre
la elite heterodoxa de los estratos superiores y las masas especialmente si estas son de reciente
movilización.
* La peculiaridad Argentina: el impacto inmigratorio europeo.
La Argentina pertenece a un grupo de países o de regiones que por un tiempo muy largo, fueron
destinadas a ser ocupadas por la inmigración europea.
La Argentina estaba ocupada por una población que había luchado por su independencia y
formado un Estado.
La situación era muy diferente en el Río de la Plata y el sur de Brasil. En estos países los criollos,
independientes desde 1810, ya estaban construyendo sus naciones con elementos provenientes
de España y Portugal. Después de periodo autoritario, representado en la Argentina por Rosas,
se formo una elite modernizante, europeizada.
La amalgama fue más complicado de lo que se esperaba, la presencia de una enorme masa que
no era solo inmigrante sino también extranjero, creo problemas sociales y políticos especiales.
Mantener el control del proceso habría demandado de las elites tradicionales una capacidad que
no tenían. En algunos momentos pareció que la inmigración, en vez de crear una población
culta, adaptada al proceso de formación de un país moderno donde serian respetados el trabajo
y la propiedad, se convertiría en la base de soluciones violentas de diversos signos.
La Argentina tiene uno de los porcentajes de inmigración mas elevados, el doble de Estados
Unidos y Canadá, y similar al de Australia y Nueva Zelanda pero,
en Australia y Nueva Zelanda los inmigrantes son en su gran mayoría británicos, por lo tanto
no extranjeros, y lo mismo sucede en Canda.
La mayoría de los que debían ser amalgamados eran italianos. Los italianos debido a las
diferencias de idioma y otros rasgos culturales, permanecieron en los escalones más bajos de la
pirámide, especialmente en relación con los nativos, mas preparados en los campos educativo,
político y sindical. No era fácil para ellos tener acceso a la tierra.
La realidad era que los extranjeros estaban verdaderamente inundando las zonas mas prosperas
de la Argentina, lo que implicaría problemas especiales, si estos extranjeros no adoptaban la
ciudadanía o no eran educados en los valores nacionales.
Los extranjeros, salvo pocas excepciones, no adoptaron la ciudadanía argentina. Este hecho
puede deberse a varias causas: entre las clases dirigentes criollas no todos estaban de acuerdo
en otorgar fácilmente la ciudadanía, pero también eran las comunidades extranjeras las que no
lo alentaban, por considerarlo un abandono a su patria. Pero bajo estas actitudes había una
realidad estructural: la poca fuerza y prestigio del Estado argentino en comparación con la
comunidad de origen.
En América del Sur y América latina. El inmigrante se sentía superior a la nación en la que vivía.
Superior en la escala de prestigio étnico, al compararse con las clases populares locales. Superior
también a los pocos activistas de la política criolla, con sus caudillos y la violencia electoral, en
general dirigida por miembros del gobierno con apoyo de la Policía. Las clases altas locales se
consideraban así mismas superiores. Pero había un gran vació entre las clases dirigente local y la
masa de extranjeros, en su mayoría trabajadores o pequeños burgueses.
Desde el punto de vista de la asimilación social, se puede decir que la amalgama tuvo mejores
resultados en América del Sur que en América del Norte.
Era para esta minoría que la intervención en los asuntos argentinos se veía disminuida. Aun así,
hubo grupos extranjeros, de diversa nacionalidad, que buscaron incorporarse a la vida política y
a la lucha social locales, o no tuvieron más remedio que hacerlo, en defensa de sus intereses.
El movimiento sindica argentino fue formado por gran medida por extranjeros. En cambio la
fuerza de trabajo nativa, de origen criollo, en las zonas donde dominaba, no participo en la
experiencia sindical hasta mucho mas adelante, salvo rara excepciones.
Para la mayor parte de los inmigrantes la participación en el sindicato era una forma de defender
el nivel de vida, lo que podía hacer sin ciudadanía. Para muchos existían motivaciones
ideológicas anarquistas o socialistas. Esto era particularmente así entre el sector con preparación
intelectual o periodística.
Una vez llegados a la Argentina se enfrentaron a una nueva experiencia: una gran movilización
social e incluso anónima.
Las mismas ideas expresadas por un activista argentino no hubieran tenido el mismo impacto
que si venían de alguien del viejo país. Y dado el tipo de inmigración, la mayoría de los
intelectuales e ideólogos provenían de la izquierda, algunos eran republicanos y raros los
católicos. La influencia que las nuevas ideologías podrían haber tenido por su propia fuerza en el
medio socio económico del Río de la Plata se reforzaba cien veces porque se las percibía como
ideologías casi nacionales o rasgos culturales de los inmigrantes. Sostener estas doctrinas se
volvió una forma de consolidar la autoimagen, tan deteriorada durante el viaje a América.
Para los italianos además se agravaba otro factor: que su propio nacionalismo político tenía algo
de revolucionario, anticlerical.
Entre los anarquistas muchos venían de Europa, y por su ubicación podrían ser llamados
intelectuales orgánicos de la clase trabajadora. Los anarquistas no tuvieron mucho éxito en la
conquista de la clase social argentina.
El Partido Social tenía vínculos más sólidos con la población que ejercía los derechos cívicos,
probablemente porque su práctica se adecuaba mejor a ciertos sectores pequeño burgueses
como los maestros o los artesanos, y tuvo mucho éxitos electorales
cuando la Ley Sáenz Peña (1912) abrió las urnas. Los anarquistas no podían competir en esta
área. La mayoría de la clase obrera urbana, por ser extranjera, no participaba en las elecciones.
En la Argentina no existía un partido político serio de tipo radical – socialista, ya que la Unión
Cívica Radical (UCR) era según él un movimiento demagógico y personalista, sin doctrina sólida
ni programa de gobierno.
Un equilibrio ente el partido de Roca (PAN), modernizante pero conservador, y el mas liberal y
popular de Mitre podría haber dado lugar al esquema europeo clásico.
Este fenómeno también se daba en el mitrismo, a pesar de que sus dirigentes tenían más
capacidad de reunir una muchedumbre en la calle, tanto la burguesía como la pequeña
burguesía eran un pobre respaldo para cualquier partido que pudiera representarlas.
2. Debilidad del partido liberal (Unión Cívica, mitrista), cuyo respaldo podría haber estado en la
pequeña y gran burguesía. Estas clases, al estar compuesta mayoritariamente por extranjeros, no
pudieron entrar en una conexión orgánica con ese partido, que así permaneció débil y termino
desapareciendo.
3. Debilidad de las corrientes socialistas o radical – socialistas. Aun cuando el Partido Socialista
intento ocupar este espacio, no lo hizo con convicción y no pudo consolidar sus bases humanas,
ya que el elemento foráneo era dominante.
4. Antes que un partido liberal o uno radical – socialista, se dio un gran desarrollo de un partido
popular, la Unión Cívica Radical, basados principalmente en los sectores medios, o altos
marginados, de la parte criolla de la población. Este partido intento obtener el respaldo y
representar los intereses de las clases media y popular en su totalidad, pero al carecer de
vínculos orgánicos con esas clases se volvió populista y personalista. No era lo suficientemente
izquierdista como para conseguir el apoyo de los sindicatos, pero era demasiado radicalizado,
verbalmente, como para consolidar sus bases entre la burguesía más próspera.
(ANGEL CERRA)
1. Las nuevas formaciones sociales y políticas:
La difusión del patrón de acumulación capitalista a escala mundial bajo la hegemonía inglesa
condicionara la evolución de América Latina. Utilizamos la palabra ‘condicionar’ para significar
que la expansión de la revolución Industrial estableció una serie de limitaciones al desarrollo
autónomo de los nuevos Estados nacionales e influyo en el sistema político y la estratificación
social. La extensión del merado mundial bajo la lógica del capital enfrento diversas realidades en
los continentes y aun en su interior. La Revolución Industrial se relaciona de la siguiente manera
con el proceso de formación y consolidación de los Estados nacionales en América Latina: la
expansión del sistema capitalista remite principalmente a condicionamientos económicos, la
necesidad de las empresas manufactureras de colocar su producción de excedente y abastecerse
de materias primas, manipulación de precios en las zonas periféricas, inversiones de las
potencias industriales en infraestructuras, su correspondiente control del transporte, etc. En
cambio, cuando nos referimos a la consolidación de un Estado nacional nos referimos a una
estructura política formada por gobierno, burocracia y fuerzas de seguridad, es innegable que sin
los cambios de la economía mundial, los nuevos Estados no hubieran contado con los recursos
necesarios para su sostenimiento. La teoría de la dependencia permite comprender la
conformación de una economía mundial que dividió al mundo entre un pequeño grupo de
países, beneficiado por el desarrollo y por un nivel de vida elevado, y el resto de la humanidad
con condiciones de vida paupérrima y sometida a la extracción permanente por parte de los
primeros. La teoría, también habla sobre la vinculación entre la extensión del mercado mundial y
la consolidación de los Estados nacionales en América Latina. La Revolución Industrial requería
para su expansión en la periferia de cierta seguridad jurídica que solo podía ser proporcionada
por el Estado. (Por ejemplo, ¿Quien podría preservar la integridad física de los ferrocarriles que
los británicos construían?) Tampoco la formación de los Estados nacionales puede explicarse
únicamente en términos de necesidades de la economía mundial. Los nuevos Estados
latinoamericanos contaron con recursos suficientes gracias a los aranceles aduaneros que les
permitieron pagar a sus gobernantes, burócratas y fuerzas de seguridad. En el proceso de
vinculación al mercado mundial se distinguen 2 fases: la primera (Desde la independencia hasta
mediados del siglo 19), está caracterizada por la imposición del libre cambio, la invasión de
manufacturas británicas y la perdida del metal precioso remanente de la etapa colonial, sumado
a la penuria de capitales y elevadas tasas de interés, que tornaban poco rentables casi todas las
producciones locales. La segunda etapa (consolidada en la segunda mitad del siglo 19), se
caracteriza por la demanda de bienes primarios por parte de los países industrializados, lo cual
provoco la afluencia masiva de capitales extranjeros que se colocaron en obras de
infraestructura y en préstamos a los gobiernos. A partir de esa fecha, las inversiones alcanzaron
su madurez y facilitaron la integración plena al mercado mundial. La transición del dominio
colonial ibérico a la consolidación del Estados nacionales en América Latina mostró
peculiaridades regionales y estuvo acompañada por violentas transformaciones sociales y
económicas. En este marco, existieron 3 tipos de transiciones, las economías basadas en la
esclavitud -La economía industrial necesitaba consumidores y la esclavitud limitaba la
posibilidades de formación de un mercado de bienes y servicios , las que se produjo en
sociedades con base indígena -Se insertan en la División Internacional del Trabajo como
exportadoras de bienes primarios, había terrenos aptos que estaban fuera del comercio y se
utilizo la violencia e inquilinaje, y el cambio que se instalo en las zonas vacías - La necesidad de
incorporar inmigrantes al proceso productivo.
Se fundo la Sociedad Rural Argentina, institución representativa de ese sector. Las nuevas tierras,
alejadas del puerto, fueran revalorizadas por la extensión de las vías. (Ejemplo: La carne
congelada tuvo acceso a los mercados europeos). Nuestro país se vinculo a la División
Internacional del Trabajo como productor de bienes primarios (ganadería ovina y vacuna y cereal
y lino). El aumento de la superficie en condiciones de ser explotada comercialmente fue
acompañado por la extensión de vías. El tendido se hizo en forma de abanico, ya que el interés
era facilitar la salida de los bienes hacia Europa. El ferrocarril unía el interior con los puertos de
Buenos Aires y Rosario. Una de las finalidades de los ferrocarriles de ese origen en la Argentina
fue la de vender artículos manufacturados y los servicios mismos. Muchas importaciones eran
por parte de las empresas ferroviarias y provenían del Reino Unido. El capital de origen inglés era
dominante en nuestro país: 55% para ferrocarriles, 25% empréstitos, 20% otros. Algunas
diferencias del modelo argentino con el Latinoamérica son:
a) La inserción dentro del mercado mundial generalizo las relaciones salariales y casi elimino las
semiserviles.
(TEODORO BLANCO)
1. Las ideas.
Estos principios se endurecieron en la segunda mitad del siglo XIX mediante teorías como el
darwinismo social (la superioridad de los más fuertes) y la misión civilizadora del hombre blanco
(racismo). Es la naturaleza humana la que ahora esta sujeta a leyes generales que la conducirán a
una armonía final, auxiliada por la legislación y la educación.
La característica central del positivismo de aquella época será pues la concepción de un progreso
evolutivo articulado en una matriz biologista. La generación del 80 encontrara una ideología
legítima por la ciencia moderna.
El ideal subyacente al proyecto delimitado por las circunstancias de la época, es fundar una
nación blanca. En el pensamiento de la generación del 80 la Argentina debía ser el granero del
mundo a la vez que la frontera austral de la civilización europea.
De este modo, dos elementos confluyen a favor de su modelo educativo, que fructificara en el
gobierno de Roca con la sanción de la Ley de Educación 1.420, que establecía la enseñanza
gratuita, obligatoria y laica. La educación debe preparar al inmigrante y a sus hijos al ejercicio
responsable de los derechos políticos en el marco del municipio. Además, la educación debe
alfabetizar para formar consumidores y de esa manera impulsar el mercado interno. Hay en
Sarmiento una firme convicción del rol transformador del Estado.
La visión de Alberdi es diferente. En primer termino, cree que la nación ya esta instituida en las
costumbres y que la acción del Estado debe limitarse a sentar las bases del orden.
Para Alberdi el inmigrante extranjero es un gajo vivo de civilización, posee hábitos de trabajo y
costumbres de obediencia pasiva. Vienen a trabajar, a engrandecer la Argentina y por eso
contaran con amplísimos derechos civiles. Pero el control del Estado no es asunto suyo, y a esos
fines no se los ha convocado.
Por eso el modelo educativo de Alberdi procura incorporar a los hijos de inmigrantes como
trabajadores, y critica los gastos excesivos generados por la educación pública masiva.
2. La gran inmigración.
En pocos años llegan millones. La tasa de crecimiento de la población en las diferentes regiones
guarda una estrecha correlación con el porcentaje de extranjeros allí instalados. Entre 1869 y
1895 crece a un ritmo mayor la población del litoral que la de Buenos Aires, esto se debe al
incipiente proceso de desarrollo agrícola en Santa Fe; para el periodo siguiente 1895-1914, el
ritmo es mayor en Buenos Aires se debe a la extensión de las explotaciones agrícolas por el
sistema de arrendamiento en la provincia de Buenos Aires.
El conjunto de las provincias del interior no solo recibieron aportes externos de importaciones,
sino que sufrieron una perdida lenta pero sostenida de la población, que se desplazo a las zonas
en desarrollo, concentrando en la región pampeana a las tres cuartas partes de los habitantes.
Los cambios ocupacionales por ramas de actividad son correlativos con la participación de
extranjeros en ella.
Esta movilidad profesional puede observarse en la comparación entre los registros de ingreso de
los inmigrantes y los posteriores censos. La primera explicación es que como la demanda de
mano de obra que el gobierno argentino difundía en los países europeos se dirigía a los oficios
de la agricultura y de la construcción, los interesados en emigrar se registraran como tales. Pero
una segunda, que es complementaria, nos habla de las restricciones para la tenencia de la tierra,
de las condiciones azorosas del trabajo rural en términos de ahorro, y de las mayores
posibilidades de mejorar la calidad de vida en el medio urbano.
Este proceso de urbanización estuvo vinculado por un lado con el desarrollo de los sectores
secundarios y terciario y por el otro con la aparición de los sectores medios y obreros
industriales. El sector que mas crece es el terciario.
Con respecto a las clases populares, se observan los siguientes cambios: los trabajadores
especializados en relación de dependencia bajan entre 1869 y 1895, ascendiendo hacia 1914. Lo
que indicaría la desaparición de la producción artesanal en la primera etapa, y el surgimiento de
un nuevo proletariado industrial entre 1895 y 1914.
En el sector rural los cambios no fueron menores. Los inmensos espacios vacíos comenzaron a
poblarse y las tierras vírgenes a ser trabajadas.
La tenencia (no propiedad) de la tierra contribuyo a la inestabilidad del sector. Por eso cuando la
casualidad los premiaba con tres años de buena cosecha muchos preferían trasladarse algún
núcleo urbano y dedicarse al comercio.
4. La cuestión cultural.
Los cambios económicos y sociales provocan en los primeros años de la década de 1880 un clima
de efervescencia en los círculos dirigentes.
La crisis de 1890 puso en el primer plano las contradicciones del modelo imperante, iniciándose
una etapa de conflictos políticos y sociales. Una sociedad en la que el elemento nativo es
superado por el impacto extranjero, donde no hay una clase dirigente sólida y aparecen
movimientos radicalizados como el anarquismo. Sostenido por parte de los trabajadores
inmigrantes, se enfrenta no solo a la necesidad de reformas puntuales, sino primordialmente a la
redefinición de su proyecto de nación.
Las instituciones sociales en la que se forjo la amalgama fueron la familia, la escuela y la Iglesia.
La familia nativa, anterior a la gran inmigración, se caracterizaba por las uniones consensúales, la
mayoría de los grupos familiares encabezados por mujeres solas y por el criterio de familia
extensa. El papel de la mujer era sumamente sacrificado pero a la vez dotado de autoridad por la
vacancia legal de un cónyuge.
La gran inmigración modifica estas pautas por su origen europeo. Los europeos extranjeros traen
consigo la idea de familia legal, monogámica y nuclear. Las relaciones demográficas entre
inmigrantes y nativos favorecen la difusión de matrimonios entre varones extranjeros y mujeres
nativas. En la familia es donde se inicia el proceso de inculturación, de integración entre las
tradiciones nativas y las extranjeras. Sus expresiones más importantes son la formación de un
nuevo lenguaje coloquial, la mezcla de los hábitos en la alimentación y el vestido, un nuevo tipo
de vivienda y todos aquellos que hacen la vida cotidiana.
La escuela sarmientina fue el sitio apropiado para la integración social. La Ley 1.420 estableció
un régimen de educación primaria dependió de un Consejo Nacional de Educación que tenia
sede en Buenos Aires y que era autónomo con respecto al Ministerio del ramo. En todas partes
el funcionamiento era el mismo. Los programas eran únicos, en todas partes se enseñaba lo
mismo y de la misma manera.
La Iglesia argentina era pobre, como lo era el país. Pocos años después de la Independencia la
mayoría del clero había desertado al calor de la anarquía generalizada y de la interrupción por
varias décadas de la relación con la Santa Sede. Estas fueron restablecidas en la presidencia de
Justo José de Urquiza, y la Constitución de 1853-1860 consagro una relación especial entre
Estados e Iglesia que, le concedía a la Iglesia considerables privilegios, conservando
paralelamente el estado el antiguo derecho de patronazgo. Paralelamente se aplico una política
de secularización, el proyecto de eliminar la connotación religiosa en la familia y la educación.
De la gran inmigración la mayoría era italiana y española que llego a nuestro país era católica, y
estaba formada en los principios sociales derivados de esa religión. A los inmigrantes había que
integrarlos en la escala social, para lo cual la disciplina era un factor mental fundamental. La
predica religiosa es siempre socialmente conservadora.
El mismo Roca, que es su primera presidencia (1880-1886) rompió relaciones con la Santa Sede,
las restablece en la segunda presidencia (1898-1904), veta el proyecto parlamentario de
divorcio, y promueve la Ley de Descanso Dominical.
Al asumir la presidencia en 1916, Irigoyen debía resolver la posición que sostendría el país con
respecto a la guerra. Inicialmente mantuvo la postura “la neutralidad favorable” hacia los aliados
que significaba continuar con las exportaciones a los países europeos, pero luego de que
Alemania en 1917 inicio los ataques submarinos contra buques comerciales neutrales de Estados
Unidos, en un principio Argentina seguía fiel a no adherirse a los intereses de Estados Unidos,
pero cuando los alemanes hundieron 3 barcos mercantes argentinos, la corriente de opinión a
favor de la ruptura se extendió. Si bien los radicales estaban muy divididos en torno a esa
cuestión, Irigoyen defendió la neutralidad pese a las presiones. Esta política no lo enemisto con
Gran Bretaña, pero si lo distancia de Estados Unidos. Estas manifestaciones antinorteamericanas
expresaban un nacionalismo embrionario que, si bien no cuestionaba el modelo económico
dominante, si se preocupaba por la conservación o rescate de los valores culturales propios y la
defensa de la soberanía territorial ante el avance de la influencia de Estados Unidos en América
Latina.
1.2 La política económica:
Yrigoyen se encontró con grandes dificultades para gobernar debido a la oposición intransigente
de liberales y conservadores. Para ganar las elecciones uso el presupuesto del Estado, generando
y repartiendo “empleos públicos”. En sus 6 años de mandato, todas las provincias fueron
intervenidas (Excepto Santa Fe), él justificaba la intervención con el argumento de que el
presidente debía cumplir con un mandato y una misión: la “reparación”. No vacilaba a la hora de
atropellar las autonomías provinciales. Con la utilización de estos cuestionados mecanismos, su
poder aumento considerablemente, aunque siempre, enfrentado con el Gobierno, por ende, el
parlamente no le aprobaba sus proyectos lo que llevo a la sanción de pocas leyes y proyectos
(iniciativas de trabajo a domicilio, reciprocidad en materia de indemnizaciones por accidentes de
trabajo, etc.), como dijimos los proyectos ambiciosos no pudieron ser concretados. Cuando
Yrigoyen asumió la presidencia se volcó cada vez mas a buscar el apoyo en las clases media con
su política de reparto de puestos públicos, la oposición lo acusaba de recurrir a políticas
demagógicas. El aumento de los “empleos públicos” también lo llevo a distanciarse de la elite de
la UCR. Llama la atención la formación de grupos políticos disidentes con facetas propias y
diferenciadas. El lencinismo en Mendoza y el bloquismo en San Juan, se destacaron porque los
caudillos radicales (en su origen) de esas provincias se colocaron en la oposición del presidente.
(Luego formaron parte del golpe de 1930).
Manifestó una mayor comprensión por las reivindicaciones de los trabajadores que la mostrada
por los gobiernos conservadores anteriores. De este modo, se modifico la relación con los
sindicatos. Yrigoyen recibía a los sindicalistas, hizo de mediador y arbitro en el enfrentamiento,
aun sin contar con los instrumentos legales apropiados. Luego, la resolución de las huelgas
favoreció a los trabajadores. Estas medidas lo dieron popularidad en la clase obrera y lo ayudo a
vencer en 1918 a los socialistas. Algunos autores dicen que lo hacia por demagogia pura,
mientras que otros (“El krausismo”) resaltan la solidaridad humana y la igualdad democrática
moderando las tensiones sociales. En la Semana Trágica se desnudaron muchas tensiones y la
relación de Yrigoyen con el movimiento obrero tuvo un punto de inflexión: abandono los
intentos de mediación y arbitraje que había establecido en los conflictos anteriores, los
trabajadores de los talleres metalúrgicos con la adhesión de la mayoría de los sindicatos y de los
militantes anarquistas, reaccionaron frente a las maniobras patronales (Despidos y baja de
sueldos para ajustes económicos por la Gran Guerra). El gobierno perdió el control de la ciudad,
la violencia era general, aumentando el número de victimas. Durante una semana, el conflicto se
extendió por la ciudad de Buenos Aires. Yrigoyen decidió autorizar la intervención del ejercito
para reinstalar el orden -Muchos jóvenes de clases altas y medio altas atemorizados por el
avance comunista y acusando a los obreros de querer subvertir el orden social, también
colaboraron con la represión- Sumado a la aparición de la Liga Patriótica, dedicada a perseguir
judíos y catalanes, a quienes identificaban como “marxistas” y “anarquistas”. A partir de la
Semana Trágica, cambio la política social del radicalismo, abandono el acercamiento al sector
obrero y opto por la represión.
El radicalismo debió elegir uno de sus hombres, ese mismo fue Alvear uno de los fundadores,
como candidato en las elecciones del ’22. Alvear tenia el apoyo de la elite, ya que se lo asociaba
a su antigua y prominente familia terrateniente y patricia. En las elecciones gano con el 46%. La
designación de Alvear fue una clara maniobra para obtener el apoyo de la elite jaqueado por los
sucesos de la Semana Trágica y la Liga Patriótica. Alvear comenzó a desligarse de su antecesor,
limito la creación de empleos estatales y cuido muy bien las relaciones con el Congreso, se
extendió a la reducción del gasto público. Como vemos, Alvear estableció un gobierno distinto al
del caudillo populista, dejando de lado el clientelismo demagógico. Si bien realizo varios
despidos, luego tomo un camino alternativo, aumentando los impuestos a los bienes importados
en un 60% para reducir el desequilibrio presupuestario legado por su antecesor. En 1924 el
partido radical se dividió -los personalistas (fieles a Yrigoyen) y los antipersonalistas
(Antiyrigoyenistas, bloquista, lencinitas y Partido Socialista Independiente)- En cuanto a la
política económica el conflicto mas grande se presentó en el sector ganadero. Generó la crisis
entre criadores, invernadores y frigoríficos. Presionado por los criadores y con el respaldo del
Congreso sanciono en 1923 un conjunto de leyes que protegían a los criadores, rápidamente, los
frigoríficos reaccionaron suspendiendo su actividad económica, y el gobierno tuvo que dar un
paso atrás y retroceder y las leyes quedaron anuladas (Muestra el poder que tenían los
frigoríficos en la época). A su vez, durante este periodo YPF extendió sus actividades y creo en La
Plata la primera refinería del país También estaban Standar Oil y Shell, que se expandieron en el
mercado interno. El yrigoyenismo conducido por un grupo de nuevos dirigentes y apoyado por la
clase media, desarrollo una amplia red de comités y fortaleció la imagen legendaria del caudillo.
Su campaña se fundaba en la lucha por derrotar al “contubernio” y su bandera, la
nacionalización del petróleo. La causa se fundaba en un sentimiento antinorteamericano que
asociaba a Estados Unidos con el imperialismo. (Atacaba las Standar Oil ya que apoya
secretamente a Shell). Esta situación le permitió a Yrigoyen arrasar en las elecciones de 1928,
neutralizando a la oposición, quienes no pueden intentar el golpe de estado debido al arraso de
Yrigoyen en las elecciones.
Fue releecto con la mayoría absoluta de los votos. Su breve gobierno de menos de 2 años, fue
atacado desde el inicio por la impiadosa acción de partidos y oposición. Volvió al gobierno ya a
muy avanzada edad, vuelve con una política clientelista, aumento del gasto publico e interviene
en las provincias. Le juega en contra la crisis económica del ’29 (Cae el patrón de cambio
universal a nivel internacional y las relación de libre cambio, se reemplaza por acuerdos
bilaterales). Luego de la crisis, al caerse el patrón oro, en Latinoamérica comienza la
industrialización interna -Al no haber posibilidad de extender la frontera agrícola, por ende no
hay crecimiento extensivo, debe inclinarse por el intensivo e incorpora maquinaria de los
Estados Unidos, este gasto, es sustentado con el superávit que tiene con Inglaterra- En su
intervención federal, en Mendoza y San Juan ya habían ocurrido incidentes, a los cuales se sumo
uno muy grave: La muerte de Carlos W. Lencinas. Hecho del cual se “agarraba” la oposición. Bajo
los grandes ataques de la oposición y la prensa se le hacia difícil gobernar. La reducción de
sueldos y los despidos se reflejaron en los resultados electorales: en Marzo de 1930 perdió las
elecciones.
Agustín P. Justo y Uriburu encabezaron el golpe del ’30, lo que sorprendió notablemente fue que
la sociedad no se puso en contra y no da apoyo al régimen democrático. No hubo reclamo socia,
y eso llamó la atención. El radicalismo a fines del siglo XIX era un sector de elite que se oponía al
régimen conservador, con un discurso englobador. Luego, se muestra un cambio de discurso, al
incorporar los sectores medios por parte de Yrigoyen (Con clientelismo) en busca de poder.
Conclusiones:
(CRISTINA LUCCHINI)
Había ya una base industrial escasamente integrada que iba a exhibirse tiempo después.
Predominaban: los grandes frigoríficos: procesaban la carne y la enviaban al exterior de acuerdo
a las exigencias del mercado ingles, no competía con la estructura económica existente, sino que
se insertaba al igual que los ferrocarriles para impulsar sus producciones hacia el mercado
exterior.
Industrias regionales: con apoyo oficial mediante medidas arancelarias (actividad azucarera,
industria del vino, actividades de la rama alimentaría) que dan origen a grandes empresas.
Sector mecánico: se desarrollaba gracias a la existencia de talleres ferroviarios para atender las
necesidades del servicio.
* La industrialización sustitutiva.
-provoco un rechazo mundial desde el principio hasta su aceptación del libre comercio y
acentuación en las tendencias proteccionistas.
- con la dificultad de exportación comienza la escasez de divisas, disminuyendo la capacidad de
importar productos industriales
La crisis se vio asentada por los efectos de la segunda guerra mundial que interrumpió buena
parte del comercio por la acción naval de los países en guerra.
La caída de la producción agraria se vio acompañada por una migración hacia las ciudades, y
aparición de desocupados.
La reducción del mercado interno resulto inferior a la caída de las importaciones, lo que dejaba
un margen para la producción local para satisfacer las principales necesidades.
La crisis genero elementos necesarios par al expansión industrial como la oferta de mano de
obra disponible, un mercado insatisfecho, capitales excedentes; pero faltaba la tecnología, el
espíritu empresarial, insumos.
- coalición entre el sector agrario y los industriales: frente a la saturación de la demanda externa,
el aumento de la interna sirvió para que el sector agrario no se estanque (coalición natural de
intereses)
- predominaba el modelo del país exportador que importa materias primas y productos
manufacturados principalmente del mercado ingles; luego de la crisis el mercado interno
adquiere mayor importancia y florece una industria que ocupa mayor parte de ese mercado
1932 el país no puede hacerse cargo de los gastos de las importaciones y reemplazan por
manufactura local
Es así como la industrialización limitada, que sirve para sustituir las importaciones en el mercado
interno sin alterar demasiado la estructura económica se convierte en una salida adecuada para
evitar la salida de divisas.
Industrialización limitada sirvió para sustituir importaciones en el mercado interno sin alterar
demasiado la estructura económica, para evitar la salida de divisas.
- un sector reducido de la burguesía industrial con el fuerte control sobre el proceso productivo,
más poderoso, acepto un proyecto de industrialización limitada sin oponerse los terratenientes y
a la política imperialista.
- una amplia capa de la misma burguesía (mas del 90%) con un débil control sobre el proceso
productivo
Nuevo proyecto “industrialización”: hacia fines de los años 30 muchas empresas extranjeras se
interesaron por invertir en ramas mas complejas como el hierro y el acero. Así se va
conformando un proyecto en el que coinciden los intereses de varios sectores:
y el capital extranjero.
Todas estas partes salían favorecidas con el modelo de sustitución de importación, lo que
dificulto la propuesta de los industriales de cambiar el plan productivo
Política exterior: plan de neutralidad frente e ala Segunda Guerra Mundial, desarrollo hasta 1930
gracias a la complementariedad del mercado ingles, del que EE.UU. le competía en el argentino.
Al formar parte de América latina, EE.UU. incluyo a la argentina en su política para los países del
sur del hemisferio la cual acepto intentando una hegemonía hemisférica oponiéndose a la
implementación de pactos de seguridad colectiva que aislaran a América de Europa. Luego de su
principio de neutralidad frente a la guerra, se produce el hundimiento del graff spee en la batalla
del río de la plata y adopta la postura de no beligerancia al igual que Italia.
Creación de una pequeña y mediana industria nacional considerada de poseer un gran potencial
económico y político que creció gracias a la inversión de ahorros urbanos destinados a ese fin
por sus propietarios, reclutados entre sectores medios en su mayoría inmigrantes. Así se
conformo un cuerpo social que dio origen a las industrias tradicionales concentrado en el rubro
alimentario. Los inmigrantes colaboraban como mano de obra para la obtención de los bienes
agropecuarios.
-un sector que une a las viejas firmas situadas en buenos aires, de tamaño considerable,
conectados con el capital extranjero y que producen principalmente para el mercado externo
-otro grupo que reúne las firmas mas nuevas, de menor tamaño, situadas también en el interior
del país y que producen principalmente para el mercado interno. Emergen en un marco carente
de planificación y de crecimiento acelerado, hubo decisiva participación de nuevos actores
sociales al panorama nacional para trasladar los capitales del sector agropecuario al industrial.
Actitudes de actores sociales: los militares y los industriales actuaron frente a dos temas:
Para los militares el tema industrial era esencial aunque subordinado a la preocupación
profesional por la defensa; para los industriales formaba parte de las características esenciales
con su propia supervivencia para consolidar la prosperidad que la guerra había traído: las
importaciones se habían casi paralizado facilitando un amplio mercado local latinoamericano
mientras que las exportaciones subían y aumentaban las reservas.
La Iglesia creía que al reabrirse la importación luego de la guerra habría una competencia APRA
la industria nacional y se provocaría desocupación industrial y estancamiento de la diversidad de
producción querían evitar un régimen comunista que se podría dar frente a una crisis de
desocupación en el que los trabajadores vendieran todo.
Se produce un acercamiento de militares e intelectuales ligados al pensamiento católico y
nacionalismo falangista. Todos coincidían en establecer una política de industrialización
intensificada, proteccionismo y producción de bienes que sirvieran para la defensa nacional. Esto
sentó las bases para el reclutamiento de una elite política (militares, intelectuales, católicos,
dirigentes políticos y luego sindicales) que llevo a Perón al poder y que tuvo en el GOU su
expresión militar desde principios de 1943.
* La guerra y la industrialización.
La guerra estimulo todas las posibilidades de desarrollo productivo. La industria local creció
utilizando al máximo los equipos mediante el mayor número de obreros. Las exigencias de la
producción incentivaron el uso del ingenio nacional y el esfuerzo humano de grupos de obreros
cada vez más numerosos a costa de la productividad del sistema. Creció pero sin que mejorara el
equipamiento como en la siderurgia y ramas mecánicas derivadas, que a diferencia de las
textiles, transporte ferroviario, en los que se consiguieron recursos para abastecerse.
Los años de posguerra encontraban una economía con una estructura industrial de gran tamaño,
y para 1941 el aporte industrial al producto bruto interno había superado el registrado por la
actividad agropecuaria por lo que se convirtió en un núcleo económico con mayor peso en la
estructura productiva local. En 1946 se habían duplicado los trabajos obreros.
Crecimiento del sector estatal que lo asocia con los empresarios: en múltiples actividades las
empresas oficiales y privadas interactuaban
Era necesario reemplazar los equipos gastados, ampliar la capacidad productiva en áreas
energéticas y de transporte, lograr la integración industrial.
* La estrategia de posguerra.
En los primeros años de posguerra se compraron algunos equipos en el exterior para que el
aparato industrial pudiera competir con el extranjero. La argentina había agotado su reserva de
divisas en la compra de activos extranjeros y en exportaciones masivas de bienes y entraban en
periodo de restricciones internas. La caída de las importaciones afecta al proceso productivo
nacional, se detiene la expansión industrial. La mejor defensa contra la competencia extranjera
es la renovación de equipos.
* La nueva crisis.
- las nuevas características de los mercados exigían pasar de una producción extensiva a otra
tecnificada y diversificada por sus límites territoriales.
“EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO: EL ROL DE LOS OBREROS Y LOS MIGRANTES INTERNOS”
(GINO GERMANI)
El peronismo obtiene un apoyo masivo de los obreros con cierta contribución de empleados de
oficina y vendedores menores (en almacenes y similares) en las áreas menos urbanizadas, así
como también en sectores del estrato intermedio arcaico (y pobre) que forma parte de las clases
bajas en las comunidades pequeñas.
Pero el apoyo decisivo en la elección vino de los obreros manuales cuto Fran aumento y
desplazamiento hizo posible la existencia misma del movimiento, animado por la dinámica de la
acción en la calle para su surgimiento y los partidarios del nuevo partido.
-La mayoría de los migrantes que habían trabajado en los sectores secundario y terciario tenían
origen similar en cuanto al nivel de modernización en el estilo de vida y la experiencia laboral.
Entre 1935-1946 la gran mayoría de los migrantes internos era gente cuya situación previa se
caracterizaba por un estilo de vida y experiencia laboral no industrial y menos moderna, tanto en
el sector agrícola como en el no agrícola. Parte de las riquezas generadas por las exportaciones
primarias se filtraron a los grupos urbanos que fueron vulnerables a los altibajos del comercio
internacional y de las crisis agrícolas. Con la crisis de 1930 y la reducción en la agricultura se
produjo una restricción importante del mercado interno y un desempleo, esto podrá dilucidar la
índole de los factores estructurales subyacentes que generaron un desplazamiento económico y
social.
* Índole y magnitud del desplazamiento, 1935 a 1945.
* La gran crisis mundial genera un derrumbe de la economía agro exportadora y creó una
dirección para la industria nacional, la guerra intensifico este proceso y contribuyo a reducir los
precios agrícolas aumentando el valor de la exportación de carnes, e intensifico la necesidad de
la sustitución de importaciones y el crecimiento industrial.
* La gran depresión de 1930, estuvo algo retrasada en cuanto ala ocupación den agricultura y la
aceleración del desarrollo industrial. Así, los dedicados a la agricultura continuaron
expandiéndose surgiendo pequeñas chacras subfamiliares porque no alcanzaban a cubrir los
medios de subsistencia de una familia, estaban atrasadas y les faltaba inversión del capital para
su explotación económica.
* El sistema de arrendamiento, medieros y otras formas de técnicas muy generalizado, junto con
el deterioro de las tierras contribuyo a que el sector marginal de la agricultura sufriera una
decadencia y una proporción considerable tuvieran que abandonar sus tierras.
* Después de la Primera Guerra Mundial, la industria no dejo de crecer lo cual significo una
reducción de la proporción en la PEA y un aumento de obreros fabriles industriales. Hay una
sincronización evidente entre este crecimiento y la caída de la agricultura. Dado que los censos
industriales incluyen a todos los obreros fabriles, el crecimiento se produce en la industria
“moderna”. Todos los incrementos sector secundario se produjeron en la industria
manufacturera, y en el sector terciario hasta la década del 30 su crecimiento fue lento pero
aumento los siguientes años experimentando una transformación interna sustancial, una
concentración tecnológica y económica con formas y límites de las características de servicios y
comercio.
El crecimiento y la modernización del mercado interno, los nuevos roles del Estado con la
ampliación del sector publico y la intervención estatal, la mayor burocratización, el gran
aumento de la educación y otros servicios, implicaron un cambio real de escala de la sociedad
que se tradujo en un aumento del sector terciario ”moderno”.
La inmigración europea masiva hasta 1930 equivalía al incremento total de la mano de obra en la
Argentina. Los europeos constituían la mayor parte de la población que trabajaba, y habían
ayudado a establecer una agricultura moderna.
En la década del 20 cuando los inmigrantes llenaron gran parte de las demandas del sector
secundario y el terciario. Todas estas circunstancias determinaron la naturaleza de la
redistribución ocupacional y ecológica que involucro una alta proporción de población argentina
en todas partes y con mayor intensidad de aquella que vivía en las regiones atrasadas y en las
más tradicionales de las regiones centrales.
La sustitución normal de los que egresan de la mano de obra y la exigencia adicional originada
pro el crecimiento y el cambio en la industria y los servicios debía llenarse con el incremento
democrático natural, el exceso de población desplazada de la agricultura y la traslación interna
de los sectores secundarios y terciarios menos desarrollados o más tradicionales.
3. esta sustitución se llevo a cabo a través del ascenso social, se produjo tanto por la movilidad
individual como por la sucesión generacional. También los migrantes participaron de la
movilidad social, que se restringió al estrato manual de obrero no calificado a calificado.
Fue una etapa de consolidación: la fusión de la argentina criolla con la inmigrante, del interior
con el litoral. La cultura argentina fue renovada pro la intervención de los criollos que quedaban;
y en la política el peronismo se constituyo y evolucionó.
Los rápidos cambios socioeconómicos y socioculturales generaron un impacto produciendo un
desplazamiento de la población modificando sustancialmente la composición de las clases bajas
arrojándolas a experiencias de trabajo, estilos de vida y contextos sociales enteramente nuevos.
El sindicalismo se define como una alianza de clases cuyas condiciones fueron creadas por la fase
que estaba viviendo el capitalismo dependiente en la Argentina. En la creación de una base
política para le peronismo, en la organización de la huelga de octubre y en el apoyo de la
candidatura de Perón para las elecciones, se le asigna un rol a los sindicatos viejos y a la
confederación del trabajo (CGT).
-la situación previa conflictiva de las organizaciones gremiales, tanto en su aspecto interno como
frente a los gobiernos conservadores represivos de los años 30;
-el contraste de la cultura política predominante en gran parte del movimiento obrero, donde
existía una orientación hacia el exterior (ideologías marxistas, socialistas, comunistas, etc.)
El peronismo como movimiento de masas y como partido político organizado. Aspectos del
peronismo:
Los sucesos de octubre fue la expresión de un movimiento de masa sobre la base de una red
organizativa, ninguna organización hubiera sido posible sin la participación activa de la masa, ni
la CGT ni su Comité Confederal salieron de la reunión, los obreros ya estaban en las calles, en
huelgas desde hacia muchas horas. Las declaraciones de la CGT evitaban nombrar el nombre de
Perón, hablaban tan solo de la defensa de los derechos obreros y la necesidad de defender las
nuevas conquistas, la legislación social, el salario. Para los obreros, la huelga general apuntaba a
la libertad de Perón, exigía su libertad y presencia. Las elecciones inmediatas fueron formuladas
por los militares bajo la presión de la oposición democrática, la derrota del Eje y debacle del
fascismo argentino.
2. Para acceder al poder se necesita un líder, una elite y una organización política para las masas
movilizadas y su caudillo, por parte de los dirigentes sindicales.
Se creo un partido político basado en los sindicatos, su creación y triunfo fue posible gracias a la
existencia de un movimiento social de masas, creación del partido laboralista su propósito fue la
creación de una organización política basada en las masas movilizadas, después de las
elecciones, en este periodo el apoyo de las masas era para el líder no para la organización.
Accedieron al poder por fraude, y les faltaba control efectivo de los obreros
“EL ESTADO, LA ECONOMIA Y LOS ACTORES SOCIALES DURANTE EL GOBIERNO PERONISTA 1945-
1955”
(HORACIO GAGGERO)
* Introducción:
El proceso iniciado por el golpe militar de 1943 integra a la clase trabajadora al sistema político,
culminando el ciclo iniciado a principios de siglo con los sectores medios urbanos.
La propuesta peronista se apoyo en el concepto clásico de la justicia como valor primordial del
Estado, garante de la virtud ciudadana y la prosperidad. La justicia social, como valor constitutivo
de la nueva coalición gobernante, debía realizarse en una sociedad penetrada por la desigualdad
y la exclusión.
El peronismo puso énfasis en los derechos sociales, en los resultados más que en los
procedimientos, visualizando el problema principal en la modificación de la estructura de poder
real en la sociedad.
Todas las sociedades posteriores a la crisis mundial de 1930 promovieron una profunda
modificación del rol del Estado, que venia acompañado del pasaje del capitalismo competitivo al
monopolio, y que, en todas partes, enfatizo lo publico sobre lo privado, dejando de lado la
separación abstracta entre sociedad civil y Estado. El Estado dejaba de concebirse como
“gendarme” protector de los derechos individuales, para pasar a ser “garante” de los derechos
sociales. Pero en nuestro caso la justicia social fue vista por diversos sectores de la población,
como imposición autoritaria, lo que facilito la polarización.
Desde el punto de vista político, Perón se proponía transformar el aparato estatal en el eje del
arbitraje del cuerpo social. Para ello contaba con recursos que le brindaba el ejercicio del poder:
la legitimidad de su mandato entre los sectores bajos de la sociedad y las fuentes que surgían de
dicha legitimidad: las facultades presidenciales y el vaciamiento de aquella instituciones que
entraban en conflicto con sus objetivos.
La coalición que lo llevo a la presidencia a través de las elecciones de febrero de 1946 era frágil;
incluía, entre las fuerzas organizadas, el Partido Laborista a la Unión Cívica
Uno de los primeros objetivos de Perón, aun antes de acceder a la primera magistratura, fue el
de organizar su apoyo, desarrollar su partido y profundizar su relación con los sindicatos y sus
afiliados.
Uno de los objetivos de Perón fue proteger el empleo urbano a través de la defensa de la
industria nacional. Su programa de gobierno sostenía la nacionalización de los servicios públicos,
la reducción de la deuda externa y la independencia de su política exterior.
Desde el punto de visa de la situación interna, la opción mercadointernista fue producto de una
política de pleno empleo y mejoramiento de los salarios reales, juzgada necesaria para
asegurarse el apoyo de la clase obrera y la estabilidad económica del país. Estas consideraciones
eran producto de la forma en que se había resuelto la crisis política de 1945.
La compra de los activos ya instalados en el país consumió las reservas acumuladas durante la
guerra. La nación se había quedado sin recursos para saldar sus importaciones.
Cuatro a cinco años de desarrollo económico serian seguidos por una nueva depresión mundial.
Poco antes de asumir el gobierno el 4 de junio de 1946 fue creado el Instituto Argentino para la
Promoción del Intercambio (IAPI) al cual se le otorgo el monopolio sobre las ventas externas de
carne y cereales. Se esperaba que el IAPI obtuviera las mayores ganancias posibles de las
exportaciones y los términos más favorables para las importaciones, al tiempo que se
transformaba en el comprador único de la producción agraria nacional, por la cual pago precios
inferiores a los del mercado mundial. Las ganancias así obtenidas servirían para financiar el
desarrollo industrial.
Los objetivos y medios económicos fueron determinados en el Primer Plan Quinquenal para el
periodo 1947-1951. Sus metas eran claras y ambiciosas; establecía las pautas para el crecimiento
de la industria, la repatriación de la deuda externa, la nacionalización de los servicios públicos y
la redistribución del ingreso. En sus dos primeros años de ejecución los resultados obtenidos
fueron sorprendentes y la economía creció a tasa muy altas. El Banco Central adopto una
estrategia levemente inflacionaria y el Banco Industrial otorgo créditos con tasas muy bajas
destinados a favorecer la importación de bienes de capital y bienes intermedios necesarios para
el desarrollo industrial.
Desde el punto de vista político, en esta primera etapa el gobierno ejerció presión sobre los
sectores opositores con el objetivo de subordinarlos a sus intenciones, desplazándolos sin el
menor miramiento: inicio la purga de profesores universitarios, la intervención de la UIA, el juicio
político a los miembros de la Corte Suprema que redujo la autonomía del Poder Judicial y el
sometimiento del Poder Legislativo, el que fue perdiendo independencia respecto del Ejecutivo,
limitándose prácticamente a discutir y aprobar iniciativas generadas por aquel.
El peronismo mantuvo una cuidada relación con las Fuerzas Armadas en un intento de
neutralizarlas políticamente a cambio de una serie de concesiones, basadas en la modernización
de las mismas, el aumento del número de sus oficiales, incrementos salariales y sobre todo el
reequipamiento.
El principal problema fueron las relaciones con los sindicatos; el objetivo inicial de Perón había
sido subordinarlos y hacerlos instrumentos dóciles para implementar su política; sin embargo, la
crisis de octubre del 45 y el papel desempeñado por los mismos en su resolución había obligado
a considerarlos como aliados.
Perón ordeno disolver todos estos partidos y crear una única organización política.
El Partido Peronista funciono con un Consejo Superior formado por las conducciones de los
bloques de diputados y senadores, y comprendía una rama femenina conducida por Eva Perón,
una masculina y una gremial conducida por la CGT. En las provincias existían juntas provinciales
cuya coordinación realizaba Perón mismo, y el presidente del partido tenia la última palabra.
Pero los problemas no terminaron con la creación del Partido Peronista. Al provenir sus
dirigentes de orígenes tan diversos, los conflictos entre los distintos grupos se multiplicaron
debido a las viejas rivalidades y a la carencia de una sólida estructura política capaz de
disciplinarlos; tuvieron entonces repercusión institucional.
Casi todos los gremios se fueron sometiendo pacíficamente; gracias a los beneficios que
obtenían, el gobierno no se vio obligado a enfrentarlos. Hubo efectivo crecimiento del salario
real entre 1943 y 1950, que fue la base de sustentación del apoyo popular al régimen.
Las mejoras obtenidas producto de la acción del gobierno, pero en el proceso los sindicatos no
fueron actores pasivos, tuvieron un importante papel en asegurarse la implantación completa de
dichas reformas.
Con todo el gobierno logro la unidad del sindicalismo argentino que no había existido nunca en
el país, permitiendo la centralización y el control que necesitaba para lograr sus objetivos de
planificación económica desde el Estado y la satisfacción de aquellas aspiraciones congruentes
con el desarrollo capitalista y para enfrentar a la oposición con un sólido bloque de apoyo. Por
primera vez en la historia argentina, a partir de 1946, un numero importante de diputados
nacionales fueron miembro de la clase obrera, otros desempeñaron altos cargos en la
administración publica, y el secretario general de la CGT participo de las reuniones del Gabinete
nacional.
El movimiento obrero resulto así organizado piramidalmente, con una poderosa CGT que, a
partir de los nuevos estatutos establecidos en 1950, controlaba las organizaciones que la
componían, que a su vez sometían a sus seccionales a través del control de los fondos y la
posibilidad de intervenirlas.
A partir de 1949 los sindicatos fueron perdiendo gran parte de la vitalidad que los caracterizo en
los tres años previos, para sustraerse crecientemente al control de sus afiliados, a la par que
crecía su dependencia con respecto al Estado.
Desde 1951 el Estado estableció un control sobre el movimiento obrero, y lo logro mediante la
destrucción de aquellos sindicatos que se oponían a su línea económica y política.
Otra novedad aportada por el peronismo fueron las comisiones internas, que representaban a
los obreros en el lugar de trabajo y se integraban a la estructura del sindicato.
La persona que desempeño un papel importante en el control del movimiento sindical fue Eva
Perón, quien reemplazo a su marido en la relación con los gremios cuando este asumió las
funciones presidenciales.
Evita fue la impulsora del sufragio femenino, luego se abocaría a la organización del Partido
Peronista Femenino, que organizaría el apoyo de las mujeres al gobierno, y desde 1948 creo y
desarrollo la Fundación Eva Perón que brindo servicios de salud, esparcimiento y turismo social.
Esta fundación también impulso una política de atención a los niños, a las mujeres y a los
ancianos, la construcción de policlínicos, hogares-escuelas, de ancianos y un plan de mil escuelas
rurales en todo el país para proteger a los más desamparados que no podían recurrir a los
gremios.
La resistencia de las entidades del empresariado a la nueva política social había sido moderada
durante 1943 y 1944, incluso algunas medidas del gobierno fueron bien recibidas, pero las
objeciones contra los procedimientos estatales se acumularon durante 1945. La crítica estaba
dirigida en primer lugar contra la política dirigista, y en segundo lugar contra la política social.
Muy fuertes también eran las criticas a la limitación de la libertas de comercio y a la injerencia
estatal en este ámbito (fijación de precios máximos, creación del IAPI) expuestas por la Bolsa de
Comercio.
En la campaña electoral de 1946 Perón cosecho entre ellos apoyos decisivos al incluir entre sus
proyectos de gobierno una reforma agraria según la cual la tierra dejaría de ser un bien de renta
para constituirse en un bien de trabajo.
Entre los sectores agrarios, la entidad que representaba a los grandes exportadores de carne, la
Sociedad Rural, se resistía a aceptar la prorroga de los contratos de arrendamiento, la
politización de los asalariados rurales y el Estatuto del Peón que contribuía a endurecer las
relaciones sociales en el campo. Por su parte la CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales
de Buenos Aires y La Pampa) y las sociedades rurales representantes de los criadores de ganado
del interior del país eran contrarias no solamente a cualquier medida intervencionista que
dificultara el restablecimiento de relaciones económicas internacionales similares a las
existentes antes de la Primera Guerra Mundial, sino incluso eran contrarios a cualquiera tipo de
política industrialista que alejara mas al país del modelo económico previo a 1913.
Pero desde el momento que se produce el triunfo electoral de Perón, las instituciones patronales
inician un paulatino viraje político, tratando de no quedar aisladas y poder ejercer alguna
influencia. La Bolsa de Comercio y la Sociedad Rural mantenían la misma hostilidad al régimen y
solo aguardaban el viraje político que, entendían, sucedería al económico: la caída de Perón.
Durante estos años la burguesía nacional constituyo por primera vez una organización propia, la
CGE (Confederación General Empresaria), a través de la cual podían hacer llegar al gobierno sus
ideas. Exigían la derogación de los precios máximos, un aumento de la importación de petróleo,
materias primas y bienes de capital, incluso era critica respecto a la intervención del Estado en la
economía.
* La crisis económica.
El incremento de las importaciones desde los Estados Unidos en 1948, agoto las reservas de
divisas al tiempo que el país encontraba dificultades para ubicar sus exportaciones en los
mercados europeos, dada la política imperante de inconvertibilidad de sus monedad y la
deliberada exclusión que las autoridades norteamericanas hacían de los productos argentinos de
las compras de alimentos que realizaban para Europa en el marco del Plan Marshall, ya que estas
eran competitivas con las norteamericanas. Esta misma razón impedía el acceso de las
exportaciones nacionales al mercado norteamericano. La situación propicio la caída de la
participación argentina en el comercio internacional, agravando el déficit del Plan Quinquenal en
la materia y la discriminación económica que realizaba el IAPI sobre la producción de cereales al
pagar internamente precios bastante inferiores a los internacionales, produciéndose el
desaliento y la desinversión de la actividad agraria. Por otro lado, el aumento del salario real
produjo un incremento del consumo local de carne, que unido a un descenso internacional de
los precios de la misma, redujo los saldos exportables, tanto como para que el país no pudiera
cumplir con las cuotas ofrecidas a Inglaterra.
El auge industrial produjo en el país una crisis de combustibles, ya que la producción nacional de
petróleo y carbón estaba por debajo de la demanda. Esta situación redundo en una crisis de la
balanza de pagos que provoco la contracción industrial e inicio el eclipse de la sustitución de
importaciones.
Como el ajuste significaba una reducción de la actividad económica, que fue seguida de
congelamientos salariales y retroceso de los salarios reales para evitar el desempleo, fue
acompañado de un programa de construcciones publicas.
Esto produce el rápido crecimiento y brusco aumento del poder político cuya burocracia se
fusiona con la de ciertas reparticiones nacionales, e incluso utiliza instalaciones estatales
colocadas a su servicio, encargándose de controlar la confiabilidad política de los empleados y
funcionarios públicos.
El gobierno se enfrenta por primera vez con disidentes en el seno del cuerpo de oficiales.
La intrusión del poder político no fue fácil, y sobre todo fue contraproducente, la decisión de
aplicar en el ejercito las consignas de pureza y fidelidad ideológica que se exigía a los
funcionarios civiles no hicieron mas que favorecer la propaganda de los sectores antiperonistas
dentro de las Fuerza Armadas y los contactos clandestinos con lideres de todos los partidos
políticos de la oposición, sobre todo los emigrados en Montevideo, que participaron de las varias
conspiraciones para poner fin al gobierno que existieron a partir de entonces.
La crisis económica inicia la progresiva desmoralización de las propias fuerzas peronistas; los
neutrales se incorporan a la oposición, y esta, fortalecida por los nuevos reclutas, pronto
encuentran nuevas formas de acción, gracias a la incorporación de los sectores militares.
En este contexto, y tras superar los momentos mas críticos después del plan de estabilidad de
1952, el gobierno lanza el Segundo Plan Quinquenal para el periodo 1953-1957, cuyo objetivo
fueron lograr el equilibrio económico y un pacto social entre los trabajadores y sus empleadores
que brindara las condiciones para posibilitar un incremento del desarrollo industrial acorde con
el equilibrio económico. El Plan favorecía el desarrollo agrícola, al capital sobre el trabajo, a la
industria pesada y al sector energético, promovía las exportaciones y pretendía controlar los
aumentos salariales y producir un mejoramiento de la productividad; preveía un incremento de
la inversión pública en salud, educación, seguridad social e infraestructura económica, pero no
especificaba el origen de los fondos a utilizar. El Plan por primera vez tenía en cuenta el tema de
la productividad.
La conflictividad política del periodo se agravo por el enfrentamiento con la Iglesia Católica. El
gobierno pretendía obtener de ella un apoyo mas explicito a cambio de las concesiones
realizadas, aquella no veía con buenos ojos la actitud del Estado de protección a otros cultos. La
Iglesia además se sentía lesionada por los intentos realizados por parte del Estado de invadir
esferas y actividades que hasta ese momento habían estado reservados a la Iglesia, como la
caridad, las mujeres y los jóvenes.
Durante 1954 la situación se agravo con la abolición de las subvenciones a las escuelas
confesionales, la sanción de la legislación sobre el divorcio, la reglamentación de la prostitución,
la anulación de la enseñanza religiosa en las escuelas y la convocatoria a una Convención
Constituyente con el objeto de proclamar la separación de la Iglesia y el Estado.
A principios de julio de 1955 Perón hizo un llamado a la unidad nacional, pero la intransigencia
por parte de ambos bandos produjo el fracaso de la conciliación y desato el levantamiento del
16 de septiembre, que tres días después obligo a renunciar y a exiliarse en Paraguay.
* Conclusiones.
Muchas de las decisiones tomadas por el gobierno peronista durante los mas de nueve años de
gobierno tuvieron origen en la necesidad de mantener el apoyo de los sectores obreros, que con
el transcurrir de los acontecimientos se fueron constituyendo en el soporte mas consecuente y
seguro del régimen.
Incluso la necesidad de mantener este apoyo puso un limite a la reversión de la política
económica iniciada en 1951, que estuvo condicionada por la necesidad de mantener las políticas
sociales, y el gobierno, pese a su reticencia inicial, se vio obligado a intervenir en la paritarias de
1954 para evitar conflictos mayores. Así, la política de supuesta intervención estatal para evitar
el enfrentamiento de clases se fue transformando lentamente, a los ojos de los sectores
militares, en una política que impulsaba el conflicto.
Pero el gobierno cumpliría, a largo plazo, uno de los objetivos que llevaron a la intervención de
los militares en 1943: integrar a los obreros al sistema capitalista y hacer posible una política de
conciliación de clases.
La caída de Perón es obra de la profundización de la crisis política, que fue incapaz de evitar.
La crisis Mundial de 1930 tuvo sus antecedentes en la situación creada en la inmediata primera
posguerra. Causas:
1. Al finalizar la Gran Guerra, estados unidos se trasformó en el primer acreedor mundial sin
asumir liderazgo en el mercado internacional por lo que los principales países europeos
quedaron endeudados en el mercado de capitales norteamericano y entrelazado
económicamente: todos le debían a EE.UU.
Pero a fin de la década hubo un aumento en la productividad mayor que los salarios y el
consumo del sector agrario por lo que se interrumpieron las inversiones y capitales se orientaron
a la Bolsa para la especulación, lo que aumento la tasa de interés
* Mayoría de los países cerraron sus fronteras aplicando medidas proteccionistas como
aranceles aduaneros altos, control de cambios, inconvertibilidad de su moneda, abandono del
patrón oro, para limitar sus importaciones.
* Desapareció el sistema internacional de comercio y pagos que fue reemplazado por acuerdos
bilaterales y tratados preferenciales
En lo político el Golpe del 30 instauro el fraude electoral sistemático como mecanismo de control
de acceso al gobierno.
La Primera Guerra Mundial afecto la economía de nuestro país, orientada hacia la exportación
de bienes primarios, a través de la disminución de los precios de esos productos, provocando la
escasez de divisas, que limito su capacidad importadora, manifestada en la acumulación de
stocks exportables y capitales sobrantes, desempleo, descenso de la actividad agropecuaria y el
mercado local, acostumbrado al consumo de manufacturas importadas quedo desabastecido.
Frente a esta gran crisis, el Estado nacional asumió una actitud intervencionista.
Para hacer frente al desempleo y a la gran recesión Uriburu (1930-1932) tomo medidas
proteccionistas y al peso argentino convertible en oro, se agrego la devaluación de la moneda, el
control de cambios, y el aumento de aranceles aduaneros con la intención de contener la salida
de divisas, sostener los precios de los productos exportables y obtener recursos fiscales para el
pago de la deuda externa. Para bajar el déficit fiscal, se redujeron los salarios de los empleados
públicos y se aumentaron algunos impuestos.
El estado nacional debía tomar medidas que sostuvieran el consumo, generaran empleos y
subsidiaran a los sectores económicos clave.
Luego de que Argentina en 1929, Inglaterra en 1931 y Estados Unidos en 1933 abandonaran el
patrón oro, los intercambios multilaterales se frenaron y comenzaron a funcionar pactos
preferenciales bilaterales. En este marco, el gobierno de Agustín P. Justo (1932-1938) firmo el
Pacto Roca- Runciman para contrarrestar los efectos del Pacto de Ottawa firmado entre Gran
Bretaña y sus colonias, que instituía la preferencia imperial: Inglaterra preferiría a sus colonias en
todos sus intercambios y abandonaba los principios de librecambio; eliminando a nuestro país
del negocio.
Plan de acción económica, que proponía regular los mercados de bienes, modificar el mercado
cambiario, reordenar la política fiscal y una nueva política monetaria con la creación del Banco
Central. En cuanto a las regulaciones de los mercados de bienes, se tomaron medidas
compensatoria para la producción agropecuaria, se crearon juntas de carnes, granos azúcar,
yerba. Se devaluó el peso y se desdoblo el mercado cambiario, En cuanto a la política fiscal se
proponía bajar el déficit. Pinedo recurrió a lo que se llamo empréstito “patriótico”, a la emisión
monetaria y unifico los impuestos internos.
En 1936 Raúl Plebisch pone en marcha la creación del Banco Central: para regular la circulación
monetaria ajustando el crédito, y los medios de pagos.
Esta nueva visión industrialista, debe entenderse en el contexto de la Segunda Guerra Mundial
(1939), la cual ejerció varios efectos sobre el desarrollo industrial argentino. Por un lado, la
disminución de los transportes transoceánicos, produjo una protección sobre todas las ramas de
la industria y por el otro, impidió la renovación de equipos y bienes intermedios. Las dificultades
en el abastecimiento de repuestos y armamentos, impulsaron a los militares a desarrollar un
pensamiento industrializador con el objetivo del abastecimiento de armamentos y bienes
estratégicos para la defensa nacional.
Castillo en 1942 creo dos empresas estatales: la flota mercante, para atender la falta de
transporte marítimo y fabricaciones militares para producir municiones y armas.
3. El estado interventor:
Los grupos conservadores que se habían apoderado del Estado después del golpe militar de
septiembre de 1930 utilizaron las instituciones para organizar el fraude electoral que les
permitiese perpetuarse en el poder y les garantizara el control de los grupos sociales movilizados
por la experiencia democrática en la década anterior.
1. patrones y obreros, por el crecimiento de industrias se eleva la mano de obra en las ciudades
y se produce una migración interna
2. burguesía industrial fortalecida. Propietarios de grandes fábricas, capitalistas rurales.
EL movimiento obrero inicio su historia antes de 1930, en un largo proceso de luchas, fracasos y
conquistas. Luego del golpe de 1930 los sindicatos socialistas y sindicalistas revolucionarios,
constituyeron una central obrera única, la Confederación General de trabajo (CGT). En diciembre
de 1935 disidencias entre ambos grupos llevaron a su ruptura, y se dividió en CGT
Independencia, dominada por los socialistas y la CGT Catamarca, dominada por los sindicalistas,
que años después pasaría a llamarse Unión Sindical Argentina (USA).
Ante la segunda guerra mundial, la política de neutralidad, ni fue aceptada por un sector
socialista y comunistas, y provoca la ruptura de la CGT e CGT Nº1 (neutralista) y CGT Nº2. En
1935 luego de la división de la CGT, esta cambio su actitud con respecto a Estado, tendiendo a
negociar, confiando en el parlamento para la sanción de leyes que mejoraran la situación de los
trabajadores, y la central obrera empezó a colaborar con los partidos políticos.
Las fuerza políticas oficialistas estaban representadas en primer lugar, por el Partido Demócrata
Nacional, fundado en 1931 (era una Federación de grupos conservadores), su fiel aliado fue el
Partido Socialista Independiente.
La década del 30 fue una etapa difícil para los Radicales, que pasaron a tener a sus dirigentes
perseguidos. En la carta de reunificación del partido de 1931 preveía la elección de autoridades,
pero esto nunca se aplico. Los alvearistas, imitando el fraude patriótico ganaron las elecciones
internas del partido, que tendió a transformarse en una federación de “caudillos locales”. El
partido estaba dividido en dos tendencias: Una mayoría o alvearista, y otra legalista, formada
por los Yrigoyenistas.
Los restauradores, permanecían fieles a Uriburu, sostenía posiciones antiliberales,
antidemocráticas y tenían puesta sus expectativas en el triunfo del eje.
El consenso entre los partidarios del golpe se centraba en el derrocamiento de Irigoyen, pero
estaban divididos en dos grupos
Los golpistas del 6 de septiembre que estaban integrados por nacionalistas autoritarios,
admiradores de Mussolini, contaban con el consenso de las corporaciones económicas como la
Sociedad Rural y la Unión Industrial Argentina, los partidos políticos antiyrigoyenistas ( partidos
conservadores, Unión cívica Radial Antipersonalista y el partido socialista Independiente).
Los que se agrupaban en torno al General Agustín P. Justo, sostenían que la Argentina no estaba
madura para la democracia: (sectores conservadores de la sociedad, los partidos políticos y la
clase dominante.
Durante el gobierno de Justo, el parlamento fue el lugar donde los Socialistas y el Partido
Demócrata Progresista, hasta 1935, mientras duro la abstención del radicalismo, denunciaron el
fraude y los negociados.
Segunda Parte Capitulo 2:
El gobierno surgido del golpe militar de 1946, y el de Juan Domingo Perón (1946-1952), tenían
una conciencia clara del rol de la industria en la economía nacional.
-IAPI único comprador en el exterior y los introducía en el país. Obtenían recursos que el estado
redistribuía a la industria
El gobierno peronista adopto la planificación como método de acción, a través de dos planes
quinquenales. El primero entre 1947-1951 y el segundo1953-1955.
• Leyes sociales (pago feriados, sueldo anual complementario, jubilación, mejora salud y
educación, estatuto peón rural, firma de múltiples convenios de trabajo)
• Creación del fuero laboral para tratar conflictos patrón-obrero, aplican indemnización
Sindicalismo unificado, con poder de negociar con los sectores patronales, mejores condiciones
de trabajo con apoyo del gobierno.
Iglesia, la relación de Perón con la iglesia, al comienzo fue armoniosa, luego termino con una
violenta ruptura.
Los gestos hacia la iglesia iban desde la generosidad presupuestaria, hasta el decreto de
educación religiosa en las escuelas publicas.
Pero pronto comenzaron las divergencias. Una de ellas fue la implementación de políticas a favor
de la clase obrera. El punto central de la discordia fue la constitución de 1949 que no aceptaba
los insistentes reclamos del vaticano para que se eliminara el derecho de patronato. La
enseñanza religiosa en las escuelas públicas y la indisolubilidad del matrimonio también
recibieron poco rango constitucional.
Busco promover el bienestar social. Para provocar legitimidad, se constituyo como arbitro entre
los conflictos del capital y el trabajo y establece mecanismos para preservar los intereses de los
sectores socialmente más vulnerables.
Apuntaba a consolidar la autonomía económica, para lograr la integración social de sectores con
menos recursos. Lo hace mediante las instituciones:
Y la Secretaria de Trabajo y Previsión Social papel como arbitro de la discusión de los Convenios
Colectivos de Trabajo, centralizándose en una CGT.
En 1946 la candidatura de Perón, fue propuesta por tres partidos distintos, el Partido Laborista,
la Unión Cívica Radical (Junta Renovadora) y el Partido Independiente.
Ante los conflictos entre Laboristas y Radicales, Perón ordeno que se formase un único Partido,
que primero se llamo Partido Único de la Revolución Nacional, y luego Partido Peronista. A la
creación del Partido Justicialista concurrieron sindicalistas de distinta tradición, antiguos
radicales (tanto personalistas como antipersonalistas), ex conservadores, lencinistas
mendocinos, etc. La dificultosa convivencia de sindicalistas y políticos, llevo a la reforma de los
estatutos del partido en 1950 que lo organizo en tres ramas: Política, sindical y femenina
(conducida por Eva Perón).
Los golpistas que el 4 de junio de 1943 desalojaron al presidente Castillo del poder, no tenían un
programa de gobierno. Proclamaron presidente al general Arturo Rawson, que no llego a asumir.
Quien si lo hizo fue el general Pedro Pablo Ramírez (1943-1944). Perón asume en la
subsecretaria de Guerra y la Secretaria de trabajo y Previsión Social.
Perón intento acercarse a la facción intransigente de la UCR y desplegó una política para atraer el
movimiento obrero, desplazando a sus rivales y, con la caída de Ramírez, y el ascenso de
Edelmiro Farrel (1944-1946), Perón se transforma en vicepresidente y continúa con sus otros
cargos. Este ascenso le fue generando enemigos que aprovecharon la demanda de un sector de
la sociedad para democratizar el régimen pidiendo la destitución de Perón que fue encarcelado y
enviado a la isla Martín García (1945). La manifestación popular del 17 de octubre protagonizada
por los obreros reclamando la libertad de Perón sorprendió a los sectores más conservadores de
la sociedad. Se proclamo su candidatura para las elecciones de febrero de 1946.
La reelección de Perón a fines de 1951 convenció a los opositores que solo un golpe militar lo
desalojaría del gobierno. La oposición del ejército creció, se agravo la situación con el conflicto
con la Iglesia en 1954.
La consecuencia fue la necesidad de ampliar los puertos para permitir el acceso de buques de
mayor tamaño, de modo que los países y continentes estuvieron cada vez más próximos. Por
primera vez en la historia transportar mercadería voluminosa y barata a larga distancia fue
rentable.
El ferrocarril se inicio en Inglaterra a partir de 1829, unía los distintos puntos del territorio,
rompía las barreras que durante siglos habían supuestos los accidentes geográficos y abarataba
el transporte terrestre. Los enormes costos de construcción dieron origen a la formación de
grandes sociedades anónimas.
También fue muy importante la difusión del telégrafo, que enlazo los distintos mercados
nacionales, permitiendo acelerar el comercio y las comunicaciones entre países muy alejados
entre si. Su expansión se difundió rápidamente, alentada por la necesidad e control
administrativo de sus propios territorios que tenían los gobiernos de la época.
Desde mediados del siglo XIX estos acontecimientos estuvieron acompañados por una serie de
medidas que permitieron el comercio libre en todo el mundo, permitiendo que se produjera la
división internacional del trabajo que recomendaban los pensadores liberales: Adam Smith había
demostrado como la división del trabajo maximiza el producto, pero debía hacerse a nivel
internacional. Solo era posible con una libertad de comercio que permitiera a cada país
abastecerse de los productos que necesitase allí donde fueran de mejor calidad y menor costo.
Por lo tanto, cada nación debía especializarse en producir aquello que le resultase mas barato.
De esta forma cada país vendería aquellos productos en los cuales resultaba competitivo por
razones de calidad o precio, abasteciéndose del resto a través del comercio mundial.
La consecuencia era que se debía abandonar el proteccionismo, que había sido el arma de
competencia hasta mediados del siglo XIX en el marco del pensamiento mercantilista.
En 1946 se aprobó en Gran Bretaña la ley que abolía el impuesto a la importación de granos,
esta medida fue acompañada por una medida que la complementaba, la abolición de las leyes
de navegación que impedían el ingreso al país de mercaderías que no fueran transportadas en
barcos ingleses o del país exportador.
Se estableció un sistema de relación entre las distintas monedas conocido como “sistema de
patrón oro”, que facilito el comercio internacional.
Tras la caída de Juan Manuel de Rosas en 1852 se inicio el proceso de construcción del Estado
nacional argentino. La expansión económica fue adquiriendo una escala que no tenía
precedentes.
A medida que los ferrocarriles sustituía el viejo sistema de transporte y los paquebotes a vapor
reemplazaban a los barcos a vela en el Río de la Plata, se revolucionaban la producción y el
comercio y la Argentina se inscribía lentamente en la división internacional del trabajo.
El motor del crecimiento económico del país fueron las exportaciones de productos primarios. La
Argentina contaba con un factor de producción abundante sobre el que se baso el crecimiento
exportador: la tierra. El tipo de tierras y el clima de las pampas permitieron la producción de
bienes que contaban con una demanda creciente en el mercado mundial.
3. La evolución económica.
La lana fue el primer producto con que la Argentina se incorporo al mercado mundial a partir de
la década de 1850, que alcanzo a las carnes saladas y los cueros en la década del 60, y poco
después la supero plenamente.
La crisis económica que siguió a la guerra civil de Estados Unidos fue agravada por condiciones
financieras internas, dada la emisión de grandes cantidades de papel moneda en la década de
1860.
La agricultura creció primero en las provincias del litoral; su surgimiento fue el efecto de la
ampliación del mercado interno y la liberalización del comercio fluvial producido en 1862
cuando finalizo el conflicto entre Buenos Aires y la Confederación.
En 1853 el gobierno de Corrientes contrato a familias francesas para que colonizaran tierras de
su propiedad. Varios cientos de colonias y de nuevas ciudades se fundaron en Corrientes, Entre
Ríos, Córdoba; Santa Fe, y, en menor medida, Buenos Aires.
La mayor región de colonias agrícolas era el centro de la provincia de Santa Fe, ya que allí su
presencia no planteaba ninguna amenaza a los ganaderos, porque las chacras se ubicaban en
tierras repobladas y nuevas, y ampliaban la base impositiva permitiendo que bajaran los
impuestos. Desde 1870 el sistema crediticio para comprar tierras beneficiaba a los que las
poseían, que podían ofrecerlas en garantía para nuevos créditos, el Banco Hipotecario ofrecía
cedulas en vez de dinero a los posibles compradores de tierra. Los prestatarios podían
obtenerlas hasta por la mitad del valor de sus bienes raíces.
Uno de los componentes centrales del crecimiento económico del periodo estaba reprensado
por las inversiones externas, principalmente británicas.
La llegada del ferrocarril revoluciono los modos tradicionales de transporte. Para acelerar la
construcción del Central Argentino, el gobierno compro parte de sus acciones.
A partir de la unificación política del país, los inmigrantes empezaron a llegar en cantidad, en
parte como producto de la deliberada política del gobierno nacional, en parte atraídos por las
perspectivas que empezaba a generar una economía en expansión, en 1862 el Congreso
Nacional autorizo la contratación de empresas colonizadas para los territorios nacionales.
Las ovejas, los agricultores y los inmigrantes trasformaron la sociedad de las pampas, de donde
expulsaron al gaucho a la periferia lejana. Con la llegada de los inmigrantes, Bahía Blanca,
Rosario y La Plata pasaron de ser aldeas a transformarse en ciudades, mientras Buenos Aires y
Córdoba crecían mas aceleradamente que nunca.
La expansión del lanar genero transformaciones sociales importantes; tareas como la esquila, el
transporte, la construcción de vallas y cobertizos, atrajeron mayor población al campo. La
actividad era mas adecuada para el trabajo familiar, y contribuía a incrementar la población rural
femenina.
La última década del siglo XIX empezó en la profundidad de la depresión. Pero el país aun poseía
una enorme reserva de tierras en la pampa que permitiría abrir la frontera e incrementar la
producción. La recuperación también fue ayudada por la construcción de vías férreas
emprendida en lo peor de la depresión.
Esta recuperación económica fue conducida por la agricultura, principalmente por el cultivo de
trigo. En 1904, a menos de treinta años que el país importaba trigo, este supero a la lana para
convertirse en la principal exportación del país.
Entre 1895 y 1914 las fábricas se duplicaron en número y las inversiones de capital industrial se
quintuplicaron.
Pero la gran innovación en la producción nacional tiene que ver con una nueva transformación
de su sector rural. Las ovejas y la agricultura quedaron subordinadas a un renacimiento de las
actividades de la ganadería vacuna. En gran parte de la pampa el ganado criollo era reemplazado
por razas importadas de Gran Bretaña, principalmente Shorton y Hereford.
A principios del siglo XX, el escenario del agro pampeano cambio cuando la producción de
cereales comenzó a realizarse en “estancias mixtas”, llamadas así porque combinaban la
agricultura con la ganadería. Entre ellas, el estanciero se dedicaba al engorde de los ganados
(invernada), un negocio que resultaba muy lucrativo, siempre que se asegurara que el forraje
para los animales tuviera bajos costos. La forma que los estancieros desarrollaron para
abaratarlos fue la asociación con los chacareros.
Los chacareros hallaron más conveniente arrendar propiedades grandes que comprar pequeñas
chacras porque las grandes unidades daban mayores rendimientos y mayores ingresos.
La clase media de la ciudad e Buenos Aires tenia en su inmensa mayoría un origen inmigrante. Su
estrato inferior incluía muchos pequeños fabricantes y tenderos. El estrato superior de esta clase
media estaba compuesto de profesionales, empleados de la administración pública y oficinistas,
en su mayoría argentinos de primera generación, entre los cuales era evidente un creciente
interés en la educación superior.
En 1914 unas tres cuartas de la clase obrera porteña estaba compuesta de inmigrantes y
constituía unos dos tercios de la población masculina ocupada. Estaban concentrados en el
puerto, los transportes y una variedad de servicios públicos. Pese a su estratificación compartían
condiciones y dificultades comunes: hacinamiento y problemas de vivienda que los obligaba, a
habitar los conventillos. En general, las condiciones de vida eran mas o menos las mismas que en
las ciudades de Europa occidental.
Así la clase obrera argentina de fines del siglo XIX y principios del siglo XX fue modelada por el
desarrollo de la sociedad agroexportadora y presentaba tres o cuatro sectores fundamentales,
como un fuerte sector de servicios que permitía dirigir al mercado mundial la producción; un
segundo sector de obreros industriales que elaboraban la materia prima local y que
comprendían ciertas concentraciones obreras importantes al lado de cientos de pequeños
talleres; un sector artesanal que vivía a la sombra de la principal actividad del país, y, finalmente,
una masa de peones y obreros (muchos de ellos “golondrinas”) que trabajaba en el campo, a la
cual los sectores dirigentes no daban cabida ni política ni económicamente.
CAPITULO 1
La Primera Guerra Mundial altero la base fundamental de las economías de numerosos países
europeos, con profundos efectos sociales y económicos de todo orden. Se desarticularon los
mercados y hasta se produjo la ruptura misma de las relaciones internacionales.
El conflicto obligo a los gobiernos a intervenir activamente en las cuestiones económicas que
consideraban más vitales de sus respectivos países.
El reclutamiento masivo de hombres para los combates de la guerra de trincheras produjo una
escasez de mano de obra, tanto en la actividad industrial de los centros urbanos como en las
actividades económicas de los ámbitos rurales.
Distribuir los bienes de primera necesidad en cada país también era un problema importante
para los gobiernos. La guerra afectaba la circulación de mercaderías y el transporte, quedando
tanto el comercio interno como el externo afectado por controles y prohibiciones de todo tipo.
En este contexto, los Estados pasaron a intervenir en los asuntos económicos. El liberalismo
clásico, fundado en la no intervención del Estado en asuntos económicos, cedió paso a políticas
donde los gobiernos participaban activamente.
Para financiar el conflicto, muchos recurrieron a la emisión monetaria, generando una espiral
inflacionaria que trataba de ser contrarrestada con políticas de control de precios.
Sin embargo, si la Gran Guerra perjudico las economías de los países europeos que destinaban
todos sus recursos al esfuerzo bélico, otros países extra continentales se beneficiaron sobre
manera. Los países de América Latina y Japón, pero sobre todo Estados Unidos, se encargaron de
abastecer la creciente demanda de bienes de los contendientes durante el conflicto.
Estados Unidos consiguió copar los mercados de ultramar que los países europeos desatendían.
Afianzo su liderazgo como gran proveedor de materias primas, productos manufacturados y
créditos.
El tratado de paz firmado en Versalles en 1919, además de modificar el mapa político de Europa
central y oriental, sanciono muy severamente a Alemania, por considerarla “culpable” de la
guerra.
Una política extremadamente dura fue impulsada a partir de entonces por los vencedores,
especialmente por Francia y Gran Bretaña. Se obligo a Alemania a pagar reparaciones de guerra
en cuotas fijadas. Debía entregar activos de la nación (su flota mercante, armas, municiones,
etc.), desmilitarizarse y hasta soportar la ocupación de zonas fronterizas geopolíticamente
estratégicas por potencias extranjeras. Esto motivo u profundo resentimiento contra los países
vencedores en la población civil alemana.
Sin embargo, los mismos vencedores discrepaban en cuanto a que hacer con el “problema
alemán”. Francia, más resentida con Alemania, impulsaba una política mucho más agresiva,
obsesionada con garantizar su seguridad fronteriza. Inglaterra, por el contrario, seguía
defendiendo su política exterior tradicional.
Finalizada la Gran Guerra, los países capitalistas se lanzaron a la reconversión de sus economías
para adaptarlas a los nuevos tiempos de paz. Se retorno a las reglas de juego liberales clásicas
para el comercio mundial. Los países de Europa y Estados Unidos buscaron restablecer la
estabilidad de precios y de monedas, indispensable para garantizar el flujo comercial
internacional.
Era específicamente Gran Bretaña la que había perdido la superioridad económica mundial a
manos de Estados Unidos.
En el caso de Alemania, desde el punto de vista infraestructural, había salido de la guerra libre
de daños. Sus industrias se salvaron de la destrucción porque no se había combatido en suelo
germano.
2. Taylorismo y fordismo.
Taylorismo
- Sistematización del trabajo del obrero mediante una organización científica del trabajo.
- Características:
1. trasladar a la gerencia todos los conocimientos que poseían los obreros calificados, así el
monopolio del conocimiento lo tendrá la gerencia, el obrero pierde toda capacidad de decisión
con respecto a la producción.
3. La empresa no necesitará obreros calificados sino obreros que puedan realizar tareas simples:
todo el trabajo intelectual se realiza en la gerencia. De esta manera se incorpora a la producción
la masa de inmigrantes sin oficio, abaratando costos y librando a los empresarios de los
problemas de los obreros sindicalizados.
Fordismo
- Características:
1. Incorporación de la "línea de montaje o cinta sin fin (rápida, incansable, continua): ritmos,
disciplina laboral y modos de trabajo impuestos por las máquinas.
2. Gracias a la tecnología, los movimientos físicos se tornaron rápidos, precisos, rutinarios y
repetitivos, y se elimina todo movimiento ajeno a la actividad específica (fin del trabajo muerto)
6. Criterios de selección del personal estrictos: sexo masculino, mayor de 21 años, pasar 6 meses
a prueba, poseer perfil de moralidad y buena conducta (no beber, no jugar ni malgastar dinero).
- En un principio estas condiciones afectaron a un grupo considerado elite, pero luego fue
afectando progresivamente al resto de la población.
3. La crisis de 1929.
El auge económico industrial de Estados Unidos escondía en los años 20 muchas debilidades. La
creciente productividad del sistema no pudo ser compensada por la demanda efectiva, y así se
posibilito una situación de sobreproducción.
Desde el punto de vista fiscal, las políticas de los gobiernos republicanos eran regresivas y
mantenían muy bajo el gasto público.
Más aun, los sectores medios y hasta asalariados pudieron acceder al mercado de valores, lo
cual generalizo la compra a crédito de acciones a través de la suscripción de garantías
hipotecarias.
Los elevados beneficios de las grandes empresas producto de la gran expansión económica de
los años 20 sirvieron para financiar la mayor parte de los fondos especulativos.
En el sector industrial, los sectores mas afectados fueron especialmente las empresas de
producción de bienes de consumo durable y la industria pesada.
Así, entre 1929 y 1932 Estados Unidos (potencia económica mundial) arrastro en su caída a
buena parte de aquellos países que integraban el capitalismo accidental. La Gran Depresión
adquirió una escala internacional.
Ante la crisis económica originada en estados Unidos, muchos inversores americanos repatriaron
sus capitales de Europa para poder afrontar sus perdidas.
Pero esto genero la bancarrota del sistema de pagos internacional. La reducción de los
préstamos americanos a los países deudores generalizo la crisis financiera a nivel internacional.
Al principio de la crisis, la mayoría de los países acudieron a utilizar sus reservas monetarias.
Pero cuando estas se agotaron, muchas empresas fueron a la quiebra al disminuir la inversión y
la actividad económica general.
En este contexto, al profundizarse la Gran Depresión, los gobiernos de la mayoría de los países
comenzaron a sostener sus economías y a intervenir con regulaciones y medidas diversas.
En Europa, al igual que en Estados Unidos, el abandono de las ideas del liberalismo clásico
también se generalizo, aunque con profundos matices según cada país.
La economía de Francia se estanco durante todo el periodo posterior a 1929. Sus reservas de
divisas le permitieron sobrellevar por algún tiempo la Gran Depresión, sin abandonar el patrón
oro. El gobierno implemento fuertes medidas deflacionistas. Los salarios cayeron, se redujo el
gasto público y se impusieron restricciones al intercambio comercial. Hacia 1936 el resultado de
esta política era poco alentador. Los índices de producción y empleo continuaban cayendo,
mientras la demanda en el mercado interno se contraía. La economía francesa no saldría de la
crisis sino hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
En el caso de Alemania, la economía sufrió un gran impacto con la Gran Depresión. Pero, a partir
de 1933, el gobierno nazi de Adolf Hitler adopto un plan económico con un alto grado de
intervencionismo estatal. La economía paso a estar no obstante fuertemente planificada. El
control estricto del comercio exterior, el mantenimiento de los salarios y los precios, pero, sobre
todo, un programa masivo de abras públicas ayudaron a bajar rápidamente los índices de
desempleo. Ya desde noviembre de 1934 la producción industrial se reoriento hacia el rearme.
Para aumentar el gasto estatal, el gobierno implemento medidas de fuerte restricción de la
inversión privada, especialmente de la industria de bienes de consumo durables. El ahorro
forzoso y la suba de impuestos ayudaron asimismo para frenar la demanda de los consumidores
privados. Así, fundamentalmente el gasto público se financio con endeudamiento y sobre todo
con la fuerte presión fiscal.
Durante el siglo XIX, América Latina se convirtió en uno de los mercados más importantes de
provisión de materias primas y de consumo de productos manufacturados de la economía
inglesa.
Nuestro país se había insertado perfectamente dentro de esquema de división internacional del
trabajo, como productor y exportador de productos primarios (especialmente cereales y carnes)
y, paralelamente, como consumidor e importador de bienes manufacturados y capitales
(ferrocarriles, bancos, seguros). Su mercado de trabajo se constituyo entre 1860 y 1914 con
migraciones masivas de trabajadores urbanos y rurales procedentes de Europa, promovidas por
el gobierno nacional, que motivo un incremento muy acentuado de la población. Paralelamente,
el mercado de capitales se configuro con los préstamos, las inversiones y los créditos
suministrados por Inglaterra, a través de sus bancos. El mercado de tierras, por su parte, se
afianzo con la expansión de la frontera agrícola desde 1879, cuando el ejército nacional expulso
a los indígenas de sus tierras en la llamada “Conquista del Desierto”. Así, se generaron todas las
condiciones de posibilidad para un fuerte auge económico basado en la exportación de materias
primas a mercados ultramarinos, especialmente de Gran Bretaña.
En este contexto, eran los capitalistas ingleses los que controlaban el sistema de transportes de
materias primas en nuestro país. Desde el puerto de Buenos Aires, inmerso en una ciudad en
continua expansión, las materias primas se embarcaban en naves mercantes y frigoríficas, de
capital también británico. Esta hegemonía inglesa en la economía argentina se basaba en el
sistema de alianzas políticas con la elite terrateniente local, fundamentalmente con la Sociedad
Rural Argentina.
Pues el conflicto bélico internacional afecto el intercambio comercial, y por lo tanto también el
de Gran Bretaña y Argentina. Nuestro país comenzó incipientemente a desarrollar industrias
livianas, textiles y alimentarías, ante la imposibilidad de Inglaterra de proveer manufacturas a la
Argentina. Pero al finalizar la Gran Guerra, la economía inglesa volverá a proveer de productos
industriales a Argentina.
Argentina comenzó a sufrir una severa escasez de divisas, en su incapacidad de mantener las
importaciones de bienes industriales. De ahí que el gobierno de Justo promoviera el acuerdo
Roca-Runciman.
Entre 1933 y 1943 la conducción económica del país estaba en manos del ministro Federico
Pinedo. Pinedo busco estimular el desarrollo industrial local, básicamente a partir del aporte de
capitales extranjeros. La producción de materia prima para la exportación seguía siendo el pilar
de su modelo económico. Así, se promovía desde el gobierno una nueva alianza, basada en los
intereses tradicionales de la Sociedad Rural Argentina y la promoción de un nuevo sector
vinculado con la actividad industrial.
El golpe militar de 1943, promovido entre otros sectores por el Grupo de Oficiales Unidos (GOU)
del ejercito, desplazo entonces a la vieja oligarquía terrateniente del poder y posibilito la
consolidación del nuevo modelo de acumulación basado en la actividad industrial, poniendo fin
a la hegemonía del modelo agroexportador.
Los años de la guerra verán surgir un aparato productivo industrial en manos del Estado, la
expansión de sectores industriales ya existentes para la producción de tractores, motocicletas y
automóviles y también el surgimiento y la consolidación de una gran cantidad de pequeñas y
medianas industrias vinculadas a la producción de alimentos y textiles. Todas orientaron su
producción para satisfacer la demanda del mercado interno, aunque algunas consiguieron
durante esos años exportar parte de sus productos entre los países vecinos. Con esta
industrialización, se recuperaron los niveles de empleo.
CAPITULO 2
Durante la Segunda Guerra Mundial los países europeos movilizaron todos sus recursos
económicos y sociales para satisfacer la demanda del esfuerzo bélico.
Así, al finalizar la contienda mundial en 1945, amplias regiones de Europa –y de África y Asia- se
encontraban virtualmente desvastadas económicamente.
En el campo de las finanzas, varios países se encontraban exhaustos, lo cual motivaba serias
presiones inflacionarias sobre sus economías nacionales.
Ya durante la guerra estados Unidos había sido, por medio de la Ley de Préstamos y Arriendos, el
principal proveedor de Inglaterra y, en menor medida, de la Unión Soviética. A partir de julio de
1945 empezó a movilizar la ayuda económica a Europa, especialmente a Gran Bretaña y
Alemania Occidental.
Desde abril de 1948, entro en vigor el Plan Marshall, una notable reorientación política de los
recursos estadounidenses disponibles, para ajustarlos a la nueva realidad geopolítica mundial: la
Guerra Fría.
Es que con la crisis de Berlín de 1948 y el comienzo de la Guerra de Corea (1950-1953) emergía
una nueva división política internacional, donde el mundo ahora quedaba polarizado en dos
grandes áreas de influencia en puja constante: los países comunistas, encabezados por la Unión
Soviética, y los capitalistas, cuya principal potencia rectora era Estados Unidos.
La ayuda norteamericana se circunscribió entonces a sus nuevos aliados, Japón y los países
occidentales de Europa, motivada por el temor a que disturbios sociales y políticos devinieran la
instalación de regimenes comunistas en su área de influencia. El Plan Marshall promociono, por
medio de préstamos y créditos, una amplia ayuda financiera para fomentar la recuperación
industrial y agraria, restringir la inflación y contribuir a la estabilidad política de los países
beneficiados.
Para favorecer la cooperación militar y la defensa frente al comunismo, Estados Unidos fundó
con los países de Europa occidental la Organización del Trabajo del Atlántico Norte (OTAN).
Los años de 1950 a 1973 fueron la edad de oro de la economía occidental. El gran motor de esta
situación fue el capitalismo de Estados Unidos, que durante ese periodo cuadriplico sus
exportaciones al resto del mundo.
Una de las características fundamentales del periodo que media entre 1945 y 1975 fue la
búsqueda generalizada, en los países occidentales, de la mejor de la calidad de vida de las
poblaciones, el incremento de la inversión y la garantía de pleno empleo, a partir de una mayor
intervención del Estado en la economía, siguiendo la nueva ortodoxa economía de la época: el
keynesianismo.
Entre 1945 y 1975, las políticas económicas keynesianas de los Estados de bienestar pasaron a
ser claramente hegemónicas entre los gobiernos de Occidente.
Los efectos del nuevo modelo económico sobre el crecimiento fueron mayúsculos. Durante las
dos décadas siguientes a la finalización de la Segunda Guerra Mundial se produjo un notable
incremento del producto bruto industrial en Estados Unidos y en Europa occidental. La gran
mayoría de los países occidentales se había conformado desde el fin de la Segunda Guerra
Mundial una economía mixta, que estimulaba un crecimiento económico fuertemente
dinamizado por la combinación de la actividad estatal, los sindicatos y el sector privado.
Las políticas de créditos de largo plazo y bajas tasa de interés para la construcción de viviendas,
proteccionismo arancelario para las industrias, medidas cambiarias y monetarias para favorecer
las exportaciones, fueron las principales medidas adoptadas. Paralelamente, se afianzo una
amplia política de estimulación de la demanda, básicamente a través de incrementos de salarios,
premios, subsidios y subvenciones familiares para los trabajadores.
En este marco, entonces, los sindicatos y las empresas privadas buscaron acuerdos para mejorar
los ingresos de los trabajadores, teniendo en cuenta las políticas de inversión privada. En el
ámbito laboral, el Estado de bienestar, interesado en minimizar el conflicto social, se reservo el
lugar de árbitro en la negociación entre trabajadores y la patronal e impulso la concertación
social y los acuerdos colectivos de trabajo.
Paralelamente el sector privado, y sobre todo el que contaba con apoyo gubernamental, se lanzo
a inversiones directas en el extranjero y promovió el surgimiento de las llamadas “empresas
multinacionales”. Se expandieron por el mundo occidental, donde fundaron filiales sobre todo
en el Tercer Mundo, con el objetivo de obtener mano de obra barata.
Encontramos que el modelo fondista de organización del trabajo se expandió durante las
décadas del 50 y 60, sobre todo en las grandes industrias.
En las áreas de salud, seguridad y justicia, el incremento del gasto social motivo también un
fuerte crecimiento de la demanda, al estimular el alza de la calidad de vida de la población.
Esta mejora en la vida cotidiana durante los años 50 y 60 se tradujo entonces en nuevos cambios
culturales, a partir de la modificación de los hábitos de consumo.
Entre fin de la década del 60 y comienzos de los 70 una serie de múltiples factores motivaron la
crisis del Estado de bienestar en el capitalismo occidental y el fin de las políticas keynesianas.
Ahora bien, un factor fundamental que atento contra el Estado de bienestar desde fines de la
década del 60 fue la persistencia de un proceso mundial de crecimiento inflacionario motivado
por varios factores.
Por otra parte, la primacía estadounidense cedió paulatinamente ante el avance de Europa
Occidental y Japón, que se convirtieron con el paso de los años en sus competidores
económicos. Estados Unidos si había crecido durante los años 50 y 60, pero en comparación lo
había hecho mucho más lentamente. La balanza comercial de Estados Unidos comenzó a ser
cada vez más deficitaria, frente al superávit que registraban las balanzas de Japón y los países de
Europa occidental que incrementaban sus exportaciones.
Pero, por otra parte, la proliferación, en la década del 60, de movimientos de descolonización en
África y en Asia y los de “liberación nacional” en Latinoamérica, en parte financiados y apoyados
por países comunistas como la Unión Soviética, China o Cuba en el contexto de la Guerra Fría,
promovían el fin de la imagen de Estados Unidos como gendarme eficaz del capitalismo mundial.
Fue sobre todo la resistencia de los comunistas vietnamitas a la invasión americana y su victoria
final en 1975 las que generaron mayor desconfianza en Occidente sobre el real poderío militar
de Estados Unidos para enfrentar y contener al comunismo.
Con el incremento del gasto publico, el Estado americano ya no podía asegurar el normal
desenvolvimiento de los servicios públicos, ni de la salud no de la educación, desmejorando
notablemente en algunas regiones la calidad de vida de la población civil.
Más allá de esta situación particular de Estados Unidos, en Europa occidental también surgieron
problemas económicos y sociales.
Paralelamente, a ambos lados del Atlántico se hacían evidentes los problemas ecológicos.
Numerosas organizaciones ambientalistas propugnaron por una legislación protectora ante la
creciente contaminación generada por la gran industrialización. Las nuevas reglamentaciones
que aparecieron en Estados Unidos y Europa occidental incrementaron los costos industriales, al
obligar a las empresas a indemnizar y/o reparar los daños al medio ambiente. Este incremento
de costos también ayudo al alza de los precios.
Otro factor, muy importante, que ocasiono la decadencia del Estado de bienestar fue la crisis del
petróleo en 1973, desatada por una nueva guerra en Oriente Medio. Pero en 1973, para
presionar a Estados Unidos, los países exportadores de petróleo decidieron restringir
fuertemente su producción, y por ende dispararon los precios internacionales del vital recurso.
De esta manera, los precios se cuadriplicaron ante la restricción de la oferta organizada por la
llamada Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El efecto de la crisis del petróleo sobre los Estados de bienestar occidentales fue muy notorio, al
incrementar sensiblemente los costos energéticos. Fue mucho mas profundo sobre todo en los
países que dependían de la importación, como Japón. En todas partes estallaron huelgas y el
descontento social creció. Los obreros metalúrgicos, los textiles, los de la industria automotriz,
los mineros y otro exigieron aumentos a la patronal. Mientras tanto, ante el aumento de precios,
el consumo se contrajo notablemente en casi todos los países occidentales y sobrevino una
recesión a partir de mediados de 1974, que incremento el desempleo.
El estancamiento económico coincidió así con la inflación apareciendo el llamado fenómeno de
la estanflación.
Los keynesianos creían que con redistribución del ingreso, salarios altos, baja o nula
desocupación y un fuerte Estado de bienestar se sostenía y alentaba la demanda de los
consumidores, lo cual promovía la inversión privada y el crecimiento de la oferta industrial. Los
neoliberales enfatizaban el problema irresuelto del permanente crecimiento de la inflación y por
ende las, a su criterio, necesarias medidas de reducción del gasto publico y recorte de los costos
industriales (sobre todo laborales), que harían posible el incremento del beneficio, la
competencia y la reducción de precios: era para ellos el mercado el que debía asignar los
recursos libremente y distribuir la renta nacional, por lo que el Estado no debía intervenir mas en
la economía.
En 1976 José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de economía del nuevo gobierno militar del
general Jorge Rafael Videla que había derrocado a Isabel Perón, aplicaba también las primeras
medidas neoliberales en la Argentina. Durante los 80, con excepción de los países escandinavos y
Francia, se expandieron las políticas neoliberales por Europa occidental y América Latina.
Las políticas keynesianas de fuerte incremento del gasto público fueron implementadas durante
las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón (1946-1952, 1952-1955).
En este contexto Perón instrumento su primer plan quinquenal, a partir de una fuerte
intervención del Estado en la economía.
El Estado de bienestar así no solo aplicaba ahora políticas industrialistas, sino que él mismo era
productor de bienes y servicios. Durante el gobierno de Perón, el Estado se convirtió en
industrialista y empresario.
El IAPI compraba las cosechas a los exportadores a un precio inferior al de los precios
internacionales y luego se encargaba de las exportaciones. Las divisas obtenidas por el gobierno
se utilizaban para promover la industrialización.
Acompañaron estas medidas también amplias políticas de regulación de las relaciones laborales
entre capitalistas y trabajadores, con el fin de evitar la lucha de clases. La agrupación corporativa
de los sectores en conflicto, promovida por el gobierno ubicado ahora en el rol de “arbitro”,
devino en la sindicalización total de la clase obrera (Confederación General del Trabajo, CGT) y
en la asociación de la patronal en la Confederación General Económica (CGE).
El desarrollismo fue impulsado por el gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962), tras el interregno
del gobierno militar de la Revolución Libertadora (1955-1958).
Uno de los problemas fundamentales del momento era el persistente déficit comercial ente el
nuevo escenario internacional. Entre 1949 y 1958 había habido superávit por lo que la Argentina
carecía de suficientes divisas para procurarse una industrialización sostenida.
La idea básica del desarrollismo frondicista fue, entonces, generar un polo de modernas
industrias pesadas protegidas arancelariamente para promover el crecimiento económico, al
lado de las industrias de capital nacional. Ello implicaba el abandono definitivo del modelo
agroexportador como motor del desarrollo capitalista en la Argentina. La llegada de estas
empresas ayudaría además a la expansión de otras ramas secundarias de la producción y a
alcázar el pleno empleo.
A partir de 1961, el modelo desarrollista comenzó a dar sus frutos sobre la economía nacional y
el mercado interno se expandió con fuerza, creciendo vertiginosamente la actividad industrial,
sobre todo la pesada, a partir del impulso privado. En el desarrollismo, el rol del Estado ahora
era guiar el desarrollo económico mediante la aplicación de políticas ortodoxas.
El corolario del ciclo de crisis y auges fue la creciente puja redistributiva, donde los diferentes
sectores buscaban imponer al Estado políticas que los beneficiaran.
Un cambio en las reglas del juega era la meta de unos y de otros, por lo que entre 1955 y 1973 la
política se radicalizo y devino cada vez mas violencia política, sobre todo a partir de 1968,
cuando estallo el Cordobaza durante el gobierno de Juan Carlos Ongania. Múltiples factores
impulsaron este proceso de radicalización política. Este proceso fue arduo y crecientemente
complejo, y los grupos en pugna se desarrollaron y diversificaron, generando un gran debate
ideológico sobre el futuro del país.
Entre 1966 y 1973, los gobiernos de facto sucesivos de los generales Juan Carlos Ongania (1966-
1970), Roberto Marcel Levingston (1970-1971) y Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973)
aplicaron, aunque con matices, políticas industrialistas desarrollistas.
Todos estos presidentes debieron lidiar con una inflación creciente. Si bien la recuperación
industrial permitió que durante el gobierno de Ongania se produjeran las primeras
exportaciones manufactureras, su incidencia igualmente era marginal sobre el total de la
exportación. Los bienes que producían las empresas eran, en su gran mayoría, consumidos en el
mercado local, y el Estado de bienestar era el principal cliente de muchas de ellas.
Entre 1955 y 1976, los cambios sociales devenidos de las políticas del estado de bienestar fueron
profundos.
En las ciudades se consolido una sólida clase media que configuro el eje central de la demanda
del mercado interno, incentivada fuertemente por las políticas de marketing, publicidad y
créditos del capitalismo moderno. Profesionales, jóvenes intelectuales, comerciantes, técnicos,
maestros, empleados y pequeños empresarios fueron los principales grupos de este pujante
sector que se caracterizo por su movilidad ascendente. Entre los sectores obreros, crecieron los
de la construcción, impulsados por las políticas de obras públicas, y los cuentapropistas. Entre las
clases altas se acentuó el proceso de diversificación de las décadas precedentes: a la tradicional
oligarquía agrícola-ganadera se sumaban empresarios, militares y hasta algunos gremialistas.
Finalmente, al radicalizarse el conflicto social y política contra los gobiernos militares, fueron
convocadas elecciones. Tras el breve gobierno de Héctor J: Campora de 1973, entre 1973 y 1974
el gobierno de Juan Domingo Perón, en su tercer mandato, se intento un programa económico
más intervencionista, a fin de redistribuir el ingreso en la población.
Se promovieron políticas de ayuda a las industrias de capital nacional con líneas de créditos y se
incentivo el llamado compre argentino en el mercado interno. Se incremento también el gasto
público, buscando paralelamente el control de los precios por el Estado y el acuerdo de un pacto
social entre la Confederación General Económica (CGE) y la Confederación General del Trabajo
(CGT), a fin de contener la inflación. Con relación al sector rural, Perón, al igual que es sus dos
primeros gobiernos, dispuso el control del comercio exterior por parte del Estado, por medio de
la Juntas Nacionales de Granos y Carnes.
Al morir Juan Perón, entre julio de 1974 y marzo de 1976, asumió la vicepresidenta Isabel Perón.
Durante su mandato se acelero vertiginosamente la crisis económica y la violencia política. Las
huelgas generales y la radicalización del conflicto social s niveles nunca vistos antes en la
sociedad argentina devinieron finalmente en una galopante inflación.
CAPITULO 3
EL CAPITALISMO CONTEMPORANEO
1. El neoliberalismo.
En 1979 la economía capitalista occidental en su conjunto sufrió los efectos de una nueva crisis.
Una vez mas, los países de lo OPEP decidieron un aumento del precio del barril del petróleo,
contrayendo la oferta, ante el inicio de la guerra entre Irak e Irán.
Mientras el Estado de bienestar pasaba a ser el objeto central de los ataques del neoliberalismo.
Gran Bretaña y estados Unidos impulsaron un fuerte retorno a las prácticas del conservadurismo
más ortodoxo. También promovieron una amplia política de represión de los grupos
disconformes y para ello utilizaron el aparato estatal.
Si en estados Unidos y Gran Bretaña este auge neoconservador devino en mayor coerción sobre
los aparatos sindicales y en una perdida creciente de los derechos adquiridos por los
trabajadores, en lo que atañe a Latinoamérica se tradujo en una serie de golpes de Estados
impulsados por las elites locales que derribaron uno a uno los gobiernos constitucionales
vigentes (considerados de “izquierda”) en Chile, Bolivia, Uruguay, Argentina.
Mientras tanto, en Gran Bretaña, Thatcher debió enfrentar la dura realidad económica inglesa de
fin de los 70.
A partir de 1982, Brasil, Argentina y México entraron en crecientes dificultades para pagar su
deuda externa. También la gran mayoría de los países periféricos se vieron perjudicados por la
revalorización del dólar, pues dependían de la divisa para la importación de bienes industriales.
En ese contexto, el FMI ofreció préstamos a los países deudores para que pudieran cumplir con
sus obligaciones. Pero estos créditos (llamados stand by) estaban sujetos al cumplimiento de
ciertas condiciones.
De esta forma, el neoliberalismo se imponía en toda América Latina y se expandía por el mundo
subdesarrollado, proceso que se plasmo ideológicamente en lo que se llamo Consenso de
Washington.
Según la teoría neoliberal, una política de control de la emisión monetaria, alza de las tasas de
interés, achicamiento del gasto publico y disciplina fiscal era la herramienta indispensable para
ordenar la economía y detener la inflación. Esas eran las bases para alcanzar un desarrollo
económico sustentable.
El resultado del neoliberalismo en muchos países era, a principios de los 90, exitoso en términos
de acumulación de capital e incremento del producto bruto pero, paradójicamente, catastrófico
en términos sociales.
Esta paradoja puede explicarse porque básicamente sucedía que, aunque las políticas
económicas neoliberales incrementaban la riqueza de los países, la retirada del estado del
ámbito de las relaciones económicas contribuía a que la redistribución del ingreso entre los
diferentes sectores de la población fuera crecientemente regresiva, es decir, inequitativa.
El Estado japonés creo, en este marco, agencias para impulsar el desarrollo económico y
organizar conglomerados industriales y financieros.
El resultado económico de estas medidas en los siguientes cuarenta años fue espectacular.
Entre 1957 y 1983, Japón paso a los primeros puestos de los países exportadores.
Este auge industrial exportador tuvo otro efecto en Japón: incentivo la migración desde el campo
a la ciudad. Además. El mercado interno creció no solo por el índice de natalidad sino también
por el aumento constante de la calidad de vida y el proceso de urbanización. Esta gran
transferencia de mano de obra barata desde el sector agrícola al sector industrial y de servicios
fue uno de los factores del “milagro japonés”.
Básicamente las empresas, buscando conformar una red interactiva e integrada, se agruparon de
dos maneras: o bien formaron grandes corporaciones asociadas a una cantidad de pequeñas
empresas subsidiarias (combinación vertical) o se asociaron en grupos con participaciones
accionarías cruzadas relacionadas con un banco que las financiaba (combinación horizontal). Las
empresas abandonaban así el sistema tradicional de “autopartes”, para garantizar la vinculación
intima de las unidades de producción tanto con el mercado como con los proveedores.
En el sistema laboral se impuso el empleo de por vida, el salario por la antigüedad y los
sindicatos por empresa. El producto elaborado bajo el modelo toyotista fue de altísima calidad,
diferenciándose así del fordismo, que elaboraba productos estandarizados en series masivas.
Se busco reducir lo más posible los costos, para lo cual se evito el traslado y almacenamiento de
materias primas y unidades producidas. La producción debía estar siempre presta just in time
para responder a la demanda. Solo se producían las unidades requeridas por el mercado sin
acumular stocks. El modelo Toyota vendía primero, luego lo producía y lo entregaba al
consumidor.
Cada nivel de la empresa toyotista indicaba a su superior los recursos necesarios para cumplir
con la tarea. En este modelo, los obreros eran trabajadores polivalentes y polifuncionales,
altamente flexibles, pues acompañaban la fluctuación permanente de la producción según la
demanda.
Ahora bien, esta mirada sobre la incidencia benéfica de los fenómenos globalizantes para la
dinámica del capitalismo contemporáneo debe matizarse en parte, pues varios problemas han
cobrado notable vigencia en la actualidad.
Asimismo, los flujos financieros han adquirido una escala global, con independencia de las
naciones y los bancos. Pero este capital financiero se desplaza rápidamente por el mundo en
busca de rápidos beneficios de corto plazo y la más alta rentabilidad.
Otro problema es el retroceso y hasta la destrucción del Estado de bienestar que genera un
evidente ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres en todos los países a escala mundial.
El Estado neoliberal ha quedado relegado a la casi única función de garantizar las condiciones
necesarias para el funcionamiento del libre mercado. Su función central paso a ser la de atraer la
inversión privada por medio de estímulos financieros, fiscales, arancelarios o monetarios que
garanticen la rentabilidad privada. De esta manera, los intereses sociales y políticos de las
poblaciones de cada país pasan a segundo plano y crece la desocupación, la exclusión social y la
marginalidad. Dado que el estado ha dejado de cumplir su rol tradicional como articulador
social, en numerosos países han emergido fuertes crisis de representación política de sus clases
dirigentes y la perdida de legitimidad de las instituciones burocráticas y gubernamentales.
Para los más subdesarrollados, el equilibrio de las cuentas se torna indispensable para afrontar
el pago de la deuda externa. Aun así, existen regiones que se encuentran absolutamente
marginadas del mercado global de financiamiento e inversión, especialmente algunos países más
pobres.
Los flujos financieros y las paridades monetarias se miden a escala internacional, mientras que
los vaivenes de las balanzas de pagos inciden en todo el país.
La puja comercial internacional se generaliza todavía más con el desarrollo de gigantescas áreas
del libre comercio. Los países tienden a unirse en asociaciones regionales. La Unión Europea, el
MERCOSUR, el NAFTA forman mercados fuertemente protegidos. La función de estas
asociaciones internacionales de países es ingresar al mercado mundial desde una posición de
mayor fortaleza.
A comienzos de 1976 la Argentina había ingresado en una etapa de creciente crisis económica. El
contexto era cada vez más peligroso y de desenfreno de la violencia política.
Tras el golpe del 24 de marzo de 1976, en la Argentina se instalo un nuevo gobernó dictatorial,
comandado por la junta militar a cargo del presidente de facto Videla y cuyo ministro de
Economía fue Martínez de Hoz. Para finalizar con la violencia política, el gobierno militar dispuso
la aniquilación física de los opositores al gobierno. A partir de entonces el terrorismo de Estado
creció y alcanzo su fase de auge entre 1976 y 1979. Para el gobierno, el orden político interno
debía alcanzarse a cualquier costo.
Desde el punto de vista económico, el gobierno militar comenzó a impulsar las primeras medidas
que instalaron el neoliberalismo en nuestro país.
El gobierno enfatizo que debía ser el mercado el que asignara los recursos económicos y que el
Estado debía estarle supeditado. Los objetivos centrales declamados del plan de 1976 eran
promover una reforma estructural de la economía, bajar la inflación de precios, modernizar la
industria nacional, promover la exportación y alcanzar una redistribución del ingreso
“razonable”, que en los hechos implicaba una creciente desigualdad social.
Martínez de Hoz, ministro de Economía hasta 1981, tomo diversas medidas tendientes a alcanzar
los objetivos previstos.
Entre 1979 y 1981 comenzaron a vivirse los primeros efectos nocivos del plan neoliberal. Los
asalariados y los sectores medios aprovecharon la baja de los aranceles para comprar productos
importados., esta llegada masiva de artículos y productos manufacturados desde el exterior
promovió la quiebra de numerosas fábricas y empresas privadas nacionales.
Este fue el comienzo de la precarización del trabajo en la Argentina. Aunque algunos pocos
obreros encontraron empleo. La gran mayoría de ellos de deslizo hacia una nueva forma de
trabajo: el llamado “cuentapropismo”. Cuyo denominador común era que no estaban sometidos
a ningún empleador.
El gobierno de Raúl Alfonsín debió lidiar con un contexto político difícil, el juicio a los
comandantes del Proceso, los alzamientos carapintadas de 1987 y 1988, el copamiento de
cuartel militar por un grupo de izquierda en 1989, la fuerte oposición sindical, el control por
parte del partido peronista del Congreso Nacional y las propias divisiones internas de la Unión
Cívica Radical.
Entre 1983 y 1989, desde el punto de vista económico, se pueden distinguir tres momentos. El
primero, inicial, hasta 1985, es el de la improvisación. Básicamente, durante esos meses se busco
incentivar la demanda del mercado interno para favorecer la industria de capital nacional. Las
políticas heterodoxas se abandonaron entre 1985 y 1986, cuando Alfonsín y su nuevo ministro
de Economía Sorrouille, implementaron el llamado “Plan Austral”.
El segundo periodo del gobierno de Alfonsín se inicia con este Plan Austral. Se impulso la paridad
cambiaria de la moneda nacional con el dólar, el desafió del antiguo peso y la creación del
“austral” como dinero circulante, el congelamiento de precios y salarios y el control del gasto
publico para promover el superávit fiscal. Una estabilidad relativa se consiguió con estas medidas
hasta comienzos de 1987 y se recupero parcialmente el poder adquisitivo del salario y la
demanda interna. Pero como la puja redistributiva entre el capital y el trabajo no cesó, el Plan
Austral comenzó a derrumbarse a fines de 1987, al ser el gobierno cada vez mas importante para
detener el conflicto político y social.
La tercera etapa comienza entonces hacia comienzos de 1988. el gobierno busco retomar la
iniciativa con el nuevo Plan Primavera de ese año, cuando una vez mas se dispuso el
congelamiento de precios, la regulación del tipo de cambio y los primeros tímidos intentos de
privatizar compañías estatales. Pero choco con la férrea oposición sindical y empresarial y con el
partido peronista que se negó a apoyar legislativamente las privatizaciones.
El deterioro final del gobierno comenzó a fines de 1988 y se acentuó a comienzos de 1989. En
esta nueva etapa se dispararon la hiperinflación y las corridas cambiarias motorizadas por los
especuladores. Los precios se duplicaban mes a mes. Con un presidente jaqueado política y
económicamente, se realizaron las elecciones presidenciales que ganó el candidato del partido
peronista, Carlos Saúl Menem.
A partir de julio de 1989, Carlos Saúl Menem busco generar las condiciones políticas propicias
para la profundización de las políticas económicas neoliberales y la reestructuración total de la
economía.
Tuvo como ministro de Economía a Domingo F. Cavallo, quien lanzo el llamado “Plan de
Convertibilidad”.
La oposición radical se comprometió con Menem a votar en el Congreso dos leyes que serian las
que profundizaran el neoliberalismo en la Argentina y desmantelarán el Estado de bienestar en
forma definitiva: la Ley de Reforma del Estado y la Ley de Emergencia Económica. Con ellas el
gobierno de Menem obtuvo la vía libre que necesitaba legalmente para privatizar las empresas
públicas, suspender o terminar con los subsidios a las empresas privadas de capital nacional y
prohibir nuevas contrataciones de empleos en la planta estatal.
A partir de 1991 el Plan de Convertibilidad del nuevo ministro Cavallo cambio notablemente el
escenario económico.
La reacción de la demanda, ante la estabilidad reinante y el amplio crédito, fue notable y genero
un fuerte incremento de la producción.
Las medidas de Cavallo, al fijar la paridad del peso con el dólar en 1 a 1 y liberalizar los precios y
las importaciones bajando fuertemente los aranceles, provocaron la llegada de una verdadera
avalancha de productos importados.
Durante los 90 se generalizaron tiendas que vendían masivamente productos importados a bajo
precio. Paralelamente, la quiebra masiva de buena parte de la pequeña y mediana industria
nacional fue otra consecuencia de la apertura económica.
El gobierno de Menem adopto otras medidas económicas netamente neoliberales. Abrió el
camino para la desregularización financiera al promover el desarrollo de la banca privada.
El achicamiento del Estado supuso fuertes recortes presupuestarios en las áreas más sensibles:
las de la salud, la educación, la seguridad y la justicia nacional, transfiriendo buena parte de ellas
a jurisdicción de las provincias. Se produjo una generalizada caída en la calidad de vida de la
población, con excepción del sector más rico que podía proveerse de medicina prepaga,
seguridad y educación privada.
Así, aunque las exportaciones crecieron, la Argentina comenzó a sufrir un crónico y creciente
déficit en su balanza de pagos, que solo fue compensado en parte por un mayor incremento de
su deuda externa en los 90 solo se solucionaba mediante la contratación de nuevos créditos.
La pasividad de los nuevos pobres en la sociedad actual se explica por las políticas neoliberales
que acentuaron la distribución regresiva del ingreso nacional.
En síntesis, veinticinco años de vigencia del modelo económico neoliberal habían agravado
notablemente la calidad y las condiciones de vida de la mayor parte de la población argentina.
CAPITULO 4
En la social el índice de criminalidad creció fuertemente. La inseguridad, palpable todos los días
sobre todo en los grandes centros urbanos, era apreciable con muertos en las calles, robos,
asaltos con armas, secuestros extorsivos y ataques mortales contra policías.
Otro síntoma de la crisis era la emigración de argentinos a España e Italia, entre otros países.
Podemos señalar algunos de los hitos más importantes que jalonaron la crisis económica,
política y social de los últimos años en nuestro país.
Pero este crecimiento comenzó a desacelerarse ya hacia fines de 1994, lo que se agravó con la
crisis mexicana de 1995, que produjo una fuerte caída de depósitos.
Las primeras manifestaciones de la crisis desatada por el modelo neoliberal comenzaron a ser
visibles ya en 1996. Surgió un nuevo sector social, el trabajador desocupado que emergía como
sujeto visible, como centro de una movilización y que canalizaba su protesta por medio del corte
de ruta: el piquetero.
Pero además la crisis del sudeste asiático y sobre todo la de Rusia y la de Brasil produjeron dos
shocks sobre la economía local en la segunda parte de la década del 90: la baja de los precios de
las exportaciones y la reversión de la tendencia internacional de capitales hacia los países
emergentes con un alza de la tasa de interés que afecto el servicio de la deuda argentina.
Otros factores de fin de siglo, en este caso domésticos, también incidieron en la inversión y el
desaceleramiento del crecimiento.
Así, por las causas externas e internas, ya a fin de 1998 comenzó una larga recesion económica.
Por ultimo, señalemos que la fuga de divisas se generalizo también durante la década del 90.
Uruguay fue uno de los destinos preferidos de los fondos.
El 10 de diciembre de 1999, al tomar posesión del cargo, De la Rúa nombro a José Luís Machinea
ministro de Economía. Mantuvo los lineamientos básicos del modelo neoliberal. Como muestra
de una “conducta responsable”, aumento los impuestos. Estos aumentos de impuestos
disminuyeron el ingreso disponible y el consumo, acentuando la recesión que se tradujo en
menor actividad y menor recaudación.
Paralelamente, mientras que a mediados de 2000 el desempleo escalaba ya a su nivel mas
elevado en tres años, el 6 de octubre se desataba una severa crisis institucional: en medio de un
escándalo por denuncias de sobornos en el Senado en el marco de la reforma laboral, el
vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez renuncio en protesta por el manejo de la situación por
parte del presidente De la Rúa.
El presidente decidió aceptar la renuncia del ministro de Economía, cuyo plan había abortado
por la presión social; pero nombro al también neoliberal Domingo Cavallo en el cargo. El
Congreso le atorgaba “superpoderes” a Cavallo, para restablecer la economía.
El 7 de junio el ex presidente Menem quedó detenido por la causa de venta ilegal de armas al
exterior. Cavallo buscaba mejorar la competitividad de la economía argentina dando subsidios,
ventajas fiscales y expandiendo la oferta monetaria con la reducción de los encajes bancarios.
Pero todo esto produjo efectos inversos, pues aumentó la desconfianza que los acreedores
tenían del riesgo argentino. El 29 de agosto se sancionó la ley de intangibilidad de los depósitos.
Paralelamente, en materia fiscal, el 30 de julio se había aprobado en el Congreso la ley de déficit
cero, a partir de la cual se estableció un recorte de 13 por ciento en salarios, jubilaciones y
pensiones publicas de mas de 500 pesos-dólares, hecho que deparó gran malestar social.
Cuando hacia septiembre, abandonado por el FMI que insistía en la salida de la convertibilidad,
el gobierno ya no obtuvo crédito, comenzó el deslizamiento hacia la crisis final.
El día 1, De la Rúa dio a conocer nuevas medidas económicas, todas altamente impopulares.
Para frenar la creciente caída de los depósitos, el gobierno imponía por noventa días, entre otras
medidas, un límite semanal de 250 pesos-dólares en retiros bancarios. Esta fue una de las
medidas más impopulares del gobierno: con el llamado “corralito”, el mecanismo consistía en
impedir el retiro de la totalidad de sus salarios a todos los trabajadores y empleados
bancarizados. Con ello, se producía un quiebre en las relaciones económicas. Además se autorizo
la posibilidad de dolarizar los depósitos en pesos, se restringieron los envíos de divisas al
exterior, se prohibieron los préstamos en pesos y se fijo que las operaciones financieras se
realizaran solo con las tasas que se aplicaban a las transacciones en dólares. Se iba camino a
dolarizar la economía en el marco de otro ajuste. Pero la medida más impopular del gobierno
fue el llamado “corralito”, un eufemismo para encubrir la confiscación de los ahorros privados
por parte de los bancos. Paralelamente, el FMI anunciaba que no liberaría un desembolso
pactado con la Argentina. La decisión dejaba al país al borde de la cesación de pagos.
En este marco, estallo finalmente la severa crisis social. El 13 de diciembre comenzaron los
saqueos de supermercados en los bolsones mas pobres de la ciudad de Rosario, mientras que la
CGT, movilizando a la clase obrera, realizaba una huelga general. Por su parte, los reclamos de
los sectores medios contra las confiscaciones bancarias se hacían oír también por medio de un
nuevo y novedoso vehiculo de expresión: el cacerolazo.
La movilización popular en las calles de las ciudades mas importantes del país atizó la ya
evidente crisis política y empujo la caída de De la Rúa: al reclamo de “que se vayan todos” se le
acompañaba la exigencia del inmediato desplazamiento y cese en sus funciones, merced a un
juicio político, de los jueces que integraban por entonces la Corte Suprema de Justicia de la
Nación.
En este gravísimo contexto institucional, político, económico y social, las dos expresiones
políticas más importantes del país, el Partido justicialista y la UCR, retiraron todo apoyo al
gobierno.
El presidente De la Rúa, ciego ante la gravedad que adquirían los acontecimientos y aferrado con
su ministro Cavallo al modelo neoliberal, había enviado al Congreso el proyecto de presupuesto
del 2002, que incluía otro fuerte recorte de gastos que alcanzaba al 19 por ciento.
Al día siguiente, 20 de diciembre, la situación empeoro aun más. La Plaza de Mayo y el centro de
la ciudad de Buenos Aires fueron escenario de violentas protestas, en las que participaban no
solo sectores de clase media sino también obreros, estudiantes, empleados públicos,
comerciantes, pequeños empresarios, piqueteros y otros grupos sociales más militantes, con
convicciones políticas e ideologías definidas (partidos de izquierda, sindicalistas, etc.).
Paralelamente, robos y saqueos de delincuentes comunes en todo el país mostraban el colapso
total de la seguridad pública. Peor aun, con las primeras luces del día, la represión de la Policía
Federal dejaba un tendal de sangre en la ciudad de Buenos Aires, donde cinco personas morían.
Finalmente De la Rúa renunciaba y abandonaba la Casa de Gobierno en helicóptero.
Ante la ausencia de vicepresidente, los gobernadores del Partido Justicialista imponían a Ramón
Puerta, presidente del Senado, como presidente provisional de la Nación. En total, los muertos
sumaban treinta y dos personas, mientras que los detenidos en todo el país eran cientos.
3. Las presidencias provisionales de Ramón Puerta, Alberto Rodríguez Saá y Eduardo Caamaño
(21 de diciembre de 2001 - 1 de enero de 2002).
El 21 de diciembre de 2001, en un país al borde del colapso, entraba en funciones de presidente
provisional el presidente del Senado, Ramón Puerta, como la establecía la línea de sucesión.
Tras largos debates en el seno del Partido Justicialista, el 23 de diciembre Adolfo Rodríguez Saá,
gobernador de San Luís juraba como mandatario interino por noventa días.
Pero la interna política y la crisis social no sólo no habían cesado sino que por el contrario se
acentuaron todavía más.
La crisis política comenzó a menguar muy lentamente cuando la Asamblea Legislativa proclamo
al jefe del poderoso aparato del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, Eduardo
Duhalde, presidente provisional. Se estableció un periodo de transición hasta el 10 de diciembre
del 2003, a fin de completar el mandato de De la Rúa. Duhalde paradójicamente accedía así a la
presidencia, aun cuando había sido derrotado en las elecciones presidenciales de 1999 por el
candidato de la Alianza.
Desde el punto de vista económico, Duhalde inicio su gestión con una ley de emergencia que
estableció el abandono de la convertibilidad. El 3 de enero, Duhalde designó al nuevo ministro
de Economía, Jorge Remes Lenicov.
El 25 de enero se realizo otro cacerolazo nacional convocado por las asambleas vecinales y que
contó con una multitudinaria adhesión en todo el país. Las consignas de buena parte de la
población seguían siendo la renuncia de los miembros de la Corte Suprema, el llamado
inmediato a elecciones y el levantamiento del corralito bancario. El 3 de febrero el gobierno
anuncio un nuevo paquete de medidas. Dejaría de regir el dólar oficial a 1,40 pesos y se
adoptaría un sistema de tipo de cambio flotante. Se pesificaron uno a uno todas las deudas y
alquileres y se permitió retirar de los bancos la totalidad del sueldo.
Por un lado, la brecha entre el dólar oficial y el dólar libre comenzó a agrandarse desde el primer
momento. Todas las obligaciones en dólares pasaban a pesos al tipo de uno a uno. Se violaban
así los contratos y los derechos de propiedad.
A partir de agosto de 2002 la economía comenzó a dar algunos signos, muy incipientes, de
recuperación: se había estabilizado el tipo de cambio y la inflación estaba relativamente
controlada. En diciembre de 2002 se levantó el corralito, liberando los depósitos retenidos.
Así, durante los meses siguientes se desató una intensa puja política en el seno del Partido
Justicialista entre los diferentes caudillos peronistas. Finalmente, tras un ballotage que
finalmente no llegó a efectuarse porque el candidato Carlos Menem desistió de la segunda
vuelta alegando fraude del duhaldismo, ganó la presidencia el segundo mas votado por la
población y aliado del presidente saliente, Néstor Kirchner, quien asumió el cargo el 25 de mayo
de 2003
EL ESTADO DESARTICULADO.
Diferencias básicas entre los Gobiernos durante el período 1955/66 y 1966/73, teniendo en
cuenta el rol que desempeñaron las FFAA.
Perón fue derrocado por la “Revolución Libertadora” (golpe de estado en 1955) que inauguro
una semidemocrácia en la cual se mantenía el régimen de los partidos políticos pero con la
proscripción del peronismo, lo que dejaba a los trabajadores sin representación política.
Periodo 1955-1966: Estado desarticulado gobiernos militares y civiles que fundaron un régimen
semidemocrático imponiendo la proscripción del peronismo. Impusieron una política que
enfrento el pueblo peronista que alcanzaba prácticamente la mitad de los ciudadanos aunque no
tuviera representación en el parlamento, contra el frente antiperonista representado por
diferentes partidos en el Congreso. Estos conflictos se disolvían de manera extraparlamentaria, a
través de compromisos secretos en reuniones informales con los dirigentes gremiales (únicos
peronistas en actividad) ya que los peronistas solo podían actuar en el plano extrainstitucional.
2. La Revolución Libertadora.
Había muchas diferencias entre los grupos antiperonistas y una vez derrocado Perón tenía que
decidir que hacer con la economía y el peronismo.
Una vez alcanzado el objetivo, los partidarios de la campaña Libertadora se dividieron en:
Reformistas populares (UCR) que aceptaban el modelo pero cuestionaban las practicas de Perón.
Los militares querían lograr una salida democrático-institucional sin que ello levara a entregar el
gobierno a los desplazados, por lo cual tomaron posturas cada vez más autoritarias. En 1956
aplicaron pena de muerte y hubo fusilamientos en los basurales de J.L Suárez, prohibieron el
nombramiento del Peronismo, disolvieron el partido, intervinieron la CGT y los sindicatos,
encarcelaron y persiguieron a sus dirigentes, y se derogó la Constitución de 1949, se
suspendieron las convenciones colectivas de trabajo, se clausuro la CGE.
Los peronistas comenzaron a organizarse desde los barrios y luego desde el movimiento obrero
con la consigna “Perón vuelve”. Los peronistas mostraron su descontento a través de sabotajes,
huelgas, boicots y colocación de artefactos explosivos.
En 1957 se constituyo, bajo supervisión militar, el Congreso normalizador de la CGT que obtuvo
como resultado la división de los sindicatos en oficialistas, llamados los “32 Gremios
Democráticos” y las “62 Organizaciones” liderada por Augusto Vandor.
3. La economía.
Los errores de gobierno peronista, parecía demostrar que el país estaba al borde del abismo:
exceso del gasto publico, falta de inversiones, caída de la productividad, crisis en la balanza de
pagos entre otras. Lo que el Plan Prebisch proponía, era elevar los precios de la producción
agropecuaria, liberar el comercio exterior, eliminar los controles al tipo de cambio que generaron
devaluaciones del peso con relación al dólar (lo que favoreció al sector agropecuario exportador,
pero aumentaron los preciso de la canasta básica por lo que se redujo el salario real), se derogo
el régimen de nacionalización de los depósitos bancarios y se disolvió el IAPI.
Otra medida importante fue la incorporación del país al FMI y otros organismos multilaterales de
crédito. El FMI y el Banco Mundial podían acercar los capitales que el país no tenia, también
llegaron las recetas y recomendaciones del FMI
4. El sindicalismo.
A cada medida del gobierno los sindicatos peronistas respondían con acciones violentas, huelgas
o movilizaciones lo que generaron un clima de “guerra social”.
Aparecían como el sector capaz de movilizar a los obreros y hacer cumplir sus acuerdos, como
base para reconstruir el partido político.
En 1959 cuando se reabrió la negociación de los convenios colectivos de trabajo con Frondizi, los
sindicatos se dividieron en combativos y vandoristas siendo origen de luchas internas.
Combativos: fueron siendo desalojados del control de las organizaciones que dominaban por la
represión de la resistencia.
El problema acerca de que hacer con el peronismo, seguía dividiendo a toda la sociedad
Argentina y a los partidos políticos.
Liberales (cerebros de las fuerzas armadas) líder Alsogaray Gorilas”: enemigos del peronismo
Liberal sin intervención del estado, cuestionaban la sustitución de importaciones.
UCRP (del pueblo) líder Balbín, los reformistas populares Gorilas: cuestionaban su postura
Aceptaban el modelo económico
UCRI (intransigente) líder Frondizi desarrollistas Integracionismo, querían un peronismo sin
Perón querían profundizar la sustitución
División socialista:
Partido Socialista democrático Nicolás Repetto y Américo Ghioldi optaron por acentuar los
contenidos liberales y antiperonistas
Partido Socialista Argentino Alfredo Palacios opto por un acercamiento con la clase obrera.
En 1967 los militares decidieron encarar el traspaso del gobierno a los civiles.
Frondizi buscaba los votos que la proscripción del peronismo había dejado libres(los cuales
votaban en blanco), hizo un pacto secreto con Perón y consiguió el apoyo para la UCRI,
comprometiéndose a devolver la CGT a sindicatos peronistas, aumento salarial de 60% y permitir
paulatinamente la participación de peronistas en las elecciones. De esta manera Frondizi gano
las elecciones.
Fracasos:
No se podía lograr el desarrollo del país con una estrategia basada en el crecimiento del sector
agro exportador
El bajo nivel tecnológico limitaba el crecimiento de la producción de los países pobres, por lo
que no tenían capacidad de ahorro y no podían hacer inversiones que modifiquen la baja
productividad.
Al comienzo de su gestión y cumpliendo con el pacto con Perón, Frondizi reconoció la CGT y
decreto un aumento del 60% en los salarios básicos de convenio.
Por el aumento de salarios y de las inversiones publicas (del desarrollismo) se generó un déficit
fiscal (mas gastos de lo que ingresa el estado no recauda y financia con dinero sin respaldo)
resuelto con emisión monetaria, lo que genero una perdida de la estabilidad monetaria.
En 1959 se recurrió a la unificación y liberación del mercado de cambios que, abandonado a las
fuerzas del mercado, genero una inflación que licuo el aumento salarial. También se encaro una
política de restricción monetaria y crediticia a través del aumento de los encajes de los bancos
comerciales, dispuesto por el banco central. Se redujo el personal del sector público.
En1959 cuando el nuevo ministro de hacienda Álvaro Alzogaray anuncia el nuevo Plan de
estabilización: había descontento social, los peronistas respondieron con mas resistencia. El
gobierno contraataco con el Plan de Conmoción Interna del Estado (CONINTES) que ponía en
manos de los militares la represión de todo tipo de manifestación obrera.
Teoría de los factores de poder: los grupos de presión tenían más importancia que los partidos
políticos.
Ley de Asociaciones Profesionales: restableció el sindicato único por rama de actividad, aumento
los salarios un 60%(acuerdo con Perón), congelo los precios, aumento las pensiones y redujo las
tarifas de los transportes.
Sindicalismo peronista fortalecido y una clase obrera madura: porque son recuperadas parte de
las CGT peronistas y se consolidan las 62 organizaciones, incidirían fuertemente en la política del
país
El gobierno de Guido, que completo el periodo de Frondizi hasta las nuevas elecciones
presidenciales giro a la política desarrollista implementada entre 1958 y 1962. Este cambio era
atribuible a los responsables del golpe militar.
Los liberales concentraron su atención en la contención del gasto publico, disminuyendo las
inversiones estatales y restringiendo el crédito a través de los mecanismos de ajuste del Banco
Central.
Para solucionar el déficit el gobierno pago la deuda a proveedores y empleados del Estado con
títulos públicos. El resultado fue un alto costo económico y social: fuerte contracción de la
producción y el empleo, caída del salario real, cierre de empresas por falta de crédito y
consecuente aumento de las tensiones sociales.
Este ensayo de política liberal tuvo éxito en la transferencia de ingresos de los sectores más
débiles a los más poderosos, quedaba como asignatura pendiente lograr los consensos entre los
distintos actores sociales para asegurar la estabilidad democrática.
Los Azules consideraban al peronismo como una fuerza nacional y cristiana que permitió salvar a
la clase obrera del comunismo (bastión contra la subversión).Se oponían a Perón, pero
aceptaban un peronismo sin él. Adoptaron una línea profesionalista: el objetivo era que los
militares se capacitaran en su tarea alejándose de las deliberaciones políticas
En 1963 Se produjo un levantamiento de los colorados para “frenar el intento de los azules de
integrar a los peronistas (no a Perón) junto a la UCRI y la Democracia Cristiana” en un frente
moderado. Los azules ganaron el enfrentamiento asumiendo J. Carlos Ongania como
comandante en jefe del ejército, con objetivos de la reconstrucción de la institución,
mantenimiento del orden y la disciplina por lo que luego de la derrota adoptaron una posición
antiperonista para evitar las divisiones dentro de los militares y preservar la disciplina interna.
En 1963 obtuvo el triunfo electoral A. Illia, cuando Guido llamo a elecciones se había creado la
UDELPA (unión del pueblo argentino) con la candidatura de Aramburu que era considerado
responsable del derrocamiento de Perón, de los fusilamientos y persecuciones; por lo que
algunos antiperonistas deciden en vez de votar en blanco dar un voto a un adversario menos
odiado como Arturo Illia, candidato de la UCRP, que llego al gobierno con una posición muy débil
(25% contra 20% en blanco). Sufrió descontento militar, presión de sindicatos pero hubo respeto
de las normas y la decisión de no abusar de los poderes.
9.1 La economía.
La política económica con perfil keynesiano manifestó la acción del estado, el desarrollo del
mercado interno, las políticas de distribución y la protección del capital nacional. Logró el
crecimiento del PBI, la recuperación de los salarios reales, y el aumento de las exportaciones a
partir de excelentes cosechas
9.2 La Política.
Ninguno de los grupos de poder estaba conforme. En 1962 la CGT implemento un plan de lucha
que consistió en la ocupación pacifica de establecimientos fabriles. La estrategia de Vandor era
invocar el nombre de Perón para movilizar los sindicatos obreros y controlar los votos peronistas
para librarse de la tutela del líder. Su plan de lucha consistía en debilitar al gobierno para
demostrar a los empresarios y militares su fuerza para negociar. Perón envió a la Argentina a su
esposa Isabel que reunió a todos los opositores a Vandor, con lo que propicio la división de la
CGT y lo enfrento a José Alonso. En Mayo, ambas fracciones sostuvieron enfrentamientos
armados, con muertos y heridos. Finalmente esta disputa, se dirimió en 1966 en el plano político
en ocasión de las elecciones de Mendoza, Isabel apoyo a un candidato rival al de Vandor y el
centro de poder volvió a estar en Perón.
10. Algunos acontecimientos internacionales.
Pese al inequívoco espíritu renovador del concilio, la lectura que se hizo de él fue muy diversa.
Para los grupos que, en aras de la simplificación hemos llamado “tradicionalistas”, se trato de
una reafirmación doctrinaria con pequeños ajustes. Para el clero “progresista” se redefinió de la
Iglesia en el mundo.
La culpa eclesiástica veía a la Iglesia como viga maestra para el sostenimiento de la cristiandad.
Los progresistas ganaron el debate en el concilio, entre otras cosas, porque contaban con el
apoyo del papa Juan XXIII, pero fueron derrotados en la implementación de las reformas.
Esto sucedió por varios motivos. Los reformistas no eran un grupo homogéneo. Había
moderados y radicalizados. Estos últimos pretendían una acción directa en lo político y en lo
social. En su lucha contra la injusticia incluían los métodos pacíficos o violentos.
En 1966, cuando tras otro golpe militar el general Onganía asumió el poder, se reafirmo la
posición tradicional de la Iglesia, basada en la alianza con las fuerzas armadas.
El otro acontecimiento se inicio el 1 de enero de 1959, cuando un movimiento liderado por Fidel
Castro derroto al presidente cubano Fulgencio Batista, y los revolucionarios entraron en La
Habana. Al poco tiempo, y privados de la ayuda de Estados Unidos, Fidel Castro declaro el
carácter marxista-leninista de la Revolución, aliándose al bloque soviético.
Con la Revolución cubana se impuso, en 1959, el primer gobierno socialista en América Latina.
Esto sorprendió y alarmo al gobierno de estados Unidos que se vio doblemente afectado: era
una mancha en su liderazgo americano, que amenazaba con extenderse rápidamente a buena
parte del continente, y ponía en peligro su propio territorio. En el contexto de la Guerra Fría esta
situación adquirió dimensiones aun más alarmantes. De hecho en 1962 durante la presidencia J.
F. Kennedy, se produjo “la crisis de los misiles”. Finalmente un arreglo directo entre Estados
Unidos y la Unión Soviética evito una tercera guerra mundial.
Había una campaña en contra del gobierno por su ineficacia e ineptitud, la prensa destacaba la
eficiencia modernista de las fuerzas armadas comparadas con el inmovilismo de Illia, se produce
una necesidad de un advenimiento de una nueva legitimidad a la que se adhieren militares
industriales, sectores de la clase dominante, y sindicatos peronistas. La sociedad empezó a
esperar el cambio por eso se convirtió en un golpe anunciada en el cual no hubo movimientos
importantes de tropas, ni enfrentamientos armados ni reacción popular.
Las fuerzas armadas tomaron el gobierno atribuyéndose más poderes generando más violencia
en la represión.
Corriente interna paternalista liderada por Onganía, querían construir una comunidad a imagen
de la organización militar e instaurar un orden político semejante al franquismo
Corriente nacionalista Levingston, aspiraba al populismo nacional con la movilización del pueblo
y las fuerzas armadas.
La corriente Liberal representada por Julio Alzogaray y Alejandro Lanusse, mantenían estrechos
vínculos con las clases dominantes y su proyecto político-económico.
El día del golpe, el ejercito cerco Plaza de mayo, ocupo las radios, la televisión, las centrales
telefónicas, el correo y dio seis horas para que Illia renunciara, como no lo hizo, fue expulsado de
la casa rosada.
El 28 de junio los comandantes en jefe de las tres armas, formaron una junta revolucionaria que
destituyo al presidente, vicepresidente, Corte Suprema, disolvió el Congreso y prohibió los
partidos políticos. Se nombro como presidente a Juan Carlos Ongania y la constitución fue
reemplazada por el Estatuto de la Revolución Argentina.
Surgió cuando las organizaciones empresariales y ejercito tomaron el poder para asegurar la
subordinación de la sociedad a los intereses de la burguesía, restablecer el orden en la
economía, excluir a los sectores populares de la participación para poder, retomar el proceso de
transnacionalización, suprimir la ciudadanía y democracia política, garantizar la acumulación de
capital y asegurar la despolitización del conflicto social.
2. El Onganiato (1966-1970)
• Economía: Plan de estabilización de inspiración liberal, quería bajar los índices de inflación y
luchar contra el déficit fiscal, comprendía una devaluación del 40% y un congelamiento de los
salarios por 20 meses para renovar el compromiso de las inversiones extranjeras. Lograron la
disminución de la inflación, el crecimiento de la industria y las inversiones productivas, se
duplicaron las obras públicas.
El movimiento obrero quedo dividido en la CGT de los argentinos (respondía a Ongaro dirigente
grafico) y la CGT Azopardo que respondía a Vandor.
El plan de estabilización del gobierno iba dejando moribundos entre los empleados públicos, los
comerciantes, las pequeñas y medianas empresas.
El levantamiento dividió al ejército: Ongania pedía mano dura y Lanusse prefería renovar el
gabinete, así se hizo y todos los ministros fueron reemplazados.
Hacia 1970, el fracaso del régimen en hacer cumplir la principal misión de asegurar la paz social,
hizo temer a la burguesía, sobre todo por que las estrategias de los distintos sectores en que se
dividían los militares eran diferentes.
La táctica de Ongania (Paternalistas) era doble: por un lado endurecía la represión contra los
sindicalistas que se oponían al régimen y por el otro ofrecía una serie de concesiones a los
sindicalistas peronistas. Introdujo una legislación para sostener las obras sociales, incluso las
sindicales. Un 2% aportado por los patrones y un 1% por cada trabajador.
Los liberales, encabezados por Aramburu, proponían la liberación política, lograr un acuerdo con
los partidos políticos, los que a cambió de una libertad vigilada, servirían de soporte para la
elección de un presidente acorde con los objetivos e intereses de la FFAA. Esta propuesta
abortaría a mediados de 1970 por el asesinato de Aramburu por los montoneros.
Otro sector de los liberales, encabezados por Julio Alzogaray, planteaba la destitución de
Ongania. Para este grupo, la salida política era un hecho impracticable.
El clima provoco la huida de los capitales extranjeros, el déficit en la balanza de pagos se agravo
por la crisis de las exportaciones de carne.
Los sindicatos de izquierda exigían ruptura con el FMI, expropiación de monopolios, suspensión
del pago de la deuda externa, el control de las fábricas en manos de los obreros.
En1970 debutan los Montoneros: grupo armado y clandestino peronista que secuestro al ex
presidente Aramburu en represalia por los fusilamientos en las universidades. Se
comprometieron a luchar contra los militares y la burocracia sindical conciliadora y exigieron la
devolución del cuerpo de Eva. A fines de este año las Fuerzas Armadas Peronistas y Fuerzas
Armadas Revolucionarias se fusionarían con los montoneros y el ejército revolucionario del
pueblo, de orientación trotskista.
Depuesto Ongania en junio de 1970, los militares designaron al General Levingston Roberto
Marcelo.
• Elevo aranceles aduaneros para proteger la producción nacional y, cuando los precios
internacionales de la carne aumentaron, desestabilizando los precios internos, impulso dos días
a la semana de ved para el consumo de la carne vacuna. Esta medida, articulada con la
devaluación de la moneda, tenía por objetivo adicional, liberar los saldos para ampliar las
exportaciones nacionales.
• Conflictividad social: no logro controlar a los sindicatos peronistas y a los partidos políticos que
reanudaron su actividad
• En febrero, la protesta estallo otra vez en Córdoba y el ejército se negó a reprimir. Este nuevo
cordobaza provoco la caída de Levingston, que fue reemplazado por Alejandro Lanusse el 22 de
marzo de 1971.
Había una baja productividad por ineficiencia o escasa tecnología de las empresas modernas y
dinámicas, lo que llevo a las últimas crisis. Algunas desaparecieron, otras sobrevivieron gracias a
subsidios públicos. Se había declarado un plan que señalaba la necesidad de formar
empresarios, proteger la industria nacional e incorporar nuevas tecnologías.
La mayoría de las empresas transnacionales utilizo la estrategia de dividir la inversión en dos
partes: la inversión directa que le permitía cumplir con las disposiciones legales y un crédito a
muy corto plazo extendido por la casa matriz. El objetivo era aprovechar la posibilidad de
penetrar el protegido mercado interno.
• Operó sobre la dirigencia sindical y los políticos neoperonistas para lograr la fractura del
peronismo
• Normas constitucionales del proceso electoral: voto directo y sistema de doble vuelta o
ballotage, la reducción del mandato a cuatro años y los candidatos, debían haber residido en el
país, los últimos cinco años. El gobierno tenia esperanzas de que los peronistas no ganaran la
primera vuelta
• Creo el PAMI, programa de atención medica integral, para los jubilados y pensionados
10. La violencia.
Se fortaleció la actividad guerrillera. Cada golpe de la guerrilla era respondido por los grupos
clandestinos de derecha. En Agosto de 1973, en Trelew, un grupo de guerrilleros fue fusilado.
Las tensiones sociales sin salida y la violencia generalizada aumentaron los temores de la
sociedad, y las fuerzas armadas consideraron una retirada anticipada del poder.
EL ESTADO EN JAQUE.
La llamada “edad de oro” de la posguerra se asentó sobre los acuerdos de Bretton Woods, la
abundancia de petróleo barato y los aumentos de la productividad mundial. La economía
alcanzo su momento de mayor expansión a fines de los 60, y ese crecimiento explosivo se
transformo en mejoras de la calidad de vida a través de la sociedad de bienestar en Occidente.
Durante el momento culminante del desarrollo económico de posguerra, surgieron los
movimientos sociales de la juventud y la afirmación de las mujeres como actores de pleno
derecho.
Esa juventud que participaba de una situación antes desconocida esperaba el nacimiento de un
mundo mejor que el de sus padres, tenía una vocación universalista y se sentía atraída por el
radicalismo político.
Los acontecimientos de la década del 70 recibieron la influencia del triunfo de la guerrilla rural
como forma de lucha política. En distintas regiones del mundo, desde los años 50 esta
metodología había logrado sucesivos éxitos.
Estos sucesos produjeron el imaginario que la toma del poder por medio de las armas era
posible.
2. El retorno de Perón:
3. El proyecto de Perón
Perón había regresado al país para las anunciadas elecciones en las que estaba proscrito el
peronismo entonces impuso a Héctor Campora quien fue rodeado por la izquierda peronista y
los grupos armados FAR-FAP y Montoneros. La campaña tuvo como protagonista la juventud
peronista que veían a Perón como un líder del socialismo nacional y aspiraban a una
comunicación fluida entre Perón y el pueblo, se oponían a los sindicatos y sus dirigentes.
Lanusse intento hacer una convocatoria para votar en contra del Peronismo sin éxito. El partido
peronista obtuvo la victoria, habiendo derrotado al partido militar. Perón se propuso encauzar la
política a través de instituciones, reconociendo el papel de los demás partidos en el juego
democrático. Con el Pacto Social retomo la propuesta central de la convivencia entre los distintos
sectores en la comunidad organizada, un acuerdo sobre la manera de distribuir el ingreso
nacional entre trabajadores y empresarios.
Con la renuncia de Campora, asume Raúl Lastiri, que llamo a elecciones para el 23 de
septiembre. La formula Perón-Perón, gano con el 60% de los votos.
El 17 de octubre de 1973, Juan Domingo Perón, acompañado por su esposa Isabel, asume un
nuevo mandato presidencial.
- Acta Política Concertada en el Agro que reforzaba la concertación del gobierno con todos los
sectores económicos,
- intervención del estado mediante juntas nacionales de carnes y de granos, -fijaciones de los
precios mediante impuestos al valor de las exportaciones
• Apertura comercial con bloque socialista –intercambios como decisión política frente a las
presiones norteamericanas y de los sectores nacionalistas locales.
• Reformas financieras y fiscales- mayor poder al banco central frente a los demás respecto de la
cantidad de dinero disponible.
• Legislación del trabajo – los sindicatos recibieron la Ley de Asociaciones Profesionales que
establecía derechos judiciales para dirigentes sindicales
En 1973 los Montoneros asesinaron al secretario general de la CGT, José Rucci .A principios de
1974 coparon el regimiento del ejercito azul con una demostración de su poder que resulto una
ofensa para los militares.
Perón decidió la reforma drástica del Código Penal para incluir los delitos de terrorismo, esto
produjo la renuncia de 8 diputados de la Juventud Peronista que enfrentaron la medida. Se
discutía sobre proscribir a los Montoneros, el ERP había sido declarado ilegal en septiembre de
1973.
En 1974 la Triple A conducida por López Rega produjo secuestros y asesinatos a militantes
peronistas e izquierdistas.
Muere Perón, desaparece el equilibrio político, se desencadeno una guerra entre los sectores
internos peronistas por el poder.
Asumió la viuda por ausencia de alternativas para la sucesión del poder. Se impuso la lucha por
la distribución de ingresos logrando mantener la independencia de la acción sindical frente al
poder político.
El gobierno de Isabel y López Rega llevo adelante un programa inicial de derecha: de línea
autoritaria, rompió el equilibrio de las fuerzas que apoyaban al gobierno, se aparto de sindicatos,
empresarios medianos y pequeños y de partidos chicos. Se acerco a los militares y a las grandes
empresas.
López Rega anuncio a los jefes militares la decisión de acabar con la subversión: con la
eliminación de la infiltración marxista en la educación general y la universidad; la imposición de
prácticas políticas tendientes a fortalecer la economía del mercado, las inversiones y el
desarrollo y el sometimiento de los dirigentes sindicales
Los militares a partir de 1973 pasan a manifestar su apoyo y papel activo en la política, los
Montoneros intentaron recuperar su lugar pero fueron rechazados. Después del asesinato del
jefe de la policía se decreto el estado de sitio y se autorizo a la policía y ejercito a reprimir.
La represión se hizo cada vez mas dura, el programa antisubversivo genero oposición, porque la
población temía de una guerra de facciones. Los militares establecieron redes de espionaje que
limitaban la acción terrorista impusieron represión con violencia indiscriminada.
En junio de 1975 asume Celestino Rodrigo, quien realizo una brutal devaluación de la moneda
“Rodrigazo”, posprecios aumentaron un 100%, y para reducir el déficit fiscal se aumentaron las
tarifas de los servicios públicos y los combustibles.
También paralizo las negociaciones entre los sindicatos y los empresarios, esto desato una
movilización y un paro de 48 hs de la CGT, que produjo el desplazamiento de Celestino Rodrigo y
López Rega.
En agosto, Antonio Cafiero, economista cercano a los sindicatos, se hizo cargo de la cartera de
economía y tuvo que enfrentar la inflación creciente, la grave recesión con caída de la
producción, la escasez de divisas y la inequidad social. Cuando la situación se torno insostenible,
pidió un préstamo al FMI.
En 1973 y 1978 los aumentos de los precios del petróleo produjeron un bloqueo del crecimiento
de los sectores industriales intensivos en energía y la inflación se generalizo a escala
internacional. Esto desequilibro las relaciones de intercambio entre los países productores de
petróleo que fueron receptores de divisas mientras que los importadores de petróleo
comenzaron a tener déficit en sus balanzas comerciales. Los saldos que dejaba el aumento de
precio (petrodólares) se acumularon en manos de inversores mayoritariamente árabes, fueron
depositadas en el sistema financiero internacional aumentando la liquidez.
En la década del 70: Se produjo un endeudamiento externo y unas altísimas altas de inflación. La
liquidez del sistema financiero presiono a las débiles economías latinoamericanas hacia la toma
de prestamos baratos, se endeudo el estado y el sector privado y encauzan una importante parte
de los recursos desde el sector productivo a la especulación financiera.
El 24 de marzo de 1976, las fuerzas armadas realizaron un nuevo golpe de Estado que llamaron
Proceso de Reorganización Nacional, que impuso el gobierno de una junta militar compuesta por
Massera, y Agosti. El poder ejecutivo seria ejercido por un oficial superior de las fuerzas armadas
(Videla, presidente)
-cesar en sus funciones todos los diputados, senadores, concejos deliberantes, desaparecía la
Corte Suprema,
-Fuerzas militares repartidas en: gobernaciones, ministerios y otros para asegurar represión y
orden
Este golpe de Estado se diferencio del Estado-autoritario por que en esta ocasión,
Las fuerzas armadas ocuparon todos los puestos del poder y no buscaron colaboración de los
sectores empresariales para el diseño de las políticas y un modelo autoritario por parte de los
golpistas con una represión de manera oculta utilizando metodología represiva ilegal.
El 2 de abril de 1975 el Ministro José Martines de Hoz presento un plan económico para
disciplinar las fuerzas productivas por medio de la competencia externa abrir la económica el
mercado internacional suprimiendo los aranceles aduaneros para desarrollar un mercado de
capitales; mientras que el estado privatizara las empresas publicas. Congelamiento de salarios
durante 3 meses (cayo el salario real hundiéndose el mercado interno, llevo a congelar precios
120 días), eliminación de los controles de precios, liberación del tipo de cambio. Un crédito del
FMI permitió superar las dificultades del mercado de divisas y recomponer las reservas.
En 1978 el aumento del precio del petróleo genero la gran liquidez de dólares que produjo una
caída de las tasas de interés internacionales lo que favoreció la llegada de inversiones extranjeras
y préstamos externos en dólares a nuestro país.
Instalación de nuevas instituciones financieras otorgando la garantía del estado para los
depósitos y diversificando la oferta de títulos y valores ofrecidos por el estado. La intención era
aumentar la oferta de préstamos y servicios financieros para expandir el mercado de capitales.
En diciembre de 1978, Martínez de Hoz implemento la llamada “tablita”: tabla que indicaba el
valor futuro de la moneda nacional respecto del dólar para asegurar las transacciones a termino
de los agentes económicos, la inflación interna no bajo rápido y quedo sobrevaluado el eso
argentino respecto del dólar.
Muchas empresas (PYMES) por las altas tasas de interés no pudieron competir en calidad y
precios con productos extranjeros y quebraron, fueron absorbidas por empresas más grandes, o
se vendieron a empresas extranjeras
Ramas fortalecidas que aumentaron sus ventas al exterior (aluminio, productos petroquímicos y
siderúrgicos) generaron el aumento de concentración obrera en las provincias.
Para diciembre de 1979 y marzo de 1981, no solo había aumentado la deuda externa, sino
también sus intereses.
Cuando asumió el general Marcelo Viola (marzo –diciembre de 1981), su ministro de economía
Lorenzo Sigaut abandona la tabla, la devaluación alcanza un 400%, se impuso un tipo de cambio
fijo con retenciones para las exportaciones agropecuarias para frenar el déficit e impulsar
exportaciones. Quebraron muchas empresas, creció el desempleo. Ante las presiones internas
dentro del ejercito es reemplazado Viola por el general Galtieri (1981-1982), quien nombra
ministro de economía a Roberto Alemán, un economista liberal, quien retomo los lineamiento
de la política económica de Martínez de Hoz. Se propuso privatizar empresas y servicios públicos
para disminuir el déficit fiscal, impulsar inversiones extranjeras, e intentar una nueva asociación
con
EE.UU. que no se concreto por la guerra de las Malvinas. El gobierno congelo los salarios de los
empleados públicos, devaluó la moneda un 600%, el producto bruto interno disminuyo y la
producción industrial cayo, también cayeron los salarios reales.
La recesión produjo protestas sindicales e incluso empresariales; a fines de Marzo, la CGT llamo a
un paro y movilización. En este contexto, Galtieri decide agitar problemas limítrofes con Chile, y
el 2 de abril el desembarco de tropas Argentinas en Malvinas, desencadeno la guerra con Gran
Bretaña. Esto produjo la inmediata renuncia de Galtieri pero también sello la salida definitiva de
los militares. El 1 de Julio de 1982, el Gral. Reinaldo Bignone (1982-1983) Sucedió a Galtieri, este
tenia como objetivo lograr una retirada honorable para las FFAA. Bignone debió fijar la fecha
para las futras elecciones que quedo comprometida para el 30de Octubre de 1983.
Domingo Cavallo presidente del banco central nacionaliza la deuda externa: la deuda dejaba de
ser un problema personal de los deudores para transformarse en una deuda de estado de toda
la sociedad, porque para devolver los préstamos se necesitaban dólares que solo se podían
adquirir en el banco central que no disponía de reservas necesarias.
Las empresas con menor productividad se convirtieron en lugar de excelencia por el empleo
precario con largas jornadas baja remuneración y carencia de calificación
El nivel de vida se deterioro: salud publica; el bienestar social disminuyo sobre todo para los
sectores más bajos.
La ley solo permitía sindicatos de base y federaciones regionales que debían solicitar zonas de
actuación, querían debilitar el poder de los dirigentes nacionales.
El gobierno hizo desaparecer sus representantes más combativos, redujo la actuación gremial y
elimino la autonomía y los recursos de sindicatos regionales
Iglesia tuvo una actitud complaciente con el golpe militar, aceptando la metodología para evitar
subversión, no denuncio violaciones ni desapariciones.
En 1981 toma distanciadle régimen militar (Iglesia y comunidad) pero no recibieron a las Madres
de Plaza de Mayo.
8. Los empresarios.
Muchos debieron cerrar sus empresas por una desaparición de ramal de la industria y hubo un
fortalecimiento de aquellos grupos caracterizados por la diversificación de sus actividades y
carácter oligopolico que fueron conformando grupos profundizando el proceso de concentración
económica.
Segunda facción: apoyaba que los militares permanecieran en el gobierno indefinidamente sin
acuerdo con partidos politos. Formada por L.B. Menéndez, Masón y Camps
Tercera facción: Encabezado por Massera que defendía un populismo militar, un peronismo sin
Perón, y desarrollo una acción represiva en la escuela mecánica de la armada, y hacia fines de
1982 constituyo un partido político Democracia Social que buscaba captar el peronismo con
montoneros
El 2 de abril de 1982 las islas quedaron bajo el control de los efectivos argentinos que genero
una movilización de una multitud apoyando al gobierno en su decisión, había adhesión de todos
los partidos, organizaciones. Predominaba un profundo sentimiento nacionalista y
antiimperialista de los argentinos.
No logra esto antes de que el 15 de junio se anuncia la derrota final que precipito la caída del
régimen militar por no ser perdonados por la sociedad su fracaso
El mas destacado grupo opositor que tuvo el gobierno fueron las madres de plaza de mayo,
madres e desaparecidos por la represión militar que se juntaban todos los jueves alrededor de la
columna de la Plaza para dar vuelta reclamando las apariciones de sus hijos, y luego sectores se
fueron solidarizando con ellas.
En mayo de 1982 en plena guerra, la CGT se dividió, los opositores a Ubaldini formaron la CGT
Azopardo, mientras que los otros se identificaron con la CGT Brasil.
Estos en septiembre de ese año, realizaron una movilización que adhirieron a las madres,
sumada a la de la Multipartidaria en defensa de la democracia.
El Gobierno de Bignone, como el de Lanusse, procuro que las fuerzas armadas tuvieran una
vuelta ordenada a los cuarteles. Para ello se debía impedir una revisión de lo actuado durante la
Guerra Sucia; Dicto una amnistía que los exculpaba en el tema de las violaciones de los Derechos
Humanos.
Creció el radicalismo gracias a las propuestas de una línea interna liderada por Alfonsín que se
llamaba Renovación y Cambio, logro reconstruir una red de caudillos locales, reforzó actividades
de la juventud y logro acabar con la condición minoritaria de su línea política en el interior del
partido y luego triunfar en elecciones presidenciales.
Segunda parte capitulo 7
El consenso de Washington explicito la opinión de los países centrales respecto de las causas del
estancamiento de las economías en vías de desarrollo.
Para reducir el déficit fiscal se aconsejo a los gobiernos privatizar las empresas del sector publico,
realizar reformas fiscales, reducir el gasto social y eliminar los subsidios al consumo y a los
productores ineficientes.
Para las nuevas democracias latinoamericanas el pago de las obligaciones generadas por la
deuda externa se transformo en uno de los problemas económicos más serios que tuvieron a
partir de ese momento.
Por otra parte, el fin de la Guerra Fría a comienzos de la década de 1990 y la generalización del
uso de nuevas tecnologías de la comunicación e informática permitió una expansión de los
negocios que impulso la desregulación y apertura de los mercados en el ámbito mundial. Este
fenómeno, llamado globalización es el nuevo contexto en el que América Latina retorno a la
democracia después de una década de gobiernos ilegítimos.
Surgió una nueva situación. Esta se caracteriza por sociedades desintegradas con la mitad o más
de la población bajo la línea de la pobreza, sindicatos débiles, justicia corrupta y desbordada con
un brutal descrédito de las instituciones, la dirigencia y la política.
Alfonsín intento subordinarlas corporaciones a los intereses mas amplios del país, situación que
lo llevo al enfrentamiento con los sindicatos y las FFAA. Las primeras medidas tomadas, fueron
enjuiciar a las juntas militares y limitar el poder del sindicalismo.
El gobierno anulo la amnistía que había promulgado Bignone e impulso una reforma del Código
de Justicia Militar, con el objetivo de que fueran los tribunales militares los que asumieran el
proceso de auto depuración.
Alfonsín nombro a Juan Sorrouville en la cartera económica. El Plan Austral, suponía que la
inercia inflacionaria, era la principal causa del incremento de los precios. Reemplazo la moneda
por el Austral, fijando un tipo de cambio bajo; congelo los precios, sueldos y tarifas; planifico una
reducción del déficit publico incrementando las retenciones a las exportaciones. Los aranceles a
la importaciones y estableciendo nuevos impuestos transitorios. La idea era bajar rápidamente la
inflación sin recurrir en altos costos para el empleo y la producción. Coincidía con algunas
demandas del sector empresaria: apertura económica, fomento de las exportaciones, reducción
del déficit fiscal y emisión monetaria. La incapacidad para controlar no solo las tendencias
inflacionarias sino también al propio aparato estatal evidencio una debilidad en los intentos de
establecer un equilibrio entre el Estado y el mercado. A mediados de 1986, al intentar que los
precios, los salarios y las tarifas públicas se manejaran libremente, reapareció la inflación. El
gobierno avanzo sobre la propuesta de realizar reformas estructurales e intento una política de
privatizaciones, deregularización del sector transportes y comunicaciones, reestructuración de
YPF y la banca oficial y apertura de la economía a las inversiones extranjeras.
Durante 1985 el gobierno puso en marcha lo que pensó que seria la solución al problema militar:
el juicio a las juntas, paralelamente sanciono la llamada Ley de Punto Final, que puso plazo para
encausar a los oficiales de las FFAA. La situación llevo a la sublevación de semana santa en 1987
del movimiento carapintada. La acción de este grupo, logro trasladar la resolución del problema
a través de una negociación con el gobierno y la jefatura militar, el gobierno debió negociar,
porque no contaba con ningún sector militar para reprimir el alzamiento. Alfonsín se vio
obligado a negociar la Ley de Obediencia de Vida.
La relación entre Alfonsín y los dirigentes sindicales, no mejoro. Los dirigentes sindicales, Por un
lado, desarrollaron un discurso muy crítico a cargo del secretario general de la CGT Saúl Ubaldini,
este protagonizo trece paros generales contra el ajuste que impulsaba el gobierno. El otro frente
estuvo a cargo de los dirigentes más conciliadores que comenzaron negociaciones con los
empresarios para mejorar los salarios. En Diciembre de 1988 se promulgo la Ley de Obras
sociales, que devolvía el control financiero y administrativo de las obras sociales sindicales a los
gremios.
5. El Final.
En abril de 1988, frente a la combinación de una cosecha escasa en el marco de bajos precios
internacionales, el gobierno decidió suspender el pago de los intereses de la deuda externa.
Lanzo el Plan Primavera, que consistió en una serie de acuerdos de precios con las principales
empresas, el desdoblamiento del mercado cambiario y salarios no regulados. La falta de control
atrajo a capitales extranjeros, principalmente especulativos, que huyeron cuando el gobierno no
pudo sostener el valor del dólar.
Como el valor de la moneda estaba retrasado, los exportadores se negaron a liquidar sus divisas
a la tasa oficial. El banco central se retiro del mercado cambiario el 6 de febrero de 1989, cuando
se agotaron sus reservas y comenzó un ascenso constante del valor del dólar, que reactivo la
inflación, cayo la recaudación impositiva, se rompió el acuerdo del gobierno con las asociaciones
empresarias, aumentaron los precios y el Banco Mundial suspendió los precios. En este contexto
Menem Gano las Elecciones.
El sobresaliente político del liberalismo argentino, Álvaro Alzogaray, fue designado asesor para
temas referidos a la deuda externa, y su hija Maria Julia Alzogaray tuvo a su cargo la privatización
de la empresa telefónica estatal y de SOMISA.
Construyo un nuevo tipo de liderazgo político a través de un contacto virtual, construido a trabas
de su permanente presencia en los medios televisivos.
Su estilo modifico la identidad peronista tradicional al aliarse con antiguos enemigos del
movimiento, como fue el caso de la familia Alzogaray y el encuentro con el almirante Rojas. Al
mismo tiempo, en sus discursos y actos políticos se abandonaron los símbolos y rituales propios
de la mística peronista.
La estrategia de Menem hacia los militares consistió en cambiar indultos por subordinación.
Menem decidió amnistiar a los miembros de las juntas del Proceso y a los líderes guerrilleros.
A partir de entonces Menem pudo realizar una amplia reforma de las fuerzas armadas que
incluyo la reducción de cuarteles, la sustitución del servicio militar por un sistema de voluntarios
profesionalizados y su inclusión en el marco de la reforma del estado, con la privatización de las
empresas que estaban bajo su órbita.
A fines de 1989 los gremios menemistas fracturaron la CGT. Una política posterior de premios y
castigos permitió debilitar a los mas críticos, de manera que, cuando se reintegraron en la
organización sindical, lo hicieron en forma subordinada, conformando el Movimiento de
Trabajadores Argentinos, al que pertenecían la UTA, los camioneros y los aeronavegantes.
Una serie de instituciones destinadas a controlar y fiscalizar al Poder Ejecutivo Nacional fueron
cooptadas. La Corte Suprema de Justicia fue ampliada de cinco a nueve miembros, lo que
permitió al presidente designar cuatro nuevos integrantes que fueran afines al poder, y
constituyeron lo que se llamó la “mayoría automática”. De la misma manera, la Justicia Federal
resultó controlada por los intereses políticos.
Los partidos políticos se redujeron a maquinarias electorales que no ofrecían alternativa para
cambiar la realidad. A esta situación contribuyo su faccionalismo y la consiguiente perdida de
prestigio de la política y sus representantes ante la opinión publica.
8. La política económica.
La hiperinflación en 1989 provoco que el último instrumento a disposición del estado para
financiar su déficit, la emisión monetaria, se agotara por la velocidad de la fuga de capitales. Las
primeras medidas tomadas por el gobierno llevaron a la sanción de dos leyes: la de reforma del
estado y la de emergencia económica que concentraron poder en el Ejecutivo.
El colapso del Plan BB trajo aparejada la pérdida de posibilidad de financiar el gasto público con
endeudamiento interno. Ello implico que el Estado debía mantener un superávit operativo que
hiciera posible atender a las obligaciones externas.
El intento de restablecer el equilibrio fiscal se centro sobre la reducción de los gastos, para lo
cual se estableció un severo control sobre compras y contrataciones del Estado, se redujo el
personal a través del congelamiento de vacantes, jubilaciones anticipadas y reducción de
secretarias, aunque también se incremento la presión tributaria. El plan apuntaba a favorecer a
los acreedores externos y a los exportadores nacionales.
El progresivo deterioro de unos y otros había hecho caer significativamente los niveles de vida
de la población, la cual recibía ahora como mensaje que la privatización sustituiría los beneficios
mediocres y crecientemente deteriorados que obtenían, por bienes y servicios mejores y más
baratos.
A fin de recuperar la deteriorada capacidad recaudadora del Estado, se realizo una reforma
tributaria que concentro la estructura impositiva en unos pocos impuestos al consumo de fácil
recaudación.
9. El Plan de Convertibilidad.
El objetivo del Plan de Convertibilidad era frenar la inflación, para ellos se apoyo en dos
instrumentos: un tipo de cambio fijado por ley y la renuncia al impuesto inflacionario como
medio de financiar los gastos públicos.
Este mejoramiento del sector público tuvo consecuencias en dos sentidos: primero consolido
perspectivas optimistas sobre el desempeño de la economía argentina; segundo, permitió
expandir el gasto público sobre bases genuinas.
Tras un año de dificultades, las instituciones creadas por la convertibilidad fueron capaces de
sortear la crisis. La economía logro acomodarse dolorosamente a las nuevas condiciones
financieras. El nivel de actividad y el empleo cayeron, pero el ajuste de la balanza comercial se
debió más al aumento de las exportaciones que a una reducción de las importaciones.
El presidente pactó con Alfonsín la realización de una reforma constitucional consensuada (Pacto
de Olivos, noviembre de 1993).
La nueva Constitución agrego nuevos derechos y garantías a los ciudadanos e incorporo los
pactos internacionales sobre derechos humanos, medio ambiente, tortura y pena de muerte, y
discriminación racial y sexual firmados por el país.
Desde el punto de vista institucional, estableció la elección directa de presidente y senadores, la
segunda vuelta electoral (ballotage). Redujo a seis años los mandatos de los senadores y a
cuatro los del presidente, habilitándolo para una reelección consecutiva. Dio carácter
constitucional a los partidos políticos al aumentar a tres el número de senadores por distrito, dos
para el partido más votado y el restante para el que ocupe el segundo lugar, y entrego a la
oposición las instituciones de control y fiscalización sobre los actos del Ejecutivo.
Poco meses antes de las elecciones, la crisis de la economía mexicana, que se pensaba
perjudicaría las posibilidades electorales del presidente, las mejoro. Las luchas sociales contra las
consecuencias del mundo neoliberal se volvieron puntuales y defensivas y en algunos casos
adquirieron nuevas formas más violentas. Estas modificaciones en el estilo de manifestación
popular eran el resultado de los altos índices de desempleo que dejaba a los más necesitados sin
un sindicato que los defendiera o una obra social que los atendiera.
el crecimiento demográfico.
En casi todos los casos, el control político de la justicia federal impidió que fueran juzgados.
Para capitalizar el mal humor de la sociedad durante la segunda presidencia de Menem. En 1997
el Frepaso y la Unión Cívica Radical constituyeron una alianza.
En el interior del justicialismo, las maniobras del presidente para reinterpretar la Constitución y
poder presentarse a una segunda reelección (no permitida por la reforma constitucional)
faccionalizó las disputas internas entre Menem y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires
Eduardo Duhalde.
A partir de 1996, asociada con un flujo de capitales externos y la recuperación de los depósitos y
los créditos, se inicio una nueva fase expansiva que dura hasta fines de 1998.
El equilibrio fiscal empezó a peligrar y las autoridades recurrieron a una serie de recortes de
sueldos, gastos operativos e inversiones públicas.
Otro aspecto importante del déficit lo constituyen los desequilibrios provinciales, ya que el
fuerte ajuste de los gastos nacionales no fue acompañado por las provincias, favorecidas por el
incremento del monto de los impuestos.
En cuanto a los mecanismos de propagación, se explica por la inversión del círculo virtuoso
inicial: la tasa de interés aumento a medida que se producía la recesión debido a la desconfianza
de los acreedores externos; el gasto publico se transformo en procíclico ya que la crisis fiscal
obligaba a reducir gastos, aumentar el endeudamiento del Estado y aumentar impuestos. La
recesión colaboro al mismo tiempo para que se acentuara la caída de los precios porque reducía
los ingresos públicos, encarecía las deudas y, como los salarios no bajaron al mismo ritmo que
los precios, los costos laborales crecieron. Esto alentó la expulsión de trabajadores del aparato
productivo; y por último, actuó la incertidumbre cambiaria.
Se fue gestando un nuevo patrón caracterizado por ser intensivo en recursos naturales y capital,
con un escaso peso del factor trabajo, en el cual los agentes de mayor tamaño tienen un papel
central. Por el contrario, las empresas intensivas en el uso de conocimientos y mano de obra y la
pymes tuvieron un peso relativo menor.
Se produjo una serie de cambios que modificaron la dinámica del sector agrario argentino
debido a la incorporación de la soja, favorecida por inversiones realizadas en las etapas de
elaboración de aceites destinados a la exportación. La liberación de los precios, la eliminación de
las retenciones y la desaparición de los mecanismos regulatorios, como los precios sostén,
expuso a la producción local a los cambios de los precios internacionales.
Esto provoco cambios relevantes en el uso de la tierra que se oriento hacia una agricultura de
mayor intensidad.
En contraposición con la agricultura, la ganadería sufrió un retroceso, con una disminución del
número de cabezas de las principales especies, ya que el consumo interno de carne se redujo a
la exportación no llego a compensar esta caída.
La “desaparición” del Estado polarizo la sociedad argentina. Mientras la mayoría vio deteriorarse
su nivel de vida, un grupo prospero y exhibió sin complejos su riqueza, de modo que las
diferencias no se disimularon, sino que se ostentaron. Entre los trabajadores, la precarización
laboral, el deterioro salarial y los elevados niveles de desempleo y subempleo agudizaron las
diferencias sociales.
* Introducción.
Con el fin del régimen autoritario en 1963, los partidos políticos ocuparon el centro de la vida
política en la Argentina y se vieron rodeados del fervor y la confianza de los ciudadanos.
Transcurrido veinte años desde entonces, ese fervor y esa confianza cambiaron en un extendido
cuestionamiento, condensando en la consigna “¡Que se vayan todos!” detrás de la cual se
movilizaron grupos importantes y significativos de la ciudadanía a fines de 2001. las criticas se
dirigieron al desempeño de los partidos. Y cobra forma la crisis de representación partidaria.
La coalición electoral que llevo a Perón a la presidencia en 1946 capturo votos a lo largo de todo
el espectro partidario: votos socialistas, radicales, conservadores. La característica sobresaliente
de votos a Perón vino de los estratos populares.
El polo no peronista se nutrió de las clases medias y altas y se distribuyo, principalmente, entre
tres ofertas partidarias, en primer lugar la UCR y luego agrupaciones de centro derecha y de
izquierda.
Las elecciones de 1983 implico toda una innovación política: la refutación de la “ley de hierro”
de la política argentina según la cual el peronismo era imbatible en elecciones libres. Con el
liderazgo de Raúl Alfonsín la UCR conquisto la presidencia, imponiéndose al peronismo
encolumnado bajo la sigla del PJ.
La candidatura de Alfonsín recibió el respaldo de votos de clase media y altas con simpatías de
centro derecha y de izquierda.
A partir de 1983 y luego de haber derrotado al peronismo la UCR fue devolviendo votos hacia el
centro derecha y hacia el centro izquierda del espectro electoral, favoreciendo el crecimiento de
terceras fuerzas. El centro derecha contó con varios partidos distritales, con base en las
provincias y con la Unión de Centro Democrática (UCeDe) agrupación fundada por Álvaro
Alzogaray. El centro izquierda se destaco el Partido Intransigente (PI), con fuertes vínculos en el
movimiento de los derechos humanos. Luego de coincidir en el respaldo de la candidatura
presidencial de Alfonsín, ambos retomaron su autonomía e hicieron sus propias opciones.
Frente a las dificultades de la administración radical en la gestión de los dos problemas centrales
del primer tramo de la transición –el ajuste de cuentas con el pasado por la violación de los
derechos humanos y la gestión de emergencia económica que siguió a la crisis de la deuda
externa- el triunfo de Menem no constituyo una sorpresa. Si lo fue su giro ideológico y político
una vez en la presidencia hacia las reformas de mercado, la pacificación del frente militar y el
alineamiento con Estados Unidos.
Mientras este sector del electorado emprendía el camino de ida al peronismo, desde el centro
izquierda se iniciaba otro, pero en una dirección contraria. En 1991, en disidencia con el viraje de
Menem, un pequeño numero de diputados del PJ, con el liderazgo de Carlos “Chacho” Álvarez,
paso a la oposición y formo la agrupación Frente Grande. La disidencia el Frente Grande
encontró mayor eco entre las clases medias genéricamente identificadas con la izquierda
democrática y de regreso de su reciente atracción por el peronismo.
Entre 1989 y 1995, el líder justicialista consiguió mantener la mayor de los votos leales del
peronismo.
El disparador del cambio ha sido apropiadamente localizado en el movimiento por los derechos
humanos que surgió en la última dictadura y gano protagonismo con la transición a la
democracia. La gravitación del movimiento se tradujo en una innovación cultural.
Estas experiencias, llevadas a cabo con independencia de las estructuras partidarias, alcanzaron
una expresión singular respecto de las prácticas políticas convencionales en el país con la
creación de asociaciones, cuya actividad principal apunta al fomento de la participación cívica y
al control de las acciones gubernamentales. Las campañas dirigidas a la protección de los
derechos y la supervisión de la transparencia y legalidad de la actuación de las autoridades
encontraron también en el desarrollo de un periodismo de investigación un actor importante,
que saco a luz casos de abuso de poder y de corrupción política.
El cambio cultural consolido, así, dándole razones y motivos, la presencia de un electorado mas
exigente y, por ello mismo, mas informado y alerta de las ofertas partidarias en la arena política.
Fue en el donde encontraron su publico natural las actividades de las asociaciones cívicas
dedicadas a supervisar a los funcionarios electos y las denuncias del peronismo de investigación.
Al tiempo que tenía lugar esta mutación en el vínculo de la representación partidaria entre
franjas significativas de la ciudadanía, un desarrollo paralelo experimentaban los principales
partidos: la reducción de su capacidad de dar dirección a las políticas públicas.
El desenlace de la política de ajuste de cuentas con el pasado por la violación de los derechos
humanos, el giro al principio moderado y luego más radicalizado hacia las reformas de mercado
mostraron las dificultades de la UCR y el PJ para hacer sus propias opciones.
En el área de centro izquierda y en el área del centro derecha se reclutan las clases medias y
medias altas de los grandes centros urbanos, son electores que creen en unos determinados
valores y que al momento de votar se guían por ellos pero evalúan sin preconceptos cual de las
organizaciones partidarias los sostienen y defienden mejor. El voto de estas dos áreas del
espectro ideológico definió la suerte en las urnas de los dos principales partidos. La estabilidad
del sistema partidario ha descansado hasta tiempos recientes en el núcleo duro de los
adherentes del PJ y, en una proporción menor, los de la UCR.
En el área de centro izquierda fue donde surgió el movimiento de los derechos humanos que
definió las cuestiones prioritarias en el debate público durante el tramo inicial de la transición a
la democracia.
El área de centro derecha coloco en la agenda publica los problemas fiscales, la estabilidad
monetaria, las reformas de mercado, los valores de la propiedad privada y de la libertad
económica.
La formula de la Alianza llevo como candidato al principal líder del Frepaso Carlos “Chacho”
Álvarez para la vicepresidencia, y a Fernando de la Rúa, dirigente de ala mas conservadora de la
UCR, para la presidencia. Además de la formula del PJ, encabezada por Duhalde, en las
elecciones compitió una tercera levantada por el flamante partido de centro derecha, APR
(Acción por la República) con Domingo Cavallo como candidato a presidente. En las elecciones
de 1999 los candidatos de la Alianza se impusieron.
Transcurrido dos años en el gobierno los balances de la Alianza eran insatisfactorio: los niveles
de pobreza y desempleo se mantenían altos, la reactivación de la economía no se produjo, los
intentos por superar la emergencia trajeron consigo nuevos ajustes fiscales.
A todo ello se agregaron los conflictos dentro del núcleo gobernante, que provocaron la renuncia
del vicepresidente, Carlos “Chacho” Álvarez, y el distanciamiento del presidente De la Rúa de su
propio partido, la UCR.
Domingo Cavallo, líder del APR fue nombrado por De la Rúa Ministro de Economía.
En las elecciones de octubre del 2001 predominaron el voto en blanco y el voto nulo en los
distritos metropolitanos más urbanizados y desarrollados. Los votantes de APR se volcaron
masivamente al voto en blanco y al voto nulo; quienes retiraron su respaldo a los partidos de la
Alianza también hicieron su contribución al extraordinario crecimiento del voto negativo. Fue el
PJ el partido mas votado.
El desenlace de la crisis ha sido, más bien, un sistema de partidos desequilibrado, con un polo
relativamente bien establecido en el electorado -el PJ- y otro polo en estado de fluidez -las
agrupaciones expresivas del universo político no peronista- .
Desde las filas de la UCR han salido dirigentes que buscan ocupar los espacios de centro derecha
y de centro izquierda disponibles luego de los reveses experimentados por el Frepaso y APR. Este
es el caso de Ricardo López Murphy, economista de leve transito en la cartera de Economía del
gabinete de De la Rúa. Murphy rompió con la UCR y formo el partido de centro derecha Recrear
para el Crecimiento. Otra afiliada al radicalismo, Elisa Carrio, legisladora que gano notoriedad
por su cruzada anticorrupción durante el gobierno de la Alianza, es la principal animadora del
ARI, ubicado en el centro izquierda del espectro político.
En primer lugar, esas iniciativas son sobre todo expresiones de movimientos de opinión antes
que organizaciones partidarias, es decir, carecen todavía de estructura y de arraigo en el
universo electoral.
En segundo lugar, estas iniciativas tropiezan con los obstáculos que pone el sistema electoral al
surgimiento de nuevas fuerzas: todos surgieron y crecieron en las provincias más pobladas y
desarrolladas pero no lograron penetrar en las regiones más periféricas del país.
Además de las dificultades que exhiben los nuevos partidos del polo no peronista, hay otro
problema que también desequilibra sus relaciones con el polo peronista: su fragmentación.