Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Unidad III
Unidad III
Definiciones:
Partiendo tanto del fin perseguido como de la idea inspiradora, podemos reunir las
definiciones en dos grandes grupos:
a) Definiciones prejurídicas o condicionantes de las legislaciones; (se distinguen las que tienen
una fundamentación filosófico-jurídica, de las que responden a un enfoque puramente
sociológico o naturalista del delito)
b) Definiciones dogmáticas, referidas a una legislación positiva.
Dentro de las primeras, distinguimos:
escuela que fundara Lombroso sostenía que el delincuente era un individuo predispuesto al
delito por motivo de su constitución psicofísica.
Garófalo Se hace cargo de algunas de las críticas formuladas a esa tesis y las refuta con su teoría
del "delito natural". Reconoce Garófalo que la coincidencia de los delincuentes con el "tipo
antropológico" del criminal, no es una realidad, y agrega que tal cosa resulta lógica si se piensa
que se ha olvidado dar a la palabra delito su significación. Además, se señalaba que mal podía
admitirse la natural inclinación al delito, cuando ningún hecho ha sido considerado siempre
antisocial, observado a través del tiempo y la distancia, crítica que nuestro autor consideraba,
también, la consecuencia de no haber sido dada la noción del delito, con independencia de la ley
penal.
Garófalo hace un análisis de los sentimientos para elaborar su definición sobre la base de la
existencia de los que considera perdurables en la humanidad; que son, según él, los de piedad y
probidad o justicia. La lesión de tales sentimientos constituye, entonces, el delito natural.
Florian que lo mismo que otros positivistas no acepta la definición de Garófalo tal como éste la
formuló, hace notar que el concepto del delito es por su misma esencia relativo, y que "la
incriminación representa la valoración que, desde el punto de vista del interés general, la
sociedad, en ciertos períodos, hace de determinadas acciones". La observación es correcta.
Otra corriente, de la que puede considerarse el representante más puro a GRISPIGNI define el
delito, en su aspecto sustancial, como "aquellas acciones que toman imposible o colocan en
grave peligro la convivencia y la cooperación de los individuos que constituyen una sociedad"
b) Definiciones dogmáticas
La definición del delito tiene significación dogmática, puesto que en ella se señalan todas las
características de la acción amenazada con pena, cuyo estudio, en conjunto, constituye el objeto
de la teoría del delito.
3
En el orden de las definiciones que consideran al delito esencialmente como una acción humana,
podemos distinguir dos grandes períodos, separados por la definición de BELING, dada a conocer
en 1906, en la cual aparece como esencial un elemento no considerado de ese modo hasta
entonces: La tipicidad
La característica específica del delito que señalan las definiciones anteriores a Beling es la de
tener una pena fijada por la ley, y es así como algunos autores reducen la definición en lo
esencial a decir que es un hecho o acto prohibido por la ley bajo amenaza de pena. Así lo
entiende Rossi, para quien el delito es, simplemente, todo acto señalado con una sanción penal.
En el mismo sentido Von Hippel, para quien el delito es el hecho al cual el Estado fija como
consecuencia la pena pública
1º Periodo
La definición de Von Liszt. Considera que el delito es un hecho al cual el orden jurídico asocia
una pena como lógica consecuencia. Pero hace luego un análisis del cual deduce que el delito ha
de ser un acto humano antijurídico y culpable, considera que la pena es un elemento específico
del delito, ya que el legislador la reserva como consecuencia únicamente del delito y no de los
demás actos antijurídicos cumplidos culpablemente.
Así, pues, queda completada la definición en los términos humano culpable, antijurídico y
sancionado con una pena
La primera definición de Beling (1906) Para este autor el delito es una acción típica antijurídica,
culpable, subsumible bajo una sanción penal adecuada y que satisfaga las condiciones de
punibilidad.
Resulta de esta definición para que un acto sea delito son necesarios estos requisitos:
a) Acción descripta en la ley, es decir, tipicidad.
b) Que sea contraria al Derecho.
c) Culpabilidad, o sea que el autor haya obrado con dolo o culpa.
2º Periodo
La definición de Mayer. Define Mayer el delito como acontecimiento típico, antijurídico e
imputable.
La palabra acción ha sido sustituida por el vocablo acontecimiento el cual es imputable.
Refiriéndose a la primera definición de Beling, dice Mayer, a su vez, que se trata de una
definición pleonástica, ya que si no concurren la circunstancia de ser subsumible bajo una
sanción adecuada, es indudable que una acción atribuible a título de culpa no es imputable
(culpable)
Relación de los elementos del delito entre sí. Lo que realmente interesa destacar de la posición
de MAYER, pues supone una etapa en la evolución del concepto, es lo referente a la relación que
guardan entre sí los elementos del delito.
d) Pero hay algo más importante y que vincula esta relación tipicidad-culpabilidad con la
exigencia "subsumible bajo una sanción penal adecuada", contenida en la definición de 1906 y
que desaparece en la de 1930: el Código Penal alemán, al igual que el argentino, describe los
tipos dolosos y los culposos independientemente.
e) Debe preverse la justificación. Entiende Beling que aún queda la posibilidad de acciones
típicas antijurídicas y culpables que no son punibles, las cubiertas por una causa legal de
justificación, y que esa posibilidad debe quedar advertida en la definición.
Definición de Mezger. Para Mezger puede condensarse la definición del delito diciendo: delito es
acción típicamente antijurídica y culpable. No trata independientemente la tipicidad, sino que
para él es sólo una parte del estudio de la antijuridicidad.
a) La acción se estudia cayendo siempre sobre un tipo jurídico penal. Este autor considera
relacionados los elementos del delito como situaciones de hecho sobre las cuales recae el juicio
del juez y que, por tanto, constituyen presupuestos indispensables de dicho juicio para la
imposición de la pena
El delito es esencialmente acción Con este aserto se alcanzan los siguientes resultados:
a) Máxima igualdad posible ante la ley (art. 16, C.N.)
b) No se pena a nadie sólo por lo que cree, es o piensa, sino por lo que ha hecho (arts. 14, 18 y
20, C.N.)
d) Sólo una acción puede acarrear otras consecuencias del Derecho Penal distintas de la pena
e) No tiene cabida la analogía
El Código, por su parte, no es preciso en la terminología. Acción, hecho, delito son palabras que
emplea con distintos alcances (arts. 34, 41, 42, 45, entre otros).
Los términos típicamente culpable señalan la calificación de la culpabilidad por la tipicidad. Los
alcances de esta vinculación, por la que las figuras penales indican la culpabilidad típica, pueden
ordenarse así:
a) Nuestro Código sigue el sistema de la autonomía de las figuras culposas, y esa modalidad
debe ser señalada en la definición del delito. Con esa modalidad los tipos penales asumen la
función de seleccionar la forma de culpabilidad requerida para el acto que describen: la
culpabilidad típica.
b) Las referencias subjetivas contenidas en la figura, también pueden tener por consecuencia
exigir para esa acción el dolo directo o el indirecto cierto
c) En todos los delitos con verdadero elemento subjetivo especifico, queda excluido el dolo
eventual
- A los crímenes (que eran las infracciones más graves) correspondían las penas aflictivas o
infamantes, eran aquellas privativas de la libertad por más de 5 años.
- A los delitos (infracciones de gravedad intermedia) correspondía las penas correccionales y
eran juzgados por los tribunales correccionales.
7
La idea de víctima no debe ser identificada, con la de damnificado o perjudicado, porque ambos
pueden no coincidir. Los términos damnificado o perjudicado pertenecen más claramente al
ámbito del derecho procesal, y se los emplea para señalar a quienes pueden ser titulares de la
acción penal y civil emergentes del delito
Sujeto pasivo del delito puede ser cualquier titular de un bien jurídico, sea una persona de
existencia real o jurídica:
a. Los incapaces pueden ser sujeto pasivo del delito, en la medida en que son titulares de bienes
jurídicos.
b. Las personas colectivas pueden ser sujeto pasivo del delito. Poseen un patrimonio propio, son
titulares del bien jurídico propiedad.
- Objeto jurídico del delito es la norma, el derecho violado o el bien o interés jurídicamente
protegido. El objeto jurídico (objeto de protección) no es una modalidad de la acción, un
elemento del tipo, sino una "síntesis" del tipo en cuestión de la que resultan la antijuridicidad y
el criterio rector para la sistematización de la parte especial.
El objeto jurídico o de protección, está constituido por el bien jurídico que el delito lesiona, no
sólo en cuanto la víctima es titular de él, sino también, y principalmente, en cuanto representa
un interés general, que es el que decide la protección del bien o interés en sí mismo; es decir;
objetivamente. No existiendo otra fuente de derechos que el ordenamiento jurídico (el derecho
positivo), la violación de un derecho subjetivo supone la del derecho objetivo determinado por
la ley.
De ese principio se deduce la facultad de la nación o de las provincias para crear "figuras
sancionadoras" de contravenciones, como consecuencia de los poderes respectivos. Desde ese
punto de vista, la "facultad de imponer penas" será nacional o provincial según sea el poder o
facultad que esas penas tutelan, un poder delegado en la nación o reservado por las provincias.
Poderes concurrentes:
Son aquellos que pueden ser ejercidos simultáneamente por el gobierno de la Nación y por el
gobierno de las Provincias
En el capítulo 3 de la constitución Provincial San Juan, en su artículo 150 referido a las
Atribuciones de la cámara de diputados en el inciso 24:
“Dictar o modificar los códigos: Electoral, de procedimientos judiciales y administrativos, de
faltas, rural, bromatológico, de aguas, fiscal y otros que sean necesarios y que correspondan a
la competencia provincial”.
El Presidente puede indultar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción Federal, previo
informe del tribunal correspondiente (C.N. 99, inc. 5º). En las provincias, la facultad de indultar
es un poder conservado por ellas (C.N. 121), ejercitable respecto de las penas impuestas por
infracciones de carácter local y delitos comunes. Los poderes Constituyentes provinciales
pueden otorgar esa facultad al Poder Ejecutivo o al Legislativo.
El indulto del reo, que implica el ejercicio de la facultad de perdonar, extingue la pena y sus
efectos, con excepción de las indemnizaciones debidas a particulares (C.P. 68).
A modo de conclusión:
a) Las provincias tienen una facultad reservada y soberana, en cuanto no puede ser globalmente
limitada por ningún poder.
b) No Pueden las provincias sancionar disposiciones que importen alterar las figuras específicas
del Código Penal, ni su régimen represivo, ni imponer penas repudiadas por nuestra Constitución
o nuestra tradición legislativa (azotes art. 18 C.N).
manera que queden prohibidas como contravenciones ciertas acciones que el legislador ha
querido dejar como lícitas, al trazar las figuras delictiva.
c) Los poderes de las provincias no derivan de una autorización del Congreso, sino de la
Constitución.
- El criterio objetivo, el delito político tiene como objeto único y exclusivo, destruir, cambiar o
perturbar el orden público
- El criterio subjetivo encuentra el elemento diferencial en el móvil o en el fin que inspira el acto.
La posición más definida piensa que, concurriendo ese elemento, cualquier delito puede tener el
carácter de político.
- El criterio mixto asocia el bien jurídico atacado y el móvil político.
Objetivamente el delito político lesiona los derechos del Estado en la esencia o en la forma. Pero
es necesario, además, que esa lesión sea realizada con un fin político.
Bibliografía:
Fontan Balestra, Carlos
Núñez, Ricardo
Lazcano, Carlos
Creus, Carlos
En la definición de Carrara, el delito es un "ente jurídico", en el que todos los elementos tienen
idéntica jerarquía; están en un mismo plano de valor y de significado, la acción, la antijuridicidad
y la culpabilidad. Señala qué características debe reunir el hecho al que se asigne carácter de
delito.
La responsabilidad se sustenta en la imputabilidad moral, que es fruto del albedrío: el ser
humano, pudiendo optar entre el bien y el mal, se decide por este último y es por ello
merecedor de castigo.
Carrara ve en ella un medio de tutela jurídica, que tiende al restablecimiento del orden público
alterado por el delito. Tiene el carácter de un mal equivalente al que el delincuente ha causado.
De aquí nace la idea de la proporcionalidad entre pena y delito. En esta etapa si bien la
concepción del delito es ente jurídico cedió su lugar, posteriormente al estudio del delito como
acción.
La tarea de analizar, diferenciar y definir realizada, dio al Derecho Penal la jerarquía de una
disciplina científica.
El positivismo
El delito es un fenómeno natural.
El sistema centró su labor en dos ideas fundamentales: la defensa social y la peligrosidad. La
responsabilidad resulta de la condición humana del autor que revela una tendencia peligrosa
que da derecho al grupo para tomar medidas de defensa. Es la responsabilidad social frente a la
defensa social.
A quien ha delinquido se lo debe resocializar, si ello es posible. Si no lo es, la pena de muerte o la
relegación por tiempo indeterminado proporcionan el medio para la defensa social.
El finalismo
La actividad finalista de la acción, se basa en que el hombre, sobre la base de su conocimiento
causal, puede prever en determinada escala las consecuencias posibles de una actividad,
proponerse objetivos de distinta índole y dirigir su actividad según un plan tendiente a la
obtención de esos objetivos. Por eso, gráficamente hablando, la finalidad es "vidente" y la
causalidad es "ciega".
La concepción finalista de la culpabilidad lleva más lejos el aspecto normativo de lo que lo hace
la fase neoclásica
A nuestro criterio podemos agregar una teoría moderna que nos parece interesante tenerla
encuenta:
Funcionalismo o Post-finalismo: Sublimación de la política criminal y el contrato social
Sus principales exponentes: Roxin y Jakobs en 1970 propusieron sustituir los esquemas finalista y
neocausalista por modelos funcionalistas, humanitario y garantista.
13
La idea central es que el derecho penal deje de ser un sistema cerrado y acepte los aportes de la
Política Criminal y otras ramas auxiliares, idea inadmisible para la dogmática neocausalista y
finalista que desestiman la realidad social, los avances de la Criminología y otras disciplinas.
Propone que lo jurídico y lo político-criminal se fusionen en una especie de tercera dimensión a
denominarse “Sistema del Derecho Penal,” sintetizando en: “Los problemas político- criminales
forman parte de la teoría general del delito.”
Acción: Es todo lo que puede ser atribuido a una persona como centro de actos anímicos-
experimentales.
La tipicidad: Mediante la amenaza de la pena inserta en cada tipo penal, se erige en motivadora
del comportamiento que el legislador espera de los hombres; estimulándolos para que se
inhiban de cometer delitos a tiempo que garantiza el respeto al principio de legalidad.
La antijuricidad: controla los principios de proporcionalidad, protección de bienes.
Bibliografía:
Fontan Balestra, Carlos
Núñez, Ricardo
Lazcano, Carlos
Creus, Carlos