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Yeray García del Castillo

Reflexión sobre Samuel Beckett

A lo largo de la actividad oral interactiva, pude aclarar bastantes ideas sobre algunas
consideraciones de la obra de Beckett.

El contexto social y cultural en el que se escribió Esperando a Godot, me ayudó a entender el


teatro de lo absurdo. Esta obra era la primera que leía con relación a este teatro. Al principio, me
resultó un tanto complicado encontrarle sentido a la obra. Sin embargo, tras la actividad oral y
algunas aportaciones de mis compañeros, pude encontrar mayor significado en ella. El teatro de lo
absurdo es muy desconocido para el público, pero gracias a haber leído Esperando a Godot, he
descubierto un nuevo género que me ha gustado bastante.

Relacionado con la filosofía, he entendido mucho mejor la obra gracias a algunas ideas
existencialistas que indudablemente influenciaron en Beckett. Gracias a distintos recursos literarios,
Beckett nos transmite la idea de un mundo en el que las palabras y las acciones pueden llegar a ser
totalmente contradictorias. En su obra se ve un claro rechazo a lo convencional. Beckett intenta
acabar con lo preestablecido, ya que no tiene ninguna razón de ser. Además la filosofía
existencialista, argumenta el sinsentido de la vida exponiendo que la existencia precede a la esencia.
Por ello, cada uno de nosotros se va haciendo con las decisiones que va tomando a lo largo de su
vida.

Gracias a la obra, podemos entender la concepción del ser humano en la época. Se presenta
una desorientación moral, fruto de los crímenes que se cometieron en las grandes guerras
mundiales. El hombre ya no es un ser moral, se rige de manera instintiva, sin ser fiel a su
naturaleza. También, Beckett se limita solamente a describir el absurdo en las acciones cotidianas,
pero nunca llega a dar soluciones. Debido al poco sentido de los diálogos, esto hace que todas las
conclusiones que saquemos de la obra las hagamos por nosotros mismos. Esto me parece un punto a
favor del teatro del absurdo, ya que te obliga a interpretar y sacar tus propias conclusiones. En mi
caso, me sirvió de gran ayuda la actividad oral.

Para finalizar, podemos decir que Samuel Beckett fue uno de los pioneros del teatro de lo
absurdo. En sus obras encontramos el sinsentido de la vida humana, y una clara crítica a lo
establecido por la sociedad. Además, su manera de escribir incita a que el lector interprete por si
mismo, y saque sus propias conclusiones.

398 palabras.

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