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Datos y cifras
Entre 250 000 y 500 000 personas sufren cada año en todo el mundo lesiones medulares.
En su mayoría, esas lesiones se deben a causas prevenibles, como accidentes de tránsito, caídas
o actos de violencia.
Las personas con lesiones medulares son entre dos y cinco veces más propensas a morir
prematuramente que las que no los padecen; las tasas de supervivencia más bajas corresponden
a los países de ingresos bajos y medios.
Las lesiones medulares se asociados a menores tasas de escolarización y participación
económica y suponen un costo importante tanto para quienes las padecen como para la sociedad
en su conjunto.
El término «lesión medular» hace referencia a los daños sufridos en la médula espinal a consecuencia
de un traumatismo (por ejemplo, un accidente de coche) o de una enfermedad o degeneración (por
ejemplo, el cáncer). No existen estimaciones fiables de su prevalencia mundial, pero se calcula que
su incidencia mundial anual oscila entre 40 y 80 casos por millón de habitantes. Hasta un 90% de
esos casos se deben a causas traumáticas, aunque la proporción de lesiones medulares de origen
no traumático parece ir en aumento.
Tendencias demográficas
En los hombres el riesgo es mayor en adultos jóvenes (20 a 29 años) y ancianos (70 años o más).
En las mujeres, en cambio, el mayor riesgo se registra en la adolescencia (15 a 19) y a partir de los
sesenta años. La razón hombres:mujeres es, como mínimo, de 2:1, aunque en algunos casos, puede
llegar a ser mucho más elevada.
Mortalidad
El riesgo de mortalidad alcanza su nivel máximo en el primer año después de sufrir la lesión y se
mantiene elevado en comparación con la población general. Las personas con lesiones medulares
tienen entre 2 y 5 veces más probabilidades de morir prematuramente que las demás.
Las afecciones secundarias prevenibles (por ejemplo, infecciones causadas por úlceras de decúbito
no tratadas) han dejado de figurar entre las principales causas de defunción de las personas con
lesiones medulares en los países de ingresos altos, aunque no así para las personas que padecen
este tipo de lesiones en los países de ingresos bajos.
Las lesiones medulares se asocian al riesgo de padecer diversas enfermedades secundarias que
pueden resultar debilitantes e incluso ser potencialmente mortales, como por ejemplo, trombosis
venosas profundas, infecciones urinarias, espasmos musculares, osteoporosis, úlceras de decúbito,
dolores crónicos y complicaciones respiratorias. Los servicios de atención a pacientes agudos, de
rehabilitación y de mantenimiento de la salud son esenciales para la prevención y el tratamiento de
estas afecciones.
Las lesiones medulares pueden obligar a una persona a depender de sus cuidadores. A menudo
hacen falta diversas tecnologías asistenciales para facilitar la movilidad, la comunicación, la
autoasistencia o las actividades domésticas. Se estima que entre un 20% y un 30% de las personas
con lesiones medulares presentan signos clínicamente significativos de depresión; esta, a su vez,
puede repercutir negativamente en el funcionamiento personal y en el estado general de salud de los
afectados.
Las falsas creencias, las actitudes negativas y las barreras físicas que obstaculizan la movilidad
básica provocan la exclusión de muchas personas, que dejan de poder participar plenamente en la
sociedad. Los niños con lesiones medulares tardan más en ser escolarizados que los demás y, una
vez incorporados al sistema educativo, tienen más dificultades para progresar en él. Los adultos con
lesiones medulares se enfrentan a obstáculos similares para participar en la vida económica; de
hecho, acusan una tasa global de desempleo superior al 60%.
Los datos disponibles no permiten hacer estimaciones mundiales de los costos asociados a las
lesiones medulares, aunque sí bastan para hacerse una idea general de la situación:
Los costos indirectos, en particular los ingresos perdidos, suelen superar los costos directos.
Gran parte del costo es soportado por personas con lesión de la médula espinal
Los costos de la lesión de la médula espinal son más altos que los de condiciones comparables
como demencia, esclerosis múltiple y parálisis cerebral
Prevención
Las principales causas de las lesiones medulares son los accidentes de tránsito, las caídas y los
actos de violencia (incluidos los intentos de suicidio). Una proporción considerable de ellos se debe
a accidentes laborales o lesiones relacionadas con el deporte.
Existen intervenciones eficaces para prevenir algunas de las causas más importantes, como por
ejemplo: la introducción de mejoras en las carreteras, los vehículos y el comportamiento vial de las
personas, con el fin de evitar los accidentes de tránsito; la instalación de sistemas de seguridad en
las ventanas para evitar caídas; y la adopción de políticas contra el consumo nocivo de alcohol y el
uso de armas de fuego, con objeto de reducir la violencia.
Muchos de los efectos adversos asociados a las lesiones medulares no derivan de la lesión en sí,
sino de carencias en la prestación de la atención médica y los servicios de rehabilitación, así como
de la persistencia de barreras en el entorno físico, social y político.
La aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (CDPD) exige la adopción de medidas para solventar estas carencias y barreras.
Existen una serie de medidas esenciales que permiten mejorar la supervivencia, la salud y la
participación de las personas con lesiones medulares, como las que siguen:
acceso a los dispositivos asistenciales adecuados que permitan a las personas realizar
actividades cotidianas que de otro modo no podrían llevar a cabo, lo que contribuye a reducir
las limitaciones funcionales y la dependencia (en los países de ingresos bajos y medios, solo
entre un 5% y un 15% de la población tiene acceso a los dispositivos asistenciales que
necesita);
una comprensión correcta de lo que son las lesiones medulares y actitudes positivas hacia las
personas que las padecen.
Respuesta de la OMS
La labor de la OMS abarca todo el espectro asistencial, desde la prevención primaria de las causas
traumáticas y no traumáticas de las lesiones medulares hasta la introducción de mejoras en los
servicios de atención traumatológica, el fortalecimiento de los servicios de salud y rehabilitación y la
prestación de apoyo para promover la inclusión de las personas con lesiones medulares. Más
concretamente, la Organización:
trabaja de forma multisectorial, en colaboración con interesados directos nacionales
pertenecientes a ámbitos muy diversos (como la salud, la policía, el transporte o la educación),
para mejorar la prevención de las lesiones medulares, en particular mediante la reducción de
los accidentes de tránsito, las caídas, los actos de violencia y las tasas de defectos del tubo
neural;
presta orientación y apoyo a los Estados Miembros para fomentar la sensibilización sobre
diversas cuestiones relacionadas con la discapacidad, y promueve la incorporación de la
atención a la discapacidad como componente esencial en las políticas y programas nacionales
de salud;
promueve estrategias para asegurar que las personas con discapacidad estén debidamente
informadas sobre las afecciones que padecen y que el personal sanitario apoye y proteja los
derechos y la dignidad de los afectados.