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EJERCICIOS DE TILDACIÓN Y PUNTUACIÓN

TEXTO 1. QuizÁ ningÚn arte ha decaÍdo tanto como el de la conversaciÓn. Los grandes conversadores eran comunes
en la Época de nuestros abuelos, cuando de sobremesa o en las tertulias familiares evocaban mejores tiempos, revivÍan
la imagen de sus antepasados y narraban hermosamente incontables anecdotas de su juventud y su infancia. Mas, en
la actualidad la radio, la televisiÓn, el cine, la agitaciÓn y prisa de la vida moderna, sobre todo en las grandes ciudades,
no nos dejan tiempo para cultivar este arte. Solo en ciertas reuniones de personas cultas, o alguna vez entre gente
campesina, encontramos a alguien capaz de entretenernos insensiblemente durante horas con la amenidad de su
plÁtica.
ReunÁmonos siempre que podamos con el Único proÓsito de conversar con familiares y amigos. El buen conversador
habla con naturalidad y fluidez, empleando Únicamente los tÉrminos que le son familiares, los giros que le son
propios _dirÍamos que piensan en voz alta_ y cuida poco que sus palabras merezcan la aprobaciÓn de los gramÁticos.
Y algo mÁs: el buen conversador se distingue porque habla correctamente, expresa ideas claras y nadie advierte el
esfuerzo hecho para dar con la palabra exacta.

TEXTO 2. Chiquitos mÍos: lo que mÁs va a llamar la atenciÓn de ustedes, en esta primera carta, es el que estÉ
manchada de sangre. La sangre de los bordes del papel es mÍa, pero en medio hay tambiÉn dos gotas de sangre del
tigre que cacÉ esta madrugada. Por encima del tronco que me sirve de mesa, cuelga la enorme piel amarilla y negra
de la fiera. ¡QuÉ tigre, hijitos mÍos! Ustedes recordarÁn que en las jaulas del zoo hay un letrero que dice “Tigre
cebado”. Esto quiere decir que es un tigre que deja todos los carpinchos del rÍo por un hombre. Alguna vez ese tigre
ha comido a un hombre y le ha gustado tanto su carne, que es capaz de pasar hambre acechando dÍas enteros a un
cazador, para saltar sobre Él y devorarlo, roncando de satisfacciÓn.

TEXTO 3. Los restos del llamado sinántropo, encontrados al SO de Beijing, demuestran que esta región estaba ya
habitada hace unos 500,000 años. Los descendientes de este homínido se extendieron por una amplia zona de Asia,
como lo evidencian los restos hallados en Manchuria, Mongolia, Turquestán y Siberia. Después de varios centenares
de miles de años, y como consecuencia de las glaciaciones europeas, se originaron en el E de Asia fuertes vientos que
asolaron las regiones del Sinkiang y Mongolia y formaron los desiertos de Takla Maklan y Gobi. La población huyó
al sur de China, península de Malaca e islas del Japón; una parte de ella pasó a América por el estrecho de Bering, que
entonces constituía una sólida masa de hielo. Cuando cesaron los vientos la China central y septentrional volvió de
nuevo a poblarse. Hacia el año 3500 a. JC. comienza el período Neolítico y entre los años 2000 y 1800 a. JC. se
extiende la Edad de Bronce. De esta época data la primera dinastía, casi legendaria, denominada Hia, que gobernó en
el valle del Huang aproximadamente entre los años 1994 y 1523 a. JC.

TEXTO 4. A pesar de ser zambo y de llamarse LÓpez, querÍa parecerse cada vez menos a un zaguero de Alianza
Lima y cada vez mÁs a un rubio de Filadelfia. La vida se encargÓ de enseñarle que, si querÍa triunfar en una ciudad
colonial, mÁs valÍa saltar las etapas intermediarias y ser, antes que un blanquito de acÁ, un gringo de allÁ. Toda su
tarea en los años que los conocÍ consistiÓ en deslopizarse y dezambarse lo mÁs pronto posible y en americanizarse
antes de que le cayera el huaico y lo convirtiera para siempre en un portero de banco o en un chofer de colectivo. Tuvo
que empezar por matar al peruano que habÍa en Él y por coger algo de cada gringo que conociÓ. Con el botÍn se
compuso una nueva persona, un ser hecho de retazos que no era ni zambo ni gringo, el resultado de un cruce
contranatura, algo que su vehemencia hizo derivar, para su desgracia, de sueño rosado a pesadilla infernal.

TEXTO 5. ¿QuÉ queremos decir exactamente cuando hablamos de un mal olor y cuÁl es el peor olor del mundo? La
respuesta depende de la cultura, la Época y el gusto personal. A los occidentales, el olor fecal les resulta repulsivo,
pero a los masai les gusta untarse el cabello con estiercol de vaca, que le da un brillo pardo anaranjado y un poderoso
olor; a los niños les gustan casi todos los olores hasta que con la edad aprenden a sentir disgusto ante algunos. Cuando
el naturalista y conservador de zoolÓgicos Gerald Durrell quiso conseguir algunos murcielagos de la fruta para su zoo
de la isla de Jersey, fue a la isla Rodriguez, al este de Madagascar, y usÓ como cebo en su red lo que llamÓ “fruta
macho”, un enorme fruto sÓlido color pardo cuya pulpa blanca hedÍa como un cruce entre “una sepultura abierta y
una cloaca”, un verdadero osario.

TEXTO 6. Cuando era pequeño, solÍa ir a esa tienda. Era una de esas diversiones favoritas. Le gustaba mirarlo todo,
aunque nada comprase. Su mayor fascinaciÓn consistÍa en tratar de adivinar cuÁntos caramelos contendrÍa cierto
gigantesco frasco. Una tarde encontrÓ un billete de una alta denominaciÓn tirado cerca de un Árbol. DudÓ un rato
antes de levantarlo. Al fin se animÓ. En un rÁpido movimiento, lo levantÓ y lo metiÓ a su bolsillo; luego, con paso
alegre, se encaminÓ a la tienda. A nadie en casa le dijo de su hallazgo. PermaneciÓ encerrado hasta la hora de la cena.
Cuando, luego de lavar sus manos concienzudamente, se uniÓ a la familia, que ya se encontraba reunida en torno a la
mesa, la vista del humeante plato de avena le provocÓ tal nÁusea que tuvo que correr al baño. Al salir estaba tan
pÁlido y tenÍa tal retortijÓn que los alarmÓ a todos. Un rato despuÉs, su misteriosa y sÚbita enfermedad era aclarada
por el mÉdico, quien sonriente le explicÓ que, aun cuando sean los mAs finos que existen, nadie puede comerse
impunemente tres kilos de chocolate en una sola sentada.

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